jueves, 2 de marzo de 2023

El Aborto, según el Espiritismo

  INQUIETUDES   ESPÍRITAS

1.- El aborto, según el Espiritismo

2.-La oración y el Evangelio durante el embarazo

3.- Grandes Sufridores

4.- Las facultades mediúmnicas y el estado normal

                                                                                     

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EL ABORTO SEGÚN EL ESPIRITISMO

                                                  


¿Qué es lo que generalmente conduce a una madre a tomar la decisión de abortar? Vivimos en un mundo materialista, egoísta, pero principalmente la causa que lleva a una mujer a terminar con su embarazo, es la ignorancia que reina en la Tierra sobre el plano espiritual.

Todas las religiones son conscientes del principio espiritual, de la supervivencia del alma después de la muerte del cuerpo físico, al igual que tienen ese rechazo por el aborto sin llegar a profundizar sobre ello. Pues bien, al Espiritismo le ha tocado la labor de levantar ese velo que oculta al mundo de los espíritus y darlo a conocer a la humanidad.

Mi intención en este artículo es hacer llegar al lector esta realidad. Como almas inmortales que somos, tenemos la necesidad de reencarnar en la Tierra para seguir nuestras etapas evolutivas hasta que hayamos progresado lo suficiente para ir a otros mundos más felices. Mientras tanto, cuando una mujer tiene un hijo está ofreciendo a un espíritu la oportunidad de seguir su camino, pues la Tierra es como una escuela para el alma. Además, este espíritu que renace, generalmente está vinculado a los padres por su pasado, ya sea por lazos de amor o de odio, pues ambos unen a las personas.

     Este proceso reencarnatorio no se produce al azar sino que hubo una planificación anterior, buscando el mejoramiento espiritual de este alma. Acercándose la época de la concepción ya empieza el espíritu reencarnante a relacionarse con la futura madre, acompañado y orientado por un equipo espiritual superior, el cual ayuda en la progresiva ligación fluidica del espíritu con los fluidos espirituales de la madre. En muchas ocasiones, según el psiquismo de la mujer, empieza a tener el deseo de quedarse embarazada. Esta unión fluídica magnetiza al óvulo aún no fecundado, este según el adelantamiento moral e intelectual del espíritu que va a reencarnar irradiará con una determinada frecuencia, atrayendo como un imán en el momento de la concepción de entre los 200/300 millones de espermatozoides, cada uno con un abanico genético diferente, al que más se acople a las necesidades evolutivas y características del espíritu en vías de encarnación, respaldado siempre por la espiritualidad superior.

     Acabamos de narrar como un espíritu a través de sus padres biológicos acaba de imprimir su ser espiritual actual al plano físico. Así, cuando ante un problema determinado alguien se cuestiona si es de origen genético o kármico, la respuesta será ambas, pues están interrelacionados, hay una conexión entre herencia biológica o genética y la espiritual.
     Llegados a este punto capital hacemos referencia al análisis que Allan Kardec hace en el libro de los espíritus pregunta 344. P.¿En qué momento se une el alma al cuerpo?   R. La unión empieza en la concepción pero no se completa hasta el momento del nacimiento. Al decirnos “empieza” nos quiere decir que ya tiene vida material, que es partícipe del plano físico registrando las emociones y sentimientos de sus padres.

En este transcurso de gestación el espíritu del niño tiene una reducción de su periespíritu con el

 consiguiente olvido de sus vidas pasadas, necesario esto para proseguir su camino terrestre, acompañado de una pérdida de consciencia entrando en una especie de turbación parecida a la de la muerte. Esto puede variar según el nivel evolutivo del espíritu, cuanto más evolucionado más consciente y partícipe es de este proceso.

Según se va desarrollando la gestación el intercambio fluídico entre la madre y el espíritu reencarnante se hace más intenso. En ocasiones puede producir molestias por la diferencia del nivel evolutivo que haya entre ambos. Si analizamos este intercambio psíquico, ya que el cerebro del bebé no está formado todavía para poder registrar pensamientos y emociones, sí lo está la memoria profunda o extracerebral que almacena las emisiones de amor o rechazo que sus padres producen. Está comprobado que personas transportadas mediante regresiones a la edad fetal narran acontecimientos que vivieron los padres y sólo ellos conocían. Es importante que la madre sepa que ya está empezando a educar a su hijo pues su pensamiento y sentimiento de nivel elevado y moral constituyen vibraciones altamente positivas para el bebé.

     Ante esta realidad espiritual al tomar la opción de abortar, desde el momento de la concepción hasta el nacimiento, lo que estamos haciendo es terminar con la vida física para el espíritu en vías de reencarnación con su consecuente sufrimiento moral y físico que trataremos más adelante.

     La pregunta que lanzo al lector es la siguiente: “Ya que la gran mayoría de la población ve el momento de la muerte como la etapa más crítica de la vida, experimentando muchos miedos, dolor, angustia cuando se aproxima ¿por qué la fase del nacimiento no tendría que considerarse tanto o más que la muerte?¿por qué nos atrevemos siquiera a cuestionar el aborto?¿por qué no vemos que estamos cometiendo un crimen?”

     Antes de analizar el aborto provocado aclaremos que el aborto espontáneo es una consecuencia de nuestro pasado y hay que aceptar y enfrentar este tipo de prueba para nuestro crecimiento interior, aprendiendo a valorar la vida y la oportunidad que supone la reencarnación. En muchos casos hará despertar la conciencia.

     El aborto provocado es un crimen a los ojos de Dios. Esto quiere decir que estamos quebrantando sus leyes. Tan sólo estaría permitido si corriera verdadero peligro la vida de la madre. En el resto de situaciones, incluso si fuera materialmente imposible criarlo, siempre tenemos la opción de darlo en adopción.

     Analizaremos ciertas situaciones realmente controvertidas tales como cuando descubrimos que el bebé viene con alguna enfermedad, síndrome de Down, malformaciones, etc. Realmente esto son las consecuencias de sus vidas pasadas en las que violó gravemente las leyes divinas, como por ejemplo el suicidio o cualquier otra acción en la que ocasionó daños terribles que repercutieron en su cuerpo espiritual. André Luiz nos esclarece diciendo que hay encarnaciones que actúan como un filtro o una esponja en las cuales las enfermedades absorben imperfecciones de nuestro espíritu que no pudieron ser solucionadas en el mundo espiritual y necesitan del plano físico para reestablecer la salud del espíritu. En estas situaciones el feto tiene más necesidad de nacer que un espíritu sano.

     Cuando nos enfrentamos a un caso de violación nos podemos preguntar ¿Por qué ocurrió esta desgracia? Espiritualmente hablando, cuando cometemos cualquier tipo de acto delictivo sintonizamos con esta energía registrándose en la memoria profunda y esto crea una predisposición a que se repita en la persona que lo ocasionó en otra vida siguiendo la ley de causa – efecto. El bebé estará relacionado en esta trama y es una oportunidad para reestablecer el equilibrio y saldar antiguas deudas. Vuelvo a recordar que sea la situación que sea, antes de abortar e hipotecar su felicidad siempre tendrá la opción de dar en adopción.

     El aborto acarrea consecuencias espirituales y físicas muy graves para la madre, padre, espíritu reencarnantes, médicos y todo el que interviene en dicho proceso. Dentro de las consecuencias que produce el aborto provocado para el espíritu en vías de reencarnación, al margen de que cada caso tiene situaciones especiales a tener en cuenta, todos van a tener un sufrimiento físico y moral o psíquico, sentimiento de pérdida de tiempo, graves lesiones periespirituales y trauma mental. Podemos hacer una distinción, por un lado los espíritus más evolucionados sabrán reponerse del duro golpe, serán más tolerantes, suelen ser alguien que iba a ayudar al matrimonio y lamentará profundamente el no poder realizarlo. No ocurre los mismo con los espíritus menos evolucionados, por un lado necesitarán más ayuda espiritual para reponerse y volver a adquirir su forma periespiritual anterior. Normalmente, vinculados a los padres por lazos desarmónicos, se dejarán llevar por el odio y resentimiento, tratando de vengarse desde el plano espiritual de los cónyuges, convirtiéndose en obsesores de estos y empeorando así la situación anterior.

     Aunque todos nosotros podamos creer que sea imposible el tener enemigos en el plano espiritual, si observamos y analizamos la historia, vemos que tenemos un pasado turbulento con más de cinco mil años en guerras, seiscientos años de Inquisición, la esclavitud, etc… Todos estos errores sólo se solucionaran con amor. El amor que nace entre padres e hijos es un regalo divino que no tenemos que desaprovechar.

     Las consecuencias para la gestante, que se podrán dar en esta vida o en otras, pueden ser las siguientes: Cáncer de útero, hemorragias, procesos depresivos posteriores al aborto, sentimiento de culpa consciente o inconsciente reduciendo la vibración de su psiquismo, el magnetismo mental del espíritu expulsado perjudicando notoriamente a la madre, ocasionará lesiones graves en su periespíritu, el chakra genésico quedará desarmonizado con los consecuentes problemas para futuras maternidades, ya sea en la próxima existencia o en la actual. La Ley de causa y efecto será la que reestablezca el equilibrio, el chakra cardiaco se verá notoriamente perjudicado por el desequilibrio emocional y afectivo quedándose un campo abierto a la obsesión.
     Sólo el amor repara y edifica, y con el crecimiento interior se puede llegar a disminuir el karma ocasionado.

Cuando analizamos al padre, muchas veces, es la figura que obligó a su compañera a abortar. En este caso quedará desarmonizado su chakra coronario quedando abierto un canal anímico de acceso a futuras obsesiones, su chakra genésico se verá repercutido con la fragilidad del aparato reproductor, molestias testiculares y disturbios hormonales que pueden tener lugar en la vida actual o en otras reencarnaciones.

     Existe responsabilidad profesional e incluso en las personas relacionadas con el suceso. Todo acto tiene consecuencias y estas están en función a la intención ya que no sería lo mismo el médico que simplemente ve en el feto dinero, del otro que piensa que está ayudando a la madre, aunque la ignorancia tampoco exime de culpa. Todos seremos abortistas indirectos desde el momento que criticamos a una madre soltera o cuando somos indiferentes ante este atentado.

     No pretendo condenar sino esclarecer sobre el grave error que es terminar con la vida de este ser en formación, que tiene unas consecuencias nefastas, rompiendo un gran trabajo del plano espiritual y ocasionado daños físicos y psíquicos en esta vida y en las siguientes hasta reparar el mal causado. Para todo el que empieza a despertar hacia una comprensión mayor de la existencia del ser, es preciso proteger la vida del feto y de la madre, además evitar todas las consecuencias dolorosas que el aborto desencadena aún estando éste amparado por la legislación vigente. El derecho a la vida tiene que ser más estricto para todos estos seres que todavía no se pueden defender. Tenemos una visión materialista ligada a nuestros sentidos físicos y no nos da derecho a escudarnos en la ignorancia para practicar este tipo de crimen, recuerde que la ignorancia es la madre de todos los males de la humanidad.


     Querido lector, analice y reflexione este asunto. El Espiritismo es la voz de los
 espíritus que vienen a decirnos lo que ocurre desde su plano, el ser humano


necesita ser consciente de la vida en gestación. Representa la simiente germinada de una planta que está creciendo con mucho amor, la vida tiene valor cuando se comprende su lado espiritual. Saber vivir bien esta fase en el útero materno tiene la misma relevancia que saber enfrentar con Fe el término del camino.


Javier Gargallo
Centro Espírita “Entre el Cielo y la Tierra”
Procedente del Blog "El Angel del Bien "




                                


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LA ORACIÓN Y EL EVANGELIO DURANTE EL EMBARAZO                

      En función del intercambio materno fetal a nivel energético, es de gran importancia la estabilidad psíquica de ambos, madre e hijo, la ejecución correcta y habitual de la oración durante la gestación.

      La oración solo tiene valor por el pensamiento que le es vinculado. Ahora, es imposible vincular un pensamiento cualquiera a una fórmula exterior y convencional. Las oraciones decoradas, por regla, si no son inocuas, al menos pierden mucho en eficacia. Esto es, porque el que no se manifiesta no puede tocar los sentimientos. Para muchas personas, las oraciones son apenas amalgamas de palabras que nada dicen a la mente. Para que la oración toque, es necesario que cada palabra despierte una idea, y si no es sentida o entendida, ninguna idea puede despertar. Hace dos mil años, el apóstol Pablo ya enseñaba: Si oro en lengua extraña que no entiendo, mi corazón ora, pero mi inteligencia no coge el fruto.

     Somos contrarios a prescribir fórmulas absolutas de oraciones. El pensamiento es todo. Las oraciones de todos los cultos son buenas cuando no son dichas solo con los labios, sino con los sentimientos más profundos. Las oraciones han de ser claras, simples, cada palabra poniendo en vibración las fibras de nuestra alma.

     Orar no es privilegio de religiosos. Hay ateos que oran mejor que los repetidores maquinales de fórmulas convencionales de oración. Se está orando cuando se piensa en amor, paz, fraternidad, sabiduría, o cualquier valor ético indiscutible. En el futuro no encontraremos más posturas religiosas de superficie, sino una religiosidad independiente de rótulo exterior, una religiosidad holística y de comunión con la fuerza cósmica universal.

     Dentro del criterio expuesto, la oración durante el embarazo va creando un aura energética superior, en torno al feto, protegiéndolo. Se abre un canal de sintonía permanente con las energías cósmicas de alta frecuencia y se da la oportunidad a la interferencia constante de los protectores espirituales del binomio materno-fetal.

     Algunas familias tienen el excelente hábito de ejecutar semanalmente la lectura de El Evangelio en el Hogar. En el Espiritismo se  llama  a esta práctica  culto cristiano en el hogar o Evangelio en el Hogar. Es una práctica muy útil para reunir a la familia en torno a un objetivo superior y psiquicamente saludable. Estableciéndose una conexión mental entre todos los miembros de la familia, reforzando sus lazos espirituales.

    Como se sabe, no es adecuado el ambiente doméstico y en la reunión del Evangelio en el Hogar, el intercambio mediúmnico, práctica esta, que debe ser restringida, por regla, al lugar adecuado. Semanalmente, sin embargo, el Espíritu reencarnante, semi-adormecido, oirá el Evangelio en el Hogar y quedará envuelto en la atmósfera cristiana que se establece en el ambiente doméstico, Verdaderas transfusiones de energía se operan, al crearse condiciones favorables para la espiritualidad mayor.

- Ricardo di Bernardi- ( de su obra Gestación: Sublime intercambio)

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         GRANDES SUFRIMIENTOS

 Haciendo un  análisis y profundizando en ese tipo de espíritus que han escogido, por su propia voluntad, el camino del mal, ya desde los inicios de su evolución, podemos comprender cómo y por qué existen, lamentablemente, ese tipo de hermanos sumergidos en las profundidades de las sombras, de las zonas abismales de los planos inferiores, cuyo único objetivo para ellos es el afán de poder, dominar a cuantos más espíritus débiles, enfermizos y desviados puedan, a fin de darle un sentido a su existencia, que no es otro que el de la práctica del mal, tanto en los planos espiritual y material.
     Estos espíritus, por otro lado hermanos nuestros, por mucho que se hallen en ese estado de sumisión hacia el mal y estancados en su proceso evolutivo, todavía no han comprendido las leyes universales que a todos nos rigen, más allá de nuestro planeta. Esa es la razón por la cual viven solamente pensando en su presente, sin atender a nada más, dominados por el egoísmo y la más absoluta ignorancia acerca del proceso espiritual de perfección al que todos estamos llamados; del que no quieren saber nada, desconociendo que un día llegará en el que tendrán que comenzar a pagar por todo aquello que de sufrimiento causan a los demás, y por todas las violaciones constantes a la ley de amor, de justicia y caridad.
      De ahí que veamos en algunas ocasiones a niños que a la más temprana edad, en lugar de desprender ternura, tienen ya expresiones de maldad, sin que nadie les haya enseñado ni hayan recibido un mal ejemplo o mala educación; les nace el ser así porque es el carácter que traen. No se doblegan ante nada, son rebeldes por naturaleza, y a la más mínima oportunidad recaen en los mismos vicios y perversiones, que son lo único que conocen y a lo que están habituados.
     No obedecen a nada, no pueden ni quieren reprimir sus malos instintos, sus defectos y debilidades; la carencia de valores morales es en ellos casi absoluta, piensan que no hay una fuerza superior a ellos que les pueda doblegar y ponerles en una situación muy distinta a la que están acostumbrados, y así siguen cometiendo todo tipo de maldades y causando daño por doquier, porque solo piensan en su beneficio y en sí mismos.
      Pero llega un momento en el que la LEY DE CAUSA Y EFECTO interviene, porque este hermano es imposible que, por sí mismo, pueda reflexionar y tomar el camino del bien, del cual está muy alejado y le es imposible tomarlo. Ha perdido toda su luz, su fuerza espiritual, la intuición, y su conciencia está completamente turbada, no puede corregirse ni quiere reorientar sus pasos.
      Ha llegado el momento en el cual todo el peso de la ley comenzará a recaer sobre él por medio de reajustes, expiaciones y sufrimiento.
      De arriba se toma la decisión de coartar su libre albedrío, siendo esta la única medida para que no siga alejándose tanto de la senda correcta y pueda comenzar su proceso liberador de todas aquellas imperfecciones y pasiones que le han conducido hasta ese punto de degeneración. Todo tiene un límite, y por fortuna siempre hay espíritus que velan por nosotros, así como las leyes de nuestro Padre que también quiere lo mejor para nosotros, teniendo que tomar una solución drástica pero necesaria. Esta es una medida extrema, pero es la única forma de poder recuperar a este espíritu, y también a sus cómplices y otros hermanos que le van acompañando durante siglos cometiendo delitos y demás tropelías, a fin de redirigirlos y procurar la sublime ascensión que a todos ellos les compete efectuar sin más excusas.
      A partir de ese momento, su proceso evolutivo es intervenido. Ese crédito que por ley todos tenemos se ha acabado, ya no se le conceden más existencias con el uso de su libre albedrío. Comienza entonces una fase de vidas de sufrimiento, vidas difíciles, vidas destinadas a expiar y a hacerle consciente de todo aquello por lo que tiene que pasar para poder ir eliminando toda la maldad adquirida, por medio de la catarsis del dolor, y comenzar a ir desarrollando los valores de los que, por comodidad y egoísmo, no quiso desarrollar; optó por el camino más fácil.
      Debemos comprender que la vida es un préstamo, no nos pertenece; es un medio, una oportunidad de progreso. Si no hacemos un buen uso de ella, lo que pudo convertirse en un gran adelanto en torno a nuestro progreso se convierte en una deuda, en intereses negativos de los que antes o después debemos dar cumplida cuenta. Por eso la ley tiene que intervenir, impidiendo que ese suma y sigue sea tan abrumador.
      La ley de consecuencias determina que venga en la próxima encarnación en inferioridad de condiciones para que se vea distinto de los demás y por medio del sufrimiento empiece a arrepentirse de lo que han hecho. Comienza una serie de existencias en las que viene a expiar, y en cada una de ellas irán dejando parte de la maldad que han ido adquiriendo, al mismo tiempo que van resarciendo a todas sus víctimas de los males causados. Estas son las vidas predestinadas al sufrimiento, del cual no se puede escapar, cuyo programa no es otro que el someter a este espíritu para que paulatinamente vaya perdiendo, merced al dolor y a verse impedido, toda la maldad acumulada, y empiece a sentir que sí puede cambiar, que quiera verse y estar en mucho mejores condiciones, como en realidad en su fuero interno quiere sentirse, y que además envidia el por qué otros muchos evolucionaron y se encuentran en el otro extremo del camino.
      Al verse sometido e impedido por medio de una materia que no le deja manifestarse tal cual es, empieza a desgastar sus energías, empieza a comprender que no se puede permanecer durante toda la eternidad apartado de la senda del progreso sin dejar salir de su interior las cualidades que conserva innatas. Es una lección muy dura, pero hará que este espíritu comience a admitir que no puede realizar siempre todo aquello que le place sin pensar en el mal que causa, y en lo mucho que se aleja de su cometido como espíritu; que levante la mirada hacia su Creador y comience a implorar ayuda y esclarecimiento.
      Con el paso de algunas existencias, este tipo de espíritus van comenzando a ser conscientes de todo por lo que han de pasar y las muchas deudas que tienen pendientes. Es entonces cuando ya piden venir en una existencia a pagar todo lo que puedan, voluntariamente, por medio de vidas de mucho dolor y sufrimiento, en las que vienen en condiciones muy deplorables; son aquellos casos en los que vemos a personas sumidas en una desgracia tras otra, en una enfermedad tras otra, y con todo en contra, vidas con tanto dolor y desgracia que nos hacen pensar en por qué viene una persona en esas condiciones. Es el resultado de tantas maldades y existencias lejos del camino del bien y del amor. En estos casos, estos hermanos piden una protección especial, piden ayuda desesperadamente a fin de llegar al término de la existencia, cumpliendo lo mejor posible el programa que se han planificado llevar a efecto.
      Desde el plano espiritual son conocedores de todo aquello que le espera a estos hermanos, a nivel de sufrimientos que quizás no puedan soportar; se planifica la próxima existencia y por supuesto se les facilita, cómo no, esa doble protección para evitar que no sucumban ante tales pruebas y expiaciones, que no opten por la vía del suicidio, y logren llegar hasta el final de su existencia pudiendo aprovecharla al máximo, y siempre con el fin de ir rectificando su carácter y sus debilidades con la mayor rapidez posible.
      Aunque este proceso les puede llevar cientos de años y sucesivas encarnaciones, estos espíritus ya saben lo que no tienen que volver a hacer, porque están pagando con su vida todo el mal causado anteriormente. Ya están encaminándose correctamente, están luchando por recuperarse y expiar sus deudas; es cuestión de forjarse a fuego como el acero mediante todo aquello que la ley le imponga.
      ¡Aquello que sembramos voluntariamente lo hemos de recoger forzosamente!
Estos son los destinos compulsivos, los designios que recaen sobre uno mismo, la llamada fatalidad, que no es más que el reajuste obligado de aquellos que escogieron el camino contrario a su evolución y que nunca quisieron por sí mismos reconocer sus errores y comprender que:
¡Aquello que se ata en la Tierra, en la Tierra se ha de desatar!

- Fermín Hernandez- ( Grupo Villena- Amor, Paz y Caridad)

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LAS FACULTADES MEDIÚMNICAS Y EL ESTADO NORMAL

                                     

     El médium, en el momento en que ejerce su facultad, ¿se encuentra en estado perfectamente normal? “A veces se encuentra en un estado de crisis más o menos acentuado. Eso lo agota, y por esa razón necesita descanso. No obstante, la mayoría de las veces, su estado casi no difiere del estado normal, principalmente en el caso de los médiums escribientes”.

EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS (223.1)

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