domingo, 30 de agosto de 2015

El Cielo estrellado


                         
        LA FE Y LA RAZÓN

Para el diccionarista, la definición de fe es la convicción y creencia firme e incondicional, ajena a argumentos de la razón. Concebimos como una especie de fuerza intrçinseca, una certeza racional, aunque también instiniva de la Bondad de Dios. La práctica de las lecciones espíritas, a través de una fe racional, desempeña una función relevante en la terapia de muchas patologías que nos atormentan, principalmente por rvelar el medicamento del alma en bases del amor.
La mayoría de las personas inquietas pie alivio, apresuradamente, como si el consuelo real fuese obra de la improvisación y se importase de fuera hacia dentro. Allan Kardec afirmó en "El Evangelio según el Espiritismo", que la "Fe inavalable solo es la que puede encarar a la razón, cara a cara, en todas las épocas de la Humanidad".  Por tanto es importante que se establezcan las relaciones entre la fe y la razón, pues forman parte del contexto espírita. Con todo, sin traer a consideración cuestiones de órden fiosófico, conviene relexionar, concretamente, que ni todos los espíritas comprenden la dimensión  del concepto de fe razonada, hasta  las más extrañas posturas de "fe" en las terapias "doctrinarias" propuestas en muchos Centros Espíritas.
Kardec nos enseña que la fe razonada es aquella que permanece en constante contacto con la razón(buen sentido), esto es, busca siempre, un encuentro con la transcendencia, argumenta y cuestiona. Motivo por el cual la fe espírita ha de ser una fe en constante reciclaje, una fe siempre renovada, siempre reconstruida, pero ciertamente, sin que exceda sus límites. Caso contrario, sucumbirá en una especie de fe ciega,"inteligente"; la que se contenta con apenas descubrir los placebos para "tratamiebtos espirituales" que en nada ayudan.
La fe, apoyada en la razón, es indispensable para que logremos el socorro que necesitamos. Pero, no nos referimos al fanatismo religioso o a la ceguera de la ignorancia, pero si, a la actitud de seguridad íntima, sensatez con respeto y sumisión, delante de las Leyes de Dios, en cuya sabiduría y amor, procuramos respaldo.

Nada tenemos contra las propuestas terapeúticas en las Casas espíritas, para aliviar las molestias del cuerpo y del espíritu. Pero no podemos olvidar que, por mucho tiempo, aún no podremos prescindir de la contribución del clínico, del cirujano y del farmaceútico, misioneros de la salud colectiva. Indudablemente, es en el alma donde reside la fuente primaria de todos los recursos medicamentosos definitivos. La asistencia farmaceútica del mundo, no puede remover las causas transcendentes de carácter mórbido de los indivíduos. El remedio eficaz  está en la  acción del propio espíritu enfermizo, movido por la fe racional. Porque nada ni nadie, conseguirán eliminar efectos cuando las causas permanecen.
Una fe espírita legítima nos demuestra que los dolores, resentimientos, irritaciones, crímenes, cólera, desespero, crueldad e intemperancia, crean zonas mórbidas de naturaleza particular en el cuerpo físico, imponiendo en las células las desarmonías por las que se anulan casi todos los recursos de defensa, abiéndose campo fertil para el cultivo de microorganismos patógenos en los órganos menos inmunes. De esa forma atormentan el pensamiento, proporcionando lesiones mentales (espirituales), verdaderas matrices de dolencias que desembocan en el cuerpo físico. Por otro lado, el ejercicio del amor, encierra la filosofía del ideal superior y nos da la visión correcta de una vida en constante evolución espiritual.
Conquistar la fe es alcanzar la posibilidad de no tener que decir más: "Yo creo", sino afirmar "yo se", con el respaldo de la razón, tocado por la luz del sentimiento. Esa fe, que es fuerza y es vitalidad, no se estanca bajo ningún pretexto o circunstancia de la vida y, bien comprendida y asimilada, se intensifica ante el dolor, contribuyendo para que soportemos cualquier desafío existencial.
La fe es la virtud que mueve montañas, dice Jesús. Todavía más pesados que las mayores montañas, yacen depositados en los corazones de los hombres, la impureza y todos los vicios que derivan de la impureza.
La fe es el resultado de nuestro conocimiento interior. Cuanto  mayor sea nuestra identidad con la fe, más fuerte aparecerá en nuestras vidas la felicidad. La edificación da paz interior como la luz divina exige trabajo constante y sereno. No será tan solamente al precio de promesas verbales como erguiremos los templos de la fe rezonada.

Jorge Hesen

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                                        PERIESPÍRITU

Numerosas observaciones y hechos irrefutables, de los que hablaremos más adelante, nos han llevado a la conclusión de que hay en el hombre tres componentes: 1.º, el alma o espíritu, principio inteligente en el cual reside el sentido moral; 2.º, el cuerpo, envoltura densa, material, que recubre transitoriamente al alma para el cumplimiento de ciertos designios providenciales; 3.º, el periespíritu, envoltura fluídica, semimaterial, que sirve de vínculo entre el alma y el cuerpo. La muerte es la destrucción o, mejor dicho, la disgregación de la envoltura densa, que el alma abandona. La otra se desprende del cuerpo y acompaña al alma, que de esta manera queda siempre con una envoltura. Esta última, aunque fluídica, etérea, vaporosa, e invisible para nosotros en su estado normal, no deja de ser materia, aunque hasta el presente no hayamos podido aprehenderla y someterla a análisis. Así pues, esta segunda envoltura del alma, o periespíritu, existe durante la vida corporal. Es la intermediaria de todas las sensaciones que el espíritu percibe, y mediante la cual transmite su voluntad hacia el exterior y actúa sobre los órganos del cuerpo. Para valernos de una comparación material, es el hilo conductor eléctrico que sirve para la recepción y la transmisión del pensamiento. Es, en suma, ese agente misterioso, inaprensible, que se designa con el nombre de fluido nervioso, que desempeña un muy importante papel en la economía del organismo, y que todavía no se toma demasiado en cuenta en los fenómenos fisiológicos y patológicos. La medicina, puesto que en la apreciación de los hechos solamente considera el elemento material ponderable, se priva de una causa incesante de acción. Con todo, no corresponde aquí analizar esa cuestión. Sólo haremos notar que el conocimiento del periespíritu constituye la clave de una cantidad de problemas que hasta hoy no tenían explicación. El periespíritu no es una de esas hipótesis a las que suele recurrir la ciencia para explicar un hecho. Su existencia no ha sido revelada solamente por los espíritus, pues constituye el resultado de observaciones, conforme tendremos oportunidad de demostrar. Por el momento, y para no anticipar los hechos que más adelante relataremos, nos limitaremos a decir que, sea durante su unión con el cuerpo, o bien después de haberse separado de él, el alma nunca está separada de su periespíritu.

- EL LIBRO DE LOS MEDIUMS -

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 EL CIELO ESTRELLADO

León Denis


Un libro grandioso está abierto a nuestros ojos, y todo observador paciente puede leer
en el la palabra del enigma, el secreto de la a vida eterna.
Ahí se ve que una Voluntad después del orden majestuoso en que se agitan todos los
destinos, se mueven todas las existencias, palpitan todos los corazones.
¡Oh alma! Aprende primero la suprema lección que desciende de los espacios sobre las frentes aprensivas. El Sol está escondido en el horizonte; sus albores de púrpura tintan aún en cielo; la luz serena indica que, más allá, un astro se velo a nuestros ojos.
La noche extiende por encima de nuestras cabezas su pináculo constelado de estrellas.Nuestro pensamiento se recoge y procura el secreto de las cosas. Volvámonos para  Oriente. La Vía-Láctea expande, cual inmensa cinta, sus miríadas de estrellas, tan acogedoras, tan distantes, que parece formar una continua masa. Por todas partes, à medida que la noche se torna más densa, otras estrellas aparecen, otros planetas se encienden cual si fuesen lámparas suspensas en el suntuario divino. A través de la profundidad insondeables, esos mundos permutan sus rayos de plata; nos impresionan a distancia, y nos hablan un lenguaje mudo.
Ellos no brillan todos con el mismo fulgor; la potente Sírius no se puede comparar a la lejana Capela. Sus vibraciones gastarán siglos para llegar hasta nuestro hogar, y cada uno de sus rayos vale por un cántico, una verdadera melodía de luz, una voz penetrante. Esos cánticos se resumen así: “Nosotros también somos focos de vida, de sufrimiento, de evolución. Almas, a millares, cumplen, en nosotros, destinos semejantes a los vuestros”.
Entretanto, todos no tienen el mismo lenguaje, porque unos son moradas de paz y de felicidad, y otros, mundos de luchas, de expiación, de reparación por el dolor. Unos parecen decir: Yo te conocí, Alma humana, Alma terrestre; yo te conocí y he de volverte a ver! Yo te abrigue en mi seno de otrora, y tú volverás a mí. Yo te espero,para, por tu vez, guiar a los seres que se agitan en mi superficie!
Y desoís, más lejos aun, esa estrella que parece perdida en el fondo de los abismos del cielo y cuya luz trémula es apenas perceptible, esa estrella nos dirá: Yo se que tu pasarás por las tierras que forman mi cortejo, y que yo inundo con mis rayos; yo se que tu ahí sufrirás y te tornarás mejor. Apresura tu ascensión. Yo seré y soy ya para contigo una verdadera amiga, porque hasta mi llego o tu apelo, tu interrogación, tu oración a Dios.
Siendo así, todas las estrellas nos cantan su poema de vida y amor, todas nos hacen oír una evocación poderosa del pasado o del futuro. Ellas son las “moradas” de nuestro Padre, los estadios, los marcos soberbios de las estrellas del Infinito, y nosotros ahí pasaremos, ahí viviremos todos para entrar un día en la luz eterna Y divina.
¡Espacios y Mundos! ¿Qué maravillas nos reserváis? Inmensidades sidérales,profundidad  sin límites, dan la impresión de la majestad divina. En vosotros, por todas partes y siempre, está la armonía, el esplendor, la belleza! Ante vosotros, todos los orgullos caen, todas las vanaglorias se desvanecen. Aquí, recorriendo sus órbitas  inmensas, están los astros de fuego cerca de los cuales nuestro Sol no es más que unasimple hoz. Cada uno de ellos arrastra en su séquito un imponente cortejo de esferas que son otros tantos teatros de la evolución. Allí, y así en la Tierra, seres sensibles viven, aman, lloran. Sus pruebas y sus luchas comunes crean entre sí lazos de afecto que crecerán poco a poco. Y es así que las Almas comienzan a sentir los primeros efluvios de ese amor que Dios quiere dar a conocer a todos. Más lejos, en el insondable abismo, se mueven los que conocieron el sufrimiento, el sacrificio, y llegaron al tope de la perfección; Almas que contemplan a Dios en su gloria, y van, sin jamás cansarse, de astro en astro, de sistema en sistema, llevando los apelos divinos.
Todas esas estrellas parecen sonreír, cual si fuesen amigas olvidadas, Sus misterios nos atraen. Sentimos que son la herencia que Dios nos reserva. Más tarde, en los siglos futuros, conoceremos esas maravillas que nuestro pensamiento apenas toca.
Recorreremos ese Infinito que la palabra no puede describir en un lenguaje limitado.
Hay, sin duda, en esa ascensión, de grados que no podemos contar, tan numerosos son; mas nuestros guías nos ayudarán a subirlos, ensenándonos a deletrear las letras de oro y de fuego, el divino lenguaje de la luz y del amor. Entonces el tiempo no tendrá más medida para nosotros. Las distancias no existirán más. No pensaremos más en los caminos oscuros, tortuosos, escarpados, que seguimos en el pasado, y aspiraremos a las alegrías serenas de los seres que nos hubieran precedido y que trazan, por medio de chorros de luz, nuestro camino sin fin. Los mundos en que hubiéramos vivido habrán pasado; no serán más que polvo y los escombros; mas nosotros guardaremos la deliciosa impresión de las aventuras vividas en sus superficies, de las efusiones del corazón que comenzaron a unirnos a otras almas hermanas.
Conservamos hace mucho cara y dolorosa recuerdos de los males compartidos y no seremos más separados de aquellos que hubiéramos amado, porque los lazos son entre las Almas los mismos que entre las estrellas. A través de los siglos y de los lugares celestes, subiremos juntos para Dios, el gran foco de amor que atrae a todas las criaturas!
León Denis
Traducido por: M. C. R

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 ¿  Qué es el bien y qué es el mal ?-

El bien se podría describir como lo bueno, lo positivo, lo deseable, lo que todos en el fondo queremos para nosotros mismos y que cuando amamos, queremos también para los demás, por eso el mayor bién que podemos concebir se resume en el Amor que supone la observación de una recta conducta regulada por un recto pensar y por un recto sentir.
Allan Kardec definió al bien como todo aquello que está conforme con la Ley de Dios, y el mal es todo aquello que la infringe, o sea, la ausencia del bien.
Hacer el bien supone actuar de acuerdo a las Leyes Divinas, mientras que actuar mal es precisamente infringir estas leyes naturales. El ser humano se conduce en el bien cuando tiene a la vista el deseo de realizar siempre lo bueno y positivo para crear el bien de los demás, porque de este modo actúa según la Ley de Dios.
Es necesario conocer tanto el bien como el mal, porque así adquirimos experiencia y aprendemos a distinguir el uno del otro para seguir responsablemente el único camino adecuado para la evolución del Espíritu: el camino del bien. Este es el resultado de la Ley del Amor puesto en acción, pero sin embargo, el mal no conforma ninguna Ley , sino que supone la ausencia del bién, por lo cual no tiene existencia propia .Viene a ser como la oscuridad, que en si misma no es nada, sino la ausencia de luz.
Solamente depende para su manifestación de que el Ser humano quiera o consienta en hacerlo o en dejar de hacer un bien; por eso no solamente es necesario no hacer el mal, sino que es preciso hacer el bien. El mal o la ausencia de bien, es una realidad negativa consecuencia del incorrecto uso de la libertad del Ser . De igual modo, el bien tampoco es simplemente la ausencia del mal, sino una actitud y una vibración del espíritu, en sintonía con las leyes del Creador, y es naturalmente contrario y opuesto al mal..
Tanto el Amor como el Bien ,que es su manifestación , son una Ley Divina; no así el mal que solamente es producto del equivocado uso de la libertad humana cuando se desvía de las leyes Divinas. Vemos como existe el bien en la armonía y la belleza en toda la Creación, que cuando aprendemos a admirarlas y a degustarlas, podemos llegar a sentir que son como un poema de Amor de un Dios que no se contradice en sus leyes y que no ha creado ninguna contraria a otra o que se anulen entre ellas;por el contrario, como veremos, todas las leyes divinas y cósmicas se complementan y estructuran maravillosamente entre ellas.
La voz de la conciencia es una voz de advertencia del Yo superior que siempre nos señala en lo más íntimo que debemos obrar bien como camino acertado, y el mal se produce cuando se desoye esta llamada interior. Las personas nos inclinamos hacia lo bueno y lo malo, según la capacidad de discernimiento y de clara voluntad en el actuar que les otorgan su grado de evolución.
El mal se produce también cuando el Ser se deja dominar por alguna pasión que le ciega o cuando se deja envolver por el egoísmo o la ambición que le pueden llegar a turbar la razón. Asimismo muchas veces la inclinación a actuar mal, la recibimos como una sugerencia externa mas o menos fuerte de otros seres negativos e invisibles que nos rodean atraídos por nuestra sintonía mental y anímica con ellos.
Quede claro que el mal que hace el Ser humano con mas o menos conciencia de ello, siempre es producto de la ignorancia de las consecuencias negativas que se obtienen contra uno mismo cuando así se ha actuado.
Para progresar espiritualmente y evitar reajustes por el dolor, no basta con no hacer mal, sino que es necesario esforzarse en hacer el bien sin condiciones y en la mayor medida, siempre y en todos los casos . Cuando una persona tiene la ocasión de hacer el mal y se retira a tiempo de no hacerlo, es porque la semilla del bien ya opera en su alma, pero quien sin embargo no hace el mal simplemente porque no tiene la ocasión de hacerlo, en su alma es como si ya lo hubiera hecho y su responsabilidad es por ello tan reprensible como su lo hubiese realizado.
En las fases inferiores del Ser humano, cuando es todavía un Espíritu muy joven, sin apenas experiencia, suele ser arrastrado e inducido con facilidad por sus defectos y pasiones instintivas, residuos de su anterior etapa animal ,a cometer errores y caer en el mal. Con el devenir de las existencias humanas a lo largo del tiempo, va despertando y desarrollando su conciencia, aprendiendo por el dolor poco a poco, que el mal no debe hacerse jamás, sino solamente el bien, y así vida tras vida, el Ser va errando, sufriendo y aprendiendo, cayéndose y levantándose repetidamente, hasta que su conciencia llega a adoptar naturalmente la tendencia y a sentir la necesidad de hacer siempre el bien.

- Jose Luis Martín -

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viernes, 28 de agosto de 2015

Rey de Reyes

        

  ¿ EN QUE PUNTOS BÁSICOS SE                 FUNDAMENTA EL ESPIRITISMO ?

1.- Existencia de Dios.
2.- Inmortalidad del alma.
3.- Comunicación con los espíritus.
4.- Pluralidad de mundos habitados.
5.- Reencarnación.
6.- Ley de causa y efecto.
7.- Fe razonada.
8.- Evolución del espíritu.
9.- Moral de Jesús: Luz y Paz.
Toda persona que crea en todos estos fundamentos básicos es espírita. 

Mª Ángeles Calatayud      

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                                            Rey de reyes

El mundo está naturalmente fraccionado en diversos continentes, en donde a su vez el ser humano ha creado fronteras políticas y diferenciadoras de unos pueblos con sus particulares lenguas, tradiciones y costumbres, con respecto de otros que no coinciden en todo esto y a los que ven como extraños, manteniendo a veces relaciones siempre por algún interés mutuo y no exentas de recelo.
Cada uno de estos pueblos o países son dirigidos por gobernantes, presidentes y reyes. Unos fueron elegidos por sufragio popular; otros se han autoproclamado jefes supremos en un gobierno dictatorial.
En otro orden de cosas, y no nos referimos a sujetos con poder político, el título de rey se le da figuradamente a personas que por haber demostrado ser los mejores o mas destacados en determinada actividad o arte, han sido merecedores de un reconocimiento y un prestigio popular que así los reconoce y aclama como reyes.
Tanto en los reinados o supremos poderes en naciones, como en los reinados de merecimiento como ases populares, en todos los casos estos reinados siempre son efímeros y a veces no duran ni lo que dura una existencia humana. En el mejor de los casos se les recuerda tras su desaparición por cierto tiempo y luego finalmente van cayendo en el olvido bajo el paso implacable del tiempo.
Sin embargo hay una clase de reinado que no se disipa con el tiempo, y este no es otro que el reinado moral.
Este reinado transciende al tiempo y a la muerte y es el que verdaderamente hace superior a un ser con respecto a otros.
Grandes personajes han tenido una destacada misión moral a lo largo de la historia humana en diversos momentos y lugares, pero sin duda, el que mayor huella ha dejado como Rey supremo ha sido Jesús de Nazaret, el Espíritu Crístico que quiso hacerse hombre para dejar una huella moral imborrable y una simiente que al paso de los siglos ya ha comenzado a germinar y a dar sus primeros frutos.
Las religiones cristinas han contribuido a ello , pero el avance del Espiritismo , arrojando luz sobre las sombras doctrinarias y lagunas que en las religiones cristianas quedaron, ha de moldear la conciencia de la humanidad de modo progresivo y global, de modo que un día todos los seres humanos dentro del respeto por las diferencias con los de otros pueblos y lugares, nos veremos hermanados de modo que sintamos a la Tierra como a un solo país y la humanidad entera como a sus ciudadanos, tal como dejó escrito Bahá Ullá, el Profeta persa que coincidiendo en el tiempo con los días de Allan Kardec, en un país netamente musulmán dejó las bases de otra nueva religión no cristiana , con tintes rituales de influencia islámica, pero de gran religiosidad y sentido de lo moral y lo fraternal.

Bajo la tutela de Cristo, el más perfecto de los seres humanos que ha encarnado en este mundo, y puesto como modelo de máxima perfección a que podemos aspirar los seres humanos por los Espíritus que colaboraron con Kardec en la Codificación,( ante la pregunta correspondiente de Kardec, contestaron que era precisamente Jesús de Nazaret, no dijeron Krisna, ni Buda ni otros). Jesús es sin duda Rey de reyes porque en lo moral está muy por encima de todos los que en el mundo son o han sido reyes.

Gracias al Espíritu Crístico, en sus diferentes y variadas presencias en la Humanidad, particularmente en la persona de Jesús de Nazaret, los seres humanos estamos llamados a alcanzar etapas superiores de evolución moral y del consiguiente bienestar espiritual y humano.
Aún parece que para esta meta queda mucho tiempo o que quizás no se alcance nunca, pero no olvidemos que esto depende de todos nosotros y que por encima de todos nuestros defectos humanos actuales, del materialismo, el comodismo y la confusión moral y religiosa que vemos en nuestros días, la ley de Evolución no dejará de actuar y toda la planificación que por ello existe en el plano espiritual, no va a quedar en el olvido por la sola terquedad del ser humano de no querer en muchos casos avanzar y mejorar.
Cristo Jesús, es reconocido por todos los cristianos , por las razones antes expuestas, como Rey de reyes; además de su mensaje y enseñanzas, llegó hasta el sacrificio humano por nosotros, pues de otro modo tal vez no hubiera pasado de ser confundido si acaso con otro de tantos profetas o enviados que ha tenido la humanidad, y este esfuerzo de Jesús, su sacrificio y toda la planificación que para que se realice ese plan evolutivo, llevan a cabo tantos y tantos Seres de Luz desde el Plano Espiritual superior, no va a quedar en nada. De nosotros dependerá que esa transformación global humana sea traumática o no lo sea, pero en cualquier caso nuestra meta final después de tantas reencarnaciones en este mundo, es alcanzar una etapa superior en un mundo mejor que no se nos va a regalar sino que tendremos que merecer siendo fieles seguidores en espíritu y en verdad del Rey de reyes.
Que Él nos ayude a conseguirlo inspirándonos con sus emisarios y colaboradores directos: Los Espíritus que alcazaron ya los planos espirituales superiores.


- Jose Luis Martín-

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-EL GÉNESIS Y LA CIENCIA

No diremos que las hipótesis sentadas por los grandes sabios, lleven todas ellas el sello de la verdad absoluta que nunca será patrimonio del hombre; porque entonces éste se igualaría a Dios; y siempre habrá tanta distancia de Dios al hombre, como de lo infinito a lo infinitesimal.
Esa eterna línea divisoria existirá en todas las edades, mas no por esto el trabajo de la inteligencia humana deja de ser admirable,encantador, asombroso, sorprendente. Nada más bello, nada más grande, nada más sublime y más consolador, que ver los titánicos esfuerzos de esas imaginaciones generosas, que con una ingeniosidad y actividad, y con un afán incansable, dedican todo el tiempo a estudiar los grandes principios que sirven de base a la vida de la humanidad. Qué importa que el fruto de todos esos trabajos no esté aun completamente sazonado, si el fruto, en razón de la verdad suprema, nunca estará al alcance de la inteligencia del hombre.
¿Qué es el hombre en la Tierra? ¿Qué es la Tierra? Preguntemos primero. Astronómicamente considerada en el mundo de Mercurio, brilla en su cielo como una estrella de primera magnitud. En el cielo del mundo de Venus es visible a simple vista como una estrella de
primera magnitud muy luminosa. En el cielo del mundo Lunar, el astro Tierra alumbra a media noche tanto como alumbrarían catorce lunas llenas. En el cielo del mundo de Marte, es una brillante estrella de la tarde, algo más pequeña de lo que nos parece Venus. En el cielo del mundo de Júpiter, débil estrella de la mañana y de la tarde, y puntito negro que pasa todos los años por delante de su Sol. En el cielo del mundo de Saturno, la Tierra es casi invisible, un punto telescópico que pasa cada quince años por delante del Sol. En el cielo del Mundo de Urano, la Tierra es completamente invisible, y en el cielo del mundo de Neptuno, es
completamente desconocida. Ahora bien, si en nuestro mismo sistema planetario, la Tierra a cierta distancia es completamente desconocida, ¿Qué papel representará ante los demás Universos?
Será menos que un átomo perdido en la inmensidad. ¿Y qué serán los habitantes de este globo comparados con otras humanidades?
Menos, mucho menos de lo que son los infusorios para nosotros. ¿Y estos seres microscópicos, (los hombres terrenales) podrán ni aun remotamente creer que son la esencia de Dios? ¡No! Tendremos,todo lo más, nobles aspiraciones, trabajaremos atraídos por el foco de la verdad Suprema, haremos esfuerzos superiores a nuestras condiciones morales e intelectuales, tendremos intuición de algo inmenso, maravilloso, divino, sentiremos latir nuestras sienes y
nuestro corazón con una sensación deliciosa pero inexplicable,suspiraremos por una tierra prometida, lloraremos por una libertad inconcebible, veremos en el cielo de nuestros sueños algo que nunca podrá expresar el lenguaje humano, pero dejaremos la Tierra más pequeñitos en ciencia, que lo es el feto en el claustro materno cuando el Espíritu que debe animarle está turbado sin conciencia de lo que fue, ni de lo que será. Por esto nos sonreímos con esa sonrisa compasiva de los ancianos que escuchan con melancolía los sueños entusiastas de sus nietos,
cuando vemos que los hombres se afanan por demostrar, con las más concluyentes afirmaciones, que el Génesis mosaico es la misma palabra de Dios, es la obra obtenida por la divina revelación. ¿Y cómo puede ser su palabra augusta cuando la ciencia destruye sus
aseveraciones? ¡Si Dios hubiese escrito un libro, sus argumentaciones serían incontrovertibles! Y el mero hecho de que el estudio de los hombres, avanza mucho más que las páginas sagradas de las biblias de todas las religiones. Es prueba inequívoca que esos viejos manuales de los siglos están escritos por los legisladores primitivos, hombres superiores a la generalidad, pero nunca fueron intérpretes divinos, porque de haberlo sido, los principios sentados en sus páginas, jamás la ciencia humana los hubiera podido destruir, porque siendo Dios la suprema sabiduría,
sólo podría inspirar la verdad.
La historia de los libros sagrados la describe muy bien Allan Kardec, veamos lo que dice: La historia del origen de todos los pueblos se confunde con la de su religión: por eso los primeros
libros han sido religiosos. Y como todas las religiones se refieren al principio de las cosas, que es también el de la humanidad, han dado acerca de la formación y ordenación del Universo explicaciones que están en relación con el estado de los conocimientos del tiempo y de sus fundadores. Ha resultado de eso que los primeros libros sagrados fueron al mismo tiempo los primeros libros de ciencia, como han sido también por mucho tiempo el código de las leyes
civiles.
La religión era entonces un freno poderoso para gobernar. Los pueblos se sometían gustosos a los poderes invisibles, en nombre de los cuales se les hablaba y los gobernantes se decían mandatarios, ya que no se proclamaron los iguales de esas mismas potencias.
Para dar más fuerza a la religión, era preciso presentarla como absoluta, infalible e inmutable; sin lo cual hubiera perdido su prestigio entre seres casi brutales en quienes apenas apuntaba un
destello de razón. No convenía que sobre ella pudiera discutirse ni tampoco sobre las órdenes del soberano; y de ahí el principio de la fe ciega y de la obediencia pasiva que tuvieron en su tiempo su razón de ser y su utilidad. La veneración en que se tenían los libros sagrados, que se creían descendidos del cielo o inspirados por la divinidad misma, hacía sacrílego su examen.
En los tiempos primitivos los medios de observación eran necesariamente muy imperfectos, y por consecuencia, las primeras hipótesis relativas al sistema del mundo tenían que estar
sobrecargadas de groseros errores; pero aun cuando estos medios hubiesen sido tan perfeccionados como los que hoy tenemos, los hombres no hubieran sabido servirse de ellos, no pudiendo ser por otra parte sino el fruto del desarrollo de la inteligencia y del conocimiento sucesivo de las leyes de la naturaleza.
A medida que el hombre ha ido adelantando en el conocimiento de esas leyes, ha ido penetrando en los misterios de la creación y rectificando las ideas que se había formado acerca del origen de las cosas. Así como para comprender y definir el movimiento correlativo de las agujas de un reloj, es indispensable conocer las leyes que presiden a su mecanismo; apreciar la naturaleza de los materiales y calcular la potencia de las fuerzas que funcionan: para  comprender el mecanismo del Universo, es preciso conocer las leyes que rigen todas las fuerzas, puestas en acción en éste vastísimo conjunto.
El hombre ha sido impotente para resolver el problema de la creación hasta el momento en que la ciencia le ha dado la clave. Ha sido preciso que la Astronomía le abriese las puertas del espacio infinito, y le permitiese penetrar en él con su mirada, que pudiera determinar por la potencia del cálculo con una precisión vigorosa, el movimiento, la posición, el volumen, la naturaleza y el oficio de los cuerpos celestes, que la Física le revelara las leyes de la gravitación, del calor, de la luz, y de la electricidad, la potencia de esos agentes sobre la naturaleza entera, y la causa de los innumerables fenómenos que de ellas proceden, que la Química le enseñara las transformaciones de la materia, y la Mineralogía las materias de que se componen la corteza del globo, que la Geología le enseñase a leer en las diferentes capas terrestres la formación
gradual de este mismo globo; la Botánica, la Zoología, la Paleontología, la Antropología, debían iniciarles en la filiación, y en la sucesión de los seres orgánicos.
Con la Arqueología se ha podido seguir los pasos de la humanidad a través de las edades. Todas las ciencias, en fin, completándose unas con otras y dándose la mano, tenían que aportar su contingente necesario para el conocimiento de la historia del mundo; a falta de lo cual el hombre no tiene por guía sino sus primeras hipótesis, ni por auxiliares, más que sus sentidos. Por eso también, antes que el hombre estuviera en posesión de todos esos elementos  indispensables de apreciación, todos los comentaristas del Génesis,cuya razón fatalmente se estrellaba contra imposibilidades materiales, se revolvían en un mismo círculo sin poder salir de él, hasta que la ciencia ha abierto el camino a través del viejo edificio de las antiguas creencias.
Todo ha cambiado entonces de aspecto. Una vez encontrado el hilo conductor, las dificultades se han desvanecido, y en vez de un Génesis imaginario, se ha tenido un Génesis positivo y en cierto modo experimental: los horizontes del Universo se han extendido a lo infinito, se ha visto que la Tierra y los astros se forman gradualmente según leyes eternas e inmutables que revelan mejor el poder y la sabiduría de Dios; que una creación milagrosa salida de un golpe de la nada, como un cambio de decoración por una idea súbita de la divinidad, después de una eternidad de inacción y de soledad son incomprensibles.
Puesto que es imposible conocer el Génesis sin los datos que la ciencia suministra, puede decirse con toda verdad que, la ciencia es verdaderamente llamada a constituir el Génesis según las leyes de la naturaleza. No cabe duda que la ciencia es la única que puede formarlo, porque la ciencia es la verdad; pero este trabajo no es de un año, no es de un lustro, no es de una centuria, es de mil y miles de años, y nunca estará terminado porque siempre encontrará el hombre un más allá desconocido, y en todos sus estudios verá, que al comprender una página de sus volúmenes científicos, le quedan mil y mil líneas de jeroglíficos que descifrar, y de problemas que resolver. También es paciente porque es eterna.
Por esto los esfuerzos de los sabios debemos respetarlos, que como dice Víctor Hugo: El esfuerzo de todos compone la suma del progreso. Haga cada cual lo que pueda y el ser inmenso se dará por satisfecho. Él sabe equiparar la importancia de los resultados con
la energía de las intenciones y el más mínimo esfuerzo es tan venerable como el esfuerzo máximo. Ningún ser de la creación hará desaparecer los ecos de la palabra divina. Si la palabra de los primeros siglos se extingue, repetimos lo que hemos dicho anteriormente: Dios no ha revelado nada, porque Dios bajo el sentido científico no es un cuerpo, no es una individualidad, es la ciencia profunda germinando en la creación, es una causa incomprensible para el hombre que sólo puede apreciar los efectos.
Las revelaciones de Dios están en la inteligencia del hombre, pero no esa revelación atribuida a los primeros legisladores, éstos hablaron, y escribieron obedeciendo a inspiraciones humanas, de espíritus más adelantados que ellos. Todo fue obra de hombres, por esto las religiones deben obedecer a principios no inmutables, y sí reformables.
¿Qué son esos libros sagrados? ¿Qué es esa cosmogonía genesiaca tan decantada, tan venerada, donde solo se trata de la formación de la Tierra, comparada con la cosmogonía universal, con la
Uranografía general, estudios donde la mente se abisma, donde el hombre se encuentra tan pequeño, que ni aún su cuerpo le proyecta sombra? Escuchemos por un momento a Kardec: “Para figurarnos cuanto es posible hacerlo con nuestras limitadas facultades, la infinidad del espacio, supongamos que partiendo de la Tierra perdida en medio de lo infinito, hacia un punto cualquiera del Universo, y esto con la prodigiosa velocidad de la chispa eléctrica que recorre millares de leguas a cada segundo apenas hemos dejado ese globo; y habiendo recorrido millones de leguas, nos encontramos en un sitio donde nuestro globo nos aparece bajo el
aspecto de una pálida estrella. Un instante después siguiendo la misma dirección, llegamos hacia las estrellas lejanas, que apenas se distinguen desde la estación terrestre, y desde allí no se
distingue la Tierra en las profundidades del cielo, sino que aún el Sol con todo su esplendor queda eclipsado por la distancia que de él nos separa”. “Animados siempre por la misma velocidad del relámpago, dejamos atrás sistemas de mundos a cada paso que avanzamos en la extensión, islas de luz etéreas, vías estelíferas, regiones suntuosas donde Dios ha sembrado mundos, con la misma profusión que hay flores en la primavera en las praderas terrestres”. “Sólo hace algunos minutos que vamos marchando y ya centenares de millones de millones de leguas, billones y trillones nos separan de la Tierra, y millones y millones de mundos han
pasado por nuestra vista; y sin embargo, escuchad… no hemos avanzado un solo paso en el Universo”. “Si continuamos durante años y siglos, y millones y millones de periodos, cien veces seculares e incesantemente con la misma velocidad inicial, no por eso habremos adelantado más, y esto en cualquier dirección que vayamos y hacia cualquier punto que nos dirigiésemos, a partir de este grano invisible que llamamos Tierra.
Eso es el espacio”. “Ante esos horizontes infinitos ¿Qué es el Génesis mosaico? Un cuentecito de niños ¡Nada más!” “Ayer la ciencia en estado de embrión para el hombre terrenal, podía fundar su base en la fe, pero hoy la ciencia hija de la razón, después de haber hecho sufrir a su madre un parto muy laborioso, hoy tiene vida propia, y es la fe la que ha de buscar su apoyo para poder vivir, que así como para cada estación hay sus frutos, para cada centuria hay su
distinta civilización, y la luz de ayer es pálida hoy.
Las religiones caen al impulso de las grandes verdades y la ciencia hará renacer la fe en las demostraciones científicas”. No extendamos más nuestras consideraciones, porque sabido es de
todos como describe el Génesis mosaico nuestro planeta, y las persecuciones que han sufrido los sabios astrónomos por tener distinta opinión que la de nuestros padres sobre la formación y
rotación de la Tierra. Respetemos como dice Allan Kardec esas enseñanzas que hoy nos parecen pueriles, así como respetamos los apólogos que han divertido y aleccionado nuestra infancia, y abierto nuestra inteligencia, enseñándonos a pensar con esos cuadros que ha inculcado Moisés en el corazón de los primeros hombres, la fe en Dios y en su poder, fe sencilla que más tarde debía depurarse a la luz de la ciencia. Porque sepamos hoy, leer de corrido, no despreciemos la cartilla y el cartón en que aprendimos a deletrear. Creemos que la última palabra de la ciencia no se pronunciará jamás. Creemos que los libros sagrados, (sagrados por
su antigüedad) deben conservarse cuidadosamente, deben mirarse con religioso respeto porque son el termo-barómetro que señalan nuestras pasadas civilizaciones.
AMALIA DOMINGO SOLER
LIBRO: LA LUZ QUE NOS GUÍA

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COMUNICADO DEL ESPÍRITU DEL DR. BEZERRA DE MENEZES



¡ Entonces, este es el momento !
Es el momento en que algo especial desciende a la Tierra.
Es el gran momento en que la psicoesfera de nuestro planeta se vuelve rarefacta y miriadas de seres espirituales que nos aman, se emboscan en la indumentaria carnal para la gran transición planetaria, que ya está ocurriendo.
¡ Estate atento! Jesùs espera, hijas e hijos del alma. La decisión de seguirlo es vuestra. Él nunca se impone.
Su doctrina fué expuesta a través de Sus actos.
Reflexionad un poco.
Disminuir esa fuga hacia el consumismo, el individualismo, el sexismo, la drogadicción. Y haced el silencio en el alma con una interogación: 
-¿ Qué quieres, Jesús, que yo haga?.
Y con toda certeza, esos embajadores de Su reino, algunos de los cuales en proceso de reencarnación, y otros, acercándose al sufrido planeta, os dirán: ¡ Amad !. ¡ Haceros como un foco de luz en la gran noche para disminuir la oscuridad !
Antes de que vosotros reencarnaseis, muchos de vosotros firmasteis un documento de fidelidad y Amor, para que abrazaseis a la infancia desvalida, la vejez abandonada, la enfermedad, el desaliño, la miseria moral, generadora de todas las expresiones en que nos vemos en las máscaras del sufrimiento. 
¡ No aguardeis el mañana!
¿Ahora es vuestro momento de autoiluminación.
Pensad: Y si el ángel de la muerte se me acercase, suave y dulcemente, envolviéndome en su abrazo de ternura final, ¿cómo despertaré en el Más Allá?.
Vivid de tal forma, que este suceso cuando se dé, desperteis en la ternura inefable de los afectos que se os anticiparon, escuchando sus voces celestiales en un himno de belleza incomun, agradeciendo a la Tierra, nuestra madre generosa y ntransitoria, por la oportunidad de desenvolver el Cristo interno que hay en todos nosotros y que, germinando, se tranformó en árbol frondoso de caridad.
¡  Id !, como Jesús recomendó a los setenta, setenta y dos de Galilea y pregonar su ejemplo.
Introducid la palabra del Rabi en los pasajes profundos del alma, para que todos lo vean en vuestros actos, para que lo escuchen por vuestra voz, para que reciban el cariño por vuestros abrazos y para que se  sientan amados por Él a través de vuestro incomparable amor.
El Amor debe ser ejercitado. Iniciarlo en la intimidad de los afectos profundos hasta llegar a aquellos que eran vuestros adversarios, amándolos tamién.
¡ Id ! Y cantad la gloria del mundo mejor porque amanece un nuevo día.
Y el mundo de regeneración que se anuncia, cuando del dolor surgirá avergonzado de la Tierra y el Reino de los Cielos se establecerá.
Mucha paz, hijos míos, hijas del alma.
¡ Id en paz !
Son los votos de vuestros amigos espirituales que aquí conozco a través del servidor humildísimo y paternal de siempre,
Bezerra.
(Mensaje  recebido por la psicofonia del médium Divaldo Pereira Franco, em 28/09/2014,
al cierre de la conferencia dada en la  Institución  Educacional Amélia Rodrigues,
en Santo André/SP)

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miércoles, 26 de agosto de 2015

INQUISICIÓN


VIOLENCIA y PAZ
 

...Si cada uno, en particular, cuidara de transformarse para mejor, esforzándose para que la suya sea la contribución del grano de trigo en la gleba generosa, la violencia se batirá en retirada y se convertirá en una figura de museo a la que las futuras generaciones contemplarán, a fin de entender cómo era la etapa pasada de evolución en la que se demoraron los seres superintelectuales y pobremente moralizados.

-Joanna de Ángelis-

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LAS LÁGRIMAS
Existen personas que afirman tener una gran dificultad para llorar. Algunas, con cierta envidia, comentan sobre la facilidad de otras en demostrar sentimientos  a través de las lágrimas.
Hay quien dice que las lágrimas son propias  de  la feminidad, que demuestran debilidad, fragilidad.
Leímos, recientemente la historia de un padre que no conseguía llorar y fue sorprendido por la pregunta  de su hijo de 5 años:
-¿Padre, porque nunca lo vi llorar?
¿Qué podría el responder? Tal vez fuesen sus años  de rabia, tristeza y hasta alegrías engullidas, lo que le impidiese expresarse con lágrimas, o tal vez porque  fue educado con los conceptos de que el hombre no debe llorar. 
La verdad es que aquel padre sufría  de problemas de expresión, con los cuales luchaba hacia tiempo y solamente respondió:
-Hijo, las lagrimas  hacen bien a los niños y niñas. Soy feliz  en que usted pueda llorar siempre que esté triste. Los padres,  algunas veces, tienen dificultad para mostrar como sienten. Tal vez yo pueda mejorar algún día.
En los días que se siguieron, el padre oró intensamente a Dios rogando por alguna cosa  que lo hiciese sentirse mejor.
Se aproximaba la Navidad con todo su encanto y magia. El director de la escuela  pregunto si Patrick, el chaval de 5 años, podría cantar una estrofa de una canción de Navidad, en un culto en la iglesia.
Naturalmente, los padres  se llenaron de entusiasmo. El hijo tenía  dones para la música. Estudiaba piano desde los 4 años de edad. Le gustaba cantar.
A medida que los días iban siendo marcados en el calendario, dando  ciencia de la proximidad del evento, los padres y el hijo comenzaron a quedar asustados.
El niño comenzó a temer no conseguir  y el padre, principalmente el padre compareció  a la ceremonia religiosa en la víspera de la Navidad, con expectativas limitadas.
Se coloco en el lugar del hijo e imaginó que jamás el enfrentaría un micrófono y una iglesia  con cientos de personas.
El chaval, vestido de blanco, se aproximo al micrófono y comenzó a entonar las notas una a una. Eran versos lindos que llenaban el espacio y los corazones.
El padre contemplo al niño y se sintió invadir por una onda de ternura. Lo que su hijo cantaba tenia sabor de eternidad, una belleza sin par.
Le parecía que un ángel se corporificara allí, ante la congregación, para brindar  a todos con un presente especial de Navidad.

Entonces, gruesas lágrimas surgieron en los ojos de aquel padre. La canción terminó y el busco al hijo, aun en los corredores.
Se arrodilló para estar a su tamaño y penetro con su mirada  en la mirada azul del hijo.
- Patrick, ¿te acuerdas cuando me preguntó por qué nunca me había visto llorar?
El niño afirmo con la cabeza.
-Bien, estoy llorando ahora. Su canto fue tan lindo que me hizo llorar.
El  chaval sonrió feliz, y se arrojo en los brazos del padre, diciéndole al oído mientras la abrazaba fuertemente:
-Algunas veces, la vida es tan bonita que la gente tiene que llorar.
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Por el temperamento nos retraemos en muchas circunstancias, cuando deberíamos exteriorizar los sentimientos que nos invaden.
Todos detentamos la capacidad de los mejores sentimientos de amor. Expresarlos, permitir que otros compartan  nuestras emociones, de alegría o de dolor que nos invaden el interior, es también un ejercicio de humildad y fraternidad.
Cuando nos sintamos tocados en las fibras más delicadas de nuestro ser, por la música, un gesto de cariño, una conquista de nuestros pequeños,  permitamos la visita de las lágrimas dulces, expresión de amor que alimenta a otros amores, sin vergüenza, porque nadie evoluciona sin el cultivo de los sentimientos edificantes.
Redacción del Momento Espirita

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                Gradaciones del amor
El amor es el más sublime de los sentimientos. Muchas veces las personas lo confunden con la utilización exclusiva del sexo.
Hacer el amor es una expresión muy utilizada para referirse a una relación sexual, donde no siempre existe el eje de ese sentimiento.
Amor es la preocupación activa por la vida y el crecimiento del otro o de aquello que amamos.
Quien dice amar a las plantas se esmera en cuidarlas: regar, podar, curarlas de las plagas eventuales.
Quien afirma amar a los animales los cuida en sus necesidades, los alimenta, abriga, ofreciéndoles cariño y caricias.
Quien ama no agrede, ni ofende. Matar por amor es una excusa de quien perdió el equilibrio, hizo una locura. El amor solamente construye. Y desea la felicidad de quien ama.
En las gradaciones del amor encontramos el amor fraternal, el conyugal, el maternal, el amor al arte, a la ciencia, al deporte...
Recordamos que, cierta vez, vimos a un niño de aproximadamente ocho años, no muy robusto, cargando en la espalda a otro niño de cinco años más o menos.
Observamos que él caminaba con dificultad, inclinado al peso del otro.
Verificando que el niño que iba en las espaldas no presentaba deficiencia física que lo impidiera de caminar, nos acercamos a los dos y les hablamos: Niño, ¿por qué llevas tanto peso a las espaldas? Esto no es bueno, ¿sabías?
El niño se detuvo. Nos miró con admiración, arregló mejor su carga y nos dijo: Pero, ¡es mi hermano! Y se fue, llevando su preciosa carga.
¡Es mi hermano! Para él no era una carga, ni un peso. Había amor en lo que hacía.
Amar es ser capaz de renunciar y donarse.
La Humanidad registra la abnegación de hombres y mujeres notables, cuyas vidas iluminadas por el amor se volvieron ejemplos edificantes, inolvidables.
Bezerra de Menezes, conocido como el Médico de los Pobres, se olvidaba de si mismo para atender a las necesidades de los que se acercaban a la puerta de su corazón.
Tenemos noticias del Mundo Espiritual que él fue invitado por la propia Madre de Jesús a desarrollar actividades en regiones elevadas, celestiales.
Humilde, rogó a la mensajera de María que le transmitió la invitación: Si puedo pedir algo a la excelsa Madre de Jesús me gustaría quedarme en las proximidades de la Tierra, atendiendo a mis hermanos.
Mientras haya una lágrima qué enjugar, una aflicción a calmar, desearía permanecer con los hombres.
¡Eso es amor!
* * *
Entre los animales, las aves observan la castidad conyugal, cuidan a sus hijos tal como en un hogar humano noble.
La pareja, por débil que sea, se muestra valerosa hasta el sacrificio de la muerte, cuando se trata de defender la prole.
Los animales feroces como el tigre, el lobo, el gato salvaje tienen por sus crías el afecto más tierno.
Son expresiones tímidas del amor conyugal y del amor maternal que se manifiestan en las especies inferiores, para desarrollarse en el ser humano más adelante...
* * *
El amor de Dios sostiene el Universo.
Ama tú también, no importa la situación en que te encuentres.
Distribuye amor por el camino, sembrando estrellas de esperanzas.
Mañana, ellas brillarán para ti.
Redacción del Momento Espírita con base en el capítulo 2 del libro A evolução anímica, de Gabriel Delanne, ed. Feb, Brasil.

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                                        La Inquisición
Helio Rocha da Silveiria Pinto


Instituido en 1184 por el Concilio de Verona, como órgano permanente de investigación y combate a las herejías, el Tribunal del Santo Oficio, cuyas atribuciones eran, inicialmente, ejercidas por los obispos especialmente delegados, penetró en diversos países de Europa, pero sólo adquirió fuerza en la península ibérica y en Italia, Francia y Alemania.
En 1233, a través de un decreto del papa Gregorio IX, la Santa Inquisición adquirió funcionamiento propio, con un régimen interno en que estaban sistematizadas las leyes y las jurisprudencias de la persecución a los CULPADOS DE JUDAÍSMO, PROTESTANTISMO, HECHICERÍA, ESPECULACIÓN, BLASFEMIA, ETC.
Los procesos estaban constituidos a partir de denuncias y confesiones, hechas, muchas veces para evitar incurrir en otro crimen considerado peor: el de ser “colaborador de herejes”, esto es, de encubrir las herejías.
El crédito de testimonios, casi siempre hechos incluso a través de cartas anónimas, dependía del arbitrio de los inquisidores.
Nada obligaba al tribunal a informar al reo el crimen de que estaba acusado, y nada de lo que pasaba en la sala de juicios podía ser revelado.
Los “reconciliados” que renegaban y eran ABSUELTOS, ERAN PUNIDOS CON TRABAJOS FORZADOS O DESTIERRO, Y CON LA CONFISCACIÓN DE SUS BIENES, a favor de la iglesia, evidentemente.
Los culpables, además de la confiscación y, normalmente, de arrasar su casa, eran ejecutados en el garrote o la hoguera. Las ceremonias de expiación acostumbraban a ser públicas (autos de fe) y los reos tenían que colgarse el “sambenito”, una bata y una mitra amarillas, con una cruz negra o con el diseño de llamas invertidas.
La tortura era el medio normalmente empleado para obtener confesiones, siendo su empleo oficialmente sancionado, en 1252, por el papa Inocencio IV.
Según el cronista Andrés Bernáldez, tan solo en Sevilla, donde la inquisición inició sus actividades el 27/09/1480, setecientos “insistentes” y “reincidentes” fueron quemados entre 1481 y 1488. y, en el año de su instalación en Ciudad Real (1483), el Santo Oficio ejecutó a 52 personas.
El mayor inquisidor español, célebre por su intolerancia y ferocidad, fue Tomas de Torquemada (1420 a1498), cuyos excesos tuvieron que ser contenidos por el papa Alejandro VI, y cuyo nombre fue símbolo del fanatismo.
España fue el país donde la inquisición tuvo más larga vida, prmaneciendo en actividad hasta la invasión francesa en el siglo XIX. Abolida por José Bonaparte en 1808, fue reimplantada por Fernando VII (1814), extinguida en la revolución constitucionalista de 1820, revivida en la contra-revolución de 1826 y sólo fue abolida definitivamente por la reina María Cristina, en 1834.
Se calcula que, en sus 356 años, la inquisición española quemó 31.912 herejes y “reconcilió” 291.450 infelices que expolió apropiándose de todos sus bienes.
Esto, es siempre bueno repetirlo, por que ellos fueron ABSUELTOS.
En Portugal, el primer auto de fe se realizó en Lisboa, el 20/09/1540, pero su funcionamiento fue más accidentado, habiendo el Vaticano hecho diversas intervenciones para cohibir excesos.
Las atribuciones del Santo Oficio restringidas por don Juan IV, aconsejado por el padre Vieira (1650), que abolió la confiscación de los bienes, y por el marqués de Pombal, que prohibió el auto de fe público y restringió las ejecuciones a casos muy especiales, aparte de someter el juicio a las reglas del proceso común (1774).
El número de sentenciados, apurado oficialmente, fue de 23.068, hasta el año 1732; de éstos, 1452 fueron condenados a muerte.
Aún hoy, existe, en la Torre del Tombo, 36.000 procesos judiciales. Veamos algún aspecto cualitativo una vez que solo tenemos atentado en el cuantitativo: Fernão de Oliveira, primer gramático portugués, condenado a prisión temporal, Diogo de Teive, humanista e insigne maestro, dos años, por comer carne los viernes; Damián de Gois, el mayor cronista luso de 70 años, prisión perpetua, por admirar a Lutero y ser un poco “suelto de lengua”; Antonio Homem, profesor de Coimbra, prisión perpetua y después garroteado y quemado, por ser judío y sodomita.


Tomado del libro “Ya estaba escrito”
Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta,       

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