sábado, 30 de septiembre de 2017

Lugares "asombrados"




Orden del día:

- Transformando hacia un  Mundo de Regeneración
. Lugares "asombrados"
-¿ La plegaria, es grata a Dios?
- Deber y Libertad




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             TRANSFORMANDO HACIA UN MUNDO                           DE REGENERACIÓN

Nuestro hogar, el planeta Tierra, se encuentra viajando en un Universo infinito. Nuestra galaxia, la Vía Láctea, con 300 mil millones de estrellas, es una más dentro de las más de 100 mil millones de galaxias observables. Y todo, en estas magnitudes inconmensurables, obedece a leyes preestablecidas, entre ellas la ley del progreso. 

Desde el origen de la vida en este planeta, la diversidad, la belleza y el progreso se suceden en una evolución que ya no es objeto de debate en los medios científicos. La selección natural propuesta por los naturalistas Charles Darwin y Alfred Rusell Wallace, espírita, junto con la teoría sintética, explican a día de hoy los mecanismos de esa evolución, mecanismos que sí continúan siendo objeto de debate. 

El hombre, obra prima del progreso biológico, ha protagonizado el progreso industrial, tecnológico y social, inmerso también en un progreso espiritual del cual han sido testigos los siglos. Las generaciones humanas mueren en el tiempo, pero el espíritu no. Todas las civilizaciones se han sucedido entre sombras y luces en el marco de un cuadro evolutivo. 

Todos los mundos y civilizaciones en el universo son solidarios a través del intercambio reencarnatorio. Los espíritus cambian de planetas de acuerdo con las necesidades de su proceso evolutivo. Cada mundo se encuentra en un determinado grado de perfeccionamiento. El Libro de los Espíritus, en la cuestión 171, dice que los Espíritus pasan gradualmente «del estado de embrión al de infancia para llegar por una sucesión de períodos al estado adulto, que es el de perfección, con la diferencia que en éste no existe el declinar y la decrepitud de la vida». 

Los mundos también progresan y el nuestro está en la fase de transición hacia un mundo de regeneración. «Esos mundos sirven de transición entre los mundos de expiación y los mundos felices, son por tanto simples escalas de perfeccionamiento en la cadena universal de los mundos. El hombre ahí está aún sujeto a las leyes que rigen la materia, experimenta sus sensaciones y deseos, pero libre de las pasiones que lo esclavizan. La palabra amor está grabada en todas las frentes; una perfecta equidad regula las relaciones sociales».

 Los espíritus no anuncian una transición milagrosa, sino una transformación progresiva que ya está en plena realización. Será una morada cada vez más agradable, a medida que sus habitantes progresan.

 La caridad, como principio fundamental que enseñan los Espíritus, y el Espiritismo tienen como finalidad romper el egocentrismo social de los individuos actuales, para ceder su lugar al altruismo moral que caracterizará al ciudadano del futuro. La caridad es el único antídoto eficaz del egoísmo, ese corrosivo psíquico que envenena al hombre y a la sociedad. 

«Quien en esta vida quiera aproximarse a la perfección moral debe extirpar de su corazón todo sentimiento de egoísmo, porque el egoísmo es incompatible con la justicia, el amor y la caridad, ya que neutraliza todas las otras cualidades». 

La comprensión espírita del mundo y del destino del hombre modificará el orden social. La certeza en la sobrevivencia y el conocimiento de la ley de evolución arrancará al hombre de las garras del inmediatismo. 

Afirma Allan Kardec que la cura podrá ser prolongada pero no imposible. La educación bien comprendida será la clave del progreso moral. Entretanto recordemos que la transformación del mundo comienza en el corazón de cada criatura que lo desea. Por eso enseñaba Cristo que el Reino de Dios está dentro de nosotros, y no comienza por señales exteriores.

Editorial Revista nº 3 de la FEE.

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Casa familia Fox-Inicios del Espiritismo


              LUGARES "ASOMBRADOS "

Las manifestaciones espontáneas verificadas en todos los tiempos, y la insistencia de algunos Espíritus en mostrar su presencia en ciertos lugares, son origen de la creencia en los lugares "asombrados" (encantados). Este es el tema de nuestro estudio:

El apego de los Espíritus a personas o a alguna cosa depende de la elevación moral del Espíritu. Ciertos Espíritus pueden apegarse a las cosas terrenas. Los avarientos, por ejemplo, que vivieron escondiendo sus riquezas y no están suficientemente desmaterializados, pueden aún esconderlas y guardarlas.

La predilección de los Espíritus errantes por ciertos lugares, se trata del mismo principio. Los Espíritus ya desapegados de las cosas terrenas prefieren los lugares donde son amados. Son más atraídos por las personas que por los objetos materiales. No obstante, los hay que pueden momentáneamente tener preferencia por ciertos lugares, pero son siempre Espíritus inferiores.

 El apego de los Espíritus por un lugar es señal de inferioridad, no significa que también sean malos espíritus. Un Espíritu puede ser poco adelantado sin que por eso sea malo. Es lo que sucede también entre los hombres.

La creencia de que los Espíritus frecuentan preferentemente las ruinas, no tiene fundamento. Los Espíritus van a esos lugares como a todas partes. Pero la imaginación es tocada por el aspecto lúgubre de algunos lugares y atribuye a los Espíritus efectos en la mayoría de las veces, muy naturales. Cuantas veces el miedo no hace tomar la sombra de un árbol por un fantasma, o el gruñido de un animal o un soplo de viento por un gemido?. Los Espíritus gustan de la presencia humana y por eso prefieren los lugares habitados a los abandonados.

Entretanto, por lo que sabemos de la diversidad del temperamento de los Espíritus, deben existir misántropos entre ellos, que pueden preferir la soledad. Por eso decimos que pueden ir a los logares abandonados como a cualquier parte. Es evidente que los que se mantienen apartados es porque les place. Pero eso no quiere decir que las ruinas sean forzosamente las preferidas por los Espíritus, pues es cierto que ellos se hallan mucho más en las ciudades y en los palacios, que en el fondo de los bosques.
Dicen  las creencias populares, que en general, tiene un fondo de verdad la existencia de lugares encantados. Entonces, el fondo de verdad, en ese caso, es la manifestación de los Espíritus en que el hombre creyó por instinto espiritual, desde todos los tiempos. Pero como ya  dijimos, el aspecto de los lugares lúgubres toca la imaginación humana y ella os prueba naturalmente con los seres que cree sobrenaturales. Esa creencia supersticiosa es utilizada en las obras de poetas y en los cuentos fantásticos que le acompañaron en la infancia.

Los Espíritus que se reúnen no escogen para eso días y horas de su predilección. Los días y las horas son usados por el hombre para controlar el tiempo, pero los Espíritus no precisan de eso y no se inquietan al respecto.

El origen de la idea de que los Espíritus aparecen preferentemente de noche es la impresión producida en la imaginación por el silencio y la oscuridad. Todas esas creencias son supersticiones que el conocimiento racional del Espiritismo debe destruir. El mismo se da con la creencia en días y horas más propicios. La influencia de la media noche jamás existió a no ser en los cuentos.

Ciertos Espíritus anuncian  su llegada y su manifestación en la media noche de días determinados, como los viernes, por ejemplo, pero estos son Espíritus que se aprovechan de la credulidad humana para divertirse. Es por la misma razón que otros se hacen pasar por el diablo o por nombres infernales. Si demostramos a esta clase de Espíritus que no somos tontos, ellos no volverán a manifestarse más con esas intenciones esdrújulas.

Los Espíritus pueden comparecer a sus túmulos en atención a sus seres queridos y amigos. Entienden que el cuerpo era solamente un vestido. Ellos no miran más el envoltorio que les hizo sufrir como unas esposas para el prisionero. El recuerdo de las personas que les son queridas es la única cosa a que dan valor. Lo tiene la oración que santifica el acto de recordar de aquellos que visitan sus túmulos, poco importa el lugar si el recuerdo es dictado por el corazón.

La oración es una evocación que atrae a los Espíritus. Tiene tanto mayor acción cuanto más fervorosa es y más sincera. Ante una tumba venerada las personas se concentran más y la conservación de reliquias piadosas es un testimonio de afecto que se da al Espíritu, a lo que él siempre es sensible. Es siempre el pensamiento el que actúa sobre el Espíritu y no los objetos materiales. Esos objetos influyen más sobre el que está orando, fijándole la  atención, que  sobre el Espíritu.

Ciertos Espíritus pueden ser atraídos por cosas materiales, también pueden serlo por ciertos lugares, que parecen escoger como domicilio hasta que cesen las razones que los llevan a eso. Las razones que pueden llevarlos e eso son la simpatía por algunas personas que frecuentan los lugares, o el deseo de comunicarse con ellas. Entretanto sus intenciones no siempre son tan loables. Cuando se trata de malos Espíritus, pueden querer vengarse de ciertas personas, de las que tienen quejas. La permanencia en determinado lugar puede ser también, para algunos, una punición que le fue impuesta, sobre todo si allí cometieron un crimen, para que tengan como expiación, ese crimen delante de los ojos. 

Los lugares pueden quedar asombrados, algunas veces, por sus antíguos moradores, pero no siempre, pues si el antíguo morador fue un Espíritu elevado, no se sentirá ya más, ligado a su antígua habitación de lo que lo esté a su cuerpo. Los Espíritus que asombran ciertos lugares, casi siempre lo hacen solo por capricho. También  puede suceder que sean atraidos por simpatía con alguna persona. Si son Espíritus buenos, podrán quedarse en el lugar para proteger a una persona o a su familia, pero en ese caso jamás se manifiestan de manera desagradable. 

Historias como la Dama Blanca, generalmente, son cuentos sacados de mil casos que realmente se verificaron.

Los Espíritus que asombran ciertos lugares y hacen que la gente ponga los pies en polvorosa, procuran antes divertirse a costa de la credulidad y de la cobardía de las criaturas, que de hacer mal. No podemos olvidar que existen Espíritus por todas partes y que donde estemos, atraemos Espíritus a nuestro lado, tanto como en las más agradables casas.
Ellos solo parecen estar en ciertos lugares porque encuentran en ellos las condiciones y las oportunidades para manifestar sus presencias.

Existe un medio de apartarlos, pero casi siempre lo que se hace para apartarlos sirve mejor para atraerlos. El mejor medio de expulsar los malos Espíritus es atrayendo a los buenos. Los buenos pensamientos y las buenas acciones naturalmente atraen a los buenos Espíritus, siendo así, haciendo el mayor bien posible, los malos Espíritus no tendrán condiciones de permanecer en el lugar y naturalmente se apartarán, pues el bien y el mal son incompatibles. Si practicamos siempre el bien solo tendremos buenos Espíritus a nuestro lado y estos no practican asombramientos, por el contrario, actúan como protectores promoviendo un clima saludable y agradable en los lugares, como en cualquier otro sitio.

Dicen que existen personas muy buenas que viven a vueltas con las tropelías de los malos Espíritus. Si esas personas fuesen realmente buenas, eso puede ser la prueba para poner a prueba la paciencia e incitarlas a ser aún mejores. Pero están también aquellos que parecen buenos por fuera e intentan mostrar virtudes que aún no tienen, pues los que tienen cualidades reales, casi siempre lo ignoran o no hablan nada al respecto.

La práctica del exorcismo para expulsar los malos Espíritus de los lugares asombrados, la mayoría de las veces tiene resultados contrarios, las tropelías de los Espíritus, pueden redoblarse después de esas ceremonias de exorcismo, Y ellos se divierten al ser tomados por el diablo. La fuerza para apartar a los malos Espíritus está en la autoridad que se puede ejercer sobre ellos y tal autoridad está subordinada  a la superioridad moral. Es como el sol, que disipa la nieve con la fuerza de sus rayos. Así, es bueno esforzarnos, volviéndonos mejores cada día, en una palabra, elevémonos moralmente lo más posible. Tal es el medio de adquirir el poder de comandar a los Espíritus inferiores, para apartarlos, De lo  contrario, se burlarán de nuestras órdenes.

Los Espíritus que no tienen malas intenciones pueden también manifestarse por medio de ruidos o incluso hacerse visibles, pero no cometen nunca tropelías incómodas. Son casi siempre Espíritus sufridores, que podemos aliviarlos haciendo oraciones por ellos. Otras veces son también Espíritus Benevolentes que desean probar su presencia junto a nosotros, o por fin, Espíritus livianos que se divierten, Como los que  perturban el reposo con barullos son casi siempre -Espíritus juguetones, lo mejor es reír con lo que hacen. Ellos se apartan al ver que no consiguen amedrentar o impacientar.

Resulta de las anteriores explicaciones, que hay  Espíritus que se apegan a ciertos lugares y en ellos permanecen preferentemente, pero no tienen necesidad de manifestar su presencia con efectos sensibles. Cualquier local puede ser la morada obligatoria o de preferencia de un Espíritu, aunque sea malo, sin que jamás haya producido ninguna manifestación.

Los Espíritus que se ligan a lugares o cosas materiales nunca son superiores, pero no por no ser superiores tienen que ser malos ni alimentan malas intenciones. Son también, algunas veces, compañeros más útiles que perjudiciales, pues también se pueden interesar por las personas para protegerlas.


- Elio Mollo _

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           La plegaria ¿es grata a Dios? 

- La oración siempre es agradable a Dios cuando ha sido dictada por el corazón, por cuanto la intención lo es todo para Él, y la plegaria que te surge del corazón es preferible a la que puedes leer, por bella que ésta sea, si las estás leyendo más con los labios que con el pensamiento. La oración es grata a Dios cuando se dice con fe, sinceridad y fervor.* Pero no creas que Él escuche la del hombre vano, orgulloso y egoísta, salvo que se tratara de un acto de arrepentimiento sincero y de genuina humildad. 
EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS 
ALLAN KARDEC 

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DEBER Y LIBERTAD

¿Qué hombre, en las horas de silencio y de recogimiento, jamás interrogó la naturaleza y su propio corazón, pidiéndoles el secreto de las cosas, el por qué de la vida, la razón de ser del universo? ¿Dónde está el que jamás procuró conocer su destino, levantar el velo de la muerte, saber si Dios es una ficción o una realidad? No es propio del ser humano, aún siendo tan despreocupado, que nunca se hubiera planteado estos problemas temibles. La dificultad en resolverlos, la incoherencia y la multiplicidad de las teorías que originaron, las consecuencias deplorables que emanan de la inmensa mayoría de los sistemas desarrollados, todo este conjunto confuso, cansando el espíritu humano, le llevó a la indiferencia y al escepticismo.

  Sin embargo, el hombre necesita saber; necesita el rayo que alumbra, la esperanza que consuela, la certeza que guía y que sostiene. Y tiene también el medio de conocer, de ver la verdad, de librarse de tinieblas e inundarlo de su benéfica luz. Para eso, él mismo debe
desprenderse de sistemas preconcebidos, descender, escuchar esa voz interior que habla a
todos nosotros y que los sofismas no pueden engañar: la voz de la razón, la voz de la conciencia.

   Así hice yo. Mucho tiempo reflexioné; medité sobre los problemas de la vida y de la muerte; con perseverancia sondeé estos abismos profundos. Dirigí a la eterna sabiduría un llamamiento ardiente, y me respondió, como responde a todo.

   Espíritu animado del amor al bien. Pruebas evidentes, hechos de observación directa vinieron para confirmar las deducciones de mi pensamiento, para ofrecer a mis convicciones una base sólida e inquebrantable. Después de haber dudado, creí; después de haber negado, vi. Y la paz, la confianza y la fuerza moral crecieron en mí. Son los bienes que, en la sinceridad de mi corazón, deseoso de ser útil para mis semejantes, vengo para ofrecer a
los que sufren y los que desesperan.

   Jamás la necesidad de luz se hizo sentir de forma más imperiosa. Una transformación  inmensa se produce en el seno de las sociedades. Después de haber estado sometido durante largos siglos a los principios de autoridad, el hombre mismo aspira, cada vez más a sacudir toda traba, a gobernarse. Al mismo tiempo que las instituciones políticas y sociales se modificaban, las creencias religiosas y la fe a los dogmas se debilitaron. Es todavía una de las consecuencias de la libertad en su aplicación a las cosas del pensamiento y de la conciencia. La libertad, en todos los dominios, tiende a sustituir a la coacción y a la
autoridad, a guiar a las naciones hacia un horizonte nuevo. El derecho de algunos se convirtió en el derecho de todos; pero, para que este soberano derecho esté conforme con
la justicia y lleve sus frutos es necesario que el conocimiento de las leyes morales venga a regular su ejercicio. Para que la libertad sea fecunda, para que ofrezca a las obras humanas
una base segura y duradera, debe ser completada por la luz, la sabiduría, la verdad. La libertad, para hombres ignorantes y viciosos, ¿no es como un arma poderosa en las manos de un niño? El arma, en este caso, a menudo se vuelve contra quien la lleva y le hiere.

"El porqué de la Vida"
Léon Denis

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viernes, 29 de septiembre de 2017

Vida sexual de los Espíritus (opinión)



Orden del día:

- La Tierra es un Mundo de Expiación y de Pruebas
- Vida sexual de los Espíritus
- Comprended y Perdonar






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         LA TIERRA ES UN  MUNDO DE

            EXPIACIÓN Y PRUEBAS. 


                             
                                                   
Reflexión. 

Estamos en un mundo de expiacion y pruebas,algunas muy duras. 
Este mundo no es un mundo feliz,aunque lo podemos endulzar un poco. 
Todos tenemos que pasar por pruebas, algunas demasiado duras, es necesario pasarlas para poder evolucionar y aprender a ser más humildes. Pero en la mayoría de los casos, las pruebas de menor intensidad las podemos pasar más livianamente si mantenemos una actitud positiva, aunque sea difícil de conseguir, recordando con certeza que es sólo una época difícil, que también pasara a ser parte de las lecciones que escogimos nosotros mismos. 
Las pruebas se tienen que pasar y la expiacion tambien,de nosotros depende pasarlas peor o mejor y sobre todo APRENDER DE LAS PRUEBAS Y EVOLUCIONAR. 
Haciendo caridad,perdonando, no guardando rencor y siendo humildes se pasan con mas paz interior y muchisimo mejor. 
Pero se tienen que pasar. 
El espiritu tiene que reencarnar hasta que se desprenda de todas sus imperfecciones( los celos, la vanidad, el egoismo, etc). 
El espiritu no siempre encarna en la tierra, cuando a llegado a un grado de evolucion muy alto reencarna en un mundo de un nivel evolutivo superior, por lo tanto, menos material y mas feliz. 
Cada espiritu se encarna en el planeta mas afin a su nivel evolutivo, aunque ese nivel es amplio, por ejemplo, un planeta puede tener como nivel evolutivo del 100 al 1.000 ( es solanente un ejemplo para comprender ) . 
Unos seres estaran apenas en el 100, otros en el 999 o en el 1.000. 
De aqui las diferencias por ejemplo en el planeta tierra de una persona muy poco evolucionada (100) y otra misma persona, tambien en el planeta tierra muy evolucionada (900 o 1.000). 
Cuando el espiritu evoluciona mucho, luego reencarna en un planeta de una evolucion superior, es como el alummo que superó el curso 5º pasa al 6º. 
Tambien hay otros planetas similares en evolución que la tierra, se puede tambien encarnar en uno de ellos, pero en este caso, la diferencia es muy mínima. 
Cada mundo segun su nivel de evolucion tiene un tipo difetente de seres y con diferentes necesidades, tanto a nivel moral como a nivel Fisico. 
Cuando mas evolucionado es un mundo, menos material es su existencia y su fisico. 
Por supuesto diferente y con diferentes necesidades. 
De nosotros depende evolucionar hasta poder reencarnar en un mundo mejor, menos material y mas feliz. 
Angeles C.M




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VIDA SEXUAL DE LOS ESPÍRITUS

                                      ( En una opinión espírita )

 Después de la desencarnación, hombres y mujeres continúan teniendo en el periespíritu los órganos sexuales, pero estos no conservan las mismas funciones que tenían en la Tierra. Todos los Espíritus errantes nutren los sentimientos y emociones inherentes a su condición. Lo que no hay, evidentemente, es procreación. Eso solo ocurre en el plano terrestre, en donde las Leyes Divinas impulsan al macho y a la hembra, a través del instinto y del amor, a colaborar en la creación. Entretanto, la problemática sexual continúa, no en el sentido terrenal, pues todos se encuentran desembarazados del cuerpo físico; no desaparece, porque es fuente de vida.
   Como regla general, el Espíritu al desencarnar, conserva, en la erraticidad, la forma periespiritual de la última encarnación. Por algún condicionamiento o necesidad, el Espíritu tal vez permanezca en la condición de hombre o de mujer. Informa el Espíritu Silveira de Sampaio, en la obra El Mundo en que Yo Vivo, psicografiado por Zibia M. Gasparetto, que algunos desencarnados tienen dificultades extremas para cambiar cualquier característica física de la última encarnación. Como regla general, los Espíritus errantes pueden manipular el periespíritu a su antojo y de acuerdo con los recuerdos de las vidas pasadas que más les agraden.
   El Espíritu Johannes, que no acepta las leyes reencarnacionistas, en la obra Rumbo a las Estrellas, de Herbert Dennis Bradley, da su parecer al respecto de la diferencia de sexos: " Ninguno de los dos (masculino o femenino), es superior o inferior al otro. Tales explicaciones no pueden aplicarse a las metas de un todo. La mujer es la misma aquí y allí. Es el poder que crea los ideales del hombre. Es el gran ser creador, no solo de nuevos seres sino de nuevos pensamientos. Su responsabilidad es todavía mayor que la del hombre. Es el gran ser creador, no solo de nuevos seres, sino de nuevos pensamientos. Su responsabilidad es aún mayor que la del hombre. No solamente da a los hijos la existencia,sino que crea los altos o bajos ideales del ser masculino 
(...) La mujer sobrevive como alma femenina; el hombre como alma masculina. Debo observar, poor tanto, que lo que en la Tierra llamáis  amor nada tiene que ver con esto. El Amor existe de muchas maneras. El sexo es una ley; el Amor una inspiración. Comprender la diferencia y no os confundáis. 
El día 25 de abril de 1862, en reunión de la Sociedad Espírita de París, el Espíritu J.Sansón, recién desdencarnado, evocado por Allan Kardec, da su explicación sobre el asunto:
P. Los Espíritus no tienen sexo. Entretanto, como hace pocos días erais un hombre, tenéis en este nuevo estado una naturaleza más masculina que femenina?, ¿ Ocurre lo mismo con el Espíritu que hubiese dejado su cuerpo hace mucho tiempo? 
R. No tenemos posesión de la naturaleza masculina o femenina: los Espíritus no se reproducen. Dios los creó por su voluntad, y si en sus maravillosos designios quiso que los Espíritus se reencarnasen en la Tierra, tuvo que instaurar la reproducción de las especies por medio de las condiciones propias del macho y de la hembra. Pero vosotros lo sentís, sin necesidad de ninguna explicación- los Espíritus no pueden tener sexo. (El Cielo y el Infierno, de Allan Kardec). Mejores esclarecimientos tenemos en El Libro de los Espíritus, en la respuesta que Allan Kardec obtiene de los Espíritus a la pregunta 201:
P. O El Espíritu que animó el cuerpo de un hombre, en una nueva existencia, puede animar el de una mujer o viceversa?.
R. Si, son los mismos Espíritus que animan a los hombres y a las mujeres. 
Los Espíritus se encarnan hombres o mujeres porque ellos no tienen sexo. Como deben progresar en todo, cada sexo, como cada posición social, le ofrece pruebas y deberes especiales, además de la oportunidad de adquirir experiencia. Aquel que fuese siempre hombre no sabría sino lo que saben los hombres.
Otra información interesante respecto al sexo de los Espíritus es encontrada en la Revista Espírita de Allan Kardec, publicada en enero de 1866: Los sexos solo existen en el organismo. Son necesarios a la reproducción de los seres materiales. Pero los Espíritus, siendo creación de Dios, no se reproducen unos por los otros, razón por la que los sexos serían inútiles en el Mundo Espiritual. (...) A los hombres y a las mujeres, son así , destinados deberes especiales, igualmente importantes en el orden de las cosas; son dos elementos que se complementan el uno por el otro. 
En la obra El Sexo Más Allá de la Muerte, su autor, R.A. Ranieri, a través de desdoblamientos, visita zonas de la Espiritualidad en donde se encuentran criaturas profundamente envueltas en problemas sexuales que les impiden la marcha ascensional. Según sus observaciones, ellas están de tal forma arraigadas a las prácticas aberrantes o viciosas, que presentan el perispíritu totalmente deformado. Son Espíritus errantes que abusaron del sexo y que continúan después de la desencarnación, con los mismos hábitos. Condicionados a prácticas libidinosas, viven en los burdeles terrenales, usufructando los placeres sexuales, junto a los encarnados con os que tienen afinidad, en procesos obsesivos recíprocos. 
En estos Espíritus, denominados vampiros por el profesor J.Herculano Pires, los apelos sexuales son tan intensos, que los desequilibran psíquicamente; las entidadedes denominadas como incubos y sucubos (Incubos: seres espirituales, con características masculinas, que mantienen relaciones sexuales con mujeres; en su opuesto están los Sucubos, que seducen a los hombres,), responsables de terribles obsesiones, pertenecen a esa categoría. En la obra Sexo y Destino, dictada por el Espíritu André Luiz a través de los médiums Francisco Cándido Xavier y Waldo Vieira, tenemos información de la existencia del Hospital-escuela Almas Hermanas, institución dedicada a socorrer Espíritus desencarnados de todas las edades y de ambos sexos, necesitados de reeducación sexual, está asentada en cuatro kilómetros cuadrados de edificios, parques y jardines. Es, en realidad, una pequeña ciudad. Llevado por la curiosidad, el Espíritu André Luiz pide informaciones al instructor Neves, respecto al Instituto. Aclaró, entonces, que la asociación la formaba una diversidad de habitantes: desde los alienados recluidos en manicomios hasta los procedentes de tragedias pasionales, ya  pacificados y de apariencia tranquila. En el Hospital-escuela los enfermos tienen, como tema central de estudios, el sexo, estudiado y ennoblecido en las innumerables Facultades de enseñanza y desglosado en especialidades, tales como: sexo y amor; sexo y matrimonio; sexo y maternidad; sexo y estímulo; sexo y equilibrio; sexo y medicina; sexo y evolución, etc. 
Podemos deducir de las informaciones de los Espíritus que, en el Más Allá. continúa la atracción sexual, los celos y otros sentimientos, aunque más intensos entre los insensatos que cometen su dosis de insensatez antes de alcanzar estados elevados de desarrollo.  En Cartas de un Muerto Vivo, el Espíritu David Hacht  se encuentra con iun desencarnado que se casó dos veces en la Tierra. Estando todos desencarnados, vivían las esposas en litigio reclamando la posesión del marido que no tenía sosiego. El marido a su vez, se sentía aún atraído por la segunda esposa y, de alguna forma, apegado a la primera. El Espíritu David Hacht se hace muy amigo de este trío singular. 
Cuenta él que en cierta ocasión, las esposas le solicitaron el arbitrio: ¿Con cual de ellas debería el esposo quedar?. Recordó entonces la respuesta de Cristo a los saduceos ante una pregunta semejante: ¿ Cuando resuciten entre los muertos, no se casarán ni serán pedidos en casamiento; deben ser como ángeles en el Cielo. Queriendo que ellos entendiesen que, en la condición en que se encontraban, no debería haber sentimiento de posesión ni utilizarían los órganos sexuales con la misma finalidad que en el casamiento terrenal. 
  En los planos superiores de la Espiritualidad no esiste el sexo, como vulgarmente conocemos, sin embargo, objetivando el programa reencarnacionista, se realizan planificaciones de uniones de almas, a fin de crear oportunidades de mejora y progreso. En sus relatos, los Espíritus errantes hablan de los diálogos que los futuros esposos mantienen en sus paseos por los jardines de las Colonias Espirituales, proyectando las próximas encarnaciones.

Sentimientos e Emociones en los Espíritus desencarnados 

Los diversos sentimientos y emociones, positivos o negativos, cultivados por la humanidad terrena, se transfieren para el Mundo de los Espíritus.  El odio, el orgullo, la envidia, la avaricia, la lujuria, la dedicación, la tristeza, la fraternidad, la alegría, entre otros. Incluso las lágrimas de los desencarnados se derraman para manifestar lo que tienen en lo íntimo. 

Los Espíritus comunicantes insisten en esclarecer a los que aun permanecen en la Tierra, sobre la situación de los desencarnados en el Mundo Espiritual. Ya fue dicho que la diversidad de caracteres es infinita, dependiendo de cada indivíduo, de sus vidas anteriores, de las actitudes y hábitos que conservó. Encontramos en la Revista Espírita de Allan Kardec, en su nº 4 de abril de 1859, las siguientes aclaraciones: 

Hay sensaciones que tienen por fuente el propio estado de nuestros órganos. Pero las necesidades inherentes al cuerpo no se pueden verificar desde que ya no existe el cuerpo. Así pues, el Espíritu no experimenta ninguna fatiga, como ninguna de nuestras enfermedades. Las necesidades del cuerpo determinan necesidades sociales, que para ellos no existen, Así, ya no existen las preocupaciones de los negocios, las discordias, las mil y una tribulaciones del mundo, y los tormentos a los que nos entregamos para proporcionarnos las necesidades o lo superfluo de la vida. Sienten pena por el esfuerzo que  hacemos a causa de futilidades. Entretanto, mientras más felices son los Espíritus elevados, tanto más sufren los inferiores. 

Pero esos sufrimientos son angustias; y, aunque nada tengan de físico, no por eso son menos punzantes; tienen todas las pasiones y deseos que tenían en vida (nos referimos a los Espíritus inferiores) y su castigo es no poder satisfacerlos. Supone para ellos una tortura que creen eterna, porque su propia inferioridad no les permite ver el término, lo que para ellos es un castigo. 

 Es parte del aprendizaje de los estudiantes desencarnados la observación del comportamiento de los Espíritus en la erraticidad. Están los que alcanzaron un equilibrio y se dedican a obras beneficas, como también, los apegados a los locales de oprobio y de vicio. Los que abusan del alcohol por las tabernas de la Tierra, imantados a encarnados que abusan de la bebida. Otros arrastran, durante largos periodos, sufrimientos intolerables, creados por la propia mente demenciada. Conservan sentimientos iguales; continúan mintiendo e instigando en los conflictos entre encarnados. 

Por un tiempo, toman características hediondas que, según informaciones del Mundo Espiritual, causan pavor. Son Espíritus malignos que dispersan su perversidad, contaminando a los desavisados que se encuentran de cualquier forma, impregnados de sentimientos inferiores y pasiones repugnantes. Se alimentan de emanaciones venenosas despedidas de la excitación colérica y de los fluídos animalizados de sus semejantes. Esos Espíritus necesitan, casi siempre, de un tratamiento en los dos planos-espiritual y terrenal-. a través de un adoctrinamiento seguro y constante. Yvonne A. Pereira, en Recordaciones de la Mediumnidad, dedica el capítulo 10 al problema de las obsesiones resultantes del asedio de los Espíritus sobre los encarnados y alerta sobre la importancia del trabajo de esclarecimiento y rehabilitación que debe ser realizado por especialistas en e asunto. Dice ella que :

Uno de los más bellos estudios que el Espiritismo faculta a sus adeptos es, ciertamente, aquel en que los casos de obsesión n os arrastran. Tenemos para nosotros ese difícil aprendizaje, esa importante ciencia de averiguar obsesiones, obsesores y obsesados, que debería constituir una especialidad entre los practicantes del Espiritismo, osea, médiums, residentes de mesa, médiums pasistas, etc. así como existen médicos pediatras, oculistas, neurólogos, etc,, también deberían existir espíritas especializados en los tratamientos de las obsesiones, ya que a estas será necesario una dedicación absoluta a tal peculiaridad de la Doctrina, para llevar a buen término el mandato. 

Tal ciencia, por tanto, no se podrá limitar a la teoría,  queriendo antes una paciente y adecuada observación en torno a los casos de obsesión que se presenten en el límite de acción de cada uno, pues es sabido que la observación personal, la práctica en ejercicio del sublime mandato espírita, enriquece de tal forma nuestros conocimientos en torno a cada caso con que nos enfrentamos que, cada uno de ellos, o sea, cada obsesado que se nos cruce en nuestra jornada de espíritas, constituirá un tratado de ricas posibilidades de instrucción y aprendizaje, procurando  la cura, cuando la cura sea posible. 

El Espíritu David Hacht, en Cartas de un Muerto Vivo, presenta un caso de avaricia; espectáculo repulsivo que presenciara un desencarnado. Narra el hecho y analiza las consecuencias de la ambición en el Mundo Espiritual. Ayudó a un ávaro a contar su dinero y vio las miradas terribles de los Espíritus observando avidamente su menor movimiento. El oro posee una influencia especial más allá de su poder de adquisición y a todo lo que le le halla ligado, Hay Espíritus que aman el oro como el avariento, con la misma pasión avasalladora, ambiciosa, que nada satisface. 

Entretanto, en el Más Allá, están también aquellos que dedican su tiempo al auxilio y al progreso general, pues ya cultivan buenos sentimientos como el Amor, la Caridad y la Fraternidad. Entre ellos no hay lugar para la inercia y la pereza. La oración, el trabajo, la alegría y los ideales superiores, son parte de lo cotidiano. Son los benefactores del Espacio, aliados de las Esferas Superiores, que reciben la tarea de instruir Espíritus más atrasados y aspiran a ser dignos del Maestro Jesús.

Sexo en los Espíritus: el pensamiento de Kardec

 Se discute en nuestro movimiento espírita, respecto a la sexualidad de los Espíritus desencarnados, ¿Si ellos mantienen la forma humana, entonces conservan el género masculino o femenino?,¿Hay entre ellos relaciones sexuales? ¿ Y si existe ese tipo de relación, pueden reproducirse en el más allá ?. 
Allan Kardec se ocupó de esa temática y tuvo oportunidad de presentar sus ideas de forma didáctica y esclarecedora. Sin desconsiderar opiniones de otros autores (encarnados o desencarnados), nos valemos en este estudio de las ideas del maestro Kardec, Codificador de la Doctrina Espírita.
En la respuesta al item 822-a del Libro de los Espíritus, los Benefactores escribieron lo siguiente: Los sexos solo existen en la organización física, pues los Espíritus pueden tomar uno y otro, no habiendo diferencias entre ellos a ese respecto.
 Anteriormente, en los items 200 a 202 de la citada obra, ellos habían dicho que los sexos dependen de la constitución orgánica(item 200), que el Espíritu que animó el cuerpo de un hombre puede animar el de una mujer en otra existencia, pues son los mismos Espíritus los que animan a hombres y mujeres(item 201) y que ciuando sommos Espíritus preferimos encarnar en un cuerpo de hombre o de mujer, dependiendo de las pruebas que tendremos que sufrir (item 202). 
Por lo dicho, queda claro que los Espíritus no tienen polaridad sexual, género masculino/femenino, siendo, en ese particular, asexuados. Tal constatación, todavía, puede levantar el siguiente cuestionamiento: ¿como entonces, en las obras mediúmnicas, o en las sesiones de intercambio con los desencarnados, ellos se presentan con forma masculina o femenina, incluso enamorados unos de otros o eventualmente viviendo juntos en la condición de esposos? 
La excelente explicación viene por el codificador, en ensayo publicado en la Revista Espírita, enero de 1866, pág. 4 : 
Sufriendo el Espíritu encarnado la influencia del organismo, su caracter se modifica conforme a las circunstancias y se dobla a las necesidades y exigencias impuestas por el mismo organismo. Esta influencia no se apaga inmediatamente después de la destrucción de la envoltura material, así como no pierde instantáneamente los gustos y hábitos terrenos. Después, puede acontecer que el Espíritu recorra una serie de existencias con el mismo sexo, lo que hace que, durante mucho tiempo, pueda conservar, en estado de Espíritu, el carácrter de hombre o el de mujer, cuya marca en él quedó impresa. Solamente cuando llaga a cierto grado de adelanto y de desmaterialización,la influencia de la materia se apaga completamente y con ella, el carácter de los sexos. 
Importa considerar que las descripciones del Mundo de los Espíritus que recibimos vía mediúmnica, se refieren a regiones muy próximas a la costra terrestre, habitadas por Espíritus aún muy materializados, según refiere Kardec, en el texto de arriba. Casi ninguna referencia poseemos de la vida de los Espíritus en Esferas Superiores ( Una referencia breve identificamos en Nosso Lar, en el capítulo "El sueño", cuando André Luiz, en cuerpo mental, visita a su madre en una esfera por encima de aquella en donde se encuentra la colonia citada descrita en el libro) En las esferas próximas a la costra hay absoluta prevalencia de Espíritus de evolución primaria, que, en su mayoría, ni se han dado cuenta de su desencarnación, nutriendo apetitos y ansiando vivenc ias similares a las de la Tierra.
 En el Libro de los Médiums, item 74, Kardec escribió: En los Espíritus inferiores (su periespíritu), hay una aproximación a la materia y es eso lo que determina la persistencia de las ilusiones de la vida terrena en las entidades de baja categoría, que piensan y actúan como si aún estuviesen en la vida física, teniendo los mismos deseos y casi podríamos decir, la misma sensualidad. 
Eso podría explicar los relatos mediúmnicos sobre Espíritus atormentados por las emociones sexuales, verdaderos vampiros de la sexualidad de encarnados imprudentes. Imposibilitados de saciar su líbido, se acoplan magnéticamente a personas con las sintonizan, todas ellas igualmente con la sexialidad alterada, absorbiendo las emanaciones psíquicas liberadas durante la relación sexual. 
Curiosamente, observamos que Kardec, en el ensayo citado anteiormente (Revista Espírita, enero de 1866), admite la hipótesis de una inversión de la líbido desencadenada por la reencarnacion en un cuerpo físico que no corresponde a la psicología del Espíritu, que venía vivenciando muchas existencias en una sola polaridad sexual(masculina o femenina). Tal ocurrencia podría explicar algunos casos de homosexualidad. 
Dice el texto original: Si esa influencia repercute de la vida corporal a la vida espiritual, lo mismo se da cuando el Espíritu pasa de la vida espiritual a la corporal. En una nueva encarnación traerá el carácter e inclinaciones que tenía como Espíritu. Cambiando de sexo, podrá, entonces, bajo esa impresión en su nueva encarnación, conservar los gustos, las inclinaciones y el carácter inherente al sexo que acaba de dejar. Así se explican ciertas anomalías aparentes, notadas en el carácter de ciertos hombres y de ciertas mujeres. 
¿Pero finalmente, los Espíritus desencarnados hacen sexo, o sea, existen relaciones sexuales entre ellos?. Las descripciones de modo de vida en la erraticidad se reportan a Espíritius durmiendo, alimentándose, enamorándose... pero la relación sexual acontece o no? 
Según el pensamiento de Allan Kardec, la respuesta es no. En dos oportunidades ambas registradas en la Revista Espírita, Kardec expone sus ideas de modo indiscutible. 
En la Revista Espírita de junio de 1862, después del diálogo instructivo con una entidad que perteneciera a la Sociedad Parisiense, Kardec escribe: Los sexos son necesarios para la reproducción de los cuerpos, porque los Espíritus no se reproducen, el sexo les sería inútil. 
Aun en la Revista Espírita de enero de 1866, Kardec vuelve al tema con el mismo posicionamiento: Las almas o Espíritus no tienen sexo. Los afectos que los unen nada tienen de carnal y, por eso mismo, son más duraderos, porque están fundamentados en una simpatía real y no subordinadas a las vicisitudes de la materia. Los sexos solo existen en el organismo. Son necesarios a la reproducción de los seres materiales, Pero los Espíritus, siendo creación de Dios, no se reproducen unos por los otros, razón por la que los sexos serían inútiles en el mundo espiritual. 
Admite el Codificador que hay entre ellos amor y simpatía, pero basados en una afinidad de sentimientos ( El Libro de los Espíritus item 200) 
Y, finalmente, examinando el sufrimiento causado por las pasiones inferiores, Kardec reproduce en el Libro de los Espíritus el siguiente pensamiento de los Benefactores: Aunque las pasiones no existan materialmente, aún persisten en el pensamiento de los Espíritus atrasados (item 972). Refiriéndose a la imposibilidad del intercambio sexual entre ellos, comenta que ese tipo de pasión causa suplicio en el espíritu devastado que ve las orgías de las que no puede participar (item 972-a)
El tema es complejo y está abierto  a nuevas contribuciones. Esperamos haber colaborado para el debate, al presentar la linea de pensamiento de Kardec.
Ricardo Baesso de Oliveira


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                        COMPRENDED Y PERDONAD


    Hijos, la comprensión y la virtud os predispone naturalmente al perdón. Comprended para perdonar. No conservéis resentimientos en el corazón, sabiendo que aquel que os decepciona es un compañero vencido por sus propios conflictos.

    No exijáis de los otros, infalibilidad. Los amigos que siguen a vuestro lado, cual os acontece, son espíritus señalados por muchas limitaciones, aparentando exteriormente lo que aun no son.

    Compadeceos de los males ajenos, no sobrecargando los hombros de aquellos que avanzan, aguantándose mal el peso de la cruz.

    No condicionéis vuestra conducta en el bien a la conducta de quien quiera que sea; que vuestra Fe no dependa de la demostración de Fe de los que os inspiran en la jornada… Solamente en Jesús Cristo os deberéis alentar en la lucha.
    Los hermanos de creencia espirita, principalmente los que se encuentran sirviendo en la mediumnidad y los que ocupan posiciones de dirigentes, son, al final, espíritus comprometidos con el pasado: ninguno de ellos se encuentra inmune al asedio de las tinieblas.

    No es raro, el personalismo y la vanidad apenas ocultan en las almas una estameña de llagas…

    Los que intentan brillar para el Mundo están lejos de poseer luz propia. A rigor, muchos de nosotros no estamos aun siquiera preparados para una mayor proximidad con el Cristo, la posibilidad de semejante convivencia más estrecha nos llevaría al delirio. Quien, en los siglos, se habituó en las sombras, solo poco a poco se acostumbra a la claridad.

    El hombre sin mayor entendimiento del Evangelio transfiere su ambición concerniente a las cosas materiales para las cosas divinas. ¿Los apóstoles no llegaron a disputar entre sí la primacía de estar en el Reino Celeste, al lado del Señor?
    Así, tomad vosotros mismos la iniciativa de la ejemplificación y del valor de la experiencia, de forma impecable, en la creencia que abrazasteis.

Bezerra de Menezes. Espíritu.          
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miércoles, 27 de septiembre de 2017

El dios de las religiones



Hoy veremos:

- El dios de las religiones
- Con Serenidad
-  El tiempo y el espacio
-   Orgullo, indulgencia y caridad



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                                 El dios  de las religiones

           Creo que en nuestro actual nivel  evolutivo mental y racional, nadie puede creer en ese dios   con figura  humana  que muchas religiones presentan  como un dios que nos espía allá, desde lo alto de una nube y se muestra  celoso, intransigente, vengativo, iracundo y cruel, y en el Antiguo Testamento de la Biblia  se manifestaba al ser humano entre relámpagos y truenos, causando un miedo terrible, y exigiendo sacrificios de animales y hasta de seres humanos. ¡Eso, desde luego, no podía ser  Dios Verdadero¡ el Dios Creador de todo un Insondable Universo o Universos ( ya están los científicos confirmando mediante la Física Cuántica que hay otros universos paralelos), en donde la Tierra, ya hemos comprendido que ocupa el lugar de apenas una mota de polvo flotando en  el ambiente de un gran salón.  Si acaso aquellos antiguos guías religiosos representaron un ser imaginario lleno de los más terribles aspectos  propios de los más abyectos seres humanos de la época; una época en la que solo el azote del terror podía tratar de poner un poco de orden en aquella humanidad  casi recién salida de las cavernas.

          Las religiones, en general, han hecho en el pasado un uso funesto de la idea de Dios, al que han dado formas, unas veces poéticas y algunas veces terribles. Actualmente, el pensamiento humano ha madurado lo suficiente como  para apartarse de esas formas anticuadas, y ya comenzamos a entender a Dios como el Alma del mundo  y del Universo Todo que se muestra como un enorme latido que expande y junta galaxias, en un Bing-Bang, como el latido de Dios Creador,  Centro universal  de la Vida y del Amor.

       La idea que sobre Dios tenían las religiones, se apoyaba en una supuesta revelación sobrenatural; hoy en día esta revelación obtenida desde el Más Allá, se transformó en más  racional y progresiva. Esta nueva concepción de Dios, entra en nuestro pensamiento a través de la lógica de las cosas y del espectáculo de la Naturaleza, y está escrita en el  Gran Libro del Universo y en el de la Conciencia.

       Tampoco esos conceptos religiosos  tan arcaicos y deformes, han sido sostenidos por  los Seres que  en misión de Guías de la Humanidad, vinieron a la Tierra en tiempos remotos.

       La Bíblia, así como las escrituras religiosas budistas, musulmanas, etc, en esencia muestran solamente un camino común para la evolución espiritual del Ser humano, pero eso no basta, pues  cada uno podrá transitar por él libremente.   

        Con los textos sagrados se han cometido abusos  de interpretación que han llevado a la descreencia  o al fanatismo  ciego, al querer aplicarlos  literalmente.

       La idea de un Dios terrible,  vengativo, severo y celoso al que hay que temer, es inaceptable actualmente, porque el ser humano ha sabido sustituir a ese dios tan mezquino, por ese Dios Cósmico e infinito que vislumbramos como  la Energía Cósmica o  el  Amor, origen de todo cuanto existe , así como de una Perfección Absoluta. 
        
        También se le ha representado como un gran anciano que todo lo controla desde lo Alto; esta imagen es  la herencia de lo que concebía el Ser humano  durante sus primeras fases de evolución, en donde solamente podía concebir lo tangible y lo objetivo; por eso creó la imagen  de un  hombre  parecido a él, porque era incapaz de concebir algo diferente. Por eso esta idea de humanizar lo que es puramente espiritual, aún se conserva en muchas religiones.

       En la actualidad aún hay religiones que sostienen esos viejos conceptos, y admiten con fanatismo infinito, pretendidos mensajes de Dios, la Virgen, los Ángeles o cualquier Santo, que no cesan de asustar y de amenazar al ser humano con  terribles “castigos divinos” , o con la “encendida cólera de dios por los pecados del hombre”. Estas mentalidades conciben a Dios  como alguien que premia o castiga a los humanos, por los méritos o deméritos de una sola vida, aunque haya sido muy corta o con circunstancias muy delimitantes para hacer el bien o el mal, y ese castigo o premio divinos, son impuestos para toda la eternidad (según esas religiones).

        Estos conceptos pseudo-religiosos ya no  los puede  admitir nadie que esté en su sano juicio, porque  si el Primer Mandamiento del Decálogo de Moisés dice que se debe amar a Dios sobre todas las cosas, y de  otra parte la Biblia, que tanta gente tiene como “la palabra de Dios”, nos lo presenta como un ser cruel  e incompasible,  resulta una incongruencia pedir que se ame  a  alguien  hacia quien se siente terror, porque nadie puede amar realmente aquello que teme.
 Estos desfigurados conceptos sobre un dios tan pequeño, tan imperfecto, que parece a veces el máximo exponente de todos los defectos humanos juntos y multiplicados, han creado muchos ateos e incrédulos.

         El  Dios que se debe admitir en conciencia,  es un Ser Supremo que está por encima de todo;  Inteligencia y Conciencia  Cósmica, Infinito y Perfecto en todos sus atributos, que de Su Propia Esencia  nos creó como seres espirituales que somos y ni por un instante ha cesado de crear y de  irradiar su energía de Amor que como un gran sol dirige  hacia nosotros y hacia todo el Universo Infinito.  

        Afortunadamente, con el progreso, Dios ha dejado de ser patrimonio exclusivo de las religiones y sectas que lo limitan, lo humanizan y lo utilizan. Él también es patrimonio de la Ciencia y del espíritu humano.

- Jose Luis Martín-


“ La conciencia es la presencia de Dios en el hombre”                                                                                                          -Emmanuel Swedemborg (1688- 1772)


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                                                 CON SERENIDAD

La serenidad es la piedra angular de las edificaciones morales y espirituales de la criatura humana, sin la cual se tornan muy difíciles las realizaciones. Es consecuencia de una conducta correcta y una conciencia ecuánime, que proporcionan la visión real de los acontecimientos, así como facultan la identificación de los objetivos de la vida, que merecen los valioso emprendimientos de la existencia corporal. 

En la atormentada búsqueda del placer se desperdicia el tesoro de la cultura, que se convierte en sierva de las pasiones inferiores, perturbadoras, de consecuencias negativas. Cuanto mas se disfruta del goce, más necesidad suerte de experimentarlo, para renovar las sensaciones que están disfrazadas de emociones. 

La serenidad es el estado de anuencia entre el deber y el derecho, que se armonizan en beneficio del individuo. 

Cuando se adquiere una conciencia serena se puede enfrentar toda y cualquier situación con equilibrio, sin permitirse nunca la desestructuracion. Los acontecimientos, las personas y los fenómenos existenciales son considerados en sus verdaderos niveles de importancia, sin que lleguen a convertirse en motivo de aflicción, por peores que se presenten. 

La persona serena es feliz porque superó los apegos y los desapegos, la ilusión y los deseos, se mantiene en armonía en cualquier situación… Equilibrada, no cae víctima de los extremos y elige le camino del medio con decisión firme e inquebrantable. 

La serenidad no es quietud exterior ni indiferencia, sino plenitud de acción, destituida de ansiedad o de recelo, de prisa o de inseguridad. 

Jesús, en el fragor de todas las batallas, en la elocuente epopeya de las bienaventuranzas, o cuando era crucificado, mantuvo la serenidad, aunque de maneras diferentes, impertérrito y seguro de sí, mismo, con irrestricta confianza en Dios. 

Buda, cuando meditaba en Varanasi, donde presento sus Cuatro Nobles Verdades, o acosado por las terribles persecuciones que le promovieron los brahmanes -sus enemigos apasionados- permaneció con serenidad, totalmente entregado a la paz. 

Juan Haus, mientras predicaba que no eran necesarios, los intermediarios entre Dios y los hombres, o al arder en las llamas implacables de la hoguera a la que fue condenado, se mantuvo fiel, sereno, pues sabía que nadie podría aniquilarlo. 

Los mártires conocieron la serenidad que les dio el ideal en todas las áreas en las que lucharon y , por eso mismo, no fueron alcanzados por la impiedad ni por la persecución de los malos. 

La serenidad proviene, así mismo, de la certeza de la confianza en lo que se sabe, se hace y se es. 
Procede siempre conforme a una conciencia lúcida a fin de que no caigas en un conflicto y pierdas la serenidad. 

Estúdiate y ámate, eligiendo lo mejor, lo perdurable, para tus días, y nunca retrocederás. No obstante, si te equivocas, si te comprometes, si te arrepientes, antes que te perturbe la culpa retorna a la compostura, repara la equivocación, recupérate y vuelve a conquistar la serenidad. 

Si no la tienes experimentarás sufrimientos que podrías evitar y que constituyen impedimentos para tu avance

Serenidad es vida

Extraído por Ángeles Calatayud del libro “Momentos de Salud” 
Divaldo Pereira Franco

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                EL TIEMPO Y EL ESPACIO

El tiempo, al igual que el espacio, es una palabra que se define a sí misma. Nos haremos 
una idea más justa si la relacionamos con el todo infinito... 
El tiempo es una sucesión de cosas, está ligado a la eternidad, de la misma forma que las 
cosas están unidas al infinito. Sólo por un momento imaginémonos en los días iniciales de nuestro 
mundo, en esa época primitiva en que la Tierra no se balanceaba aún bajo el impulso divino, en una palabra, en el comienzo de su génesis. El tiempo aún no ha emergido del misterioso regazo de la Naturaleza, no podemos saber en qué época de los siglos nos encontramos, ya que la balanza del tiempo no comenzó todavía a moverse. 
Pero, ¡silencio! En la Tierra solitaria suena la primera hora, el planeta se mueve en el 
espacio y se suceden la noche y el día. Más allá de la Tierra, la eternidad permanece inmóvil e impasible, aun que el tiempo corre también para los otros mundos. Sobre la Tierra, el tiempo 
reemplaza a la eternidad y durante una cantidad determinada de generaciones se contarán los años y los siglos... 
Ahora, transportémonos al último día de este mundo, a la hora en que doblegado por el peso 
de su propia vejez, desaparezca su nombre del libro de la vida para no reaparecer nunca más: aquí, la sucesión de hechos se detiene. Los movimientos terrestres que medían el tiempo se interrumpen y el tiempo termina junto con ellos. 
Esta sencilla exposición de los hechos naturales que originan el tiempo, lo alimentan y 
terminan por apagarlo, basta para mostrarnos dónde debemos ubicarnos para realizar nuestros 
trabajos. El tiempo es un gota de agua que desde una nube se precipita al mar y cuya caída es mensurable. Hay una relación directa entre la cantidad infinita de planetas y los tiempos diversos e incompatibles que existen. Fuera de los mundos, sólo la eternidad reemplaza a estas sucesiones efímeras y llena con la quietud de su luz inmóvil la inmensidad de los cielos. Inmensidad sin límites y eternidad sin fin: ésas son las dos grandes propiedades de la Naturaleza universal. 
EL GENESIS 
ALLAN KARDEC. 

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         ORGULLO, INDULGENCIA Y CARIDAD

Dos hombres acaban de morir; Dios había dicho: Mientras esos dos hombres vivieren, serán colocadas en un saco cada una de sus buenas acciones, y a su muerte, se pesarán los sacos. Cuando estos dos hombres llegaron a su última hora, Dios se hizo llevar los dos sacos; el uno era grande, ancho, bien lleno, resonaba el metal que lo llenaba; el otro era pequeño y tan delgado, que se veían los escasos cuartos que contenía; cada uno de estos hombres reconoció el suyo. He aquí el mío, dijo el primero, lo reconozco, he sido rico y di mucho. He aquí el mío, dijo el otro; siempre fui pobre, ¡ay de mí! Casi no tenía nada para compartir. Pero, ¡oh sorpresa! Puestos los dos sacos en la balanza, el más grande se 
volvió ligero y el más pequeño pesó tanto que dominó en mucho el otro lado de la balanza. Entonces Dios dijo al rico: Diste mucho, es verdad, pero diste por ostentación y para ver figurar tu nombre en todos los templos del orgullo, y dando no te has privado de  nada; ve a la izquierda y puedes estar contento si tu limosna se toma en cuenta por alguna cosa. Después dijo al pobre: Tú has dado muy poco, amigo mío; pero cada una de las monedas que están en la balanza, representa una privación para ti; si no has hecho limosna, has hecho caridad y lo mejor es que la has hecho naturalmente, sin pensar que se tomaría en cuenta; tú has sido indulgente, no has juzgado a tu semejante, al contrario, disculpaste   todas sus acciones; pasa a la derecha y ve a recibir tu recompensa. 
(UN ESPÍRITU PROTECTOR, Lyon, 1861). 

EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO 
ALLAN KARDEC 

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