miércoles, 8 de marzo de 2023

Reencarnación : El sexo del bebé

  INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- Informaciones recibidas del Más Allá 

2.- Espiritismo: Una nueva ciencia ( 3ª Parte )

3.- Reencarnación: el sexo del bebé

4- Justicia de la reencarnación

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  INFORMACIONES RECIBIDAS  DEL MÁS ALLÁ                 


                              

Habitabilidad:

   La información recogida por Allan Kardec revela que el mundo espiritual se  encuentra por todas partes, no se le ha trazado ninguna frontera en el espacio.
     De igual manera, creer que los seres encarnados se hallan confinados en el único punto que habitamos en el Universo equivale a poner en duda la sabiduría Divina, que es perfecta y no hace nada inútil.
     La constitución física de la Tierra, su volumen, su posición en el sistema solar y en la galaxia, nos lleva a deducir que no posee el privilegio de ser la única habitada.
     No obstante, los espíritus afirmaron que la inmensidad del Universo está repleta de cuerpos estelares que fueron, son o serán habitados.         

    Esas moradas fluctuantes ofrecen a sus habitantes condiciones adecuadas a la vida y elementos para satisfacer sus necesidades vitales que pueden ser iguales a la de la Tierra o incluso antagónicas.
Las comunidades del plano extra-físico están formadas por espíritus de la misma categoría. Esos grupos o familias pueden habitar reductos de paz y armonía, zonas de sufrimiento y criminalidad o regiones  intermedias.
     Están unidas por el verdadero afecto, por la simpatía de gustos, semejanza de inclinaciones y fines que persiguen: los que tienen aspiraciones de hacer el bien y los de hacer el mal.
     Los guías incorpóreos por primera vez en, El Evangelio según el Espiritismo, en el capítulo III, clasifican los mundos habitados desde el punto de vista moral. Aunque no se pueda hacer una clasificación absoluta de los mundos, se les divide basándose en los grados más marcados de adelanto de sus moradores. Estos quedan desglosados en: Mundos primitivos, de expiación y pruebas, regeneradores, felices, celestes y mundos transitorios que están habitados por espíritus errantes.
     Un aspecto que resaltan los relatos espirituales, es que el acceso a los mundos celestes está franqueado para las virtudes y obstruido para los vicios, por lo tanto, si deseamos acceder a uno de ellos debemos eliminar nuestras imperfecciones.

Espíritus errantes:

Los espíritus desencarnados, también llamados errantes, están por doquier en el espacio y a nuestro lado.
Los que no tienen apego a la Tierra van a donde encuentran simpatías; y vienen atraídos más bien por las personas que por las cosas materiales; sin embargo, los hay que, momentáneamente, pueden tener una preferencia por ciertos lugares, pero estos son generalmente espíritus inferiores.
     Nos cuentan, los mensajeros amigos del mundo invisible, que el intervalo entre una encarnación y otra puede variar desde algunas horas hasta millares de siglos, hecho que dependerá de diversos factores.
     No hay, un límite de tiempo extremo asignado a este estado, que puede prolongarse pero jamás es perpetuo.
     Tarde o temprano, siempre encuentra el espíritu oportunidad de recomenzar una existencia que servirá para su adelanto.
     Solamente aquellos que han llegado al grado de perfección, no son errantes, su estado es definitivo, no necesitando encarnar más.
     En estado errante el espíritu puede progresar, según sea su voluntad y su deseo. Tanto el estado corporal como el espiritual representan fuentes de aprendizaje solidarias entre sí. Sin embargo, es en la existencia corporal donde pone en práctica las ideas que haya adquirido.


Forma del espíritu:

Los relatos espirituales manifiestan que el espíritu no es una abstracción: sino que su forma es definida. Es una llama, un destello, o una chispa etérea cuyo color puede variar del oscuro al brillo del rubí, según sea el espíritu más o menos puro.
Está formado por una sustancia quintaesenciada, sin analogía entre nosotros, tan etérea que no puede ser percibida por los sentidos ordinarios.
     Nos aclararon que el espíritu se encuentra revestido de una sustancia vaporosa imponderable denominada periespíritu por Kardec, que constituye el cuerpo fluídico que une el espíritu a la materia.
     No olvidemos que la delicadeza del periespíritu está proporcionada a la elevación del espíritu, pudiendo ser tan tenue y sutil que casi no se le perciba.
     Ese lazo de unión es el medio por el que el espíritu obra sobre la materia y viceversa, no posee la tenacidad, ni la rigidez de la materia compacta del cuerpo físico, es más bien flexible y expansible. Ningún cuerpo le ofrece resistencia¸ los penetra y atraviesa a todos.
     Este cuerpo sutil es tomado del ambiente fluídico circundante del planeta a que el espíritu esté vinculado.

-Claudia Bernardes Carvalho

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ESPIRITISMO:  UNA NUEVA CIENCIA

( 3ª Parte)

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      Fue una de las más vigorosas y fecundas mentalidades de todos los tiempos en el mundo científico. Sus memorables descubrimientos en Astronomía,  Física y Química le hicieron célebre. Descubrió el electroscopio, el  espectroscopio, el fotómetro de polarización, el radiómetro, el talio, los rayos Catódicos, el cuarto estado de la materia, la materia radiante,­ hasta entonces sólo se conocían tres estados: sólido, líquido y gaseoso. Basándose en la unidad de los electrones pensó en la unidad de la materia. Su descubrimiento de los rayos catódicos fue fundamental para el desarrollo de la física atómica y decisivo en el descubrimiento de los rayos X.

    Los avances ópticos le deben la solución de algunos de los problemas más complejos del mecanismo, naturaleza y velocidad de la luz.

El Espiritismo por su parte también le debe importantes e inolvidables servicios.

William Crookes inicia la fase científica del Espiritismo con sus célebres experiencias realizadas de 1870 a 1874, con los médiums Douglas Home, Kate Fox y Florence Cook, habiendo logrado la materialización completa, integral, del espíritu de una mujer desencarnada en una lejana época, Katie King, y que Crookes estudió durante tres años consecutivos, en colaboración con otros sabios ingleses.

Crookes observó y experimentó diversas categorías de fenómenos espíritas. En todas sus experiencias siguió un método rigurosamente científico, inventando y adaptando variados aparatos registradores.

La severidad en la verificación y el espíritu crítico que presidían estas experiencias, aliados a la situación culminante de Crookes en el mundo científico, influyeron sobremanera para que el Espiritismo tomase una gran expansión en los medios cultos de Europa y de América, despertando el interés de algunos sabios anglosajones, más libres que los latinos de los preconceptos de escuela.

De hecho uno de los primeros sabios que se ocuparan de la fiscalización de los médiums, por medio de dispositivos eléctricos fue Cromwell Varley, miembro de la Sociedad Real de Londres, descubridor del condensador eléctrico, afamado por haber lanzado los cabos submarinos entre el Viejo y el Nuevo Continente y considerado uno de los más célebres físicos ingleses. Fue ese verdadero genio en materia de electricidad, hábil perito de médiums, quien examinó, en compañía de Crookes, los trabajos mediúmnicos de la Señorita Cook.

El Sr. Crookes publicaba en enero de 1874 en una revista científica el relato de los fenómenos espíritas por él observados durante 4 años. Como conclusión afirmaba que el Espiritismo estaba científicamente demostrado. Treinta años después y a pesar del rechazo de que había sido objeto, en un discurso que el ilustre sabio pronunció, no sólo no se retractaba sino que decía poder acrecentar mucho aún sobre la realidad espírita.

Sin embargo el mundo científico aún no tiene ojos para ver. El hombre ha de curarse de ese orgullo que acompaña inevitablemente una educación científica o una instrucción especializada, incompleta, como es frecuente en nuestros días. Actualmente no ocurre tan sólo que los filósofos no saben matemáticas sino que los matemáticos no saben matemáticas. Cada uno de ellos conoce una parcela muy concreta de su especialidad. Disciplinas especializadas que se han desarrollado como los dedos de una mano, unidos en su origen pero que ya no están en contacto unos con otros. Son como farolas en la noche transmitiendo haces luminosos fuera de los cuales sólo hay sombra e incertidumbre.

No obstante expondremos como el empirismo científico define los períodos específicos de la investigación humana:

  1. Bajo el punto de vista de la ciencia el primero surgió con la revolución Copernicana, que favoreció al hombre la liberación del geocentrismo en el que vivía enclaustrado. A partir de las ideas de Nicolás Copérnico la Tierra dejó de ser el centro del Universo lo que contrarió de lleno la postura dogmática de la tradición religiosa. Propuso el sistema heliocéntrico, según el cual El Sol sería el centro del Universo, estableciendo el orden y las órbitas de los planetas. Aunque no construyó un sistema heliocéntrico completo, y aunque el Sol no es de, hecho, el centro del Universo, sus teorías revolucionaron la astronomía y se consideran el paso desde la Edad Media hacia la Ciencia Moderna.
  2. El segundo gran periodo lo constituye la revolución cartesiana, presentada al mundo a través del pensamiento de René Descartes. De acuerdo con las ideas del filósofo francés el cosmos se torna accesible a la razón. La primacía de la lógica y del análisis permite al hombre el control de la ciencia v de la técnica. Su filosofía arranca del famoso pienso luego existo. Divide el mundo en sustancia espiritual y material, cuyos atributos esenciales son respectivamente pensamiento y extensión. Se le considera el iniciador de la Filosofía Moderna.
  3. El tercer período nacía con la revolución darviniana, fundamentada en los estudios del naturalista Charles Darwin. Por esta nueva puerta de entrada, rumbo al progreso, el hombre fue reconducido a la naturaleza, a la vez que se le liberaba del antropocentrismo. Fue el primero en reunir pruebas concretas, a través de la experimentación y la observación, sobre la evolución de las especies.
  4. El cuarto periodo que aún está en curso está reconocido por los científicos como la revolución sistémica, que está trabajando la posibilidad de que el hombre reintegre sus conocimientos, rearticulándolos como un todo coherente. La naturaleza delante de la tecnología, el sentimiento en armonía con la razón, el retorno de la visión del hombre como ser integral.
  5. En las puertas del tercer milenio, la comunidad de los investigadores ya ve surgir en el extenso horizonte de las conjeturas científicas el quinto paradigma, llamado revolución simbiónica. Se trata de una síntesis analítica y sistémica de las ciencias entendidas como complejas y la teoría del caos. 
  1. Estas ciencias complejas deben desembocar en una visión unificada de la naturaleza. La revolución simbiónica permitirá trazar posibles vías o soluciones en la sociedad rumbo al nacimiento del hombre simbiótico, esto es del ser que aprenderá a valorar en favor de su propia sobrevivencia la auténtica fraternidad.

Algunos científicos aseguran que la evolución de la humanidad permitirá una interpretación racional y sensible del mundo. Surgirán y surgen nuevas instituciones tecnológicas, tales como las bio-industrias y las eco-industrias, y nuevas disciplinas, como la biótica, la neo-biología, la macro-biología y la bio-informática.

El espírita es aquél que tiene la disciplina necesaria para acompañar la evolución científica del mundo, pero que también tiene el sentimiento interno de buscar más allá de los caminos definidos por este medio, en esta hora en que el Espiritismo ha descubierto lo que la ciencia aún no consiguió, por falta de instrumentos más sutiles de percepción.

No hay duda de que el Espiritismo en este sentido representa una auténtica y grandiosa revolución en los campos filosófico, científico y religioso. Tenemos innumerables razones para pensar que la visión espírita del mundo será el iluminado estandarte de la humanidad futura, heredera de la regeneración. Pero se nos da desde hoy para que sepamos construir desde ya los caminos que nos llevarán a un mañana más seguro.

Nadie sabe de qué forma habrá de darse la certeza del Espiritismo en la ciencia de la actualidad, posiblemente un instrumento que nos permita «ver» el periespíritu y el grandioso entorno fluídico que nos rodea, porque, como bien sabemos, muchos necesitan ver para creer. Pero esta certeza, esta nueva ciencia producirá grandes transformaciones tanto en el ámbito religioso como en el intelectual.

Como es de suponer no será sin provocar gran estruendo en las diferentes ramas del intelecto humano, donde el fenómeno será estudiado como nunca. Actualmente es imposible esconder cosa alguna durante mucho tiempo, gracias a las nuevas tecnologías de comunicación.

( Continúa y finaliza en el siguiente)

. Salvador Martín-

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. REENCARNACIÓN: EL SEXO DEL BEBÉ             


  Son conocidos en la literatura, el caso de los monarcas que repudiaban a sus compañeras por no haberles dado un hijo varón. Otros motivos aparte, si esta era realmente la razón, hoy los mínimos conocimientos de Biología y Genética, nos demuestran que la mujer siempre producirá un óvulo femenino. Al hombre, es a quien cabe ofrecer el espermatozoide que determinará el sexo del bebé.

Las células de nuestro cuerpo presentan todas, 23 pares de cromosomas, De estos, uno de los pares es el que determinará el sexo. Si poseemos el par XX seremos mujer. Si poseemos el par XY seremos hombre. Las únicas células del cuerpo que no poseen 23 pares de cromosomas son los espermatozoides y el óvulo, para que cada uno pueda encontrar su par correspondiente en la concepción.

   Como la mujer presenta XX en todas las células, en el óvulo solo podrá tener X, que es el representante del llamado cromosoma sexual. Del mismo modo análogo, si el hombre presenta en todas las células de su cuerpo 23 pares de cromosomas, con el par sexual de XY, podrá formar espermatozoides conteniendo el cromosoma X (femenino), o el cromosoma Y (masculino).

  La unión del espermatozoide X con el óvulo, siempre es X, y dará un huevo femenino, o sea, una futura niña. La unión de un espermatozoide Y con un óvulo, dará un huevo XY, por lo tanto desarrollará un cuerpo masculino. A pesar de que en su esencia íntima el Espíritu no tiene sexo, las vivencias pasadas determinan una polarización energética nítida, del Espíritu reencarnante, con características masculinas o femeninas.

  Podemos decir que el Espíritu humano, posee en las fuerzas psico-sexuales, uno de los pilares de su propia evolución intelectual y ética, por ser la consecuencia de adquisiciones multimilenarias y continuamente renovadas por las nuevas experiencias en el ciclo de las reencarnaciones. En cuanto el Espíritu no se presenta integramente desarrollado y equilibrado en su totalidad sexual, exteriorizará siempre, en el proceso reencarnatorio, la polaridad sexual que está exigiendo experiencias y vivencias en la zona física.

   Los Espíritus Superiores poseen el potencial de esas energías de forma integral, no menos evolucionadas. como en nuestro planeta, las fuerzas estarán pendientes de la polarización masculina o femenina, con variaciones mayores o menores, conforme a las características individuales de los mismos.

  Conviene también que hagamos referencia de que los espíritus, por sus características periespirituales, son vistos por los videntes con el aspecto de su anterior encarnación humana y así demuestran su polaridad sexual. Tanto los espíritus masculinos como los femeninos se expresan e imprimen en su vibración energética, la tendencia sexual que les es natural y derivada  de sus inclinaciones mentales. Esas características cuando no son bloqueadas o modificadas por una razón superior con finalidad educativa, van a expresar en la organización física un sexo masculino o femenino.

  Desde antes de la fecundación el espíritu reencarnante, ligado al óvulo, expresa su polaridad sexual por una vibración típica, En función de esta característica de sus energías, pasará a atraer y conducir con equilibrio y precisión, el espermatozoide más acreditado para la formación del sexo del futuro ser, sea masculino (espermatozoide Y), o femenino (espermatozoide X).

  Como ya sabemos, el intercambio energético-mental entre la madre y el hijo en la vida intrauterina, ejerce profunda influencia sobre el ser que vuelve al palco de la vida para una nueva personificación  en el teatro de la existencia. Posturas psicológicas maternas (principalmente), de fijación o no aceptación de un sexo en el futuro hijo, pueden traer desequilibrio en la esfera psico-sexual del mismo, predisponiéndolo a posturas desequilibradas con relación a la aceptación de sí mismo. No pretendemos con esto generalizar el origen de las múltiples patologías psicológicas en esta esfera, que tiene gran número de factores actuantes.

- Ricardo di Bernardi- ( Reencarnación: Sublime intercambio)

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    JUSTICIA DE LA REENCARNACIÓN

171 – ¿Sobre qué está basado el dogma de la reencarnación?

– En la justicia de Dios y en la revelación; porque como lo repetimos siempre: Un buen padre deja siempre a sus hijos una puerta abierta al arrepentimiento. ¿No te dice la razón que sería injusto privar para siempre de la dicha eterna, a todos aquellos cuyo progreso no dependió de ellos mismos? ¿No son todos los hombres hijos de  Dios? Solo entre los egoístas impera la iniquidad, el odio implacable y los castigos sin perdón.
    Todos los Espíritus tienden a la perfección y Dios les proporciona los medios por las pruebas de la vida corporal; pero, en su justicia, les permite realizar, en nuevas existencias, lo que no pudieron hacer o terminar en la prueba anterior.
    No estaría conforme ni con la equidad ni con la bondad de Dios el castigar para siempre a los que han podido encontrar obstáculos al progreso ajenos a su voluntad, en el mismo medio donde fueron colocados. Si el destino del hombre quedase irrevocablemente decidido después de su muerte, Dios no habría pesado las acciones de todos los hombres con la misma balanza, ni los habría tratado con imparcialidad.
    La doctrina de la reencarnación, que admite muchas existencias sucesivas para el hombre, es la única que responde a la idea que nos formamos de la justicia de Dios con relación a los hombres, colocados en una condición moral inferior, la única que nos explica el futuro y sustenta nuestras esperanzas, pues nos ofrece medios de rescatar nuestros errores por nuevas pruebas. La razón indica esta doctrina y así nos lo enseñan los Espíritus.
    El hombre que tiene conciencia de su inferioridad halla en la doctrina de la reencarnación una consoladora esperanza. Si cree en la justicia de Dios, no puede esperar que será eternamente igual a los que actuaron mejor que él. El pensamiento de que esa inferioridad no lo desheredará para siempre del bien supremo y que podrá lograrlo con nuevos esfuerzos, le sostiene y le reanima el valor. ¿Quién es el que al final de su camino, no lamenta haber adquirido muy tarde una experiencia que no puede aprovechar? Pues, esa experiencia tardía no se pierde; será aprovechada en una nueva existencia.

EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS. ALLAN KARDEC.


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