domingo, 29 de marzo de 2015

Obsesión espiritual-Preguntas frecuentes


El Espíritu golpeador de Dibbelsdorf (Baja Sajonia)

La historia del Espíritu golpeador de Dibbelsdorf encierra, al lado de su parte cómica, una parte instructiva, como resalta de los extractos de antiguos documentos publicados en 1811 por el predicador Capelle. En el último mes del año 1761, el 2 de diciembre a las seis de la tarde, una especie de martilleo – que parecía venir del piso – se hizo escuchar en un cuarto ocupado por Antoine Kettelhut. Éste lo atribuía a su empleado que quería divertirse a costa de la doméstica, que por entonces estaba en el cuarto de las hiladoras, y que salió para arrojar un balde de agua en la cabeza del travieso; pero no encontró a nadie afuera. Una hora después volvió a comenzar el mismo ruido y se pensó que la causa pudiese ser un ratón. Entonces, al día siguiente, se examinaron las paredes, el techo, el parqué, pero no se encontró el menor rastro de ratones.

A la noche se escuchó el mismo ruido; entonces se pensó que la casa era peligrosa para vivir, y los empleados domésticos ya no querían más permanecer en sus cuartos en vigilia. Poco después el ruido cesó, pero reapareció a cien pasos de allí, en la casa de Louis Kettelhut – hermano de Antoine – y con una inusitada fuerza. Era en un rincón del cuarto que esa cosa golpeadora se manifestaba. Al final la cuestión se volvió sospechosa para los lugareños, y el burgomaestre dio parte a la justicia que, al principio, no quiso ocuparse de un asunto que consideraba ridículo; pero bajo la constante presión de los habitantes, el 6 de enero de 1762 la justicia se transportó a Dibbelsdorf para examinar el hecho con atención. Las paredes y el techo fueron derribados, pero sin llevar a ningún resultado, y la familia Kettelhut juró que no tenía relación alguna con aquella cosa extraña. Hasta entonces nadie había conversado con el golpeador.

Un individuo de Naggam, armándose de coraje, le preguntó:

– Espíritu golpeador, ¿aún estás ahí? Y un golpe se hizo escuchar.
– ¿Puedes decirme cómo te llamas? Entre los varios nombres que se le dijeron, el Espíritu dio un golpe al ser pronunciado el del interlocutor.
– ¿Cuántos botones tiene mi ropa? Fueron dados 36 golpes. Se contaron los botones y exactamente eran 36.

A partir de ese momento la historia del Espíritu golpeador se difundió por las inmediaciones, y todas las tardes centenas de habitantes de Brunswick se dirigían a Dibbelsdorf, como también ingleses y una multitud de extranjeros curiosos; la muchedumbre se volvió tal que la milicia local no podía contenerla; los lugareños tuvieron que reforzar la guardia de noche y fueron obligados a sólo dejar entrar en fila a los visitantes. La concurrencia de público pareció estimular al Espíritu a manifestaciones más extraordinarias, haciendo surgir signos de comunicación que probaban su inteligencia.

Nunca se confundió en sus respuestas: si se deseaba saber el número y el color de los caballos que estaban en el frente de la casa, él lo indicaba con mucha exactitud; al abrirse un libro de canto, colocándose el dedo fortuitamente en una página y preguntando el número del fragmento musical – que inclusive era desconocido por el interrogador –, luego una serie de golpes indicaba perfectamente el número designado. El Espíritu no hacía esperar su respuesta, porque ésta seguía inmediatamente a la pregunta. También anunciaba la cantidad de personas que había en el cuarto, cuántas había afuera, designando el color de los caballos, de las ropas, la posición y la profesión de los individuos.

Un día, entre los curiosos se encontraba un hombre de Hettin – completamente desconocido en Dibbelsdorf – que desde hacía poco habitaba en Brunswick. Preguntó al Espíritu el lugar de su nacimiento y, para inducirlo a un error, le mencionó un gran número de ciudades; cuando llegó al nombre de Hettin se escuchó un golpe. Un astuto burgués, creyendo que hacía caer en falta al Espíritu, le preguntó cuántos pfennings tenía en su bolsillo; le fue respondido el número exacto: 681.

Le dijo a un repostero cuántos bizcochos había hecho por la mañana; a un vendedor, cuántos metros de cinta había vendido en la víspera; a otro, la suma de dinero que había recibido por correo en la antevíspera. Tenía un humor bastante jovial; marcaba el compás cuando se lo pedían y, a veces, tan fuerte que el ruido era ensordecedor. A la noche, durante la cena, después del benedícite, él golpeaba el Amén. Esta señal de devoción no impidió que un sacristán, vestido con los hábitos de exorcista, intentase expulsar al Espíritu; pero la conjuración fracasó.

El Espíritu no temía a nadie, y se mostró muy sincero en sus respuestas al duque reinante Carlos y a su hermano Fernando, como a cualquier otra persona de menor condición. Entonces, la historia tomó un aspecto más serio. El duque encargó a un médico y a doctores en Derecho que examinaran los hechos. Estos eruditos explicaron que los golpes se producían por la presencia de una fuente subterránea. Mandaron cavar a ocho pies de profundidad, y naturalmente encontraron agua, teniendo en cuenta que Dibbelsdorf está situada en la parte baja de un valle; el agua brotó inundando el cuarto, pero el Espíritu continuó golpeando en su rincón habitual. Entonces, los hombres de Ciencia creyeron ser víctimas de una mistificación, y dieron al empleado el honor de tomarlo por aquel Espíritu tan bien informado. Decían ellos que la intención del empleado era la de seducir a la doméstica. Todos los habitantes del pueblo fueron invitados a permanecer en esa casa un día establecido; al empleado le fueron colocados guardias para vigilarlo, porque, según la opinión de los eruditos, él debía ser el culpable; pero el Espíritu respondió nuevamente a todas las preguntas. Al ser reconocido inocente, el criado fue puesto en libertad. Pero la justicia quería un autor de esa fechoría: acusó al matrimonio Kettelhut por el ruido del cual se quejaban, a pesar de que fueran personas muy benévolas, honestas e irreprochables en todas las cosas, y aunque fuesen los primeros en dirigirse a las autoridades desde el origen de las manifestaciones.

Con promesas y amenazas forzaron a una joven a testimoniar contra sus patrones. En consecuencia, éstos fueron puestos en prisión, a pesar de las retractaciones ulteriores de la joven, y de la confesión formal de que sus primeras declaraciones eran falsas y que le habían sido arrancadas por los jueces. El Espíritu continuó golpeando, pero ni siquiera por esto el matrimonio Kettelhut dejó de estar preso durante tres meses, al cabo de los cuales fueron absueltos sin indemnización, aunque los miembros de la comisión hubiesen resumido su informe de la siguiente manera: «Todos los medios posibles para descubrir la causa del ruido han sido infructuosos; tal vez el futuro nos esclarezca al respecto». – El futuro aún nada ha enseñado.

El Espíritu golpeador se ha manifestado desde el comienzo de diciembre hasta marzo, época en la que dejó de escucharse. Se volvió a pensar que el empleado – ya incriminado – debería ser el autor de todas esas jugarretas; pero ¿cómo él habría podido evitar las trampas que le tendieron los duques, los médicos, los jueces y tantas otras personas que lo interrogaron?

Observación – Si consentimos reportarnos a la fecha en que han pasado las cosas que acabamos de relatar, y las comparamos con las que han tenido lugar en nuestros días, encontraremos en ellas una identidad perfecta en el modo de las manifestaciones y hasta en la naturaleza de las preguntas y respuestas. Entre tanto, ni América ni nuestra época han descubierto a los Espíritus golpeadores – ni tampoco a los otros –, como lo demostraremos a través de innumerables hechos auténticos más o menos antiguos. Hay, por lo tanto, entre los fenómenos actuales y los de antaño una diferencia capital: es que éstos últimos eran casi todos espontáneos, mientras que los nuestros se producen casi a voluntad de ciertos médiums especiales.

Esta circunstancia ha permitido estudiarlos mejor y profundizar su causa. A esta conclusión de los jueces: «Tal vez el futuro nos esclarezca al respecto», el autor no respondería hoy: El futuro aún nada ha enseñado. Al contrario, si este autor viviese actualmente, sabría que el futuro ha enseñado todo, y la justicia de nuestros días – más esclarecida que la de hace un siglo – no cometería errores que recuerdan a los de la Edad Media, con relación a las manifestaciones espíritas. Mucho tiempo antes nuestros propios sabios han penetrado en los misterios de la Naturaleza como para no saber tener en cuenta las causas desconocidas; ellos tienen demasiada sagacidad y no se exponen a los desmentidos de la posteridad, como lo han hecho sus predecesores en detrimento de su reputación. Si algo asoma en el horizonte, ellos no se apresuran en decir: «Eso no es nada», por miedo a que ese nada sea un navío; si no lo ven, se callan y esperan: ésta es la verdadera sabiduría.

Allan Kardec
Revista Espirita 1858


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OBSESIÓN ESPIRITUAL
PREGUNTASFRECUENTES

En las últimas décadas la obsesión se viene propagando en la Tierra, cada vez más y  más, causando perturbaciones y  sufrimientos de los más variados.Ella es, ciertamente, una enfermedad, sólo que es enfermedad del alma, o mejor,  nuestra alma es la que favorece las condiciones necesarias para que las obsesiones se  puedan instalar.Mas, que es una obsesión? Es el dominio que un espíritu ejerce sobre alguien. Ese dominio ocurre en grados variados, desde los más leves hasta aquellos que van de la fascinación a la  subyugación, pudiendo llegar a la posesión.Conforme explica Allan Kardec, el codificador del Espiritismo, “La  obsesión es una acción permanente que un espíritu malo ejerce sobre un individuo”.Es una acción permanente y  no esporádica, en que el espíritu perseguidor permanece junto al obsesado, usando todos los recursos que conoce y  de los cuales consigue echar mano, para alcanzar lo que pretende.La acción obsesiva es ejercida por un espíritu que, en esa acción, está siendo malo; no es ejercida por un espíritu bueno, o así mismo por un     “sufridor”, porque es una acción maléfica, orientada generalmente venganza.

PREGUNTA FRECÜENTE ¿Un espíritu puede ser eternamente malo?
Cuando se habla de espíritus malos no se quiere decir que ellos lo sean eternamente, o que hayan sido creados así. Ellos no son diferentes de nosotros, apenas siguieron por caminos e desacuerdo con las leyes cósmicas descendiendo moralmente a los más diversos niveles. 
Hay obsesores que actúan con maldad solamente en relación a los objetos de su odio. Otros sienten verdadero placer en ser malos y  hay así mismo aquellos terriblemente perversos, crueles, verdaderos monstruos de maldad y perversiones de toda naturaleza. Son los que muchos clasifican como Demonios, Satanás, Diablo etc.Mas el espíritu nunca retrocede en su evolución. Los valores adquiridos permanecen latentes en su inconsciente, y sus caídas morales son temporales, así mismo duren milenios.Muchos espíritus, al alcanzar un mediano grado de evolución a través de las experiencias reencarnatorias en el bojo do tiempo, cuando se les comienza a despertar la conciencia divina, llamándolos para lo Alto, prefieren las atracciones inferiores, sumergiéndose en el fondo de las pasiones. Y, en ese impás entre los dictámenes de la conciencia y  sus escogencias, tratan de apartarse de los llamados superiores, aislándose de la esencia de sus propios espíritus, que es luz de Dios. Es como si envolviesen la conciencia en una energía de negación, sofocándola. Mas todos ellos, de los malos a los peores, un día se cansarán de su  propia maldad, retomando el camino de la evolución. Dios no iría a crear seres que pudiesen, para siempre, dedicarse al mal.En los centros espiritas, en los trabajos de desobsesión, acontecen innumerables episodios en que alguno de esos terribles “espirilos del mal” acaba abandonando las regiones inferiores, decidido a cambiar de vida, pasando a prepararse para una nueva reencarnación que, ciertamente, será muy sufrida, pero que representa el paso inicial en su reconquista evolutiva. En esos casos generalmente está la actuación de alguien que le es muy querido, como por ejemplo, la que fuera su madre en la Tierra, y que desciende de regiones de luz y armonía para convencer a aquel ser amado para  cambiar de rumbo.Los espíritus que alcanzaron mayor grado de evolución, cuyas conciencias ya se encuentran armonizadas con el esplendor de las leyes divinas,  no se sienten más atraídos por los llamados inferiores, porque ya eliminaron de si mismos todos los residuos de la naturaleza animalizada.  
Aquella leyenda sobre el Ángel que sentía envidia y  tenía la ambición de asemejarse a Dios y  por eso fue lanzado al infierno, tiene simbolismos diferentes, porque un ser espiritual tan elevado no cae. La ambición, la  envidia, el odio, el egoísmo y semejantes, son valores negativos que solamente se vigorizan en las fajas primarias de la evolución.

 PREGUNTA FRECUENTE
¿Por qué algún espíritu obsesiona a una persona reencarnada?
Las obsesiones casi siempre acontecen por cuestiones de venganza y  podemos así mismo decir que los obsesores son nuestros cobradores. Ellos nos están cobrando algún mal que les hicimos, generalmente, en vidas pasadas.También existen casos de obsesión por espíritus que fueron abortados. Viendo frustrados sus ideales de retornar a la  Tierra, a través de la reencarnación, procuran vengarse de las mujeres que les dieron acogida, más enseguida los expulsaron de sus vientres.Innumerables procesos obsesivos también tienen inicio en conductas viciosas, o que estén en conflicto con valores morales, porque en estos casos los semejantes se atraen.Hay todavía los casos de obsesión encomendados en trabajos de magia negra, orientados a  perjudicar a  alguien.

 PREGUNTA FRECUENTE
¿Cómo puede alguien contraer una obsesión a través de su conducta?En las actividades mediúmnicas y  también en la  bibliografía psicografiada, se encuentran innumerables narrativas sobre personas que frecuentaban ambientes de bajo nivel moral-espiritual, como por ejemplo, lupanares, donde atraían espíritus viciados en el sexo, que pasaban a acompañarlos, induciéndolos a la  lujuria y a la corrupción, a fin de poder saciarse con las energías sexuales degeneradas que encontraban  en esos actos.De la misma forma con relación a los más diversos vicios, y  hasta así mismo a conductas deshonestas o otras que hieren a la ética cósmica.Todos nosotros tenemos las compañías espirituales que atraemos a través de nuestras actitudes y  acciones.

PREGUNTA FRECUENTE ¿Qué es posible hacer para “curar” una obsesión? En cualquier proceso de obsesión el remedio está en una conducta asentada en la ética cósmica; está en la reforma interior. También es importante procurar un centro espirita (cuando esto fuera posible) para recibir pases* y orientaciones, y para que el espíritu obsesor pueda ser debidamente asistido en trabajos específicos. Los centros espiritas, de orientación kardecista, son las instituciones donde mejor se conoce esos asuntos y donde se trabaja sistemáticamente para ayudar en situaciones como esas.Pero la cura depende principalmente del obsesado, del esfuerzo que haga por su propio crecimiento e iluminación. Cuando consiga desenvolver el amor en sus sentimientos, transformándolo en una constante en sus actitudes, con eso estará elevando la propia frecuencia vibratoria, huyendo a la  sintonía que tenía con el espíritu obsesor. Esto es muy importante porque esas persecuciones espirituales movidas por sentimientos de venganza muestran que el perseguido de hoy es el verdugo de ayer, o sea, tiene una deuda kármica que precisa rescatar. En estos casos la mejor forma de rescate está en conseguir el perdón del obsesor y  ayudarlo a encontrar el camino para su propio crecimiento espiritual.Cuando algún espíritu perseguidor, o asímismo alguna entidad de bajísima condición espiritual es envuelto en las vibraciones de amor del grupo, se observa  el gran cambio.Un médium vidente presente a los trabajos puede observar como esos cambios son radicales. Un espíritu de baja vibración generalmente es visto por los videntes con apariencia fea y hasta así  mismo horrible, y vestido o envuelto en ropajes oscuros, mal olorosas y  de desagradable aspecto. Mas, cuando recibe la vibración de amor del grupo y del médium que lo incorpora, algo en él comienza a desintegrarse. Entonces, el adoctrinador conversa con él, llevándolo a ver que con su actitud  se está perjudicando a si mismo, atrasando su propia evolución. Procura llevarlo a perdonar y apartarse de quien ha estado persiguiendo. Los espíritus benefactores, responsables por el trabajo, también usan innumerables  recursos, tales como traer algún espíritu que fue muy querido al obsesor, para intentar convencerlo de perdonar y abandonar la persecución. Así, con el desarrollo de los trabajos hasta su apariencia se va modificando hacia lo mejor.
·        El pase es una transfusión energética y  limpieza del campo magnético de la persona necesitada. Es administrado en los centros espiritas por personas preparadas para ese menester, que  utilizan  las manos para esa transfusión energética, que representa un gesto de amor. En esos casos hay siempre la asistencia de espíritus competentes en la manipulación de energías.

Mensaje de la lista-Luz Espiritual-Gina Rezkalah-Perú-

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¿Cómo se lleva a cabo el proceso de la reencarnación ?.-

La partida del desencarnado procedente de alguna de las muchas colonias que existen en el plano espiritual cuando regresa a reencarnar a la Tierra u otro mundo físico , se asemeja a la partida al “otro mundo” que tras la muerte los Seres humanos sufrimos aquí en la Tierra.
El proceso de realizarse la reencarnación, es tan variado como el de la desencarnación, no habiendo dos casos exactamente iguales, pues depende de la disposición mental y anímica del reencarnante el que hayan mas o menos facilidades u obstáculos para ser llevado a cabo. Por ejemplo, en los casos de Seres Elevados que vienen voluntariamente a cumplir una misión, estos apenas necesitan ayuda de los Espíritus especializados en este proceso; sin embargo cuando son Seres procedentes de Planos espirituales inferiores, el proceso es mucho más largo y complejo, necesitando de toda la ayuda mental y amorosa que les pueden dar y que precisan para su implicación en el proceso como protagonista en el mismo.
No obstante en los casos más generalizados, el proceso es mas o menos así:
En las primeras etapas del proceso, cuando el Ser espiritual ya conoce su inmediata reencarnación, los familiares y amigos en el Más Allá se despiden de él , deseándole lo mejor en su nueva aventura. Entre estos espíritus siempre suele haber alguno que puede ser su hermano, su padre o su amigo, que se propone acompañarlo mediante el pensamiento durante su estancia en este mundo, con el fin de apoyarlo y ayudarlo en los momentos necesarios, orientándolo para el éxito de su misión como encarnado, sin violar las Leyes Naturales que rigen el fenómeno de la reencarnación. Este acompañamiento con el pensamiento no supone una distancia, sino que por el contrario, supone una presencia constante cada vez que el ser reencarnado demande algún tipo de ayuda. Es el Ángel de la Guarda que señalan algunas religiones.
Algunos meses atrás, previo a la fecundación del óvulo de la madre, el Ser se siente cada vez más, atraído hacia ella, permaneciendo cada vez más cerca de ella. Previamente a la fecundación, el periespíritu del Ser reencarnante es magnetizado mediante pases dados por los Espíritus encargados de estas funciones, y como consecuencia de este proceso sus formas periespirituales se van transformando y reduciendo, al tiempo que su proceso de turbación mental comienza y se va encontrando cada vez menos lúcido. Mientras tanto aún debe colaborar con los Espíritus Constructores, todo un equipo especializado que actúa bajo la dirección de un Espíritu Orientador, y lo hace sintonizando con ellos mentalmente, deseando el ingreso en el seno materno, mientras se reduce y transforma paulatinamente su forma periespiritual. Esta operación no es corta ni simple, pues supone un esfuerzo general de adaptación a la materia, hasta conseguir la reducción necesaria para llegar a adoptar la forma y tamaño de un bebé. Este proceso coincide con el desarrollo del embrión y del feto en el seno materno.
Antes de la fecundación, previo al comienzo de la división celular, el “bebé”, es presentado y entregado a los Espíritus de sus progenitores, especialmente a la madre durante su emancipación del cuerpo físico que se da naturalmente durante el sueño fisiológico. En el plano espiritual esta lo recibe amorosamente en su forma de bebé y lo estrecha y abraza en su corazón, y aunque después no se acuerde del sueño una vez despierta, el sentimiento íntimo de la vivencia queda fijado en ella, dándole así la natural inclinación a la función de la maternidad.
El equipo de Espíritus constructores comprometidos en este proceso, no inician el mismo sin haber llevado a cabo antes el arquetipo de ese nuevo Ser material, muy cuidadosamente con arreglo al mapa genético humano de ambos progenitores y a los particulares factores kármicos del Ser, que son previamente analizados. Así el resultado final de esta formación del cuerpo carnal, está de antemano plasmado en el Periespíritu reencarnante, que actuará como molde del cuerpecito en formación. Los Espíritus Constructores previamente a la fecundación han analizado y seleccionado el ovulo que es magnetizado al entrar en contacto con el periespíritu del Ser reencarnante que irradia y refleja sus propias características vibratorias en el mismo. Por Ley de Sintonía el ovulo energizado por los fluidos de los Constructores y por los del propio Espíritu reencarnante, atraen un espermatozoide concreto escogido entre millones, que aporta al Ser las características genéticas de acuerdo con sus necesidades evolutivas y según sus circunstancias deudoras con la ley de Consecuencias.
Estos fluidos con los que el Ser magnetiza previamente al ovulo, vienen determinados por la clase de experiencias y vivencias acumuladas en vidas anteriores. Así vemos como no es el azar biológico quien escoge el espermatozoide que se va a unir con el ovulo, sino la Ley de Consecuencias. Entre unos dos millones de espermatozoides, aproximadamente, solo el mas apto sintoniza sus genes con los del ovulo para comenzar la multiplicación celular que dará paso finalmente a un cuerpo físico con unas características concretas según la necesidad evolutiva del Ser reencarnante .
Después , a medida que avanza el embarazo, se va intensificando cada vez más la unión fluídica del Ser con su materia, al tiempo que gradualmente va perdiendo los puntos de contacto que sostenía con el plano espiritual.
Es de reseñar por último, que mientras dura todo el proceso, el Ser reencarnante a pesar de su turbación, aún puede sintonizar mentalmente con los Instructores o Guías que le ayudan mientras él se va acoplando cada vez más a la materia. Otras veces se comunica directamente con su madre, con la que a veces llega a hablar desde la forma infantil que aparece en el sueño bajo la figura similar que más tarde presentará el niño o niña en cuestión.

- Jose Luis Martín-

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Las almas bajas y malas permanecen encadenadas a la Tierra por múltiples renacimientos; pero las almas virtuosas suben volando a las esferas superiores”
-Hermes Trimegisto -

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NOTA PARA LOS AMABLES LECTORES Y SEGUIDORES DE ESTE BLOG :
POSIBLEMENTE HASTA EL PROXIMO JUEVES O VIERNES  NO PODRÉ VOLVER A PUBLICAR DE NUEVO EN ESTE BLOG, POR MOTIVOS FAMILIARES. 
Disculpadme por las molestias: Jose Luis Martín

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sábado, 28 de marzo de 2015

Un poco de historia del Espiritismo



¿QUÉ ES MÁS IMPORTANTE LA SABIDURÍA O EL AMOR?

Un compañero nos preguntó  si era más importante al espíritu encarnado la caridad (el amor) o la intelectualidad (sabiduría). Para  esclarecerlo procuramos  tomar informaciones en las fuentes del saber emmanuelinos.  Le dije que ante las perspectivas  del crecimiento espiritual, la caridad (sentir) es sobradamente más importante, en la esencia, que la inteligencia (saber), y no obstante necesitamos de las dos alas (amor y sabiduría)  para alcanzar los vuelos rumbo  al excelso destino luminoso.  En realidad, el sentimiento y la sabiduría son las dos alas con las que el alma  se elevará hacia la perfección infinita; las dos son clasificadas como adelantamiento moral y adelantamiento intelectual; ambos son imprescindibles para el progreso, siendo justo, sin embargo, considerar la superioridad del primero (sentimiento) sobre el segundo (sabiduría), por cuanto, “la Parte intelectual sin la moral puede ofrecer numerosas perspectivas  de caída, en la repetición de las experiencias, mientras que el avance moral nunca jamás será excesivo, representando el núcleo más importante de las energías evolutivas.” (1)
En verdad, nuestra capacidad intelectual es demasiadamente corta, cara a los elevados poderes de la personalidad espiritual, independiente de los lazos de la materia. Según Emmanuel, “los enlaces  de la encarnación hacen el papel de cables de la luz sobre todas las conquistas anteriores del Espíritu reencarnado. En esa sombra reside el acervo de vagos recuerdos, de vocaciones innatas, de numerosas experiencias, de valores naturales espontáneos, al que llamamos sub conciencia. Más allá de eso, la incapacidad intelectual del hombre físico tiene su origen en su propia situación,  caracterizada por la necesidad de pruebas amargas.”(2)
Los valores intelectuales en la Tierra, actualmente, sufren  la vergüenza de todas las fuerzas corruptoras de la decadencia. “La actual generación, que tantas veces se entregó a la jactancia, atribuyendo a si misma las más altas conquistas en el terreno  del raciocinio positivo, operó  los más vastos desequilibrios  en las corrientes evolutivas del orbe, con su injustificable divorcio del sentimiento.” (3) Es por ese deseo  que notamos  en el escenario político-social-económico de la Tierra las aberraciones, los absurdos teóricos, los extremismos estableciendo la inversión de los valores. “Excesivamente preocupados con sus extravagancias los misioneros de la inteligencia cambiaron su labor junto al espíritu por un lugar de dominio, como los sacerdotes religiosos que  permutaron la luz de la fe  por las  previsiones tangibles de la situación económica.” (4)
Entretanto, es imprescindible reconocer que hay una tarea especializada de la inteligencia en el orbe terrestre, sobre todo para los que reciben la delegación bendecida, en luchas expiatorias o en misiones santificantes, de ampliar la buena tarea de la inteligencia en beneficio real de la colectividad. Es urgente, con todo, la vigilancia constante, pues, “el destaque intelectual, muchas veces, oscurece en el mundo la visión del espíritu encarnado, conduciéndolo a la vanidad injustificable, donde las intenciones más puras  quedan aniquiladas.” (5)
Otro aspecto que debemos reflexionar es si debemos, en nombre del Espiritismo, buscar los intelectuales para la comprensión  de sus deberes espirituales. Emmanuel nos responde a esa cuestión de una forma categórica: “provocar la atención de los otros con la intención de regenerarlos, cuando todos nosotros, aun mismo los desencarnados, estamos en función de perfeccionamiento y aprendizaje, no parece justo,  porque estamos aun con un deber esencial, que es el de la edificación de nosotros mismos. En la labor de la Doctrina, hemos de convenir que el Espiritismo es el Cristianismo redivivo por el cual precisamos ofrecer  el testimonio de la verdad, dentro de nuestro concepto de relatividad, todo el fundamento de la verdad de la Tierra está en Jesucristo.” (6)
La Tercera Revelación triunfa por si, sin la concurrencia de las flacas posibilidades humanas. Nadie deberá procurar a  los intelectuales suponiéndose elemento indispensable  para su victoria. Emmanuel alerta que “el Espiritismo no necesita de determinados hombres (intelectualizados) para consolar e instruir a las criaturas, desprendiéndose  que los propios intelectuales del mundo  es que deben buscar, espontáneamente, en la fuente de conocimientos doctrinarios, el beneficio de su iluminación.” (7)
Querido hermano, recordemos que los hombres sencillos, iletrados, humildes, que “pasan  la vida entera, trabajando al Sol en el cultivo de la Tierra, fabricando pan sabroso de la vida, tienen más valor para Dios que los artistas de inteligencia viciada, que no hacen otra cosas sino perturbar la marcha divina de sus leyes. Por tanto, que la expresión de intelectualidad es muy valiosa,  no hay duda, más no puede  prescindir jamás de los valores del sentimiento en su esencia sublime. “(8)

Jorge Hessen

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Cultiva estados mentales positivos como la generosidad y la compasión decididamente conduce a una mejor salud mental y a la felicidad”

              (Dalai Lama) 

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¡A TI QUE ESTAS ENCARNADO!

La  modificación del plano mental de las criaturas nadie la impone jamás, esta es fruto del tiempo, del esfuerzo, de la evolución. La sociedad humana, en la actualidad, viene siendo sacudida en sus propias bases, compeliendo a muchas personas  a improvistas renovaciones.

Para que el hombre físico se convierta en hombre espiritual, el milagro exige  mucha colaboración de las entidades espirituales. Las alas sublimes del alma  eterna no se expanden en estrechos escondrijos  de una incubadora, hay que trabajar, bruñir y sufrir.

Hastiados de las sensaciones en el plano grosero de la existencia, el alma intenta otros dominios. Se busca la novedad, el consuelo desconocido, la solución a la tortura de los enigmas.

La llama del propio corazón, convertida en un santuario de claridad divina,  es la única lámpara  capaz de iluminar el misterio espiritual, en la marcha  redentora  y evolutiva. Al lado de cada hombre  y de  cada mujer,  en el mundo, permanece  viva la Voluntad de Dios,  en lo relativo a los deberes  que le corresponden. Cada cual tiene a su frente el servicio que le compete, como cada día trae consigo especiales de realización en el bien. El Universo se encuentra en el orden absoluto, como aves libres en los limitados cielos, interferimos en el plano divino, creando para nosotros prisiones y ataduras, o liberación y enriquecimiento.

Somos, en el palco de la Corteza Planetaria, los mismos actores del drama evolutivo. Cada milenio es un acto breve, cada siglo es un escenario veloz. Utilizando cuerpos sagrados perdemos la oportunidad santificante de la existencia, haciéndonos réprobos de las leyes soberanas, que nos enredan a los escombros de la muerte, como náufragos  piratas por mucho tiempo indignos del retorno a las lides del mar.

Son muchas las almas  indecisas, presas de la ingratitud y de la duda, de la flaqueza y de la disposición, esclavizadas en la tiranía del instinto, las que viajan divagando en el desierto de la propia  negación;  como pájaros de alas partidas, intentan volar al nido de la libertad  y de la paz, y que, no obstante, aun se debaten en el lodazal  de los placeres  de ínfima condición.

“Es por esta razón que los graneros de luz permanecen  vacíos. El vendaval  de las pasiones fulminantes de los hombres y de los pueblos pasa ululando, de uno a otro polo, sembrando malos presagios. Es la época moderna, la locura se generaliza y la armonía mental del hombre está a punto de zozobrar. Con el cerebro, envuelto  y el corazón inmaduro, el hombre actualmente, se requinta, en el arte de estragar el progreso espiritual.

Existe en la actualidad una nueva amenaza en el domicilio terrestre, el profundo desequilibrio, la desarmonia generalizada, las molestias del alma que se ingieren, sutiles, solapando  la  estabilidad, convirtiendo la Tierra en un campo de interminables hostilidades.

Casi todos los cuadros de la civilización moderna se hayan comprometidos en la estructura fundamental, necesitando movilizar todas las fuerzas a su alcance, para su propia causa.

El trabajo salvacionista no es exclusividad de la religión, constituye  un ministerio común a todos, es una obra genérica para la colectividad, un esfuerzo del servidor honesto  y sincero, interesado en el bien de todos.

No hay que olvidar la propia luz, no contar con antorchas  ajenas para la jornada, es indispensable considerar el propio deber de integridad cada día. Es imposible progresar en un siglo, sin atender las obligaciones  de la hora,  es imprescindible, recomponer  las energías, reajustar las aspiraciones y santificar  los deseos.

No basta creer en la inmortalidad del alma. Es inaplazable la iluminación de uno mismo, con el fin de ser claridad sublime. Importa elevar el corazón, romper las murallas que nos encarcelan en las sombras, olvidar las ilusiones de la posesión, dilacerar los velos espesos de la vanidad, abstenerse  del personalismo envilecido, para que la claridad resplandezca en el corazón y Dios disipe las transitorias tinieblas.

La Puerta Divina no se abre a espíritus  que no se divinizaron por el trabajo incesante  de cooperación con el Padre. Como obreros decididos y valerosos, hemos de alimentar la esperanza renovadora. Siendo el ministerio de iluminación y de eternidad.

Se hace necesario, que encendamos en el corazón el amor fraternal, al frente del servicio. No bastará, en nuestras realizaciones, la creencia que espera, es indispensable el amor que confía y atiende, transforma y eleva, como vaso legitimo de la Sabiduría Divina.

Seamos instrumentos del bien, la tarea demanda coraje y una suprema devoción a Dios. Sin que convirtamos  el círculo en que estamos, en luz en vano acometeremos  las sombras a nuestros propios pies.

La evangelización de las realizaciones en los dos planos de la vida es un deber tan natural y tan inaplazable como lo es la evangelización de las personas.

La espiritualidad Superior, a través de la oración y el trabajo constructivo se vincula al hombre proporcionándole el contacto con los Almacenes Divinos, supliéndolo según su justa necesidad. Las facilidades que gozan los espíritus elevados que tanto admiramos, son prodigadas al hombre por Dios, en todos los lugares. El aprovecharlas  es opción de el. Las maquinas  terrestres pueden alzarle  a considerables alturas, pero el vuelo espiritual, con el que se libera de la animalidad, jamás el hombre lo realizará sin alas propias.

Solo los siervos que trabajan, graban en el tiempo las marcas de la liberación; solo los que se bañan en el sudor de la responsabilidad consiguen acuñar nuevas formas de vida  y de ideal renovador.

El desequilibrio generalizado y creciente invade la mente humana. Se combaten, desesperadamente las naciones y las ideologías, los sistemas y los principios. Se necesita asistencia espiritual en todas partes, reclamando cooperadores abnegados y fieles.

Trabajo realizado por Merchita
Extraído del libro “En un Mundo Mayor” de Chico Xavier
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Aunque nadie pueda volver atrás y hacer un nuevo comienzo, cualquiera aún puede comenzar ahora y hacer un nuevo fin. 
Francisco Cándido Xavier 
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Hermanas Fox



Un poco de  historia del


                        Espiritismo



El fenómeno espírita es universal y la doctrina que de él se obtiene  también lo es,  porque puede ser confirmada a cualquier hora y en cualquier lugar


Allan Kardec en su librito “Qué que es el Espiritismo”, definiendo la ciencia nueva a que había dedicado sus últimos años, escribió:

El Espiritismo es una ciencia que trata de la naturaleza, origen y destino de los Espíritus,
así como de sus relaciones con el mundo corporal”.

Eso, en 1859, dos años tras la edición de El Libro de los Espíritus.

En 1893, treinta y cuatro años después, Gabriel Delanne, en “El Fenómeno espírita”, también define el Espiritismo sólo como ciencia.

Veamos lo que él dijo:

El Espiritismo es una ciencia cuyo fin es la demostración experimental de la existencia del alma y su inmortalidad por medio de comunicaciones con aquellos a los cuales impropiamente se ha llamado muertos”.

Vea bien: la finalidad del fenómeno, según Delanne, era sólo demostrar la existencia del alma y de su inmortalidad. Sólo eso. Nada más.

¿Por qué, en ambas definiciones, no se da cualquiera destaque a la filosofía y a la religión? (Más tarde, Kardec va a mejorar el concepto, ampliando el campo de alcance de la doctrina, diciendo que el “Espiritismo es una ciencia y una filosofía con consecuencias morales”.)

Porque nadie, en aquellas alturas, ni incluso Kardec, podría imaginar que por detrás de los fenómenos estaba surgiendo una ciencia nueva, una filosofía plena y una nueva manera de ver la vida.

En la profundización de las indagaciones es que surgiría un edificio nuevo, un mensaje nuevo que abrigaría, con mucha claridad, la filosofía, la religión, y todos los ramos del conocimiento humano.


Religión es, ante todo, una manera de ver las cosas


Harold Krushner, en su interesante libro “Quién necesita de Dios”, aseguraba con toda su experiencia de rabino que “la religión no es sólo un conjunto de creencias o de una serie de rituales. Religión es, antes de todo, una manera de ver las cosas. Ella no puede cambiar los hechos del mundo en que vivimos, pero puede transformar nuestra visión de esos hechos y reconocimientos, lo que, por sí sólo, hace mucha diferencia. Religión es reunir a las personas de modo que puedan compartir momentos importantes de sus vidas”.

El sociólogo y antropólogo francés, Émille Durkheim (1858-1917), después de viajar para las islas de los mares del sur a fin de estudiar la religión en su forma más primitiva, afirma que una de las cosas más importantes que él aprendió fue que uno de los propósitos esenciales de la religión no era colocar los individuos en contacto con Dios, pero sí lo de colocarlos unos en contacto con los otros. Existen acontecimientos en la vida de cada uno de nosotros que no deseamos vivir solos, cosas alegres, como el nacimiento o la boda de un hijo, y cosas tristes, como la muerte de un ente querido o una guerra y desastres naturales.

El Espiritismo rescata ese concepto original de religión al transformar sus adeptos en una gran familia, compartiendo conocimientos, descubrimientos, emociones. Y, extrayendo de las informaciones de los que ya habían atravesado las fronteras de la muerte, hizo visible la filosofía plena que, de hecho, responde a las preguntas del ser humano:

¿De dónde vinimos?
¿Por qué sufrimos?
¿Cuál es la finalidad de la existencia?
¿Para dónde vamos?
¿Cómo entender el problema del mal y del bien?
¿A qué leyes estamos sujetos en nuestra marcha evolutiva?


Los fenómenos mediúmnicos existieron desde todos 

los tiempos


Además, al encarar de manera racional el problema de la fe y los ejercicios de la meditación y de la oración, estableció reglas de convivencia fraterna entre ese mundo y el otro, entre los que trabajan en las dificultades de la esfera física y los que de ella ya se liberaron por el fenómeno de la muerte.

Como ciencia, continúa investigando los secretos de la comunicación entre vivos y muertos; como filosofía, aclara nuestro camino para evitar sobresaltos y caídas y, como religión, nos hace hermanos con los mismos sueños y las mismas aspiraciones.

Pero todo comenzó, modernamente, en 1848, en un Villarejo de Estados Unidos, pequeña comunidad vinculada a la ciudad de Rochester, en el Estado de Nueva York, en América del Norte.

Modernamente, dijimos, porque los fenómenos mediúmnicos existieron desde todos los tiempos. Hasta donde la historia pudo registrar, no hay un pueblo, una patria, una comunidad donde el fenómeno no haya ocurrido siempre y con gran abundancia. Pero lo que vendría a desencadenar todo el proceso de elaboración de la doctrina es, realmente, moderno. Es casi de nuestros días.

Casa fam. Fox
De repente, en la casa del Sr. John Fox, un presbiteriano asumido y extremadamente religioso, las paredes comienzan a hacer ruido. Eran golpes secos, que en la lengua inglesa se decían ‘raps”. Corría el año de 1848 y el mes era marzo. ¿Serían juegos de niños o perturbaciones de los vecinos? ¿Estaría estallando la madera de que se constituían algunas paredes? ¿Qué diablo era aquello? Golpes insistentes que no dejaban a la familia dormir. Venían curiosos y los golpes continuaban.


No soy demonio, no”, dice el autor de los golpes


Llamada la policía, nada se descubrió. Como buenos evangélicos, pensaron inmediatamente en el demonio. Eso es cosa del demonio, decían todos. Hasta que un día, una de las niñas resolvió conversar con el demonio. Dijo una de ellas: – Su pie dividido (pie de cabrito, porque esa era una de las características del demonio, dadas por aquellos que lo conocían bien). – Su pie dividido – decía ella –, haz lo que yo hago. Dio tres palmaditas con las dos manos unidas. Y el demonio la imitó. Golpeó otras tantas veces. Y la pared repetía. Se preguntó a la pared. ¿Cuál es la edad de Kate? Y la pared dio el número de golpes igual al número de años de la niña. Había una inteligencia por detrás de aquellos golpes. 
Entonces el Sr. Isaac Post, amigo de los Fox, resolvió inventar una forma de conversar con la pared. Él declamaría las letras del alfabeto en voz alta y así que surgiera la letra que interesaba, la pared daba un golpe. De esa forma fueron construyéndose palabras, frases y la historia toda. La inteligencia decía: “No soy demonio, no. Soy un ser cómo todos vosotros. Ya estuve ahí.” Y contó su historia. El autor de los golpes era un comerciante viajero, Charles Rosma, que había sido asesinado allí, en aquella casa, cuando allá se había hospedado con las mercancías que buscaba vender. Los dueños de la posada, por la noche, con vista en el dinero del comerciante y en las cosas que él estaba vendiendo, lo asesinaron y enterraron el cuerpo, de entrada en la bodega. Más tarde, debido al riesgo de descubrirse donde el cuerpo estaba enterrado, lo retiraron y lo emparedaron entre dos paredes duplicadas que sólo más tarde, cincuenta años después, desmoronadas, dejarían expuestos los huesos del indignado vendedor.

Estaba descubierta la manera de entenderse los llamados muertos con los llamados vivos. Después se perfeccionó el proceso. Hasta que se llega a las mesas giratorias que tomaron cuenta de Europa.

Mesas giratorias: una de las grandes diversiones de Europa

 Con las mesas el proceso era el mismo. Reunidas las personas en torno a la mesa y habiendo entidades espirituales que quisieran entrar en la conversación, el acto comenzaba. Preguntada alguna cosa, la mesa golpeaba la respuesta. Madame Girardin inventó una mesita más ligera y de tres pies y la llamó mesa para conversar con los Espíritus. Fue una de las grandes diversiones de Europa en el siglo diecinueve. Hombres importantes se daban a ese menester, Victor Hugo fue uno de ellos y que más tarde vino a continuación el pensamiento doctrinario de Kardec.

Ahí entra el sabio, el crítico, el investigador. El hombre de ciencia: profesor Hippolyte Léon Denizard Rivail. Magnetizador, con más de treinta años de experiencia en ese arte de Mesmer, observando más que los otros, y sin cualquier tipo de prejuicio,  profundizó en el estudio, perfeccionó procesos, descubrió leyes y construyó el gran edificio de ese mensaje de renovación espiritual de tanta importancia para el crecimiento de los hombres y perfeccionamiento de la Humanidad.

Toda la doctrina emergió de ese fenómeno naturalísimo que se repite en cualquier parte donde esté el intermediario (médium) y alguna entidad que desea manifestarse. El fenómeno puede ocurrir casualmente sin cualquier interferencia de la voluntad humana o por efecto de provocación, llamada evocación. Sin cualquier privilegio de nadie. De ninguna creencia. En toda casa, bastando la existencia de esos dos elementos: un ciudadano que tiene dones mediúmnicos y seres espirituales que se dispongan a aparecer. Por eso el fenómeno es universal y la doctrina que de él se levanta también lo es, porque puede ser confirmada, a cualquier hora, a cualquier tiempo, y en cualquier lugar.
Autor: Arthur Bernardes de Oliveira



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