miércoles, 31 de enero de 2018

Sensibidad evolucionada




Hoy os presento los siguientes artículos
de estudio:

- ¿La Ley de Consecuencias tiene relación  con las demás leyes espirituales?
- La sonrisa de la Fe
- Sufrimiento y Eutanasia
-Sensibilidad evolucionada





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¿La Ley de Consecuencias tiene relación  con las demás leyes espirituales?
         
        Las leyes   espirituales se complementan y justifican de tal modo entre ellas, que juntas forman un Todo que refleja la gran Inteligencia, Bondad, Sabiduría, Justicia y Perfección de la Fuente de Origen de todo cuanto existe y llamamos Dios.
        La  Ley de Consecuencias junto a la ley de Evolución,  dan  razón de existir a la de la Reencarnación con la que están  íntimamente relacionadas. La ley de Consecuencias o de Causa y Efecto, más popularmente conocida como ley del Karma, regula la forma de realizarse y manifestarse la reencarnación.  La ley   de Consecuencias  hace que mediante la Reencarnación, las faltas que comete cualquier Ser humano,  deba  corregirlas   o  soportar  sus   consecuencias , si   no  es  en  esta  misma  vida,  lo es en  otras   siguientes.
      No hay  sufrimiento en esta vida que no tenga su origen en los sufrimientos  o dolores que alguna vez hayamos causado a alguien; y si este mal no lo hemos causado  en la vida presente, sin duda  que alguna vez sucedió en una existencia  anterior.
       Cuando tenemos conciencia clara de estas leyes naturales, tenemos   claro  que lo que sembremos hoy de bueno o de malo, lo tendremos que recoger  tarde o temprano.
      Como ya se ha dicho, esta ley no solamente  regula y corrige las consecuencias de acciones del mal o erróneas, sino que también  premia y  recoge los beneficios  que ocasionan las acciones de bien, por lo tanto es  una Ley Natural que actúa  sabiamente  como un mecanismo  equilibrante preciso y automático  para  la realización de la Ley de Justicia, y de todas las demás leyes cósmicas,  reajustando y corrigiendo nuestro Ser  de forma precisa, cuando nos desviamos de la Ley del Amor  e intentamos estancarnos  en  nuestra  evolución,  así como también, premiandolo cuando fue merecedor de ello por sus buenas acciones;  por tanto el karma  o ley de Consecuencias,  resulta que también es una ley reguladora de la Ley de Evolución por el  proceso de mejora y perfección mediante el reajuste personal al que va conduciendo al  ser espiritual ,vida tras vida. 
     Se puede afirmar que en lo bueno y en lo malo que hacemos, repercute en nosotros exactamente lo mismo, o sea, si fue bueno, nos vendrá bueno y si lo hacemos malo, nos regresará malo a nosotros. ¿Hay una justicia  humana más perfecta?.
 
- Jose Luis Martín-


“No es el mal que recibimos el que nos hace daño, sino el que hacemos a otros”
                                                         - Longfellov – (1807-1821)



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                   LA SONRISA DE LA FE
Las cirugías en los niños pequeños dejan a todos, principalmente a los padres, con el corazón en la mano.
Entregar la vida del ser amado en las manos de un extraño, es una tarea de lo más dolorosa.
En un momento, él está allí contigo, jugando, abrazando, divirtiéndose, sin saber lo que le espera más adelante. Luego, está en una camilla del hospital, inconsciente – bajo anestesia general.
Tal vez sea la primera lección de desapego que la vida da a los padres. Y así fue con aquella niñita de tres años. Llegó al hospital, juguetona, a las siete de la mañana, como si fuera un día normal de juegos.
Como la mayoría de los niños, a ella no le gustaba mucho las consultas médicas, en las que el doctor o doctora la movía de arriba a abajo, de abajo a arriba, punzando aquí, midiendo esto y aquello.
Si pensara como un adulto, ciertamente preguntaría: ¿Cómo estos médicos encuentran tantos orificios en mí para colocar esos instrumentos extraños y helados?
Entonces, cuando vio a su pediatra, todo ataviado, con máscara, gorro, bata, percibió que algo extraño estaba ocurriendo. Se encogió, miró a su madre y se quedó mirando fijamente al pediatra.
Los padres, que la habían preparado desde hacía algunos días, explicando lo que iba a pasar, volvieron a decirle con palabras simples que aquel tío la ayudaría a respirar mejor, a quedarse menos enferma.
No mintieron ni engañaron a la niña, diciendo que no le iba a doler. Conociendo el post-operatorio, sufrido para los pequeños, le explicaron que estarían a su lado cuando volviese a despertar, y que el dolor iba a pasar. Y la madre partió, llevándose a la niña hasta la camilla quirúrgica donde sería sedada. El temor era su reacción cuando ella se diera cuenta de que estaba en un centro quirúrgico.
Sin embargo, ella sorprendió a todos. Se acostó calmadamente. En el ambiente había otros profesionales y, cuando le pusieron la máscara con el sedativo, ella levantó los ojos, esbozó una sonrisa y entonces, cerró los párpados.
Más tarde, el anestesista residente, encantado, se dirigió a la madre y dijo: ¡Qué angelito! Nunca recibí una sonrisa así, tan verdadera…
La niña confió en ellos. Confió en los padres. Confió.
* * *
¿Cómo está nuestra confianza en Dios?
¿Es verdad que vemos al Creador como ese médico experimentado que sabe lo que hace, al que confiamos nuestras vidas?
A veces, Le entendemos de la misma forma en la que un niño de tres años entiende el conocimiento de un profesional con décadas de experiencia – casi nada. Y eso es perfectamente normal. Ese niño va a crecer y un día va a comprenderlo mejor.
Pero mientras no lo comprende, pues no lo conoce, ella tiene a sus padres para decirle: Puedes confiar. Ella tiene a los padres para mostrarle la verdad de lo que va a ocurrir, la verdad adaptada a su realidad.
Así es con nosotros, así es con la verdadera religión, la que nos une al Creador a través del sentimiento y de la razón.
La sonrisa de la fe es la certeza de que todo lo que nos ocurre es para nuestro bien, nos guste o no, sea o no agradable.
La fe nos da una visión más amplia sobre la existencia. Ella nos saca de la caverna y comienza a mostrarnos la luz de allá afuera.
Redacción del Momento Espírita.
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     Sufrimiento y eutanasia
Cuando te encuentres ante alguien que la muerte parece nimbar de sombra, recuerda que la vida prosigue, más allá de la gran renovación...
No te creas autorizado a asestar el golpe supremo en aquellos que la agonía enmudece, bajo pretexto de consolación y de amor, porque muchas veces, detrás de los ojos sin brillo y de las manos desfallecidas que parecen dar el último adiós, sólo responden avisos y advertencias para que el error sea interrumpido o para que la senda se reajuste mañana.
Ante el camastro de la enfermedad más insidiosa y más dura, brilla el socorro de la Infinita Bondad facilitando a quien debe, la conquista de la deuda saldada. Por ello mismo, en las mismas molestias reconocidamente oscuras para la diagnosis terrestre, brillan lecciones cuyo término hay que esperar, a fin de que el hombre no les pierda su esencia divina.
Y así sucede porque el cuerpo carnal, incluso igual o más mutilado y deforme, en todas las circunstancias, es el sublime instrumento en que el alma es llamada a encender la llama de la evolución.
Es por ese motivo que en el mundo encontramos, a cada paso, trajes físicos con patrón moral diverso.
Cuerpos—santuarios...
Cuerpos—talleres...
Cuerpos—bendiciones...
Cuerpos—escondrijos...
Cuerpos—flagelos...
Cuerpos—ambulancias...
Cuerpos—cárceles...
Cuerpos—expiaciones...
En todos ellos, sin embargo, palpita la concesión del Señor, inducién-donos al pago de viejas deudas que la Eterna Justicia todavía no borró.
Así, no desconsideres a quien se inmoviliza en la cruz horizontal de la enfermedad prolongada y difícil, administrándole el veneno de la muerte suave, ya que, probablemente, conocerás también más tarde el provechoso decúbito indispensable para la gran meditación.
Y usando bondad para los que atraviesan semejantes experiencias, para que te no falte la bondad ajena el día de tu experiencia mayor, acuérdate de que, valorando la existencia en la Tierra, el propio Cristo arrancó a Lázaro de las tinieblas del sepulcro, para que el amigo dilecto consiguiese disponer de más tiempo para completar el tiempo necesario a su propia sublimación.
Xico Xavier- Emmanuel
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SENSIBILIDAD  EVOLUCIONADA
Mercedes Cruz

La sensibilidad del Ser evoluciona junto a su moral y durante la evolución se integra con la conquista de la sabiduría.
A través de las sucesivas vidas, aumenta su caudal de conocimientos sobre la vida, la Creación  y las leyes y fuerzas que la rigen. No obstante el conocimiento actual es aún muy restringido porque el hombre está, con relación al Universo, muy bajo en la escala evolutiva.
Las sucesivas vidas en diferentes estancias, con la permanencia más o menos demorada en los planos etéreos, le son de gran auxilio, sobre todo cuando su conciencia espiritual despierta con esa comprensión.
Toda vez que “muere” encarnando o “resucita” desencarnando, descendiendo a las sombras de la materia densa o renaciendo en las claridades de la luz, el hombre sortea pruebas, adquiere nuevos conocimientos y progresa, pues la vida no se detiene jamás, ya que es un movimiento ascensional permanente en el campo móvil de la eternidad.
Para las experiencias en el mundo terrenal bastan la inteligencia y los sentidos físicos, más para los de orden  espiritual necesita otras facultades  más elevadas y diferentes que se ubican por encima de la razón y pertenecen al mundo hiperfísico.
A estas últimas pertenecen las de tipo mediúmnico.
Para la Naturaleza material y las cosas del mundo visible el hombre recibió de Dios la vista corpórea, los sentidos  e instrumentos especiales, tales como un telescopio con el cual proyecto su mirada en las profundidades  de los espacios y con el microscopio descubrió el mundo infinitamente pequeño.
Para penetrar el Mundo Invisible le dio la mediúmnidad. Su misión es santa  porque su finalidad es rasgar los horizontes de la vida eterna.
Desarrollada  la sensibilidad  individual, más allá de los limites considerados comunes, deviene la facultad de ver cosas que los otros no ven, oír lo que no es normalmente oído, sentir de modo normal  y producir fenómenos  considerados absurdos frente  a las leyes generales de enjuiciamiento y análisis.
El hombre primitivo actuaba por instinto, su sensibilidad no iba más allá de la epidermis y actuaba solamente en los límites del ámbito personal concerniente  al mantenimiento de la vida: calor, frio, hambre, terror, sexo…
Después paso el hombre a comprender la Naturaleza externa en todo lo que ella influía directamente en la vida personal del Ser.
 Enseguida avanzo un poco y descubrió las relaciones  existentes entre las cosas  y los seres vivos y las consecuentes reacciones.
Sintió el viento y no se atemorizó más; vio la lluvia y la bendijo; produjo el fuego y se calentó con el. Se aplicó más y promovió la unión entre las tribus, las comunidades y las razas, iniciando así los primeros pasos en el terreno de la colectivización; sintió los reflejos y las consecuencias  de la vida social y esbozó entonces los primeros rudimentos de las leyes.
Se desarrollo aun más y comprendió la expresión simbólica de la Naturaleza, de esfuerzo en esfuerzo, paso a paso, avanzando por milímetros, ha venido siendo hasta hoy, cuando ya evolucionado, en un grado más avanzado, inquietándose con el sufrimiento ajeno, organizando la vida social en moldes más justos y legislando con mayor expresión fraternal, va en firme marcha por el camino hacia un mundo renovado y con bases cercanas al ideal evangélico.
Y sigue progresando, en un grado por encima del sensitivo, ya, como un hombre renovado, penetrará en los mundos del más allá de la materia, sorprendiéndolo los aspectos, movimientos y habitantes y, más alto aun, vislumbrará los mundos espirituales completamente vedados a los ojos y a la comprensión humana actual, rematando su visión superior en la contemplación del Cosmos sintiendo su pulsación, su belleza, su grandiosidad y su admirable unidad eterna.
¿Qué será entonces: un hombre o un ángel?
El desarrollo de las facultades del Espíritu tiende, pues, a la revelación de las cosas divinas en todos sus aspectos y grados y a la ejemplificación de sus leyes en la vida común.
Hoy los guías echan mano de “facultades en préstamo” para algunas de esas revelaciones y para la demostración de los fenómenos aún considerados sobrenaturales, más, en el futuro, la humanidad madura y evolucionada será cuando el hombre sea un instrumento pleno y consciente de las realidades espirituales aplicadas a la vida colectiva.
Son médiums  todos los profetas e instructores de verdades, como también  lo son todos aquellos que las viven, porque es por su intermedio que tales verdades caminan, tomando cuerpo y se realizan.
La mediúmnidad, pues, no es un fenómeno individual, restringido a un hombre, privilegio de unos y otros sino un hecho universal, común a toda  la creación divina, en el sentido de que las partes   de esa creación se manifiestan unas a las otras y, recíprocamente, se revelan la síntesis  divina  que representan y la esencia universal que en ellas se contiene.
Así como los seres se manifiestan unos a otros, Dios se manifiesta a los hombres por medio de su creación y de eso se deduce que todas las cosas  y seres son fenómenos intermediarios.
La mediúmnidad es, pues un fenómeno natural y se realiza en todos los grados de la jerarquía  de la creación, en una escala que va del gusano a los ángeles, todo y todos  manifestándose recíprocamente y dando testimonio de sí mismo. Así, Jesucristo fue, innegablemente, el médium de Dios junto a los hombres, manifestando, transmitiendo y realizando su voluntad divina.
Como todo lo demás la mediúmnidad evoluciona. Sus aspectos pueden ser aparentemente  los mismos, porque en este mundo de materia pesada las relaciones con los planos espirituales, siguen determinados moldes invariables; los procedimientos no cambian mucho, empero las facultades se dilatan y alcanzan cada vez horizontes y extensiones  más amplios.
En cualquier punto del Universo en el que esté el individuo la mediúmnidad se ejerce con las mismas características  y consecuencias,  siendo pues, como dijimos, un fenómeno de constatación y aplicación  universales.
Cuanto mayor sea el grado  o índice de esa sensibilidad, tanto mayor será la intuición y, consecuentemente, tanto mayor  el campo del individuo abarque en la percepción de los fenómenos y de los aspectos de la vida cósmica.
 La Naturaleza es un maravilloso y amplio campo de manifestaciones  fenoménicas aún muy poco penetrado por nuestro rudimentario conocimiento.
Los que hoy poseen una sensibilidad ya evolucionada recogen lo que plantaron en vidas anteriores, reciben los resultados de las experiencias  que ya realizaron, de las pruebas que soportaron, aunque el número de ellos es restringido. Son esos los que sin la coacción del dolor adoptan más fácilmente y sin discusión ni vacilaciones las enseñanzas de la Tercera Revelación, porque ya tienen con las verdades que esta predica una más o menos acentuada afinidad espiritual.
La gran mayoría de los hombres no se fijan en estas verdades, las únicas capaces de reformarlos  moralmente, permanecen al margen  de la gran renovación espiritual que se está produciendo en el planeta.
Representan un elemento de estancamiento, de detención, de retardo para la evolución de la especie. El Umbral y las Tinieblas son aun sus moradas naturales.


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martes, 30 de enero de 2018

Desánimo espiritual



 Hoy os presento:

- La vida es una danza
-Kardec y el autoconocimiento
-La doctrina del Espiritismo
-Desánimo espiritual
                       
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               La vida es una danza... 

Cuando una puerta se cierra, otra se abre; cuando un camino termina, otro empieza... nada es estático en el Universo, todo se mueve sin parar y todo se transforma siempre para mejor. 
Habitúese a pensar de esta manera: todo lo que llega es bueno, todo lo que parte también. 
En la danza de la vida... baila de la forma como ella se presenta, sin apego o resistencia. 
No se asuste con las enfermedades... ellas son despertadores, tienen la misión de llamar su atención. De otra forma permaneceríamos distraídos con las seducciones del mundo material, olvidados de lo que venimos a hacer en este planeta. 
El universo nos mandó aquí para cosas más importantes que comer, dormir, pagar cuentas... 
Hemos venido para realizar lo Divino en nosotros. 
Toda inercia es una omisión a la obra divina. 
Hay un mundo a ser transformado, su papel es contribuir para dejarlo mejor que usted lo encontró. Recursos para eso tienes, sólo falta la voluntad de servir a Dios sirviendo a los hombres. 
No digas que las personas son difíciles y que la convivencia entre los seres humanos es imposible. 
Todos se esfuerzan por cumplir bien la misión que se les ha confiado. 
Si usted ya anda más firme, tenga paciencia con sus compañeros de viaje. 
Aunque los caminos son diferentes, todos seguimos en la misma dirección, en busca de la misma luz. 
Y siempre que la impaciencia amenace su buena voluntad con el caminar de un semejante, haga el ejercicio de la compasión. 
Él le ayudará a percibir que en realidad nadie está obstaculizando su camino ni queriendo hacerle ningún mal, está tratando de ser feliz, así como usted. 
Cuando nos colocamos en el lugar del otro, algo muy mágico sucede dentro de nosotros: el corazón se abre, la generosidad se instala dentro de él y nace a partir de ahí una enorme comprensión acerca del propósito mayor de la existencia, que es la práctica del AMOR. Cuando miramos a una persona con los ojos del corazón, percibimos el parentesco de nuestras almas. 
Somos una sola energía, juntos formamos un inmenso tejido de luz... No existen las distancias físicas. 
La Física Cuántica ya ha probado que es todo una ilusión. Estamos interconectados por hilos invisibles que nos conectan al Creador de la vida. 
Mi tristeza contamina el bienestar de mi vecino, así como mi alegría entusiasma a alguien del otro lado del mundo. 
Es imposible herir a alguien sin ser herido también, recuerde eso. 
El ejercicio diario de la compasión nos hace seres humanos de primera clase.


- Mercedes Cruz-

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KARDEC Y EL AUTO CONOCIMIENTO
Wellington Balbo


Complicado es el caminar por tierras extrañas, en un viaje donde falta conocimiento del camino a seguir.
Cuando esto ocurre las posibilidades de error son grandes. Imprescindible, por lo tanto, es abastecerse de todas las mejores condiciones, para que este viaje transcurra de la mejor forma posible.
El viaje al cual nos referimos aquí, es el retorno del Espíritu al mundo de la materia, por las puertas sagradas de la reencarnación.
¿Pero, y el planeamiento? ¿No planificamos este viaje de retorno al mundo físico?
Si lo hicimos, no será algo extraño, al final, es como si recordásemos los caminos a recorrer, basta seguir lo planificado y no nos perderemos.
Si; la verdad es que si seguimos el plan elaborado, procurando cumplirlo, todo es más fácil, a pesar de las posibilidades de cambios de rumbo.
Todo dependerá de nuestra elección.
Podemos seguir lo que fue planeado en el plano espiritual, como también podemos, entorpecernos con los sentidos de la carne y desviarnos por otros caminos.
Entonces, cómo lograr el éxito en nuestra jornada terrena, ¿si no cumplimos lo que nos fue trazado otrora, en el plano espiritual?
A final, si optamos por otros caminos, no estudiados, ni planificados, nuestras posibilidades de éxito se hacen menores
Esto no quiere decir, que sea imposible la salida de lo que fue planeado, ni que sea un fracaso existencial.
Entretanto, hay en toda esta historia, un ingrediente que hace la diferencia en nuestro favor: ¡el auto conocimiento!
Auto conocimiento que está explícito en la codificación de la Doctrina Espírita, más precisamente en la cuestión nº 919, de “El Libro de los Espíritus”, donde los bienhechores indican al auto conocimiento, como condición esencial para el éxito en la vida.
Quien ejercita el auto conocimiento, conoce las virtudes que posee y las limitaciones a superar.
Y digo de paso, que conocer las virtudes no quiere decir ser prepotente, pero si saber de los éxitos conquistados, ¿o alguien duda que tenemos muchos triunfos?
Si, tenemos muchas virtudes, muchas habilidades que desarrollamos al largo de nuestras existencias. El gran problema, es que muchos consideran, que reconocer de la existencia de estas virtudes, es en si vanagloriarse.
Nada de esto; eso es conocerse, saber lo que ya fue conquistado. Lo que no puede es resbalar a los excesos e idolatrar la propia figura, o utilizar las conquistas efectuadas en el campo de la cultura, por ejemplo, para constreñir al semejante, eso es otra historia.
Quien se considera profesor de la vida, y estar efectivamente ocupando un dignísimo lugar al lado de “DIOS”, entra en letárgica existencial, dejando de avanzar por la simple razón de considerarse perfecto.
Somos seres en constante construcción, insertados en un incesante proceso de aquilatar virtudes y superar limitaciones.
Con todo, es necesario conocer las virtudes que faltan por conquistar y las malas que se deben depurar.
Es ilustrativo el caso del alcoholismo, una enfermedad que solo es vencida cuando el alcohólico se entera de su condición.
Es necesario que el alcohólico primero admita que está enfermo, para después vencer el vicio.
Mientras el alcohólico intenta engañarse, considerando que nada tiene, persistirá enfermo por un simple motivo: ¡ignorancia!
Este ejemplo, apenas demuestra la necesidad constante que tenemos de cultivar el auto conocimiento, estudiándonos permanentemente para que no quedemos sometidos a nuestras debilidades.
Y en el tópico de auto conocimiento, vale la pena recordar a Kardec, ya que, se auto conocía y sabia de las virtudes que poseía, como también tenía plena conciencia de que no era el único capaz de desempeñar el trabajo de organización de la Doctrina Espírita.
Y demostrando de esa manera objetiva y segura, sin aires de superioridad que caracteriza el ser prepotente.
Nos dice en “Obras Póstumas”, refiriéndose a la caridad:
(...) “Es cierto que no me pertenece formular el inventario del bien que pude hacer; pero en un momento en el que todo parece olvidarse, debe serme permitido manifestar a los que me sobrevivan, que mi conciencia me dice que no he traicionado a nadie, que he hecho todo el bien que me ha sido posible y que he respetado y no he pedido cuentas a la opinión; sobre este punto mi conciencia está tranquila,” (...)
Y en la misma obra antes citada, extraemos otra prueba de auto conocimiento que poseía el codificador, quien no se consideraba insubstituible, dejando explícito que una obra gigantesca como el Espiritismo, no queda subordinada a solamente un hombre, prueba cabal de la magnitud divina:
(...)” no tengo la pretensión de ser el indispensable, que Dios es muy sabio para hacer descansar el porvenir de una doctrina que debe regenerar el mundo sobre la vida de un hombre, y que además, me ha sido dicho que para cumplir mi tarea de constituir la doctrina, me será otorgado el tiempo necesario.” (...)
En la familia, en la sociedad, en el trabajo y en las actividades voluntarias que desempeñamos, somos todos importantes, pero no insustituibles.
Tener consciencia de la condición de eternos alumnos de la vida y es el secreto para no estacionarnos en la prepotencia, ni hundirnos en las obscuras aguas, de falta de confianza en nosotros mismos.
Todos tenemos virtudes, y es importante saber esto. Todos tenemos limitaciones, y más importante aun es no ignorarlas, para que cumplamos fielmente los designios del creador, que augura a todos un futuro promisor.
Pensemos en esto.


Traducción Cassio Lopes

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La doctrina del Espiritismo




86. ¿Cómo se nombra el conjunto de las enseñanzas que acabamos de exponer?
− El conjunto de estas enseñanzas se nombra Espiritismo, o espiritualismo experimental.

87. ¿Qué significa la palabra Espiritismo?
− Significa ciencia del espíritu, porque son los espíritus mismos quienes nos las revelaron.

88. ¿Por qué espiritualismo experimental? 
− Porque esta doctrina se basa en hechos positivos, controlados por la experimentación científica.

89. ¿El Espiritismo es una ciencia o una creencia? 
− El Espiritismo es a la vez una ciencia positiva, una filosófica, una doctrina social; es también una creencia, pero basada en la ciencia experimental.

90. ¿Es una ciencia, una filosofía, una doctrina, una creencia nuevas? 
− De ninguna manera; es la ciencia íntegra, la filosofía humana, la doctrina universal. Es vieja y nueva, como la Verdad, que es eterna.

91. Pruebe que el Espiritismo es una ciencia. 
− El Espiritismo es una ciencia porque reposa en principios positivos de los que se puede sacar deducciones científicas indiscutibles. Además, es la misma razón de la ciencia, porque la ciencia que no alumbra al hombre sobre su naturaleza íntima y sobre su destino es sólo una ciencia incompleta y estéril, como el positivismo. Entonces, el Espiritismo es la ciencia completa del hombre; le señala su verdadera naturaleza, su principio fundamental, su destino final, y por consiguiente se esfuerza, dándole toda luz a la vida, por hacerle más feliz y mejor.

92. ¿Cuáles son las pruebas científicas actuales del Espiritismo? 
− Las pruebas actuales del Espiritismo son los descubrimientos recientes de la radioactividad de todos los cuerpos y de todos los seres, la hipnosis, el magnetismo, los fenómenos múltiples de la telepatía, del desdoblamiento, los fantasmas de los vivos y de los difuntos, en una palabra todo el conjunto de los fenómenos de orden psíquico. Los descubrimientos futuros, de los que éstos son sólo el prefacio, darán al Espiritismo experimental una consagración definitiva.

93. Ya que el Espiritismo es una ciencia positiva, ¿por qué encuentra tanta contradicción, tanta hostilidad entre los sabios? 
− El Espiritismo es combatido, en general, sólo por los sabios oficiales, precisamente porque es una revolución en la ciencia oficial. La inmensa mayoría de los sabios libres e independientes son, por contra, favorables al Espiritismo y cada día vienen a incrementar nuestras filas. El Espiritismo experimental ha sido reconocido de utilidad pública; numerosos institutos psíquicos se crearon en los grandes centros intelectuales de Europa y del Nuevo Mundo. La ciencia, liberada de los métodos caducos y las rutinas seculares, en un futuro próximo, será totalmente espiritualista.

94. ¿Cómo el Espiritismo, que es una ciencia, es al mismo tiempo una filosofía y una moral? 
− Porque el Espiritismo es una ciencia eminentemente práctica, que enseña a los hombres las dos grandes virtudes en las cuales reposa toda la moral humana: la justicia y la solidaridad, es decir el progreso en el orden y el amor.

95. ¿Acaso el cristianismo no explica esta moral? 
− Si, es la moral universal escrita desde todos los tiempos en la conciencia humana. Jesús la enseñó al mundo hace veinte siglos, pero los sacerdocios y las teologías la desnaturalizaron y fue alterada por adiciones interesadas o interpretaciones sutiles. El Espiritismo le restituye su primera pureza, lo apoya con pruebas sensibles y la presenta al género humano con toda la amplitud que conviene para su evolución actual y sus progresos futuros.

96. Sin embargo, toda moral pide una sanción, es decir, una recompensa por el bien, un castigo para el mal. 
− La recompensa del bien consumado, es el bien mismo, como el castigo del mal empleado es la conciencia de haberlo hecho con premeditación, de donde el remordimiento. El espíritu humano mismo es su propio remunerador o su justiciero. Dios no castiga ni recompensa ni a nadie. Una ley inmutable, una justicia inmanente dirigen tanto el orden del universo como las acciones de los hombres. Todo acto consumado trae sus consecuencias. Dios deja al tiempo el cuidado de traerlas.

97. ¿Entonces no hay cielo ni infierno? 
− El cielo o el infierno están en la conciencia de cada uno de nosotros; toda alma lleva en sí y consigo su alegría o su pena, su gloria o su miseria, siguiendo sus méritos o sus deméritos.

98. ¿Entonces, por qué hacer el bien y evitar el mal, si no se es recompensado por lo uno con el cielo, ni castigado por lo otro con el infierno? 
− Hay que hacer el bien y evitar el dolor, no con en el fin egoísta de una recompensa ni por el temor servil a un castigo, sino únicamente porque es la ley de nuestro destino y la condición necesaria para nuestro adelanto. El progreso de los seres es el resultado de su esfuerzo individual, así se desvanecen el dogma injurioso de la gracia y la teoría fatalista de la predestinación.

99. ¿Cómo formula usted la ley del destino? 
− Cada uno de nuestros actos, bueno o malo, dijimos, recae sobre nosotros. La vida presente, feliz o desgraciada, es la resultante de nuestras obras pasadas y la preparación de nuestras vidas futuras. Cosechamos, matemáticamente, a través de los siglos, lo que sembramos. La memoria de nuestras vidas anteriores se borra en el momento de la vuelta del alma a la carne; pero el pasado subsiste en las profundidades del ser. Esta memoria se reencuentra a la muerte y hasta durante la vida, cuando el alma se libra del cuerpo material, en diferentes estados del sueño. Entonces, el encadenamiento de nuestras vidas y, como consecuencia, el de las causas y los efectos que las rigen, se reconstituyen. La realización en ella de una ley soberana de justicia se vuelve evidente para nosotros.

100. Acabamos de ver que el Espiritismo es una ciencia positiva y una filosofía moral. ¿Cómo es además una doctrina social?
− Porque el Espiritismo bien comprendido y bien practicado vuelve al individuo mejor, y es únicamente por el mejoramiento del individuo que se puede obtener el de la sociedad.

101. ¿Cómo el Espiritismo vuelve mejor al individuo? 
− Consagrándosele la verdadera noción de la vida y por lo tanto la de su destino; es decir haciendo la educación moral del hombre individual y del hombre social.

102. ¿Pero la sociología y el socialismo modernos no hacen la misma cosa? 
− Desgraciadamente hacen lo contrario. El socialismo actual ve en la existencia presente sólo lo que llama "la concurrencia vital", es decir lucha por la vida. Esta teoría es peligrosa porque consagra el materialismo, excita los apetitos, desencadena las codicias, legitima todos los atentados y trae la anarquía. No se refiere más que al bienestar material, es decir la vida del cuerpo, y no tiene nada en cuenta del destino inmortal del espíritu.

103. ¿Cómo la doctrina espiritista corrige este error del socialismo? 
− El Espiritismo le demuestra al hombre que su vida presente es sólo un eslabón de la larga cadena de sus existencias. Por consiguiente, debe considerarla sobre todo desde su punto de vista real, el de la educación del alma, y no por las ventajas materiales que nos ofrece, éstas que no pueden, si abusamos de ellas, más que retrasar nuestro adelanto y nuestra felicidad verdadera. ¿Esta única consideración no es ya uno de los mejores argumentos a favor de la moderación de los apetitos, y la más segura de nuestras certezas sociales?

104. ¿Cómo comprende el Espiritismo la solidaridad humana? 
− En su noción más alta y más extensa. Cada hombre debiendo renacer para reparar sus faltas o perfeccionar su vida sobre la misma tierra, que es el campo de batalla de sus luchas y el terreno de sus trabajos, ¿no tiene todo el interés en hacer allí el bien a su alrededor, en querer a sus semejantes, a prestarles ayuda para prepararse un regreso feliz a este mundo de pruebas? El hombre comprende, gracias a las enseñanzas del Espiritismo, que trabaja para sí mismo consagrándose a los demás: es el principio de la verdadera solidaridad por el sacrificio individual, de donde resulta el beneficio colectivo. Si esta doctrina fuera comprendida y aplicada concienzudamente, solamente durante 24 horas sobre Tierra, el problema social sería resuelto definitivamente.

105. ¿No es este punto un sueño, unas de esas utopías acariciadas por los espíritus quiméricos, pero imposible de realizar? 
− Los hechos están ahí para probar la posibilidad de realizar esta doctrina social. Existen en Bélgica y en Francia grupos espiritistas de obreros, y sobre todo mineros, que funcionan desde hace quince o veinte años. Cada domingo, se reúnen para escuchar las enseñanzas de los espíritus protectores y las comunicaciones del más allá. Cada uno de estos trabajadores humildes participa del evangelio de los invisibles. Algunos han curado completamente sus pasiones y corregido sus vicios; todos ellos son consolados, instruidos, reconfortados y se vuelven mejores. Estos hombres, en otro tiempo incultos y groseros, ahora son alumbrados sobre los problemas del destino y de la vida eterna. Las voces de ultratumba, la de sus amigos, de sus parientes, les aprendieron más que los sermones del sacerdote o las declamaciones del sofista y del retórico. Un día, y este día no tardará en venir, estas comunicaciones del mundo invisible se harán la religión de los pueblos y la de la humanidad; un nuevo principio educativo social será revelado al mundo, y la paz, la justicia, la fraternidad reinarán entre los hombres.

Leon Denis 
Extraído del libro "Síntesis doctrinal y práctica del Espiritismo"


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Desánimo Espiritual 
Cuando entramos en contacto con un ideal filosófico y/o espiritual que nos toca la razón y el convencimiento, y por afinidad nos sentimos identificados con sus preceptos, es natural (y de hecho, coherente) que pasemos a incorporarlos a nuestro día a día., al menos si estamos interesados en “educar” ciertas áreas personales, mejorar nuestro patrimonio espiritual o, en definitiva, crecer como individuos. La Doctrina espirita, que es claramente evolucionista, evidencia notablemente esto de que hablamos, ya que la auto-reforma de la persona es su fin más característico.

Es común que en los primeros momentos de adhesión a este ideal filosófico (como ocurre cuando se abrazan otros ideales del mundo), la ilusión y el entusiasmo marquen los primeros pasos... Este estado es normal (y hasta positivo), pero no durará mucho tiempo si no incorporamos, a la vez, otros aspectos que den mas seguridad y madurez a la trayectoria moral o doctrinaria que hemos elegido por afinidad de espíritu... 
Ilusión, proyectos de auto-crecimiento, ganas de hacer cosas, etc... Aparquemos por un momento todo esto a un lado: vamos a situarnos. 
Como en todos los proyectos de vida que iniciamos, el saber situarnos previamente, resulta un paso de especial importancia.., y lleva intrínseca una trascendencia q, en general, no valoramos; no solo por lo que vale, sino por las repercusiones que tendrá mas tarde, en nuestra trayectoria espiritual... Decimos esto porque, infelizmente, esto no ocurre así, y normalmente pasamos rápidamente a incorporar nuevas perspectivas espirituales y a adoptar hábitos morales nuevos sin un planteamiento previo, sin una auto-evaluación de nosotros mismos (ese “situarse”, acoplarse...de que estamos hablando). 
Pero, ¿qué significa saber situarse? Pues básicamente, meditar cual es nuestra condición interna (y global) como individuos en evolución, y tener clara nuestra realidad psicológica verdadera (sin enmascarar nada, con total honestidad)..es decir: nuestras inclinaciones afectivas, nuestras adquisiciones morales, pero sobretodo; nuestros miedos, inferioridades y pequeñas o grandes miserias, aquellas que nos encadenan al sufrimiento, pero, a la vez, nos definen como humanos..seres de luz en arduo tránsito hacia la Perfección...

Una vez hecho este “inventario” moral y psicológico (una acción que tiene que ser valiente y sincera, pues se trata de reconocer nuestra porción de sombra ..), el paso siguiente e igualmente imprescindible es aceptar todo esto que somos... plenamente.

TOMA DE CONTACTO INTERIOR
+
RECONOCIMIENTO MORAL
+
ACEPTACIÓN 

Recordamos que toda esta especie de “sondeo” personal es para un mejor rendimiento de nuestro potencial, una puesta a punto para ofrecer lo mejor de nosotros mismos a la causa que abrazamos... conscientes de lo que somos y de las cosas que aún tenemos que trabajarnos.

Sin la auto-aceptación consciente de nosotros mismos, tal como estamos en este momento de nuestra existencia, poco adelantaremos en nuestra singladura evolutiva y poco podremos ofrecer al campo elegido de nuestros ideales (ya sean estos sociales o espirituales). No existe auto-conocimiento pleno ni reforma moral sin auto aceptación ...de que somos criaturas aún frágiles, marcadas por nuestro pasado milenario, llenas de pequeñas o grandes virtudes, pero igualmente, de grandes o incluso graves defectos. Pero no obstante, es desde esta imperfecta realidad de nosotros mismos, que el Padre de todos nos ama... y si El nos acepta tal como somos, no hay ningún motivo para que no lo hagan los demás, pero sobretodo nosotros mismos.

Llamamos la atención de todos aquellos compañeros que leen este artículo sobre la importancia de SITUARSE y AUTO-ACEPTARSE. Porque si no tenemos en cuenta todo esto, antes o después, nuestra ilusión y fuerza inicial dentro del Espiritismo (o en cualquier otra doctrina o ideal), se irá transformando en apatía y desilusión; al no haber “sincronizado” adecuadamente nuestro caudal de defectos y viciaciones (tan de la humana naturaleza, ya dijimos) con la propuesta de auto-educación y reforma de la doctrina de los Espíritus..., es como empezar la casa por el tejado, pues la auto reforma y el acoplarnos a las leyes espirituales no se hace en un solo paso, es un proceso gradual, en el que no se recomiendan pausas excesivamente largas y acomodadas, cierto es, pero desde luego sin acelerones que, además, excluyan la reflexión de lo que somos antes de ponernos en funcionamiento. Todas las cosas del cielo y de la tierra tienen su tiempo... 
Si no omitimos este analizarse y auto aceptarse (sin reservas), sin enmascaramientos morales ni falsos testimonios; de forma inconsciente, el peso de nuestra realidad como necesitados espirituales (que en mayor o menor medida somos todos) se nos irá haciendo cada vez más pesado, tanto que nos irá pareciendo, cada vez con más frecuencia, mucho más “consolador” el abandonarnos a nuestras inferioridades que a trabajarlas, perdiendo así un excelente medio de hacerlo mediante el estudio de la Doctrina y el apoyo espiritual que esta conlleva. 
Y es que el optar por el opuesto de todo esto que estamos exponiendo, es la aparición de los primeros “agentes” del desánimo, producto de desproporcionadas auto-imposiciones y las sutiles mortificaciones de conciencia que resultan al compararnos ,desproporcionadamente, con Espíritus superiores o los grandes bultos del Progreso (y reconocer cuanto camino nos queda para esto), acción esta que provoca el “resaltamiento” de nuestras inferioridades y, seguidamente, el no considerarnos como dignos elementos humanos que mucho tienen aún que ofrecer, pese a nuestra humana imperfección.

El no hacer todo esto que nos puede parecer tan pueril, en los primeros momentos de abrazar determinada causa en la que ponemos confianza y proyectos, determina en gran medida la trayectoria que proyectaremos en la misma. Es por esto que observamos de cuando en cuando, como determinados compañeros del camino (detentores de excepcionales posibilidades internas), terminan cayendo en una especie de ansiedad moral que en nada ayuda y que, más tarde o más pronto, termina conduciendo a la desilusión, la falta de fe y el consecuente tirar la toalla que acaba tristemente con las nobles aspiraciones de muchos.

Por ello: AUTOACEPTACION de lo que somos y sentimos, como primer paso... y PERSEVERANCIA, como herramienta de todos los días.

Paz, Luz y Trabajo para todos.
Un compañero de todos. (FEE)


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