viernes, 29 de julio de 2022

El Final de los Tiempos (III)

    INQUIETUDES

1,-Que no nos engañen por desconocimiento

2.- El final de los Tiempos (III)

3.- ¿ Debemos evocar a los Espíritus?

4.- Un comunicado espontáneo


                                                       ******************************* 

                                                                 

     QUE NO NOS ENGAÑEN POR DESCONOCIMIENTO



      En todas las situaciones, las personas a las que se engaña con mayor facilidad son aquellas que no pertenecen al oficio. Lo mismo ocurre con el Espiritismo. Las que no lo conocen se dejan engañar fácilmente por las apariencias, mientras que un estudio previo y atento las inicia no sólo en las causas de los fenómenos, sino también en las condiciones normales en que suelen producirse, proveyéndoles de ese modo los medios para reconocer el fraude, en caso de que exista. 

Allan Kardec EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS (316)    

                                               *************** 


                                 

       EL FINAL DE LOS TIEMPOS (III)

Tanto dentro del Espiritismo como en otras corrientes filosóficas o religiosas existe alrededor del tema del Final de los Tiempos, una cierta divergencia en cuanto a interpretación de cómo va a ser llevado a cabo este proceso.
 Hay quienes creen, o desean creer, que este cambio se realizará mediante un proceso gradual por el que irán renaciendo cada vez más seres evolucionados y aptos para habitar un Mundo de Regeneración, y de otra parte, también irán renaciendo cada vez menos espíritus malos o atrasados, de modo que de una forma casi imperceptible, en cuestión de tres o cuatro generaciones se habrá completado el cambio de ciclo.
 Otros muchos creen que este cambio será de forma violenta, como un doloroso parto de la  sociedad mundial, vieja y caduca, en medio de contracciones y sacudidas sociales, naciendo así una nueva sociedad, después de una severa y trágica depuración por la que la mayoría de los que componemos las actuales sociedades humanas, nos veremos inmersos, apurando hasta las últimas consecuencias de nuestro karma individual y colectivo, según lo establecido y pendiente por la Ley de Consecuencias, de modo que en medio de ese momentáneo caos, la muerte del cuerpo físico, para quienes la sufran, será una liberación. Otros, entre los de la "derecha del Cristo ", sobrevivirán a la dura prueba, y serán los que iniciarán los primeros trabajos de reconstrucción de una nueva Humanidad en un mundo de Regeneración que habrá pasado a ser la Tierra globalmente, mundo tan anhelado ya por tantos seres humanos en todo el mundo que aun sin saberlo, lo sienten y creen que su aspiración no deja de ser una utopía; seres evolucionados espiritualmente que ahora, cada vez más, les va pesando el lodo de la vieja sociedad mundial.
  Esta última forma de cambio viene siendo advertida en numerosos mensajes de Entidades Espirituales de rango superior, que desde hace tiempo lo vienen anunciando a través de diversas mediumnidades por todo el mundo.
  Podemos observar como los problemas que amenazan a la Humanidad aumentan día a día: guerras, amenaza de unta total destrucción por guerra nuclear, cambio climático, hambrunas, revueltas sociales y malestar general, tensiones sociales, emergencia energética, degradación y destrucción medioambiental que ya alcanza grados alarmantes e irreversibles, etc.  
   Todo este estado de cosas nos lleva a creer que en la actualidad ya nos encontramos inmersos en pleno cambio de ciclo y por los síntomas, este proceso va a ser traumático, aunque con visos claros de estar realizándose a su vez el segundo supuesto señalado del nacimiento, cada vez más, de esos seres que están llamados por su mayor evolución, a componer la nueva sociedad mundial. Este supuesto, por si solo, hubiese sido la forma ideal de realizar este anunciado cambio, pero desgraciadamente para toda la Humanidad, por su comportamiento y sus karmas negativos, no va ser esta modalidad la única por la que se vaya a producir este cambio. Ahora nos va a tocar recoger los frutos de lo que anteriormente sembramos voluntariamente : egoísmos, odios, violencias y maldades que hemos tenido hacia los seres que nos han acompañado durante tantas existencias.
   También están los que esperan para la segunda venida del Cristo, el nuevo nacimiento de Jesús en persona, o su llegada "en una nube" con el mismo cuerpo físico que tuvo, para juzgarnos a todos. Sin embargo, después de haber identificado por los Espíritus Superiores en la Codificación Espírita de Allan Kardec,  a este Consolador que prometió Jesús que enviaría, y que posteriormente aun continúan dando sus mensajes, consejos y advertencias a la Humanidad, queriendo sacudirnos del letargo de siglos mostrando la realidad de la continuidad de la vida tras la muerte del cuerpo material y mostrando las Leyes Espirituales que nos afectan a todos, cabe deducir que la segunda venida del Cristo es en Espíritu y no como ser humano.
   Este Espíritu Crístico será el que reinará en la Humanidad , constituyendo el Reino que el mismo Jesús nos enseñó a solicitar al Padre Celestial cuando nos enseñó a dirigirnos a Él en la oración del Padre Nuestro.
  La segunda venida de Cristo no se producirá de la noche a la mañana, instantáneamente, sino que esto supone un proceso en el tiempo que ya cada vez se va haciendo más evidente, pues se puede ver que ante sistemas sociales, religiosos y políticos caducos, surge por doquier, cada vez más, gente joven que con gran nobleza e ímpetu, disconformes con la sociedad heredada de generaciones anteriores, muestran unas virtudes, una generosidad y unos ideales altruistas, mirando el futuro con optimismo y confianza, a pesar de la situación caótica actual,  formando grupos y movimientos con el ideal de una fraternidad universal, por encima de banderas ni fronteras, sintiendo el planeta como el hogar común y haciendo esfuerzos por salvar lo que todavía sea salvable en la Naturaleza, tratando de hacer de el Mundo de Regeneración un hogar feliz para la nueva Humanidad que lo habitará en un segundo milenio.
   En esta época de cambios  en que estamos ya inmersos, mucho  tiene y tendrá que decir y que aportar el conocimiento Espírita, con sus consecuencias morales, apoyado cada vez más en los avances de la Ciencia, tanto la Codificación de Kardec como la continuidad de la misma en forma de mayores conocimientos y consejos que el Ser humano recopilará para el futuro desde el Plano Espiritual a través de los núcleos espíritas de todo el mundo.   
   Ante el momento histórico e irrepetible en el que ya estamos inmersos, no debemos continuar manteniendo una postura fría o indiferente, sino que debemos, más que nunca, esforzarnos por definirnos  tanto interiormente como exteriormente, tratando de ser ejemplo vivo de todas las virtudes que el espírita debe manifestar como anticipo de una nueva sociedad, y sin perder nunca el horizonte de que fuera de la caridad no hay salvación, en sintonía diaria con esas elevadas ideas  morales y espirituales necesarias para merecer ser miembro y heredero de la Tierra, en la nueva sociedad humana en la única bandera será la del Amor que nos ejemplíficó nuestro Maestro Jesús.
   
- Jose Luis Martín- ( Aguas Nuevas- Albacete)

                                                *****************************


               

                                                                    


¿DEBEMOS EVOCAR A LOS ESPÍRITUS?

André Luiz y Emmanuel desaconsejan tal práctica.

Estos bienhechores nos dicen que no lo hagamos, pero que sí lo hacemos, tengamos cuidado, porque ellos lo que hacen es desaconsejar, por lo que no hay contradicción con lo que dice Allan Kardec, en el Libro de los Médiums, cap. XXV.

Kardec fue designado a hacer una gran tarea, es por esta razón que es lógico y razonable, que él pudiera y debiera hacer evocaciones. Su labor, entre otras, era la de investigar. El estuvo en todo momento respaldado y guiado por Espíritus Superiores, asesorándole y protegiéndole, ya que la tarea a realizar era de suma importancia. El sería nada menos que el Codificador de la Tercera Revelación.

Pero, ¿estamos nosotros seguros de contar con esa protección y respaldo de los Espíritus buenos, cuando evocamos?
El nos dice que, sí bien pueden estas practicas tener éxito, también es cierto que pueden ser un fracaso en la mayoría de los casos, sino, una experiencia donde podamos terminar siendo engañados o mixtificados. Los obstáculos e inconvenientes son numerosos:

 "Frecuentemente, las evocaciones ofrecen más dificultades a los médiums de lo que las comunicaciones espontáneas, sobre todo, cuando se trata de obtener respuestas precisas a cuestiones circunstanciadas. Para esto son necesarios médiums especiales, al mismo tiempo, flexibles y positivos y ya vimos que ellos son escasos."
Allan Kardec, El Libro de los Mediums

Puede ser que el Espíritu evocado esté ocupado o bien en misión.
También es importante saber la naturaleza de la persona o médiums que evocan. Y hay que tener en cuenta algo importantísimo, ¿ cuál es el objetivo de la evocación? Es importante tener en cuenta la cuestión del merecimiento; tanto por parte del evocado, como del evocador.

Si Emmanuel y André Luiz en diversas obras desaconsejan esta practica, no significa que la prohíban. Pero tendríamos que reflexionar acerca del por qué de ese consejo por parte de ellos, y pensar que, de todas formas ya tendremos, si así ha de ser, la oportunidad de comunicar con los seres queridos, cuando sea el momento oportuno. Y no olvidemos que, durante el sueño, el descanso del cuerpo, el Espíritu se desprende y podría ver o saber de esos seres queridos o añorados. Dejemos a los Espíritus más adelantados e instruidos, la tarea de hacer lo que crean más conveniente para nosotros.

No olvidemos instruirnos y reformarnos moralmente, de esa forma será más fácil intuir cómo están aquellos que dejaron el cuerpo material, para ir a la Verdadera Vida: la Espiritual.

Artículo de: Isabel Porras González

                                       *************************


                                                             

               UN COMUNICADO ESPONTÁNEO

Madame de Staël

En la sesión de la Sociedad Parisiense de Estudios Espíritas del 28 de septiembre de 1858, el Espíritu Madame de Staël se comunicó espontáneamente y sin ser llamado, por la mano de la señorita E..., médium psicógrafa; dictó el siguiente pasaje:

Vivir es sufrir; sí, pero la esperanza ¿no sigue al sufrimiento? ¿No ha puesto Dios en el corazón de los más desgraciados una mayor dosis de esperanza? Criatura, el disgusto y la decepción siguen al nacimiento; pero delante marcha la Esperanza que le dice: Avanza, el objetivo es la felicidad: Dios es clemente. Dicen los descreídos: ¿por qué venir a enseñarnos una nueva religión, cuando el Cristo ha establecido las bases de una caridad tan grandiosa, de una felicidad tan cierta? Nosotros no tenemos la intención de cambiar lo que el Gran Reformador ha enseñado. No: venimos apenas a fortalecer la conciencia, a aumentar las esperanzas. Cuanto más el mundo se civiliza, más debería tener confianza, y también nosotros tenemos más necesidad de sostenerlo. No queremos cambiar la faz del Universo: venimos a ayudar a volverlo mejor; y si en este siglo no se viene ayudar al hombre, será más desgraciado por la falta de confianza y de esperanza. Sí, hombre erudito que descubres lo que está en los otros, que buscas conocer lo que te importa poco y que arrojas lejos de ti lo que te concierne: abre los ojos y no desesperes; no digas que la nada puede ser posible, cuando en tu corazón deberías sentir lo contrario. Ven a sentarse a esta mesa y espera: en ella te instruirás sobre tu futuro y serás feliz. Aquí hay pan para todo el mundo: Espíritu, os desarrollaréis; cuerpo, os alimentaréis; sufrimientos, os calmaréis; esperanzas, floreceréis y embelleceréis la verdad para hacerla soportable.

STAËL

Nota – El Espíritu hacía alusión a la mesa donde estaban los médiums.

Preguntadme, que responderé a vuestras cuestiones.

1. No estábamos aguardando vuestra visita; por eso es que no tenemos un tema preparado.
– Resp. Sé muy bien qué preguntas particulares no pueden ser respondidas por mí; pero sí puedes preguntar cosas generales, ¡incluso a una mujer que ha tenido un poco de espíritu y que ahora tiene mucho corazón! En ese momento, una señora que asistía a la sesión pareció desfallecer; pero era sólo una especie de éxtasis que, lejos de ser penoso, le era más bien agradable. Alguien se ofreció para magnetizarla: entonces el Espíritu Madame de Staël dijo espontáneamente: – «No, dejadla tranquila; es preciso dejar a la influencia actuar.» Después, dirigiéndose a la señora, le dijo: «Tened confianza, un corazón vela cerca vuestro; quiere hablaros; un día vendrá... No precipitemos las emociones». El Espíritu que se comunicaba con esta señora, y que era el de su hermana, escribió entonces espontáneamente: «Volveré». Dirigiéndose nuevamente a esa señora, Madame de Staël escribió: «Una palabra de consuelo para un corazón que sufre; ¿por qué esas lágrimas de mujer para una hermana? ¿Por qué ese regreso al pasado, cuando todos vuestros pensamientos solamente deberían ir hacia el futuro? Vuestro corazón sufre, vuestra alma tiene necesidad de dilatarse. ¡Pues bien! ¡Que esas lágrimas sean un alivio y no un producto de lamentos! ¡Aquella que os ama y que lloráis está contenta con vuestra felicidad! Esperad, que un día os reuniréis a ella. Vos no la veis, pero para ella no hay separación, porque constantemente puede estar cerca vuestro».

2. ¿Quisierais decirnos lo que pensáis actualmente de vuestros escritos?
– Resp. Una sola palabra os esclarecerá. Si yo volviese y pudiese recomenzar, cambiaría dos tercios de los mismos y solamente conservaría uno.

3. ¿Podríais señalar las cosas que desaprobáis?
– Resp. No con mucha exigencia, porque lo que no fuere justo, otros escritores cambiarán: fui demasiado hombre para una mujer.

4. ¿Cuál era la causa primera del carácter viril que mostrabais cuando encarnada?
– Resp. Eso depende de la fase de existencia en que se está.

En la siguiente sesión del 12 de octubre se le dirigieron las siguientes preguntas por intermedio del Sr. D..., médium psicógrafo.

5. El otro día habéis venido espontáneamente entre nosotros por intermedio de la señorita E... ¿Tendríais la bondad de decirnos cuál ha sido el motivo que os llevó a favorecernos con vuestra presencia sin que os hayamos llamado?
– Resp. La simpatía que tengo por todos vosotros; es, al mismo tiempo, el cumplimiento de un deber que me he impuesto en mi existencia actual, o más bien en mi existencia pasajera, puesto que soy llamada a revivir: éste es, además, el destino de todos los Espíritus.

6. ¿Es más agradable para vos venir espontáneamente o ser evocada?
– Resp. Prefiero ser evocada, porque es una prueba de que han pensado en mí; pero sabéis también que es agradable para el Espíritu liberado poder conversar con el Espíritu del hombre: es por eso que no debéis sorprenderos por haberme visto venir de pronto entre vosotros.

7. ¿Hay ventaja en evocar a los Espíritus en vez de esperar que vengan por sí mismos?
– Resp. Al evocarlos se tiene un objetivo; dejándolos que vengan, se corre el gran riesgo de tener comunicaciones imperfectas bajo muchos aspectos, porque tanto vienen los malos como los buenos.

8. ¿Ya os habéis comunicado en otros Círculos?
– Resp. Sí; pero me han hecho aparecer más frecuentemente de lo que yo hubiera querido; es decir que, a menudo, han tomado mi nombre.

9. ¿Tendríais la bondad de venir algunas veces entre nosotros a dictarnos algunos de vuestros bellos pensamientos, que estaremos felices en reproducir para la instrucción general?
– Resp. De buen grado; con placer vengo entre aquellos que trabajan seriamente para instruirse: mi llegada del otro día es una prueba de esto.

Allan Kardec
Revista Espirita 1858

                                              ******************************





jueves, 28 de julio de 2022

El Final de los tiempos (II)

    INQUIETUDES

1.-El Final de los tiempos (II)

2.- El conocimiento de la muerte

3.-La Ley de Sociedad

4.-Espíritus en sufrimiento


                                                       ******************************




                                                                           


                      EL FINAL DE LOS TIEMPOS ( II )

( Continuación  del anterior )


El Espiritismo como filosofía, daba por tierra con muchos dogmas religiosos tenidos tradicionalmente como verdades inamovibles ante las que no se permitía la duda ni el análisis, por lo que el poder religioso, amparado siempre en el poder político, puso coto a cualquier disquisición de la mejor forma que pudo hacerlo: Ya no enviaba "herejes" a la hoguera como antaño, sino que al estar en una época más civilizada en la que el ser humano ya comenzaba a pensar por sí mismo, despertando de un letargo mental, intelectual  y espiritual de siglos, astutamente luchó contra la idea espiritista valiéndose de la ignorancia en que siempre han mantenido a las gentes, para dominarlas mejor, empleando todos los medios de intoxicación propagandística a su alcances, valiéndose de sus miedos y supersticiones, desfigurando esta filosofía porque presentían que era la luz de la verdad que disipaba sus ancestrales tinieblas en las que los jerarcas religiosos y políticos vivían asentados. Se atribuyeron al Espiritismo toda clase bulos totalmente falsos y grotescos, confundiéndolo con el Ocultismo, la brujería, el demonio, la superstición, la magia, etc, desfigurándolo con una falsa imagen moral negativa. atribuyéndole hasta crímenes rituales, contactos satánicos, charlatanería, fraude y demás lindezas por el estilo, que ningún parentesco guardan con lo que en verdad es la Doctrina Espírita.

  El Espiritismo ha sido y es aquel Consolador al que se refería Jesús, que le precedería antes de su segunda venida a la Tierra, pues todo aquel que ha tenido la inquietud de acercarse al conocimiento espírita, ha podido convencerse de este conocimiento le ha proporcionado un inagotable caudal de luz espiritual y de conciencia, ayudándole a transformar profundamente su vida, para bien, porque esta filosofía aclara y razona al ser humano las Leyes Cósmicas naturales que rigen todo el Universo y que afectan a cuantos existimos en él, creamos o no en ellas o aunque no las conozcamos o comprendamos, porque de una forma precisa gobiernan toda forma de vida y de inteligencia del Universo.

Entre estas se encuentra la Ley de Evolución Universal, que en todos los seres vivos se realiza mediante otra Ley que nuca dejó de funcionar: La de la Reencarnación del Espíritu en los seres humanos. por la que nuestro Ser espiritual retorna, tras cada vida en el plano físico, una y otra vez a dicho plano para un necesario mejoramiento que nos aproxime cada vez más a esa Perfección infinita que llamamos Dios, origen de todo cuanto existe. Así, vamos revistiendo nuevas personalidades, en nuevos cuerpos, adquiriendo en ellos las necesarias experiencias, progresando y engrandeciendo poco a poco nuestra alma, aumentando nuestros niveles de conocimiento, moralidad, experiencia e inteligencia. Así se realiza una verdadera Justicia Cósmica que apenas comenzamos a vislumbrar ahora.

 El alma humana, o Ser espiritual, antes de serlo, fue esencia que se fue forjando  a través de incontables experiencias en los tres Reinos de la Naturaleza hasta llegar  finalmente a alcanzar la etapa humana donde llegó a adquirir conciencia de sí mismo, de su propio Yo pensante, una vez finalizada su última experiencia dentro del Reino animal, en el que todavía no le acompañaba la "Chispa Divina" de su conciencia e inteligencia, y en donde solo era un especímen grupal que se regía por una inteligencia automática o instinto, propios de la especie animal de la que formaba parte hasta entonces.

Abundando más en la profecías de Jesús Cristo, creemos que han de cumplirse las mismas cuando habla de ese juicio final en el que "sería separado el grano de la paja" y "los corderos de los cabritos".

Todavía vemos en nuestro mundo la bondad mezclada con la maldad, siendo este como un gran laboratorio para el espíritu humano, en donde, como en un crisol, se depura y se transforma, generando vida tras vida las causas que originan los efectos que repetidamente sufre y que le conducen a ir aprendiendo a transitar por el camino que enseñó Cristo, así como otros Enviados anteriores que han asistido a la Humanidad a lo largo de la Historia, y este no es otro que el del Amor sentido y realizado hacia los demás seres que formamos parte de la Creación de esa Gran Potencia e Inteligencia Cósmica que llamamos Dios o de otras maneras.

El Espíritu humano unas veces asciende por medio de aprendizaje, depuración y mejora, y otras veces se estanca sumido en un estado involutivo en donde se deja vencer por su naturaleza inferior, y que se opone a la fuerza impulsora ascendente que es la Evolución.

Esto nos lleva a comprender que este proceso de separación entre la bondad y la maldad, finalmente es inevitable, lógico y necesario, pues ya va siendo llegado el momento en el que los que evolucionan normalmente se ven entorpecidos por los rezagados que se resisten a evolucionar en un empeño absurdo de estancamiento o involución.

Esta separación anunciada por Jesús, supone que "los de la derecha del Cristo" serán aquellos que habrán alcanzado ya el nivel necesario de desarrollo espiritual que les permita seguir ascendiendo en medio de otra sociedad con otros parámetros de convivencia y de entrega a los demás, como lo son los "Mundos de Regeneración_". Sin embargo los situados "a la izquierda del Cristo", no se perderán eternamente, pues como Jesús también dijo: "El Padre no quiere que se  pierda uno solo de sus hijos", y ello sería contrario a la bondad infinita del Creador. Estos Espíritus rezagados en el camino de la evolución, una vez abandonado este mundo físico de Expiación y Pruebas, irán a reencarnar en otros mundos de Expiación acordes con su grado evolutivo, o incluso en Mundos Primitivos en los que tendrán ocasión de progresar más rápidamente, ayudando a Humanidades más atrasadas que ellos mismos, en una labor misionera, por medio de su inteligencia y de las reminiscencias de sus conocimientos pasados. Estos son los ángeles caídos como la raza Adámica que un día llegó a la Tierra y se mezcló con el ser humano primitivo , tal como muestra la leyenda alegórica de Adán y Eva como los primeros padres de la Humanidad, una Humanidad más pensante y más moral.

En la gran obra de la Creación, absolutamente nada se pierde; todo forma parte del Todo y la meta final de todos los seres es común: la felicidad conquistada como hijos del Creador.

( Continúa y finaliza en la siguiente publicación)

- Jose Luis Martín- (Aguas Nuevas-Albacete)


                                               ****************************



                                                                 

EL CONOCIMIENTO DE LA MUERTE

Cairbar Schutel

 

Uno de los capítulos de más transcendencia de la  filosofía espirita es el conocimiento de la muerte.

De la resolución del problema de la muerte la solución de innumerables problemas en torno de los cuales se debaten sin resultado fructífero a la ciencia oficial y a las religiones. Son cuestiones que se eternizan sin la firme esperanza de un acuerdo bajo las bases de la verdad y de la justicia.

La “salud y fraternidad” que suscriben los papeles oficiales, el “orden y progreso” que constituye la insignia de nuestra bandera (Brasil), todos estos nobles ideales que deben guiar a los pueblos y erguir a las naciones y sirven de soportes máximos de la ciencia y de la moral no ha tenido aplicación decisiva por faltar en ellos la linfa de la vida, única fuerza capaz de establecer el equilibrio de los pueblos y mantener la integridad de los gobiernos en el ejercicio de su tarea de gobernar con justicia y equidad.

Esa linfa, esa fuerza solo puede nacer de la solución del problema de la muerte. sin la revelación de ese misterio, la humanidad continuará paralizada en su ascensión para la luz, los sabios permanecerán en el circulo vicioso de las concepciones abstractas y las religiones limitadas a la tierra nada más harán que recibir al hombre en la cuna y entregarlo al Túmulo!

Religión sin ciencia, ciencia sin estudio, sin investigación, sin verdad, qué bienes podrán proporcionar a la inteligencia, que ya levantó su vuelo, y en un salto elevado de raciocinio sabe ya inquirir sobre su destino, para guiarse bien en el camino de la vida!

Los más graves `problemas humanos, repetimos, solo pueden ser resueltos cuando la muerte raja el velo del misterio y se presenta en su magnífica realidad.

Mas no se puede estudiar la muerte sin estudiar la vida, no se puede estudiar lo que no se ve sin conocerse lo que se ve.

Urge que comencemos nuestras indagaciones desde lo conocido para lo desconocido, desde lo visible para lo invisible, de la materia para la esencia, de lo físico a lo psíquico.

No ponemos en duda que la humanidad haya progresado y que la ciencia haya revelado, en el campo de la fisiología, misterios que parecían insondables. Basta recordar el descubrimiento de Harvey, que señala una fecha memorable en el progreso de la medicina, el de Jenner, abriendo el larguísimo campo de la microbiología al descubrir la vacuna; los trabajos de Bésale sobre el estudio anatómico del cuerpo humano; el de Bell sobre las funciones de los nervios espinales; el de Pasteur, uno de los más ilustres sabios del siglo XIX, aunque no fuese médico, ni farmacéutico, para ver que la fisiología no ha paralizado su acción progresiva, como sueles acontecer a todas las ciencias.

¿Mas habrá  llegado a la meta, al non plus ultra de las realidades?

Es una pregunta que nadie será capaz de responder afirmativamente. Al contrario, los más competentes fisiólogos de nuestra época son unánimes en afirmar que la fisiología está muy ajena a la explicación de los fenómenos de ectoplasmia, así como de otros tantos, visibles y tangibles, que causan profunda perturbación a los doctos de nuestros tiempos. Por la misma forma, la química no explica las producciones de flores y hiervas que aparecen repentinamente en las sesiones espiritas, no explica la agregación y desagregación de cuerpos, en esas mismas experiencias; y ni la física es capaz de dar la razón de la levitación de cuerpos, sin contacto aparente, contrariando las leyes establecidas de atracción y repulsión , o de gravedad!

La ciencia oficial, es innegable, está en las fajas de la infancia, es la razón por la que no tenemos conocimiento de la muerte.

Foméntese el estudio, invítese al sabio a progresar, ya que constituye dictador de leyes que rigen los fenómenos más conocidos de nuestro mundo; obligarlos a dejar el comodismo de sus salones tapizados, sustituyéndolos por el laboratorio, por el gabinete de análisis, de pesquisa, y muy en breve nuestra humanidad caminará por uno u otro camino en el que brillen las luces de los grandes ideales. Lo que la filosofía no alcanza, lo alcanza la psicología; lo que la química no puede resolver, una química más elevada nos dará la solución; lo que la física no hiciere, lo hará la física transcendente.

El problema de la muerte está íntimamente ligado a la solución del problema de la organización humana, o antes, de la organización del hombre. Sin el estudio imparcial y criterioso del hombre ese problema se conserva insoluble.

El inicio de este trabajo ya está magníficamente trazado por el Espiritismo.

Según los hechos espontáneos y provocados para la realización del gran desiderátum, se verificó que el hombre es un ser transcendente compuesto de cuerpo y espíritu, y que el espíritu es retenido al cuerpo por un mediador que lo envuelve llamado, por eso, periespiritu.

El conocimiento del periespiritu viene a llenar una gran laguna, esclareciendo muchos fenómenos de la fisiología.

Estudiándose al hombre a primera vista, se encuentra en él un primer motor, invisible e intangible, que es la vida. Más esta fuerza no puede dejar de tener una acción determinada, pues, como dice Geoffroy Saint Hilaire, “la vida es al mismo tiempo organizadora, conservadora y reparadora, conforme un modelo ideal.” Este modelo no puede absolutamente consistir en el hombre exterior, carnal, que se transforma sin cesar. Antes, debe ser en el periespiritu que se incorporan las moléculas materiales, los átomos que forman el organismo corporal.

En fin, el estudio del periespiritu es la base del estudio del hombre, en su ser complejo. Sin ese estudio es absolutamente imposible llegar al conocimiento de la muerte y su misterio.

Las propiedades funcionales del periespiritu resuelven aun cuestiones de alta importancia para la fisiología, como el agrupamiento en la forma orgánica de las innumerables células que constituyen nuestro cuerpo; la conservación de la individualidad física e intelectual, a pesar de la renovación perpetua de las moléculas, las relaciones entre lo físico y lo moral; y otras tantas, como tendremos ocasión de recordar más tarde.

Es llegada la época en la que el hombre tendrá la verdadera noción de su individualidad para mejor trabajar por su progreso.

La ciencia, si no quiere mantenerse retrasada, tiene la obligación de tomar en serio estos estudios, que constituyen el punto de partida de todos los conocimientos que deben ilustrar las generaciones venideras.

CASA EDITORA O CLARIM

                                                   ***************************



                                                                 

                     LA LEY DE SOCIEDAD                        El filósofo griego Aristóteles, que vivió de 384 a 322 antes de Cristo, dijo que "el hombre es un animal social", es decir, no basta a sí mismo, nació para convivir con lo semejante.

Algunos siglos después, Jesús mostró la fuerza de la unión, cuando escogió a doce Apóstoles, para ayudarle en su misión y dar continuidad a su tarea.

En el siglo 19, Fenelón (Espíritu), en el ítem 10 del primer capítulo (No he venido a destruir la Ley), de El Evangelio según el Espiritismo, confirma: "Porque vosotros sois el grano de arena, pero sin los granos de arena no habría montañas. Así, pues, que estas palabras: 'Nosotros somos pequeños', no tengan sentido para vosotros. A cada uno su misión, a cada uno su trabajo. La hormiga no construye su hormiguero, y los pequeños animales insignificantes no forman continentes? ... "

En el capítulo Ley de Sociedad, del Libro Tercer (Las Leyes Morales) de El Libro de los Espíritus, Allan Kardec explica que: Ningún hombre dispone de facultades completas y es por la unión social que ellos se complementan unos a otros, para asegurar su propio bien -pregunte y progrese. Por eso, teniendo necesidad los unos de los otros, están hechos para vivir en sociedad y no aislados.

Esta explicación de Kardec viene después de la respuesta a la pregunta que él hizo a los Espíritus, registrada en la pregunta 768:

"El hombre, al buscar la sociedad, obedece apenas a un sentimiento personal o hay también en ese sentimiento una finalidad providencial de orden general?"

Respuesta: "El hombre debe progresar, pero solo no puede hacerlo porque no posee todas las facultades; necesita el contacto de los demás hombres. En el aislamiento, él se embrutece y se estira.

La sociabilidad es una tendencia natural y obedece al imperativo de la Ley del Progreso. Es en la vida de relación que el hombre se desarrolla, se enriquece y satisface los anhelos de compartir que caracterizan la naturaleza de su Espíritu. Es en la vida social que se revela la esencia divina que habita el Espíritu humano.

Dentro de estos conceptos, surge la solidaridad, que sólo puede ser ejercida por los que no viven sólo para sí. Es una palabra que asusta a los egoístas, porque impone la movilización de recursos en favor del prójimo.

Ser solidario es sentir necesidad íntima de compartir algo con el prójimo. La solidaridad es el sentimiento de identificación con los problemas de los demás, que lleva a las personas a ayudarse mutuamente. Es el compromiso por el cual nos sentimos en la obligación de ayudarnos unos a otros.

En este punto, la solidaridad espírita se proyecta en el plano social general de la comunidad espírita a través de los Grupos, Centros e Instituciones Espíritas, envolviendo a todas las criaturas, protegiéndolas, amparándolas, estimulándolas en sus luchas y necesidades diarias, buscando ayudar -las sin pedir nada a cambio, ni siquiera la simpatía doctrinaria, pues quien ayuda no tiene el derecho de imponer nada.

La Ley de Sociedad impulsa al hombre a la comunión, a la solidaridad. Y al amor, chispa divina que todos, sin excepción, tienen en el fondo del corazón, hay vista que un hombre, por más vil que sea, vota a alguien, a un animal oa un objeto cualquiera, viva y ardiente afecto.

Amemos. Seamos solidarios. Ejerzamos la caridad moral, apoyándonos unos a otros, a pesar de las diferencias. (...) Pongamos en práctica el consejo de Lázaro (Espíritu), registrado en el ítem 8 del capítulo 11 (Amar al prójimo como a sí mismo), del Evangelio: "¡Feliz aquel que ama, porque no conoce las angustias del alma, ni las del cuerpo! Sus pies son leves, y él vive como transportado fuera de sí mismo. Cuando Jesús pronunció esa palabra divina-amor-, hizo estremecer a los pueblos, y los mártires, ebrios de esperanza, descendieron al circo.

- Fabiano Máximo-

                                                     **********************************


                                        


           ESPÍRITUS EN SUFRIMIENTO

Espíritus en sufrimiento- El castigo

Exposición general del estado de los culpables a su entrada en el mundo de los espíritus, dictada a la Sociedad  Espiritista de París en octubre de l860.

“Los espíritus malos, egoístas y endurecidos, están, después de la muerte, entregados a una
duda cruel sobre su destino presente y futuro. Miran a su alrededor, no ven al principio ningún
objeto sobre el que puedan ejercerse sus fechorías, y la desesperación se apodera de ellos, porque el aislamiento y la inacción son intolerables para los malos espíritus: no se elevan hacia los lugares habitados por los espíritus puros. Consideran lo que les rodea, e impresionados al instante por el abatimiento de los espíritus débiles y castigados, se adhieren a ellos como a una presa, y les recuerdan sus pasadas faltas, que ponen sin cesar en acción por sus gestos irrisorios. No bastándoles esta burla, se sumergen en la Tierra como buitres hambrientos, buscan entre los hombres el alma más accesible a sus tentaciones, se apoderan de ella, exaltan su concupiscencia, procuran apagar su fe en Dios, y cuando, en fin, dueños de su conciencia, consideran su presa asegurada, extienden sobre todo lo que rodea a su víctima el fatal contagio.

“El espíritu malo, cuando puede ejercer su ira, es casi feliz. No sufre sino en los momentos
en que no puede obrar y en los que el bien triunfa sobre el mal.

“Sin embargo, los siglos corren. El espíritu malo siente de repente que las tinieblas le invaden, su círculo de acción se estrecha, su conciencia, sorda hasta entonces, le hace sentir las puntas aceradas del arrepentimiento. Inactivo, llevado por el torbellino, corre al azar sintiendo,como dice la escritura, erizársele de espanto los cabellos. Pronto se hace un gran vacío a su alrededor. El momento de su expiación ha llegado, la encarnación se le presenta amenazadora. Ve como en espejismo las pruebas terribles que le aguardan. Quisiera retroceder, adelanta, y precipitado en el ancho abismo de la vida, divaga espantado hasta que el velo de la ignorancia cae sobre sus ojos. Vive, obra, aún es culpable. Siente en él no sé qué recuerdos que le inquietan, presentimientos que le hacen temblar, pero no retrocede en la vía del mal. Cargado de violencias y de crímenes, va a morir. Extendido en el suelo o sobre su cama, ¡qué importa! El hombre culpable siente, bajo su aparente inmovilidad, removerse y vivir un mundo de sensaciones olvidadas. Bajo sus párpados cerrados ve apuntar una luz, oye sonidos extraños. Su alma, que va a dejar su cuerpo, se agita impaciente, mientras que sus manos crispadas tratan de agarrarse a las sábanas. Quisiera hablar, quisiera gritar a los que le rodean: Retenedme, veo el castigo. No lo consigue: la muerte se fija sobre sus labios descoloridos, y los asistentes exclaman: ¡Descansa en paz!

“No obstante, lo oye todo. Gira alrededor de su cuerpo, que no quiere abandonar. Una fuerza
secreta le atrae. Lo ve y reconoce todo. Desatinado, se lanza en el espacio, donde quiere ocultarse.

¡No puede retroceder! ¡No tiene reposo! Otros espíritus le vuelven el mal que ha hecho, y
castigado, burlado, confuso a su vez, camina y caminará al azar, hasta que la divina luz se deslice en su endurecimiento y le ilumine para mostrarle el Dios de justicia, el Dios triunfante del mal, que no podrá aplacar sino a fuerza de gemidos y de expiaciones.”


El Cielo y el Infierno o la Justicia Divina según el Espiritismo
- Allan Kardec Página 136

                                              ********************************






miércoles, 27 de julio de 2022

El Final de los Tiempos ( I )

     INQUIETUDES

1.- Creacionismo y Evolucionismo

2.- Código penal de la vida futura

3.- El Final de los Tiempos ( I )

4.- 20 maneras de entorpecer la marcha del Espiritismo


                                              *******************************





  CREACIONISMO VS. EVOLUCIONISMO

Camilo Flammarión
Zoom 75%

La cuestión del origen del hombre, es sin duda alguna, la más interesante, la de mayor importancia, de todas cuantas cautivan nuestra atención.
El hombre fue creado por la  voluntad directa de un dios, en virtud de un milagro; o el hombre desciende de los animales que la han precedido, en la evolución de la naturaleza.
Estas son las únicas hipótesis posibles, no puede haber una tercera.
La primera implica el milagro y el origen sobrenatural, no sólo del hombre, sino también de todos los animales, de todas las plantas y todos los minerales. Todos los seres vivos debieron nacer adultos y ya en condiciones convenientes para poderse nutrir y reproducirse.
La segunda es el producto de la deducción científica. Todas las especies se han formado de un modo natural, derivando unas de otras.
¿Cuál es el medio para conocer la verdad?
1º) Tener el espíritu libre
2º) Observar lo que sucede en la naturaleza.

Examinemos, pues al hombre con la más completa independencia e imparcialidad.
Empecemos por su vida embrionaria. En el comienzo de su vida embrionaria, el hombre es una simple célula. El ovario humano es esencialmente parecido al de los demás mamíferos.
Es imposible reconocer en el primer estado distinción alguna entre el embrión del hombre y algunos mamíferos, pájaros o reptiles. En las primeras semanas de su vida embrionaria, el hombre pasa sucesivamente, por las principales especies animales, que existen hoy en día.
El embrión  de un niño en la cuarta semana, y los de un perro en la misma edad, de una tortuga de igual fecha o de un polluelo de cuatro días, se parecen hasta el punto de poderlos confundir.
La misma naturaleza responde la pregunta, con nuestra embriogenia actual. Pero cuando ya estamos enteramente formados, aún nos restan órganos rudimentarios o atrofiados que nos son totalmente inútiles y que no pueden ser sino un legado de nuestros antecesores.
En lo anterior se encuentran el vello que cubre nuestro cuerpo, los músculos de la oreja, con los cuales no logramos mover nada, mientras los animales si lo hacen. En el ángulo interno de nuestro ojo, hay un repliegue semilunar, que es el último vestigio del tercer párpado interno de algunos animales, como los pájaros, los reptiles, etc.
La cola de los monos la conservamos, aún durante dos meses, al principio de la vida embrionaria.
Todos estos órganos, son otras tantas pruebas, que establecen la verdad de la teoría de la descendencia, o transformació n natural.
Si el hombre o cualquier otro ser hubiese sido hecho  desde el principio, con un objeto determinado, si hubiesen sido llamados a la vida por un creador, la existencia de esos órganos no tendría ninguna razón de ser.
La teoría de la descendencia por el contrario, da  con mucha sencillez la explicación, y nos enseña que los órganos rudimentarios, son partes del cuerpo que, con el transcurso de los siglos, han quedado fuera de servicio.
Y a pesar de que nuevas adaptaciones los han hecho inútiles,  no por eso han dejado de trasmitirse, de generación en generación.
Todas las conclusiones confirmadas por la Geología y Paleontología, confirman que hay una progresión continua, de los organismos más sencillos a los más complicados.
Entre los diversos tipos de animales fósiles, se observa gradación sucesiva, como si alguna fuerza de organización se hubiera ingeniado para añadir, modificar y complicar incesantemente, llevando al infinito el número y variedad de las especies. Pero queda la huella del movimiento, y ¿no hereda acaso el niño, la facultad esencial del mono?
Hay algunos hombres que prefieren ser descendientes de un Adán perfecto, que haberse elevado desde el simio progenitor. Es cuestión de gusto…

Extractado de su obra:
“Noches de Luna”

Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta

                             *************************


      
       Código penal de la vida futura 

Impreso en la conciencia del ser llevamos la noción del bien y del mal, así como la existencia de un Dios creador y dador de vida. Siendo el hombre un ser trascendente, desde la aceptación de una vida futura se planteó cómo sería la vida después del túmulo. El destino, más allá de la tumba, ¿sería igual para el justo que para el que no se ajustó a las leyes divinas? 
El sentido común y la intuición de las leyes divinas llevaban a considerar que la situación sería muy diferente y así, en función de la evolución que en cada momento presentaban las sociedades, se intentó dar explicación a esta cuestión. Con diversas interpretaciones de acuerdo a las diferentes filosofías, religiones y según también el grado de adelanto de las sociedades, se daba una coincidencia en una suerte de “paraíso” de paz y felicidad para el justo y un sufrimiento para aquellos que faltaron a la ley divina, a los que se les suponía una localización física. 
Las visiones de los místicos, extáticos, sensitivos, médiums en definitiva, fueron interpretadas ajustándolas a sus preconceptos religiosos (Dante Alighieri, Santa Teresa, Swedenborg …) Allan Kardec en el capítulo VII del libro El Cielo y el Infierno nos habla del código de las penas futuras en la interpretación del espiritismo. Explica que –al igual que con el resto de las obras espíritas- siguió un método de observación y análisis, sin preconceptos previos, fruto de la observación, a través de numerosas comunicaciones recibidas por una cantidad ingente de médiums, en lugares diversos: «No se trata aquí de la relación de un solo espíritu, que podría ver los acontecimientos desde su punto de vista, bajo un solo aspecto, o estar todavía dominado por las preocupaciones terrestres, ni de una revelación hecha a un solo individuo que podría dejarse engañar por las apariencias, ni de una visión extática, que se presta a las ilusiones y muchas veces no es más que resultado de una imaginación exaltada, sino de innumerables ejemplos suministrados por toda categoría de espíritus, desde lo más alto hasta lo más bajo de la escala, con ayuda de innumerables intermediarios diseminados sobre todos los puntos del globo, de tal modo que la revelación no es privilegio de nadie, sino que cada uno está en disposición de ver y de observar, y nadie está obligado a creer en la palabra de otro». 
Establecida una gradación en los “goces” y en las “penas”, según se deduce de las manifestaciones de los espíritus (recomendamos al lector la lectura de la Parte II de El Cielo y el Infierno, donde se recogen, a modo de ejemplo, algunas comunicaciones), surge la cuestión de si esa situación es puntual, eventual o será ya permanente, para el resto de la eternidad, como preconizan ciertas religiones. A través de un análisis racional y lógico, Kardec demuestra que un Dios bueno, justo, misericordioso no casa con la idea de un Dios vengativo, incapaz de sentir misericordia por sus hijos extraviados; que ante una caída condena para siempre cuando Él pide el ejercicio del perdón a todos sus hijos. 
Por otro lado, el Divino Pastor nos dijo que no se perdería ni una sola de sus ovejas. Si se admitiera la teoría de las penas eternas estaríamos ante una discriminación, por cuanto si el hombre se arrepiente durante su vida aún puede aspirar a la dicha eterna, pero si el arrepentimiento le llega después de la muerte ya todo para él está determinado y no hay nada que hacer. ¿Por qué el arrepentimiento no ha de tener eficacia sino durante la vida, que no es más que un instante, y no lo ha de tener durante la eternidad que no tiene fin? En estas circunstancias, estaríamos ante un Dios inclemente, menos misericordioso que el propio hombre que permite la rehabilitación y la reinserción del delincuente en la sociedad. 
Del análisis de todas las comunicaciones se llega a una serie de conclusiones en las que nos parece importante señalar cuanto sigue: La dicha y el sufrimiento de los espíritus son directamente proporcionales al grado de perfección e imperfección que presentan. Esta situación es eventual, pues sometido el espíritu a la Ley del progreso, y con destino final la Felicidad, irá progresando, deshaciéndose de sus imperfecciones para alcanzar la dicha que a todos nos está reservada. «Ninguna oveja se perderá» nos dijo el Divino Pastor. 
Las penas y sufrimientos inherentes a las imperfecciones, entre las que se incluye la falta de práctica del bien cuando se tuvo ocasión y no se hizo, se pueden padecer tanto en el mundo físico –en la misma encarnación o en sucesivas reencarnaciones– como en el mundo espiritual. El arrepentimiento supone el punto de inflexión para cambiar el estado de “penalidad”, ya que la ayuda se manifiesta de forma más activa y se modifica la situación en que está el espíritu. Puede darse tanto durante la vida material como en la espiritual. Cuanto antes se dé el arrepentimiento antes se acortará el tiempo del sufrimiento del culpable. Además del arrepentimiento, son necesarios la expiación y la reparación para que la falta y sus consecuencias queden totalmente “borradas”, superadas más bien, porque todo formará parte de nuestros archivos personales. 
Si a cada cualidad corresponde una dicha y a cada falta una pena, la determinación de ésta no es automática, rígida, por cuanto entran en juego los agravantes o atenuantes aplicables al caso, entre los que se contempla el grado de responsabilidad, de madurez intelecto-moral del espíritu, así como la propia actitud, ya que las situaciones, en función de la ley de causa y efecto, se están modificando a cada momento. Recordemos las palabras de Jesús: «El amor cubre la multitud de pecados». Y no olvidemos que la duración también se podrá acortar con un arrepentimiento temprano. 
Las penas no se imponen como medio vengativo, sino que tienen una finalidad, como no podría ser de otra manera ante un Dios infinitamente justo y misericordioso: hacer reflexionar al espíritu para que se produzca un cambio de actitud; por eso son temporales. La dicha y el sufrimiento son inherentes al espíritu, no hay localizados geográficamente un “cielo” o un “infierno”, aunque existan diversos mundos con diferente grado de adelanto en donde concurren espíritus con el mismo grado de evolución. El mensaje que nos trae el espiritismo, desde el razonamiento lógico y la experimentación –que se ha seguido manteniendo vigente a lo largo de las comunicaciones y revelaciones en obras mediúmnicas– es esperanzador. 
Sin ocultar las consecuencias que alcanzan a los espíritus infractores, nos muestra una limitación en la duración de las penas, duración que depende únicamente de nosotros, pues somos los arquitectos de nuestro futuro. La ayuda divina nunca falta. En cuanto el espíritu se muestra arrepentido y decidido a cambiar, la ayuda se le muestra más activamente, permitiendo una reparación, una superación mediante la vuelta al bien, “al camino recto”: es el regreso del hijo pródigo. 
Día a día, momento a momento con nuestros pensamientos, nuestras acciones así como con las omisiones en la práctica del bien, estamos creando nuestro futuro, preparando “la morada” en la que habitaremos al desencarnar. Afanémonos, pues, para encontrarnos plenos y dichosos por la labor bien hecha y agradezcamos a Dios Padre su misericordia infinita, que nos ofrece infinitas oportunidades, tiempo ilimitado para que podamos rectificar, volver al camino y avanzar hacia su encuentro, lo que nos llevará a estar liberados de toda penalidad y sufrimiento. ¡Bendito destino el que Dios preparó a todos sus hijos! «Tal es la ley de la justicia divina: A cada uno según sus obras, así en el cielo como en la tierra» 

Belén Peytaví 
Revista Espírita de la FEE


                                                 *******************************



                                                        


              EL FINAL DE LOS TIEMPOS ( I )

   Ancestralmente todas las religiones han venido sosteniendo la creencia de que alguna vez, en el futuro, el mundo se transformará o se acabará. Asimismo esta idea es relacionada en las religiones cristianas con la vuelta o regreso de Cristo a la Tierra.
Las generaciones de este siglo, tal vez influenciadas por esas viejas ideas religiosas, han adoptado ese concepto, haciéndolo propio y desligándolo cada vez más de su ancestral origen religioso, como impulsadas por un instinto renovador necesario ante la sociedad humana, degenerada y materialista tal como se refleja en la civilización occidental.
Esta idea se ha denominado cambio de ciclo, Nueva Era, etc, coincidiendo con la finalización de un milenio y el comienzo de otro, según el calendario romano establecido.
Modernamente, entre las llamadas Ciencias Ocultas y Esotéricas, esto es contemplado generalmente del mismo modo. La Astrología lo llama Era de Acuario y la describe como un periodo de ideales más espiritualizados que en la etapa precedente.
Ya es llegado el momento de analizar estas ideas y enseguida se comprende que no son conceptos muy diferentes entre unas religiones y corrientes esotéricas con respecto a otras, sino que con leves diferencias de matiz doctrinario vienen a converger en una ideas común, de modo que, independientemente de cada concepto, este cambio supone realmente algo más que una idea, pues se trata de un sentimiento popular y generalizado, a pesar de ser ignorado o negado por otras corrientes de pensamiento materialista o ateo, de que estamos viviendo, posiblemente, los últimos días de un mundo viejo y caduco en sus estructuras, y se presiente el cambio con la necesidad de que nos llegue una nueva forma de vivir.
Si analizamos el momento presente, vemos en los pueblos y gentes, más agitados que nunca, en medio de guerras sin cuento ni justificación; gentes rodeadas de un falso bienestar producto de la sociedad materialista y consumista, mientras ignoran a otros pueblos que se mueren literalmente de hambre y miseria; vemos que por doquier abunda el odio, la violencia, las envidias, el egoísmo tan atroz, la corrupción, y en definitiva, la degradación interminable de la sociedad humana.
Sin embargo, también paralelamente existen movimientos y grupos de gentes, sobre todo de gentes jóvenes de espíritu, que desde diversos ámbitos, religiosos, culturales o filantrópicos, vienen empujando con fuerza a las generaciones anteriores, en un choque generacional en el que su altruismo va desplazando los viejos egoísmos, llevando a cabo un ejemplo vivo, silencioso pero firme, de un impulso de renovación social a partir de un cambio interno de regeneración moral y espiritual en cada individuo, y por extensión, en cada grupo del movimiento social humano.
Se podría afirmar que hay en el ambiente, una fuerza impulsora de transformación hacia lo puro, en medio de tanta inmundicia social que amenaza con destruir el género humano y a su hábitat natural. Sin lugar a dudas, esta fuerza impulsora es la  palpable de la tremenda labor, callada y firme de la Ley de Evolución que nunca ha dejado de actuar.
Cuando vemos las nubes, adivinamos la tormenta inminente; asimismo cuando contemplamos y meditamos sobre estas señales de los tiempos que vivimos, sentimos la necesidad y casi la inminencia de un profundo cambio social.
Para los que tenemos a Jesús de Nazaret como el más grande profeta y Maestro, esta certeza es más fuerte aún si cabe, porque Él prometió una segunda venida a la Tierra, precedida por lo que él llamó un Consolador para toda la humanidad, que explicaría y ampliaría las cosas que Él no había podido explicar o aclarar por falta de no estar el pueblo lo suficientemente preparado para entender entonces.
Los estudiosos de la filosofía y ciencia espírita creemos que la promesa prometida se ha cumplido ya, porque este Consolador vino al género humano a finales del siglo XIX, concretamente en el año 1857 con el nacimiento del Espiritismo creado a partir de los mensajes y diálogos con los Espíritus Superiores, que fueron recibidos y analizados por Allán Kardec a través de diferentes médiums, y fueron la base de una  filosofía y unos conocimientos espirituales que asentaron unos principios morales tan sencillos como profundos, algunos de los cuales ya eran conocidos en otros sectores de la humanidad porque  son los que habían sustentado otras religiones.
Allan Kardec realizó la Codificación Espírita, clasificando y agrupando los muchos comunicados espirituales en forma de preguntas y respuestas, recopiladas a través de diversas mediumnidades. Estos comunicados y enseñanzas procedían de Seres Espirituales que existen en otra dimensión o Más Allá, seres que anteriormente también habían sido seres humanos y cuando tras la muerte abandonaron su cuerpo físico, continuaron existiendo como Espíritus. Los Espíritus continúan existiendo en un cuerpo semejante al último cuerpo físico que tuvieron, llamado Periespíritu, Su existencia en el Más Allá se realiza en otras franjas vibratorias diferentes a las del plano físico existencial de los que ahora nos llamamos "vivos".
En la referida Codificación, estos Seres inmateriales se autodenominaron como Espíritus y nos descubrieron ese Más Allá donde viven, desvelando y aclarando al ser humano una serie de verdades filosóficamente irrefutables, moralmente superiores y científicamente comprobables mediante el estudio y comprobación de la mediumnidad.
A la parte científica del Espiritismo, modernamente se añadieron al campo de la mediumnidad, otras ciencias de comprobación de esta realidad, como el el campo de la Psiquiatría y la Psicología, en donde están explorando, como método terapéutico, regresiones de pacientes a vidas anteriores, demostrando así la realidad de la reencarnación y desvelando en muchos casos las tramas que en el psiquismo de la vida humana, se originan por la Ley de Consecuencias. Por otro lado, el extenso campo de la electrónica y la óptica, también han colaborado grandemente al avance de la ciencia espírita, mediante las investigaciones de la llamada "Comunicación Instrumental", donde se han obtenido las llamadas "Psicofonías", grabaciones de "difuntos" que acreditan estar vivos; el "Espiricom" por el que han llegado a mantener diálogos directos con seres "desencarnados"; la "Fotografía Psiquica"; el "Vidiucom" en el que al sonido del Espíricom se añadieron imágenes de estos Entes vivos de ultratumba, y por último, también añado la existencia de otras investigaciones de "comunicación ultraterrena" en el campo de la telefonía y la informática.

( continúa en el siguiente publicado)

- Jose Luis Martín- (Aguas Nuevas-Albacete)

                                           *************************

 

                                                                                  


Andre Luiz

20 MANERAS DE ENTORPECER LA MARCHA DEL ESPIRITISMO


Nosotros, los Espíritas, podemos perturbar la marcha del Espiritismo de las siguientes maneras:

1. Postergando nuestra reforma moral.

2. Menospreciando los deberes profesionales que tenemos.

3. No apoyando las obras de caridad.

4. Negándonos al estudio.

5. Faltando a los compromisos sin un justo motivo.

6. Solicitando privilegios.

7. Evitando deliberadamente a los sufrientes para no brindarles pequeños servicios.

8. Colocando los principios espíritas a disposición de los convencionalismos sociales.

9. Especulando con la Doctrina Espírita en materia política 

10. Sacrificando a la familia en los trabajos del Ideal.

11. Acaparando cargos y funciones sin distribuirlos con los demás compañeros, o no aceptando ninguna tarea ni responsabilidad, aislándonos en la indiferencia.

12. Preocupándonos por la conquista de aplausos.


13. Considerarnos indispensables.


14. Rehuyendo el examen imparcial y sereno de las cuestiones concernientes a la claridad interpretativa del Espiritismo, el que siempre debe estar por encima de los intereses y de las personas.

15. Renunciando al raciocinio y dejándonos atrapar por movimientos o personas que intentan sutilmente ensombrecer la labor elucidativas espírita con preconceptos y fantasías.

16. Hiriendo a los demás con palabras agresivas o dejando de auxiliarlos en el momento preciso con manifestaciones orales de consuelo y conocimiento.

17. Manteniendo resentimientos.

18. Relegando el deber natural de cooperar respetuosamente con los dirigentes de las instituciones que sirven a la Doctrina.

19. Adulando a los médiums y a los trabajadores de la causa espírita.

20. Delegando en los demás las responsabilidades que nos competen.

Benefactor Espiritual ANDRÉ LUIZ.
Médium WALDO VIEIRA.

                                                             ***********************************