martes, 30 de septiembre de 2014

¿ Por qué unos son mediums y otros no lo son?

¿ Por qué unas personas son médiums y otras no?

Generalmente la mediumnidad es un compromiso espiritual que suele ser adquirido por el ser espiritual desde antes de nacer , que asume las pruebas y la responsabilidad que conlleva el ser médium. Estas las acepta el Espíritu antes de volver a renacer en este mundo, con el propósito de acelerar su progreso evolutivo mediante el correcto ejercicio de la mediumnidad . En estos casos, a veces se nace con ella como algo natural que acompaña a la persona desde su primera infancia, y en otros casos se desarrolla posteriormente en determinado momento de la vida.
Todo tiene además un cómo, un por qué, y el que se posea una facultad mediúmnica o no se posea nunca, depende de ese compromiso o necesidad de servirse de ella como valiosa herramienta para evolucionar ayudando a los demás, tanto a seres encarnados como a desencarnados.
La mediumnidad puede suponer también una expiación o prueba, a veces solicitada por el propio Ser antes de venir a este mundo. Como expiación supone la oportunidad para el médium de poder saldar las deudas espirituales y morales contraídas en el pasado, por las molestias y riesgos que conlleva el ejercicio mediúmnico. Cuando la mediumnidad viene dada por esta causa, suele presentar la problemática de las posibles obsesiones espirituales que padece el médium causadas por Seres de “planos espirituales inferiores”, que buscan aprovechar ese canal abierto al “mas allá” para poder manifestarse en nuestro plano. La mediumnidad que se aceptó como expiación o prueba, la asumen los que desean someterse voluntariamente a los peligros y tentaciones que derivan de la misma, a fin de fortalecer su espíritu y demostrarse a sí mismos que pueden salir con éxito de esta misión haciendo el bien.
Otros Seres mas evolucionados, a veces han solicitado voluntariamente la mediumnidad como misión, y vienen a este mundo con la facultad mediúmnica ya desarrollada con el propósito de ayudar en su progreso a los demás Seres humanos.
En definitiva, se podría afirmar que el desarrollo o no de las facultades mediúmnicas, depende del compromiso adquirido por el Ser espiritual y también de su necesidad evolutiva o de sus anteriores errores espirituales, o karma negativo, (del que trataremos mas adelante).
Hay que señalar que para ejercitar y desarrollar la mediumnidad no es lo más importante el número de comunicaciones que realice con seres del plano espiritual, sino que lo es la calidad de las mismas, en cuanto a que procedan de espíritus buenos.

- Jose Luis Martín-

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No desees poderes psíquicos: ya vendrán cuando el Maestro juzgue que es bueno para ti el poseerlos”

-Krishnamurti-

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DIALOGANDO CON LOS ESPÍRITUS

Cada manifestación es diferente. Nunca sabemos, con seguridad, las intenciones del Espíritu que se aproxima, que problemas nos trae, cuáles son sus características, cual es la razón de su presencia entre nosotros.

 La propia mediúmnidad no es un instrumento de precisión, como un microscopio o un reloj, que funcione, repetidamente, de manera previsible y controlable. El médium es un ser humano ultrasensible, de psicología compleja, encargado en transmitir el  pensamiento de un desencarnado, pero está muy lejos de ser mero aparato mecánico de comunicación, como un teléfono o una radio, aunque no obstante se hable en sintonía y en vibraciones, cuando a el nos referimos. Sus facultades sufren influencias variadas, del ambiente, de su estado de salud, de su problemática intima, de su fe o ausencia de ella, de su interés en el trabajo, que puede fluctuar, de su capacidad de concentración, de su confianza en los compañeros que le rodean y, especialmente, en el dirigente del grupo y, obviamente, de los Espíritus manifestantes. Y hasta estos, que son también seres humanos - no nos olvidemos de esto - varían sus presentaciones, de una para otra manifestación,  según sus propias disposiciones.

Por otro lado, es necesario considerar, también, que hay diferentes formas de mediúmnidad: de incorporación, o psicofónica, de videncia, clariaudiencia, psicografia, así como existen médium que conservan su conciencia durante la manifestación, y médium que pasan a lo que se convino llamar estado "inconsciente".

Es inadecuada la expresión "mediúmnidad inconsciente". El Espíritu del médium no está en estado de inconsciencia, simplemente se aparto de su cuerpo físico, para cederlo al manifestante. Lo máximo que se puede decir es que la conciencia no está presente en el cuerpo físico, o mejor dicho, no se manifiesta a través del cuerpo material, temporalmente ocupado o manipulado por una entidad extraña a su economía. Si el médium se sumergiese, en Espíritu, en el estado de inconsciencia, el manifestante asumiría posesión total de su organismo y  haría con el lo que le pareciese bien.

Existen manifestaciones violentas, y muy libres, durante las cuales los Espíritus incorporados mueven el instrumento mediúmnico aparentemente a su voluntad, haciéndole  gritar, dar puñetazos, levantarse, derrumbar muebles, rasgar libros y cuadernos, y promover disturbios semejantes

 La mediúmnidad sonambúlica se asemeja al estado de posesión; pero, basta invocar esta, para sentir la diferencia entre una y otra manifestación. El poseso es realmente un médium, pues ofrece condiciones para que otro Espíritu se incorpore en el, pero el médium no es un poseso, en el sentido de que el manifestante pueda hacer, con el, todo cuanto le parezca, en cualquier momento y sin límite de tiempo, o totalmente sin disciplina.

En un grupo mediúmnico en que la supervisión espiritual sea firme y segura, la mediúmnidad sonambúlica puede y debe funcionar perfectamente, pues muchos Espíritus necesitan estar unidos a tales médium. Ellos provocaran disturbios y se agitaran bastante, según los recursos y censuras que encontraran en sus médiums, pero no nos olvidemos de que, los guías espirituales del grupo estarán atentos, para que ellos no cometan desatinos, como el propio médium estará presente y consciente, acompañando atentamente la manifestación, y puede, con certeza, interferir, para que el Espíritu manifestante no se exceda, aunque se le permita una considerable libertad. En casos extremos los orientadores espirituales del grupo también adoptaran medidas de excepción, para contener las manifestaciones más violentas. Ya tuvimos  oportunidad de presenciar algunos de esos casos, en que el Espíritu es virtualmente "maniatado", por lazos fluidicos invisibles a nuestros ojos, pero de una realidad indiscutible para el, porque lo inmoviliza instantáneamente.

El grupo debe estar, así, perfectamente preparado para innumerables formas de manifestación. Ellas son imprevisibles e inesperadas. El adoctrinador experimentado sabrá identificar prontamente las primeras señales  de la incorporación, cuando el Espíritu comienza a acomodarse a la organización mediúmnica. Es necesario recordar que, frecuentemente, el Espíritu manifestante esta parcialmente unido al médium, horas, y hasta días enteros, antes de la   sesión. En estos casos, cuando se trata de un Espíritu desarmonizado, aunque la manifestación no sea ostensiva, porque esto implicaría admitir mediúmnidad totalmente descontrolada, el médium sufre inevitable malestar físico, dolor de cabeza, presi6n sobre la nuca, sobre los plexos, sensación de angustia indefinible y, hasta incluso, estado febril, postración, irritabilidad, agresividad y varios otros síntomas de desorganización psicosomática.

 El médium experimentado y responsable debe estar preparado para eso. No se asuste, no se aterrorice, no tema y, sobre todo, no deje de comparecer al trabajo, por causa de esas disonancias psicofísicas, pues es eso mismo lo que desean los compañeros desequilibrados, es decir, apartarlo del trabajo.

Ese envolvimiento puede darse también con los demás participantes del grupo que, aunque no estén dotados de mediúmnidad ostensiva, sufren también terribles presiones de los hermanos perturbados. Uno de los blancos predilectos de esas penosas aproximaciones es el adoctrinador, tenga o no mediúmnidad ostensiva. El cerco en torno de el es permanente, tenaz, implacable, impiadoso, porque los compañeros desencarnados enfermos, creen que neutralizándolo, acaban con el grupo, lo que muchas veces, infelizmente, es verdad.

Este o no este el Espíritu unido al médium antes de la sesión, es cierto que el planeamiento espiritual ya tiene las tareas de la noche distribuidas por anticipación, y en la secuencia que creen mas conveniente a la buena marcha de los trabajos. Generalmente, cada médium tiene su propio "estilo", para indicar el inicio de la comunicación: colocar las manos sobre la mesa, respirar con mayor profundidad, dos o tres veces, agitar ligeramente la cabeza o el cuerpo, gemir, levantar los brazos, en una somatología que el adoctrinador, habituado a trabajar con el, sabrá identificar, a fin de iniciar el tratamiento del hermano que se presenta.        

A veces, el Espíritu comienza luego a hablar, o a vociferar, pero, usualmente, el necesita de algunos segundos   ' para apoderarse de los controles psíquicos del médium, y no consigue hablar sino después de haberse acomodado bien a    la organización de su instrumento. El adoctrinador debe aprovechar esos momentos para dar una palabra de  bienvenida, saludándolo con atención, cariño y respeto. En algunos casos el Espíritu solamente consigue expresarse con mucho trabajo, en virtud de su estado de perturbación, de  indignación, o por estar con deformaciones periespirituales que se lo impiden. Otras veces, valiéndose de astucia, o  preparando celadas, se mantiene en silencio, para que el adoctrinador se canse, en la tentativa de descubrir sus motivaciones, a fin de intentar ayudarlo, con lo que el se divierte bastante.

En ciertas ocasiones, el viene revestido de un manto de mansedumbre y tranquila seguridad. Dice palabras dulces, nos asegura sus buenas intenciones, nos da consejos. Uno de ellos, cierta vez, comenzó serenamente, con un llamamiento "a los corazones bien formados", en un lenguaje de pacificación y entendimiento. Le digo que estamos dispuestos a la pacificación y al entendimiento, siempre que el venga en nombre de Dios: pero, por mas que se esfuerce - cosa extraña! - no consigue pronunciar el nombre de Dios, como yo le pidiera. Por fin, explota en irritación y "abre el fuego", gritando que acabo la farsa. Y derrama un arsenal   de amenazas e intimidaciones.     

Existen los que fingen dolores que no sienten, o mutilaciones que no poseen, como ceguera o falta de la lengua. Miran, con esos artificios, distraer nuestra atención del punto principal de su problemática, o simplemente se     entregan al placer irresponsable de engañar, mistificar, defraudar, o también, como algunos me dicen, a veces, de cansar al médium encargado de darles pases.

De cualquier forma que sea la apertura de la comunicación, el adoctrinador debe esperar, con paciencia, después de recibir al compañero con un saludo sinceramente cortes y respetuoso. Sea quien fuere el que comparezca ante nosotros, es un Espíritu desajustado, que necesita socorro. Algunos vienen mas desarmonizados que otros, pero todos necesitados - y deseosos - de una palabra de comprensión y cariño, por más que reaccionen a nuestra aproximación. Los primeros momentos de un contacto mediúmnico son muy críticos. Aun no sabemos a que viene el Espíritu, que angustias trae en el corazón, que intenciones, que esperanzas y recursos, que posibilidades y conocimientos. ¿Estará unido a alguien que estamos intentando ayudar? ¿Tiene problemas personales con algún miembro del grupo? ¿Lucha por una causa? ¿Ignora su estado, o tiene conciencia de lo que pasa con el? ¿Es culto, inteligente, o se presenta inexperto e incapaz de sostener un dialogo más sofisticado?

Una cosa es cierta: no debemos subestimarlo. Puede, al principio, revelar una clamorosa ignorancia, y entrar, después, en la posesión de todo el acervo cultural de que dispone. Difícilmente el Espíritu es bastante primario para ser clasificado, sumariamente, como ignorante. Nuestra experiencia acumulada es mucho más amplia de lo que sospechamos.


EXTRAÍDO DEL LIBRO “DIALOGO CON LAS SOMBRAS” DE HERMINIO. C. MIRANDA.

Mediums: ¿ Nacen o se hacen ?


               ¿El médium, nace o se hace?.-

Se podría afirmar que lo uno y lo otro. Ambas cosas lo son indistintamente, porque existen mediums naturales que nacieron con su facultad ya desarrollada, y otros en la que esta se manifiesta y desarrolla a lo largo de su vida; en ambos casos, a todos les cabe la obligación de adquirir una formación adecuada para controlar y dirigir su facultad en vez de que esta les dificulte la vida a ellos mismos, evitando ser instrumento o juguete de los llamados “espíritus inferiores”.
Hay que tener en cuenta que las facultades de la mente humana, en particular las de su subconsciente, son mucho mayores de lo que la gente se imagina, y no se pueden explicar por el método científico ordinario. La facultad mediúmnica se relaciona con el organismo físico y es independiente del grado de moralidad del médium; sin embargo el uso que se le dé sí puede ser más o menos bueno, según sean las cualidades morales del médium.
La mediumnidad natural y espontánea se desarrolla normalmente sin riesgos, pero sin embargo,en el caso de los niños, si supone cierto riesgo esta activación , porque se puede sobreexcitar su imaginación infantil y debilitar su sistema nervioso en desarrollo, causándoles problemas psicológicos y mentales.
La facultad mediúmnica parece ser que tiene relación directa con el centro de energía vital situado en la base de la columna vertebral, que irradia con su potente fuerza magnética a los demás centros magnéticos o chacras, a los que vivifica y despierta.
La etapa de este despertar mediúmnico en niños y jóvenes, parece ser que se manifiesta sobre todo con mas intensidad y frecuencia, cada siete años, es decir, a los siete, a los catorce, y a los veintiuno respectivamente; a partir de ahí su aparición es menos frecuente. La manifestación de la facultad es delicada y peligrosa, sobre todo en las dos primeras edades citadas debido a la inmadurez psíquica en esas edades, por lo que el iniciado deberá aprender a desarrollar una fuerte voluntad y auto-control sobre las sensaciones e influencias psicológicas que percibe de modo cada vez más sensible cuanto más despierta está su mediumnidad. A pesar de las tres edades citadas en las que más casos aparecen, no significa esto que no aparezca también, a veces, en otros momentos intermedios de la vida ; esto depende de su desarrollo físico, psíquico y moral.
Es muy importante desde el principio del desarrollo y uso de su facultad , que el médium sepa diferenciar la clase de Espíritu que se le aproxima y que intenta influir y manifestarse a través de él, para poder rechazar aquellos que le puedan causar problemas de cualquier clase. El escudo más fuerte que tiene el médium para rechazar las malas influencias es su propio perfeccionamiento moral, porque manteniéndose en una elevada tónica espiritual, los Seres desencarnados que se le puedan aproximar, no lo harán si son de una más baja condición moral que el médium; es una simple cuestión de afinidad de sintonía vibratoria.
No olvidemos que en el universo tanto visible como invisible, existe una Ley llamada de Vibración y otra de Afinidad, de las que en su momento hablaremos, que no dejan de actuar, y por las que todo cuanto existe emite una vibración propia de sus energías; las semejantes se atraen y cuanto más diferentes son , más se repelen y más distantes están. A poco que nos fijemos, nos daremos cuenta de que esto sucede naturalmente entre las personas, en cuanto a sus relaciones humanas y sociales.
Para que el joven médium, en desarrollo sepa diferenciar entre esta clase de aproximaciones, es muy conveniente una adecuada formación espiritual y orientación que puede encontrar en los Centros Espíritas, con el asesoramiento de personas muy preparadas y formadas. Hasta tanto este proceso no se haya completado y el médium no haya madurado y se haya formado correcta y suficientemente, no es conveniente su participación en trabajos mediúmnicos. Una vez presentada la mediumnidad se la debe educar del mismo modo que se debe educar cualquier otra facultad de naturaleza intelectual o artística; la persona debe desarrollar adecuadamente esa aptitud para aprender a canalizar sus energías sacando los mejores resultados posibles. Esta educación debe ser permanente para ir ampliando cada vez más sus facultades psíquicas. Para educar la mediumnidad existen requisitos fundamentales, como lo son el estudiarla, conociendo sus posibilidades y conociendo el Espiritismo, que es la doctrina de los espíritus que explica el fenómeno de la mediúmnidad. Sin esto el médium difícilmente pasa a la superstición, con el gran escollo para la mediumnidad que es el estado de obsesión espiritual.
Aunque existen niños en los que su facultad mediumnica les acompaña desde su más tierna infancia, el ejercicio de la misma es desaconsejable debido a una doble problemática: física y mental. A esas tiernas edades las deficiencias en un sentido o en otro no son nada extrañas, por lo que un elemental sentido de la prudencia aconseja evitar compartir el trabajo mediúmnico junto a los niños en general. La imaginación infantil es especialmente excitable, debido a lo cual se pueden ocasionar consecuencias peligrosas en cuanto a su equilibrio y estabilidad espiritual. El niño, por naturaleza, vive en un mundo aparte, casi restringido a los juegos infantiles, lo que le supone mostrarse inerme ante ciertos espíritus perversos que podrían aprovechar su fragilidad e inocencia para ejercer un asedio psíquico y mental sobre el mismo.
Desarrollar una mediumnidad supone ponerse en estrecha relación magnética, mental y moral con los más diversos seres espirituales, y el frágil organismo infantil puede sufrir los efectos de una aproximación espiritual negativa.
Una forma muy eficaz de proteger a estos médiums incipientes, de los posibles riesgos que supone su ejercicio debido a la clase de seres espirituales con quienes se trata, es orando por ellos, dándoles la debida formación moral y mediúmnica, y ayudándolos mediante “pases magnéticos” aplicados por personas responsables y debidamente preparadas en cuanto a las nociones doctrinarias y filosóficas que el Espiritismo aporta para su comprensión.

-Jose Luis Martín-
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Se la encuentra en los niños y en los viejos, en los hombres y en las mujeres, cualquiera que sea su temperamento,el estado de salud y el grado de desarrollo intelectual y moral”.

-El Libro de los Médiums
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VISIÓN CORRECTA DEL ESPIRITISMO
Por Nazareno Tourinho

Es innegable que el Espiritismo, esencialmente, como hecho natural, como ley de vida, es de todos los tiempos, se encuentra aunque de un modo difuso o velado en el aliciente de todas las creencias inmortales, razón por lo que debe ser concebido no como una secta particular y si como elementos capaz de fortalecer las diversas religiones y abrir camino para que ellas se encuentren con las variadas ciencias, llevando al hombre a cumplir de manera integral su destino en este mundo, a través del desenvolvimiento tanto de las potencialidades sentimentales como intelectivas. Siendo así, nada impide que un católico, un teósofo, un amante de la Umbanda o del esoterismo sea también espirita, cara al carácter universalista, cósmico, del Espiritismo, y quien quisiera defender esta posición ciertamente descubrirá algunas frases de Allan Kardec para apoyarse. Con todo, solamente será espirita en parte, y no de un modo completo, pues es igualmente indiscutible que la verdadera Doctrina Espirita está en la enseñanza que los Espíritus dieron (“El Libro de los Espíritus”, introducción, ítem XVIII), y tal enseñanza es suficientemente clara cuando establece los fundamentos de una filosofía racional (ídem, Prolegómenos) que incompatibiliza la teoría y práctica del Espiritismo con todo aquello que tiene sabor a místico y es destituido de contenido lógico. De ahí porque nadie puede ser fiel a la causa espirita si dejará de actuar con buen sentido.

No basta obtener la tarjeta en el Club de la Pureza Doctrinaria para servir con eficiencia en el espiritismo. Lo importante es tener una visión correcta y el buen sentido indica que, para eso, el primer cuidado es no ser radicales. En la historia de todos los movimientos que han surgido para alargar los horizontes mentales del ser humano siempre fueron las concepciones extremistas las que estragaron todas… Son ellas las fuentes generadoras de la ortodoxia y toda ortodoxia es fechadura dogmatica atrancando las ventanas del libre análisis, sin el cual se torna imposible el progreso. Acontece que tanto hay una ortodoxia excesivamente conservadora, dedicada para sustentar el tradicionalismo, como hay una ortodoxia exageradamente renovadora, que nada respeta, ni aun mismo los valores fundamentales e imprescindibles para la identidad de un pensamiento filosófico. La primera produce la inmovilidad por la fe ciega y la segunda va tan lejos que destruye cualquier fe, aunque nazca del conocimiento bien construido. Es lamentable, más aun no aprendimos una gran lección de la Antigüedad clásica: la Virtud esta en el medio…

Con el debido aprecio a los que luchan por fijar el espiritismo únicamente en el plano científico o exclusivamente en la esfera religiosa, y aun con la justa consideración a aquellos que desean conservarlo en su rasgo primitivo o modernizarlo por completo, osamos afirmar que la providencia básica para tener una óptica sino perfecta, por lo menos razonable, del Espiritismo, consiste en abandonar la presunción de sabiduría infusa y estudiar con inteligente humildad la obra de Kardec, donde son límpidamente expuestos los principios incuestionables de nuestra Doctrina y los puntos sobre los cuales ella misma recomienda reflexión, pesquisa y debate para la madurez de las ideas.

Lo malo es que, en vez de examinar sin premeditación los libros del maestro lionés, recurrimos a ellos con el deliberado ánimo de captar escasos argumentos alimentadores de nuestras tendencias ideológicas, sin admitir que, como las demás personas, estamos sujetos a limitaciones perceptivas. Ora, como todos nos situamos en grados de evolución diferenciados, cada uno ve el Espiritismo de una forma distinta, resultando de ahí las insanas divergencias de opinión. Si sabemos administrarlas, cultivándolas con equilibrio y moderación, todavía podremos convivir en régimen de trabajo solidaridad y tolerancia, en consonancia a la divisa, o lema, de la Codificación. Si caemos en el radicalismo, terminamos siendo nocivos y no útiles al ideal común. Es lo que parece, salvo mejor juicio…


Fuente: Reformador nº 2000 de Noviembre de 1995

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     SOBRE FINADOS                     Francisco Cándido Xavier

“En una de nuestras reuniones públicas, fue comentada la cuestión  de nuestros homenajes a los hermanos desencarnados.  ¿Cómo se sienten ellos con nuestras conmemoraciones y recuerdos?
En torno a esa pregunta, fueron entretejidos numerosos comentarios. Y, al inicio de nuestras  tareas, el Libro de los espíritus  nos ofreció para estudio la cuestión nº 353, que se vincula al asunto, las explicaciones de los compañeros fueron de las más diversas.
Al término de la reunión, nuestro querido Emmanuel escribió la páginas que aquí se expone. Es una oración que nos sensibilizó y nos hizo recordar a todos el Día de los Difuntos.”
NOTA – El problema de las conmemoraciones del día de los Difuntos, también como el de los funerales   y de homenajes prestados a los muertos, mereció un tópico especial del capítulo VI de El Libro de los Espíritus. La posición doctrinaria, al contrario de lo que generalmente se piensa, es favorable  para esos homenajes,   desde que son sinceras y  no solo apenas convencionales.  Los Espíritus, respondiendo  a la pregunta de Allan Kardec al respecto,  mostraron que los lazos de amor existentes entre los que partieron y los que quedaron en la Tierra justifican esos actos. Y declararon que en el Día de los Difuntos los cementerios quedan repletos de espíritus que se alegran  por el recuerdo de los parientes y amigos.

ORACIÓN POR LOS CASI MUERTOS        Emmanuel

¡Señor Jesús!...
Mientras que los hermanos de la Tierra el resto de nosotros – los compañeros desencarnados – en las fronteras de la cenizas, rogándote  amparo a nuestro favor,  también nosotros, de corazón reconocido, te suplicamos apoyo y auxilio para todos ellos,  principalmente considerando aquellos que  corren el riesgo de marginalizarse en las tinieblas!...
Por los que perdieron la fe, recusando  el sentido real de la vida, y yacen casi muertos  de desesperación; por los que desertaron de las responsabilidades propias, anestesiando transitoriamente el propio raciocinio, y surgen casi muertos de inanición espiritual; por los que se entregaron a la ambición desmesurada  y se rodearon  sin cualquier provecho de los recursos de la Tierra, y repuntan  de lo cotidiano casi muertos de penuria en el alma; por los que se hipertrofiaron  en su sepultura  de inteligencia , helando el corazón para el servicio de la solidaridad, y aparecen  casi muertos  al frio de la indiferencia; por los que acreditaron  en la fuerza ilusoria  de la violencia, lanzándose al fuego de la rebeldía,  y se destacan  casi muertos  de vacia angustia; por los que se perturbaron  por ausencia de esperanza, confiándose  al desequilibrio, y se revelan casi muertos de inútil aflicción;  por los que abrazaron  el desanimo por norma de acción, parando de trabajar, y reposan casi muertos de inercia; y por lo que se hirieron hiriendo a los otros, encarcelándose  en las cadenas de la culpa, y están casi muertos  de tardío arrepentimiento!...
¡Señor!...
Para todos nuestros hermanos que atraviesan la experiencia humana casi muertos de sufrimiento  y agravios, complicaciones y problemas creados por ellos mismos, nosotros te rogamos auxilio y bendición!...
Ayúdalos a  liberarse del visco de sombra en la que se enredaron  y tráelos de nuevo a la luz de la verdad y del amor, para que la luz del amor  y de la verdad les revitalice  la existencia, a fin de que puedan encontrar la felicidad real contigo, ahora y para siempre.

EL CREDIARIO DE LA MUERTE 
 J. Herculano Pires (Hermano Saulo)

La muerte solo existe para los que quieren morir. La necrofilia  o el amor a la muerte – en el sentido negativo de la palabra – es una dolencia mental y psíquica, una tendencia mórbida de ciertos temperamentos, hoy bien definidos en psicología. No se trata de la aberración sexual  a la que se aplicaba la palabra tiempos atrás, más si de aquella  “aberración de la inteligencia”, a la que se refería Allan Kardec, que lleva al individuo a negar su propia capacidad de vivir y de sentir la vida.
Todo aquel que le gusta destruir  y se destruye a sí mismo, aniquila sus propias fuerzas vitales y mata las esperanzas de vida  que los otros  alientan y defienden, es necrófilo. Sabemos que la muerte no existe, porque nada se acaba, todo se transforma. El aniquilamiento total del ser por el simple fenómeno de la muerte – un fenómeno biológico de mutación – no puede ser más admitido  por una persona ilustrada, pues el avance actual del conocimiento positivo supero mucho las ilusiones negativas del materialismo.
A pesar de esa nueva, innegable realidad, los necrófilos se apegan a la idea de la muerte  como total aniquilamiento del ser. Y por eso se desesperan, entregándose a la propia destrucción, apresando a la propia muerte “en el muérdago de sombra en la que se enredaron”, según la expresión de Emmanuel. Y entregándose al  escepticismo  auto destructor, compran la muerte  por anticipación, en el breviario  “del desespero  y de las aflicciones inútiles”. Son esos los “casi muertos” por los cuales los “muertos” en el día de Finados, oran del lado de allá de la vida.
La oración de Emmanuel por los “casi muertos” no es una oración de efecto religioso o literario. Es una señal de los tiempos, revelándonos que, al otro lado de la vida, aquellos  que en nuestra  ignorancia llamamos muertos velan por “los casi muertos” de la tierra y poden a Dios por ellos. El verdadero muerto no es el que dejó su cuerpo en el túmulo, más si el que se sirve del cuerpo para vivir en la tierra como un muerto ambulante. Que esa oración nos recuerde las palabras de Isaías: “Tus muertos vivirán”

Artículo publicado originalmente en la columna dominical “Chico Xavier pide licencia” del periódico Diario de S. Paulo, en la década de 1970
                                                              
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¿Tienen los Espíritus otra cosa que hacer, fuera de adelantar personalmente? 
- Cooperan a la armonía del Universo al ejecutar las órdenes de Dios, cuyos ministros son. La vida espírita es una ocupación constante, pero que no tiene nada de penoso, como la de la Tierra, porque no hay en ella ni fatiga corporal ni las angustias de la necesidad. 

EL LIBRO DE LOS ESPIRITUS ALLAN KARDEC

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lunes, 29 de septiembre de 2014

¿ La Mediumnidad es cosa del diablo ?

           
Reflexiones de Merche 


      La vida es una cajita de sorpresas, ella va ofreciéndonos  momentos de felicidad y momentos de sufrimiento, según la sorpresa.
       Muchos hermanos viven indecisos, unas veces creen en la doctrina espirita, y otras veces dudan, no se han reafirmado en el bien, y por eso cometen muchos errores, que después les pesan, pero ya no pueden dar la marcha atrás, lo hecho, hecho está, y pasan a sentir sus conciencias, amonestándoles por su poco cuidado, por su falta de preparación, para afrontar la vida como un hombre de bien.
      En el Espiritismo la duda es considerada como condición necesaria para la búsqueda de la verdad. Kardec la aconseja como método de control de las manifestaciones mediúmnicas y del estudio de los principios doctrinarios. Habiendo demostrado que los Espíritus son seres humanos desencarnados, liberados del cuerpo material por la muerte, y que muchos de ellos se manifiestan sustentando opiniones erradas que compartieron en la Tierra, ello aconseja el análisis constante y el examen atento de las comunicaciones, que deben ser rechazadas cuando revelaren conceptos absurdos.
    El empleo del buen sentido depende de la buena orientación del entendimiento. Kardec ofrece, en toda su obra, instrucciones y ejemplos para el uso del buen juicio y aconseja la consulta, en casos de dificultad, a personas reconocidamente capaces de resolver problemas con lucidez. No habiendo en el Espiritismo dogmas de fe, todo puede ser apreciado y discutido en términos de buen sentido o de buena razón.
    La humanidad terrena ha logrado la madurez suficiente para liberarse del ciclo de las revelaciones personales y locales, ocurridas siempre de una manera mística, por medio de un maestro, profeta o Mesías.
   La indolencia humana, la tendencia hacia lo cómodo, el apego a la vida como ella es, sólo pueden ser removidos por medios compulsivos. Los latigazos del templo tienen que ser aplicados contra los mercaderes que lo transforman en mercado, que no piensan en Dios, sino sólo en el dinero. Solo por el impacto del dolor el hombre se liberará de sus lacras para encontrar la vida en abundancia de que Jesús habló. Los años, los siglos, los milenios pasan rápidos en dirección hacia la eternidad sin límites. No podemos fermentar en la Tierra indefinidamente, como lo haríamos si las leyes divinas no nos forzasen a buscar con mayor rapidez los objetivos verdaderos de nuestra existencia.
   Todas las religiones actuales están superadas por el avance general de la cultura terrena. Todas las estructuras sociales de nuestro mundo están perimidas. La misma cultura, que nos parece tan adelantada, se arrastra todavía amarrada a los conceptos de un pasado muerto. La mayoría de la población del planeta sufre el suplicio de Tántalo. La miseria y las enfermedades diezman a millones de personas, mientras grupos de privilegiados dilapidan fortunas colosales. Los gastos de armamentos succionan el sudor y la sangre de los pueblos. El egoísmo no fue erradicado de los corazones y el ejemplo de Cristo es encarado como una simple leyenda mitológica. La idea de Dios se apaga ante la enormidad de las amenazas y de las calamidades que azotan a las naciones, incluso a las más civilizadas. Sería absurdo pensar que esa situación infernal ha de proseguir indefinidamente. El principio de la tensión máxima está en función y hemos de ser forzados a avanzar hacia situaciones más dignas.
    Kardec vió todo eso con una extrema lucidez, como podemos constatarlo mediante la lectura de sus obras. Por eso no convirtió al Espiritismo en una nueva religión estática, según el concepto de Bergson, sino que lo relacionó con todos los campos de la cultura para que pueda actuar como una religión dinámica, aquella religión en espíritu y verdad de la que Jesús habló a la mujer samaritana.
    La superación de la duda en el Espiritismo no se produjo a través de los métodos subjetivos de la meditación religiosa o del éxtasis místico, sino por el método científico de investigación. Pacientes e incesantes investigaciones -y no revelaciones místicas- llevaron a Kardec al descubrimiento científico de la naturaleza espiritual del hombre. Y la prueba de esta afirmación fue ofrecida posteriormente por las investigaciones científicas desencadenadas en todo el mundo y hoy ratificadas, hasta por el mismo avance de las observaciones materiales, por científicos modernos que ensanchan los dominios de las ciencias. Es así como la duda sobre la continuidad de la vida después de la muerte fue vencida por la certeza en el campo de los estudios espíritas. Las religiones que ignoren ese hecho culminante de la evolución humana en la Tierra acabaran asfixiadas por la falta del oxigeno de la verdad, en sus círculos estrechos de fanatismo y exclusivismo.
    Estudiemos  que somos y lo que pretendemos ser, hagamos una relación de nuestra vida, y conforme  vallan surgiendo las  sorpresas, de la cajita que nos toco, en la gran tómbola de la vida, tratemos de encararla bajo un prisma, el del Cristiano “fiel servidor de la Doctrina de Cristo” y ninguna sorpresa conseguirá alterar nuestra firmeza en los objetivos de conseguir ser verdaderos hombres de bien.
     Si  procuramos el bien, el bien nos abrirá la ventana al exterior, desde donde podremos ver el real sentido de la vida, sin miedos, porque la real concepción de Dios, nos hará sentir que espera de  nosotros y cómo podemos servirle con amor y dedicación.

- Merchita -
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La Tragedia del Resentimiento


1 – Cuadro actual:

Ø Las presiones psicosociales, socioemocionales, económicas y de otros orígenes generan disturbios variados, en los cuales se sumerge un amplio sector de la sociedad.

Ø Las presiones provocan miedo, ansiedad, amargura, desorganizan el sistema nervioso de los seres humanos, conduciéndolos a neurosis profundas que, casi siempre somatizadas, son responsables por enfermedades alérgicas, digestivas, del metabolismo en general, facilitando el inicio de procesos degenerativos.

Ø Los hombres con temperamentos frágiles, bajo presión, buscan realizar mecanismos de fuga, cayendo en estados fóbicos y depresivos o recurren a la violencia como una forma de afirmarse y defender su personalidad.

2 – Causas del resentimiento:

Ø Personas más sensibles, que no consiguen soportar y superar las presiones, se refugian en resentimientos que las hacen infelices y las predisponen a reaccionar siempre, lanzando dardos venenosos contra quienes se les transforman en enemigos reales o imaginarios.

3 – Consecuencias del resentimiento:

Ø Algunas personas se intoxican de rencores y sucumben. Otras, inconscientemente, se convierten en víctimas de desdichas afectivas, financieras y sociales. Diversas fracasaron disminuyendo su autoestima, desvalorizándose y haciendo el juego de la autodestrucción.

Ø El resentimiento es una toxina que mata a quien lo lleva. Mientras vibra en la emoción, desorganiza los sistemas nerviosos más sutiles y produce arritmia, oscilación en la presión, disfunciones cardíacas, entre otros.

4 – Cómo diagnosticar el resentimiento:
Ø Casi nunca se manifiesta con formas definitivas, camuflándose como imágenes mentales fijas y, a veces, pasando desapercibido.

Ø Existen personas resentidas que no consiguen identificarlo.

Ø Un autoexamen enérgico, podrá ayudar a encontrarlo en los rincones del alma. Luego, prosiguiendo en su búsqueda y análisis, será posible descubrir sus raíces, cuándo tuvo inicio y por qué se instaló en el ser, pasando a perturbar. 

Ø Sorprendido verificarás que eres responsable por darle guarida y vitalizarlo, permitiéndole que te consuma.

5 – Terapia:

Ø La gente que fue cruel contigo –familiares, conocidos, profesores, etc.– en la infancia y durante la vida, no tenían ni tienen la dimensión de lo que hicieron o de lo que están por hacer. Ni siquiera se dieron cuenta de sus daños e incoherencia de lo que te hicieron. En su momento, sufrirán las mismas agresiones, cuando sean niños, y probablemente reaccionarán de la misma forma con quienes se lo hagan.

Ø Tu primer paso será comprenderlos, considerándolos sin responsabilidad ni esclarecimiento, sin mala intención en relación contigo. De ese modo los comprenderás y los perdonarás, para más adelante liberarte.

Ø Una vez, retirada la causa injusta del resentimiento, despertarás inmediatamente en paisajes sin sombras, redescubriendo la vida desarmándote frente a las personas que te eran antipáticas y por quienes te mantenías en guardia.

Ø El mal que te hagan, solamente te perturbará si te permites acogerlo. De lo contrario volverá a su origen. Vive entonces, sin rencores. Depúrate. Resentimiento, nunca.

Página psicografiada por el médium Divaldo Pereira Franco, dictada por el Espíritu Joanna de Ângelis).
Extraída del libro «Momentos de Salud ».

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                                         LEY DEL TRABAJO

678.  En los mundos mas perfeccionados, el hombre es sometido a la misma necesidad de trabajo?
     —La naturaleza del trabajo es relativa a la naturaleza de las necesidades; cuanto menos necesidades materiales, menos material es el trabajo. Pero no juzgueis, por eso, que el hombre permanece inactivo e inútil; la ociosidad seria un suplício, en vez de ser un benefício.
(El Libro de los Espíritos- Leyes Morales - Allan Kardec)

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¿Se puede achacar la mediumnidad a intervenciones diabólicas?

Sobre todo dentro de las iglesias cristianas, se ha llegado a admitir la mediumnidad, pero solamente como posible manifestación diabólica, cerrando toda posibilidad de  manifestación  a  los  demás   seres  espirituales  o  Almas, ( aunque sean bondadosas), a las que sitúa en unos lugares o estados definitivos sin posibilidad de comunicación con los vivos, como son el Cielo y el Infierno.
Han querido hacer creer que la muerte es la barrera definitiva que separa implacablemente,  sin posibilidad de reencuentro a vivos y a muertos; así como han utilizado la figura de los demonios, hoy ya muy anacrónica y fuera de lugar en las conciencias y creencias de muchísima gente.
     No entro aquí en intentar demostrar la inexistencia de este célebre personaje de ficción que a tantos ha aterrorizado y que a tantos ha convertido en agnósticos o ateos, pero sin embargo, yo me pregunto: ¿Por qué Dios iba a dar permiso exclusivo de manifestación humana a los espíritus malos o “demonios”, y sin embargo a los buenos no?.
    Sin embargo si he de señalar que a veces la iglesia Católica ha tenido que reconocer la manifestación por vía mediúmnica de otros Seres espirituales, que no han sido el demonio, pero que sin embargo han tenido cierta notoriedad dentro de sus filas. ¿ Qué han sido sino las apariciones Marianas y de Santos? .
    No obstante la mediumnidad ha seguido manifestándose a lo largo de la historia, y nunca ha dejado de ser esa prueba que en el fondo todos hemos deseado alguna vez para que se nos haga evidente y tangible la existencia del Más Allá que a todos nos aguarda al final de esta vida..
-  Jose Luis Martín -
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Si solo el demonio se comunica, puesto que es el enemigo de Dios y de los hombres,¿Por qué recomienda orar a Dios, someterse a su voluntad, sufrir sin murmurar las tribulaciones de la vida,no ambicionar honores ni riquezas, practicar la caridad y todas las máximas de Cristo, en una palabra, hacer todo lo posible por destruir su imperio?.Si es el demonio quien dá tales consejos, es preciso convenir que tan astuto como es, es bien poco diestro en suministrar armas contra sí mismo.”
- El Libro de los Mediums -
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