viernes, 30 de junio de 2023

Resurección de los muertos

 INQUIETUDES  ESPÍRITAS

1.- Estudiando la mediumnidad (2 de 2)

2.- Papel del Periespíritu en las enfermedades

3.-El Espiritualismo religioso y el filosófico

4.- Resurección de los muertos

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ESTUDIANDO LA MEDIUMNIDAD ( 2 de 2)

                                                                                  

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   El alma encarnada posee en el cerebro físico los centros especiales que gobiernan la cabeza, el rostro, los ojos, los oídos y los miembros, conjuntamente con los centros de la palabra, del lenguaje, de la visión, de la audición, de la memoria, de la escritura, del gusto, de la deglución, del tacto, del olfato, del registro del calor y del frió, del dolor, del equilibrio muscular, de la comunión con los valores internos de la mente, de la conexión con el mundo exterior, de la imaginación, del gusto estético, de los variados estímulos artísticos, y tantos otros, como son las adquisiciones de experiencias atesoradas por el Ser, que conquista la propia individualidad, paso a paso y esfuerzo a esfuerzo, enalteciéndola por el trabajo, constante en pro de la sublimación integral, frente a todas las vías de progreso y perfección que la Tierra pueda ofrecer.

     No se puede realizar ningún estudio de las facultades mediúmnicas sin estudiar correlativamente la personalidad. También es necesario e importante considerar los centros cerebrales, ya que son las bases donde operan el pensamiento y la voluntad ya que influyen de un modo comprensible en todos los fenómenos mediúmnicos, desde la intuición hasta la materialización ostensiva. Esos medios, que merecen la defensa y el auxilio de Entidades sabias y benévolas para realizar sus tareas de amor y sacrificio junto a los humanos, en muchas ocasiones pueden ser ocupados por Entidades inferiores o embrutecidas, que son motivo de los lastimosos procesos de obsesión.

     Las realizaciones espirituales del presente son como pequeños destellos sobre las pirámides de sombra del pasado. La tarea mediúmnica, considerada como la, herramienta para el trabajo de las Inteligencias Superiores, no es fácil llevarla a buen término, pues sobre el canal aun frágil que se brinda al paso de la luz acometen las ondas pesadas de las tinieblas y de la ignorancia que se agitan, compactas, a nuestro alrededor.

     Las entidades enfermas, suelen ser almas perturbadas mentalmente que acompañan a parientes, amigos o enemigos a las reuniones mediúmnicas, de quienes se desligan cuando los encarnados se renuevan con las ideas salvadoras expresadas por las palabras de quienes imparten la enseñanza doctrinaria. Modificado el estado mental de aquellos que vampirizan, esas entidades se encuentran como si hubiesen sido despojadas de su casa, pues al alterarse los pensamientos de aquellos a que estaban unidos, experimentan súbitos y radicales cambios en las posiciones falsas que habían tomado. Algunos de ellos, rebeldes huyen de los lugares de oración, desdeñando temporalmente, la ayuda y tramando nuevas persecuciones a sus víctimas, a las que buscan reencontrarlas. Otras, tocadas por las lecciones recibidas permanecen en el local de tales servicios en ansiosa expectativa hambrientas de mayor esclarecimiento.

     El hombre que no cultiva una vida digna, le es sumamente difícil capacitarse para la muerte libertadora. El alma desencarna comúnmente sin despojarse de sus pensamientos enraizados en personas y cosas de la Tierra. Por eso la mente sigue prisionera a los intereses inferiores del mundo, momificados y enfermizos, ante cuadros inquietantes creados por ella misma. De ahí el valor del culto religioso noble, que aporta un ambiente para la ascensión espiritual y con indiscutibles ventajas, no solo para los espíritus encarnados que a él asisten con sinceridad y fervor, sino también para los desencarnados que aspiran a su propia transformación. Todos los santuarios durante sus actos públicos están muy concurridos por almas necesitadas que se presentan en ellos, sin el vehículo denso, sedientas de confortación.

     Los expositores de la buena palabra pueden ser comparados a técnicos electricistas, provocando el desligamiento de mentes por medio de principios libertadores que vierten en la esfera del pensamiento.

     Las Entidades vampirizadas operan en contra de los agentes, muchas veces envolviéndolos con fluidos entorpecedores que les produce el sueño, a fin de demorar su renovación y progreso. Esas entidades llevan grabados en su periespiritu los sufrimientos que padecen. Traen consigo, individualmente, el estigma de los errores deliberados que cometieron. La enfermedad, como resultado del desequilibrio moral, sobrevive en el periespiritu alimentada por los pensamientos que la engendraron, cuando esos pensamientos persisten después de la muerte del cuerpo físico.

     En las reuniones mediúmnicas, asimilan ideas nuevas, con las cuales van renovándose, aunque lentamente, mejorando la visión interior y estructurando, así, nuevos destinos. La renovación mental es la renovación de la vida.

     Muy pocos en la Tierra se capacitan y conceptúan de que llevamos en nosotros las evidencias de nuestros pensamientos de nuestras actividades y de nuestras obras, y que la tumba no es otra cosas que el baño revelador de las imágenes que escondemos en el mundo debajo de las vestiduras carnales…

La conciencia es un núcleo de fuerzas en torno al cual gravitan el bien y el mal generados por uno mismo.

    En cualquier estudio mediúmnico no debemos olvidar que la individualidad espiritual, en el cuerpo físico, mora en la ciudadela atómica carnal que está formada por recursos tomados provisoriamente del ambiente del mundo. Sangre, encéfalo, huesos, nervios, piel y músculos son elementos materiales que se aglutinan entre sí para la manifestación transitoria del alma en la Tierra, constituye una vestimenta temporal, según las condiciones y pruebas que tiene que pasar.

    Cada recipiente recibe conforme a su capacidad. Los mundos actúan los unos sobre los otros por las irradiaciones que despiden, y las almas se influyen mutuamente por intermedio de los agentes mentales que producen. El campo de la mente ofrece un amplio panorama para el estudio de sus combinaciones… pensamientos de crueldad, rebeldía, tristeza, amor, comprensión, esperanza o alegría, tiene una naturaleza diferente con características y pesos propios, haciendo más densa al alma o utilizándola, además de poderse definir sus cualidades magnéticas… La onda mental poseerá determinados coeficientes de fuerza, tanto en la concentración silenciosa como en el verbo exteriorizado o en la palabra escrita…

     Comprendemos con esto, que somos víctimas o beneficiarios naturales de nuestras propias creaciones, según las corrientes mentales qué proyectamos, nos esclavizamos a compromisos contraídos por el equívoco de nuestras experiencias o liberamos con el bien hacia el progreso, según nuestras determinaciones y obras en armonía o desacuerdo con las leyes eternas…

     Casi todos los hechos mediúmnicos son ejercidos por el fenómeno de la perfecta asimilación de corrientes mentales. El organismo es como un aparato receptor donde se condensan los pensamientos y la voluntad con profusiones de rayos que alcanzan el campo interior del médium, primeramente por los poros, que son como miríadas de antenas sobre las cuales esa emisión adquiere el aspecto de impresiones débiles e indecisas. Esas impresiones se afirman en los centros del cuerpo espiritual, los que funcionan a modo de condensadores y alcanzan de inmediato los enlaces del sistema nervioso desempeñando el papel de preciosas bobinas de inducción, acumulándose allí en un instante y reconstituyéndose automáticamente en el cerebro, en donde poseemos centenares de centros motores semejantes a un milagroso teclado de electroimanes ligados los unos a los otros. En esos núcleos dinámicos se procesan las acciones y las reacciones mentales que determinan vibraciones creativas a través del pensamiento o de la palabra, considerándose el encéfalo como una poderosa estación emisora y receptora y a la boca como un valioso auto parlante. Tales estímulos se expresan también a través del mecanismo de las manos y de los pies, o por las sensaciones de los sentidos y de los órganos que trabajan al igual que elevadores y conductores, transformadores y clasificadores bajo el comando directo de la mente.

     El pensamiento que nos pertenece con exclusividad, fluye incesantemente de nuestro campo cerebral, al igual que las ondas magnéticas   calóricas que nos son peculiares y lo utilizamos normalmente accionando los recursos de que disponemos.

     En los asuntos de este orden es imprescindible tener mucho cuidado para juzgar, porque si se basa el criterio sobre la medida de expresión terrena, se posee una vida mental parasitaria y restringida, ya que ocultamos la onda de pensamiento que nos es propia para reflejar y actuar con los preconceptos consagrados o con la pragmática de las costumbres preestablecidas, que son cristalizaciones mentales producidas en el tiempo. Basta que se ejerza la meditación, al estudio edificante y a la vocación de discernir, para comprender con nitidez cual es la calidad de nuestros pensamientos y poder identificar claramente a las corrientes espirituales que asimilamos.

     La mediúmnidad es un don inherente a todos los seres, al igual que la facultad de respirar, cada criatura asimila las fuerzas superiores o inferiores con las cuales se halla en sintonía. Por eso mismo el Divino Maestro nos recomendó la oración y la vigilancia para no caer en las sugestiones del mal, porque la tentación es la corriente de fuerzas vivas que irradiamos nosotros y que, llegando hasta los elementos afines, tejen entre sí, alrededor de nuestra alma, una espesa red de fuerzas impulsivas que se tornan a veces irresistibles.

     Estudiemos trabajando. El tiempo utilizado en el bien de nuestro prójimo es una bendición que atesoramos para siempre en nuestro propio provecho. Hay espíritus que conservan la mente cristalizada por la fuerza de su propio egoísmo. No perciben nada, exceptuando los cuadros interiores creados por ellos mismos, convirtiéndose en unos vampiros inconscientes de almas reencarnadas. Se encuentran reducidos a una extrema ceguera, por estar desequilibradas en el cuerpo periespiritual las facultades de la visión.

     Cuando acuden a alguna sesión mediúmnica, solo pueden hacerlo con la supervisión de los mentores de la casa. No deben temerse los fluidos de naturaleza deletérea, pues retroceden instintivamente ante la luz espiritual que los neutraliza o desintegra. Es por eso que cada médium posee un ambiente propio y todo grupo se caracteriza por una corriente magnética particular de preservación y defensa. Nubes infecciosas de la Tierra son diariamente extinguidas o combatidas, por las irradiaciones solares, y formaciones fluídicas, deletéreas, son aniquiladas en todo momento o barridas del planeta por las energías superiores del Espíritu. Los rayos luminosos de una mente orientada hacia el bien inciden sobre las construcciones del mal, semejando a descargas eléctricas.

     El médium debe tratar de ser un instrumento pasivo exteriormente, procurando tener en las profundidades de su ser cualidades morales positivas pues estas hacen su conquista inalienable, impidiendo con ellas cualquier manifestación deshonesta.

     La mediúmnidad sonambúlica psicofónica, tiene lugar sin la necesidad de ligarse la corriente nerviosa del cerebro mediúmnico a la mente del huésped que la ocupa. La espontaneidad de la misma es tan grande en la cesión de recursos a las entidades necesitadas de socorro y de cariño, que no tiene dificultad para desvincularse de manera automática del campo sensorial, perdiendo provisoriamente el contacto con los centros motores de la vida cerebral. El médium en estos casos es de extrema pasividad, revelándose el que se comunica con su propia personalidad. Al lado del cuerpo que le pertenece el médium actúa generoso, auxiliando al enfermo que por el se expresa como si fuera un protegido de su bondad. El espíritu desdichado, cuando es inmensamente inferior al médium, puede estar agresivo, pero está controlado en sus menores expresiones , porque la mente superior del Médium controla siempre a los que están por debajo suyo, en los dominios del Espíritu. Por esta razón el huésped experimenta con videncia el dominio afectuoso del médium que le brinda su amparo asistencial. Impelido a obedecerle, recibe sus energías mentales constringentes que le obligan a permanecer en respetuosa actitud, pese a su estado de rebeldía.

     El sonambulismo puro, cuando está en manos falsas de idoneidad, puede producir bellos fenómenos pero es de poca eficiencia en la construcción espiritual del bien. La psicofonía inconsciente en quienes poseen méritos morales suficientes para su propia defensa pude ser motivo de posesiones perjudiciales, y de ello son una muestra los casos de obsesos que se encuentran entregados a las Entidades vampíricas.

     Cuando el manifestante es un espíritu intelectualmente superior dominando mentalmente a la médium, entonces la médium seria controlada. Si el comunicante fuese, en tal hipótesis, una inteligencia degenerada y perversa, la fiscalización correría por cuenta de los mentores de la casa, y tratándose de un mensajero con un elevado patrimonio de conocimiento y de virtud, la médium se mostraría pasiva con satisfacción, por cuanto serian mayores las ventajas del trabajo con su presencia, tal como la tierra y el río seco se benefician con las lluvias que caen de lo alto.

     Los dones mediúmnicos valiosos, no se improvisan. Como todas las edificaciones preciosas, reclaman esfuerzo, sacrificio, voluntad, tiempo… Y sin amor ni dedicación, no será posible la creación de grupos de mediúmnidad meritorios para las tareas de intercambio.

     Penetramos indudablemente, en el infierno que creamos para los demás, a fin de experimentar, el fuego con el que atormentamos al prójimo. Nadie puede eludir a la justicia. Las reparaciones pueden ser prorrogadas en el tiempo, pero siempre son fatales.

     El acaso no interviene en los designios superiores. No nos acercamos unos a los otros sin alguna razón. La asimilación de principios mentales renovadores determina más altas visiones de la vida. Todos los dramas oscuros de la obsesión se generan en las mentes enfermizas. Aplicándose con devoción a las nuevas obligaciones de que nos envestimos, y perseverando en el campo de la consoladora Doctrina, sin duda acortaremos el tiempo de expiación en el que nos hallemos sujetos, al convertirnos al bien, modificamos el estado mental del adversario, quien se verá arrastrado a su propia renovación por los ejemplos de comprensión y renunciación, humildad y fe.

     Con el esfuerzo de la voluntad es posible alcanzar la solución de muchos enigmas y reducir muchos dolores. Las simientes de la luz jamás se pierden. Los médiums que sufren hoy tremendas pruebas, si persisten en el cultivo de mejores destinos se transformaran en valiosos trabajadores en el futuro, el que a todos nos depara benditas reencarnaciones de engrandecimiento y progreso…

     El problema consiste en aprender sin desanimarse y servir al bien constantemente.

     La vida corpórea es la síntesis de las irradiaciones del alma. No hay órganos en armonía sin pensamientos equilibrados, como no hay orden sin inteligencia.

     El suplicio hoy tiene sus raíces en las sombras del ayer. Los templos espíritas están repletos de dramas conmovedores vinculados con el pasado remoto y el inmediato.

     El Poder Divino no nos acerca los unos a los otros sin fines justos. En el matrimonio, en el hogar o en el centro de servicio, nos buscan por nuestras afinidades, de manera a satisfacer a los imperativos de la Ley de Amor, ya sea en la siembra del bien o en el rescate de nuestras deudas, resultantes de nuestro deliberado ejercicio el mal.

     La mediúmnidad torturada es la que atraviesa un aflictivo proceso saldando sus deudas, demorada por algún tiempo en su condición de enferma necesita de cariño y de amor. Las redes fluídicas que la envuelven por el adversario demente, se purifica por medio del dolor y las secuelas de su estado sonambúlico torturado. Cuando la porta algún médium de un grupo, suele ser un instrumento para poner a prueba la voluntad del conjunto de trabajadores y necesita ser ayudada fraternalmente.

     Es necesario observar en este problema, que hay que evidencias los imperativos del trabajo y la tolerancia, de la comprensión y la bondad para construir la mediúmnidad eficiente en el mundo. Los médiums surgen por todas partes, sin embargo son raros los que están liberados del pasado sombrío para servir al presente a la causa común de la humanidad sin los aconteceres tortuosos del camino. Y como no se avanza con la serenidad necesaria sin pagar los tributo que se deben del pasado, hay que ser tolerantes y ayudar, edificando el bien…

     Con criterio consciente, estudia, trabaja y sirve, recordando que hasta el propio Jesús, que se movilizaba con facilidad entre las más diversas vibraciones, muchas veces durante Su ministerio, después del ejercicio de la caridad, buscaba la oración y el silencio para hablar con el Padre y retornar luego a la convivencia con los hombres, a fin de sacarlos del pantano de las sensaciones terrestres y elevarlos hacia las cumbres de las emociones celestiales.

 

Trabajo realizado por Merchita


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PAPEL DEL PERIESPÍRITU EN LAS ENFERMEDADES

Por la Dra.  MARLENE NOBRE

 

  

En los envoltorios sutiles, reside la verdadera causa de las enfermedades. Somos herederos de nuestras acciones pasadas, tanto buenas como malas.

El Karma o “cuenta del destino creada por nosotros mismos” está impreso en el cuerpo causal. Esos registros fluyen hacia los demás cuerpos y terminan determinando el equilibrio o el desequilibrio de los campos vitales y físicos.

No todos los desequilibrios físicos, sin embargo, son originarios de cuentas kármicas (pasadas); aunque reflejen el estado espiritual del individuo, son generados por su conducta actual. Los vicios de la mente, conocidos como egoísmo, orgullo, vanidad, tiranía, pereza, etc., son causas de múltiples dolencias, porque constituyen el móvil de nuestras acciones.

El Benefactor Espiritual Clarencio resalta: “Cuando nuestra mente, por actos contrarios a la Ley Divina, perjudica la armonía de cualquiera de esos soportes de fuerza de nuestra alma, naturalmente se esclaviza a los efectos de la acción desequilibrante, obligándose al trabajo de reajuste.

Tal sea el vicio del pensamiento, tal será la desarmonía en el centro de fuerza, que reacciona en nuestro cuerpo, a esa o aquella clase de influjos mentales”.

Según los Instructores Espirituales, hay dos dolencias que pueden acometer al periespíritu y que están en la base de muchas patologías psicofísicas:

• La Adinamia es la hipotensión en el movimiento circulatorio de las fuerzas que mantienen el cuerpo espiritual; resulta del remordimiento.

• La Hiperdinamia es el estado de hipertensión en el movimiento circulatorio de fuerzas; resulta de los delirios de la imaginación.

Existen muchas otras, pero, para nosotros, aún es un campo prácticamente desconocido.

Cuando sean descubiertas las tecnologías que nos posibilitarán el examen profundo de los envoltorios sutiles y de los chacras, la Medicina cambiará radicalmente, porque trabajaremos mucho más de forma preventiva, evitándose, así, las intervenciones quirúrgicas alargadas, muy invasoras, que son realizadas en el presente, aun los grandes progresos ya alcanzados en esa área.

Los médicos tendrán la oportunidad de conocer, con detalles, la fisiología transdimensional, comprendiendo mejor el modo como se mezclan los varios envoltorios, para auxiliar mejor en la manutención de la higiene mental-física de sus pacientes.

Vamos a dar algunos ejemplos prácticos, correlacionando dolencias congénitas o de la primera infancia con la desarmonía de los cuerpos sutiles: Conforme vimos hay ejemplos prácticos que correlacionan dolencias congénitas o de la primera infancia con la desarmonía de los cuerpos sutiles

Prácticamente todas las molestias tienen sus raíces en el periespíritu. Aún que esté aparentemente saludable, una persona puede traer, en sus Centro de Fuerza o Chacras, disfunciones latentes, adquiridas en esta o en otras vidas, que, más tarde o más temprano, surgirán a la superficie en el cuerpo físico, bajo la forma de dolencias más o menos graves, conforme la extensión de la lesión y la posición mental del deudor.

El Profesor Ian Stevenson, de la Universidad de Virginia, EUA, presenta en dos volúmenes del libro Reincarnation and Biology, entre los 2.600 casos investigados, los de las marcas de nacimiento y defectos congénitos, elucidándolos con el estudio de las vidas pasadas.

Para comprender mejor el porqué de las dolencias y del sufrimiento humano, busquemos las lecciones del Instructor Clarencio:

“Las molestias conocidas en el mundo y otras que aún escapan al diagnostico humano, persistirán por mucho tiempo en las esferas torturadas del alma, conduciéndonos al reajuste.

El dolor es el gran y bendito remedio. Nos reeduca la actividad mental, reestructurando las piezas de nuestra instrumentación y puliendo los envoltorios anímicos de que se vale nuestra inteligencia para desarrollarse en la jornada hacia la vida eterna.

Después del poder de Dios, es la única fuerza capaz de alterar el rumbo de nuestros pensamientos, compeliéndonos a indispensables modificaciones, con vistas al Plano Divino, a nuestro respecto, y de cuya ejecución no podemos huir sin graves perjuicios para nosotros mismos”. 


El Alma de la Materia Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta



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EL ESPIRITUALISMO RELIGIOSO Y EL FILOSÓFICO                                   


 El problema de la existencia del alma en el ser humano ha sido y es un tema muy discutido, habiéndosele tratado en diversas formas y bajo muy variados puntos de vista, con mayor o menor profundidad. Y la disparidad de opiniones no ocurre solo entre los que niegan su existencia y los que la sostienen, sino que entre estos últimos es grande la variedad de conceptos con que se la reconoce y pretende explicarla.

Es bien sabido que todas las religiones existentes y las que han existido desde los más remotos tiempos, que datan de muchos siglos anteriores a la fe cristiana, han sostenido que el ser humano no está solo  constituido por el cuerpo, sino que tiene algo inmaterial e inmortal, o sea, un alma, lo que es ya un factor histórico de gran importancia que no debe desdeñarse o descartarse, cuando se trata de dilucidar el problema, puesto que  proviniendo todo efecto de una causa, esas ideas también deben haber sido generadas por una causa. Pero hay más aún, y es que anterior a las religiones constituidas formalmente, la idea del alma se ha hecho presente donde quiera que haya existido un ser humano, como lo prueban los vestigios antropológicos que ofrecen informaciones relativas a las costumbres y hábitos de las más antiguas razas que poblaron el mundo, así como en todos los parajes del globo, por más que se hayan encontrado aislados de los demás habitantes de la Tierra.

Por definición y tomando en cuenta la acepción ontológica más generalizada, el espiritismo abarca el conjunto de sistemas religiosos y filosóficos que reconocen la existencia del espíritu, colocándose, por consiguiente, en contraposición al materialismo. Todas las religiones son variantes del pensamiento espiritualista, tanto como cualquier otra formulación filosófica que acepte el dualismo materia-espíritu. Así, tenemos un espiritualismo religioso y un espiritualismo filosófico. Pertenecen al espiritualismo religioso o teológico el brahmanismo, el budismo, el taoísmo, el islamismo, el judaísmo, el cristianismo, y otras religiones de menor extensión. Siendo todas ellas concepciones espiritualistas, se diferencian entre sí por sus dogmas o las modalidades específicas que presentan la idea del alma o espíritu, en cuanto a su origen o devenir. Son parte del espiritualismo filosófico todas las doctrinas que afirman la existencia del espíritu como realidad fundamental, y que independientemente de los matices específicos que distinguen a cada una, conservan como afirmaciones esenciales, la existencia de un Dios, independiente del mundo, y de un alma inmortal, independiente del cuerpo.

El espiritualismo es una noción tan genérica, amplia y extensa, que no se circunscribe a una escuela definida, sino que es la denominación común de todas las filosofías, religiones o creencias, que reconocen un factor espiritual y por eso se pueden incluir dentro de su contexto, desde el espiritualismo antiguo de los griegos y los romanos, el neoplatonismo, el taoismo o espiritualismo escolástico, el dualismo cartesiano, el monismo panteista spinoziano, el intuicionismo bergsoniano, hasta las corrientes esotéricas, iniciáticas, hermetistas, ocultistas, y naturalmente, el Espiritismo. Este último se deferencia del espiritualismo en que mientras el primero ha formado un cuerpo de doctrina completo y definido, de carácter científico, filosófico y moral, el segundo es, indeterminado, y tiene apenas como base general, la existencia del espíritu.

Espiritualista lo es el cristiano, el budista, el musulmán, el judío, el teósofo, el rosacruz, y naturalmente, el espiritista. Claro es que todo espiritista es espiritualista, pero no todo espiritualista es espiritista.

Desde los albores del pensamiento helénico, hasta sus momentos de máximo esplendor y decadencia, las concepciones espiritualistas cautivaron a la gran mayoría de sus artistas, escritores y filósofos. Bastaría mencionar a pensadores tan lúcidos como HERÁCLITO, EMPEDOCLES, PITÁGORAS, SÓCRATES, PLATÓN Y ARISTÓTELES, y entre los latinos a CICERÓN, APULEYO O SÉNECA.

El neoplatonismo fue un movimiento filosófico casi contemporáneo del naciente cristianismo, que se propuso la extraordinaria tarea de reunir y fundir las mejores tradiciones religiosas e iniciáticas del mundo antiguo. Enmarcados en una postura ecléctica, combinaron ideas del misticismo oriental con las del cristianismo, la cábala hebrea y las enseñanzas pitagóricas y platónicas, fundaron escuelas por toda la cuenca mediterránea, auténticos faros de cultura, como la de Alejandría, Siria, Antioquía, Roma y Atenas. Entre sus figuras más sobresalientes se cuentan AMMONIUS SACCAS, FILÓN, HYPATIA, PORFIRIO, JÁMBLICO, PROCOLO Y PLOTINO. Del neoplatonismo surgió la corriente filosófica conocida como Gnosticismo.

Los neoplatónicos conocían y predicaban la supervivencia espiritual tras la muerte, la reencarnación y la comunicación con los espíritus. Influyeron decisivamente en la Patrística o pensamiento de los Primeros Padres de la Iglesia cristiana, tales como CLEMENTE DE ALEJANDRÍA, ORÍGENES Y AGUSTÍN DE HIPONA.

Durante la Edad Media, la presión religiosa oficial sofocó muchos movimientos espiritualistas, reprimiéndolos, persiguiéndolos, y a veces exterminándolos. Sin embargo,  florecieron otros bajo diversas formas y denominaciones. Se formaron las Guildas o corporaciones de artesanos, las cuales preservaban sus conocimientos por medio de símbolos. De ellas surgió la corporación de los masones ( Macons, del francés albañil), que fue la base de este importante movimiento que es la Masonería Universal.  Los Cátaros (puros) o Albigenses    ( de la región de Albi, al sur de Francia) constituyeron un grupo religioso, severo en sus costumbres, austero, rígidamente vegetariano, que predicaba la elevación del alma y el desprecio al cuerpo. Admitían la reencarnación y rechazaban los cultos del catolicismo.

Los Templarios, agruparon numerosas y cultas personalidades del Medioevo, que a semejanza de los neoplatónicos, tenían variadas influencias cristianas, judías, islámicas, griegas y orientales. También fueron brutalmente reprimidos. Fue la Edad Media el periodo de esplendor de los Cabalistas. Cábala es una palabra hebrea, cuya raíz QBL, significa tradición oral; se refiere a un conocimiento iniciático, esotérico, que se transmitía en forma oral para preservarlo de personas ajenas. Posteriormente algunos rabinos y cabalistas judíos lo llevaron a la escritura, dando así origen al Libro de Zohar y el Libro de los Sephirots, obras repletas de simbolismos, interpretaciones numerológicas y de análisis sobre las relaciones entre los números y las palabras. Desde sus orígenes se encuentran dos vertientes en la Cábala: la Operativa o Práctica, y la Especulativa o Teórica; la primera contiene numerosas fórmulas de mentalismo y la segunda abarca una teoría acerca del hombre ( microcosmos) y del Universo (macrocosmos).

La Edad Media conoció el auge de los alquimistas. La palabra alquimia es de origen árabe y se refiere al limo o tierra negra que se forma a orillas del río Nilo. La alquimia fue inicialmente practicada por los árabes y llevada por ellos al mundo occidental donde se transformó en una visión filosófica y científica de gran transcendencia, además de ser la precursora de la química moderna. Para entender la alquimia, debe profundizarse en el sentido simbólico de sus concepciones, escapando de interpretaciones literales o simplistas. Alquimistas como PARACELSO, el célebre médico suizo, practicaban el magnetismo personal y aplicaban terapias naturales, dentro de una visión del cuerpo humano como un sistema interrelacionado con el espíritu. Tales ideas revolucionarias fueron asumidas como denominador común por los más importantes estudiosos de entonces y en el fondo, se mantendrían hasta la actualidad, mimetizadas bajo diversas expresiones. Abriendo el Renacimiento, GIORDANO BRUNO, otro mártir como HYPATIA, defendió con heroísmo y exaltación poética, la doctrina de la infinitud del Universo, con multiplicidad de mundos habitados, y la transmigración del alma.


- Jon Aizpurúa-


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      La Resurección de los muertos

                                                            



Los Evangelios hablan de la resurección de Jesús, pero no dicen que fuese con su cuerpo carnal martirizado y cadáver, sino que resucitó su Espíritu en un cuerpo “glorioso”, o lo que es lo mismo: Un cuerpo espiritual susceptible  de materializarse, (su Periespíritu), tal como hizo apareciendo después de tres días de haber desencarnado en la cruz.

Al respecto, en el Evangelio de Mateo,Cap. 28, 1-8, se cuenta como dos hombres que vestían unos “vestidos resplandecientes”, se presentaron ante las mujeres que al día siguiente del entierro  visitaban la tumba de Jesús.

Hago notar aquí, que el evangelio no dice “ángeles resplandecientes”, sino “hombres”.

En el Evangelio de  Lucas, Cap. 24, vemos como en el camino de Emmaus, Jesús les sale al encuentro a las mujeres y a sus discípulos y estos en principio no le reconocen. Sin duda su aspecto era totalmente distinto al que su Maestro tenía en vida y que ellos tan bien conocían, por lo que esto confirma la idea de que se trataba de un Ser espiritual materializado, capaz de adoptar transitoriamente mediante su cuerpo espiritual, una apariencia física real y tangible, con la apariencia que Él quiso que tuviese antes de  la ocasión de sorprender y alegrar a sus discípulos con su sorprendente  presencia física .  Continúa el relato diciendo que “después de comer con ellos, desapareció de su presencia”, lo cual confirma más aún si cabe, que Jesús estuvo entre ellos con su cuerpo espiritual materializado, pero capaz  de aparecer y de desaparecer  instantáneamente, demostrando así, de paso, la realidad de que existe otro plano de existencia, además de nuestro plano de existencia material. Esto  no sería posible hacerlo en  un cuerpo material, sin romper las sabias Leyes Naturales implantadas por el Creador desde  el principio de los tiempos, por las cuales la materia sólida no cambia de forma instantáneamente ni se desvanece o aparece de repente.

Tengamos en cuenta que si hoy en día se conoce bastante poco sobre el periespíritu y sus propiedades, mucho menos aún era lo que se sabía de este tema en aquella época .  El Cuerpo Espiritual  o doble etérico, es una exacta réplica del cuerpo físico, cuya función primordial es mantener al Espíritu unido a la materia del cuerpo, y cuando se ve libre de esa materia, es susceptible de cambiar a voluntad de propiedades, aspecto, forma y tamaño, así como de traspasar cualquier obstáculo solido , o bien de desvanecerse ante los ojos de quienes en este mundo nos llamamos vivos.

El concepto de la resurección del cuerpo carnal que sostiene  el Cristianismo, también se debe, aparte de la ignorancia de la existencia del “Cuerpo Espiritual”, al relato evangélico que afirma o da a entender, que el cuerpo de Jesús desapareció de su sepulcro, en donde se presentó desplazada la enorme piedra circular que sellaba  su entrada después de su “resurrección”. La cuestión es que no vieron una figura de Jesús vaporosa, sino con un aspecto de solidez normal y palpable como cualquier ser normal de este mundo; y es que el Periespíritu con sus propiedades no se conocía ni se conoce aún, salvo en algunas religiones que hablan de él como “Cuerpo Espiritual”, tal como lo definió Pablo de Tarso, o más concretado y mejor definido en el Espiritismo por Allan Kardec, que le llamó “Periespíritu”.

En  cuanto a la desaparición del cadáver de su sepulcro, caben  varias hipótesis :  Una podría ser la de que, sencillamente, los discípulos robasen el cadáver;  para ello pudieron narcotizar previamente a los soldados guardianes del sepulcro, de los que el Evangelio  relata que los encontraron en medio de un pesado sopor, por lo que mientras tanto pudieron  aprovechar  para robar  el cadáver y enterrarlo en otra parte. Otra hipótesis podría ser la de que los espíritus muy evolucionados y de bastante  elevación (y Cristo era un Espíritu elevadísimo con gran poder de dominio sobre  la materia), tienen la facultad de realizar lo que se conocen como fenómenos de aportes, desmaterializando  primero  y materializando a continuación ciertos objetos sólidos que así pueden aparecer en cualquier lugar remoto o desaparecer en nuestro plano físico, por lo que el Espíritu de Jesús una vez desencarnado  pudo, tal vez,  realizar esta operación con su propio cuerpo carnal.  Evidentemente, este fenómeno de aportes, no se conoce todavía como lo llevan a cabo ciertos Espíritus que tienen esa capacidad. 

Otra hipótesis  también podría ser la de que aquel cadáver fuese desintegrado por medio de alguna extraña y potente irradiación exterior, aún desconocida por nuestra  Ciencia contemporánea, pero que se produjo desde "dentro" hacia "fuera" del cuerpo, lo cual podría haberse llevado a cabo por la irradiación tan potente que debió de recibir el cadáver, quedando reflejado en el sudario que envolvía su cuerpo donde quedó grabado en él, como si fuese el negativo de una fotografía.   Esta “operación”, podría haber sido efectuada  tal vez por aquellos hombres que también aparecen en el relato evangélico como  “hombres de vestidos resplandecientes”, (“ángeles”)

Claramente entramos aquí en la hipótesis de una  posible presencia extraterrestre que en elevada misión, actuó acerca de Jesús con la función de asistirle y con el cual estaban relacionados. Esta hipótesis permite pensar que estos “ángeles”, tal vez para desintegrar aquella materia muerta pudieron usar alguna avanzadísima y desconocida tecnología aún en nuestra época actual. Esta es una tesis que queda avalada por la existencia de la “sábana santa”, así como del “santo sudario”, claramente irradiados extrañamente, y que los científicos han investigado larga y repetidamente, quedando testimonio de su autenticidad por  las huellas del cuerpo con sus heridas y la faz de Jesús, impresas en tres dimensiones, apareciendo las fibras de estos lienzos como “chamuscadas” superficialmente formando una imagen tridimensional en lo mas íntimo de las fibras de estos lienzos que muy probablemente tuvieron esa relación con  el cadáver de Jesús de Nazaret. Que nadie se escandalice ante esta hipótesis, pues sabemos que a lo largo de la historia bíblica y del mismo Jesús, intervinieron en muchos momentos y pasajes, pero no como extraterrestres, sino como ángeles o con otros nombres.

De lo hasta aquí expuesto deducimos una vez más lo siguiente:

1.- Tal como avala la ciencia y el sentido común, un cadáver es un cuerpo cuyos lazos vitales con el ser espiritual que lo ocupaba, se deshicieron e, invariablemente, pasa a descomponerse y sus elementos pasan a reintegrarse a la tierra.

2.- La auténtica resurección, no es por tanto la del cuerpo físico, sino la del Espíritu con su cuerpo espiritual, una vez que finaliza el proceso del tránsito al plano espiritual o "desencarnación" tras la muerte del cuerpo físico.

En síntesis: Si lo que llamamos "muertos" se refiere a la persona que fallece y cuyo espíritu desencarna. sí, resucitan y despiertan estos espíritus en el plano espiritual que les corresponde, pero si por "muerto" nos referimos al cadáver, al cuerpo carnal ya fallecido, está claro y es evidente que no hay tal resurección, porque siendo materia que ya cumplió su función para con el Espíritu y ya no le sirve más, regresa a la materia de la tierra en donde se integra. Los "muertos" resucitan en el plano espiritual o "más allá", pero los cadáveres no resucitan, solo se funden y reintegran en la tierra.


- José Luis Martín-      

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