
Quizás te encuentres entre los muchos enfermos que existen en el mundo. Quizás tu enfermedad, no sea tan grave como para mantener tu estado de ánimo deprimido, porque a tu malestar añades tus pensamientos negativos que nada te favorecen.
El desenvolvimiento del poder mental es imprescindible para la evolución espiritual, y en muchos centros espiritas se practica la mentalización, inclusive en las reuniones públicas, con el fin de divulgar ese tipo de actividad, también para entrenar a los adeptos en su propio beneficio.
No hay nadie que este impedido para desarrollar su ser superior, oprimido momentáneamente por los peligrosos adversarios de sí mismo, que son el primitivismo, la ignorancia, el egoísmo y todo su sequito sórdido.
El Espíritu de Joanna de Ángelis aconseja que, cuando estuviésemos enfermos, mentalicemos amorosamente las células enfermas como medida terapéutica de apoyo a los medicamentos comunes.
La ciencia médica está comprobando a cada instante que los periodos de la vida son ricos en oportunidades para aprender, para crecer y desarrollar la capacidad de la fijación de los valores humanos.
La mente es un factor importante que genera energías incesantes, en uno y otro sentido, de forma positiva o destructiva y en cuanto se puede pensar con autoestima y confianza, los límites impuestos por la edad desaparecen, para facilitar la continuación de la existencia enriquecedora. Así también, cuando el joven se deja abatir y pasa a pensar destructivamente, se encarcela en las mazmorras de la decadencia psicológica y se degrada.
Es verdad que depende de nuestra evolución espiritual la realización de ese procedimiento, pues los resultados serán más o menos eficaces, pudiendo llegar a la cura.
Se cuenta que cierto día, Chico Xavier, enfermo del hígado, siguiendo los consejos de su Guía Emmanuel, se apartó del cuerpo y pidió cariñosamente a sus “hermanitas” , las células hepáticas, que volviesen a funcionar normalmente, pues el necesitaba estar sano para trabajar, pues su numerosa familia dependían únicamente de él para sobrevivir y, así, ellas, poco a poco, retornando a las actividades que les competía, en pocos minutos el misionero del Bien estaba de pie, yéndose al trabajo.
Es importante el ejercicio mental para curar las malezas del cuerpo, interesa más aun el mover la energía mental para finalidades mucho más relevantes, como el auto perfeccionamiento moral y el auxilio a las otras personas.
Esclareciendo que no somos dinamos poderosas por nosotros mismos, sino simplemente peldaños de una escalera, la cual, partiendo de un nivel a otro, va al Padre, de donde emanan todas las bendiciones y beneficios.
Lo que podemos hacer es ingresar en la ruta de las Corrientes de Pensamiento y, a través de esa ligación, dar de nosotros y recibir lo que merecemos, conforme a las Leyes Divinas.
En la calidad de encarnados, normalmente ejercitamos conscientemente muy poco en esa fuerza mental, pues dedicamos poco tiempo a eso.
Joanna de Ángelis recomienda que diariamente hagamos silencio interior en determinados momentos y entremos en sintonía con el Padre.
Divaldo Pereira Franco y Suely Caldas Schubert han divulgado ejercicios de mentalización a través de Cd¨s, que pueden ser encontrados en las librerías espiritas.
En la fase de transición que vivimos ya no se puede prescindir de las cualidades espirituales más avanzadas, que serán exigidas cuando la Tierra se cualifique como mundo de regeneración, pues será necesario mayor desenvolvimiento de la fuerza mental.
Somos el producto de un largo proceso de desarrollo de los infinitos valores que duermen latentes, dentro de nosotros, aguardando los medios propiciatorios para su manifestación.
Descubrirlos es nuestra mejor opción, ya que ellos nos facilitaran una mejor comprensión de la vida. Es como despertar de un sueño y tomar conciencia de la situación sabiendo desarrollarnos en ella con total normalidad.
- Mercedes Cruz -
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LAS RELIGIONES
1) ”Conjunto de creencias o dogmas acerca de la Divinidad, de sentimiento de veneración y temor hacia ella, de normas morales para la conducta individual y social y de prácticas rituales, especialmente la oración y el sacrificio para darle culto”.
2)”Virtud que nos mueve a dar a Dios el culto debido”.
Esta es la definición de la Academia, lo que indica claramente que esta definición no ha sido hecha por mentalidades libres. Y tal definición es aplicable a una organización religiosa humana, pero no a la religión propiamente; ya que religión es algo diferente. Es un sentimiento que tiene el ser espiritual de acercarse a su Creador, sentimiento sublime cuyas exteriorizaciones son el amor en sus múltiples manifestaciones.
Cuando el alma humana vibra en este anhelo, se va apartando poco a poco de la adoración de las formas, porque siente en sí la transcendencia de la Divinidad, y eleva su mente y su alma (en pensamiento y sentimiento) hacia la fuente de toda vida, en íntima comunión, con mente pura y alma vibrando en amor a todo lo creado.
Si bien es verdad que la ignorancia humana tiende a buscar algo visible y tangible para rendirle culto, y de aquí la adoración a las formas, también seres más evolucionados hay, aún cuando animen personalidades poco destacadas, que rechazan la adoración al culto externo; porque, estos en su mentalidad más amplia, perciben la grandeza del Eterno Invisible, que es Amor, Luz y Energía.
Debemos diferenciar entre religión y religiosidad. Esta última atañe al aspecto del culto y ceremonial; mientras que la primera es un sentimiento íntimo, es la necesidad que siente el espíritu encarnado en la Tierra de acercarse a su creador, de llegar al camino que lleva hacia ÉL.
Algunas religiones, en nombre de un mismo Dios, pretenden ser las únicas poseedoras de la Verdad. Y sin embargo, los pueblos responden, cada vez más, con el escepticismo y la indiferencia. Y es que, las gentes de hoy ya comienzan a analizar, y no le satisfacen los credos y dogmas que no resisten el análisis de la lógica; quieren saber el por qué de muchos fenómenos que no tienen explicación si no es a través de una lógica razonada.
Hay un pasaje de la vida de Jesús, el Mesías, entre las varias versiones posteriores del Nuevo Testamento, que por su contenido, merece atención y análisis, y es el siguiente:
Cuando a Jesús le preguntaron cuál era su Dios y su religión contestó:
“Mi Dios es el Eterno Invisible que no veo, pero que siento en todo cuanto vive, en todos los mundos que ruedan como globos de luz por la inmensidad. Mi religión se reduce a amar a todos mis semejantes tanto como me amo a mí mismo, lo cual me obliga a hacerles todo el bien que sea posible, aún cuando el cumplimiento de este deber llegare a costarme la vida”.
Sebastián de Arauco.
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PROBLEMAS DEL MUNDO
I.- Justicia y derechos naturales
873. El sentimiento de justicia ¿es natural o constituye el resultado de ideas adquiridas?
- Tan natural es, que os indignáis a la sola idea de que se cometa una injusticia. No cabe duda de que el progreso moral desarrolla dicho sentimiento, pero no lo crea: Dios lo puso en el corazón del hombre. He ahí por qué encontráis con frecuencia, en personas simples y primitivas, nociones más exactas de la justicia que entre aquellas otras que poseen mucho saber.
874. Si es la justicia una ley natural, ¿cómo se explica que los hombres la entiendan de una manera tan distinta, y que uno encuentre justo lo que parece injusto a otro?
- Es que frecuentemente se mezclan con este sentimiento ciertas pasiones que lo alteran, como ocurre con la mayoría de los demás sentimientos naturales, y hacen que el hombre vea las cosas desde un falso punto de vista.
875. ¿Cómo podemos definir la justicia?
- La justicia consiste en el respeto a los derechos de cada cual.
875 a. ¿Qué determina tales derechos?
- Son determinados por dos factores: la ley humana y la ley natural. Como los hombres han elaborado leyes adecuadas a sus costumbres y carácter, esas leyes establecen derechos que han podido variar con el progreso del conocimiento. Ved si vuestras leyes de hoy, pese a que no son perfectas, consagran los mismos derechos que las de la Edad Media. Aquellas leyes de entonces, ya obsoletas, que se os ocurren monstruosas, parecían justas y naturales en su época. No siempre, pues, el derecho que los hombres establecen es conforme a la justicia. Por lo demás, sólo regula ciertas relaciones sociales, al paso que en la vida privada hay una multitud de actos que son únicamente del resorte exclusivo del tribunal de la conciencia. El Libro de los Espíritus 378
876. Fuera del derecho que la ley humana consagra, ¿en qué se basa la justicia fundada sobre la ley natural?
- Os ha dicho Cristo: “… como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos”116. Ha puesto Dios en el corazón del hombre la norma de toda auténtica justicia, por el deseo de cada cual ver respetados sus derechos. En la incertidumbre de lo que debe hacer respecto al prójimo en determinada circunstancia, pregúntese el hombre cómo querría que se procediese con él en ese caso; pues Dios no podía darle una guía más segura que su propia conciencia.
116 San Lucas, 6:31. Traducción citada. [N. del T. cast.]
El criterio de la verdadera justicia es, en efecto, querer para los demás lo que se querría para sí mismo, y no querer para uno lo que se querría para los otros, lo cual no viene a ser completamente la misma cosa. Como no es natural que queramos el mal para nosotros mismos, tomando nuestro deseo personal como tipo, o como punto de partida, estamos seguros de querer siempre el bien para el prójimo. En cualquier época y en todas las creencias el hombre ha buscado siempre hacer que prevalezca su derecho personal. Lo sublime de la religión cristiana ha sido tomar el derecho personal como base para el derecho del prójimo.
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