PRELUDIO DEL REGRESO A LA VIDA
CORPORAL
Antes de comenzar esta charla, diré a los hermanos lectores, que la lectura e interpretación de la Doctrina Espírita, me ha hecho pensar seriamente, en muchas cuestiones, que hacen a mi vida en lo personal y que posteriormente, tales cuestiones, se reflejaron en mis seres queridos, en mis hijos, familiares, compañeros de esta nueva encarnación.
La magnifica obra del Maestro Allan Kardec, en su codificación, fue, es y será mi guía permanente para el estudio de la Doctrina y sus entretelones de la vida material, más aún, la vida en el plano Espiritual, que a mi entender es nuestra verdadera morada.
Entre las cuestiones que me fueron presentando, en la medida de mi entendimiento, me despertó mayor interés , en los procesos reencarnatorios, tan bien explicados en el “Libro de los Espíritus”; capítulo IV “Pluralidad de las Existencias” y más específicamente, el capítulo VII, “Retorno a la Vida Corporal”, capítulos éstos, tan amplios e importantes, para nuestro entender, que los he tomado como perfectos para la introducción de esta charla.
Si bien me encuentro entre hermanos estudiosos del Ideal Espírita, espero a través de la presente, poder reafirmar conceptos y si Dios me lo permite, abrir nuevas expectativas, para el estudio más acabado de aquellos hermanos que le interesen “Los Preludios del Regreso a la Vida Corporal” y los entretelones de cómo se reencarna, abarcando los entretelones tan poco comunes, en algunos casos, de una nueva existencia, de una nueva existencia que ha de comenzar, el Espíritu para su evolución hacia Dios.
Debo aclarar lo mucho que me ha ayudado para el logro de esta charla, el contenido que se encuentra en el libro “Misioneros de la Luz”, los capítulos XII, XIII y XIV. Preparación, de Experiencias, Reencarnación y Protección, respectivamente, dictado por el Espíritu de André Luiz, al Médium, Francisco Cándido Xavier.
Para ir entrando en el tema, he tomado del capítulo, cuarto, del Libro de los Espíritus, “Pluralidad de las Existencias”, el punto número (dos) “Justicia de la reencarnación”, en la pregunta N° 171, dónde el Maestro Allan Kardec, pregunta al mundo espiritual de Luz; ¿En qué se funda el dogma de la reencarnación? Respondiéndose: En la justicia de Dios y en la revelación, porque sin cesar lo repetimos: Un buen padre siempre deja siempre a sus hijos, una puerta abierta al arrepentimiento, ¿No te dice la razón que sería injusto privar para siempre de la dicha eterna a todos aquellos de quienes no ha dependido el mejorar? ¿Acaso todos los hombres no son hijos de Dios?,. Sólo entre los humanos egoístas se encuentra la iniquidad, el odio implacable y los castigos sin perdón.
Para no dejar puntos poco claros a éste respecto, el Maestro Allan Kardec, nos dice: “Todos los Espíritus tienden hacia la perfección y Dios les provee los medios de obtenerla mediante las pruebas de la vida corporal. Pero en su justicia les reserva que cumplan en nuevas existencias lo que no pudieron hacer o perfeccionar en una primera prueba”.
No estaría de acuerdo con la equidad y la bondad de Dios castigar para siempre a aquellos que han podido encontrar obstáculos para su mejoramiento, independientemente de su voluntad y en el medio mismo donde se hallaban ubicados. Si la suerte del hombre después de su muerte estuviera irremediablemente fijada, Dios no habría pesado las acciones de todos con la misma balanza y nos hubiera tratado con imparcialidad.
La Doctrina de la reencarnación, esto es, aquella que consiste en admitir para el hombre, muchas existencias sucesivas, es la única que responde a la idea que nos formamos de la justicia de Dios para con los hombres de una condición inferior, la única que puede explicarnos el porvenir y fundamentar nuestra esperanza, puesto que nos ofrece el medio de rescatar nuestras faltas mediante nuevas pruebas. La razón nos los indica y los Espíritus así lo enseñan.
Saliendo de las textuales palabras del maestro Allan Kardec y entendiendo que en mayor o menor medida, somos deudores ante la Justicia Divina y que muchos de nosotros ya hemos tenido varias existencias, llegando el momento de preguntarnos: ¿Cómo se han operado esta y aquellas? ¿Hemos sido siempre conscientes del cumplimiento de esta ley? ¿Quién nos orienta en La nueva travesía terrestre? Estas y un sin número de preguntas tienen respuesta, siempre y cuando veamos al ser humano, al Espíritu inmortal, dentro de un punto de vista independiente, único y no generalizar la reencarnación como un hecho puramente usual, basándonos en el imperativo de la procreación y que las virtudes o desgracias del recién llegado, son obra de la suerte. Esto quiere decir, que cada ser esta subordinado indefectiblemente a sus obras del pasado y que en el mayor de los casos, descendemos a la tierra, endeudados con la Justicia Divina, para soportar pruebas o difíciles expiaciones que se muestran desde el primer día de nuestro nacimiento, habiendo elegido en el mayor de los casos, nosotros mismos, lo más conveniente para nuestro adelanto, y en otros casos la reencarnación se impone, sobre todo cuando, el Espíritu no es todavía apto para realizar una elección con conocimientos propios del acto que ha realizar y sus consecuencias.
Las pruebas están a la vista ¿Cuántas veces hemos visto nacer niños, ciegos o sin sus extremidades o con crueles enfermedades, sin ningún pecado aparente? Casos que turban nuestra razón y hasta veríamos a un Dios injusto, sino tuviéramos el conocimiento que nos proporciona el estudio del Espiritismo, más cuando profundizamos la ley de causas y efecto, que se acciona con el Libre Albedrío de nuestros actos. Y con un sentimiento de Amor y caridad, esos seres de gran elevación nos dicen; ¡Todo se paga! Y necesario ha de ser para que la balanza de la Justicia Divina, volcada, hacia el lado del bien nos haga merecedores de vestir con el color blanco del manto nupcial y los colores áuricos de las virtudes adquiridas, para siempre.
Pues para la Justicia Divina, no hay errores, sólo entre los hombres existen falsas sentencias y delitos impunes, procederes estos que indican la inferioridad espiritual del mundo en que vivimos.
No es el propósito del presente escrito, indagar sobre tratados de leyes terrenales, ni de sus aplicaciones, solo me extendí brevemente en estas cuestiones que son de carácter introductorio, pero afirmando nuevamente que todo impedimento físico del grado que fuese, es la parte visible, es el efecto de una causa.
Para continuar esta charla, primero veremos los acontecimientos de cómo el Espíritu llega de su retorno de la vida material a la vida Espiritual. Es como ver el inicio de una nueva etapa.
Durante la vida material, el Espíritu se halla ligado al cuerpo por su envoltura semimaterial, que se denominó periespíritu. La muerte solo destruye el cuerpo y no al periespíritu, el cual se separa del cuerpo cuando cesa en éste la vida orgánica. Las observaciones realizadas nos dicen que el desprendimiento del periespíritu se opera de diferentes formas, es gradual y en un plazo muy variable. En algunos Espíritus es rápida, éste proceso de liberación con la materia inerte, más aún hablando de Espíritus muy apegados al cuerpo físico, es más lento y largo, semanas, meses y hasta largos años, y en el peor de los casos, sienten con espanto, cómo es roído su cuerpo físico. Bien sabemos que el grado de adelanto moral, cumple un rol importantísimo, cuanto más conocimiento hay de la individualidad del ser, del desapego de las pasiones que embrutecen al alma y el conocimiento del “Porque de la vida”, el Espíritu escapa más rápido de esas ataduras, y felices aquellos que transitaron el camino del bien, se liberan dando gracias a Dios por la dicha que experimentan. ¿Pero que hay de aquellos que no han sabido ir por ése camino angosto y recto, qué por producto de la misma ignorancia, tomaron atajos hacia la delincuencia, el homicidio y hasta el suicidio? Algunos pensando que con éste accionar se terminarían sus suplicios, sus pesares y desdichas. Y cuando reingresan a la Patria Espiritual, sienten el remordimiento de sus actos, y una voz que les dice, ¡En cuanto te has equivocado, por no escucharme, que soy tu guía, ni a tu propia conciencia que es la palabra de Dios! En ése momento y en el mejor de los casos, al Espíritu lo envuelve un sentimiento profundo de arrepentimiento, ya cansado de seguir huyendo de sus equívocos del pasado, piden a Dios el socorro, para salir de ése estado tormentoso, he iniciar la transformación de su Espíritu, sabiendo que no hay otro camino mejor.
¿Pero cómo se opera esa asistencia? Hablamos de Espíritus que poca idea pueden tener de la bondad del Supremo y hasta de la existencia de Espíritus de gran luz y bondad, con tanto amor, comprensión y caridad. Ellos son los intercesores del plano Espiritual y relacionados con el plano material, son los que conforme a la voluntad Divina, ponen de su luz fraterna, la paz en los hogares, interceden entre los enemigos, calman las angustias, despiertan nuestra conciencia, nos levantan el ánimo en los momentos de duras pruebas, ayudan fluidificando a enfermos y moribundos, en pocas palabras, son los “Misioneros de la Luz. Ante la ignorancia y la debilidad del ser. Por mil circunstancias distintas hemos de decir que todos los casos de Espíritus reencarnantes, no son iguales, y la diversidad de ellos se encuentra en relación entre el debe y el haber. Como dice el dicho; “La siembra es libre, pero la cosecha es obligatoria”, no obstante recordemos que Dios es todo amor y ante nuestros desvíos del camino del bien, él siempre nos extenderá su misericordiosa mano.
Muchas veces nos hemos preguntado, ¿Cómo es el Mundo Espiritual?, he ahí una pregunta que abordaremos unos instantes.
Para algunos sólo es el espacio infinito, poblado de planetas y millares de Espíritus errantes que sin cesar se agitan en torno a sus necesidades, donde se reconocen por su luz y progreso alcanzado. Y para otros el Mundo Espiritual es maravilloso, con caracteres iguales a los de la Tierra, con poblados donde habitan los Espíritus que allí residen, con lugares específicos para cada cosa y con una organización estructurada, que solo el arquitecto del universo es capaz de crear.
Para una mejor interpretación de lo expuesto, he indagado de diferentes libros sobre el tema y del volumen “La Vida en el Mundo Espiritual” de André Luiz, he extraído los siguientes párrafos, que a modo de introducción, incluye a otras obras, y que en la citada hay una gran coincidencia en las respuestas que dan los Espíritus, aún en diferentes tiempos y lugares.
En la obra “El Espiritismo”, escrita por Sir Arthur Conan Doyle, cuya fama mundial hace innecesaria aquí su presentación. En la edición al español y refiriéndose ala notable mediumnidad del gran sabio Sueco Samuel Swenderborg, dice lo siguiente: “Encontró que el otro mundo consistía en un número de esferas diferentes que presentaban grados de luminosidad y felicidad, a cada una de las cuales vamos después de la muerte, según las condiciones espirituales en que nos encontramos en la vida. Allí somos juzgados de una manera automática por una especie de ley espiritual que determina el resultado último, por el resultado total de nuestra vida, de suerte que la absolución o el arrepentimiento en el lecho de muerte son de poco provecho.
Encontró en aquellas esferas, que la escena y las condiciones de este Mundo, estaban reproducidas con fidelidad, así como el armazón general de la sociedad. Halló casa en la que vivían familias, templos en los cuales se oraba, salones en donde la gente se reúne para fines sociales, etc.
En la misma obra, Conan Doyle, menciona al notabilísimo médium norteamericano Andrés Jakson y dice lo siguiente: “En su visión del más allá, Davis vio una disposición de universo que corresponde muy aproximadamente a la de Swedenborg, y a lo que más tarde dijeron los Espíritus y fue aceptado por los Espiritistas. Vio una vida que se parecía a la de la tierra, una vida que puede llamarse semimaterial, con placeres y objetivos adaptados a nuestra naturaleza, que la muerte no modifica en modo alguno. Vio estudio para los estudiosos, labor genial para los enérgicos, arte para los artistas, belleza para los amantes de la naturaleza, reposo para los cansados. Vio frases graduales en la vida Espiritual, a través de las cuales se asciende a lo sublime y a lo celestial.
En la página 443, Conan Doyle dice: “En el mismo círculo familiar del autor, recibiese también este mensaje: Por amor a Dios, sacude y despierta a esa gente que no quiere creer. El mundo necesita saber lo que pasa aquí. Si yo en la tierra hubiese sabido lo que aquí me esperaba, mi vida habría sido muy distinta”
“Os esperan infinidad de sorpresas, todas bellas y nobles, dulces y radiantes. La vida es sólo una preparación para estas esferas. Sin esta preparación no habría podido yo entrar en este glorioso y admirable mundo. En la tierra nos aleccionamos, y este mundo es el premio, nuestro verdadero hogar, nuestra verdadera vida: es el sol después de la lluvia.
Por último mencionaré, al gran periodista Inglés Williams T. Steads, que fuera director de la famosa “Review of Reviews”, en su muy interesante libro, titulado, “CARTAS A JULIA”, en él aparecen los dictados que a través de su propia mediumnidad hubo de hacerle el Espíritu de Julia, corrobora cuando deja expuesto, y en la página 84 de su edición española, traducción del gran espírita Argentino “Cosme Mariño, refiriéndose al célebre médium Staiton Moses, transcribe lo siguiente: Pregunta: ¿Las esferas son reales cómo en este mundo?
Respuesta: En todo semejante. Sólo el cambio de condiciones hace la diferencia. Hay aquí plantas, frutos, bellos paisajes, animales y pájaros como entre vosotros. Las condiciones materiales son diferentes.
Dado el tema que exponemos, ha sido necesario citar estas comunicaciones de seres respetables que avalan la gran y hasta incomprensible organización que hay en el Mundo de los Espíritus, y cómo es él, dándonos una valiosa información para poder avanzar en esta charla. A mi entender nos dan estas comunicaciones, una ubicuidad de cómo se trabaja, habiendo lugares específicos para cada cosa.
Así lo manifiesta André Luiz, que después de pasar algunos años en el umbral a merced de entidades denigrantes y bajo fuertes sufrimientos debido al desapego de su familia, y el olvido de Dios, por no necesitar de él, recuerda al constructor del Universo y en un sentimiento de arrepentimiento sincero, pide al la ayuda del Padre Celestial, para salir de tal situación. Relatando su experiencia, nos comenta: “No sé, cuanto tiempo ha pasado desde que mi idea, fue la pedir ayuda, pero, ¡Ah! Es preciso haber sufrido mucho para entender todas las misteriosas bellezas de la oración; es necesario haber reconocido, la humillación, la extrema desventura para poder tomar con eficiencia el sublime elixir de la esperanza. Fue en ése instante que las espesas neblinas que me cubrían se disiparon y alguien surgió, como emisario de los cielos. Un simpático viejecito me sonrió paternalmente. Se inclinó, fijo en los míos sus grandes ojos lúcidos, y dijo:
-¡Valor, hijo mío! El señor no te desampara.
Junto a él, se encontraban dos entidades, que a la señal del intercesor, Clarencio, lo llevaron hasta un lugar de grandes puertas, similar a un hospital de la Tierra. Preguntando donde se encontraba, le respondieron: Este es “Nuestro Hogar”, aquí ayudamos a los Espíritus débiles y enfermos por las grandes luchas que han tenido en el campo mental. Aquí es el lugar donde se opera la transformación de los Espíritus, que quieren y deben continuar con su progreso Espiritual.
Consideré necesario, este resumen del rescate del iluminado, André Luiz, para no dejar huecos oscuros del lugar donde se realizan “Los Preludios del Regreso a la Vida Corporal”.
De aquí en adelante, veremos, cómo se trabaja en este hospital de salvamentos y rescate de las almas, poniendo en particular un caso de reencarnación y la imperiosa asistencia de los mentores espirituales para que este se lleve a cabo.
Para quienes no hayan leído la obra “Como se Reencarna” de André Luiz, aclararé, que “Nuestro Hogar” es un hospital que se encuentra en la periferia de nuestro planeta, donde hay varios servicios de ayuda, entre ellos, se encuentra el MINISTERIO DE PLANEAMIENTO DE REENCARNACIONES, en ese lugar es en donde se organizan, las nuevas reencarnaciones de los Espíritus, que esperan el momento para regresar a la tierra a cumplir con las nuevas pruebas asignadas. Ya hemos mencionado que cada caso es particular, como particular será su materia que se prepara de acuerdo a las luchas que el Espíritu tenga que enfrentar. Seria extensísimo exponer cada caso en particular. Es por eso que tomamos un caso en particular, que es el de Segismundo, gran trabajador de nuestro hogar, pero como muchos de nosotros se encuentra endeudado con la Providencia Divina, por un crimen cometido en una pasada encarnación.
Sin embargo, no hay deuda que no se pueda pagar, aunque para ello debe reinar el imperativo de la asistencia recíproca entre los implicados. En este caso se le recomendó al amigo, Segismundo, encarnar en el hogar, ya constituido de quien fuese su victima, hoy Adelino, que pasará a tomar el lugar de padre, este casado con la mujer que sin pensarlo promovió aquel acontecimiento, siendo una mujer de la calle y bajo una pasión desenfrenada, Segismundo, dio muerte a su adversario, cortando una existencia y por ende oportunidades de progreso.
Al desencarnar, estos, cada uno a su vez, bajo intensas vibraciones de odio y desesperación, padecieron por durante muchos años en las zonas inferiores del astral. Mas tarde, debido a la intercesión de amigos redimidos, los antiguos cónyuges obtuvieron su vuelta a la Tierra, mediante la reencarnación, con el fin de santificar los lazos sentimentales y reaproximarse a los antiguos adversarios. Pero como acontece casi siempre, los héroes en la promesa flaquean, en la realización, por apegarse mucho más a propios deseos que a la Voluntad Divina. Pero ya en posesión del tesoro de la nueva reencarnación, regresa el endurecimiento espiritual y al menosprecio de las leyes de Dios.
Este es el caso de Adelino, que en estos momentos no soporta el acercamiento de Segismundo, como si recordara los momentos vividos, en el pasado, no obstante hay algo peor, cada hombre, cada Espíritu crea de sus propios pensamientos y sentimientos la estabilidad para las trillones de células del organismo físico, y el pensamiento envenenado de Adelino, destruye las sustancias de la hereditariedad, intoxicando la cromatina dentro de la bolsa seminal, y por más que pueda atender a los llamados de la naturaleza, no alcanzaría los objetivos sagrados de la procreación, dada la lamentable disposición de su vida íntima, aniquilando las células creadoras al nacer y aunque nos aniquile por completo, intoxica los génes dificultando nuestra acción.
Pero la intercesión no se hizo esperar y al cabo de algunas noches de trabajo, se logra el acercamiento de los implicados en este proceso, reconociendo cada uno de ellos lo que se debía hacer, para bien en común de ambos.
El hecho más sobresaliente es el de Adelino que al unirse a Segismundo, reconoce su compromiso tomado, y después de un gran abrazo con quien fuese si adversario, sede el sentimiento de odio y en esos momentos lo envuelve una luz divina, quitando de él la oscura niebla que tanto perturbaba su Espíritu a su físico, dejando el paso libre a los mentores Espirituales para continuar con la labor de la reencarnación.
Transcurrida la noche, los tres Espíritus se reúnen con los constructores espirituales, para planificar la nueva reencarnación de Segismundo, que de aquí en adelante comenzaré a detallar.
Como dijimos anteriormente, Segismundo, era un trabajador de “Nuestro Hogar, tareas que sostuvo durante con ahínco durante más de treinta años, trabajando en distintos ministerios de asistencia. Como no puede ser de otra manera, todo acto es tomado en cuenta y debido a su perseverancia, la Providencia Divina había determinado que no desencarnaría en un mar de sangre, como le había sucedido a su adversario. Pero solo atenuaba la prueba, que debería pasar para el rescate definitivo de este drama del pasado.
Para todo esto, ya estaba confeccionado el mapa celular del nuevo cuerpo que lo acompañaría en su nueva existencia.
Textualmente dice: las entidades que se hallan a la vista son trabajadores de nuestra esfera, y los rollos blancos que llevan, son mapas de formas orgánicas, elaborados por orientadores de nuestro plano, especializados en conocimientos biológicos de la existencia terrenal. De conformidad con el grado de adelanto y de acuerdo con el servicio que le va ha ser asignado en posesión de un nuevo cuerpo carnal, se hace necesario establecer planos adecuados a los fines esenciales.
En el gráfico se verificaban como arabescos, delineando el contorno físico y orgánico, tildados con puntos negros, las imagines de las molestias del corazón que sufriría a la edad madura, demarcándose grandes perturbaciones en los nervios cardíacos, siendo esta enfermedad, necesaria para el rescate del pasado.
Por la extensión del tema, veremos como se opera la reencarnación desde el primer momento.
Para poder habitar el mundo físico, el Espíritu debe reducir su periespíritu o envoltura espiritual que le da la configuración humana hasta alcanzar la forma de feto periespiritual, es decir la forma “pre-infantil” que ha de permitirle el encaje en el útero periespiritual de la futura madre encarnada. Permanece allí hasta incorporar y absorber las energías que se condensan desde el mundo físico y que luego conformará el cuerpo. Desde ese momento el Espíritu reencarnante queda ligado con tenues hilos a la nueva organización fetal y en la medida del crecimiento de éste, el Espíritu de apoco va perdiendo la conciencia de su ser, va entrando en la turbación que se completará con el primer contacto con las vida física, en el primer llanto de la nueva vida.
Nadie es desconocedor de las leyes que rigen la procreación y el acto en si, y aunque parezca una “moneda corriente”, este acto es tan importante y sublime, como la existencia misma….
Aún después del acto en si, los mentores espirituales trabajan para fluidificar el espermatozoide, seleccionado y el que determinará el sexo del reencarnante, ya establecido. De la misma forma lo es con el óvulo materno. Una vez lograda la fecundación, comienza la división celular, cada una de ellas con su correspondiente carga de información, en que darán la formación de distintas partes del organismo físico. Este momento es de vital importancia dado que por cualquier motivo, se cortase este proceso, llamado interfase celular, podría propiciar, desde deformaciones hasta el aborto espontáneo. Este proceso es vigilado por mentores espirituales con absoluto cuidado hasta la formación total del feto y después del nacimiento hasta los primeros 7 años de vida, donde se consolida definitivamente el ser espiritual a su nueva materia.
Tratando de no dejar puntos poco claros, diré que la hereditariedad cumple su papel en la formación física y que en muchos casos interviene para que se cumpla lo dispuesto con anterioridad.
Par ir cerrando el tema, manifestare lo siguiente: Son innumerables los proyectos de cuerpos futuros en los sectores del servicio. Se desprende de ello que la mayoría de los enfermos en la carne, son almas que trabajan en la ingente conquista de si mismas. Nadie traiciona la Voluntad de Dios, en los procesos evolutivos, sin incurrir en graves tareas de rectificación; y todo lo que intenta engañar a la naturaleza, cuadro legítimo de las leyes divinas, acaban por engañarse a si mismos.
Charla ofrecida en la Asociación Madre Eloísa.
En Buenos Aires – Argentina -
Orador: Juan Carlos Mariani
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EL CENTRO ESPÌRITA.
En el desempeño de su función, el Centro Espírita es, por sobre todo, un centro de servicios al prójimo, tanto en el plano propiamente humano como en el espiritual. La enseñanza puramente evangélica, las oraciones, los pases y el trabajo de adoctrinamiento representan un esfuerzo permanente de esclarecimiento y orientación de Espíritus sufrientes y de sus víctimas humanas que, por lo general, son compañías necesitadas de la misma asistencia.
Muchas personas se preguntan si los espíritas no son pretenciosos y orgullosos al considerarse capaces de esclarecer a Espíritus desencarnados. Consideran que ese es un servicio de Espíritus superiores y no de hombres. Llegan a hacer cálculos para demostrar a los espíritas que ese trabajo es en vano, pues el número de Espíritus que pueden asistir a sus sesiones es ínfimo. Se olvidan de que toda actividad esclarecedora, en cualquier campo, vale más por su posibilidad de propagación. La dinámica de la comunicación es el principal factor de la eficiencia en tales casos. Son muchos los ejemplos históricos en tal sentido, pero ninguno es más claro que el de Jesús, sirviéndose de un pequeño grupo de personas para modificar, con sus enseñanzas, aunque desvirtuadas por la ignorancia, la faz del mundo.
En las sesiones espíritas no se pretende abarcar a todos los Espíritus necesitados –lo que sería imposible-, sino cuidar la atención de aquellos que están más ligados a nosotros. El adoctrinamiento de un Espíritu perturbado es casi siempre el pago de una deuda nuestra con aquel Espíritu. Si lo perjudicamos ayer, hoy lo socorremos. Y él, auxiliado, se convierte en un nuevo asistente a la gran batalla por el esclarecimiento general. Cada Espíritu que conquistamos para el bien representa un nuevo impulso en la lucha, el acrecentamiento de un compañero más, un aumento del bien. Debemos recordar siempre que el bien es contagiante. Si liberamos a una víctima de la obsesión en la Tierra, hacemos lo propio con otra en el mundo espiritual que nos rodea. Esa multiplicación se procesa en un constante crecimiento, alcanzando progresivamente a centenares de personas y Espíritus.
Alegan algunos que los Espíritus perturbados son asistidos en el mismo plano espiritual. Sin embargo, Jesús, acaso, ¿dejó de asistir a los Espíritus sufrientes aquí mismo, en la Tierra? Por el contrario, los asistió, e incluso ordenó a sus discípulos hacer lo mismo. La experiencia espírita confirma el acierto de esa atención terrena, demostrando científicamente que los Espíritus desencarnados, aún muy apegados a las condiciones de la vida material necesitan de asistencia mediúmnica para liberarse de tal ligazón.
En las sesiones, como observó el sabio médico espírita Gustave Geley, la emanación de ectoplasma forma un ambiente favorable a las relaciones de los Espíritus con los hombres. En ese ambiente mediúmnico los Espíritus apegados a la materia tienen la impresión de una mayor seguridad, como si estuviesen nuevamente encarnados. Muchas veces, en las sesiones, los Espíritus orientadores se sirven de un médium para adoctrinar más fácilmente a esas entidades perturbadas. Eso confirma la dificultad -destacada por Kardec- que los Espíritus más evolucionados encuentran para esclarecer a los inferiores en el plano espiritual. Las sesiones espíritas de adoctrinamiento y desobsesión demostraron su eficacia desde Kardec hasta nuestros días, mientras que las opiniones contrarias no se afirman más que sobre opiniones personales, suposiciones deducidas de falsos raciocinios derivados de una falta de real conocimiento de ese grave problema.
Quienes hoy procuran restar valor e importancia a esas sesiones en los Centros, no dejan de obedecer más que a pálpitos. Los Centros Espíritas bien organizados y bien orientados no se dejan llevar por esos pálpitos, dado que poseen suficiente experiencia en ese campo altamente delicado de sus actividades doctrinarias. Y de la misma manera, los que pretenden que las sesiones de los Centros deben ser dedicadas sólo las manifestaciones de Espíritus superiores, revelan egoísmo y falta de comprensión doctrinaria. La parte más importante y necesaria de las actividades mediúmnicas, mayormente en nuestros días, es precisamente la de la práctica doctrinaria de la desobsesión. Trabajar en ese sector es un deber constante de los médiums esclarecidos y dedicados al bien del prójimo. El estado de confusión al que llegó la Psicoterapia, y particularmente la Psiquiatría, exige el redoblado esfuerzo de los Centros en el trabajo de adoctrinamiento y de desobsesión. Millones de víctimas, en el mundo entero, claman por el socorro de métodos más eficientes de cura psicoterapéutica, la que sólo el Espiritismo puede ofrecer, gracias a su experiencia de casi dos siglos en ese campo. El Centro Espírita conserva ese acervo maravilloso en su tradición y no puede inmovilizarse ante los sofismas de la actualidad trágica y pretenciosa.
Las comunicaciones de los Espíritus superiores son dadas en el momento preciso, incluso en medio del aparente tumulto de las sesiones de desobsesión. Es muy agradable recibir comunicaciones elevadas de Espíritus superiores, pero sólo somos acreedores a ellas luego de atender, con abnegación y sentido fraternal, a los Espíritus sufrientes. Cuando rechazamos esas oportunidades redentoras los Espíritus superiores se apartan y el campo queda libre a los mixtificadores, como lo saben, muchas veces por duras experiencias propias, los que intentan beneficiarse con bendiciones sin ser merecedores de ellas.
Los servicios asistenciales a la pobreza, prestados por los Centros Espíritas, constituyen la contribución espírita al desenvolvimiento de la nueva mentalidad social en nuestro mundo egoísta. No basta sembrar ideas fraternalistas entre los hombres, es necesario concretizarlas en actos personales y sinceros. El Centro Espírita funciona como un transformador de ideas fraternales en corrientes de energía activas en ese plano. En sus turbinas invisibles las ideas se transforman en actos de amor y de dedicación al prójimo. Existen quienes combaten la limosna, la donación desinteresada de ayuda material a los necesitados. Pretenden la creación de organismos sociales eficaces para modificar el panorama de la miseria con recursos de enseñanza y orientación y capaces de conducir a los desdichados hacia una situación mejor. Esos es lo ideal, y muchos Centros y otros tipos de organizaciones espíritas lograron hacerlo. Mas, cuando escasean los recursos y medios para lograr tal realización, ¿es justo que dejemos a los necesitados a la ventura de su impotencia? Hay necesidades tan acuciantes que tienen que ser atendidas ahora, en este momento. Negar nuestro auxilio en tales casos con el pretexto de que estamos proyectando medidas más eficientes, es falta de caridad, comodismo disfrazado de idealismo superior. El Centro Espírita es un instrumento de acción inmediata que actúa de acuerdo con la urgencia de las necesidades. Sin la atención de esas necesidades, las víctimas de la injusticia social no podrán estar a la espera de las brillantes y eficientes realizaciones del futuro. Como enseñó Allan Kardec, debemos esperar que las utopías se muestren realidades, para luego aceptarlas. Las personas que censuran ese esfuerzo de ayuda a los necesitados, defendiendo proyectos de reforma social, se aíslan de la acuciante realidad en que vegetan los que no disponen de medios para su propio sustento.
Generalmente, tales ideólogos de un mundo mejor que debe surgir por milagro o por conmociones sociales, acusan a los espíritas de alienados, comodistas y divorciados de la realidad, cuando, verdaderamente son ellos los que se aíslan. El Centro Espírita no se puede entregar, por tanto, a sus principios. Su objetivo es el bien de todos y no el de tal o cual sector de la sociedad. La evolución social depende de la evolución de los hombres, que constituyen e integran los organismos sociales. Es por el ejemplo de la fraternidad y no por el de la violencia que podemos mejorar al mundo. La revolución cristiana no se procesa por medio de actos violentos, sino a través del esfuerzo de sacrificios y abnegaciones fundamentados en el respeto por la criatura humana. No importa si esa criatura es un mendigo o un potentado. La revolución espírita, que es hija y heredera de la revolución cristiana, no se concreta mediante el poder precario o ilusorio de las armas destructores, sino al ritmo de las medidas concienciales de los hombres, en la búsqueda de la paz y la comprensión para que las atrocidades desaparezcan de la Tierra. No podemos apagar el fuego con nafta, así como tampoco podemos armonizar el mundo con la sustitución de castas en el poder.
Los servicios de asistencia al prójimo sólo pueden retardar el avance de la violencia, al paso que aceleran el desarrollo moral y espiritual de la humanidad. Es de ese desarrollo –y exclusivamente de él- del que podrá surgir en la Tierra una civilización superior. El Centro Espírita no puede trocar, por tanto, sus servicios de amor y fraternidad por su empecinamiento en las luchas entre grupos partidistas y clases. Él apela a los valores de la inteligencia, que a través de la razón equilibrada y de la comprensión profunda de las necesidades humanas conduce a los hombres a soluciones y no apenas a intentos de crear mayores conflictos.
Un espírita no puede pensar en términos de la realidad inmediata. La concepción dialéctica del Espiritismo no se fundamenta en el análisis de las contradicciones superficiales del mecanismo social. Ella profundiza en el examen de la dinámica compleja de las acciones y reacciones de los individuos y de los grupos sociales que estructuran la sociedad. Reducir toda esa complejidad a las manifestaciones efímeras de las etapas evolutivas de una sociedad, es negar al hombre la posibilidad de luchar para comprender los problemas con que se enfrenta en el proceso existencial. Vivir y existir son dos posibilidades del Ser que se proyecta en la encarnación. En los planos inferiores de los reinos mineral y vegetal la vida es movimiento y sensación, pero en las etapas intermedias de la animalidad se convierte en conquista y dominio, elevándose en el plano hominal a la conciencia de sí misma en busca de la trascendencia. En ese plano, el ser humano asume la responsabilidad de esa búsqueda y sólo existe, realmente, superando las fases inconscientes de su desarrollo en la medida exacta en que sabe qué quiere y por qué lo quiere.
Ese qué y ese por qué tienen entonces que superarse a sí mismos en la conquista del cómo, es decir: de cómo, de qué manera podrá continuar elevándose. Así como la conquista material del plano animal se transforma en la conquista de conocimiento de sí mismo y de su destino trascendente, todas las demás actividades del hombre edifican la conciencia, lo que da al Ser su unidad. Consciente de esa unidad intrínseca, el hombre supera entonces la multiplicidad de su propia estructura y del mundo. Se revela en él la centella divina de su origen espiritual. Él comprende que es Espíritu y que, como tal, no puede destruirse con la muerte, pues su esencia es indestructible y eterna. Ese es el momento espírita de la redención, en que el espírita capta su inmortalidad en su propia conciencia y modifica su manera de ser ante el mundo transitorio e ilusorio.
A partir de ese momento el Espíritu se integra en el Centro Espírita, se llega a él, no como un servidor más, sino como el propio servicio. La multiplicidad de los servicios del Centro adquiere en su conciencia la misma unidad conquistada por ésta. Al mismo tiempo, la visión de la unidad existencial, en que todos los servicios se funden en el servicio único a la humanidad, despierta en él el sentimiento y la comprensión de su único deber: servir a Dios en el servicio al prójimo.
Todo lo que él haga de ahí en adelante, será un hacer universal, no relacionado sólo con él o con el Centro, no limitado a su persona o a su grupo, ni incluso restringido al medio espírita, sino extensivo naturalmente a toda la humanidad. Los prisioneros del Espiritismo, a partir de Kardec, todas las grandes figuras que supieron brindarse al Espiritismo en lugar de posesionarse o servirse de él, realizaron esa marcha redentora, pasaron por un gigantesca odisea espiritual templándose en las encarnaciones sucesivas para reimplantar en la Tierra la siembra de Cristo, por la resurrección de su Evangelio, de su Buena Nueva en espíritu y verdad.
Como se ve, el Centro Espírita es realmente un centro de convergencia de toda la dinámica doctrinaria. En él se inician los neófitos, se educan los médiums, comunícanse los Espíritus, adoctrínanse niños y adultos, libéranse obsesos, estúdiase la Doctrina en sus aspectos teórico y práctico, promoviéndose la asistencia social a todos los necesitados, sin imposiciones ni discriminaciones y cultívase la fraternidad pura que abre los portales al futuro. La coordinación de las actividades de un Centro Espírita bien orientado es prácticamente automática, resultando del clima fraternal en que todos se sienten como en familia, ayudándose mutuamente. Es en esa comunión de esfuerzos que los espíritas pueden anticipar las realizaciones más fecundas. Pero si en el Centro Espírita se infiltra el espíritu mezquino de las intrigas, de las pretensiones desmedidas, de las aversiones inferiores, los dirigentes necesitan de mucha paciencia y tolerancia para superar esos amargores y restablecer la paz y atmósfera espiritual. Jamás, sin embargo, se deberá renunciar a sus deberes, lo que sería una deserción, a menos que lo hagan reconociendo humildemente sus errores y continuando en el Centro para servir mejor, en las mismas funciones o en otras inferiores. Nada más triste que en un Centro Espírita unos se erijan en maestros de los demás, cuando en realidad nadie sabe nada y todos debieran considerarse, sencillamente, aprendices. Los servicios más urgentes de cada Centro son los de instrucción de los viejos y nuevos adeptos, tanto unos como otros carecientes del conocimiento doctrinario. Bien realizado ese servicio, todos los demás serán cumplidos con más facilidad.
Por J. Herculano Pires
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AUTÉNTICO SIGNIFICADO DE CIERTAS PALABRAS FRECUENTES EN ESPIRITISMO
ESPÍRITU SANTO:Falange de los emisarios de la providencia que supervisa los movimientos importantes de la humanidad,tanto en la tierra como en el ámbito espiritual.
REINO DE DIOS:estado de sublimación del alma,que ella misma ha creado a través de las encarnaciones incesantes.
CIELO: esferas espirituales santificadas donde residen los Espíritus superiores que irradian desde su seno la atmósfera de paz y felicidad.
MILAGRO:designación de hechos naturales cuyo mecanismo familiar se encuentra vedado al entendimiento de la criatura humana.
MISTERIO:parte ignorada de la normas universales a la que paulatinamente identifica y comprende e espíritu humano.
SOBRENATURAL:definición de fenómenos que todavía no están incorporados a los dominios de lo habitual.
SANTO: atributo aplicado a determinadas personas que aparentemente han cumplido en la tierra con su deber.
TENTACIÓN: posición personal de cautiverio interno en relación con vicios instintivos a los que todavía no conseguimos superar por nosotros mismos.
DÍA DEL JUICIO:oportunidad ubicada entre dos períodos de la existencia del alma,que se refieren a la siembre de acciones y a la renovación de la conducta individual.
SALVACIÓN:liberación y preservación del Espíritu contra el peligro de males mayores en su propio camino,a fin de que se confíe a la construcción de su felicidad,dentro de los dominios de bien y en camino hacia los niveles mas elevados de evolución.
REINO DE DIOS:estado de sublimación del alma,que ella misma ha creado a través de las encarnaciones incesantes.
CIELO: esferas espirituales santificadas donde residen los Espíritus superiores que irradian desde su seno la atmósfera de paz y felicidad.
MILAGRO:designación de hechos naturales cuyo mecanismo familiar se encuentra vedado al entendimiento de la criatura humana.
MISTERIO:parte ignorada de la normas universales a la que paulatinamente identifica y comprende e espíritu humano.
SOBRENATURAL:definición de fenómenos que todavía no están incorporados a los dominios de lo habitual.
SANTO: atributo aplicado a determinadas personas que aparentemente han cumplido en la tierra con su deber.
TENTACIÓN: posición personal de cautiverio interno en relación con vicios instintivos a los que todavía no conseguimos superar por nosotros mismos.
DÍA DEL JUICIO:oportunidad ubicada entre dos períodos de la existencia del alma,que se refieren a la siembre de acciones y a la renovación de la conducta individual.
SALVACIÓN:liberación y preservación del Espíritu contra el peligro de males mayores en su propio camino,a fin de que se confíe a la construcción de su felicidad,dentro de los dominios de bien y en camino hacia los niveles mas elevados de evolución.
El Espiritismo tiene como misión fundamental entre los hombres la reforma interior de cada uno,porque proporciona explicaciones al porqué de los destinos,razón por la cual restablece y corrige muchos de los conceptos usuales,a fin de que se haga la luz en las conciencias y el consuelo en los corazones,del mismo modo que Jesús no vino a destruir la ley,sino a cumplirla,la Doctrina espiritista no vino a desmentir las enseñanzas del Jesús.sino a desarrollarlas,completarlas y explicarlas en términos claros a todos por igual,cuando han sido expresadas mediante formas alegóricas.
En rigor,la verdad puede estar lejos de las palabras con las que aspiramos a traducirlas.
Renueva,entonces,las expresiones de tu pensamiento y tu vida
habrá de renovarse por completo,mediante las faenas de cada hora.
ANDRÉ LUIZ
En rigor,la verdad puede estar lejos de las palabras con las que aspiramos a traducirlas.
Renueva,entonces,las expresiones de tu pensamiento y tu vida
habrá de renovarse por completo,mediante las faenas de cada hora.
ANDRÉ LUIZ
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El Cielo y el Infierno - Allan Kardec
Si se considera cuánto sufren los Espíritus culpables en el mundo invisible, cuán terrible es la situación de algunos de ellos, cuántas ansiedades los dominan, y de qué forma ese estado se agrava aún más por la imposibilidad de prever su término, podría decirse que se encuentran en el Infierno, en caso de que esa palabra no implicase la idea de un castigo eterno y material. No obstante, gracias a la revelación de los Espíritus, y a los ejemplos que nos ofrecen, sabemos que la duración de la expiación está subordinada al mejoramiento del culpable.
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¡ Para Mejorar Ahora!
La vitalidad divina se derrama sobre mí y aspirándola en excelente disposición emocional me libero de las cargas toxicas del desgaste psicológico. Soy de procedencia saludable. La enfermedad es accidente de recorrido, que no me impide la marcha. Saludable y con confianza avanzo, vitalizado por el fluido de la Fuente Generadora de la vida.
Joanna de Ângelis (58)
Si usted se siente abatido, haga alguna cosa para salir de ese estado de postración intima. Eso es un veneno peligroso para la salud. Usted no necesitará de grandes realizaciones para espantar la apatía. Levántese de la cama o del sofá y experimente, por ejemplo:
-bañarse;
-hacer una oración;
-leer algo edificante;
-escuchar o cantar una canción agradable;
-conversar con un amigo;
-caminar quince minutos alrededor de su casa o dar por lo menos algunos pasos alrededor de la cama si estuviera enfermo;
-cambiar la posición de algunos muebles de su casa;
-hacer un favor a quien pasa por mayores dificultades que las suyas;
-hacer una lista de todas las Cosas buenas que ya le ocurrieron;
-limpiar sus cajones;
-abrillantar sus zapatos;
-cultivar una flor o un jardín;
-dar una buena risotada;
Lo importante es interrumpir cuanto antes el circulo de la melancolía haciendo algo de bueno por sí mismo, a fin de que Dios no lo encuentre de brazos cruzados esperando llegar la muerte.
(58) Momentos de salud, psicografía de Divaldo Franco. LEAL.
Extraído del libro “El Médico Jesús”
José Carlos de Lucca
La vitalidad divina se derrama sobre mí y aspirándola en excelente disposición emocional me libero de las cargas toxicas del desgaste psicológico. Soy de procedencia saludable. La enfermedad es accidente de recorrido, que no me impide la marcha. Saludable y con confianza avanzo, vitalizado por el fluido de la Fuente Generadora de la vida.
Joanna de Ângelis (58)
Si usted se siente abatido, haga alguna cosa para salir de ese estado de postración intima. Eso es un veneno peligroso para la salud. Usted no necesitará de grandes realizaciones para espantar la apatía. Levántese de la cama o del sofá y experimente, por ejemplo:
-bañarse;
-hacer una oración;
-leer algo edificante;
-escuchar o cantar una canción agradable;
-conversar con un amigo;
-caminar quince minutos alrededor de su casa o dar por lo menos algunos pasos alrededor de la cama si estuviera enfermo;
-cambiar la posición de algunos muebles de su casa;
-hacer un favor a quien pasa por mayores dificultades que las suyas;
-hacer una lista de todas las Cosas buenas que ya le ocurrieron;
-limpiar sus cajones;
-abrillantar sus zapatos;
-cultivar una flor o un jardín;
-dar una buena risotada;
Lo importante es interrumpir cuanto antes el circulo de la melancolía haciendo algo de bueno por sí mismo, a fin de que Dios no lo encuentre de brazos cruzados esperando llegar la muerte.
(58) Momentos de salud, psicografía de Divaldo Franco. LEAL.
Extraído del libro “El Médico Jesús”
José Carlos de Lucca
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El Espiritismo, en suma, es todo el estremecimiento de la vida invisible;
representa a un universo viviente que hasta ahora se ignoraba, salvo por parte de unos pocos, y del que sabemos y sentimos que existe, se agita, palpita y vibra en nuestro entorno, llenando el espacio con pensamientos radiantes, pensamientos de amor, inspiraciones geniales.- Y cada vez más lo sentiremos vivir y obrar, merced al desarrollo de facultades que van a multiplicarse, incrementarse y convertirse en patrimonio de gran número de personas. Por ellas adquiriremos, asimismo, la certidumbre preciosa de la
protección y sostén que desde el Más Allá se extiende sobre nosotros; la prueba de que la solicitud de lo Alto alcanza a todos los peregrinos de la vida en su penoso viaje terrenal.
En la lucha que se ha iniciado en pro de la ascensión de la humanidad, la grandiosa batalla de las ideas, el Espiritismo es el más fuerte de los combatientes, porque en él se reencuentran la vida y la muerte, y la Tierra y el Cielo se reúnen y se ligan para las lides del pensamiento. Luchemos, pues, con coraje, sabiduría y prudencia. El Mundo Invisible está con nosotros. Elevemos nuestro grito de esperanza y confianza en la eterna y consciente justicia que gobierna los mundos. ¡Creamos, tengamos esperanza y actuemos!
LEÓN DENIS
representa a un universo viviente que hasta ahora se ignoraba, salvo por parte de unos pocos, y del que sabemos y sentimos que existe, se agita, palpita y vibra en nuestro entorno, llenando el espacio con pensamientos radiantes, pensamientos de amor, inspiraciones geniales.- Y cada vez más lo sentiremos vivir y obrar, merced al desarrollo de facultades que van a multiplicarse, incrementarse y convertirse en patrimonio de gran número de personas. Por ellas adquiriremos, asimismo, la certidumbre preciosa de la
protección y sostén que desde el Más Allá se extiende sobre nosotros; la prueba de que la solicitud de lo Alto alcanza a todos los peregrinos de la vida en su penoso viaje terrenal.
En la lucha que se ha iniciado en pro de la ascensión de la humanidad, la grandiosa batalla de las ideas, el Espiritismo es el más fuerte de los combatientes, porque en él se reencuentran la vida y la muerte, y la Tierra y el Cielo se reúnen y se ligan para las lides del pensamiento. Luchemos, pues, con coraje, sabiduría y prudencia. El Mundo Invisible está con nosotros. Elevemos nuestro grito de esperanza y confianza en la eterna y consciente justicia que gobierna los mundos. ¡Creamos, tengamos esperanza y actuemos!
LEÓN DENIS
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