MEDIUMNIDAD EN LOS NIÑOS
(ENTREVISTA A DIVALDO P. FRANCO )
1 – DIVALDO, PELÍCULAS COMO “SEXTO SENTIDO” RETRATAN EL CASO DE NIÑOS CON MEDIÚMNIDAD OSTENSIVA. ¿CUÁNDO PODRÍAMOS IDENTIFICAR EL CASO DE UN NIÑO MÉDIUM?
El Espiritismo es una ciencia experimental y todos los casos, a fin de merecer credibilidad, deben pasar por el tamiz de la observación, del estudio y de la confirmación.
Sin duda, en el período lúdico, el niño tiene la imaginación muy rica y crea imágenes, hechos fantasiosos, que tienen que ver con su propio desarrollo psicológico.
De este modo, cuando un niño informa que ve seres espirituales, la mejor metodología es la observación, acompañando sus narrativas con tranquilidad y confiriéndolas con la realidad.
A través de la conversación natural y sin disfraces, se debe explicarle que dicho caso es verdadero y que debe mantenerse perfectamente tranquilo, evitando la generación de miedos injustificables o de deslumbramientos innecesarios.
2 – ¿QUÉ DEBEN HACER LOS PADRES CUANDO DETECTAN QUE SU HIJO ES UN “NIÑO MÉDIUM”? ¿PUEDEN LLEVARLO A LA EVANGELIZACIÓN, SESIÓN MÉDIUMNICA, TOMAR PASES, ETC.?
Los padres que perciban mediúmnidad en sus hijos aún niños, deben considerar el fenómeno como natural, conduciéndolos a los estudios de la evangelización espírita infanto-juvenil, recurriendo a los pases, cuando hubiera necesidad, manteniendo el estudio del Evangelio en el hogar y orientándolos con naturalidad.
Una buena sugerencia es evitar que los niños participen en reuniones mediúmnicas de cualquier naturaleza, puesto que, encontrándose en fase de desarrollo psicológico y sin discernimiento para las profundas consecuencias de la mediúmnidad, la prisa por educar la facultad puede ocasionar graves daños en el comportamiento infantil.
***************************
Obsesión de encarnado para encarnado
¿Cómo ocurre?
Por – Joilson José Gonçalves Mendes
En el Libro de los Médiums, itens 237 a 254, Allan Kardec trata dos tipos de obsesión, que son:
Obsesión simple:
Cuando un espíritu maléfico procura de todas las formas interferir en la vida del médium, procurando engañarlo de cualquier manera.
Fascinación:
Presenta consecuencias más graves, una vez que el espíritu obsesr crea una ilusión en la mente del médium, haciendo que el mismo pierda, parcialmente, su capacidad de juzgar las comunicaciones.
Subyugación:
Produce la paralización de la voluntad de la víctima, el espíritu obsesor tiene la capacidad de hacer que la persona pase a actuar de manera ridícula en presencia de otras personas. Pasa a ser prácticamente un fantoche en las manos del obsesor.
Para mayores esclarecimientos respecto al asunto, sugiero que estudien por encima la referencia . Sabemos que existe la obsesión de desencarnado para desencarnado, de desencarnado para encarnado, de encarnado para desencarnado y de encarnad para encarnado. Es sobre este último tipo que vamos a exponer algunos comentarios.
¿ Qué sería una obsesión de encarnado para encarnado?
Podemos incluir aquí las envidias, sentimientos de angustia, rabia, ódio, rencor, venganza, deseos de mal a otra persona, esos sentimientos que son propios de las almas sin elevación ni grandeza, como nos esclarece Kardec en El Evangelio Según el Espiritismo, Cap. X, item 4.
¿Como pueden estos sentimientos encuadrarse como un proceso obsesivo?
En Mecanismos de la Mediumnidad, cap IV MATERIA MENTAL- itens Materia Mental y Materia Física; Inducción Mental; y Formas Pensamientos, el espíritu André Luiz da explicaciones sobre la fuerza mental que pooseemos y que, naturalmente desperdiciamos debido a la pereza mental que aún es pujante en el ser humano. Recomiendo la lectura de ese capítulo.
Mucho fué ya escrito, hablado e investigado sobre la fuerza del pensamiento, también diseminado en los libros de auto ayuda. Y si nuestros pensamientos interfieren en nuestra salud física y mental, después de la lectura del capítulo arriba mencionado, llegarán a la conclusión de que nuestros pensamientos pueden interferir en la vida de aquellos que nos rodean.
Solo por citar un ejemplo, en la época en que yo estaba en la Facultad de Parapsicología, realizamos un experimento de Telepatía, que consistía en una determinada persona(emisor) que transmitía mentalmente la imagen de un vampiro para otra persona(receptor), que estaba en una sala distinta y no conocía cual sería la imagen a ser transmitida, pues todo era seleccionado en el momento del experimento.
El experimento que debería durar 20 minutos, no pasó de 5 minutos. El receptor, que estaba en otra sala, comenzó a pasarlo mal y fue preciso terminar los trabajos. Después de que la persona(receptor), se hubo restablecido, le fueron mostradas 4 imágenes diferentes y entre ellas estaba la del vampiro. Cuando vio la imagen en cuestión, no tuvo dudas y apuntó aquella como la imágen del experimento, lo que era correcto. Al preguntarnos para el emisor lo que él intentó transmitir al receptor, comentó que recordó todos los detalles del filme de terror al que había asistido.
Este sencillo experimento viene a demostrar que tenemos la capacidad de influenciar por la acción del pensamiento, el estado de ánimo de una persona, sea de forma positiva o negativa, para bien o para mal, l que evidencia la obsesión de encarnado para encarnado.
Otra explicación sobre como ocurre el proceso obsesivo de encarnado para encarnado, está en la Física Cuántica, el llamado Enmarañamiento/Entrelazamiento Cuántico. Este experimento mostró que dos o más partículas al correlacionarse, permanecen ligadas, independiente de la distancia en que se encuentran. Siempre que una de las partículas es alterada, la otra inmediatamente, reaccionará a la alteración, pudiendo estar a un metro de distancia o a millones de kilómetros en el espacio.
Determinado investigador (sujeto 1), preparó un muñeco de sí mismo, para representarlo, y solicitó que otro investigador (sujeto2), llevase el muñeco a una sala electromagnéticamente protegida. El sujeto 1 permaneció en la sala ligado a aparatos que pudiesen medir alteraciones en el sistema nervioso autónomo. Cuando el sujeto 2 pasaba la mano por la cara, hombros y cabellos del muñeco, enviando pensamientos de cura, el sujeto 1 sentía ls efectos, pues los aparatos acusaban las alteraciones. El muñeco y el sujeto 1 estaban entrelazados. Este experimento también explica la magia africana conocida como VUDU, en la que alguien procura al hechicero para hacer mal a otro, utilizando muñecos y alfileres. Esto es obsesión de encarnado para encarnado.
Muchos experiments fueron realizadoos por físicos, PhD, personas precupadas con la explicación científica de los casos, en sentido de demostrar la influencia del pensamiento sobre nosotros y sobre los demás, todos con resultados positivos. Hoy vemos a la Física Cuántica aclarar lo que en el pasado era tenido como algo sobrenatural.
Varios investigadores están estudiando la influencia del CAMPO en nuestras vidas, dicen que todos nosotros estamos interligados por campos de energía, que son denominados de las más diversas formas: Campos Morfogenéticos, Vacío Cuántico, Teida de la Vida, Matriz Divina, Universo Holográfico, etc. demostrando que somos parte de un TODO, que los religiosos llamamos Dios.
Tal vez haya sido esto lo que Jesús quiso explicar al decir: Todas as veces que hicieseis esto a uno de estos, mis hermanos más pequeños, fue a mi mismo al que lo hiciesteis" (Mt 25,40)
Una vez que somos tods hijos del mismo Padre, estamos entrelazados desde el principio de la creación. Al hacernos algo que perjudique a nuestro semejante, es a nosotros mismos a quien estamos perjudicando. Fue por esta razón por lo que Cristo habló tanto sobre la importancia de aprender a perdonarnos y a olvidar las faltas que nos cometan.
Los procesos obsesivos continuarán existiendo en cuanto que los seres humanos no comprendan las leyes universales que, por más que hayan sido dichas por los filósofos y profetas, a los pocos están siendo reveladas por la ciencia. El mayor ejemplo que podemos citar es cuando con los brazos abiertos en el madero, dijo: "Padre, perdónalos porque ellos no saben lo que hacen" (Lucas 23:34)
*************************
CONSECUENCIAS DEL SUICIDIO
Para poder abordar este tema tan delicado como es el suicidio, no tengo más remedio que, reportarme primeramente a la esencia misma de toda la Creación: Dios.
El Padre generador de todas las cosas; desde las cosas más ínfimas, hasta los grandes Imperios Estelares, mostrándonos a cada momento de nuestra vida, su Poder y su Gloria en todas las manifestaciones de la Naturaleza, que el hombre, en la mayoría de los casos, no sabe apreciar por ser un fenómeno habitual a sus sentidos, cuando vemos, por ejemplo, como de la unión de un espermatozoide masculino y un óvulo femenino, se crea una nueva vida, un nuevo cuerpo perfecto para que, en él pueda un Espíritu adquirir su tan necesaria experiencia terrestre, con vistas a su evolución y desarrollo espiritual.
Decimos: ¡Qué sabia es la Naturaleza!, cuando observamos como un grano de trigo al encontrar el cobijo de la Tierra en buenas condiciones, germina, transformándose en una hermosa espiga. ¡Cuanta perfección hay a nuestro alrededor! Cuando vemos al gusano morir para la Tierra; transformarse en hermosa mariposa.
Nos quedamos extasiados, al ver, a través de las Estaciones, el árbol aparentemente seco, reverdecer llenándose de flores y, posteriormente de sabrosos frutos.
No nos queda más, que admitir la perfección en nuestro entorno.
Pero estos fenómenos, por estar sujetos a leyes inmutables, nos parecen naturales, normales y, pocas, muy pocas veces obligamos a nuestra mente a la meditación sobre hechos tan transcendentales; el ser que piensa y medita sobre ello liberado de toda carga de orgullo y vanidad, que tanto nos ciega y tanto nos embrutece, la criatura humana, humilde y sincera, no puede por más que ver en todo lo que nos rodea, la manifestación poderosa y sabia del creador, alabando al Padre Supremo en su majestad y su gloria.
LA CREACIÓN
Pues bien, una vez asentada la paternidad de Dios sobre toda la Creación, vamos a abordar ésta para entender que todo lo que existe, que todo lo que vibra a nuestro alrededor, en sus múltiples formas visibles o sutiles, tiene un único principio o, una única esencia: El Fluido Cósmico Universal, o sea, todo lo que nosotros llamamos materia sea conocida o no, deriva de una misma fuente, de la cual salen los astros, los soles, las galaxias, los animales, las plantas, el aire, el agua y también el Hombre; además, Dios crea paralelamente el Principio Espiritual; parte inteligente de la Creación con el fin de , auxiliándose del principio material, elevar la vida a las cotas más altas de la perfección.
Así tenemos la Trinidad Universal: DIOS, ESPÍRITU y MATERIA.
Dios como creador absoluto; Espíritu, creado a imagen y semejanza de Dios y Materia, emanación del Todo sabio para desarrollo y evolución de la vida en sus múltiples facetas.
EL HOMBRE
El Hombre, Espíritu en grado de desarrollo intelectual y moral apto para la vida organizada y libre, está formado por una triple naturaleza: Humana, Astral y Espiritual.
Humana: auxiliado de la materia de su cuerpo físico, organismo perfecto y perecedero, donado por el Creador para adquirir del plano físico toda la experiencia, que la materia nos brinda a través de la vivencia como encarnados.
Astral: dotado de un cuerpo fluídico o Periespíritu, que siendo el doble del mismo organismo físico, aunque imperecedero, funciona como soporte del Espíritu, cuando nos separamos del cuerpo material compacto, cual es el cuerpo físico.
Espiritual: esencia misma del Todopoderoso; ser inteligente e inmortal, llamado a la gloria de la perfección por la misericordia del Padre magnánimo y misericordioso.
Por tanto podemos ver, que el Hombre es un Espíritu que, utilizando a veces la coraza de un cuerpo de carne y otras, del cuerpo fluídico, va desarrollándose a través de los siglos, adquiriendo las virtudes necesarias para que un día no necesitemos más la encarnación y podamos seguir nuestra vida inmortal e imperecedera, a través de los siglos, en los mundos universales, sin la pesada carga del cuerpo carnal, para ello tendría que utilizar de forma correcta, los diferentes cuerpos que le son ofrecidos, para la bendita adquisición de valores, al mismo tiempo que vamos lavando nuestras faltas en la escuela de la vida, en este punto ya podemos entender nuestra naturaleza, qué somos y hacia dónde nos dirigimos.
EL SUICIDA
El suicida es un Espíritu cobarde e ignorante que huye a los compromisos adquiridos en la Espiritualidad, como medio de rescate de su propio pasado; destruyendo un cuerpo que no le pertenece, ya que es una obra de Dios, un instrumento puesto al servicio del hombre para su propio progreso y, huyendo a los compromisos de rescate, lo único que consigue es, agravar sus deudas para con las leyes sabias e inmutables de Dios; teniendo que volver a reencarnar de forma más precaria que la vez anterior, con el fin de saldar las deudas que su propia conciencia le reclama, a fin de hallar la paz que todos anhelamos y necesitamos.
Distintos modelos de suicidas: conscientes o inconscientes.
Alimentación, tabaco, alcohol, drogas, desequilibrio emocional por la insatisfacción y profundo desorden.
1ª SORPRESA DEL SUICIDA
¿Cuál es la primera sorpresa del suicida al realizar el acto criminal y cobarde del suicidio?
Evidentemente, sentir el terror de seguir sintiéndose vivo, no obstante el dolor inmenso que está padeciendo.
Sigue pensando; llegando al límite de las resistencias, fustigado por los mismos problemas que lo llevaron al suicidio y por el dolor tremendo de las heridas que se ocasionó, siendo el ahorcado, por ejemplo, que padecerá la asfixia constante por falta de oxígeno.
Si es que se arrojó a las aguas intencionadamente, sentirá por mucho tiempo, como las aguas penetran e inundan sus pulmones, al mismo tiempo que bracea y patalea en acción refleja, sin conseguir asirse a ninguna parte. Si recurrió al veneno, sentirá el veneno quemar sus entrañas, de una forma tal, que pedirá a Dios, lo fulmine con el fin de dejar de sufrir.
Si acabó su vida con un tiro en la cabeza, será la bala que va penetrando las capas de su cerebro de forma constante, percibiendo como va destrozando cada fibra íntima, repercutiendo los dolores agudos al mismo tiempo que la herida no deja de sangrar.
El que se quemó, será el fuego el que se encargue de torturarlo de forma indeterminada, sin que jamás, se extingan sus llamas. Al que se arrojó a algún vehículo en marcha, será la visión de sus carnes despedazadas, las que constantemente le martiricen el cerebro, percibiendo el triturar de sus huesos y el desgarramiento de su cuerpo.
Sea cual sea la forma de suicidio, lo único que encuentra el suicida, es horror y desespero. La vida no se extingue jamás; la criatura siente esa sorpresa que no esperaba y pasa a vivir las más altas cotas de sufrimiento que a él le parece que no tiene fin, lo que le aumentará su desesperación.
¿POR QUÉ TANTO DOLOR EN EL SUICIDA?
En primer lugar, el suicida es un tránsfuga de la Ley de Dios,
Atentando contra el V Mandamiento: NO MATARÁS, huyendo a sus responsabilidades, que en la mayoría de las veces, fue él mismo que las eligió, las pruebas y expiaciones, que lo condujeron al suicidio, con el fin de rescatar el pasado culpable, es por lo que pasa a sufrir un dolor moral de grado superlativo: es su propia conciencia que le reclama de forma que no puede evadirse del acto criminal, pasando a la condición de reo, habitando los lugares más infelices del mundo espiritual.
También encontramos paralelamente al dolor moral, el dolor físico, pues no debemos olvidar, que al mismo tiempo que lesionó su cuerpo físico, al punto de causarle la muerte, hizo lo mismo con su cuerpo periespiritual que, aunque inmortal, sí está lesionado en la misma cuantía que el físico, siendo que la mente recibe de el Periespíritu, la respuesta de dolor, como consecuencia del acto brutal del suicidio.
Dolor éste que parece multiplicarse, al no tener el organismo carnal que lo amortigüe; no olvidemos que, cuando encarnamos para una nueva vida, llevamos como tesoro un organismo repleto de fluido vital; energía ésta en cantidad suficiente al número de años que por nuestra programación, deberemos vivir en la superficie del planeta como encarnados. Al cortar violentamente, a través del brutal acto del suicidio, nuestra vida encarnada, rompiendo éste lazo de unión con el Periespíritu, éste queda repleto de esta energía vital animalizada; siendo ésta misma energía, que refleja la sensación de la materia, en este caso, violentamente destruida, y pasa a vivir su mente el dolor material, la sensación de deterioro.
A veces vive todo el período de putrefacción de su cuerpo, notando como los gusanos corroen sus entrañas; no pudiendo separarse del cuerpo hasta su completa desintegración.
¿DÓNDE ESTÁ LA MISERICORDIA DE DIOS?
La misericordia de Dios la encontramos a cada paso que damos en la vida de encarnados y de desencarnados, pues Dios nunca nos condena, somos nosotros con nuestros actos rebeldes que nos ocasionamos tantas desgracias, por no seguir la senda del deber: Dios, en su infinita misericordia quiere que todas sus criaturas, un día gocen de la felicidad plena, una vez que hallan alcanzado, con su propio esfuerzo, las cumbres de la evolución y para ello, disponemos de todos los medios necesarios: un cuerpo carnal para las sucesivas encarnaciones planetarias, al mismo tiempo que un cuerpo fluídico para la vida en el espacio; una casa planetaria con todo lo necesario para la vida del Hombre, con todos los recursos a la medida de su evolución.
Nos proporciona el bien de la familia, como medio de educación y progreso, reforzándonos para enfrentar la edad adulta en buenas condiciones morales y físicas; nos provee a cada uno de nosotros de un Espíritu Guía y protector para que constantemente nos guíe por la senda correcta, orientándonos en el bien y en la buena moral. Nos permite la ayuda de Espíritus amigos y familiares con el fin de inspirarnos por el camino correcto.
Nos dio a un Guía Planetario, para dirigir la evolución de nuestro orbe, tanto desde el Plano Espiritual, como del físico, siendo que hace unos dos mil años, encarnó entre nosotros, dándonos el Código de la más alta moral, para nuestra propia salvación, ¿y nosotros qué hacemos a cambio?
Hacemos oído sordo a los buenos consejos de buena moral cristiana.
Nos engolfamos en los vicios más bajos y desastrosos. Nos parapetamos en nuestro castillo inexpugnable del orgullo desmedido y de la vanidad exagerada.
Rechazamos todo lo que nos puede conducir a ser mejores personas, y en el máximo de nuestra iniquidad, apedreamos, insultamos, calumniamos, azotamos y crucificamos al Salvador de ésta Humanidad; despreciándolo entonces y ahora.
Pues hoy, dos mil años después, seguimos despreciando esa luz, que a través del Evangelio nos dejó el Maestro de maestros, el venerable Jesús. Y aún decimos, ¿dónde está la Justicia y la Misericordia de Dios?
Se nos han dado, además, los testimonios de una infinidad de Espíritus elevados que vinieron a encarnar entre nosotros, con el firme propósito de ayudarnos a comprender, para abrir nuestras mentes a un nuevo concepto de la vida. Para alejarnos de ese mal destructor por excelencia, el EGOÍSMO.
¿Y qué hemos hecho? No oír; seguimos regocijándonos en el mundo de las sensaciones.
No estamos dispuesto a ceder nada de lo que creemos es nuestro patrimonio personal.
Ni pensamos en la renuncia, ni en la humildad, y aún seguimos pensando, ¿dónde se encuentra Dios que no nos oye? No oye nuestros lamentos, creados por nuestra incuria y comodísimos, pero Dios nunca nos abandona, aunque hayamos descendido a los abismos del dolor y el desespero voluntariamente.
¿CÓMO PUEDE REHACERSE EL SUICIDA DE ESTA CONDICIÓN?
Naturalmente, nunca somos abandonados a nuestra suerte, siempre contamos con la ayuda y la protección de abnegados hermanos Espirituales que velan por nosotros. No hay nadie, ningún ser abandonado, por muy criminal que sea. Todos estamos siendo observados por ese Pastor que espera a sus ovejas descarriadas para introducirlas en el momento propicio en su redil.
Una vez que esas fuerzas animalizadas se van extinguiendo, es cuando estamos en condiciones de ser socorridos por abnegados Espíritus, rescatándonos de los lugares de terror y tinieblas, y conducidos a Casas de Socorros Espirituales, con el fin de ser reeducados y preparados psicológica y moralmente para volver a repetir esa encarnación frustrada, con el doble sentido de cumplir la programación de la Ley y, a la vez, reequilibrar y reajustar nuestro organismo Periespiritual, seriamente dañado por el acto del suicidio.
(Ejemplo del libro Memorias de un Suicida, del Espíritu Camilo Castelo Branco.)
(En que condiciones pueden reencarnar los suicidas)
Los suicidas pueden reencarnar en las más variadas y difíciles situaciones, soportando en la mayoría de los casos un cuerpo enfermo, tarado o desfigurado (consecuencia del desequilibrio producido con el acto del suicidio).
Pueden tener encarnaciones muy cortas, con el objetivo de reequilibrar sus fuerzas periespirituales al contacto con un nuevo cuerpo físico, y en la mayoría de los casos estos enfermos espirituales son conducidos a otros enfermos del alma; los hombres y mujeres que corrompieran los propios centros genesicos, por la delincuencia emotiva o por los crímenes reiterados del aborto provocado.
Para que sirviendo en la condición de enfermeros y guardianes como padres de estos espíritus endeudados ante la Eterna Justicia, al igual que ellos, se recuperan a su turno, regenerándose a sí mismos, a través del cuidado amoroso con que atienden a sus hijitos; sorbiendo lágrimas de dolor, al ver a sus pequeños atormentados por el dolor, ya desde la cuna.
¿QUÉ NOS DICE EL ESPIRITISMO DEL SUICIDIO?
El Evangelio Según el Espiritismo, en el capítulo V, página 80, Item 16, nos aclara la respuesta de la siguiente manera: "La incredulidad, la simple duda acerca del porvenir, las ideas materialistas, en una palabra: son los más grandes excitantes para el suicidio; engendran la cobardía moral, y cuando se ven hombres de ciencia apoyarse en la autoridad del saber, para esforzarse en probar a sus oyentes o a sus lectores, que nada tienen que esperar después de la muerte, ¿no equivale a conducirles a ésta consecuencia?, es a saber: ¿que si son infelices, nada pueden hacer mejor que matarse?
¿Qué podrían decirles que les desviara de esa idea? ¿Qué compensación pueden ofrecerles? ¿Qué esperanza pueden darles?
Nada absolutamente, sino la nada. De donde se sigue que, si la nada es el sólo remedio heroico, la sola perspectiva, más vale caer en ella enseguida que más tarde y sufrir de éste modo menos tiempo.
La propagación de las ideas materialistas es, pues, el veneno que inocula en un gran número el pensamiento del suicidio, y aquellos que se proclaman sus apóstoles, asumen una terrible responsabilidad. No siendo permitida la duda con el Espiritismo, el aspecto de la vida cambia; el creyente sabe que la vida se prolonga indefinidamente más allá de la tumba, pero en diferentes condiciones; de aquí nace la paciencia y la resignación, que naturalmente desvían el pensamiento del suicidio; en una palabra, de aquí viene el " valor moral".
¿Cómo podemos ayudar a los suicidas?
Oración y Evangelio en el hogar. Como medio de educar y fortalecer.
Artículo de: Esteban Zaragoza García
Espiritismo
Para poder abordar este tema tan delicado como es el suicidio, no tengo más remedio que, reportarme primeramente a la esencia misma de toda la Creación: Dios.
El Padre generador de todas las cosas; desde las cosas más ínfimas, hasta los grandes Imperios Estelares, mostrándonos a cada momento de nuestra vida, su Poder y su Gloria en todas las manifestaciones de la Naturaleza, que el hombre, en la mayoría de los casos, no sabe apreciar por ser un fenómeno habitual a sus sentidos, cuando vemos, por ejemplo, como de la unión de un espermatozoide masculino y un óvulo femenino, se crea una nueva vida, un nuevo cuerpo perfecto para que, en él pueda un Espíritu adquirir su tan necesaria experiencia terrestre, con vistas a su evolución y desarrollo espiritual.
Decimos: ¡Qué sabia es la Naturaleza!, cuando observamos como un grano de trigo al encontrar el cobijo de la Tierra en buenas condiciones, germina, transformándose en una hermosa espiga. ¡Cuanta perfección hay a nuestro alrededor! Cuando vemos al gusano morir para la Tierra; transformarse en hermosa mariposa.
Nos quedamos extasiados, al ver, a través de las Estaciones, el árbol aparentemente seco, reverdecer llenándose de flores y, posteriormente de sabrosos frutos.
No nos queda más, que admitir la perfección en nuestro entorno.
Pero estos fenómenos, por estar sujetos a leyes inmutables, nos parecen naturales, normales y, pocas, muy pocas veces obligamos a nuestra mente a la meditación sobre hechos tan transcendentales; el ser que piensa y medita sobre ello liberado de toda carga de orgullo y vanidad, que tanto nos ciega y tanto nos embrutece, la criatura humana, humilde y sincera, no puede por más que ver en todo lo que nos rodea, la manifestación poderosa y sabia del creador, alabando al Padre Supremo en su majestad y su gloria.
LA CREACIÓN
Pues bien, una vez asentada la paternidad de Dios sobre toda la Creación, vamos a abordar ésta para entender que todo lo que existe, que todo lo que vibra a nuestro alrededor, en sus múltiples formas visibles o sutiles, tiene un único principio o, una única esencia: El Fluido Cósmico Universal, o sea, todo lo que nosotros llamamos materia sea conocida o no, deriva de una misma fuente, de la cual salen los astros, los soles, las galaxias, los animales, las plantas, el aire, el agua y también el Hombre; además, Dios crea paralelamente el Principio Espiritual; parte inteligente de la Creación con el fin de , auxiliándose del principio material, elevar la vida a las cotas más altas de la perfección.
Así tenemos la Trinidad Universal: DIOS, ESPÍRITU y MATERIA.
Dios como creador absoluto; Espíritu, creado a imagen y semejanza de Dios y Materia, emanación del Todo sabio para desarrollo y evolución de la vida en sus múltiples facetas.
EL HOMBRE
El Hombre, Espíritu en grado de desarrollo intelectual y moral apto para la vida organizada y libre, está formado por una triple naturaleza: Humana, Astral y Espiritual.
Humana: auxiliado de la materia de su cuerpo físico, organismo perfecto y perecedero, donado por el Creador para adquirir del plano físico toda la experiencia, que la materia nos brinda a través de la vivencia como encarnados.
Astral: dotado de un cuerpo fluídico o Periespíritu, que siendo el doble del mismo organismo físico, aunque imperecedero, funciona como soporte del Espíritu, cuando nos separamos del cuerpo material compacto, cual es el cuerpo físico.
Espiritual: esencia misma del Todopoderoso; ser inteligente e inmortal, llamado a la gloria de la perfección por la misericordia del Padre magnánimo y misericordioso.
Por tanto podemos ver, que el Hombre es un Espíritu que, utilizando a veces la coraza de un cuerpo de carne y otras, del cuerpo fluídico, va desarrollándose a través de los siglos, adquiriendo las virtudes necesarias para que un día no necesitemos más la encarnación y podamos seguir nuestra vida inmortal e imperecedera, a través de los siglos, en los mundos universales, sin la pesada carga del cuerpo carnal, para ello tendría que utilizar de forma correcta, los diferentes cuerpos que le son ofrecidos, para la bendita adquisición de valores, al mismo tiempo que vamos lavando nuestras faltas en la escuela de la vida, en este punto ya podemos entender nuestra naturaleza, qué somos y hacia dónde nos dirigimos.
EL SUICIDA
El suicida es un Espíritu cobarde e ignorante que huye a los compromisos adquiridos en la Espiritualidad, como medio de rescate de su propio pasado; destruyendo un cuerpo que no le pertenece, ya que es una obra de Dios, un instrumento puesto al servicio del hombre para su propio progreso y, huyendo a los compromisos de rescate, lo único que consigue es, agravar sus deudas para con las leyes sabias e inmutables de Dios; teniendo que volver a reencarnar de forma más precaria que la vez anterior, con el fin de saldar las deudas que su propia conciencia le reclama, a fin de hallar la paz que todos anhelamos y necesitamos.
Distintos modelos de suicidas: conscientes o inconscientes.
Alimentación, tabaco, alcohol, drogas, desequilibrio emocional por la insatisfacción y profundo desorden.
1ª SORPRESA DEL SUICIDA
¿Cuál es la primera sorpresa del suicida al realizar el acto criminal y cobarde del suicidio?
Evidentemente, sentir el terror de seguir sintiéndose vivo, no obstante el dolor inmenso que está padeciendo.
Sigue pensando; llegando al límite de las resistencias, fustigado por los mismos problemas que lo llevaron al suicidio y por el dolor tremendo de las heridas que se ocasionó, siendo el ahorcado, por ejemplo, que padecerá la asfixia constante por falta de oxígeno.
Si es que se arrojó a las aguas intencionadamente, sentirá por mucho tiempo, como las aguas penetran e inundan sus pulmones, al mismo tiempo que bracea y patalea en acción refleja, sin conseguir asirse a ninguna parte. Si recurrió al veneno, sentirá el veneno quemar sus entrañas, de una forma tal, que pedirá a Dios, lo fulmine con el fin de dejar de sufrir.
Si acabó su vida con un tiro en la cabeza, será la bala que va penetrando las capas de su cerebro de forma constante, percibiendo como va destrozando cada fibra íntima, repercutiendo los dolores agudos al mismo tiempo que la herida no deja de sangrar.
El que se quemó, será el fuego el que se encargue de torturarlo de forma indeterminada, sin que jamás, se extingan sus llamas. Al que se arrojó a algún vehículo en marcha, será la visión de sus carnes despedazadas, las que constantemente le martiricen el cerebro, percibiendo el triturar de sus huesos y el desgarramiento de su cuerpo.
Sea cual sea la forma de suicidio, lo único que encuentra el suicida, es horror y desespero. La vida no se extingue jamás; la criatura siente esa sorpresa que no esperaba y pasa a vivir las más altas cotas de sufrimiento que a él le parece que no tiene fin, lo que le aumentará su desesperación.
¿POR QUÉ TANTO DOLOR EN EL SUICIDA?
En primer lugar, el suicida es un tránsfuga de la Ley de Dios,
Atentando contra el V Mandamiento: NO MATARÁS, huyendo a sus responsabilidades, que en la mayoría de las veces, fue él mismo que las eligió, las pruebas y expiaciones, que lo condujeron al suicidio, con el fin de rescatar el pasado culpable, es por lo que pasa a sufrir un dolor moral de grado superlativo: es su propia conciencia que le reclama de forma que no puede evadirse del acto criminal, pasando a la condición de reo, habitando los lugares más infelices del mundo espiritual.
También encontramos paralelamente al dolor moral, el dolor físico, pues no debemos olvidar, que al mismo tiempo que lesionó su cuerpo físico, al punto de causarle la muerte, hizo lo mismo con su cuerpo periespiritual que, aunque inmortal, sí está lesionado en la misma cuantía que el físico, siendo que la mente recibe de el Periespíritu, la respuesta de dolor, como consecuencia del acto brutal del suicidio.
Dolor éste que parece multiplicarse, al no tener el organismo carnal que lo amortigüe; no olvidemos que, cuando encarnamos para una nueva vida, llevamos como tesoro un organismo repleto de fluido vital; energía ésta en cantidad suficiente al número de años que por nuestra programación, deberemos vivir en la superficie del planeta como encarnados. Al cortar violentamente, a través del brutal acto del suicidio, nuestra vida encarnada, rompiendo éste lazo de unión con el Periespíritu, éste queda repleto de esta energía vital animalizada; siendo ésta misma energía, que refleja la sensación de la materia, en este caso, violentamente destruida, y pasa a vivir su mente el dolor material, la sensación de deterioro.
A veces vive todo el período de putrefacción de su cuerpo, notando como los gusanos corroen sus entrañas; no pudiendo separarse del cuerpo hasta su completa desintegración.
¿DÓNDE ESTÁ LA MISERICORDIA DE DIOS?
La misericordia de Dios la encontramos a cada paso que damos en la vida de encarnados y de desencarnados, pues Dios nunca nos condena, somos nosotros con nuestros actos rebeldes que nos ocasionamos tantas desgracias, por no seguir la senda del deber: Dios, en su infinita misericordia quiere que todas sus criaturas, un día gocen de la felicidad plena, una vez que hallan alcanzado, con su propio esfuerzo, las cumbres de la evolución y para ello, disponemos de todos los medios necesarios: un cuerpo carnal para las sucesivas encarnaciones planetarias, al mismo tiempo que un cuerpo fluídico para la vida en el espacio; una casa planetaria con todo lo necesario para la vida del Hombre, con todos los recursos a la medida de su evolución.
Nos proporciona el bien de la familia, como medio de educación y progreso, reforzándonos para enfrentar la edad adulta en buenas condiciones morales y físicas; nos provee a cada uno de nosotros de un Espíritu Guía y protector para que constantemente nos guíe por la senda correcta, orientándonos en el bien y en la buena moral. Nos permite la ayuda de Espíritus amigos y familiares con el fin de inspirarnos por el camino correcto.
Nos dio a un Guía Planetario, para dirigir la evolución de nuestro orbe, tanto desde el Plano Espiritual, como del físico, siendo que hace unos dos mil años, encarnó entre nosotros, dándonos el Código de la más alta moral, para nuestra propia salvación, ¿y nosotros qué hacemos a cambio?
Hacemos oído sordo a los buenos consejos de buena moral cristiana.
Nos engolfamos en los vicios más bajos y desastrosos. Nos parapetamos en nuestro castillo inexpugnable del orgullo desmedido y de la vanidad exagerada.
Rechazamos todo lo que nos puede conducir a ser mejores personas, y en el máximo de nuestra iniquidad, apedreamos, insultamos, calumniamos, azotamos y crucificamos al Salvador de ésta Humanidad; despreciándolo entonces y ahora.
Pues hoy, dos mil años después, seguimos despreciando esa luz, que a través del Evangelio nos dejó el Maestro de maestros, el venerable Jesús. Y aún decimos, ¿dónde está la Justicia y la Misericordia de Dios?
Se nos han dado, además, los testimonios de una infinidad de Espíritus elevados que vinieron a encarnar entre nosotros, con el firme propósito de ayudarnos a comprender, para abrir nuestras mentes a un nuevo concepto de la vida. Para alejarnos de ese mal destructor por excelencia, el EGOÍSMO.
¿Y qué hemos hecho? No oír; seguimos regocijándonos en el mundo de las sensaciones.
No estamos dispuesto a ceder nada de lo que creemos es nuestro patrimonio personal.
Ni pensamos en la renuncia, ni en la humildad, y aún seguimos pensando, ¿dónde se encuentra Dios que no nos oye? No oye nuestros lamentos, creados por nuestra incuria y comodísimos, pero Dios nunca nos abandona, aunque hayamos descendido a los abismos del dolor y el desespero voluntariamente.
¿CÓMO PUEDE REHACERSE EL SUICIDA DE ESTA CONDICIÓN?
Naturalmente, nunca somos abandonados a nuestra suerte, siempre contamos con la ayuda y la protección de abnegados hermanos Espirituales que velan por nosotros. No hay nadie, ningún ser abandonado, por muy criminal que sea. Todos estamos siendo observados por ese Pastor que espera a sus ovejas descarriadas para introducirlas en el momento propicio en su redil.
Una vez que esas fuerzas animalizadas se van extinguiendo, es cuando estamos en condiciones de ser socorridos por abnegados Espíritus, rescatándonos de los lugares de terror y tinieblas, y conducidos a Casas de Socorros Espirituales, con el fin de ser reeducados y preparados psicológica y moralmente para volver a repetir esa encarnación frustrada, con el doble sentido de cumplir la programación de la Ley y, a la vez, reequilibrar y reajustar nuestro organismo Periespiritual, seriamente dañado por el acto del suicidio.
(Ejemplo del libro Memorias de un Suicida, del Espíritu Camilo Castelo Branco.)
(En que condiciones pueden reencarnar los suicidas)
Los suicidas pueden reencarnar en las más variadas y difíciles situaciones, soportando en la mayoría de los casos un cuerpo enfermo, tarado o desfigurado (consecuencia del desequilibrio producido con el acto del suicidio).
Pueden tener encarnaciones muy cortas, con el objetivo de reequilibrar sus fuerzas periespirituales al contacto con un nuevo cuerpo físico, y en la mayoría de los casos estos enfermos espirituales son conducidos a otros enfermos del alma; los hombres y mujeres que corrompieran los propios centros genesicos, por la delincuencia emotiva o por los crímenes reiterados del aborto provocado.
Para que sirviendo en la condición de enfermeros y guardianes como padres de estos espíritus endeudados ante la Eterna Justicia, al igual que ellos, se recuperan a su turno, regenerándose a sí mismos, a través del cuidado amoroso con que atienden a sus hijitos; sorbiendo lágrimas de dolor, al ver a sus pequeños atormentados por el dolor, ya desde la cuna.
¿QUÉ NOS DICE EL ESPIRITISMO DEL SUICIDIO?
El Evangelio Según el Espiritismo, en el capítulo V, página 80, Item 16, nos aclara la respuesta de la siguiente manera: "La incredulidad, la simple duda acerca del porvenir, las ideas materialistas, en una palabra: son los más grandes excitantes para el suicidio; engendran la cobardía moral, y cuando se ven hombres de ciencia apoyarse en la autoridad del saber, para esforzarse en probar a sus oyentes o a sus lectores, que nada tienen que esperar después de la muerte, ¿no equivale a conducirles a ésta consecuencia?, es a saber: ¿que si son infelices, nada pueden hacer mejor que matarse?
¿Qué podrían decirles que les desviara de esa idea? ¿Qué compensación pueden ofrecerles? ¿Qué esperanza pueden darles?
Nada absolutamente, sino la nada. De donde se sigue que, si la nada es el sólo remedio heroico, la sola perspectiva, más vale caer en ella enseguida que más tarde y sufrir de éste modo menos tiempo.
La propagación de las ideas materialistas es, pues, el veneno que inocula en un gran número el pensamiento del suicidio, y aquellos que se proclaman sus apóstoles, asumen una terrible responsabilidad. No siendo permitida la duda con el Espiritismo, el aspecto de la vida cambia; el creyente sabe que la vida se prolonga indefinidamente más allá de la tumba, pero en diferentes condiciones; de aquí nace la paciencia y la resignación, que naturalmente desvían el pensamiento del suicidio; en una palabra, de aquí viene el " valor moral".
¿Cómo podemos ayudar a los suicidas?
Oración y Evangelio en el hogar. Como medio de educar y fortalecer.
Artículo de: Esteban Zaragoza García
Espiritismo
*****************************
PAZ- RECONCILIACIÓN Y VICTIMAS
EN COLOMBIA
Sobre el momento coyuntural de nuestra realidad
social de Colombia, nos han pedido opinión sobre cómo
ver esa realidad bajo la óptica espírita…aunque son
múltiples los enfoques que se pudiera dar al tema de la
PAZ desde la óptica espírita (siendo todo el cuerpo
doctrinario del Espiritismo una propuesta de Paz), la
posición del Espíritista, en éste cómo en todos los casos,
debe ser neutral y sensata, interviniendo activamente
como dinamizador de propuestas de desarrollo
coherentes con la sana Moral.
Por lo relativo al momento de efervescencia
emocional, no voy a tomar posición personal o hacer
análisis alguno; más bien cada quine podrá indagar su
consciencia y buscar la relación de lo que el Espiritismo
expone con las situaciones de la vida personal y social.
Vamos solo a tocar tres tópicos: Sobre la PAZ, la
RECONCILIACIÓN y las VICTIMAS (la verdadera
desgracia)...
1). Sobre la PAZ:
Para hablar de Paz debemos entender primero la
Guerra (Tomado de El Libro de los Espíritus):
Pregunta 742: ¿Cuál es la causa que lleva al hombre a
la guerra?
Resp:- Predominio de la naturaleza animal sobre la
espiritual y saciedad de las pasiones. En el estado de
barbarie el único derecho que los pueblos conocen es el
del más fuerte. De ahí que la guerra sea para ellos un
estado normal. Conforme el hombre va progresando se
torna aquélla menos frecuente, porque él evita las causas
que la desencadenan. Y cuando el conflicto armado es
necesario, sabe humanizarlo.
Pregunta 743: La guerra ¿desaparecerá algún día de este
mundo?
Resp:- Sí, cuando los hombres hayan comprendido la
justicia y practiquen la ley de Dios. Entonces, todos los
pueblos serán hermanos.
Pregunta 744: ¿Qué objetivo ha tenido la Providencia al
hacer que la guerra sea necesaria?
Resp:- La libertad y el progreso.
Pregunta 744a: Si el efecto que ha de alcanzar la guerra
consiste en dar la libertad, ¿cómo se explica que a
menudo tenga por finalidad y por resultado la esclavitud?
Resp:- Esclavitud momentánea para agotar a los
pueblos, a fin de hacerlos llegar más rápido.
Pregunta 745: ¿Qué pensar del que desencadena la
guerra en su propio beneficio?
Resp: - Ése es el verdadero culpable y necesitará muchas
existencias para expiar todos los crímenes de que ha sido
causante, porque responderá por cada hombre cuya
muerte haya ocasionado a fin de satisfacer su ambición.
2). Sobre la RECONCILIACIÓN:
Ahora veamos lo que el Espiritismo nos dice
respecto de la reconciliación (Tomado de El Evangelio
Según el Espiritismo, Capítulo XXII, amad a vuestros
enemigos):
Amar a sus enemigos, no es tenerles un afecto
que no está en la naturaleza, porque el contacto de un
enemigo hacer latir el corazón de muy diferente modo
que el de un amigo; es no tenerle ni odio, ni rencor, ni
deseo de venganza; es perdonarle "sin segunda intención
y sin condición" el mal que nos hace, sin poner ningún
obstáculo a la reconciliación; es desearles bien en vez de
quererles mal, alegrarse en vez de afligirse del bien que
les acontece, tenderles una mano caritativa en caso de
necesidad, abstenerse "en palabras y en acciones" de
todo lo que puede perjudicarles; es' en fin, volverles
siempre bien por mal, "sin intención de humillarles".
Cualquiera que haga esto, llena las condiciones del
mandamiento: "Amad a vuestros enemigos".
Amar a sus enemigos es un despropósito para los
incrédulos; aquel para quien la vida presente es el todo,
sólo ve en su enemigo un ser pernicioso que turba su
reposo y del que sólo la muerte puede desembarazarle.
De aquí viene el deseo de venganza. No tiene ningún
interés en perdonar si no es para satisfacer su orgullo a
los ojos del mundo; aun perdonar, en ciertos casos, le
parece una debilidad indigna de él; si no se venga, no deja por eso de conservar rencor y un secreto deseo de
perjudicarle.
Para el creyente, pero sobre todo para el
espiritista, la manera de ver es muy diferente, porque
dirige sus miradas al pasado y al porvenir, entre los que
la vida presente sólo es un punto; sabe que por el mismo
destino de la tierra, debe esperar encontrar en ella
hombres malvados y perversos, que las maldades a que
está expuesto forman parte de las pruebas que debe
sufrir, y el punto de vista elevado en que se coloca hace
que las vicisitudes le sean menos amargas, ya provengan
de los hombres o de las cosas; "si no murmura de las
pruebas, tampoco debe murmurar de los que son
instrumentos de aquellas"; si en vez de quejarse da
gracias a Dios porque le prueba, "debe también dar
gracias a la mano que le proporciona ocasión de
manifestar su paciencia y su resignación".
3). Sobre las VICTIMAS (la verdadera
desgracia):
Ante cualquier situación de violencia siempre
pensamos en las victimas y siendo esto muy loable por
cierto, perdemos el foco de la real victimización (tomado
de El Evangelio Según el Espiritismo, Capítulo V, ítem
12 y 24).
“Debéis consideraros felices de sufrir, porque
vuestros dolores en este mundo son el pago de la deuda
que habéis adquirido mediante vuestras faltas pasadas,
y esos dolores, cuando se soportan con paciencia en la
Tierra, os ahorran siglos de padecimientos en la vida
futura. Así pues, debéis sentiros felices de que Dios
reduzca vuestra deuda y os permita que la saldéis ahora,
pues eso os garantizará tranquilidad en el porvenir”.
Todos hablan acerca de la desgracia, todo el
mundo la ha experimentado y cree conocer su carácter
múltiple. Por mi parte, vengo a deciros que casi todos se
equivocan, y que la verdadera desgracia de ninguna
manera es lo que los hombres, es decir, los desdichados,
suponen. Ellos la ven en la miseria, en el fogón sin
combustible, en el acreedor que amenaza, en la cuna sin
el ángel que antes sonreía, en las lágrimas, en el féretro
que se acompaña con sentimiento reverente y el corazón
destrozado, en la angustia por la traición, en la rebeldía
del orgullo, que aspiraba a vestirse con púrpura y
apenas oculta su desnudez bajo los harapos de la
vanidad. A todo eso, y a muchas otras cosas, se aplica el
nombre de desgracia en el lenguaje humano. En efecto,
se trata de la desgracia para los que sólo ven el presente.
Con todo, la verdadera desgracia reside en las
consecuencias de un hecho, más que en el hecho en sí
mismo. Decidme si el acontecimiento más feliz por el
momento, pero que acarrea consecuencias funestas, no
es, en realidad, más desgraciado que aquel que al
principio causa una viva contrariedad y acaba por
producir un bien. Decidme si el huracán que arranca
vuestros árboles, pero que purifica el aire al disipar los
miasmas insalubres que hubiesen causado la muerte, no
es más bien una felicidad que una desdicha.
Por consiguiente, para juzgar una cosa es
necesario tomar en cuenta sus consecuencias. De ese
modo, para apreciar lo que es verdaderamente feliz o
desgraciado para el hombre, debemos transportarnos
hacia más allá de esta vida, porque allí se hacen sentir
las consecuencias. Ahora bien, todo lo que recibe el
nombre de desgracia según la corta visión humana, cesa
con la vida corporal y encuentra su compensación en la
vida futura.
Voy a revelaros la desgracia con un nuevo
aspecto, con el aspecto agradable y florido que acogéis
y deseáis con todas las fuerzas de vuestras almas
equivocadas. La desgracia es la alegría, el placer, el
ruido, la vana agitación, la loca satisfacción de la
vanidad, que acallan la conciencia, oprimen la acción
del pensamiento y aturden al hombre en relación con su
porvenir. La desgracia es el opio del olvido, al que
buscáis con el más ferviente deseo.
¡Aguardad, vosotros los que lloráis! ¡Temblad,
vosotros los que reís, porque vuestro cuerpo está
satisfecho! No se engaña a Dios. No se elude el destino.
Y las pruebas, acreedoras más despiadadas que la jauría
desencadenada por la miseria, acechan vuestro
descanso ilusorio para sumergiros sorpresivamente en
la agonía de la verdadera desgracia, aquella que
sorprende al alma debilitada por la indiferencia y el
egoísmo.
Así pues, ¡que el espiritismo os esclarezca y
vuelva a ubicar bajo su auténtica luz a la verdad y el
error, tan extrañamente desfigurados por vuestra
ceguera! Entonces procederéis como bravos soldados
que, lejos de huir del peligro, prefieren las luchas de los
combates arriesgados antes que la paz que no puede
darles ni gloria ni ascensos. ¡Qué le importa al soldado
perder en la reyerta sus armas, sus bagajes y su
uniforme, con tal de que salga vencedor y con gloria!
¡Qué le importa, al que tiene fe en el porvenir, dejar en
el campo de batalla de la vida su fortuna y su envoltura
carnal, con tal de que su alma ingrese radiante en el
reino celestial! (Delphine de Girardin. París, 1861.)
UBALDO RODRÍGUEZ DE ÁVILA
ASOCIACIÓN CENTRO DE ESTUDIOS
ESPÍRITAS FRANCISCO DE ASÍSSanta Marta - Colombia
***********************************
Momento decisivo
Hijas e Hijos del alma!
El Señor nos bendice con su Paz
Estos son días de turbulencia
La sociedad terrestre, con la inteligencia iluminada, trae el corazón despedazado por la angustia del ser existencial. Momento grave en la historia del proceso evolutivo, cuando se operan las grandes mudanzas para alcanzar la plenitud en la Tierra, anunciada por los Espíritus nobles y prometida por Jesús. Nuestro amado planeta, aún envuelto en sombras, permanece en su categoría de inferioridad, porque nosotros, aquellos que a él nos vinculamos, aún somos inferiores, y a medida que se opera nuestra transformación moral para mejor,bajo el cuidado de Jesús, nuestro modelo y guía, las sombras densas van siendo devastadas para que las buenas nuevas de luz y de paz alcancen el climax en un periodo no muy lejano.
Cuando Jesús vino a estar entre nosotros, la humanidad experimentaba la gran crisis de la sujeción al Imperio Romano, con sus pasiones totalitarias y los intereses mezquinos de gobernantes arbitrarios. El Espiritismo, a su vez, instalándose en el planeta, enfrenta el clima equivalente en el que el totalitarismo del poder arbitrario de políticas perversas aplasta las aspiraciones de ennoblecimiento de las criaturas humanas y por consecuencia, el ser, que se agita en busca de la plenitud, se aturde, y confundiéndose, no sabe como vivenciar las claridades libertadoras del Evangelio.
Con la conquista del conocimiento científico y el vacío existencial, surgen las distracciones de variado porte para poder disminuir la ansiedad y el desespero. Naturalmente, esa manifestación de fuga de la realidad, interfiere en el comportamiento general de los trabajadores de la Verdad que, no obstante, considerando ser servidores de última hora, se permiten los desvíos que les disminuyen la carga aflictiva.
¡ Tener, por tanto, buen ánimo, hijas e hijos del corazón!
Es un momento de sabiduría, de decisiones, para la paz en el periodo del porvenir.
Recordar que el Cristianismo naciente experimentó también innumerables dificultades. La palabra revolucionaria del apóstol Pablo, la ruptura con las tradiciones judáicas aún vigentes en la iglesia de Jerusalén que generaron la necesidad del gran encuentro, que sería el primer debate entre los trabajadores de Jesús que se diseminaron por el mundo conocido de entonces.
En un momento grave, cuando una ruptura se preparaba en perjuicio del Bien, la humildad de Simón Pedro, arrodillandose ante la voz que clamaba en todas partes la Verdad, pacificó los corazones y el posteriormente llamado Concilio de Jerusalén, se volvió un marco histórico de unión de los discípulos del Evangelio.
En este momento de desafío y de conflictos de todas clases, es natural que surjan divergencias, opiniones variadas, prcurando la mejor metodología para el servicio de la Luz. El derecho de discordar, de discrepar, es inherente a toda conciencia libre. Pero tengamos cuidad de no disentir, para no dividir, para no generar fosos profundos o abismos aparentemente insalvables.
Que el espíritu de unión y de fraternidad, nos lleve a todos, encarnados y desencarnados, a la pacificación, trabajando esas anfractuosidades para que haya orden en nombre del progreso.
El amor es el instrumento útil para todas las decisiones. Desarmados los corazones, formaremos el grupo de ls seres amados del ideal de la Nueva Era.
Nunca olvideis que el mundo espiritual inferior, vigila los engranajes del corazón de los trabajadores del Bien y, ante la imposibilidad de llevarlos a debacles morales, porque permanecen vigilantes en la oración y en el trabajo, puede infiltrarse, generando desequilibrio e inarmonías en beneficio de sus sutilezas perversas y en perjuicio de la implantación de la Nueva Era bajo el comando del Señor.
Nunca olvidemos, en nuestras preocupaciones, que la Barca terrestre tiene un Patrón que la conduce son seguridad al puerto de la paz.
Proseguid, luchadores del Bien, con la devoción que se os exige para hacer lo mejor que esté a vuestro alcance, en perfecta identificación con los benefactores de la humanidad, especialmente en Brasil, bajo la protección de Ismael, representando al Maestro inolvidable.
Venceremos luchando juntos, olvidando caprichos personales, de imposiciones egoístas, pensando en todos aquellos que sufren y que lloran, que confían en nuestra fragilidad y aguardan el mejor ejemplo de nuestra renuncia en favor del Bién, de nuestra entrega en favor de la caridad, de nuestra entrega en nuevo holocausto.
Ya no existen las hogueras ni los empalamientos. Los circos derrumbaron sus murallas y ahora expanden sus fronteras por toda la Tierra, pero el holocausto aún se hace necesario.
Sacrificad las propias imperfecciones, particularmente en este sesquicentenario de evocación de la llegada del Evangelio a la Tierra, descodificado por los inmortales.
Recordad también, almas queridas, que el Espiritismo es, sin ninguna contradicción, el Cristianismo que no puede ser consolidado y que estuvo en su más bella floración en los trescientos primeros años, antes de las adulteraciones nefastas, y que fué Jesús quien lo denominó Consolador.
Este Consolador sobrevivirá a todas las crisis y cuando por alguna circunstancia no fuimos capaces de dignificarlo, la hermana muerte arrebatará a aquellos que no corresponden a la expectativa del Señor de la Viña, sustituyéndolos por otros mejor preparados, más instrumentalizados para los grandes enfrentamientos que ya suceden en la superficie del planeta.
Todos sabemos qque la transformación moral de cada indivíduo es penosa, de largo curso, por efecto del atavismo ancestral, y que la Ley dispone del recurso de los exilios colectivos para esperar la llegada de la Nueva Era.
¡ Benditos servidores ! ¡ Benditas servidoras de la Causa !, ¡ Amaros !, Amad con abnegación el espíritu de servicio a la Doctrina de santificación, para que vuestros nombres sean escritos en el libro del reino de los Cielos y podáis disfrutar de alegrías, concluyendo la etapa como el apóstol de las gentes, después de haber luchado en buen combate.
Los mentores de los brasileños, en este momento grave por lo que también pasa en nuestro país, así como en el planeta, están vigilantes.
Permitiros ser por ellos inspirados y salid entonando el himno del optimismo y de la esperanza, diluyendo la prueba, no fijando el miedo ni la sombra, que por momentos domina muchas conciencias. No divulgando el mal, solamente exponiendo el bien, para que la victoria no sea postergada.
¡ E id de vuelta, por senderos de luz!. El mundo necesita de Jesús, hoy más que ayer, mucho más que en el pasado, porque estamos a camino de la intuición, después de la conquista de la razón, para mantenernos en sintonía plena con con aquel que es nuestro guía de todos los días y de todas las horas.
¡ Mucha paz, hijos e hijas del corazón !
Son los votos del servidor humildísimo y paternal en nombre de los obreros de la siembra de todos los tiempos, algunos de los cuales aquí conozco en esta hora.
¡¡ Mucha Paz !!
Bezerra
( Mensaje psicofónico recibido por el médium Divaldo Pereira FRanco, al cierre de la Reunión Ordinaria del Consejo Federativo Nacional, en Brasilia DF en la mañana del domingo 9 de noviembre de 2014
Revisión del Autor Espiritual
****************************
Edición Resumida. Septiembre de 2016
PAZ - RECONCILIACIÓN Y VICTIMAS
EN COLOMBIA
Edición Resumida. Septiembre de 2016
PAZ - RECONCILIACIÓN Y VICTIMAS
EN COLOMBIA
Edición Resumida. Septiembre de 2016
. Santa Marta –
PAZ - RECONCILIACIÓN Y VICTIMAS
EN COLOMBIA
PAZ - RECONCILIACIÓN Y VICTIMAS
EN COLOMBIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario