domingo, 18 de septiembre de 2016

LO NECESARIO Y LO SUPERFLUO




                           FINALIDAD DEL ESPIRITISMO

La finalidad del Espiritismo no es curar cuerpos, sino curar almas. Si curamos a las personas y no las orientamos "cómo quedan dolientes", "como pueden prevenir las dolencias", etc, ellas saldrán de la Casa Espírita y caerán en el libertinaje nuevamente, creando nuevos rescates. La finalidad de la doctrina es ayudar en al progreso MORAL de la humanidad. Como dijo Jesús, " lo más importante es limpiar el corazón. Porque es de él de donde sale todo tipo de maldad, como los homicidios, adulterios, inmoralidades, robos, falsos testimonios, calumnias, blasfemias." Y son estos sentimientos los causantes de los dolores y las aflicciones.

Rudymara 
Grupo de Estudo Allan kardec 

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Acción o reacción

De un modo general, acostumbramos reclamar de todo lo que nos ocurre. Reclamamos del congestionamiento del tráfico, de la lluvia que nos sorprende a la salida del trabajo, de la demora en ser atendidos por el servicio público, de la incompetencia del profesional contratado, etc, etc...
Con todo, lo que es importante no lo perdamos de vista, es como reaccionamos ante esos contratiempos. Habitualmente, nuestra reacción es de irritabilidad, nerviosismo, casi agresividad.
Sin embargo, según la forma de como encaremos las situaciones adversas, seremos más o menos felices.
Veamos: Si al prepararnos por la mañana, descubrimos la camisa no tan bien planchada, podemos descargar nuestra rabia en quien consideramos responsable.
 Nuestras exclamaciones envolverán a la funcionaria, a quien llamaremos torpe, irresponsable, prejuiciosa. Sin embargo, serán los afectos más próximos quienes nos oirán la voz alterada y las alteraciones en desequilibrio.
De esa forma, contaminaremos con fluidos deletéreos, el ambiente doméstico.
 La esposa se podrá sentir dolida con las observaciones, creyendo que, en el fondo, la estamos recriminando también, porque ella podría haber revisado el trabajo de la funcionaria.
Los hijos, aguardando que los llevemos a la escuela, se asustan con los gritos, en pleno inicio de la mañana. El bebé llora,en la cuna, despertado por el barullo.
Se instala el caos. Por fin, queda solucionada la cuestión cuando escogemos otra camisa, cogemos las llaves del coche, ordenamos que los niños vayan rápido, porque al final perdemos un precioso tiempo.  
  Después sabremos que uno de los niños recibió una falta por haberse retrasado. El otro, recibió una reprimenda.
  En la oficina, todos nos aguardan en la sala de reuniones. Estamos atrasados y la reunión comienza con tumulto. ¡ Qué día !.
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  Volvamos al inicio de la mañana y recomencemos. Encontramos la camisa mal planchada, la dejamos de lado y escogemos otra.
  Besamos al bebé que mama tranquilo. llamamos a los niños, comprobamos que lo llevan todo: la mochila, el sueter y salimos tranquilos.
Todos llegan al local de sus deberes, sin atrasos, sin irritación.
¿ Percibimos como una simple acción, ante un inconveniente, tiene la condición de permitir las horas siguientes de paz o de desarmonía ?.
  Nuestra vida es siempre así.
   Existen acontecimientos sobre los que no mantenemos el control, como el atraso de la conducción, las bruscas alteraciones del clima, las calles congestionadas, un pequeño accidente de tránsito...
  Dicen que esos corresponden al diez por ciento. Pero, en su mayoría, el noventa por ciento de las situaciones, tenemos una amplia administración.
  La forma como encaramos los pequeños transtornos, determinarán horas de paz o de gran intranquilidad.
  Hagamos la experiencia. En vez de reaccionar de forma negativa, vamos a reaccionar positivamente. Rodeemos, administremos, encontremos soluciones para los problemas que se presenten.
 No nos estresemos, no sobrecarguemos nuestro organismo con cargas ruines, gocemos de tranquilidad. y hagamos felices a los que nos aman.
Redacción de Momento Espírita

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¿Cómo contacta el espíritu comunicante con el médium?

      El Espíritu comunicante siempre lo hace a través del Espíritu del médium a quién influencia según la afinidad con el grado de sintonía espiritual  del médium. El  Ser  comunicante transmite ideas a las que el médium da forma mediante el léxico de lenguaje que tiene archivado en su cerebro.
       La relación entre el plano espiritual y el nuestro viene  determinada  fundamentalmente  por una cuestión de sintonía vibratoria entre  los Periespíritus de los Seres del plano espiritual y el del médium.  
      Allan Kardec, el Codificador de la Doctrina Espírita,  señala en El Libro de los Espíritus, que la comunicación se establece por el contacto de los fluidos de los periespíritus  respectivos, los del médium y los del Espíritu comunicante,  que transmite el pensamiento de modo análogo a como se transmite el fluido eléctrico.
        Como ya se ha dicho anteriormente, para actuar sobre la materia , el Espíritu tiene necesidad del  Periespíritu, y  del agente intermedio que es una energía psíquica conocida como  Fluido Universal  , que actúa como transmisor de energía psíquica y que actúa de modo semejante a como  transmite el sonido  el aire que nos rodea.  
      Para llevar a cabo este contacto, los Espíritus Superiores que tratan de manifestarse, ralentizan su nivel vibratorio, generalmente más elevado que el de los Seres encarnados, mientras  que el médium a su vez se debe esforzar por elevar el suyo mediante la oración y la  meditación, elevando su mente hacia lo Alto, hasta conseguir acoplar ambas sintonías.
          De otra parte,  cuando deba ayudar a Seres espirituales de baja vibración, en estado lamentable, angustioso etc, lo hará siempre con el extremo cuidado de no permitir  en sí mismo las influencias de sus bajas vibraciones que llevan a esos estados negativos.

- Jose Luis Martín -

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  IMPORTANCIA DE UNA  CORRECTA EDUCACIÓN




EDUCAR A LOS HIJOS, ES EL DESAFÍO PARA UN MUNDO SIN VIOLENCIAS

Periódicos, red de TV, revistas, radios e Internet noticiaron un crimen horroroso ocurrido, recientemente, en Goiania. Un joven, consumidor de drogas, confesó haber matado y descuartizado a una joven inglesa en su apartamento. El abogado de la familia del asesino intento justificar   la personalidad agresiva, su cliente, alegando que el sentimiento de “perdida” del padre, un policía muerto en servicio, podría ser el motivo que lo llevó al vicio de las drogas ilícitas, y, consecuentemente, al extremado grado de perversidad. Sin embargo, según los amigos más próximos, el asesino, además de vivir a expensas de la madre,  no tenia empleo, no estudiaba, no hacia cosa alguna y, consecuentemente, vivía ajeno a todo lo que acontecía a su alrededor.

 Ante el macabro episodio, la madre de la joven inglesa asesinada afirmó que temía la relacción de la hija con el tráfico y uso de las drogas. El padre de la chica, según parientes, nunca estuvo presente para ayudar  en su educación. Se sabe que la chica muerta estuvo un año internada en una institución para tratamiento de adictos, en Inglaterra. Para la madre, “la hija no era un ángel”, pero - no merecía morir así, pues aun tenia toda una vida por delante, y, a causa de un “monstruo humano”, no podría realizar sus sueños, - exclamó .

 La violencia contra la joven inglesa, aunque bárbara, y cuya explicación no es tarea simple, nos obliga a tomar lecciones directas que pasan, invariablemente, por la cuestión de la educación de nuestros hijos. Antes de cualquier comentario, y para no precipitarnos en un análisis frió de la conducta ajena, sabemos  de la necesidad de revisar los procesos educativos que adoptamos para nuestros descendientes, y, si fuera preciso, corregir mientras haya tiempo. Como adeptos del espiritismo, debemos suministrar  la educación “espirita” a  nuestros hijos, y no podemos dejar de hacerlo bajo cualquier pretexto. Los Espíritus nos aclaran  que la fase infantil, en su primera etapa, hasta los siete años, aproximadamente, es más accesible a las impresiones que recibe de los padres, razón por la cual no podemos olvidar  nuestros deberes de orientarlos en cuanto a los contenidos morales.   Como el encarnado trae mucho de la experiencia de la vida anterior, en ninguna hipótesis esa primera etapa debe ser encarada con indiferencia. Hasta porque, la errónea idea de que la criatura debe desenvolverse  con la máxima noción de libertad puede dar margen a trágicas consecuencias. “La criatura libre es la simiente del criminal. La propia reencarnación se constituye, en si misma, restricción considerables a la independencia absoluta del alma  necesitada de expiación y correctivo.

 Por tanto, los padres deben enseñar la tolerancia más pura,  más no desdeñemos la energía, cuando sea necesaria en el proceso de la educación, reconocida la heterogeneidad de las tendencias  y la adversidad de los temperamentos.

 Como ilustra Emmanuel: “Enseñarles el respeto por el infortunio ajeno, para que sean igualmente amparados en el mundo, en la hora de la amargura que les espera, común a todos los espíritus encarnados. En los problemas del dolor y del trabajo, de las pruebas y de la experiencia, no debe dar razón a cualquier queja de los hijos sin un examen desapasionado y meticuloso de las cuestiones, elevándoles el sentimiento hacia Dios, sin permitir que se estacionen en la futilidad  o en los prejuicios morales de las situaciones transitorias del mundo. Cumpliendo ese programa de esfuerzo evangélico, en la hipótesis de que fracasaran todas  sus dedicaciones y renuncias, les compete a las madres incomprendidas entregar el fruto de sus labores a Dios, prescindiendo de cualquier juicio del mundo, pues el Padre Misericordioso sabrá apreciar sus sacrificios y bendecir sus penas, en el instituto sagrado de la vida familiar. “

     Por tanto, los padres espiritas deben conducir enérgicamente a los hijos para la educación  de la evangelización espirita,  pues, cualquier indiferencia en ese particular, según Emmanuel “puede conducir  a las criaturas a los prejuicios religiosos de otra persona, al apego del convencionalismo, y a la ausencia del amor  a la verdad.”  Descarte, actuar contrariamente a esas normas es abrir  para el criminal de entonces la misma puerta larga para los excesos de toda suerte, que conducen  al aniquilamiento y al crimen. “Los padres espiritistas deben comprender  esa característica de sus obligaciones sagradas, entendiendo que el hogar no se hace para la contemplación egoísta de la especie, más, si, se exige  la renuncia y el sacrificio de una existencia entera.”

 ¿Como debemos actuar para cumplir, evangelicamente nuestros deberes, conduciendo a los hijos para el bien y para la verdad?  Los padres deben ser el exponente divino de toda la comprensión espiritual y de todos los sacrificios por la paz de la familia. La misión de los padres, principalmente la de la madre, se resume en dar siempre el amor de Dios, que puso en el corazón de las madres la sagrada esencia de la vida. En las labores del mundo, existen aquellas (madres) que se dejan llevar por el egoísmo del ambiente particular; con todo, es preciso recordar a tiempo, de modo  para no viciar la fuente de ternura. “La madre terrestre debe comprender, antes de todo, que sus hijos, primeramente, son hijos de Dios.”

 Los hijos, cuando son criaturas, registran en su psiquismo todas las actitudes  de los padres,  tanto las buenas como las malas, manifestadas en la intimidad del hogar. Por esta razón, los padres deben estar siempre atentos  e, incansablemente, buscando  un dialogo franco con los hijos, sobre todo, amándolos, independientemente, de cómo se sitúan en la escala  evolutiva. Sea coincidente o no, los jóvenes que dependen exageradamente de los tóxicos (como en el caso de Goiania),  son poco amados por los padres, sintiéndose dislocados  en el grupo familiar o se consideran poco atrayentes, etc. Por esta y  otras muchas  razones, los padres deben transmitir  seguridad a los hijos a través del afecto y del cariño constante. Al final, todo ser humano necesita ser amado, simpatizado, aun mismo teniendo conciencia de sus defectos, dificultades y de sus reales diferencias.

     Otra posición a ser observada es nunca partir para actitudes extremas, como, por ejemplo: violencia verbal, violencia física o aun, movida por extremada impaciencia, expulsar a un hijo de casa. Cualquier acto precipitado de los padres podrá revertir  contra ellos mismos, en el futuro, y lanzarlos al dolor del arrepentimiento tardío. Conviene que no se olviden, principalmente, de que la oración fervorosa es la más poderosa  herramienta de que dispone el hombre como solución contra cualquier sugestión del mal. Por hablar de solución, existen varias maneras paralelas de ayuda a los que dependen de las drogas: tratamiento médico; terapias cognitivas y comporta mentales; psicoterapias; grupos de auto ayuda, a considerar: Alcohólicos  Anónimos, Narcóticos Anónimos, etc. Las familias  que se deparan con un drama de esos en el hogar, en primer lugar deben procurar fuerzas en Dios, y en Jesús porque El no vino solamente para los sanos, fundamentalmente, vino para los enfermos.

     El espiritismo no propone soluciones especificas, reprimiendo o reglamentando cada actitud, ni dicta formulas mágicas de buen comportamiento a los jóvenes. Prefiere acatar, en toda su amplitud, los dispositivos de ley divina, que aseguran a todos el derecho de elegir (el  libre albedrío)  y la responsabilidad consecuente de sus actos. Por todas esas razones, precisamos aprender a servir  y perdonar, socorrer y ayudar a los jóvenes entre las paredes  del hogar, sustentando  el equilibrio de los corazones que se nos asocian a la existencia y, si nos entregamos realmente en el combate  a la deserción del bien, reconoceremos los prodigios que se obtienen de los pequeños sacrificios en casa por la base de la terapéutica del amor.

    Desde temprana edad, debe enseñarse a la criatura a huir del abismo de la libertad, controlando las actitudes y concentrando las posiciones mentales,  pues  esa es la ocasión   más propicia  para la edificación de las bases de una vida. Urge resaltar que cuando los hijos son rebeldes e incorregibles,  impermeables a todos los procesos educativos, “los padres, después de intentar todos los procesos de amor y de energía en el trabajo de orientación educativa de los hijos, que sin discontinuidad de la dedicación y del sacrifico, esperen  la manifestación de la Providencia Divina para el esclarecimiento de los hijos incorregibles, comprendiendo  que esa manifestación debe llegar a través de dolores y de acerbas pruebas, de manera a señalarles, con éxito, el campo de la comprensión y del sentimiento.”

- Jorge Hessen-
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LO NECESARIO Y LO SUPERFLUO.

715 – ¿Cómo puede el hombre conocer el límite de lo necesario?
– El sabio lo conoce por intuición, y muchos por experiencia adquirida a sus expensas.


716 – ¿La Naturaleza no ha trazado límites a nuestras necesidades por medio de nuestra organización?
– Sí, pero el hombre es insaciable. La Naturaleza ha trazado el límite de sus necesidades por medio de su organización, pero los vicios han alterado su constitución y creó para sí necesidades que no son reales.


717 – ¿Qué debe pensarse de los que monopolizan los bienes terrestres para obtener lo superfluo en perjuicio de los que carecen de lo necesario?
– Desconocen la ley de Dios y habrán de responder por las privaciones que hayan hecho sufrir.

El límite de lo necesario y de lo superfluo nada tiene de absoluto. La civilización ha creado necesidades de que carece el salvaje, y los Espíritus que han dictado estos preceptos no pretenden que el hombre civilizado deba vivir como el salvaje. Todo es relativo y corresponde a la razón distinguir cada cosa.
La civilización desarrolla el sentido moral y al mismo tiempo el sentimiento de
caridad que induce a los hombres a prestarse mutuo apoyo. Los que viven a
expensas de las privaciones de los otros, explotan en provecho suyo los beneficios de la civilización; no tienen de ésta más que un barniz, como hay personas que de la religión sólo tienen el antifaz.

EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS. ALLAN KARDEC.


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