Es un planeta de expiación y de pruebas, por eso en la
Tierra, hay muy pocos hermanos que se
sienten liberados, de odios y rencores, y saben vivir armoniosamente. Abandonar la familia, por ser imposible la
convivencia, es un fracaso, todos deberíamos poner empeño en conseguirlo, incluso que ellos exijan de nosotros sacrificio y abnegación, hemos de procurar hacer del hogar una balsa de aceite, donde podamos navegar con serenidad cuando las aguas estén bravías, y resistir la tempestad.
Nunca emprender el ataque, el desquite, para los que nos hieren, y si, hacernos a un lado, para que pasen, y vuelvan un día, arrepentidos y valoren el bien que le hicimos, al dejarlos pasar para que se desengañasen, y vieran su error. Esto no es un acto de cobardía, todo lo contrario, es más fácil hablar y replicar, que callar y ser tolerantes.
Una especie de misantropía, de laxitud moral aleja, a veces, a los buenos Espíritus del resto de la humanidad. Hay que reaccionar contra esa tendencia al aislamiento, considerando todo cuanto existe de grande y de hermoso en el ser humano, acordándose de todas las muestras de afecto, de todos los actos bienhechores de que se fue objeto. ¿Qué es el hombre separado de sus semejantes, privado de la familia y de la patria? Un ser inútil y desgraciado. Sus facultades se debilitan, sus fuerzas se aminoran y la tristeza le invade. En la soledad, no se progresa. Así pues, hay que vivir con los hombres y ver en ellos a unos compañeros necesarios. El buen humor es la salud del alma. Dejemos que nuestro corazón se abra a las impresiones sanas y fuertes. ¡Amemos para ser amados!
Si nuestra simpatía debe extenderse hasta todo cuanto nos rodea seres y cosas, hasta todo lo que nos ayuda a vivir y aun hasta los miembros desconocidos de la gran familia humana, ¿qué amor profundo e inalterable no deberemos a nuestros padres al padre cuya solicitud sustentó nuestra infancia, a quien durante mucho tiempo trabajó para allanar ante nosotros el rudo sendero de la vida, y a la madre que nos llevó en su seno y nos alimentó, que veló con angustia nuestros primeros pasos y nuestros primeros dolores? ¿Con qué tierna abnegación no deberemos rodear su vejez y reconocer su afecto y sus asiduos cuidados? Es por ellos que estamos aquí, siempre le deberemos la vida, y nunca se nos olvide que no debemos ser hijos ingratos.
Hijos de Dios, miembros de la gran familia de los Espíritus, señalados en la frente con el signo de la inmortalidad, estamos destinados a conocernos y a unimos en la santa armonía de las leyes morales divinas, lejos de las pasiones y de las grandezas engañadoras de la Tierra.
Aprende a amar a tu enemigo, mientras estas a tiempo y convives con el, porque sepa Dios cuando se de esa nueva oportunidad, nunca deja en nuestro corazón nada bueno el resentimiento, pues muchas veces nos enferma, hasta tal forma, que nos impide comportarnos con normalidad, frente aquellos que nos hicieron daño, abre tu corazón si estas en ese caso, olvida y perdona, pues no podemos vivir con el odio en el corazón, porque enfermaremos.
Tu vida es el resultado de tus creencias; tu manera de pensar y sentir, están creando las condiciones y acontecimientos de tu diario vivir. El pensamiento y el sentimiento son el poder creador en el hombre, lo creas o no, ello actúa como un imán, atrayendo de lo externo hacia ti todo lo necesario, como para materializar en el mundo que te rodea, aquello que es afín a tus pensamientos.
Lo que tú crees, se convierte en verdad para ti. No es que sea LA VERDAD, pero sí lo será para ti. Observa pues como ha sido y es tu vida hasta ahora, y saca tus propias conclusiones, luego pregúntate si es eso lo que quieres para el futuro.
Es cierto que cada uno puede elegir como vivir, pero también es cierto, que cada cual tendrá que hacerse cargo de las consecuencias de su elección. Cada uno recibirá multiplicado, de parte de la VIDA exactamente lo que haya dado, es la Ley de Causa y Efecto que nadie puede eludir.
- Mercedes Cruz -
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EL SUEÑO MAGNÉTICO
CATHERINE GOUTTIÈRE
En el seno de nuestra Asociación, se ejercitan, se practican, diversas
sensibilidades mediúmnicas como la escritura automática, la escritura
intuitiva, la ouija, la incorporación, la clarividencia mediúmnica y la
mediúmnidad artística. Igualmente, el sueño magnético es una de esas
facultades que permiten a los espíritus deseosos de manifestarse, transmitir un
mensaje.
Yo ejerzo la clarividencia mediúmnica desde 1987, y en 1994 los espíritus me
pidieron que trabajara el sueño magnético, primero dentro de las sesiones
llamadas experimentales, a fin de desarrollar esta percepción. ¿Por qué estas
sesiones experimentales? Ellas tienen mucha importancia, pues permiten
desarrollar una sensibilidad, una facultad, ya sea mediúmnica o no
mediúmnica, dentro de un grupo que tranquiliza, que rodea, que acompaña y
que aporta la serenidad y la comprensión necesarias en la dificultad del
desarrollo a realizar. Este trabajo experimental es más o menos largo según
las personas, y cuando los espíritus consideran que este ejercicio ha terminado,
informan entonces a el, o la, espírita que es tiempo de comenzar a ejercer su
facultad en forma operativa. Participé pues en estas sesiones experimentales
durante varios meses, después de lo cual el espíritu me pidió que asistiera a las
sesiones junto a los espíritas de la Asociación. ¿Cuál es la función del sueño
magnético? El sueño magnético le permite al médium, ya sea ir al encuentro de
espíritus, o hacer una lectura de vida pasada respecto a un espírita. Fue en esta
última forma que se me pidió que trabajara primero.
La lectura de vidas pasadas
En este caso preciso, el espíritu del médium no está completamente
desincorporado, sino sólo en parte, para percibir las informaciones a ser
transmitidas. Esta percepción de una vida pasada, es posible gracias a la
presencia de la persona interesada en la sesión. En efecto, ésta conserva todo
su pasado reencarnacionista en el interior de sus células periespirituales que
tienen una función memorizante y que, por su movimiento, emiten una energía
vibratoria que puede ser captada por un sujeto sensible.
Para efectuar esta lectura de vida, necesito un soporte, como en clarividencia,
donde trabajo sobre fotos. El soporte utilizado es un cuadro o un dibujo
mediúmnico (destinado a un espírita), que previamente debe haber sido objeto
de una clarividencia por otro médium, clarividencia que precisa que debe
realizarse una lectura de vida pasada.
Durante la sesión, creo un vínculo telepático de algunos minutos con la obra
pictórica, mirándola, concentrándome sobre la imagen. Luego, con la presencia
de un magnetizador, recibo un aporte magnético de varios minutos bajo la
forma de pases especiales, lo cual me permite colocarme en un estado
particular de percepción. El magnetismo actúa directamente sobre mis células
periespirituales. Mi periespiritu entra entonces en una fase vibratoria
particular y aporta una cierta relajación al cuerpo físico, un relajamiento que
se expresa igualmente a nivel de mi espíritu, llevándolo a un estado de
somnolencia.
Es un sueño relativo que no se compara con el sueño fisiológico. Cuanto más
ejercita el sujeto esta facultad, más entrará en una forma de inconsciencia que
le hace olvidar el entorno presente.
Mi espíritu, acompañado por mi periespiritu, sale parcialmente de mi cuerpo
físico para percibir los elementos de la vida pasada en cuestión. Como en la
clarividencia mediúmnica, la recepción de las informaciones a dar se hace bajo
la forma de imágenes y sensaciones. Es como una película que se desarrolla
delante de mí, yo soy parte integrante de esa película y siento percepciones
semejantes a las que sentimos en la vida física. No domino el fenómeno, yo no
me dirijo automáticamente hacia la vida pasada señalada. En efecto, soy
ayudada por los espíritus guías que me dirigen y acompañan la percepción,
dándome únicamente las informaciones que desean transmitir y provocando el
despliegue de imágenes que corresponden a la parte de la vida que debe ser
narrada. El objetivo es dar el, o los, elementos importantes de la vida pasada,
susceptibles de ayudar a la persona involucrada a comprenderse mejor en la
vida presente, pues hoy somos psicológicamente el resultado de nuestras vidas
pasadas. Son los espíritus los que dirigen la manifestación, según las
informaciones que consideran útil comunicar. Estoy pues en estado de
percepción, de recepción pasiva, no soy yo quien va en busca de las
informaciones, simplemente recibo lo que se me envía.
Extracto de mensaje: “Veo un espíritu delante de mí. Es el guía de D. Es
reconocible con su peluca larga y ensortijada y sus finos bigotes. Lleva una
camisa de pechera y con mangas anchas. Me toma la mano y nos encontramos
frente a una inmensa pantalla. Me muestra la pantalla. Veo niños jugando. Hay
tres niñitas. Llevan vestidos que les caen más abajo de los tobillos. Sobre la
cabeza llevan un gorro de algodón tejido que se cierra debajo del mentón con
una borla. La más joven de las tres, que tiene unos tres años, ya da muestras de
un carácter firme. Cuando no está de acuerdo, lanza piedras y patea el suelo.
Tengo la impresión de que estamos en el campo. Veo gansos, gallinas y una
charca. Es como una granja grande, pero es más grande que una granja. La
familia que la habita, depende de un señor que vive no lejos de allí. El padre
administra los campos y el ganado. El padre es una suerte de estanciero, pero
no un simple granjero. La casa al menos es bastante rica, imponente. No son
nobles. El padre ha seguido al señor en algunas batallas y, por su valentía, ha
obtenido tierras y cierta libertad de la que gozan él y su familia. Veo a tres
niñas de unos seis, ocho y tres años. Veo también a un muchacho un poco
mayor, de unos doce años. Esta familia no vive en el lujo, son felices con lo que
tienen.
Pasan los años, los niños crecen. La más pequeña, es D. Ahora tiene unos ocho o
nueve años. Su madre está enferma, está en cama. D. no comprende bien lo que
sucede, pero desde su poca edad, siente que es grave. La familia está
desamparada, la fiebre que sufre la madre se agrava, está en cama
continuamente. La religión es un punto fuerte en la casa. La familia es muy
practicante. Es necesario rezar, rezar para devolver la salud a la madre, hay
que rezar a Dios, hay que rezar a Jesús que hace milagros. Veo a los niños de
rodillas a los pies de la cama de su madre, los veo rezar, recitar oraciones,
levantar los ojos hacia el crucifijo que está encima de la cama. Eso dura varios
días. La vida está como detenida, por así decirlo, el silencio reina en la casa.
Sólo se oyen las oraciones.
El padre de D. no sabe qué hacer, está perdido. Ha hecho venir a un médico que
tampoco puede gran cosa. Ha hecho venir al cura de la aldea vecina que ha
venido con su Biblia, su crucifijo y que reza como ellos alrededor de la cama.
Desgraciadamente, la mamá fallece. Todo el mundo está deshecho…”
Desde hace ahora dos años, realizo lecturas de vidas pasadas, sin soporte
particular y, por supuesto, a pedido de los espíritus que nos guían. La recepción
de mensajes Paralelamente a esta función de lectura de vidas pasadas, desde
2003, practico el sueño magnético para ir al encuentro de espíritus que tienen
un mensaje que transmitir, todo se produce, por ejemplo, durante una sesión de
escritura automática. Estoy acompañada por espíritus guías, que están allí
para tranquilizarme y conducirme hacia el, o los, espíritus que desean
manifestarse a través de este tipo de sensibilidad. Siento en mi alma el
pensamiento del espíritu que se comunica conmigo y lo transmito a medida que
se va imponiendo.
Igualmente, en este tipo de sesión, los pases magnéticos permiten al sujeto caer
en una suerte de somnolencia y luego a su espíritu acompañado por su
periespiritu salir de su cuerpo físico para encontrarse entonces con el, o los,
espíritus.
Extracto de mensaje: “Veo a un espíritu llegar a mí. Es como si descendiera
hacia mí. Es luminoso. Es una mujer, lleva una túnica blanca, larga, con
mangas anchas. Hay una luz que se desprende de ella. Oigo cantar, veo
imágenes, las calles de París de los años ‘50, y escucho: «Saint-GermaindesPrés». Es el espíritu Cora Vaucaire. Está sonriente, serena. Me dice: «La canción
me ha llevado toda mi vida, también me ha llevado hacia este más allá que hoy
es el mío. He encontrado muchos espíritus, entre otros he encontrado a quien,
para mí, era un maestro, un guía, en su pensamiento, en su poesía. Quiero
hablar de Louis Aragón.
Me han recibido como a la salida de un recital, aplaudían, sonreían, brillaban.
Me esperaban, hacían círculo a la salida del túnel. Lo crucé deslizándome,
dejándome llevar. ¡No quedé muy sorprendida por lo que descubría! No podía
interrumpir, de cuando vivía, al aniquilamiento del pensamiento creador.
¡Forzosamente debía seguir existiendo! Hoy vivo, sobrevivo, continúo, soy feliz.
Mi corazón palpita con esta nueva felicidad, mi corazón vibra con esta realidad
que comienzo a percibir. Saben, la canción, ustedes lo saben, es también un
mensaje, un mensaje impregnado de filosofía, impregnado de poesía,
impregnado de una realidad combativa que debe permitir al espíritu
encarnado reflexionar sobre su naturaleza, sobre su condición y debe ayudarle
en su reflexión. ¡Si supieran lo feliz que soy! Nada se pierde, todo continúa… »
Cora Vaucaire me hace una seña con la mano.
No sé por qué veo la imagen del Molino Rojo.” Los espíritus pueden
manifestarse bajo múltiples formas, utilizando así diferentes sensibilidades
que corresponden a ciertas formas de manifestación. Esta diversidad no
implica ninguna jerarquía en las funciones mediúmnicas, por el contrario,
existe para probar la supervivencia del alma dentro de la multiplicidad de las
manifestaciones.
LE JOURNAL SPIRITE N° 92 AVRIL 2013
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¡LLEGÓ LA VEJEZ! ¿Tantas ilusiones perdidas…tantos desencantos…tantas lágrimas derramadas? Por qué no decir: tantas experiencias logradas, tanto crecimiento, tantos momentos felices, tanto amor derramado, tanto amor recibido, tantos gestos de amistad y de consuelo. Tantas esperanzas concebidas y planes para el futuro. Morir y nacer, esa es la inexorable ley de la vida. Nada termina, todo continua, la esperanza sigue viva, las ilusiones crecen basadas ahora en una mejor comprensión de las realidades vividas y por vivir. ¡No huyas de la vejez! Abrázala como a un ser querido que ha vivido contigo por muchos anos. Se feliz en verla llegar. Se feliz en verla partir, sabiendo que un nuevo amanecer este pronto por llegar. Vive la vida con Fe, no decaigas, no te sientas languidecer, al contrario: otoño, invierno, primavera…piensa así, positivo siempre. ¡Que el Señor te Bendiga!
( Aportación de juan Carlos Mariani )
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