¿Cómo
se puede amar algo abstracto e indefinible como lo es la idea de
Dios?
Se le ama
cuando se siente Amor y admiración por Su obra, que es toda la
Creación infinita y la Naturaleza con los seres que pueblan la
Tierra y el Cosmos entero , y sobre todo amando a los demás Seres
humanos cuyos Espíritus al igual que el nuestro, han sido creados
por El y por eso podemos llegar a sentirnos realmente como
hermanos de espíritu con todos los demás Seres humanos, y por
extensión a todos los demás seres existentes en otros planos de
existencia y en otros mundos habitados .
Tengamos
presente que cuando amamos a otras personas , realmente aunque no
seamos muy conscientes de ello, con ese amor, estamos amando a Dios
, así como de igual modo, cuando se odia a alguien en realidad
también se está odiando a Dios, y el sentimiento perverso del
odio es el camino opuesto para poder llegar a comprenderlo y
merecerlo.
Dios deja
de ser un concepto abstracto para concretarse en todos Sus hijos,
porque cuando admitimos que es Esencia que existe y se oculta en
nosotros y en cada uno de los seres humanos estamos percibiéndolo
como un ser concreto aunque tan grande e infinito, que sigue siendo
aún algo imposible de ser comprendido en Su totalidad. A partir de
esta conclusión solo nos queda obrar en consecuencia y con
coherencia.
- Jose Luis Martín -
***********************
“En
ti mismo llevas un amigo sublime a quien no conoces, pues Dios reside
en el interior de todos los hombres pero pocos saben
encontrarle.”
-
Krishna -
************************
Continuando nuestro análisis de las cuestiones presentadas a los Espíritus por Allan Kardec, identificamos la objetividad y simplicidad con que fueron tratados asuntos que aun hoy nos llegan revestidos como "sobrenaturales y maravillosos", lo que muestra la necesidad de estudiarlos a la luz de la Doctrina Espírita.
12ª Los Espíritus que aparecen con alas, ¿ realmente las tienen o esas alas son solo una apariencia simbólica?.
- Los Espíritus no tienen alas. No necesitan de ellas, pues pueden transportarse por todas partes. Aparecen de ese modo porque quieren impresionar a las personas a quienes se muestran. Unos aparecerán con ropas comunes, otros envueltos en ampliios ropajes, algunos con alas, como tributo de la categoría espiritual a que pertenecen.
13ª Las personas que vemos en sueños, son siempre quienes paracen ser ?
- Son casi siempre las mismas personas que tu Espíritu va a encontrar o que vienen a encontrarte.
14ª ¿No podrían los Espíritus burlones tomar las apariencias de las personas que nos son queridas y nos eludirán?.
- Toman apariencias fantasiosas para divertirse a vuestra costa, pero hay cosas con las cuales no les es permitido.
15ª ¿Cómo el pensamiento es una especie de evocación, se comprende que pueda atraer Espíritus. Porque casi siempre las personas en quienes pensamos, que ardientemente deseamos reencontrar, jamás aparecen en nuestros sueños, mientras que vemos a otras que no nos interesan y en las cuales nunca pensamos?
- Los Espíritus no siempre pueden manifestarse visiblemente, ni en sueños a pesar del deseo que tengamos de verlos. Causas independientes de su voluntad pueden impedirlo. Frecuentemente también es una prueba que el mas ardiente deseo no puede apartar. En cuanto a las personas que no interesan, si es cierto que no pensais en ellas, pero es posible que ellas piensen en vosotros. Además no os podeis hacer idea de las relaciones en el mundo de los Espíritus. Ahí la tienen una multitud de conocidos íntimos, antiguos y nuevos, que no sospechais cuando se acuerdan.
NOTA- Cuando ningún medio tengamos de verificar la realidad de las visiones o apariciones, podemos sin duda, lanzarlas a cuenta de la alucinación.
Cuando pueden, los casos lo confirman, nadie tiene el derecho de atribuirlas a la imaginación. Tal es por ejemplo, las apariciones que tenemos en sueños o en estado de vigilia, de personas en quienes absolutamente no pensábamos y que se producen en el momento de la muerte, vienen por medio de señales diversas, revelando las circunstancias totalmente ignoradas en que fallecieron. Se han visto caballos levantarse y negarse a caminar al frente por motivo de apariciones que asustaron a los jinetes que los montaban. Aunque se admita que la imaginación desempeñe algún papel, cuando el caso sucede con los hombres, nadie, ciertamente, negará que nada tiene que ver con el caso, cuando este se da con los animales. Por otra parte, si fuese exacto que las imágenes que vemos en sueño son siempre efecto de nuestras preocupaciones , convenimos que no habría como explicar que nunca soñamos, conforme se verifica frecuentemente con aquello en que más pensamos ( Allan Kardec ).
16ª ¿Por que razón ciertas visiones ocurren con más frecuencia cuando se está enfermo ?
- Ellas ocurren del mismo modo en estado de perfecta salud. Simplemente en estado de dolencia, los lazos materiales se aflojan; la debilidad del cuerpo permite mayor libertad al Espíritu, que entonces, se pone más
facilmente en comunicación con los otros Espíritius.
17ª Las apariciones espontáneas parecen más frecuentes en ciertos paises. ¿ Será que algunos pueblos están mejor dotados que otros para recibir esta clase de manifestaciones?.
- ¿ Hicisteis un registro histórico de cada aparición ?. Las apariciones, como los ruidos y todas las manifestaciones se producen igualmente en todos los puntos de la Tierra: presentan, no obstante, caracteres distintos, de conformidad con el pueblo en cuyo seno se verifican. Entre estos, por ejemplo, la escritura es poco desenvuelta y no hay mediums escribientes; además de eso se observan más los ruidos y los movimientos de objetos que manifestaciones inteligentes, por ser estas menos apreciadas y buscadas.
18ª ¿Por qué las apariciones se verifican más por la noche?
- Por la misma razón que ves las estrellas por la noche mejor que en pleno día. La claridad intensa puede ofuscar una aparición delicada. Pero es erróneo suponer que la noche tenga algo de especial para eso. Interroga a los que las vieron más intensas y constatarás que la mayoría ocurrieron de día.
Concluimos nuestro estudio con nota de Allan Kardec colocada después del itam 18:
- Los fenómenos de aparición son mucho más frecuentes y generales de lo que se piensa, pero muchas personas no los revelan por miedo al ridículo y otras que los atribuyen a la ilusión. Si parecen ser más numerosas entre ciertos pueblos, es porque conservan con más cuidado las tradiciones verdaderas o falsas, casi siempre ampliadas por el poder de lo maravilloso . La credulidad entonces, hace que se vean efectos sobrenaturales en los más vulgares fenómenos: el silencio de la soledad, el empinado sendero, el rumor del bosque, las ráfagas de la tempestad, el eco de las montañas, la forma fantástica de las nubes, las sombras, los espejismos, todo an fin, se presta a la ilusión de las imaginaciones simples e ingenuas que de buena fe narran lo que vieron, o juzgaron ver. Pero al lado de la ficción está la realidad, que el estudio serio del Espiritismo consigue librar de los accesorios de las supersticiones ridículas.
Tereza Cristina D'Alessandro
BIBLIOGRAFIA
KARDEC, Allan - O Livro dos Médiuns: 2.ed. São Paulo: FEESP, 1989 - Cap VI - 2ª Parte
KARDEC, Allan - Revista Espírita, 1861 - Julho: Brasília: EDICEL. Ensaio sobre a teoria da alucinação; Variedades - As visões do Sr. O.
KARDEC, Allan - Revista Espírita, 1861 - Julho: Brasília: EDICEL. Ensaio sobre a teoria da alucinação; Variedades - As visões do Sr. O.
**********************
LOS GRANDES RETOS DEL ESPIRITISMO
Tenemos la costumbre de decir que el espiritismo es un combate, lo cual discutíamos recientemente con una pareja de amigos espíritas argentinos, Antonio y Mirta Bruni, de paso por Francia, y que vinieron a visitarnos. Antonio nos explicó entonces que consideraba al espiritismo como un verdadero desafío, con ese aire entendido que significa que somos unos Quijotes en persecución de un ideal que tan poco logramos compartir cuando salimos de nuestros medios espíritas. Desafiamos a la religión, la ciencia, la sociedad, el sentido común, incluso hasta a la parapsicología en sus aspectos más reservados.
Esa noción de desafío me pareció muy justa, pues el combate espírita es en efecto un llamado a una forma de revolución de las mentalidades, dentro de una conmoción de los conceptos comúnmente admitidos a partir de la trasgresión del tabú de la muerte.
Por supuesto los espíritas no son los primeros en haber vuelto a poner en tela de juicio las creencias religiosas, pues ya el materialismo filosófico y científico se había posicionado en la historia del pensamiento humano desde hace varios siglos, y sobre todo de manera más insistente a partir de Diderot, seguido más tarde por Karl Marx y otros filósofos ateos. La oposición materialista ha tenido el mérito de ser clara, en la medida en que su demostración filosófica no tenía ambigüedades.
En cambio, no sucede igual con el espiritismo que se encuentra en la situación incómoda de ser una filosofía que desarrolla conceptos espiritualistas, los mismos de la religión, pero de manera diferente. La existencia de Dios, sí, ¿pero se trata del mismo Dios? La reencarnación, sí, pero no ya dentro de una visión orientalista del karma y el nirvana final, incluso a veces de la metempsicosis. Los fenómenos que desafían las leyes naturales admitidas, sí, pero no los milagros… La comunicación con otros seres, sí, pero no los ángeles o los demonios Y se podría proseguir la larga lista de todo lo que pertenece a la vez a lo religioso y al espiritismo, pero bajo formas diferentes Allan Kardec aclaró todos estos puntos, definiendo precisamente las diferencias a partir de la revelación espírita. Se desmarcó del fenómeno religioso, dándole a la palabra “religioso” un sentido más amplio dentro de la trascendencia de todas las creencias reunidas y reinterpretadas a la luz de la enseñanza de los espíritus. ¿Se trataba simplemente de una cuestión de términos, de semántica? ¿Era necesario abandonar la palabra religioso? Las posiciones fueron diversas en la historia del espiritismo, unos que hacen de la doctrina espírita una nueva religión, otros que asumen un carácter no confesional y por lo tanto laico, y es esta última noción la que nosotros hemos adoptado para evitar todo menosprecio. En forma general, la religión corresponde a una fe a partir de una verdad revelada que los seres humanos han acondicionado a su gusto. El espiritismo corresponde más bien a un conocimiento, consecuencia de múltiples experiencias que convergen en resultados idénticos, un conocimiento que se ha formado a partir de la comunicación con el otro mundo y a partir de una reflexión filosófica sobre las enseñanzas del más allá.
Así pues, el espiritismo perpetúa su diferencia esencial dentro de un enfoque metafísico que no debe nada a lo religioso, y es probable que el abismo siga profundizándose, sobre todo frente a las religiones devenidas en integristas, dentro de las desviaciones que evidenciamos, las de los evangélicos derivadas del protestantismo y las del fundamentalismo musulmán. Sin duda hay menos problemas con el catolicismo que ya no se opone sistemáticamente a la manifestación de los espíritus de los difuntos…
Y luego, al margen de los fenómenos religiosos, podemos incluir el desarrollo de las nuevas espiritualidades derivadas del esoterismo, y allí, la oposición sigue siendo fuerte en la medida en que nos encontramos frente a modelos de pensamiento individualistas, desconectados del mundo real en busca de una trascendencia ilusoria (desarrollo personal, comunicación con los ángeles o seres de luz, etc.)
El espiritismo ante a la ciencia
El espiritismo está en la incómoda situación de asumir su carácter científico, sin responder a ciertos criterios requeridos por las ciencias duras, como por ejemplo la capacidad de reproducir un fenómeno a discreción. Ya existe desde hace mucho tiempo una oposición entre las ciencias duras y las ciencias psicológicas o sociales, lo que equivale prácticamente a la oposición entre ciencias materialistas y ciencias que aceptan integrar un factor espiritual. ¿Sería necesario entonces que la inteligencia humana sea desconectada de la ciencia aun cuando es gracias a esa inteligencia que se abordan los temas científicos? ¿Será necesario entonces que el sentimiento y la moral sean desconectados de todo enfoque científico con el pretexto de que el estudio de los fenómenos de la naturaleza puede prescindir de toda apreciación y juicio de valor?
El materialista debe disociar todavía dos órdenes de cosas, por un lado una verdad científica y por el otro una pertenencia religiosa o filosófica desconectada de las experiencias científicas, dicho de otra manera, una convicción compartida en el plano del estudio de los fenómenos naturales y otra no compartida sobre las opciones religiosas o filosóficas de cada uno.
JACQUES PECCATTE
*********************
No hay comentarios:
Publicar un comentario