lunes, 22 de diciembre de 2014

Las puertas de llegada


"Yo estoy contra la violencia porque parece hacer un bien, pero es solamente un bien temporal; el mal que hace sin embargo, es permanente"
Mahatma Gandhi

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                EL MEJOR EQUIPAJE PARA EL ÚLTIMO VIAJE
     

Siempre que parte alguien al llamado mundo espiritiual, un viaje que todos haremos algún día, una pregunta nos es, generalmente, inevitable: ¿ Cual habrá sido el equipaje del fallecido en su retorno a la verdadera patria ?.
La misma indagación fué formulada hace poco , después de una interesante confrencia en la que el conferenciante, al focalizar el tema de la muerte y la reencarnación, escribió en la pizarra :
    Muerte: Pasaje del Espíritu a la vida espiritual.
    Reencarnación: Pasaje del Espíritu a la vida terrenal.
En ambas situaciones, la misma duda: ¿ Cual será el equipaje del indivíduo que parte y que equipaje traerá en su retorno a una nueva existencia corpórea?
El asunto parece que no tiene importancia, pero ciertamente, no es así, y tiene implicaciones mucho más profundas en la vida y en el mundo en que vivimos.
Cuando este texto fue redactado, el titular de los principales periódicos se refería al fallecimiento de dos personajes  importantes dela sociedad brasileira, ambos exitosos en el campo profesional y en sus negocios. Personas ricas, ¿Qué bagaje llevarán a su regreso a la patria espiritual?.
  La doctrina espírita, por la voz de varios de sus instructores desencarnados,  nos presenta una faceta diferente en lo tocante a lo que entendemos por propiedad real.
  Según esta visión, solo tenemos plena propiedad de aquello que podemos llevar de este mundo. Por consiguiente, todo lo relativo a la materia, realmente no nos pertenece. Se trata de un préstamo, de un depósito que, como tal, deberemos restituir al verdadero dueño.
Aquel que en la Tiera recibió el nombre de Pascal, examinó ese importante tema en el mensaje que aquí reproducimos:
" El hombre solo posee, en plena propiedad, aquello que se puede llevar de este mundo. De lo que encuentra al llegar y lo que deja al partir, goza mientras permanece aquí. Forzado sin embargo a abandonar todo eso, no tiene de sus riquezas la posesión real, sino simplemente el usufructo. ¿ Entonces qué es lo que posee ?. Nada de lo que sea de uso del cuerpo; todo lo que es uso del alma, tal como la inteligencia, los conocimientos, las cualidades morales. Eso es lo que él trae y luego se lleva consigo, lo que nadie le puede quitar, lo que le será de mucha más utilidad en el otro mundo que en este. Depende de él ser más rico al partir que cuando llegó, considerando que lo que hubiese adquirido de bueno, determinará su posición futura.
  Cuando alguien va a un país lejano, se lleva en su equipaje los objetos utilizables en ese país; no se preocupa por lo que allí le sería inútil. Procede del mismo modo con relación a la vida futura; se aprovisiona de todo lo que en ella le puede servir.

El viajante que llega a un albergue,  tendrá un buen alojamiento si lo puede pagar. A otro de escasos recursos, le toca uno menos agradable. En cuanto que el que nada tenga de por sí, irá a dormir en una tabla.

Lo mismo sucede al hombre a su llegada al mundo de los espíritus: depende de sus haberes el lugar para donde va. No lo podrá pagar todavía con su oro. Nadie le preguntará: ¿Cuanto tenías en la Tierra?, ¿Qué posición ocupabas?, ¿Eras príncipe u operario?. Le preguntarán, ¿Qué traes contigo?. No se le avalarán los bienes ni los títulos, sino la suma de las virtudes que posea.  Bajo  ese aspecto, puede el operario ser más rico que un príncipe. En vano alegará que antes de partir de la Tierra pagó a peso de oro su entrada en el otro mundo. Le responderán: Los lugares aquí no se compran, se conquistan por medio de la práctica del bien. Con la moneda terrestre has podido comprar campos, casas, palacios; aqui todo se paga con las cualidades del alma. ¿ Eres rico de esas cualidades?. Eres bienvenido y te irás a un lugar deprimera categoría, donde te esperan todas las aventuras. ¿ Eres pobre de ellas?, vete para la última, donde serás tratado de acuerdo con tus haberes"- Pascal, Ginebra, 1860 (El Evangelio según el Espiritismo, cap.XVI, item 9)

Inteligencia, conocimientos, cualidades morales- Es el equipaje de quien parte y de quien viene. Ampliar ese bagaje debe ser, por tanto, nuestro objetivo fundamental.

Si las nuevas  generaciones llevasen en serio estas idéas, se habría dado un largo paso en el camino que lleva a la supresión de la codicia, la avaricia, la corupción, las desigualdades sociales y de todas las formas de preconcepto que existen en nuestro planeta.

Fuente: O Consolador
                                                    

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                                               EL ALMA Y EL ESPÍRITU
             

                Un Espíritu encarnado.

134 a.* ¿Qué era el alma antes de unirse al cuerpo? 
- Espíritu. 
134 b. En consecuencia, ¿las almas y los Espíritus son la misma cosa? 
- En efecto, las almas no son sino los Espíritus. Antes de unirse al cuerpo, el alma es uno de los Seres inteligentes que pueblan el Mundo Invisible y que se revisten temporariamente de una envoltura carnal, para purificarse y esclarecerse. 
135. ¿Hay en el hombre otra cosa fuera del alma y el cuerpo? 
- Existe el vínculo o lazo que une el alma con el cuerpo. 
135 a. ¿Cuál es la naturaleza de ese vínculo? 
- Semimaterial, esto es, intermedia entre la naturaleza del Espíritu y el cuerpo. Y ello es necesario para que ambos puedan comunicarse el uno con el otro. Mediante ese lazo obra el Espíritu sobre la materia, y viceversa. 
Así pues, el hombre está formado por tres partes esenciales, a saber: 
Primera: El cuerpo, o ser material, análogo al de los animales y animado por el mismo principio vital. 
Segunda: El alma, Espíritu encarnado cuya habitación es el cuerpo. 
Tercera: El principio intermediario, o periespíritu, sustancia semimaterial que sirve de primera envoltura al Espíritu y une el alma con el cuerpo. Tales son, en un fruto, el germen, el periespermo y la corteza. 

EL LIBRO DE LOS ESPIRITUS
ALLAN KARDEC



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" Así como hay una fuerza de cohesión en la materia  inanimada, también debe existir una entre los seres animados, y el nombre de esta fuerza de cohesión entre ellos se llama AMOR "

Mahatma Gandhi




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LAS PUERTAS DE LLEGADA


   Cada abrazo guarda una historia diferente…
Cada reencuentro revela otro mundo, otra vida diferente de la nuestra, de la suya…
Si usted nunca tuvo oportunidad de observar, por más de cinco segundos, a todas aquellas personas – desconocidos en la multitud – esperando a sus amigos, a sus familiares, a sus amores, no tenga miedo de percibirlo la próxima vez, la magia de un momento, de un lugar.
Hablamos de las puertas de llegada  de un aeropuerto, de uno de esos lugares del mundo donde podemos notar claramente la presencia grandiosa del amor.
Invisible, casi imperceptible, él allí está con toda su sublimidad.
En las declaraciones silenciosas de una mirada tímida. En el calor de  un abrazo apretado. En el breve constreñimiento al intentar encontrar las palabras para explicarlo.
En la oración elevada de tres segundos a lo Alto – agradeciendo a Dios por haber cuidado  de su ser querido que retorna.
Richard Curtis,  la firma de la película Love  Actually nombre - traducida en Brasil simplemente como el amor, tiene esas escenas con una visión muy poética e inspirada.
El autor ofrece en la primera y última escena de la película exactamente la contemplación de las puertas de llegada  a un aeropuerto y de su bellísimo espectáculo representando la esencia del amor.
Se oye a un narrador, en los primeros segundos, confesando que, toda vez que se le mostraba triste, sin gracia, cruel, el se dirigía para el aeropuerto para observar a aquellos puertas y allí encontraba el amor por todas partes.
Su corazón alcanzaba una paz, un alivio, al notar que el amor aun existía y que aun había esperanza para el mundo.
Todo eso puede parecer un tanto poético  sobre todo para los más prácticos, eso es cierto.
Así la mejor forma de comprender la situación propuesta es la propia vivencia.
Sugerimos que compruebe la experiencia de, por algunos minutos, contemplar esas escenas por sí mismo, sea  en el aeropuerto o en otros medios de transporte colectivos.
Proponemos que parta de una posición más analítica, de inicio, con algunas pitadas de curiosidad:
¿Qué grado de parentesco poseen aquellas personas? ¿Cuánto tiempo hace que no se ven? - ¿De dónde vienen?
Lo que se sabe, sobre los otros: ¡Que historia tienen para contar! - ¿Lo que narraran primero al salir de allí? Sobre la familia, sobre el viaje, sobre la espera en otro aeropuerto?
Al percibir lágrimas  en algunos ojos cuestione: ¿De dónde ellas vienen?  ¿Cuánto tiempo hacen que no se encuentran? ¡Qué felicidad no existe dentro del alma  en aquel momento!
Por fin, reflexiona:
Por cuánto tiempo aquel instante va a quedar guardado en la memoria? El instante del reencuentro…
Todo eso podrá llevarnos a una analogía final, a una nueva cuestión: ¿no es la Tierra un inmenso aeropuerto? Un lugar de llegadas y partidas que no paran, constantes, inevitables?
Pensando en los portones de llegada a la Tierra, recordemos  a los bebes, que abrazamos al nacer, con este mismo amor que esperan  en un aeropuerto   por sus seres amados.
Lloramos de alegría, contemplando la belleza  de una nueva vida, y muchas veces este lloro es de gratitud por la oportunidad del reencuentro.
Es un antiguo amor que, algunas veces, vuelve a nuestro hogar a través de la reencarnación.
Pensando ahora en los portones de partida, inevitablemente recordemos la muerte, de la despedida.

¡Más este sentir podrá ser también feliz!
Como el sentimiento que invade a una madre o a un padre  que dice adiós a un hijo que embarcará en dirección a otro país, con la intención de un aprendizaje, de un estudio profesional.
Lloran si, por la ausencia, más el sentimiento que predomina  en el buen corazón de los padres es la felicidad por la oportunidad que están recibiendo, pues tienen conciencia de que aquello es lo mejor para el en ese momento.
Vivimos en el aeropuerto Tierra.
Todos los días parten millares, y llegan millares.
Llegas y partidas son inevitables.
Lo que podemos variar es la forma de observarlas.

 Redacción de Momento Espirita.



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NO EXISTE LA MUERTE, SOLO EXISTE EL AQUI Y ALLI; LOS QUE CONSIDERAMOS MUERTOS ESTÁN  MÁS VIVOS QUE NOSOTROS.
- Vicente Ferrer -


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