Juana de Angelis |
La mediumnidad es un recurso paranormal inherente a todos los hombres. Conquista del Espíritu a través del tiempo, se expresa mejor en aquellos que más facilmente se liberan de las constricciones del instinto, normalmente predominante en la naturaleza humana.
Instrumento para el intercambio entre las mentes desencarnadas y las criaturas que todavía están retenidas por el envoltorio físico , varía en sensibilidad de captación y capacidad de filtrarlo, como ocurre con las demás facultades del ser.
Más aguzada en unos indivíduos que en otros, surge espontáneamente requiriendo educación y estudio para lograr la finalidad a que se destina, como el embrión que espera cuidados y atención para adquirir seguridad, a fin de alcanzar la meta que lo aguarda.
Las resistencias y valores morales del médium le constituyen la garantía indispensable para el ministerio que se propone.
La caída del agua sin orden produce desastres, pero cuando es canalizada genera fuerza y energía.
La electricidad, para alcanzar el destino que le aguarda, impone la presencia de hilos conductores adecuados a su potencia.
La seguridad del edificio depende de la estructura en la que se apoya.
La perfección del equipamiento reposa en la armonía y en la superior calidad de sus piezas.
La mediumnidad, de la misma forma, necesita de varios e indispensables requisitos para producir con seguridad y equilibrio.
* Hay médiums y médiums, que actúan por todas partes.
Conscientemente o no, sintonizan por automatismo o por deseo, con las mentes que les son afines.
Porque la población del mundo espiritual es mucho mayor que la del plano físico, los hombres siempre se encuentran acompañados por Entidades desencarnadas, en consonancia con los compromisos de otras reencarnaciones o de las tareas a las que ahora se vincula.
* De acuerdo con la dirección mental, las tendencias, los hábitos y los intereses humanos, son establecidos los vínculos de ligación psíquica y de dependencia física con los Espíritus.
Como resultado, encontramos los médiumns de la insensatez y del crimen, como los medianeros de la esperanza y del orden;
los médiums de la perversidad y de la alucinación, como los portadores de la bondad y del equilibrio ;
los médiums de los vicios, esclavizados con los tormentos que los envuelven, así como los que son vehículos de virtud y providencia ;
Los médiums de la ignorancia y de la sombra, como igualmente los mensajeros de la luz y del conocimiento;
Los médiums de la ira, la calumnia, el odio,mientras que otros lo son del amor, la verdad y la paz....
Difieren unos de otros por el comportamiento q que se entregan, volviéndose por tanto, vehículos de aquellos con los que establecen ligazón.
Identificando, o no, la presencia de recursos mediúmnicos en tí mismo, recure a la oración en los momentos de difícil decisión o de testimonio, de trabajo o de reposo.
Observate tratando de conocerte en profundidad.
Procura fijar tus características personales superiores, eliminando aquellas que irrumpen intempestivamente, como resultado de la propia impulsividad o de la inspiración negativa.
Recuerda la falta de viigilancia mediúmnica de Pedro, que se dejó vencer por miedo hasta el punto de negar al Amigo, y de la obsesión de Júdas, que lo llevó a traicionar al Divino Benefactor, manteniéndote atento y digno, a fin de que las "fuerzas del mal" no te propicien situaciones lamentables de las que te arrepentirás.
Franco, Divaldo Pereira. De la obra: Momentos de Corage. Dictado por el Espíritu Joanna de Ângelis. Salvador, BA: LEAL. 1988.
ver elespiritadealbacete.blogspot.com
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