“El numero de obsesos es mucho mayor de la que se pueda imaginar. No pudiendo ser medida o detectada con facilidad, la obsesión domina, congregando a multitud de victimas que se dejan consumir, tanto en uno como en el otro plano de la Vida:”
(Senderos de liberación / Divaldo P. Franco/ Manuel P. de Miranda
En el Libro de los Espíritus pregunta nº 459, dice: ¿Influyen los espíritus en nuestros pensamientos y acciones? “Su influenciaes mucho mayor de lo que creéis, porque a menudo son ellos quienes os dirigen”
Y lo cierto es que ambas afirmaciones expresan una gran realidad, que la obsesión espiritual es una enfermedad que sufre la humanidad, quizás, en la actualidad, mas que nunca, afectando a multitud de seres, encarnados y desencarnados , y que puede acarrear consecuencias muy dolorosas y graves, pues, no nos quepa la menor duda, de que en muchas ocasiones los humanos actuamos bajo la influencia, mas o menos acusada, de entidades espirituales que se nos acercan de acuerdo con la manera de pensar y de ser de cada uno de nosotros.
Una pequeña puntualizació n que hacer antes de continuar: he dicho que mi experiencia en el campo de la obsesión era nula, sin embargo, aunque eso sea cierto, tengo una gran aportación personal que ofrecer al respecto, que es…el hecho de estar constantemente entre los candidatos a ser obsesados.
Porque para que sepueda producir la obsesión, sea del tipo que sea, es imprescindible que haya un punto de conexión entre el obsesado y el obsesor, algo que facilite y sirva como toma de contacto entre ambos. Y este punto de conexión, siempre tiene su raíz, de unau otra forma en los valores negativos e inferiores del espíritu, es decir, en su imperfección moral.
Y estas circunstancias son las que voy a tratar de explicar a partir de ahora.
La tierra, por su actual estado evolutivo, es todavía un mundo de orden inferior, que denota la precariedad de las conquistas espirituales del hombre. Una gran mayoría de sus habitantes es de cuna condición moral baja que, al desencarnar, continua con los mismos gustos, vicios y pasiones que tenida en la vida física.
Por lo tanto, en las esferas mas próximas a la Tierra, así como deambulando y mezclándose entre los propios encarnados, existe una gran cantidad de espíritus atrasados y de escasa evolución moral que se acercan a los humanos, dejándose arrastrar por esa ley natural de afinidades que nos enseña que lo semejante atrae a lo semejante, lo que les lleva a buscar a aquellos seres que se encuentran en condiciones parecidas a las suyas, viviendo de la misma semejanza de ideas, emociones , deseos, y cuantas formas mentales y psíquicas les puedan unir.
Vivimos inmersos en un universo en el que no hay fronteras entre la dimensión física y la dimensión espiritual, donde estas co-existen y se ínterpenetran constantemente, produciéndose un intercambio permanente de energías, de vibraciones…. en que la mente, tanto de encarnados como de desencarnados, genera constantemente pensamientos, atrayendo a otras entidades de acuerdo con la calidad moral de que se revisten los mismos y sintonizando con aquellas otras mentes que se mueven de la misma frecuencia y franja vibratoria, uniéndose dichos pensamientos, tanto si son buenos o malos, con aquellos otros pensamientos de las mismas características, que refuerzan y fortalecen,de esta forma, la psicoesfera mental, ya sea positiva o negativa, de cada uno de nosotros.
“Cuando nos estacionamos en el vicio o en la sombra, las fuerzas mentales que exteriorizamos, retornan a nuestro espíritu, reanimadas e intensificadas por los elementos que con ellas armonizan, convirtiéndonos el alma en un mundo cerrado en el que las voces y los cuadros de nuestros propios pensamientos, aumentados por las sugestiones de aquellos que sea ajustan a nosotros, nos imponen reiteradas alucinaciones. (Acción y reacción/Chico Javier- André Luiz)
Cualquier pensamiento, cualquier deseo, cualquier acción nuestra, por muy rápido que se produzca, siempre ha sido primero elaborado por nuestra mente. Es decir, cuando realizamos cualquier acto, no hacemos si no confirmar aquello que ya existementalmente en cada uno de nosotros, por lo que se puede afirmar que el pensamiento expresa la propia esencia de la personaEn definitiva: somos lo que pensamos y respiramos el clima psíquico que nosotros mismos vamos formando. Haciendo un paralelismo con el conocido refrán que dice: dime con quien andas y te diré quien eres”, lo podríamos transformar en “dime lo que piensas y te diré que compañías espirituales tienes”.
Como consecuencia de todo lo expuesto hasta aquí, tenemos que ser concientes y asumir que los espíritus nos rodean por todas partes, influenciándonos de múltiples maneras. De modo que podemos encontrar en esta influencia, desde la actuación beneficiosa y saludable de los Buenos Espíritus que nos ayudan y aconsejan, hasta entidades espirituales que nos pueden hacer daño y perjudicar. Cuando estas influencias adquieren dicho carácter negativo, estamos hablando de la obsesión espiritual.
Por lo tanto, ya tenemos un punto de partida para, de una manera simple y general, poder definir la obsesión como “la influencia o acción negativa que un espíritu ejerce sobre otro”.
Sintomas de la obsesión.-
Hay algunos síntomas característicos que pueden revelarnos que un individuo esta posiblemente bajo la influencia negativa de un desencarnado:
“Cuando escuches en la intimidad de la mente una idea torturante que persiste en fijarse, interrumpiendo el curso de tus pensamientos; cuando constante la existencia de una imperiosa y actuante fuerza psíquica interfiriendo en tus procesos mentales; cuando verifique que tu voluntad va siendo dominada por otra que parece dominar; cuando experimentes creciente inquietud, en la intimidad mental, sin motivos reales; cuando sientas el impacto del desalineo espiritual en franco desarrollo, ¡Cuidado!, porque es evidente que te encuentras en imperioso proceso de obsesión pertinaz.”
(Entretelones de la Obsesión/ Divaldo P. Franco- Manuel P. de Miranda)
Una vez leído y meditado este párrafo, inmediatamente hay que aclarar que ello no quiere decir que cualquier persona que muestre uno o varios de estos indicios, u otros semejantes, este necesariamente ante una obsesión espiritual, ya que esta sintomatologí a puede ser muy parecida a la que presentan otros problemas de tipo psicológico, psiquiátrico o emocional.
Comentario:
Por ej, si mi mujer lleva una temporada en que una idea torturante parece que persiste en fijarse en su mente, y además su voluntad va siendo dominada por otra mas fuerte, antes de pensar que esta sufriendo un proceso obsesivo, debo pensar, muya pesar mío, que su obsesor es alguien muy concreto, con un cuerpo físico bien determinado, y seguramente, mas agraciado que el mío y que entre los dos, posiblemente, me están poniendo los cuernos.
Con esto quiero decir que no cometamos los espiritistas el error de atribuirlo todo a los espíritus. Es innegable la influencia del mundo espiritual sobre cada uno de nosotros, pero no los hagamos responsables siempre a ellos de todo lo que sucede.
La obsesión, como nos explica Allan Kardec, puede ser ejercida por diversos motivos, empleando variados recursos y que presenta caracteres muy diferentes, dependiendo del grado de opresión y de unión entre el anfitrión y su huésped: desde la mas simple tentación o influencia moral leve, sin señales exteriores sensibles, hasta verdaderos caso de sujeción permanente que logran la perturbación completa del organismo y de las facultades mentales del obsesado, cuyo efectos pueden ser de muy distinta naturaleza y gravedad.
Allan Kardec la clasifico en tres principales variedades:
Obsesión simple.-
Son las sencillas sugerencias e influencias que tan a menudo recibimos debido a nuestra falta de vigilancia e indisciplina mental y que pueden afectar a nuestro ánimo y comportamiento.
Y ello se produce como resultado de nuestros malos pensamientos, conductas desordenadas, estados emocionales negativos…con los que se da pie a que los espíritus inferiores e ignorantes que siempre están al acecho, sintonicen con nuestras vibraciones, pasando a influenciar nuestra mente y que, si no nos sobreponemos a ello, pueda ir poco a poco adquiriendo cada vez un grado mayor de fuerza y de continuidad, degenerando, entonces, en consecuencias ya mucho mas graves.
Obsesión por Fascinación.-
El espíritu obsesor ilusiona los sentidos y el pensamiento de su presa,con tal habilidad, que le inspira una confianza total, hasta llevarle a creer y hacer las cosas más absurdas y ridículas.
Poco a poco, el fascinado se va rindiendo a las vibraciones del espíritu fascinador, aceptando todo lo que la obsesión le transmita, sin dudar ni cuestionarse las ideas sugeridas, debido a esta especie de hechizo que padece en el que su capacidad de juicio queda anulada y entregada completamente a su obsesor.
La gravedad de la fascinación, pues, radica en que el fascinado jamás reconocerá estar sufriendo una influencia exterior, creyéndose en todo momento dueño de la situación en que se encuentra y rechazando toda advertencia o ayuda.
Obsesión por Subyugación
El obsesor controla y domina la voluntad de su reo, paralizándola; lo maneja como a una marioneta, abrigándole a hacer cosas a pesar suyo
La subyugación también puede ser física, donde el obseso se interponeen la estructura de los fluidos de la victima, actuando sobre los órganos materiales de esta, llegando incluso , en los casos mas graves, a tomar el mando sobre el cuerpo físico del obsesado, el cual, imposibilitado de ofrecer resistencia, le cede el paso.
Esta interposición fluídica, junto al constante bombardeo mental destructivo que recibe de forma continuada de su atacante, hace que el subyugado no pueda razonar libremente sobre lo que esta sucediendo y, aunque pueda tener mas o menos conciencia sobre ello, es incapaz de sobreponerse a dicha situación, viéndose arrastrado a ella en contra de su voluntad.
Empezaré diciendo que el principal culpable de la obsesión no es el espíritu obsesor, sino el propio encarnado, que conduce en si mismo los factores, sean del tipo que sean, que predisponen y permiten la unión con los espíritus inferiores.
“El espíritu obsesor envuelve con su periespíritu, como si fuera una capa, al ser que quiere influenciar; entonces, penetrándose los dos fluidos, los dos pensamientos y las dos voluntades, se confunden en una especie de abrazo, donde el espíritu obsesor arrastra a la persona como si la tuviera dentro de una red, paralizando su voluntady aun su juicio, le obliga a cometer actos a pesar suyo”. (Obras Póstumas/ Allan Kardec)
“El numero de entidades desencarnadas ansiosas por disfrutar de lasbajas sensaciones de la vida física, siguiendo de cerca de sus victimas encarnadas, es incalculable. Comprendí, entonces, con mas exactitud, que el vicioso de cualquier especie se ve compelido a procurar material emotivo para si y para los que lo obsesionan, cayendo invariablemente en la insaciedad que lo caracteriza”. (Volví/ Chico Xavier – Hermano Jacobo)
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Una vez hecha esta clasificación de los diferentes grados de obsesión simple, fascinación y subyugación, conviene puntualizar, como en tantos otros asuntos relacionados con el mundo espiritual, que las explicaciones y directrices que se den deben tomarse solamente como pautas generales de conducta y no como una norma exacta, pues de lo contrario, se corre el riesgo de que al trasladarlo a un caso concreto los patrones marcados puedan no ajustarse ni encajar del todo, porque existen obsesiones en variación infinita, donde cada caso es un mundo diferente, rodeado de sus particularidades y características individuales propias y todo ello siempre enmarcado dentro de las circunstancias reencarnatorias que traen los implicados en la trama obsesiva.
Grupos organizados del Bajo Astral
Comentario:
Antes de entrar a comentar el funcionamiento y mecanismos de la obsesión, me gustaría hacer dos pequeños apuntes sobre algo que, particularmente, me parece muy interesante para el estudio y comprensión del problema que estamos tratando, y que son los grupos que existen de espíritus dedicados a fomentar conflictos y hechos negativos entre la humanidad, estando entre sus prioridades, precisamente, el establecer procesos obsesivos.
Del mismo modo que en las Colonias del plano espiritual dirigidas por Espíritus Superiores se busca el adoctrinar y ayudar, existen también regiones oscuras habitadas por seres inferiores e ignorantes que se complacen en el mal, que se agrupan formando autenticas organizaciones, con una estructura jerarquizada bien definida, cuyos cabecillas son espíritus muy comprometidos y endeudados, pero al mismo tiempo, conocedores de las leyes que rigen el mundo espiritual y su relación con el mundo físico.
Tiene sus particulares “escuelas” donde estudian el mecanismo psicológico del alma humana, haciendo un detallado seguimiento de todas sus tendencias negativas hasta descubrir el punto venerable que les pueda servir como detonador psíquico y aprovecharse de el con gran sutileza y habilidad para lograr sus fines oscuros y siniestros.
Vamos a ver ahora el siguiente texto, como un obsesor, delante de los asistentes espirituales, se vanagloria y se jacta de los conocimientos que ha aprendido en estas famosas “Escuelas”.
“He aprendido en las escuelas vengadoras, que todos poseemos un deseo central. Una vez conocida la naturaleza de la criatura que nos proponemos castigar, es muy fácil superalimentarla con excitaciones constantes. A través de semejantes procesos, mantenemos fácilmente el delirio psíquico o la obsesión, que no pasan de ser un estado anormal de la mente, subyugada por el exceso de sus propias creaciones, aumentadas por la influencia de otras mentes atraídas por su propio reflejo”.(Acció n y Reacción/ Chico Xavier- André Luiz)
Funcionamiento y mecanismos de la Obsesión.
“El obsesor se sirve hábilmente de las afinidades que le ofrecemos, de las ocasiones que creamos, de las debilidades que ponemos en acción, de las inferioridades que le sirven de vehículo; de todos nuestros pensamientos y acciones inferiores, que abren las puertas de nuestro ser moral, para dominarnos ydesgraciarnosde acuerdo con su gusto”. (El Drama de la Gran Bretaña/ Yvonne A. Pereira – Charles)
La obsesión tiene su inicio en los procesos mentales; es una transmisión de mente a mente, donde siempre vence la mas fuerte y cuyo proceso se desarrolla a través de una paulatina toma de dominio del invasor sobre el invadido, que al principio se presenta como una inspiración sutil, donde todos los síntomas de esa influencia exterior aparecen y se confunden con los propias tendencias del obsesado, debido a la afinidad existente entre los propósitos y deseos que ambos tienen.
El obsesor logra que esa vaga idea que poco a poco ha ido asomando, después de ser repetida con insistencia, se convierta en una especie de hipnosis hacia la mente de su víctima, que incauta y desconocedora de la sintonía y las leyes que rigen la relación entre el Plano Espiritual y el Plano Físico, sin sospechar de la presencia invisible que lo amenaza, se va dejando someter, ignorando que a cada concesión que hace el agente invasor, más fuerte se va consolidando este, hasta terminar dominando completamente la ya cada vez más debilitada voluntad del encarnado.
El espíritu obsesor puede llegar a imantarse de tal forma a su víctima, que de un modo lento, pero continuo y gradual, se comportara como un verdadero vampiro y, del mismo modo que una planta parasitaria se adueña de la savia de su anfitrión, esclavizara a su presa mediante la succión de sus fuerzas psíquicas, “robándole” las reservas de energía y vitalidad, con lo que el infeliz obsesado termina por extenuarse, disminuyendo, al mismo tiempo, de una forma drástica, sus defensas orgánicas, lo que dará pie a la proliferación de enfermedades físicas, cuyas consecuencias pueden llegar a resultar extremadamente serias.
El obsesor, además, rodea y ahoga a su víctima con los fluidos tóxicos y desarmonizados de su periespíritu, por el cual se densifica con ella, aprisionándola y obligándola a proceder contra su voluntad. Con esta interposición de dichos fluidos viciados y negativos, el obsesado queda impregnado y saturado, con lo que se ve incapaz de ofrecer resistencia al invasor, debido al agotamiento mental y físico que padece.
Como nos explica Allan Kardec en sus Obras Póstumas:
Este incesante y terrible envolvimiento de los fluidos perjudiciales y contaminados del obsesor es absorbido y asimilado por el periespíritu del obsesado, que los transmite a sus órganos físicos, llegando, en los casos mas graves, al interior de las células, lo que faculta la degeneración de las mismas en forma de canceres y enfermedades de distintas características, las cuales, normalmente, ya aguardaban palpitando en lo mas intimo del espíritu.
Porque a medida que el proceso obsesivo, que recordamos tiene su sede y su inicio en la mente, encuentra aceptación por parte de quien lo esta sufriendo, se va extendiendo al cuerpo carnal, manifestándose como padecimientos de variado carácter. Es decir, que los conflictos procedentes del espíritu, determinan los sufrimientos del organismo físico.
“De la misma forma que las enfermedades orgánicas se manifiestan donde hay privaciones, el campo obsesivo se disloca de la mente hacia la región somática donde las imperfecciones morales del pasado han dejado marcas profundas en el periespíritu”. (Entretelones de la Obsesión/ Divaldo P. Franco- Manuel P de Miranda)
Mientras el paciente sea capaz de luchar contra las ideas extrañas que le son sugeridas, tratando de buscar la desvinculació n psíquica, aun habrá esperanza de una recuperación mas o menos rápida; pero cuando la victima pierde su voluntad y su capacidad de raciocinio, ofreciendo campo y aceptando de modo absolutamente pasivo las inducciones del obsesor, el problema se agrava enormemente, sin ninguna perspectiva de mejora a corto plazo.
Obsesiones por conductas desordenadas y desequilibradas.-
Además de facilitar el acceso a los posibles obsesores por la calidad de nuestros pensamientos, otra vía fácil que les ofrecemos para establecer un principio de proceso obsesivo son nuestras conductas desordenadas y desequilibradas.
El tabaquismo, el alcoholismo, las degeneraciones y abusos del sexo, las drogas y estupefacientes, etc, etc, así como el mal uso de las facultades mediumnicas, son grandes campos abiertos y fáciles brechas psíquicas para que estas entidades inferiores desencarnadas, pero aun fuertemente vinculadas a las pasiones físicas, logren alcanzar su fin, que no es otro que transformar el campo físico de los encarnados imprudentes e imprevisores, en prolongaciones vivas a través de las cuales seguir participando de los placeres terrenales, beneficiándose siempre de la perfecta identificació n de los intereses que hay entre el obsesor y su compañero-victima.
Apuntar el tan lamentable como cierto hecho de que en tales circunstancias, el encarnado cuyos malos hábitos ya han degenerado en arraigados vicios, se puede convertir en un pobre ser que es arrastrado, no ya solo a satisfacer sus propias “necesidades”, sino que se encuentra obligado a saciar también los apetitos del obsesor que se le ha imantado y que lo esta en cierta medida dirigiendo e incentivando para que le sirva de intermediario, llevándole a consumir cada vez mas y mas.
En definitiva, el hombre de conductas desordenadas y desequilibradas puede ser explotado hábilmente por la voluntad de los espíritus inferiores, teniendo siempre presente que cada uno es tentado exteriormente por las tentaciones que ya palpitan de forma indisciplinada y descontrolada en su intimidad y que los espíritus obsesores, con sus invitaciones y sugestiones, logran que emanen de forma voluptuosa.
Comentario:
Conviene recordar ahora lo comentado al hablar sobre las escuelas donde los obsesores estudian el psiquismo del alma humana y sus tendencias negativas. Por ej. Los obsesores que sin duda yo tengo, debido a este seguimiento y conocimiento que tienen de mis puntos débiles, saben perfectamente que, por ej. Por el tabaco difícilmente pueden cogerme, porque es algo que dentro de mi yo ya rechazo plenamente; sin embargo, conocen perfectamente que pueden atraparme por otras muchas actitudes, y en mi caso, pues muchas veces lo consiguen y otras, pues no lo consiguen, y en eso estamos….
Seamos conscientes de que estas pasiones y hábitos descontrolados son una llamada muy potente para que esos espíritus descarriados, que siempre están al acecho, puedan aprovecharse de ellas para llegar hasta nosotros.
- Alfredo Tabueña -
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