martes, 30 de agosto de 2011

Kardec y el Espiritismo (6)





Conociendo la capacidad de síntesis de Rivail, entregaron a éste los mismos, pidiéndole analizarlos y cotejarlos en base a un plan orgánico. Rivail puso manos a la tarea: Tomó los cuadernos, los anotó cuidadosamente, suprimió las repeticiones y puso en su lugar los dictados de cada sesión. “Hasta entonces -dice él mismo- las sesiones en casa de la familia Baudin no tenían objeto determinado. Yo me propuse hallar en ellas la solución de los problemas que me interesaban desde el punto de la filosofía, de la psicología y la naturaleza del Mundo Invisible. Llegaba a cada sesión con una serie de preguntas preparadas y ordenadas metódicamente, y siempre me eran contestadas con precisión, profundidad y lógica abundante”. [...] “Huelga decir que, precisamente, estas comunicaciones desarrolladas y completadas luego formaron la base de El Libro de los Espíritus”. En 1856 Rivail asistió a reuniones mediúmnicas que tenían lugar en casa del señor Roustan, con la señorita Japhet, sonámbula, como médium que obtenía interesantes comunicaciones. Por intermedio de ella hizo revisarlas obtenidas anteriormente. Kardec manifiesta que no quedó del todo satisfecho con esta revisión, lo que lo movió a consultar a otros médiums, siendo el caso que en preguntas espinosas de El Libro de los Espíritus han llegado a colaborar hasta diez médiums distintos, como manifiesta en dicho libro. Cuando todo le pareció ser la expresión clara de la Doctrina, Rivail publicó el libro que salió a luz el 18 de abril de 1857, en París, con el seudónimo de Allan Kardec, su nombre de otra existencia anterior entre los druidas. Esta primera edición constaba de 501 preguntas. Ella se agotó en pocos días, lo que obligó a reeditarla en su forma actual de 1018 preguntas, es decir, corregida y sumamente aumentada. Continuará...
Esta obra madre del Espiritismo se integra con los siguientes libros que sucedieron a aquel inicial: El Libro de los Médiums, (1861); Imitación del Evangelio según el Espiritismo, (1864), modificado luego este título original por el de El Evangelio según el Espiritismo; El Cielo y el Infierno o la Justicia Divina según el Espiritismo, (1865) y El Génesis, los Milagros y las Profecías según el Espiritismo, (1868); más tres obras de introducción: Instrucción Práctica sobre las Manifestaciones Espiritas, (1858); Qué es el Espiritismo, (1859), y El Espiritismo en su más simple expresión, (1862), además de una complementaria: Obras Póstumas, (1890). Fundó la Revista Espirita en enero de 1858, la que dirigió bajo su responsabilidad hasta la fecha de su desencarnación, el 31 de marzo de 1869 y constituyó la Sociedad Parisiense de Estudios Espiritas el 1° de abril de 1858. Por su gigantesca y trascendente labor de estructurar en escasos tres lustros el Código Espirita, o Tercera Revelación, demarcando con él un nuevo curso evolutivo al género humano, no dudamos que en los siglos venideros habrá de expresarse con toda justicia: Antes o después de Kardec; antes o después del Espiritismo. 
Continuará...


" Para servir a Dios, nadie necesita salir de su propio lugar o reivindicar condiciones diferentes de aquellas  que posee. "
                                                                      -Chico Xavier -

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