INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.- Reencarnación y homosexualidad
2.- ¿ Es cierto que Dios hace milagros?
3.- Historia del Espiritismo: Los preludios
4.- Mediumnidad curativa
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¿ Es cierto que Dios hace milagros?
15. En cuanto a los milagros propiamente dichos, sin duda Dios puede hacerlos, visto que nada es imposible para Él. Pero ¿los hace? En otras palabras, ¿deroga las leyes que Él mismo ha establecido?
hecho? Por el contrario, ¿su saber no se destaca mucho más mediante la regularidad y la precisión del funcionamiento de su obra?
ALLAN KARDEC
MEDICINA ESPÍRITA
J. Herculano Pires
LA Medicina Espírita es un proceso en desarrollo. Comenzó con Kardec y el Dr. Demeure, en París, en la segunda mitad del siglo pasado. las experiencias y observaciones realizadas con médiums terapeutas en la clínica del Dr. Demeure figuran, en parte, en la Revista Espirita, colección de doce libros de los doce años en los que Kardec dirigió y redirigió, prácticamente, prácticamente solo, los fascículos mensuales de la publicación por el fundada. La Medicina Espirita es un resultado natural de la naturaleza y de las finalidades del Espiritismo. Tanto en el campo científico, como en el filosófico y religioso, la Doctrina espirita se reveló como una forma de Humanismo Atibo, destinado no apenas a establecer principios humanistas, más también a actuar en el hombre y por el hombre, descifrándole los misterios del cuerpo y del espíritu y proporcionándole los recursos culturales para la humanización del mundo. Los problemas de la salud humana no podían escapar de su enfoque universal. En ese plano como en todos los demás, Kardec actuó con prudencia y sabiduría, pesquisando, observando, estudiando y por fin orientando. El materialismo dominante en las Ciencias y en la Medicina repelió la Medicina Espirita. Kardec, por su vez, sobrecargado con los múltiples encargos doctrinarios, no tuvo tiempo para cuidar específicamente de ese problema y de la Pedagogía, dos campos en los que milito con éxito, teniendo sus obras adoptadas por la Universidad de Francia. No dejó el tratado de Medicina Espirita y el de Educación y Pedagogía Espirita que deseaba elaborar. Completada la obra de la Codificación del espiritismo, se lanzó al campo de las aplicaciones doctrinarias, según sus propias palabras, con la elaboración del Libro La Génesis, de importancia fundamental en los tres campos fundamentales del Espiritismo. Más si dejo, con La Génesis, un modelo del que el llamo aplicación de los principios y de los datos del espiritismo a las diversas áreas de la cultura.
Como médico poco sabemos de sus actividades, a no ser lo que informa Henri Sausse, su contemporáneo y amigo, y posteriormente las pesquisas y la esquematización notable de la vida del codificador en el libro Vida y obra de Allan Kardec. Su interés por el espiritismo lo apartó de todas las demás actividades, como del cargo de director de estudios de la Universidad de Francia. Le cabía iniciar en el mundo las investigaciones científicas de los fenómenos mediúmnicos, lo que hizo con criterio poco vulgar y plena abnegación. Charle Richet, director de la facultad de Medicina de la Universidad de Francia, Premio Nobel de Fisiología, prestaría más tarde su homenaje a Kardec, reconociendo, en el Tratado de Metapsíquica, el criterio científico de Kardec, que jamás expusiera cuestiones o elaborara principios que no se basase en rigurosa pesquisas.
A pesar de ese inicio promisor, la Medicina Espirita no consiguió avanzar como debía, en virtud de las barreras que contra ella levantaron todas las fuerzas dominantes en la época: científicas, filosóficas religiosas, en una verdadera colusión en que se destacaron los elementos clericales y los médicos con sus sociedades profesionales y científicas. No obstante, los éxitos de las investigaciones de Richet, Crookes, Notzing, Zöllner y tantos otros, en el campo de los fenómenos mediúmnicos, y recientemente la comprobación de la realidad fenoménica por la Parapsicología, dieron nuevo aliento a las posibilidades de la Medicina Espirita. Hoy hay varias asociaciones de la Medicina y Espiritismo y de médicos espiritas en Brasil y en el mundo, grandes redes hospitalarias espiritas y notables trabajos publicados por científicos y médicos espiritas, particularmente en los Estados Unidos, en Inglaterra, en Italia, en Alemania y en Suecia. El interés de las ciencias soviéticas también se manifestó, a pesar de las objeciones ideológicas, y el Dr. Waldimir Raikov, de la Universidad de Moscú, se proyecto mundialmente como investigador de los fenómenos mediúmnicos a través de la Parapsicología, interesándose especialmente por el problema de la reencarnación, bajo la hábil designación de reencarnaciones sugestivas, como hechos de tipo psiquiátrico, que precisan ser esclarecidas. En los países de la órbita soviética el interés creció de manera sorprendente. En la Romería se llegó a crear una nueva corriente científica, designada como Psicotrónica, más que en verdad no pasa de Parapsicología disfrazada para escapar a los preconceptos materialistas ya levantados contra la Ciencia de Rhine y McDougal. La mayor conquista de los soviéticos en ese campo fue descubierto científica y tecnológica, en la famosa Universidad de Kirov, en el Afganistán, de la existencia del cuerpo bioplasmico de las plantas, de los animales y del hombre. Ese cuerpo, que corresponde en estructura y funciones, plenamente, al periespiritu o cuerpo espiritual del Espiritismo, que representa una revolución Copérnico en la Biología y en la Medicina. Infelizmente el Estado interfirió en la cuestión y las pesquisas fueron suspendidas por cuestión de seguridad ideológica del Estado Soviético. A pesar de eso, el libro de Sheila Ostrander e Lynn Schroeder, de la Universidad de Prentice Hall (EUA) lanzado por esa Universidad y posteriormente por la Editora Bentam Books, de Nueva York, conteniendo entrevistas comprobatorias de los científicos responsables, continua circulando en el Occidente. “Los científicos revelaron su convicción de que ese descubrimiento abre nuevas perspectivas para los científicos y particularmente para la Medicina, por lo que fueron punidos.
El capítulo de la Medicina Espirita en las ciencias soviéticas, a pesar de oficialmente condenado, abre inmensas perspectivas en el campo científico mundial. Se llego a noticiar la realización, en Moscú, de un simposio científico sobre las obras de Allan Kardec, mencionado como un racionalista del siglo pasado, en Francia, que ya se había referido al cuerpo bioplasmico.
Este importante relato de las dos pesquisidoras norteamericanas fue lanzado en Brasil por la Editora Cultrix, con el titulo Experiencias Psíquicas Más Allá de la Cortina de Ferro. (N.E.)
La Medicina Espirita, por tanto, es una realidad innegable en la actualidad científica del mundo, y su biografía se presenta dramática, implicando hasta aun mismo problemas internacionales. Esa realidad se enriqueció con el episodio brasileño del llamado Caso Arigo, del famoso médium curador de Congonhas del Campo, Minas Generales, investigado por un equipo de científicos y médicos de varias Universidades norteamericanas. Las investigaciones probaron la existencia real de diagnósticos, curas de dolencias incurables, como casos de cáncer incurables, e intervenciones quirúrgicas sin asepsia ni anestesia de cualquier especie. Arigo fue calumniado, después de su muerte accidental, por autoridades eclesiásticas, como charlatán, más consagrado por los científicos como uno de los mayores casos de mediúmnidad curadora del mundo. Murió en un desastre de automóvil, precisamente cuando esperaba la visita de un equipo de científicos suizos y otra de científicos japoneses, interesados en pesquisarlo. Tuvimos en manos los pedidos de licencia de esos equipos habiéndonos Arigo invitado para ayudarlo en la recepción de los pesquisidores, que debían permanecer varias semanas en Congonhas del Campo.
La Medicina Espirita no es una aplicación pura y simple de la mediúmnidad curadora a casos de dolencias incurables, ni una forma de curanderismo. Es lo que Kardec llamaba una aplicación de los principios espiritas en el plano cultural. En el caso, aplicación especifica a la Medicina, lo que solo puede ser hecho por médicos. El Espiritismo contribuyo con la mediúmnidad y la Medicina con el saber y la experiencia y la Medicina cía de los médicos. Hay casos de esa doble contribución conjugarse en una sola persona: el caso de los médicos espiritas que son también médiums. Por eso, la sociedades de médicos espiritas son importantes, pues pueden liderar movimientos de reglamentación de elementos de los dos campos e iniciar trabajos de estructuración científica de la Medicina Espirita. Los médiums representan los médicos espirituales, que a través de ellos dan la contribución de las observaciones del otro lado de la vida. Los médicos representan la Medicina de la actualidad y procuran establecer las ligaciones necesarias para un esfuerzo común en beneficio de la Humanidad. Tenemos así un aspecto importante del ideal espirita de Kardec: la conjugación del mundo espiritual con el mundo material en el trabajo común de elevación de la Tierra. Tenemos aun la confirmación de la tesis de León Denis, según la cual el Espiritismo realiza una síntesis de lo espiritual y de lo material en el mundo. Y también la previsión de Sir Oliver Lodge, en gran científico ingles, de que en el Espiritismo, a través del túnel de la mediúmnidad, los espíritus y los hombres se encuentran para intentar en conjunto la solución de los problemas humanos. Lo que entonces parecía utopía, hoy se muestra como realidad.
La Medicina Espirita implica, por tanto, el problema de la mediúmnidad curadora en toda su globalidad de manifestaciones. Habiendo sinceridad en esa conjugación, estaremos cara a uno de los momentos más significativos de la evolución humana en la Tierra, los beneficios que de ella pueden resultar para el bien de la salud humana son simplemente incalculables. Cabria a la Sociedad de Médicos Espiritas de San Paulo encabezar esa iniciativa cada vez más necesaria.
Entre todas las formas de manifestaciones mediúmnicas, la más peligrosa para los médiums es la curadora. No porque los exponga a riesgos de salud, que prácticamente no existen en una mediúmnidad bien controlada, más si porque los expone a la fascinación de las ventajas materiales. Todo médium curador es inevitablemente asediado por personas que quieren agradarlo, que lo elogian, se dicen sus amigos, le dan presentes y así en adelante. Poco a poco el médium se deja envolver, se convence de su importancia, se torna vanidoso y ambicioso. Con eso de desliga de los amigos y compañeros desinteresados para caer en las redes de los interesados y se torna, a su vez, uno de ellos. Los laboratorios le ofrecen comisiones en la receta de los productos. Todas las facilidades se van abriendo para el y, si no tuviera en cuenta los principios de la moral mediúmnica, en breve se transformará en un explorador del prójimo al que se debe auxiliar con desinterés. El medio espirita conoce muchos de esos casos dolorosos, en que excelentes y humildes médiums curadores acabaron traicionándose a sí mismos.
Son muy variados los tipos de mediúmnidad curadora, desde la simple pasista el recetistas, el vidente, diagnosticado, hasta el operador, el médium cirujano que tanto puede actuar con instrumentos o con apenas la imposición de las manos, a incluso practicar la cirugía-simpático, uno de los fenómenos más extraños y complejos de todos los fenomenismos paranormal. El desenvolvimiento de ese tipo de mediúmnidad se procesa de manera discreta, generalmente disfrazado en la producción de efectos físicos, de videncia, de dolencias súbitas y sin motivo aparente que lo atacan y de repente desaparecen. Se tiene la impresión, no es raro, de un caso de obsesión. En verdad, el médium está siendo sometido a una especie de experimentación de sus posibilidades psicofísicas y de preparación para sus futuras actividades. Anísio Siqueira, famoso en la década de los 30, sufrió grave enfermedad que lo llevó a casi lamuerte.los médicos lo desengañaron, de repente se recupero y comenzó a hacer curas. No conocía el espiritismo y nunca lo aprendió, daba pases fumando, el cigarro entre los dedos, y realizó espantosas curas, tanto espirituales (desobsesión) como materiales. José Arigo, paleto, ya en la infancia veía y oía a los espíritus; en la adolescencia comenzó a sentir terrores nocturnos, fue perseguido por visiones asustadizas. En la juventud (era católico) contento por el ideal de pureza y santidad y oía voces que le aconsejaban la castidad. Al entrar en la madurez, se caso y paso por una fase de equilibrio en la que se mostraba despreocupado, alegre y juguetón. Un día hubo de socorrer a un amigo que se había asfixiado. Ahí comenzó su espantosa mediúmnidad-quirúrgica. Y, con ella, todos los problemas de un hombre que era procurado por enfermos de las más diversas molestias y a todos querían atender. Guiado por un espíritu autoritario más generoso, que se decía el médico alemán Dr. Fritz, muerto en la primera guerra mundial, se tornó ríspido, exigente, de una ruda franqueza, dando la idea de un nuevo Juan Bautista que surgía en la ciudadanía arcaica y carismática de de Congonhas del Campo. Sus modales rústicos parecían una coraza destinada a apartar todas las tentaciones de su peligrosa mediúmnidad. Fue uno de los médiums más auténticos y de mediúmnidad más productiva que ha pasado entre nosotros. Más acabó en las celadas de los intereses y murió trágicamente, aun joven y vigoroso.
La cirugía simpa tética o simpática es así llamada por su semejanza con la magia –simpática. Arigo la producía, más solamente en casos especiales. En general, actua de manera violenta, con un cuchillo o navaja, cortando al enfermo de manera brusca, sin anestesia ni asepsia y comandando con seguridad espantosa el flujo de la sangre. Trabajaba al aire libre, en medio del pueblo y en presencia de médicos conocidos o no, y muchas veces llamaba a los médicos para que asistieran de cerca a lo que el hacía. El Dr. Sergio Valle, cirujano ocular y especialista en hipnosis clínica, residente en San Paulo, presenció de cerca varias de sus operaciones y declaró:”Arigo aplica una súper cirugía que no conocemos y no usa la hipnosis ni conoce las técnicas hipnóticas. En la práctica de la cirugía simpa tética Arigo actúa sin tocar al enfermo. Procedía como la médium Bernarda Torrubio, mujer del campo, esposa de José Torrubio, sitiado en Garza, en la Alta Paulista. Hacia una oración, pidiendo asistencia a los espíritus. Extendía las manos sobre el enfermo, sin tocarlo. Este sentía que movían por dentro en sus órganos enfermos, le producían los deseos de vomitar, más quien vomitaba era el médium. Vomito generalmente espeso, con gran cantidad de pus y sangre y pedazos de materiales orgánicos. El enfermo se sentía débil, abatido como si hubiese sufrido una intervención quirúrgica. Los dolores internos confirmaban esa impresión. Durante unos pocos días los dolores continuaban, más luego comenzaban a disminuir y desaparecían. La recuperación era rápida y total.
La mediúmnidad quirúrgica es muchas veces acompañada de fenómenos ocasionales de efectos físicos. Eso es natural, pues la propia cura e las operaciones pertenecen a esa clasificación mediúmnica. Bernarda Torrubio manifestaba extraños fenómenos de transporte de objetos a distancia y aparentemente a través de puertas y ventanas cerradas. En reuniones con Urbano de Asís Xavier, en Marilia, hubo notables fenómenos de esa naturaleza, enteramente inesperados. En las pesquisas parapsicológicas esos fenómenos se confirmaron. El Profe. Rhine hizo decisivas experiencias con animales, para evitar el problema de la sugestión, y consiguió éxitos comprobatorios, dentro de todas las exigencias de metodología científica. Las pesquisas de Geley y Osty, en Francia, mostraron que en todos esos fenómenos existe la emanación de ectoplasma. Geley llamó controladores a los espíritus que actúan en esas ocasiones, proviniendo y regulando la salida de ectoplasma del organismo mediúmnico. En las experiencias soviéticas los científicos consideraron el ectoplasma como energía radiante emitida por el periespiritu o cuerpo espiritual del médium. Crookes la llamó fuerza psíquica y Notzing tomo porciones de ectoplasma y los sometió al análisis de laboratorio, probando que la porción muerta de ese elemento, disociada del médium, se componía de células y otros materiales orgánicos. No hay, pues, milagro, en el sentido místico de la palabra, en esos hechos. Hay las leyes naturales que poco a poco van siendo esclarecidas por las pesquisas científicas.
Los médiums dotados de esas facultades precisan ser instruidos doctrinariamente para saber cómo portarse en la vida común y para tener conciencia de que los fenómenos no son producidos por ellos, más si por la acción de los espíritus. con eso se libraran de la vanidad tola que los lleva a creer en sus poderes personales, juzgándose dueños de ellos y capaces de controlarlos por sí mismos. Esa idea de posesión individual los lleva también a caer más fácilmente en las celadas de los aprovechadores. Esa mediúmnidad exige constante vigilancia del médium en lo tocante a sus deberes morales y espirituales y más plena conciencia de su responsabilidad doctrinaria.
Mediúmnidad por J. Herculano Pires
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