martes, 9 de marzo de 2021

Responsabilidades de la Mediumnidad

    INQUIETUDES  ESPÍRITAS

1.-  Cuidemos nuestro hábitat planetario

2.- Pases

3.-. Las pruebas de la vida

4.  Responsabilidades de la Mediumnidad .

5.- Identificación con la Voluntad Divina.




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 CUIDEMOS NUESTRO HÁBITAT PLANETARIO

  Esta no fue la primera vez en la historia, ciertamente no será la última, en la que la vida de la población se ve amenazada por una devastadora pandemia. Existe una estrecha analogía entre la acción humana en el orbe y el advenimiento de patologías pandémicas, considerando la indiferencia irrespetuosa hacia el hábitat (medio ambiente).

El formato de perseguir la riqueza y el poder sin importar las consecuencias, llevó al planeta "al borde del abismo". Urge revitalizar el orbe en el campo de la responsabilidad individual, frenando el consumismo bestial, donde se ha priorizado más el tener (transitorio) que el ser (permanente). Hay que juzgar que el planeta es compartido y cada uno tiene que hacer su parte para mantenerlo en buenas condiciones de habitabilidad.

Cada gobernante debe adoptar políticas para el bien común. Los emprendedores pueden apoyar la búsqueda natural de ganancias con justicia social. Se puede pensar en distribuir estas ganancias entre quienes mueven la organización, que son las personas. Hay que buscar un acuerdo, una buena convivencia planetaria. Un conglomerado de líderes y gobernantes nacionales que se unen por el bien del planeta, sin priorizar solo las ganancias y el poder para el reinado del materialismo.

El planeta está gravemente enfermo, se encuentra en una etapa avanzada y deprimida de inmoralidades, por lo que es necesaria la intervención de la Divina Providencia para que la ruina moral no domine con mayor intensidad la armonía de todo el reino ante la belleza natural.

El ecosistema, en su conjunto, ha trabajado con un esfuerzo hercúleo para liberarse de las aguas nocivas de quienes abusan de los recursos naturales. Los laboratorios donde deberían haber nacido los recursos para el bienestar y la salud de la población han sido centros calamitosos de gestión técnica para el desarrollo de sustancias biológicas mortales en nombre de la guerra.

Allan Kardec, nos trajo reflexiones oportunas, a través de los espíritus, sobre las relaciones entre los seres vivos y el hábitat y cuánto uno depende del otro. Hoy, el hombre comienza a darse cuenta, ante el revuelo sobre el avance de la degradación del planeta, que no hay forma de tener una producción ilimitada de ellos en la biosfera, que es finita y limitada.

En una sociedad de consumo como la nuestra, ninguno de nosotros se contenta con lo necesario. Cada uno de nosotros es responsable de todo lo que existe. Somos el entorno, el entorno que nos rodea y las relaciones que establecemos con él. La buena convivencia planetaria trasciende el gueto de la fauna, la flora y la conservación. Es mucho más que eso.

De hecho, cuando el planeta se enferma, nuestro proyecto evolutivo se ve comprometido. No es posible esperar la llegada del mundo de la regeneración indiferente a tanta degradación. Por los mecanismos de la reencarnación, si todavía queremos encontrar reservas razonables de agua potable, aire limpio, tierra fértil,


menos residuos y un clima estable aquí, sin los flagelos que predice la creciente quema de petróleo, gas y carbón que agravan el efecto invernadero. efecto, debemos actuar ahora, sin perder el tiempo.

Creemos que luego de la actual pandemia, surgirán otros paradigmas de comportamiento para la humanidad, considerando que las nuevas generaciones que están llegando tienen un firme compromiso de estabilizar el equilibrio en la dinámica de la vida planetaria, considerando el momento de la regeneración.

- Jorge Hessen-

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                                                           PASES

                                                                   


¿Para la aplicación del pase, debe el médium resoplar, gemir, estallar los dedos, soplar ruidosamente, dar consejos?
– Todo y cualquier pase, como toda técnica espírita, se caracteriza por la elevación y por el equilibrio. Si una persona es cortés y se esfuerza para ser gentil en la vida normal, ¿por qué deberá permitirse desequilibrios? Si es una labor de paz, no existe razón para que haya desarmonías o se den consejos mediúmnicos. No obstante, si la ayuda que se necesita es de consejo, entonces no serán necesarios los pases. Es necesario situar a las cosas en sus respectivos lugares. La hora del pase es especial. Si se pretende adentrarse en consejos y orientaciones, deberá tomarse un libro y leer, porque no puede haber mejores directrices de aquellas que se encuentran insertas en el Evangelio Según el Espiritismo y en las obras subsidiarias de la Doctrina Espírita.


En la aplicación de los pases, ¿existe la necesidad de que los médiums pasistas, retiren de sus brazos, de sus dedos, los adornos, como sean pulseras, relojes, anillos? ¿Esto tiene alguna implicación magnética o es apenas para evitar los ruidos y darles mayor libertad de acción?
– Según nuestra manera de ver, la eliminación de los adornos no tiene una implicancia directa en el efecto positivo o negativo del pase. Deben ser retirados porque es más cómodo y el sacudir produce dispersión, comprometiendo la concentración en los beneficios del momento


¿Existe alguna necesidad en que el médium toque o apoye sus manos en la persona que recibe el pase?
- Desde que se trata de una permuta de energías, se debe, como medida de cautela y de celo al propio Buen Nombre y al del Espiritismo, evitar todo aquello que pueda comprometer con toques físicos, abrazos, etc.
Divaldo Pereira Franco

¿Ayudan, los estallidos de los dedos, de alguna manera, en la aplicación de los pases?                                                                                                                                        – No. Todo eso hace parte de los hábitos incorporados por las personas que pasan a creer que sus movimientos y costumbres son parte de las tareas de los pases o de la mediumnidad. Los estallidos y otros manierismos con las manos, indicando fuerza o energía, son perfectamente dispensables, debiendo el médium educarse, procurando perfeccionar sus posibilidades de trabajo. Ningún estallido, ningún resoplido, ningún toque corporal o presión de los dedos, de abrazos, de cabellos, tienen ninguna utilidad en la práctica de los pases. Por lo tanto, deberemos evitarlos

José Raúl Teixeira

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          LAS PRUEBAS DE LA VIDA

Hasta llegar al estado de perfecta pureza ¿debe el Espíritu seguir sufriendo pruebas continuamente?


- Sí, pero no son tales como las entendéis. Llamáis pruebas a las tribulaciones materiales. Pues bien, cuando el Espíritu llega a cierto grado –aun no siendo perfecto- no tiene que sufrirlas ya, pero le caben siempre deberes que le ayudan a perfeccionarse, y no le son penosos en modo alguno, tal como cuando ayuda a otros a perfeccionarse.


EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS
ALLAN KARDEC


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Responsabilidades de la mediumnidad

                                                                      


   Toda persona que posea una facultad mediúmnica tiene una responsabilidad moral que le obliga a su buen uso, pues  deberá tener presente que es para beneficio de los espíritus encarnados y desencarnados, así como  para su propio beneficio y desarrollo evolutivo.

 

    El médium puede influir en la interpretación de la información que le transmiten los espíritus comunicantes, debido a una falta de higiene mental, o por la intervención de su súper ego, su conciencia, etc, o también por  otros problemas humanos, como son las patologías del poder, del egocentrismo, etc.

 

   El mejor médium es aquel que consigue que su facultad  solamente  sirva como instrumento o canal de manifestación a  Espíritus buenos o positivos, sin dejarse   envolver por otros  Espíritus mixtificadores de baja condición moral. y sin perder de vista el importante objetivo de su mediumnidad, cual es emplearla  para servir y ayudar a todos los demás Seres mediante sus trabajos o actividades  mediúmnicas. 

 

  Por tanto el médium  consciente de su responsabilidad se debe de  esforzar constantemente por ser ejemplo de virtudes humanas y por llevar una vida  sobria y sencilla, siendo  desinteresado y caritativo  en la mayor medida posible, manteniendo una sintonía espiritual lo más elevada posible. Asimismo deberá procurar mantener un cuerpo sano y una mente sana, de modo que a ella solo accedan espíritus  moralmente sanos.

 

   Todas las manifestaciones de los espíritus que reciba las deberá pasar cuidadosamente por el tamiz de la razón, analizándolas preferiblemente bajo el prisma de lo que aconseja la filosofía y el conocimiento espírita, y  huyendo así  de la fácil credulidad y del fanatismo. La vigilancia en este análisis debe ser siempre una norma que no deberá descuidar, no impresionándose ante nombres pomposos ni con entidades engañosas que traen  altas dosis de banalidad.

 

        Por el fruto se conoce al árbol, y al médium se le conoce por su  integridad y nivel moral, cuando a través de su facultad solo se manifiestan Espíritus de moral elevada, que jamás se contradicen o si por el contrario usan  un lenguaje vulgar; sin embargo al médium de baja condición moral y por tanto poco fiable, que mercadea con la mediumnidad y se alía con Espíritus vulgares que vibran en su misma baja sintonía, que  se complacen con liviandades,  si  su facultad le es fuente de ingresos, aunque un día deje de tenerla, la sigue fingiendo para seguir viviendo del fraude y del engaño. Los que así actúan teniéndose por espíritas o utilizando ese nombre para mantener el engaño, posiblemente no sean conscientes del gran daño que hacen al verdadero Espiritismo, al que manchan con su mala imagen y peor actividad engañosa, así como a la mediumnidad que presentan a la opinión pública como un  engaño o una superstición.

 

          Guiados por su buen ejemplo o proceder, muchas personas pueden enderezar los caminos de sus vidas y llegar a sentirse realizados y felices, o por el contrario, si son desengañados ante su mal ejemplo  se pueden retirar todavía  más de la recta enseñanza moral que de otro modo podrían haber tenido, para en consecuencia tomar un mal camino en la vida, y perderse defintivamente a causa  de esa mala mediumnidad. Si el médium tiene un mal uso de su facultad, no solo se perjudica él, sino que puede perjudicar seriamente a muchas personas.

 

          Por lo dicho anteriormente, el médium tiene el deber moral de vigilarse, teniendo en cuenta que es un ser humano falible como cualquier otro, y portador de una facultad que le puede ser un instrumento de felicidad o de desgracia, según el uso que le dé. Tiene la responsabilidad moral de esforzarse por un mejoramiento espiritual propio, que le permita atender a Seres elevados que tengan algo que comunicar, y el único camino para lograr este mejoramiento es el caminar con la Entidad Espiritual más elevada, que sea después de Dios, el mayor exponente de su fe, tal como  lo es Jesús para los Cristianos; la cuestión es que vayan asumiendo el Pensamiento Crístico apoyado en una correcta educación espírita. Esto le llevará a un aumento cada vez mayor de su capacidad de sentir y manifestar Amor y Caridad, lo cual le conducirá a aumentar su capacidad de percepción espiritual.

 

      Asimismo debe tener muy presente que siendo médium,  tiene una  facultad especial y  que no la tiene por casualidad, ni es un juguete, sino que la tiene  para algo serio y positivo, y deberá responder de su uso. Esto es así de por vida, del mismo modo que el inteligente no puede dejar de serlo voluntariamente, o el que sabe leer ya no puede volver a decir que no lee más, pues aunque no quiera toda palabra impresa que se ponga ante su vista la leerá y sabrá lo que dice, pues en este ejemplo, la facultad de la lectura ya es inherente a su realidad humana.

 

        No obstante lo dicho, hay casos de facultades mediúmnicas, que por causa de mal uso con perjuicio grave de otras personas, finalmente son retiradas o entorpecidas desde el plano espiritual, pues si un médium se convierte en un obseso y en un coladero de Espíritus malignos y obsesores, es mucho el daño que estos pueden hacer en él, cuando su facultad está fuera de control. Esto mismo es lo que ha sucedido a veces a médiums que lo eran realmente y por la notoriedad alcanzada, llegaron a vivir cómodamente de la explotación de su facultad, pero cuando esta les fue retirada, tuvieron que seguir fingiendo por un tiempo hasta que finalmente fueron descubiertos en el fraude.


- Jose Luis Martín-

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“Precisa dar de gracia lo que se recibe de gracia, porque es muy perjudicial y antiespírita hacer de la protección de lo Alto una profesión lucrativa. Es bueno hacer la caridad, pero es muy malo explotarla”

                 -Miguel Vives (El tesoro de los espíritas)-

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     IDENTIFICACIÓN CON LA VOLUNTAD DIVINA

Para servir, verdaderamente es necesario renunciar, envolverse, dedicarse, olvidarse de sí mismo, colocarse en el lugar del otro, entender sus necesidades, o, resumidamente, amar al prójimo.

  Al entregarse al autoconocimiento, al identificar en el prójimo la extensión de su lucha de autosuperación , el individuo necesariamente caminará hacia la ampliación de su nivel de concienciación, de su cada vez mayor identificación con la Ley Divina, que está inscrita en su conciencia, conforme está escrito en El Libro de los Espíritus.

 El ejemplo de Paulo de Tarso, una vez más, pone en evidencia ese paso fundamental de la evolución de todos nosotros. Ante la situación embarazosa en el templo de Damasco, enseguida llegó a la conclusión de que conocía la ley de Moisés, pero no conocía la verdadera voluntad del Padre, aquella que la Buena Nueva venía a revelar.

  No tuvo otro camino que ir al desierto para rememorar conocimientos y forjar, en la lucha, al nuevo Pablo, identificado con la verdadera voluntad de Dios, que él había aprendido a temer y que ahora estaba invitado a amar. Pero ese amor a Dios solamente podría hacerse tangible en su retorno a la sociedad, en su  con los desafíos de la convivencia con aquellos que él había perseguido y el enfrentamiento con los antiguos pares que no lo comprenderían y, naturalmente, lo perseguirían, como él mismo había hecho. Más allá de eso, toda acción consciente en el bien, promovida por aquellos que se van identificando con la Voluntad Divina, despierta la contrariedad de los acomodados en situaciones de privilegio o de ganancia fácil, que no desean cambios porque exigen esfuerzos de transformación. Finalmente, para atender los intereses reales del Espíritu, siempre es necesario renunciar a los supuestos privilegios de la personalidad en el campo material.

  En resumen, al procesarse la evolución, el individuo conquistará el despertar de la conciencia, la maduración del libre albedrío, y con él, de la responsabilidad por la identificación en la propia conciencia, de la Ley de Dios, y entonces sentirá la necesidad y la urgencia de vivir conforme a esa Ley, para sentirse identificado como hijo de Dios.

- Carlos Campetti-

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