viernes, 12 de marzo de 2021

Estados de Trance

   INQUIETUDES  ESPÍRITAS

1,. La enfermedad bajo la visión espírita (2)

2.- Reflexiones sobre los médiums

3.- Valores Humanos

4.-  Estados de Trance 





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LA ENFERMEDAD BAJO LA VISIÓN ESPÍRITA (2)

                            

El médium intuitivo recetista, que prescribe homeopáticamente, debe saber cuales son los medicamentos y antídotos, complementarios o incompatibles,  clasificados científicamente por la farmacología homeopática. Debe familiarizarse con los métodos apropiados para el tratamiento de las dosis infinitesimales, como también con los tipos más indicados para los casos agudos o crónicos. 

La homeopatía ejerce una acción pronunciada en el periespiritu, por eso las mezclas de medicamentos, pueden neutralizar la cualidad terapéutica. Por ignorar los preceptos más comunes de la medicina homeopática, ciertos espíritus incipientes juzgan que recetando simplemente media docena de medicamentos homeopáticos mezclados en el mismo frasco, bastará para que uno de ellos  produzca el milagro esperado.  Ignoran que las leyes sutilísimas que rigen la acción homeopática en el cuerpo humano, no aceptan la mezcla de ciertas dosis que son antídotos, incompatibles o neutralizantes entre sí.

 El homeopático es un medicamento energético capaz de actuar en los intersticios atómicos y etéreo-astrales del periespiritu, por eso puede tranquilizar los temperamentos excitados, eterizando los residuos mórbidos  que oprimen el psiquismo de los enfermos, al mismo tiempo que revitaliza todos los centros  energéticos del cuerpo físico y del “doble eterico”  accionando los “chacras” y despertando el tonus vital de los plexos nerviosos – su acción es profunda penetrante, y expurgadora de las toxinas que forman el residual de la mente, cuando esta se descontrola. Las altas dosis, actúan en lo íntimo del ser, desalojando las impurezas o combustible usado por el espíritu, y que queda adherido a su delicada tesitura peri espiritual.

 El agua fluidificada es la medicina ideal para los espiritas y médiums recetistas, pues aunque sea destinada a fines terapéuticos, su aplicación no debe ser censurada por los médicos,  dado que no infringe las leyes del Código penal del mundo, y su prescripción  no hace parte  de la práctica ilegal de la medicina.

 Cuando el agua es fluidificada por los médiums o personas de físico y psiquismo sano, se potencializa  extraordinariamente en su energía etérica natural, volviéndose un medicamento saludable, capaz de revitalizar  los órganos físicos debilitados y restablecer  las funciones  orgánicas  desarmonizadas. El agua es un elemento  energético y optimo vehículo para transmitir fluidos bienhechores al organismo humano. Es sensible a los principios radiactivos emanados  del Sol y al magnetismo áurico del periespiritu humano.

 Si el individuo que debe fluidificar el agua está enfermo, debilitado, o su mente se encuentra en efervescencia, o bajo el influjo de emociones nocivas, en ese caso, el agua se transformara en un elemento deletéreo.

 No quiere decir esto que el donador de fluidos deba ser un santo, sino un espíritu que tenga “buena salud”. El agua fluidificada es un medicamento eficaz exceptuado de los tóxicos de drogas y productos de la farmacología moderna, que muchas veces, son fabricados por industrias, que en su avidez por obtener mayores lucros, no atienden  a las correctas características de las formulas.

 Los médiums vegetarianos, sin vicios deprimentes y liberados de las pasiones esclavizadoras, son capaces de producir curas prodigiosas por el empleo de agua fluidificada, lo que, a su vez es súper activa por las energías movilizadas por los espíritus desencarnados en el servicio de ayuda a los encarnados.

 No es suficiente que los médiums fluidifiquen el agua, suministren pases o reciban recetas para que se logren resultados positivos. Necesitan mejorar su propia salud física y sanar sus desequilibrios morales.

 Todas las molestias físicas ceden con suma facilidad  al tratamiento medicinal o psíquico, siempre que el enfermo se disponga  y esfuerce en espiritualizarse, en el sentido de mejorar su conducta particular y social, pues ningún tratamiento es más eficiente que el remedio bendecido y prescrito por el Evangelio de Jesús.  La evangelización del espíritu enfermo no siempre llega a tiempo para curarle el cuerpo físico que está saturado de venenos psíquicos generados en vidas pasadas y en la existencia actual.

 Aun así, su anhelo espiritual por evangelizarse, le proporciona cierto alivio en la vida más Allá de la Sepultura después de su desencarnación; y es una credencial para que en el futuro le sea ofrecida una reencarnación más saludable.

 Por todo lo expuesto, se deduce que la salud física depende mucho de la “salud espiritual”. Esto es porque la auto-evangelización, aunque  no produzca una cura milagrosa, causa sensibles mejoras porque el enfermo deja de generar  y verter los venenos psíquicos  que anteriormente  le agravaban la enfermedad.

 Cuando los pasistas, curanderos o médiums son abnegados  y desprendidos de  intereses mercenarios, también gozan de la asistencia de los buenos espíritus, que los ayudan a lograr éxitos en sus tareas con los enfermos del cuerpo y del alma.

 El médium no debe olvidar que su facultad es un medio para renovarse espiritualmente, por eso no debe especular de ninguna manera.

 La ley Karmica, a pesar de su función rectificadora, tiene una acción educativa, ella favorece al espíritu para el rescate de sus débitos pasados, sino que también lo sitúa en la carne en las condiciones  de evitarle nuevos desatinos, gracias a la reducción en sus bienes en el cuerpo físico, la Ley que es muy sabia, le reduce los valores que en el ayer le llevaron a hacer un mal uso.

 Cuando enfrenta duras dificultades económicas y se entristece por no poder sustentar a la familia, vemos al médico negligente, que en su vida anterior hacia del dolor  ajeno un lamentable negocio para su enriquecimiento condenable. La ley lo hace volver al mismo mundo donde cometió los deslices y le sobrecarga de obligaciones en el seno del espiritualismo.

 Debiendo ejercer la mediúmnidad gratuitamente, en pago a las deudas pasadas, no debe cobrar absolutamente nada, ni recibir atenciones materiales que signifiquen agradecimientos por la cura realizada.

 Muchas personas de palabra fácil, raciocinio sensato y sentimientos altruistas, considerando que todos somos médiums, producen más beneficios  al prójimo que ciertos médiums negligentes que trabajan  en un servicio oficial bajo la égida del Espiritismo.

 Allan Kardec advierte constantemente en sus obras fundamentales del Espiritismo, la responsabilidad del médium mercenario en el ejercicio de su facultad, aunque esté necesitado. El dio ejemplo de su advertencia, renunciando a todos los derechos de autor de sus obras a favor del bien colectivo; también demostró profunda discordancia con aquellos que pretenden explotar los valores de lo Alto.

 El médium debe cumplir con sus obligaciones junto a la familia,  pues es su principal compromiso asumido en el Espacio antes  de reencarnar. El hogar, el vestido, el alimento y la educación de la prole representan la primera responsabilidad del médium.

 Aunque la mediúmnidad sea una gracia concedida por lo Alto a los espíritus errados, deben ejercerla con ánimo y dignidad, pero sin el sacrificio de la familia, que es la obligación esencial de la vida humana.

 Los espíritus superiores no sobrecargan a los médiums más allá de su necesidad; jamás lo obligan a sacrificar a la familia para atender el servicio mediúmnico, solamente les permiten servirse del tiempo disponible para aprovecharlo a su favor. Por eso algunos médiums prefieren mantenerse solteros en el mundo carnal, con el fin de ejercer con más eficiencia la severa responsabilidad de su redención espiritual mediante el ejercicio de la facultad mediúmnica.

 El médium enfermo no debe dar pases pues en vez de transmitir fluidos terapéuticos o vitalizantes, termina por agotar las energías ajenas, en beneficio de su propio equilibrio vital.

 El médium enfermo, despreocupado o irresponsable, contamina, sin poderlo evitar, a sus pacientes con los gérmenes nocivos de que es portador.

 Los médiums prudentes y sensatos, aunque eviten dar pases, practicar el soplo magnético de fluidificar el agua porque están enfermos, pueden transmitir el consejo espiritual benefactor, el estimulo que levanta el ánimo  de aquellos que se encuentran moralmente abatidos.

 No basta el pedido a lo Alto y el deseo sincero del médium de servir al prójimo, para ser verdaderamente asistido. Es necesario esforzarse en modificar los malos pensamientos, y abandonar las costumbres viciosas, a fin de ser apto para captar los fluidos transmitidos desde el mundo espiritual.

 El médium cuando está enfermo, debe contentarse con ser el intérprete fiel de los consejos e intenciones superiores para transmitirlas a sus compañeros menos esclarecidos, orientándolos en los caminos difíciles de la vida humana.

 El mantenimiento del equilibrio psíquico y emocional es de fundamental importancia para la sustentación de la salud.

 Deberá visualizarse saludable y cultivar pensamientos optimistas, cimentados en el amor, en la acción dignificante, en la esperanza.

 Deberá librarse de todo residuo mental, que pueda significar una fuente de intoxicación y estimulo  a las vidas microbianas perturbadoras, conservando la paz intima.

 Si la enfermedad nos visita, aprovechemos su presencia para hacer reflexiones valiosas en torno a nuestro comportamiento y a la programación de las actividades.

Pensemos en la salud y deseémosla  ardientemente, sin imposiciones, sin presiones, pero con noble intención.

Elaboremos planes para estar saludables y ser útiles; imaginemos que ya nos hemos recuperado y estamos ya actuando en la convivencia familiar  y social como un instrumento valioso dentro de la comunidad.

Vinculémonos a la Fuente Generosa de donde fluyen  todas las fuerzas, y absorbamos de ella los recursos necesarios para recuperar el equilibrio.

 Volvamos a abastecer  nuestra casa mental con pensamientos de paz, de compasión, de solidaridad, de perdón y ternura, comprometiéndonos emocionalmente con la Vida, a fin de que nos sintamos integrados en ella, conscientes y felices.

Si estamos sanos, aprovechemos la oportunidad para preservarnos, produciendo más y mejor, y si estamos enfermos, agradezcamos a Dios y ampliemos los horizontes mentales en el amor para recuperarnos, hoy y más tarde, y prosigamos la marcha en paz y confiados.

FIN.

- Mercedes Cruz-

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Reflexiones sobre los Médiums 

 Blog Amalia, 

Dispuestos siempre a difundir la luz entre los más pobres de inteligencia, jamás nos cansamos del estudio práctico de las investigaciones, que son las que, por medio de un escrupuloso examen, esparcen más claridad en las múltiples dudas que nos asaltan. 

Amamos el Espiritismo como un puro manantial de la moral más lógica que hemos conocido hasta el presente, y por lo mismo, lo estudiamos y lo observamos con afán, tanto en sus maravillosos fenómenos, como en los escollos que a cada paso se presentan. La mediumnidad, ha sido nuestro estudio predilecto, porque la creemos uno de los fenómenos de más trascendencia; y su misma importancia, nos muestra la suma delicadeza con que debe tratársela, pues de lo contrario, se tocan amargos resultados.

 Generalmente sucede, que cuando se presenta una mediumnidad; sea la que fuere, causa una sorpresa extraordinaria en el individuo que la posee; si este tiene suficiente criterio para hacer de ella un buen uso, nada malo hay que temer, sino que por el contrario, la mediumnidad se desarrolla gradualmente con grandes ventajas para el médium y para todos aquellos que acuden a él en busca de un consejo, porque siempre hallarán pruebas auténticas y revelaciones maravillosas que serán un lenitivo especial a sus dudas y vicisitudes, pero si en vez de esto, y sin necesidad, se hace un uso extremado, degenera en abuso, y entonces, del abuso pasa a la obsesión; y sabido es ya los tristes resultados de esas denominaciones, de las cuales muchos médiums son víctimas a consecuencia de su propia indiscreción, ya por no querer escuchar las lógicas observaciones de personas competentes en esta clase de estudios, o ya por caer en manos inhábiles que por su insuficiencia los dirigen de un modo detestable, destruyendo con sus imprudentes consejos, la más de las veces, hermosas mediumnidades que, bajo una buena dirección, darían óptimos y razonados frutos.

 No basta ser médium, es preciso saberlo ser y comprender extensamente el valor moral que encierra. Hemos conocido algunos médiums que tenían hermosas facultades y, al cabo de algún tiempo, las han perdido por completo. En vista de esto, preguntamos a un Espíritu que nos merece mucho crédito por sus saludables máximas y por el sumo interés que muestra en guiarnos hacia la perfección, la causa de semejante desaparición, el cual, nos dijo lo siguiente: “Cuando un médium tiene grandes facultades para servir de intermediario a los espíritus y llega el momento en que aquellas desaparecen, es porque existe una causa poderosa que las rechaza en absoluto; causa dimanada de la mala conducta del médium en su vida íntima, o de la exagerada credulidad de sus propias manifestaciones. En uno u otro caso, el médium, se aleja de sí y casi sin comprenderlo, de las buenas influencias, atrayendo las malas, con las cuales hace que aquellas facultades, vigorosas en un principio con el fin de que le sirvieran de sano correctivo, vayan debilitándose hasta perder toda fluidez, desapareciendo con la misma facilidad que se presentaron. Esto sucede generalmente, con los médiums orgullosos; su vanidad, semejante al falso oropel, desaparece cuando menos lo piensan, quedando reducidas a nada las mediumnidades que poseyeron. 

Otros médiums, llevados de su ignorancia y usando de su mediumnidad para cosas fútiles o simplemente curiosas, son víctimas de espíritus muy inferiores en el orden moral, con lo cual, acaban por no ser dueños de sí mismos; y siguen siendo médiums irrisorios que divulgan entre los espiritistas ignorantes, un sin número de absurdos, acrecientan la duda entre los incrédulos, hacen perder la fe en los novicios, y embrutecen más y más a los fanáticos, dispuestos siempre a creer todo cuanto sea emanado de los espíritus, tanto si es lógico como si no lo es. La mediumnidad bien dirigida, es un bellísimo don que muchos de vosotros aún no sabéis apreciar como es debido. 

Para conservarla en toda su pureza, tenéis que mirarla con más respeto y no usarla sino para las cosas puramente útiles y necesarias; y debéis entender por útil y necesario, todo aquello que pueda reportar un bien a la humanidad. Los médiums, deben ser muy sencillos y altamente morales, para poder ser los intérpretes de espíritus superiores, con cuya asistencia, podrán difundir la luz de la verdad entre sus semejantes. 

Todas las mediumnidades son útiles y buenas, cuando no se abusa de ellas; pero si se las toma por pasatiempo, se pierden, o se es víctima de espíritus ligeros y burlones y que hacen perder un tiempo precioso. Los buenos médiums, no deben prestarse jamás a preguntas frívolas ni de segunda intención, ni mucho menos para asuntos materiales; pues para estos, cada individuo de por sí debe regirse según su criterio; el médium debe concretarse a trasmitir fielmente, ya sea de palabra o por escrito, las comunicaciones que obtenga de los espíritus, siempre que comprenda que dichas comunicaciones puedan servir de útil enseñanza a la humanidad; pues de lo contrario debe desecharlas y pedir auxilio a su guía o espíritus protectores: debe alegrarse de ser intermediario de buenos espíritus, y mirar dicho don como un favor especial que le conceden para su propio progreso; pero jamás enorgullecerse de ello, porque es lo mismo que atribuirse un derecho que no le pertenece. 

La misión del médium, es altamente noble y humanitaria, porque instruye y consuela; y por la misma razón, se les debe dirigir con gran acierto, al objeto de que no tropiecen con las obsesiones, que son el arma más terrible de la mediumnidad; pues un médium obsesado, es una completa nulidad para el bien, y un fatal abismo donde se estrellan los mejores y más nobles deseos de aquellos que aman la verdadera luz: en cambio, los buenos médiums, son profetas que divinizan su palabra por medio de los celestes fluidos que perciben; y son apóstoles del progreso, porque van descubriendo la filosofía del porvenir, al propio tiempo que van destruyendo las negras sombras del error y las falsas tradiciones del pasado. 

Los malos médiums, son espíritus atrasados que no distinguen la verdad de la mentira; pobres ciegos que caminan sin rumbo fijo, por el triste erial de sus existencias.

 Nosotros que, por hallarnos despojados de la carne, vemos algo más que los que os envolvéis con ella, comprendemos lo que os vale un buen médium; y cuando le hallamos, sentimos un gozo indescriptible, y velamos por él, como pudiera hacerlo una madre cariñosa, le amonestamos sin cesar a que destruya sus imperfecciones y procuramos por todos los medios que están a nuestro alcance, acercarle a la perfección. ¡Oh! Si vosotros comprendierais lo que vale un buen médium seríais más cautos en las preguntas, haríais un estudio especial de todas las mediumnidades y no molestaríais a los espíritus sino para cosas útiles y serias; Y si los mismos médiums supieran apreciar la bella facultad, procurarían, en todos los conceptos, ser modelos de virtud, para atraerse las buenas influencias, y de este modo, con su mismo progreso hacer progresar a los demás; entonces no veríais desaparecer las mediumnidades con la misma rapidez que se presentan. Sed lógicos, investigad, analizad, no aseveréis la cosa hasta tener la plena convicción de que es cierta, sed humildes, fallad en justicia, dejaos conducir o aconsejar por quien sepa más que vosotros, refrenad vuestras pasiones y no os dejéis llevar del orgullo, usad la templanza como uno de los antídotos más especiales contra la intolerancia, y como estáis en posesión de estas virtudes, veréis mediumnidades asombrosas y constantes que responderán a vuestras nobles aspiraciones; pues la moralidad y la cultura, son la base principal de los buenos médiums, y fuera de esto, no hallaréis más que obsesiones que siempre os conducirán a un fin funesto”.

 Ante tan lógicas razones, muy poco tenemos que añadir. A cada paso, vemos médiums convertidos en instrumentos de espíritus inferiores, bien por la torcida conducta que observan, bien por el orgullo que les domina, o bien por el escaso criterio de quien los dirige; y por lo general, estos médiums, bajo una máscara hipócrita de humildad, no hacen otra cosa que sembrar la discordia en los centros, ya sean familiares o no. Nosotros siempre clamaremos contra los malos médiums, y sobre el abuso que muchos hacen de las mediumnidades, porque donde esto subsiste, hay discordancia de ideas, falta de criterio en los mismos médiums o quien los dirige, y una gran dosis de credulidad o fanatismo.

 Amamos el Espiritismo, comprendemos algo de lo que valen los médiums, y por lo mismo quisiéramos que fueran tan lógicos y virtuosos como su alta misión lo exige. 

Por Amalia Domingo Soler

zona espirita

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                                        VALORES HUMANOS

                        ( Mensaje Mediúmnico)


                                         

"Hola, ¿qué tal?                               


  Es difícil a veces, poder acercaros o acercarnos hacia vosotros. En la mediumnidad, la mente y la materia se interponen, interfiriendo y comprometiendo así el trabajo a realizar.

  El equilibrio entre cuerpo y alma no es fácil de conseguir, pero cuando se han adquirido compromisos como lo es la mediumnidad en sí, se entablan grandes luchas pues todavía hay muchas dudas a resolver. Pensad que todos esos pensamientos, todas vuestras dudas, forman una barrera tal, que impiden el acercamiento hacia vosotros.

  No venimos a dominar vuestras voluntades hermanos, venimos tan solo a tocaros la conciencia para que despertéis y podáis comprender quienes sois y hacia donde vais; nada más: No podemos conduciros de la mano aunque lo deseéis; todo lo que os pasa es necesario para vuestro progreso y Dios así lo permite. Si tenéis malos pensamientos no penséis que pertenecen a un ente espiritual que se ha acercado, es vuestra forma de ser quien atrae a lo entes equivocados y no al contrario.

  Las mediumnidades fluctúan según la vida que se lleva y, por eso no es fácil llevar los compromisos adquiridos adelante; las subidas y bajadas son naturales. Por eso no debéis pensar que las personas que poseen mediumnidad son mejores o peores que los demás, simplemente trabajan este aspecto, aparte de otros muchos.

  No hay ser que conociendo el mundo espiritual y su filosofía, no haya querido tener esta o aquella facultad, ¡Hacen falta muchos hermanos que con abnegación dediquen parte de su tiempo a la labor espiritual!. Hay muchísimos seres en la Tierra que poseen facultades y no cumplen su labor, ¡ No queráis saber lo que les espera!, no de sufrimientos atroces, sino de desprecio a sí mismo por no haber aprovechado esa facultad con humildad, seriedad, amor y desprendimiento, puesto que toda facultad mediúmnica necesita estas disciplinas. Se pueden argumentar miles de escusas, pero la verdad es solo una: es el individuo quien fracasa, pues siempre hay nuevas oportunidades para enmendar el camino errado.

  Se han dado y se darán muchos mensajes de fraternidad y amorosidad... pero también necesitáis el recordatorio de que no siempre estáis en el nivel adecuado. Por un descuido una puerta entreabierta, puede venir esa falta de ilusión o decaimiento que os paraliza. Estad siempre atentos y trabajad para que eso no suceda. Sois como pequeñas antorchas a las que se acercan almas sufrientes, rebeldes, que os inspiran malos pensamientos para seduciros y apartaros de esa senda. Pero solo son pruebas que debéis pasar para aprender a no torceros y, hermanos míos, ¡ Cuan fácil es coger una senda equivocada!. Estudiaros y observad la causa de vuestro desfallecimiento. No culpéis al cuerpo sino al espíritu. Descubrid las debilidades que continuamente tenéis y, no creáis que porque tengáis esa o aquella mediumnidad, sois mejores o peores que los demás, pues la mediumnidad no es mas que una herramienta de trabajo. Se es o no se es trabajador; se cumple o no se cumple, pero no se es mejor o peor. No valoréis a nadie por sus trabajos, pues ese es el deber que asumió y a veces una carga tan fuerte y dura puede doblar a los espíritus,  Si así fuera sed fuertes y ayudaros los unos a los otros, pues aquel que parece ser el más fuerte, suele ser el más débil y viceversa.

  Si queréis salir fuera a arreglar el mundo, primero corregiros entre vosotros mismos.

  Si queréis hacer grandes o pequeñas cosas, empezad por vosotros mismos.

  Si entre vosotros hay quien sufre, remediad ese sufrimiento; encontraréis la fuerza suficiente para sentiros bien, pero no olvidéis a ese pequeño amigo o amiga, pariente o conocido. Tenéis limitaciones, pero no por eso no podéis hacer que cada día sea mejor que el anterior. 

 Pensad en ese mundo que os rodea y si podéis llegar a secar lágrimas y apoyar a los que se creen vencidos, si podéis andar sin que nada a vuestras espaldas quede desatendido por la luz, es que habéis aprendido que lo más cercano a vosotros es lo más accesible para practicar la ley de Amor y Caridad. Dad pasos de hormiga, pero seguros. Ofreceros, pero no al martirio, hacedlo por amor; sed honestos con vuestras fuerzas y fluctuaciones, pues hacen falta pensamientos loables. Es preferible que os pongáis pequeñas y sólidas nietas, que grandes e inalcanzables, pues el trabajo pequeño se empieza y se puede terminar, pero el grande puede quedarse a medio por falta de fuerzas. Medid vuestras fuerzas y comprenderéis que es preferible poco y bueno que mucho y débil.

  Han habido y habrán personas que quieren hacer maravillas para la sociedad, pero para enfrentarse a ese mundo exterior, hay que tener las espaldas bien cubiertas de fe y Luz. Los Seres que han venido con grandes misiones, son grandes Espíritus que llegan a su fin, aunque ese fin pueda parecer dramático a los ojos del mundo, pero es necesario que así sea, pues ellos midieron sus fuerzas y sabían muy bien hacia donde iban.

  Vosotros tenéis familia y es vuestro primer deber pensar en ellos sin egoísmo; luchar por ellos y procurar no dejar fisuras. ¿Quién no tiene alguna desavenencia con algún pariente?. Dios ha querido poneros entre almas que os dan sufrimiento, no para que apartéis los problemas a un lado, sino para que os convirtáis a la Luz. La fe no aparta als miasmas humanas; sabe que con amor todo se puede lograr. Si no es posible la unión, al menos luchad por la tolerancia y el respeto; con el tiempo brotará el amor.

  Difícil misión os toca pasar a la Humanidad entera, pues no hay nada ni nadie que no haya pasado por estas vicisitudes, pero vida tras vida, comprenderéis que cuanto antes solucionéis lo que os causa sufrimiento, más avanzaréis en el camino de la evolución. Con perdón y amor todo lo iréis consiguiendo.

  Que Dios nos tenga a todos con Amor y Caridad, pues tanto vosotros como nosotros necesitamos de ese amor. Que esa Luz que nos irradian llegue a hacernos comprender quienes somos en realidad. No por el hecho de no tener cuerpo somos mejores que vosotros. Aquí luchamos como vosotros lo hacéis cada día, por eso debéis desarrollar el sentimiento de fe absoluta para llegar a saber perdonar. ¡ Cuán inmensa es la alegría cuando se cumple el trabajo que se vino a realizar!.

  Os deseo de todo corazón, con toda la fuerza que puedo mandaros, que lleguéis a comprender y aprovechar esta vida. Luchad cada uno de vosotros para comprender y pedir la ayuda necesaria para que no os falte nunca la fe, que os permitirá conseguir cuanto os propongáis. Abrazad con mucha fuerza vuestras ideas y rezad a Dios siempre, que no hay ninguna oración que quede sin ser escuchada cuando sale de lo hondo del ser.

  Todos habéis venido a trabajar. Aquello que parece casualidad, no es más que una mera ilusión, puesto que todo está trazado, aunque lo podáis ir variando según vuestro afán de superación.

  Ayudaros los unos a los otros, pues el que más y el que menos necesita bastón para andar.

  Mucha paz y mucho amor

( Comunicado tomado de la Revista Fraternidad Cristiana Espírita nº 34)

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                           Estados de  Trance 


                                                         

Todos hemos escuchado alguna vez la frase: "Estaba en trance", pero 

¿ Qué es el trance ?


La palabra trance es entendida genéricamente como cualquier alteración en el estado de conciencia. 

Etimológicamente, no obstante, significa momento crítico, crisis, lance (Dic.Contemporáneo de la Lengua Portuguesa, Caldas Aulete.)

Es un estado especial, entre la vigilia y el sueño, que de alguna forma abre las puertas de la subconsciencia .

Puede ser entendido, también, como un estado de baja tensión psíquica, con el estrechamiento del campo de la conciencia y disociación. 

El estado de trance no significa la supresión, pero sí la interiorización de la conciencia. Incluso en los estados más profundos, "algo" no se extingue y permanece vigilante, a la manera de sistema secundario pero aún activo. 


Grados de intensidad


El trance puede ser superficial o profundo. Son dos estados o grados extremos, debiendo haber una gradación entre uno y otro. El trance parcial sería una especie de semi sonambulismo, que estaría situado entre el trance superficial y el profundo.

En el trance superficial, no hay amnesia lagunar, el paciente se acuerda de todo y puede, inclusive, poner en duda el haber permanecido en trance. 

El trance profundo o sonambulismo se caracteriza por la extrema sugestibilidad y amnesia lagunar. 

Como en el trance profundo la persona queda inconsciente, algunos estudiosos creen que ella entre en sueño magnético o hipnótico. En esas condiciones, el cuerpo fluídico se exterioriza, se desprende del cuerpo carnal y el alma queda libre o emancipada. Naturalmente, no ocurre la separación absoluta, lo que causaría la muerte.

Sin embargo, un lazo invisible continúa prendiendo el alma al envoltorio terrestre.

Semejante al hilo telefónico que asegura la transmisión entre dos puntos, ese lazo fluídico permite al alma transmitir sus impresiones por los órganos del cuerpo adormecido. 

Otros estudiosos, no obstante, entienden que el trance no es un estado de sueño, independiente de ser superficial o profundo, natural o bajo acción magnética.

La dificultad en asociar el trance al sueño es el hecho de no estar la conciencia preservada en este último. En el trance, hay preservación de la conciencia. Incluso en el trance provocado por hipnosis, no hay como confundirlo con el sueño, sobre todo si el hipnotizador ordena al hipnotizado actuar normalmente, como si estuviese despierto. 

Acreditamos que estudios electroencefalográficos señalan diferencias entre la actividad eléctrica del cerebro en la hipnosis (trance) y en el sueño, mostrando, por tanto, que son fenómenos distintos, a pesar de ser semejantes.


Duración.-

Puede ser fugaz e imperceptible para los circunstantes que experimentan un súbito sumergimiento en el inconsciente, o prolongado, con visibles alteraciones del estado psíquico


.Mecanismos del trance.-

El mecanismo básico del trance consiste, posiblemente, en una onda inhibitoria que "barre" la superficie cerebral. 
 El trance puede poner al individuo en contacto más íntimo consigo mismo, con su personalidad integral subconsciente. 
  No es fácil comprender el mecanismo básico del trance. Se sabe, por ejemplo, que bajo cualquier forma y grado en que se manifieste, hay siempre un contenido anímico de la persona que está bajo su acción.
 Es lo que ocurre cuando el trance es de origen mediúmnico. Incluso cuando el médium entra en trance profundo, no se acuerda después del contenido del mensaje espírita que él transmitió, se percibe que el Espíritu comunicante extrae de los archivos mentales de su intermediario encarnado los elementos necesarios para producir la comunicación.
 La dificultad está en entender cómo tiene acceso el Espíritu a los archivos de la memoria. Como todo ocurre a nivel mental, sea del Espíritu comunicante, sea del médium, se pueden sólo tener hipótesis sobre la ocurrencia del fenómeno. Está claro que el periespiritu ejerce un papel en el proceso.

Formas del trance.-

El trance puede manifestarse bajo las siguientes formas:

a) Aideico - palabra originaria de aideismo, que es la anomalía psíquica que se caracteriza por la completa ausencia de ideas o de procesos ideáticos. Especie de confusión mental. No caracteriza el fenómeno mediúmnico o el animismo. Es considerado trance porque revela un estado alterado de conciencia.

b) Pasivo -  Es el estado psicofisiológico en que el paciente queda en la más completa pasividad, atendiendo a las sugerencias buenas o malas de los Espíritus o del magnetizador encarnado. El médium sonambúlico, o aquél preso de obsesiones graves, entra en éste estado de pasividad.

c) Activo -  Es un estado psicofisiológico en que el médium queda en actitud más o menos activa, con conocimiento de lo que pasa a su alrededor y tomando pequeñas precauciones para la buena consecución del fenómeno.

Tipos de trance.-

Se clasifican en tres tipos:

 a) trance patológico;
 b) trance espontáneo;
  c) trance provocado.                                                                           

    En el trance patológico, el factor mórbido actúa como desencadenante. Traumatismos, particularmente craneoencefálicos, estado de coma, delirio febril, período pre-agónico son algunas condiciones (situaciones) en que, suprimidas o modificadas las relaciones normales con el mundo exterior, surge eventualmente el trance .

    El caso más elemental ocurre en el llamado crepuscular de los epilépticos e histéricos. El individuo tiene la crisis convulsiva y después queda largo tiempo como embobado o desligado, hablando cosas sin nexo, sin noción de espacio y tiempo. 

  El trance espontáneo, o aparentemente espontáneo, ocurre en individuos hereditariamente predispuestos, que no se distinguen del común de los hombres sino por esa particularidad - son médiums, sujetos dotados, sujetos metapsíquicos, sensitivos, metagnomos. 
     También los casos de los sonámbulos que se levantan por la noche, andan, hablan, conocen a las personas y, cuando despiertan, no se acuerdan de nada de lo que hicieron. 

Las principales formas del trance provocado son: el hipnótico, el mediúmnico, el anímico y el químico.

a) El trance hipnótico es una variante del proceso del sueño. Es un sueño experimental, provocado, conducido, que camina y se profundiza dentro de los mismos procesos del sueño normal.
     La inhibición o bloqueo de la actividad cerebral, en el hipnotismo, lleva a la persona a dormir. En el hipnotismo, usándose, por ejemplo, estímulos luminosos repetidos, los cuales cansan la zona cerebral de la visión, se produce un área de inhibición de la actividad consciente de la persona que está siendo hipnotizada y, entonces, ella entra en trance. 
     Todo esto dentro de la actividad que existe en todos los hechos de la Naturaleza, porque aunque la técnica del sueño sea la más corriente, existe el hipnotismo vigilante, en que el "sujeto" obedece a las sugerencias, plenamente despierto - el hipnotizador no pronuncia la palabra sueño o equivalente, al llevarlo a la hipnosis. 
     En la hipnosis, el hipnotizador usa la sugestión magnética, con el auxilio de objetos (péndulo, diapasón, focos luminosos, etc.). 
     La sugestión consiste, finalmente, en inocular en la subconsciencia de otro una representación, un sentimiento, un impulso, que le escapa al cribo racional y se cumple automáticamente, desde que no se choca con sus principios morales. Si el individuo se sugestiona a sí mismo, se trata de auto-sugestión; si otro le sugiere algo, se dirá hetero-sugestión. 
       El fenómeno hipnótico es conocido desde la Antigüedad. El Egipto faraónico, a través de sus sacerdotes, que investigaban los más variados fenómenos psíquicos con los recursos de que disponían, dedicó diversos templos al sueño, en los cuales se realizaban las experiencias hipológicas de expresivos resultados. Los taumaturgos caldeos lo practicaban con finalidades terapéuticas (...).

     Se debe, no obstante, a Federico Antonio Mesmer el gran impulso que lo trajo a los tiempos modernos. Merece ser considerado que Paracelso, autor del concepto y teoría del fluido, anteriormente ya se interesaba por las experiencias magnéticas, que serían posteriormente desdobladas por Mesmer. Mesmer consideraba el fluido como siendo el medio de una influencia mutua entre los cuerpos celestes, la Tierra y los astros, afirmando que ese fluido se encuentra en todas partes y llena todos los espacios vacíos, poseyendo la propiedad de recibir, propagar -y comunicar todas las impresiones del movimiento. 

     El cirujano inglés James Braid fue quien introdujo la palabra hipnotismo, en sustitución a magnetismo.

b) El trance mediúmnico, provocado por un Espíritu, ofrece gradaciones, relacionadas al género de mediumnidad (en la sonambúlica y en la materialización, por ejemplo, el trance es más profundo), o por ocurrencia de la acción espiritual, es decir, hay Espíritus cuya manifestación induce a trances más profundos o, al contrario, más superficiales.

   En la categoría de médiums escribientes, por ejemplo, hay médiums mecánicos. Lo que caracteriza ese fenómeno es que el médium no tiene la menor conciencia de lo que escribe.

   Están los médiums intuitivos - en esa situación, el médium tiene conciencia de lo que escribe, aunque no exprese su propio pensamiento. (2) Y existe, también, el médium semi-mecánico - que participa de ambos géneros. Siente que le es dado un impulso a su mano, en su contra, pero al mismo tiempo, tiene conciencia de lo que escribe a medida que las palabras se forman. En el primero el pensamiento viene después del hecho de la escritura; en el segundo, lo precede; en el tercero, lo acompaña. (3)

   En el médium mecánico, el trance es más profundo: en el intuitivo, más superficial.

c) El trance anímico, o sonambúlico, es provocado por la propia persona al desligarse parcialmente del cuerpo físico. Este tipo de trance favorece la manifestación de los fenómenos de emancipación del alma, tales como: bicorporiedad, doble vista, éxtasis, catalepsia, letargia, sonambulismo, transfiguración, etc.

d) El trance químico es el producido por la acción de sustancias químicas.

    Desde la Antigüedad se recurrió al uso de ciertas drogas, durante los rituales religiosos. En Brasil, el alcohol es usado, asociado al trance, en algunos cultos africanistas. Los mexicanos usaban el cactus sagrado, el mescal. Los indianos consumían el soma.

      Está también el trance provocado por narcóticos, psicotrópicos, excitantes, que llevan a la persona a estados de trance, conforme la dosis y el tipo de sustancia utilizada.

( Síntesis de  ESME de la F.E.B.)


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