Cada
Espíritu humano somos Energía Divina que se ha ido forjando e individualizando, tal
vez durante miles de experiencias en la materia por la que ha
pasado a través de los los distintos reinos de la Naturaleza,
estando sumidos en un largo proceso de desarrollo contínuo,
evolucionando y aprendiendo desde tiempo inmemorial a través de las
edades, pasando por tantas y tantas
experiencias como ofrecen tantas experiencias en los diversos
mundos físicos, alternadas con otros tantos periodos de existencia y
permanencia en planos espirituales, en donde nuestro Espíritu con
la ayuda de otros que le fueron superiores, nunca dejó de aprender
y comprender lo que iba necesitando conquistar para perfeccionarse y
aproximarse cada vez más, de grado en grado, a su Fuente de Origen
o Meta Divina.
Por
lo tanto todos somos espíritus , unos encarnados y otros
desencarnados, que existimos por Voluntad del Ser Supremo que nos
creó de Sí mismo, siendo desde nuestro comienzo Seres
Espirituales . Podríamos ser comparados con una semilla : En
nuestra Esencia está el germen que contiene todos Sus atributos,
pero en estado latente, con la misión que tenemos de
desarrollarlos mediante nuestro esfuerzo y voluntad, para perfeccionándonos
gradualmente y así aproximarnos a nuestro Origen, a lo largo de
cuantas vidas precisemos para ello.
Venimos
a partir de la Esencia Divina que impregna la Creación de la
materia. El desarrollo de nuestro Ser aun antes de que existiese como
tal, comenzó a formarse gradualmente, a partir de las experiencias
que fue acumulando durante su paso por los tres reinos de la
Naturaleza por este orden: Reino Mineral, Reino Vegetal, Reino Animal
ya como almas grupales en diferentes grados evolutivos, según
especies, y por fin entramos en el Reino Hominal como Espíritus
sencillos e ignorantes, pero con un potencial infinito de Perfección
por desarrollar.
Cuando
el alma animal que un día fuimos pasando por diversas especies del
mundo animal ya estuvo lo suficientemente evolucionada en cuanto a
instintos e inteligencia, esta fue sometida en el Plano Espiritual a
un especial proceso de unión con la Energía Pura de nuestra Fuente
Creadora , y a continuación comenzó a desarrollar la conciencia de
su Yo en una nueva etapa de su evolución en la experiencia humana.
Esa“Chispa
Divina” o Espíritu creado de la Esencia
misma de Dios, constituye un Ser individual a semejanza del mismo,
con todos sus atributos en estado latente. Con esa unión
adquirimos el rango de Alma humana y de Hijos de Dios , y a partir
de ahí comenzó nuestro largo periplo evolutivo como Seres
espirituales y humanos, atravesando tantas vidas como nos han sido y
aún serán necesarias para alcanzar etapas superiores de nuestra
evolución espiritual.
Por
tanto, en cuanto nuestra parte humana física, ciertamente procedemos
de una especie animal evolucionada , seleccionada y acondicionada
para albergar el Espíritu humano desde su comienzo evolutivo, siendo
este espíritu con su cuerpo espiritual el que en el transcurso de la
evolución le ha ido configurando el aspecto humano actual que
tenemos cada persona. Pero lo que de verdad y en realidad somos
todos los Seres humanos, - Espíritus inmortales- , que como antes
dije, nos creó el Padre Eterno que lo ha hecho mediante el
mecanismo de la evolución a través de las edades en pos de un
retorno a la Divina Perfección.
- José Luis Martín -
“Persevera
pacientemente en tus estudios, no con el fin de que los hombres te
consideren sabio, y ni aún por la felicidad de ser sabio, sino
porque tan solo el hombre que sabe puede ayudar sabiamente”.
- Krishnamurti-
DELANTE DE LOS PIONEROS
Recuerda los sacrificios de los pioneros del progreso que te precedieron en la jornada humana, para que avances en la Tierra sin la ceguera de la ingratitud.
Recuerda las manos anónimas que te irguieron el hogar, los brazos que te embalaron la cuna y las voces amigas que te enseñaron a mover los labios en el idioma del entendimiento.
No olvides aquellos que lloraron y sufrieron, labrando el suelo en el que ingeriste la primera bendición del pan y no te olvides de cuantos se vieron mutilados en el trabajo para que el confort y la higiene te sustentasen el cuerpo.
No relegues a la indiferencia a los que se vieron en suplicio para que tuvieses el orden legal, garantizándote la seguridad, y los que murieron en las cárceles, muchas veces, calumniados y traicionados, para que la libertad te bendiga la existencia.
Consagra en la memoria un altar de reverencia para con aquellos que te donaran los tesoros de la educación, a fin de que el aprendizaje en la Tierra se te haga camino hacia la Espiritualidad Superior.
Usufructuario del campo en el que fuiste acogido por la bondad y la esperanza de los que te vieron nacer, recogiste de ellos la experiencia que el sufrimiento les otorgó, reclamándote también sudor y buena voluntad en el mundo, para que la vida en el mundo se haga mejor.
No te pierdas en los laberintos de la indagación sin provecho, preguntando si la crueldad es hoy mayor que la de ayer en el camino de las criaturas.
Cede a la Tierra lo mejor de ti, en el servicio desinteresado y constante para que el bien prevalezca, iniciando en la propia alma la obra redentora del amor que todo lo abarca, y, volviendo mañana a la gran escuela de la experiencia humana, la encontrarás más nobles y más bella, convertida, con la parcela de tu esfuerzo, en antecámara para la Vida en los Cielos.
Nacer y Renacer
Médium. FRANCISCO CÂNDIDO XAVIER.
Espiritu. EMMANUEL.
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"La fe en Dios, el respeto al prójimo y el ejercicio del amor, transforma al hombre" (Anónimo)
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