lunes, 15 de julio de 2024

Muerte y vida más allá del sepulcro

 INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- Caracteres de la Doctrina espírita

2.- Milagros

3.- Pensamiento de Kardec sobre el Espiritismo ( 11º )

4.- Muerte y vida más allá del sepulcro


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CARACTERES DE LA DOCTRINA ESPÍRITA

30.- El Espiritismo, teniendo su punto de partida en las mismas palabras de Cristo, como Cristo partió de las de Moisés, es una consecuencia directa de la Doctrina Cristiana. A la vaga idea de la vida futura, agrega la revelación de la existencia del mundo invisible que nos rodea y que puebla el espacio, con lo que contribuye a fortalecer la fe, dándole un cuerpo, una consistencia y una realidad en nuestros pensamientos. Define los lazos que unen el cuerpo con el alma y levanta el velo que ocultaba a los hombres los misterios del nacimiento y de la muerte. 

Gracias al Espiritismo el hombre conoce de donde viene, a dónde va, por qué está sobre la Tierra, por qué sufre en esta vida temporalmente y comprende que la justicia de Dios todo lo penetra. Sabe que el alma progresa sin cesar, al pasar de una a otra existencia, hasta el instante que logra el grado de perfección necesario para acercarse a Dios. 

Sabe que todas las almas tienen un mismo origen, que son creadas iguales y con idénticas aptitudes para progresar en virtud de su libre albedrío, Que todas son de la misma esencia y que entre ellas la única diferencia es la del progreso alcanzado. Todas tienen el mismo destino y lograrán igual meta, en mayor o menor lapso, según el trabajo y la buena voluntad que pongan en la tarea. 

Sabe que no hay criaturas desheredadas o menos dotadas que otras. Que Dios no crea seres privilegiados exentos del trabajo que les es impuesto para progresar. Que no hay seres destinados perpetuamente al mal y al sufrimiento; que los designados como demonios son espíritus atrasados e imperfectos que en estado de espíritus hacen mal, como lo hacían cuando eran hombres, pero que adelantarán y mejorarán. Que los ángeles o Espíritus puros no son seres privilegiados de la Creación, sino Espíritus que han alcanzado su meta después de haber recorrido el camino del progreso. 

Que no hay creaciones múltiples ni categorías diferentes entre los seres inteligentes, sino que toda creación surge de la Ley de Unidad que gobierna el Universo y que todos los seres gravitan hacia una meta común: la Perfección, sin que unos sean favorecidos a expensas de los demás, pues todos son hijos de sus obras.

  31. Por las comunicaciones que el hombre puede establecer con los seres que han abandonado la Tierra, el hombre tiene no solamente la prueba material de la existencia e individualidad del alma, sino que comprende la solidaridad que une a los vivos con los muertos de este planeta y a los seres de este mundo con los habitantes de otros globos. Conoce la situación de los desencarnados en el mundo espiritual. Los sigue en sus migraciones y es testigo de sus alegrías y penas, y sabe por qué son felices o desgraciados, y sabe la suerte que les espera según hayan hecho el bien o el mal. Esos contactos lo inician en la vida futura, puede observarla en todas sus fases y peripecias; el futuro ya no es una vaga esperanza, sino un hecho positivo, una certeza matemática. La muerte ya no tiene nada de terrorífico, es una liberación, la puerta que conduce a la verdadera vida.

- Allan Kardec-( Libro Caracteres de la Doctrina espírita)


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                                                      MILAGROS

Una de las características de los milagros propiamente dichos es el hecho de que son inexplicables, y que se realizan, por eso mismo, con exclusión de las leyes naturales.- Tan firme es esa idea que se le asocia, que si un hecho milagroso llega a tener una explicación,   se dice que ya no constituye un milagro, por más sorprendente que sea. Para la Iglesia, lo que confiere valor a los milagros es justamente su origen sobrenatural, así como la imposibilidad de que sean explicados; y se afirmó de tal modo sobre ese concepto, que toda asimilación de los milagros a los fenómenos de la naturaleza constituye, para ella, una herejía, un atentado contra la fe; a tal punto que ha excomulgado e incluso quemado a muchas personas porque no quisieron creer en ciertos milagros.

Otra característica del milagro es el hecho de que sea insólito, aislado, excepcional. Tan pronto como un fenómeno se reproduce, ya sea espontáneamente o por un acto de la voluntad, significa que está sujeto a una ley, sea esta conocida o no, de modo que ya no puede ser un milagro.

2. Desde el punto de vista de los ignorantes, la ciencia realiza milagros a diario. Si un hombre realmente muerto fuese devuelto a la vida mediante una intervención divina, habría un verdadero milagro, porque ese es un hecho contrario a las leyes de la naturaleza.

Pero si en ese hombre hubiera apenas la apariencia de la muerte, si le quedara algo de vitalidad latente, y la ciencia o una acción magnética consiguiera reanimarlo, para las personas ilustradas se habría producido un fenómeno natural, aunque para el vulgo ignorante   el hecho pasara por milagroso. Si un físico lanzase en medio de un descampado una cometa eléctrica e hiciera que cayese un rayo sobre un árbol, seguramente ese nuevo Prometeo sería considerado como provisto de un poder diabólico.. En cambio, si Josué hubiese detenido el movimiento del Sol, o aun el de la Tierra, ahí sí tendríamos un verdadero milagro, porque no existe ningún magnetizador dotado de suficiente poder como para que produzca semejante prodigio.

LA GÉNESIS SEGÚN EL ESPIRITISMO
ALLAN KARDEC

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PENSAMIENTO DE  KARDEC SOBRE  EL ESPIRITISMO

(11º Apunte)

REVISTA ESPÍRITA – DICIEMBRE  1868.

Discurso de Apertura por el Sr. A. Kardec - ¿El Espiritismo es una religión?

El lazo establecido por la religión, sea cual fuere  su objetivo, es, pues, un lazo esencialmente moral, que liga los corazones, que identifica los pensamientos, las aspiraciones, y no solamente el hecho de compromisos materiales que se rompen a voluntad, o e la realización de fórmulas que hablan más a los ojos que al espíritu. El efecto de ese lazo moral es el de establecer entre los que une, como consecuencia de la comunidad de puntos de vista y de sentimientos, la fraternidad, la solidaridad, la indulgencia y la benevolencia mutuas. Es en ese sentido que también se dice: “ la religión de la amistad”, “la religión de la familia “.

Si es así, preguntarán entonces ¿el Espiritismo es una religión? Ahora, si, sin duda, señores. En el sentido filosófico el Espiritismo es una religión, y nos glorificamos por ello, porque es la doctrina que establece  los enlaces de la fraternidad y de la comunión de pensamientos, no bajo un simple convencimientos, sino bajo bases más sólidas: las mismas leyes de la Naturaleza.

¿ Por qué, entonces, declaramos que el Espiritismo no es una religión?. Porque no hay una palabra para  expresar dos ideas diferentes, y que, en la opinión general, la palabra religión es inseparable de la de culto; despierta exclusivamente una idea de forma que el Espiritismo no tiene. Si el Espiritismo se dijese una religión, el público no vería ahí sino una nueva edición, una variante si se quiere, de principios absolutos en materia de fe; una casta sacerdotal con sus cortejos de jerarquías, de ceremonias y de privilegios; no  se apartaría de la idea del misticismo y de los abusos contra los que tantas veces se levantó la opinión pública.

No teniendo el Espiritismo ninguno de los caracteres de una religión, en la acepción usual del  vocablo, no podía ni debía adornarse con un título bajo cuyo valor inevitablemente se habría equivocado. Es por eso  por lo que simplemente se dice : doctrina filosófica y moral.

Las reuniones espíritas pueden, pues, ser hechas religiosamente, esto es, con recogimiento y respeto que comporta la naturaleza grave de los asuntos de que se ocupa. Incluso puede ser posible, en ocasiones, al hacer plegarias que, en vez de ser dichas particularmente, son dichas en común, sin que por eso las tomen por una asamblea religiosa. No se piense que esto es un juego de palabras; el matiz es perfectamente claro y la aparente confusión es debida a la falta de un vocabulario para cada idea.

( Continuará)

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  MUERTE Y VIDA MÁS ALLÁ DEL SEPULCRO

  Todas las religiones y todas las filosofías han intentado explicar la muerte; bien pocas le han conservado su verdadero carácter.

  El Cristianismo divinizó a sus santos que  la enfrentaron noblemente;  sus poetas la cantaron como una liberación. Entretanto los santos del Catolicismo solo vieron en ella las exenciones de la servidumbre de la carne, el rescate del pecado, y por eso mismo, los ritos funerarios de la liturgia católica causan una especie de terror bajo esa perorata, además tan natural, de la existencia terrestre. 

  La muerte es simplemente un segundo nacimiento: dejamos el mundo por la misma razón por la que en él entramos, según dispone la misma ley.

Más allá del momento antes de la muerte, se ejecuta un trabajo silencioso.  La desmaterialización está comenzada. Se  puede verificar por ciertas señales; cuantos rodean al moribundo, si no estuviesen distraídos por los hechos exteriores. La enfermedad tiene aquí un papel considerable. Ella termina en algunos meses, en algunas semanas o apenas en algunos días, lo que el lento trabajo de la edad haya preparado: es la obra de la "disolución" de la que habla el Apóstol Pablo. Esa palabra, disolución, es muy significativa: indica nítidamente que el organismo se va disgregando y que el periespíritu se "desliga" del resto de la carne en la que estaba envuelto.

Nadie muere solo, de la misma forma que nadie nace solo. Los invisibles que lo conocieron, que lo amaron, que lo asistieron aquí, en nuestro orbe, vienen a ayudar al moribundo a desembarazarse de las últimas cadenas del cautiverio terrestre.

La desmaterialización está completa; el periespíritu se desprende de la envoltura carnal que vive aún algunas horas; tal vez de una vida puramente vegetativa. Así, los estadios sucesivos de la personalidad humana se desarrollan en orden inverso a la que presidió el nacimiento.

Las Almas, por instinto infalible, van a la esfera proporcionada a su grado de evolución, a su facultad de iluminación, a su aptitud actual para perfeccionarse.

Las afinidades fluídicas la conducen dulcemente, como una fuerte brisa que empuja un barco, hacia otras Almas similares, con las cuales se va a unir en una especie de amistad, de parentesco magnético, y así, la vida, una vida verdaderamente social, pero en grado superior, se  constituye, como en otro tiempo la Tierra, porque el Alma humana no podría renunciar a su naturaleza. La estructura íntima, su facultad de irradiación, le impone la sociedad que merece.

Las altas misiones del Alma jamás cesan. Los Espíritus sublimes, que han instruido y mejorado a sus semejantes en la Tierra, continúan en un mundo superior, en un marco más vasto, su apostolado de luz y su redención de amor.

Conforme dijimos al inicio de este escrito, es así como la Historia recomienza eternamente y se torna cada vez más universal. La ley circulatoria que preside el eterno progreso  los mundos, se desarrolla sin cesar en esferas y mundos cada vez más engrandecidos; todo recomienza en lo Alto, en virtud de la misma ley que hace que todo se desarrolle en el plano inferior. Todo el secreto del Universo ahí está.

(Libro: El Gran Enigma)
Autor: León Denis

( Traducido por José Luis Martín)

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