INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.-Buscando respuestas
2.- Hijos adoptivos, en una visión espírita
3.- La vibración energética del Espíritu
4.- Una opinión espírita de la incineración.
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Hay quienes las creencias y enseñanzas religiosas no satisfacen su ansia de conocer la verdad de la vida, de saber cual es el objeto de la vida, de dónde vienen y hacia dónde van. Otros hay que, habiendo perdido la fe, han caído en un escepticismo que amarga sus vidas ante el torbellino en que se mueve la humanidad. En algunos de nosotros hay una gran inquietud espiritual, que nos hace ir de un lado a otro buscando respuesta a muchas preguntas y dudas. Pero, los más, han caído en la descreencia religiosa y con ello en un materialismo embrutecedor que les está llevando a la frustración; y entre los cuales hay quienes no están conformes, que sienten en sí el ansia de algo que no identifican bien; que ansían conocer dónde está la Verdad de la Vida, y andan buscando. Y en esa búsqueda, vosotros habéis llegado hasta aquí.
Muchos de los que aquí estamos, hemos buscado en diferentes fuentes ese algo reconfortante que nuestro espíritu ansía; pero, no hemos experimentado satisfacción, no hemos aquietado esa ansia que nos apremia, no hemos mitigado nuestra sed de saber; porque, a medida que observamos, que analizamos; a medida que inquirimos el por qué de muchas cosas, topamos con el muro de los dogmas y los credos que no nos dejan avanzar en nuestra búsqueda de la Verdad. Y al igual que nosotros, otros hay que no encuentran satisfacción tampoco en el grupo religioso al cual pertenecen por herencia familiar, y buscan una verdad que resista el análisis, y la cual no logran encontrar.
Los aquí presentes, no hemos llegado aquí por casualidad, sino que estamos respondiendo a la llamada de nuestro espíritu, el Ego superior, nuestra realidad espiritual, que trata de realizar el programa, el compromiso que hizo en el plano extrafísico antes de encarnar. Porque todos, todos, venimos a la vida con un propósito, con un programa a desarrollar, cuyo objeto es el progreso del Espíritu.
Hoy tenéis ante vosotros dos caminos a elegir: el uno, que nos enseñará cómo liberarnos de las desdichas, de la vida o vidas amargas, que es el camino del conocimiento de las leyes de la Vida; el otro, el de la ignorancia, que nos conducirá a esos estados de frustración y desdicha futura. Hemos dicho que nos enseñará; más, nosotros seremos quienes habremos de realizarlo, porque esa es la ley.
El progreso es ley divina, que nadie puede detener definitivamente. Podemos estancarnos, podremos desviarnos durante un tiempo, pero la Ley nos vuelve al camino del progreso. Y nos vuelve: ya creando en nosotros esa ansia, esos anhelos de superación y progreso; ya proporcionándonos Si a esa ansia no respondemos, si no escuchamos a esos anhelos de superación, llegaremos a cerrar los oídos de nuestro espíritu.
Os invitamos a que os determinéis firmemente a penetrar en el campo del conocimiento espiritual, en el cual podréis ir adquiriendo conceptos de verdad que contribuirán grandemente a vuestro progreso espiritual y felicidad futura. No os ofrecemos un cielo gratuito, porque nadie puede darlo; pero, os ofrecemos enseñaros cómo poder alcanzarlo.
Vivimos en una época intelectual y científica, en la cual ya todos tenemos acceso a las fuentes del conocimiento, que en la antigüedad estaba reservado a un muy limitado número de personas. Aprovechemos estas facilidades que la Divina Providencia nos depara para nuestro progreso; porque, nuestro planeta tierra, la humanidad, se encuentra actualmente en el final de los tiempos marcados por la Ley, para comenzar una nueva etapa de evolución, una nueva era planetaria, en la cual tendrán cabida en este planeta, tan sólo aquellos que hayan conquistado los méritos para ello.
Es nuestro propósito cooperar en la autorrealización de quienes tengan ansias de progreso, de quienes ansíen liberarse de la cadena de la ignorancia que nos ata a la rueda de las reencarnaciones penosas en mundos atrasados de sufrimientos. Y es objeto de estos temas canalizar los conocimientos que habrán de orientar hacia el camino de La Verdad, a quienes ansíen buscarla; y a los que no encuentran respuesta a sus dudas e inquietudes, y hayan perdido la fe en la Grandiosidad Divina.
- Sebastián de Arauco.-
HIJOS ADOPTIVOS, EN UNA VISIÓN
ESPÍRITA
¿TODOS SOMOS HIJOS ADOPTIVOS?
Desde una visión espírita, todos somos adoptados. Porque el único Padre legítimo es Dios.
Los padres de la Tierra NO SON nuestros padres porque en cada encarnación, cambiamos de padres consanguíneos, pero en todas ellas Dios es siempre el mismo Padre de todos los seres, el único y auténtico.
Pero, para entender mejor la existencia de esta experiencia en la vida de muchos padres, es necesario analizarlo bajo la óptica espírita a la luz de la reencarnación. La formación de un hogar es una planificación que se hace en el mundo espiritual antes de regresar a este mundo. Sabemos que nada ocurre por casualidad . Así como los hijos biológicos, nuestros hijos adoptivos también son compañeros de viaje en vidas pasadas. Y nuestra vida de hoy es resultado de lo que nos elevamos para nosotros mismos, en el pasado.
A los padres cabe el trabajo de orientar a estos hijos y conducirlos al camino del bien, independientemente de que sean hijos consanguíneos o no. La responsabilidad como padres es la misma. Recibiendo ellos en el hogar la bendita experiencia de la adopción, Dios señala a los cónyuges, estar confiando en su capacidad de amar y enseñar, perdonar y auxiliar a los compañeros que retornan para que hoy valoren el desvelo y atención que ayer no supieron tener. Traen en el corazón desequilibrios de otros tiempos o el arrepentimiento doloroso para la solución, de los cuales piden al reencarnar, la ayuda de aquellos que los acogen, no como hijos del cuerpo, pero sí como hijos del corazón. Allan Kardec elucida:”No son los de consanguinidad los verdaderos lazos de familia sino los de la simpatía y comunión de ideas”.
Hemos
aprendido de los espíritus superiores que todo vibra en el Universo. De
hecho, algunos estudios científicos nos han demostrado esta realidad.
El Espíritu, desde el inicio de su proceso evolutivo, cuando está ligado al átomo, ya presenta esta fuerza magnética proveniente de la ley de atracción. Recordemos el concepto constante en El Libro de los Espíritus: Desde el átomo hasta el arcángel , todo está ligado en la naturaleza.
A
medida que la psique evoluciona, transitando en los reinos inferiores de la
creación (mineral, vegetal y animal), esta energía que posee, que se origina en
ella y la rodea, se vuelve más compleja.
Más específicamente en el ámbito humano, el de la razón (nuestra etapa actual), es que esta vibración energética (algunos la llaman aura) alcanza niveles más intensos y funciones más precisas.
Esta vibración revela nuestra condición evolutiva, nuestro estado íntimo. El equilibrio o el desajuste, la paz o la violencia, la calma o la irritación y otros sentimientos se expresan a través de las ondas energéticas mentales que emite cada ser.
Cabe
señalar que esta psicoesfera individual genera numerosas situaciones que son
incomprendidas por algunos en las relaciones sociales. Cuántas personas,
por traer el olor psíquico de la antipatía, la animosidad, la beligerancia, son
excluidas de los grupos sociales, de los círculos de amistad que se forman en
una clase escolar o en un ambiente profesional. Estas personas pasan a ser
evitadas sin que los demás tengan una explicación puntual o racional para este
hecho.
Por
otro lado, cuántos no despiertan la simpatía de muchos ni en el primer
contacto. Son espíritus que traen la estela vibratoria de amistad,
comprensión y ternura, que acaba generando aceptación con los demás, que
inconscientemente se sienten bien en su presencia.
Evidentemente,
el tema de las antipatías o simpatías en el primer contacto también tienen
otras causas, como pueden ser temas de reencarnación (amistades o enemistades
de otras vidas) o divergencias y afinidades de ideas.
Además,
cabe señalar que el campo vibratorio del Espíritu tiene una intensa acción en
el momento de la reencarnación, ya que el futuro cuerpo que se formará durante
el embarazo sufrirá la acción de este magnetismo del ser espiritual.
Por
eso, tenemos el cuerpo más apropiado para nuestra evolución.
Antes de la fecundación, el Espíritu reencarnante ya se encuentra en el ámbito familiar y, consciente o inconscientemente, su vibración magnética, que refleja sus deudas y aciertos, activará los gametos que tengan el bagaje genético más acorde con su estado evolutivo y con su necesidad de expiación. . o prueba.
El espermatozoide vencedor sólo logró este logro porque recibió la insuflación psíquica del Espíritu reencarnante.
Así,
según la frecuencia con que vibre el alma, el cuerpo presentará salud o
enfermedades, plenitud de facultades orgánicas o limitaciones.
Una
mente trastornada por los remordimientos, por los complejos de culpa, generará
ciertas deficiencias o debilidades en el cuerpo, mientras que las mentes
marcadas por la alegría, por la conciencia limpia, interferirán positivamente
en la formación del cuerpo y en su desarrollo durante la vida física.
Por
lo tanto, los llamados defectos congénitos nunca serán producto del azar o la
casualidad (mutaciones genéticas), sino que se derivarán de la acción
energética del alma, que, a través del periespíritu (modelo organizador
biológico), dará forma al cuerpo que merecemos y más apropiado para nuestra
evolución. .
Cabe
señalar que en el campo de las muertes violentas o de la incidencia del crimen
también encontraremos explicaciones en las emisiones energéticas del alma, que
revelan las deudas morales que estas traen a la reencarnación actual, lo que
demuestra la justicia divina, pues fue Jesús que nos enseñó que cada uno
recibiría según sus obras.
En
este sentido, cuántas almas no traen el olor psíquico de la sensualidad,
resultado de acciones desalineadas en el área de la libido (de esta u otras
vidas), y terminan sufriendo acoso o agresión sexual. Son las experiencias
difamadas del pasado, reapareciendo en el ahora con sus drásticas consecuencias
(expiación).
En mi ámbito profesional, escuché de muchos delincuentes que tenían en mente robar a determinada persona o residencia, pero en el camino terminaron desistiendo de la idea inicial e identificándose con otras víctimas. Algunos incluso dicen que estaban frente a la casa que iban a robar o cerca de las víctimas, pero “sintieron algo raro” y desistieron o buscaron a otras víctimas.
Este “sentir algo extraño” representa que la víctima emitía un olor enérgico que no contenía la necesidad de vivir una situación de esta naturaleza, y cuando los delincuentes afirman que se sintieron atraídos por otras víctimas, significa que estas trajeron el rastro psíquico que denunciaba. la deuda moral de antaño.
Es
obvio que los delincuentes se vinculan inconscientemente con las víctimas.
Como
escribimos en un artículo anterior (Muertes Violentas y Planificación de la
Reencarnación), las víctimas traen compromisos expiatorios, que pueden ser
paliados o diluidos por el bien que se hace en esta existencia (el amor cubre
multitud de pecados), pero el malhechor no hace un plan previo en la
espiritualidad de matar, robar o agredir a determinada persona; esto
resultará del mal uso de su libre albedrío, ya que traerá tendencias morales a
este tipo de acción, las cuales podrán ser superadas, contenidas, de modo que
existirá la posibilidad de dejar de actuar en el mal.
También
se debe enfatizar que muchas personas son víctimas de delitos no por
reencarnación, sino por imprudencia o negligencia. Por ejemplo, el
individuo va a un lugar conocido por ser peligroso, donde ocurren muchos robos,
y deja la llave del carro en el contacto porque va a entrar rápidamente a una
farmacia y le roban el vehículo, o está mostrando una gran cantidad de dinero y
sufre una agresión que no resultó en riesgo para su vida.
¿Cuántos
quieren saber a qué tipo de regiones espirituales irán después de la muerte del
cuerpo? ¿Será un lugar de alegría o de sufrimiento? Naturalmente será
nuestra vibración energética la que responda a esta pregunta. Si tenemos
una frecuencia más alta, una vibración más espiritual, surgida del bien que
experimentamos, ciertamente nos vincularemos a colonias espirituales más
felices. En cambio, si nuestro olor psíquico revela desviaciones morales,
por lo tanto de baja frecuencia, seremos atraídos hacia regiones espirituales
más infelices.
Así comenzamos a entender cómo funciona el tema vibratorio del alma en las más variadas situaciones de la vida, dejándonos con el reto y compromiso de educar nuestros sentimientos, o como dice el Espíritu Camilo: Educad vuestras energías, a través de disciplinas espontáneas y necesarias. , para conquistar la paz y la alegría, la salud y la armonía para tu mañana, que comienza desde hoy.
- Renata Mendes-
Nota de la autora: Libros que indicamos sobre el artículo en cuestión: “Educación y Experiencias” (lección 18) y “En los Pasos da la Vida Terrestre” (lección 4), ambos del hermano espírita José Raúl Teixeira.
Estudio realizado en el grupo Âncora de Luz. con Alessandro Viana Vieira de Paula.
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UNA OPINIÓN ESPÍRITA DE LA INCINERACIÓN
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