(COMUNICADO ESPIRIRITUAL)
El Dr. Xavier
Un médico de gran talento, al que designaremos con el nombre de Xavier, fallecido hace algunos meses y que se había ocupado mucho con el magnetismo, había dejado un manuscrito destinado – pensaba él – a provocar una revolución en la Ciencia. Antes de morir hubo leído El Libro de los Espíritus y había deseado entrar en relación con el autor. La enfermedad a la que sucumbió no le dio el tiempo para ello. Su evocación ha tenido lugar a pedido de su familia, y las respuestas que encierra – eminentemente instructivas – nos ha llevado a incluirlas en nuestra Compilación, suprimiendo todo lo que era de interés privado.
1. ¿Recordáis el manuscrito que habéis dejado?
– Resp. Le doy poca importancia.
2. ¿Cuál es vuestra opinión actual acerca de ese manuscrito?
– Resp. Obra vana de un ser que no se conocía a sí mismo.
3. ¿Pensabais, sin embargo, que esta obra podría provocar una revolución en la Ciencia?
– Resp. Ahora veo demasiado claro.
4. Como Espíritu, ¿podríais corregir y acabar este manuscrito?
– Resp. He partido de un punto que conocía mal; quizá sería necesario rehacerlo todo.
5. ¿Sois feliz o desdichado?
– Resp. Espero y sufro.
6. ¿Qué esperáis?
– Resp. Nuevas pruebas.
7. ¿Cuál es la causa de vuestros sufrimientos?
– Resp. El mal que he hecho.
8. Sin embargo, ¿habéis hecho el mal con intención?
– Resp. ¿Conoces bien el corazón del hombre?
9. ¿Estáis errante o encarnado?
– Resp. Errante.
10. Cuando estabais encarnado, ¿cuál era vuestra opinión sobre la Divinidad?
– Resp. No creía en ella.
11. ¿Y ahora?
– Resp. Creo demasiado.
12. Teníais el deseo de poneros en contacto conmigo; ¿lo recordáis?
– Resp. Sí.
13. ¿Me veis y me reconocéis como la persona con la que queríais entrar en relación?
– Resp. Sí.
14. ¿Qué impresión os había causado El Libro de los Espíritus?
– Resp. Me había aturdido.
15. ¿Qué pensáis del mismo ahora?
– Resp. Es una gran obra.
16. ¿Qué pensáis acerca del porvenir de la Doctrina Espírita?
– Resp. Es grande, pero ciertos discípulos lo perjudican.
17. ¿Quiénes son los que lo perjudican?
– Resp. Aquellos que atacan que existe: las religiones, las primeras y las más simples creencias de los hombres.
18. Como médico, y en razón de los estudios que habéis hecho, sin duda podréis responder a las siguientes preguntas: ¿puede el cuerpo conservar algunos instantes la vida orgánica después de la separación del alma?
– Resp. Sí.
19. ¿Cuánto tiempo?
– Resp. No tiene un tiempo.
20. Os pido para ser más preciso en vuestra respuesta.
– Resp. Esto no dura más que algunos instantes.
21. ¿Cómo se opera la separación entre el alma y el cuerpo?
– Resp. Como un fluido que se escapa de cualquier recipiente.
22. ¿Hay una línea de demarcación realmente establecida entre la vida y la muerte?
– Resp. Ambos estados se tocan y se confunden; de esta manera, el Espíritu se desprende poco a poco de sus lazos; se desata y no los rompe.
23. ¿Este desprendimiento del alma se opera más rápidamente en unos que en otros?
– Resp. Sí: en aquellos que, cuando estaban encarnados, ya se hubieron elevado por encima de la materia, porque entonces su alma pertenece más al mundo de los Espíritus que al mundo terrestre.
24. ¿En qué momento se opera la unión entre el alma y el cuerpo en el niño?
– Resp. Cuando el niño respira; es como si recibiese el alma con el aire exterior.
Nota – Esta opinión es la consecuencia del dogma católico. En efecto, la Iglesia enseña que el alma solamente puede ser salvada a través del bautismo; ahora bien, como la muerte natural intrauterina es muy frecuente, ¿qué sucedería con esta alma que, según la Iglesia, ha sido privada de este único medio de salvación, si existía en el cuerpo antes del nacimiento? Para ser consecuente, sería preciso que el bautismo tuviera lugar, si no de hecho, por lo menos de intención, desde el instante de la concepción.
25. Entonces, ¿cómo explicáis la vida intrauterina?
– Resp. Como la de la planta que vegeta. El niño vive la vida animal.
26. ¿Hay crimen en privar a un niño de la vida antes de su nacimiento, ya que antes de esta época, no teniendo alma el niño, no es en cierta forma un ser humano?
– Resp. La madre o cualquier otro cometerá siempre un crimen al quitar la vida al niño antes de su nacimiento, porque impide al alma soportar las pruebas cuyo instrumento debía ser el cuerpo.
27. Sin embargo, ¿tendrá lugar la expiación que debía ser sufrida por el alma a la que se ha impedido encarnarse?
– Resp. Sí, pero Dios sabía que el alma no se uniría a ese cuerpo; de esta manera, ninguna alma debía unirse a esta envoltura corporal: era una prueba para la madre.
28. En el caso en que la vida de la madre corriese peligro con el nacimiento del niño, ¿hay crimen en sacrificar al niño para salvar a la madre?
– Resp. No; es preferible sacrificar el ser que no existe al ser que existe.
29. ¿La unión del alma y el cuerpo se opera instantáneamente o gradualmente, es decir, es preciso un tiempo apreciable para que esta unión sea completa?
– Resp. El Espíritu no entra bruscamente al cuerpo. Para medir ese tiempo, imaginaos que la primera inspiración que el niño realiza es el alma que entra al cuerpo: el tiempo en que el pecho se eleva y baja.
30. ¿La unión de un alma con tal o cual cuerpo está predestinada o la elección solamente se lleva a cabo en el momento del nacimiento?
– Resp. Dios la ha marcado; esta cuestión requiere un mayor desarrollo. Al elegir la prueba que quiere pasar, el Espíritu pide para encarnarse; sin embargo, Dios que sabe todo y ve todo, ha sabido y visto anticipadamente que tal alma se uniría a tal cuerpo. Cuando el Espíritu nace en las clases bajas de la sociedad, sabe que su vida no será más que trabajo y sufrimientos. El niño que va a nacer tiene una existencia que resulta, hasta un cierto punto, de la posición de sus padres.
31. ¿Por qué de padres buenos y virtuosos nacen hijos de una naturaleza perversa? Dicho de otro modo, ¿por qué las buenas cualidades de los padres no atraen siempre, por simpatía, un Espíritu bueno para animar a su hijo?
– Resp. Un Espíritu malo pide padres buenos, en la esperanza de que sus consejos lo guíen hacia una senda mejor.
32. ¿Pueden los padres, mediante sus pensamientos y oraciones, atraer al cuerpo del niño un Espíritu bueno en lugar de un Espíritu inferior?
– Resp. No; pero pueden mejorar al Espíritu reencarnado: éste es su deber; los hijos malos son una prueba para los padres.
33. Se concibe el amor materno para la conservación de la vida del niño; pero, ya que este amor está en la Naturaleza, ¿por qué existen madres que odian a sus hijos, y a menudo esto sucede desde el nacimiento?
– Resp. Son Espíritus malos que tratan de poner obstáculos al Espíritu reencarnante, para que éste sucumba frente a la prueba que ha solicitado.
34. Os agradecemos las explicaciones que habéis tenido a bien darnos.
– Resp. Haré todo para instruiros.
Nota – La teoría dada por este Espíritu con respecto al instante de la unión del alma y del cuerpo no es del todo exacta. La unión comienza desde la concepción; es decir que, desde ese momento, el Espíritu – sin estar encarnado – se une al cuerpo por un lazo fluídico que se va estrechando cada vez más hasta el nacimiento; la encarnación sólo se completa cuando el niño respira. (Ver El Libro de los Espíritus, N° 344 y siguientes.)
Allan Kardec
Extraído de la “Revista Espirita 1858″
NOTA del publicador de este Blog: Tengan en cuenta los lectores de que en esta transcripción del comunicado espiritual, hecho por Kardec, que las opiniones del Espíritu vertidas en él, no tienen más valor que cualquiera otra opinión de otro espíritu, encarnado o desencarnado, pues el hecho de no pertenecer a este mundo, no les da pleno conocimiento, ni es garantía de veracidad.
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LAS ZONAS TENEBROSAS DEL ASTRAL INFERIOR
Cada situación a la que somos conducidos es portadora de ocultas enseñanzas para nuestro bien. Los designios superiores jamás nos proponen cuestiones de las que no necesitamos en la arena de las circunstancias.
La concepción de los abismos purgatoriales, es una información muy valiosa para los encarnados, auxiliándolos en la preparación necesaria para la ciencia del bien vivir. Tremendos precipicios, donde entidades culpables se interpelan unas a otras en deplorables actitudes; rayos llameantes caen del firmamento sobre los valles de la rebeldía; innumerables entidades dominadas por extrañas alucinaciones en cámaras rectificadoras… Voces lastimosas dispersas desvaneciéndose hacia el cielo de humo… No, no son solo lamentaciones; a proporción, se modifica el griterío y se oyen también carcajadas, impresiones.
André Luiz, a través del médium Chico Xavier en el libro “En el Mundo Mayor” en el capítulo VIII “En el Umbral de las Cavernas” nos relata este cuadro de las zonas tenebrosas del Astral Inferior.
Siendo una zona pantanosa, donde numerosos grupos de entidades humanas desencarnadas se perdían de vista, en asombrado desdén, a la manera de millares de locos, separados unos de los otros, o en grupos, según la especie de desequilibrio que les era peculiar.
Calderaro que estaba allí para aprender y estudiar con el fin de poder elucidar a los hombres, decía que no le era posible calcular la extensión de la llanura inmensa, y que aunque hubiese marcas tipográficas, para tal apreciación, la niebla era demasiado densa para que se pudiese computar distancias.
El decía que aquel “pueblo desencarnado” no se daba cuenta de su propia situación. Mientras densos grupos de almas torturadas se debatían en una sustancia viscosa, en el suelo, asambleas de Espíritus dementes pululaban no lejos en interminables contiendas por mezquinos intereses.
El paisaje era impresionante por las características infernales. Notando la displicencia de muchos de aquellos hermanos infelices. Los grupos de infortunados actuaban, allí, desconociendo los padecimientos unos de los otros. Ciertos grupos, volitaban a pequeña altura, como bando de cuervos ennegrecidos, más oscuros que su propia sombra que los envolvía, al paso que bastos cardúmenes de desventurados yacían adheridos al suelo, como aves desdichadas con alas partidas…
Los veían, algunos, pero no les daban la menor importancia, estaban muy preocupados consigo mismo; guardaron en su corazón sentimientos rastreros y tardarían en liberarse de ellos. Funcionaban por allí, innumerables puestos de socorro y variadas escuelas en las que mucha gente practica la abnegación. Los torturados y los que padecían eran atendidos, de acuerdo con las posibilidades de aprovechamiento que demostraban.
Las regiones inferiores jamás estarán sin enfermeros y sin maestros, porque una de las mayores alegrías de los cielos es la de evacuar los infiernos.
Son bandas de seres los que se movilizan a ras del suelo, por el método de la volatilidad, facultad, que depende fundamentalmente de la fuerza mental almacenada por la inteligencia, importa, con todo, considerar que los vuelos altísimos del alma solo se hacen posibles cuando a la intelectualidad elevada se alía el amor sublime. Hay espíritus perversos con vigorosa capacidad volitiva, a pesar de estar circunscritos a bajas incursiones. Son dueños de inmenso poder de raciocinio y manejan ciertas fuerzas de la Naturaleza, pero sin características de sublimación en el sentimiento, lo que les impide grandes ascensiones.
Los lugares purgatoriales de los deseos y de las acciones criminales, aguardan a las almas manchadas por los desvaríos, constituyen lógicas realidades, en las zonas espirituales del mundo. Allí, los avarientos, los homicidas, los codiciosos y los viciados de todos los matices se agregan en deplorable situación de ceguera intima. Formando cordones compactos, inclinándose más y más hacia los despeñaderos. Cuando mejoran, son asistidos, activas y abnegadas congregaciones de socorro que funcionan en el Más Allá. Autoridades graduados allí, atendiendo a imperativos superiores, improvisan tribunales con funciones educativas, cuyas sentencias, resuman siempre en determinaciones de trabajo regenerador, a través de la Reencarnación en la Costra Terrestre.
De ese vastísimo arsenal de alineación de la mente, ensombrecida de culpas, sale el mayor coeficiente de las reencarnaciones dolorosas que pueblan los círculos carnales. De allí, como de otras zonas análogas, siguen para el campo físico, más denso, millones de hermanos en pruebas ríspidas, para que se aligeren de los débitos y armonicen lo íntimo perturbado. Pocos consiguen valerse de la oportunidad terrena, en el sentido de restaurar las propias energías. Es siempre fácil huir al camino recto, pero muy difícil el retorno…
Para conseguir la sabiduría con provecho, es indispensable adquirir amor.
La muerte nunca propiciará pasaporte gratuito para la ventura celestial. Nunca promoverá compulsoriamente hombres a ángeles. Cada criatura transpondrá esa aduana de la eternidad con el exclusivo equipaje de lo que hubiere sembrado, y aprenderá que el orden y la jerarquía, y la paz del trabajo edificante, son características inmutables de la ley, en todas partes.
Nadie después del sepulcro, gozará de un descanso al que no haya hecho justicia, porque “El reino del Señor no viene con apariencias externas.”
Trabajo realizado por Merchita
Extraído del libro “En el Mundo Mayor” de Chico Xavier
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¿ PUEDE MORIR EL ESPÍRITU ?
¿ Puede morir el espíritu?*
No, el espíritu es inmortal. Puede evolucionar, cambiar a mejor, o estancarse, pero jamás destruirse.
- ¿Qué pruebas tenemos de que exista vida después de la muerte del cuerpo? Porque, que yo sepa, nadie ha vuelto para contarlo.*
Perdona que te contradiga, pero esa afirmación no es totalmente cierta. Existen miles de testimonios de personas que estuvieron clínicamente muertas y fueron reanimadas. Muchas de ellas recuerdan haber vivido ciertas experiencias bastante fuertes y reales para ellos durante ese periodo de tiempo en el que estuvieron físicamente muertas.
- ¿Estas vivencias que cuentan no pueden ser producto de una alucinación por el estado tan crítico en el que se encontraban?
* Pues debe ser entonces una alucinación colectiva en la que todos se han puesto de acuerdo en alucinar lo mismo, porque todas estas personas están contando la misma historia.
- Bueno, yo a veces me planteo si mi propia existencia no puede ser una alucinación...
*Para alucinar es necesario existir. Hay una máxima de un pensador de vuestro mundo que dice: “pienso, luego existo.” Yo añadiría: “siento,luego existo”. Puedes dudar de la existencia de los demás, porque no es una experiencia propia. Pero de lo que uno mismo experimenta no se puede dudar, y la existencia propia es vivida y experimentada por uno mismo. Al que ha vivido y ha sentido esta experiencia no le cabe duda de que es real.
- ¿Cuál es esa supuesta historia común que están contando?
*La separación del cuerpo físico y la visión del propio cuerpo desde fuera. La sensación de viajar a través de un túnel oscuro, al final del cual se percibe una luz intensa. El encuentro con familiares o amigos anteriormente fallecidos. Un diálogo con un ser luminoso. La visión retrospectiva de la propia vida... Hasta experimentar el regreso al cuerpo, con un posterior cambio de valores vitales y una nueva percepción del fenómeno de la muerte. Son personas que dejan de tener miedo a morir porque ya han experimentado que la vida continúa y que lo que viene después es mucho mejor que lo que dejan.
- Bueno, creo que son impresiones que no dejan de ser subjetivas.
* Analizados aisladamente y de manera superficial es muy fácil desacreditar estos testimonios. Pero cuando algún fenómeno se repite, con unas características tan notablemente parecidas, con independencia del país, la cultura y las creencias previas, tanto en adultos como en niños, creo que al menos invita a que se haga un estudio serio al respecto. Existen investigadores muy serios y reconocidos de vuestro mundo que se han dedicado a estudiar concienzudamente las experiencias cercanas a la muerte, y a recoger los testimonios de estas personas.
- Aun así me parece un soporte poco consistente, casi accidental, para utilizar como prueba de la existencia de vida después de la muerte.
*Proporcionalmente, existen pocos casos de muerte clínica y reanimación respecto a los que mueren y no vuelven.Existen muchos más testimonios, precisamente de personas moribundas,que están en proceso de separación definitiva del cuerpo, al que llamáis muerte, porque durante este proceso muchas de ellas afirman ver y conversar con sus seres queridos ya fallecidos o con otros seres luminosos que les preparan para la transición al otro lado. En casi todas las familias alguien recuerda un testimonio de estas características sucedido a algún familiar ya fallecido.
Pero normalmente se suele creer que está alucinando. Nuevamente, parece ser que, cuando se acerca la muerte, todo el mundo se pone de acuerdo para alucinar lo mismo en todas las partes del mundo. También ha habido muchos estudiosos, que se han dedicado a estudiar en serio este tema.
- Pero todos estos son casos de personas que, aunque hayan estado cercanas a la muerte, están físicamente vivas.
* También existen los testimonios de personas que contactaron con seres no encarnados, más frecuentemente con seres queridos fallecidos recientemente, que se despiden de ellos en sueños muy vívidos o en apariciones a pie de cama. También éste es un caso bastante frecuente, aunque menos estudiado por los investigadores.
Vicent Guillem.
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En Torno a la Felicidad
En materia de felicidad, conviene no olvidar que nos transformamos siempre en aquello que amamos.
Quien se acepta como es, donando de si la vida o lo mejor que tiene, camina más facilmente para ser feliz como espera ser.
Nuestra felicidad será naturalmente proporcional en relación a la felicidad que demos a los otros.
La alegría del prójimo comienza muchas veces en la sonrisa que usted le quiera dar.
La felicidad puede exibirse, pasear, hablar y comunicarse en la vida exterior, pero reside con la dirección exacta en la conciencia tranquila.
Si usted aspira a ser feliz y trae todavía consigo determinados complejos de culpa, comience a desear la propia liberación, abrazando el trabajo en favor de los semejantes el proceso de reparación de ese o de aquel daño que usted haya causado en perjuicio de alguien..
Estudiese a sí mismo, observando que el autoconocimiento trae humildad y sin humildad es imposible ser feliz.
Amor es la fuerza de la vida y trabajo vinculado al amor y es la energia generadora de felicidad. Si usted para de lamentarse, notará que la felicidad está llamando a su corazón para una nueva vida.
Cuando el cielo esté amenazando con derramar su lluvia, medite en la gran cosecha que llegará del campo y en la belleza de las flores que surgirán en el jardín.
Autor: André Luiz
Psicografia de Chico Xavier
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