León Denís
Estamos frente a un problema real, que no puede resumirse en una respuesta moral simplista. Dios no prohíbe el suicidio, ya que sólo el hombre es responsable ante su muerte. El suicidio no es pues un acto inmoral y no debe ser considerado como una infracción, una falta o incluso, hasta un pecado. El suicidio es un estado de desamparo enfermizo, cuyas causas son a menudo ajenas al sujeto que cometerá esa acción.
Las principales causas del suicidio son las siguientes: falta de amor; desmejora en el trabajo, si ese trabajo es envilecedor, repetitivo que vuelve esclavo al espíritu; el sentimiento de inutilidad en una sociedad no igualitaria que no reconoce el valor de un hombre sino su éxito financiero, tildando al otro de «fracasado», este adjetivo hace mucho daño y mata; el sentimiento de inferioridad, marcado por el odio social y el rechazo a las diferencias; y por último, el despertar repentino de una vida anterior, ya suicida, pueden llevar a una neurosis obsesiva que conduce al acto.
Es pues tiempo de considerar la desesperación, como un llamado a la esperanza, de considerar el suicidio como una enfermedad del alma que se ahoga en el cuerpo social. No afirméis jamás vuestro porvenir en este campo, pues la ausencia de amor, es una enfermedad que acecha a todos los hombres.
El hombre tiene el deber de vivir su encarnación, pero el hombre no es nada en el abandono, en el desprecio y en la soledad. La respuesta a la calamidad suicida es pues una respuesta profundamente amorosa. Debe proceder de los individuos, pero también de los Estados, de las sociedades que éstos representan y de las leyes que ellos deciden. Quiero imaginar con vosotros una sociedad de amor, que sólo pueda retener al hombre en la responsabilidad de su vida física y no lo empuje hacia la muerte, como una herramienta inútil que estorba.
En cuanto al trastorno palingenésico que puede llevar al hombre a darse muerte, debe encontrar su respuesta en el desarrollo de un psicoanálisis de tipo reencarnacionista que sea reconocido por toda la profesión médica.
No he venido a daros una solución a este grave problema, pero he venido a traeros una respuesta. De ahora en adelante, si se le pregunta al espírita su posición ante el suicidio, responderá ante todo que es el crimen de los otros y no la falta de uno solo”.
Adaptación: Oswaldo E. Porras D.
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¿Vida al otro lado del túnel?
¿Qué hay antes y después de la muerte? ¿Una intensa luz nos muestra siempre el camino? ¿Todos atravesamos un largo túnel para volver a la vida? ¿Qué vemos desde allí y qué sentimos? ¿Con quién nos encontramos?
Yo he tenido esta experiencia en forma natural, sin haber estado clínicamente declarado muerto.. Camine por este túnel por donde iban y venían otras personas. Yo caminaba hacia el otro lado, iba acompañado, llegue al final del túnel, logre ver por un instante un tranquilo lugar de jardines y verdes pastos, allí se encontraban compartiendo muchas personas (almas?) había claridad, se sentía que de ahí emanaba una energía bien diferente a la nuestra aquí en la Tierra. Me hubiera querido quedar, me dijeron "no puedes", mi aura estaba demasiado sucia, no podía pasar, me vi caminando de vuelta, seguía acompañado.
Como afirma el Dr. e investigador Raymond Moody –autor del exitoso Vida después de la vida-, «los investigadores de todo el mundo comienzan a descubrir que las profundas experiencias espirituales de los moribundos resultan difíciles de explicar».
Los innumerables casos registrados e investigados de experiencias de vidas anteriores claramente apuntan a la vida después de la muerte. En todos los casos registrados de reencarnaciones, se descubrió que había un intervalo de tiempo variable entre la muerte de la persona y su siguiente reencarnación en la Tierra. Entonces, ¿dónde vamos después de la muerte hasta nuestra siguiente reencarnación en la Tierra? ¿Es un solo plano de existencia o hay una variedad de planos? De ser así, ¿cuáles son los factores que deciden dónde vamos después de la muerte?
Cuando una persona muere el cuerpo físico deja de existir. Sin embargo, el resto de su existencia o conciencia continúa. No es ni mejor ni peor que cuando estaba revestido por el cuerpo físico. De acuerdo a su estado y evolución moral y espiritual, a sus conocimientos y actos en la vida, por una Ley Natural el alma ira por Ley de Afinidad a los lugares donde encuentre Correspondencia con su nivel vibratorio. La evolución de la consciencia no ocurre a saltos, es paulatina, es constante. La idea que "saltamos" en un abrir y cerrar de ojos al "cielo de los ángeles y grandes maestros ascendidos", es totalmente contraria a la Ley de la Evolución y de Progreso.
Películas como "La vida continua" y "Nuestro Hogar", te pueden dar una idea más o menos cierta de lo que nos ocurre después de la mal llamada muerte. Te invitamos a que las veas y medites.
El "viajero" inteligente estudia y se prepara antes de realizar el viaje. Somos viajeros del Espacio. Preparémonos, estudiemos.
Películas como "La vida continua" y "Nuestro Hogar", te pueden dar una idea más o menos cierta de lo que nos ocurre después de la mal llamada muerte. Te invitamos a que las veas y medites.
El "viajero" inteligente estudia y se prepara antes de realizar el viaje. Somos viajeros del Espacio. Preparémonos, estudiemos.
Que el Señor les Bendiga!
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Fenómeno de aparición
Hace algún tiempo, el Constitutionnel (Constitucional) y La Patrie (La Patria) han hecho referencia al siguiente caso, publicado en periódicos de los Estados Unidos:
«La pequeña ciudad de Lichtfield, en Kentucky, cuenta con numerosos adeptos de las doctrinas del espiritualismo magnético. Un hecho increíble, que acaba de pasar, sin duda no contribuirá poco para aumentar el número de partidarios de la nueva religión.
«La familia Park, compuesta por el padre, la madre y por tres hijos que ya tienen la edad de la razón, estaba fuertemente imbuida de las creencias espiritualistas. Por el contrario, una hermana de la señora Park – la señorita Harris – ninguna fe tenía en los prodigios sobrenaturales de los cuales se le hablaba sin cesar. Esto era para toda la familia un verdadero motivo de pesar, y más de una vez la buena armonía de las dos hermanas se vio perturbada por eso.
«Hace algunos días la Sra. Park fue de repente acometida por un mal súbito que, desde el principio, los médicos declararon no poder tratar. La paciente era víctima de alucinaciones, y una terrible fiebre la atormentaba constantemente. La Srta. Harris pasaba todas las noches cuidándola. Al cuarto día de su enfermedad, la señora Park se levantó súbitamente y, sentándose en su lecho, pidió agua y comenzó a conversar con su hermana. Circunstancia singular: de pronto la fiebre había desaparecido, su pulso era regular y ella se expresaba con la mayor facilidad; toda feliz, la señorita Harris creyó que su hermana estuviese desde aquel momento fuera de peligro.
«Después de haber hablado de su marido y de sus hijos, la Sra. Park se acercó aún más de su hermana y le dijo: “Pobre hermana: voy a dejarte; siento que la muerte se aproxima. Pero al menos mi partida de este mundo servirá para convertirte. Moriré dentro de una hora y me enterrarán mañana. Ten mucho cuidado de no seguir mi cuerpo al cementerio, porque mi Espíritu, revestido de su despojo mortal, aún te aparecerá una vez antes que mi ataúd sea recubierto de tierra. Entonces creerás finalmente en el espiritualismo”.
«Después de haber terminado estas palabras, la enferma volvió a acostarse tranquilamente. Pero una hora después – como ella lo había anunciado – la señorita Harris percibió con dolor que el corazón de su hermana había cesado de latir.
«Vivamente emocionada por la asombrosa coincidencia que existía entre este acontecimiento y las palabras proféticas de la difunta, se decidió a seguir la orden que le había sido dada y, al día siguiente, se quedó sola en la casa mientras que todos se dirigían al cementerio. Después de haber cerrado los postigos de la cámara mortuoria, ella se sentó en un sillón ubicado cerca de la cama que el cuerpo de su hermana acabara de dejar.
“Apenas cinco minutos hubieron transcurrido – contaba más tarde la Srta. Harris –, cuando vi como una nube blanca destacarse en el fondo de la habitación. Poco a poco esta forma se dibujó mejor: era la de una mujer medio velada; ella se aproximó lentamente de mí; yo distinguía el ruido de leves pasos sobre el piso; en fin, mis ojos asombrados estaban en presencia de mi hermana…
“Su rostro, lejos de tener esa palidez sin brillo que en los muertos impresiona tan penosamente, estaba radiante; sus manos, cuya presión luego sentí sobre las mías, habían conservado todo el calor de la vida. Fui como transportada a una nueva esfera por esta aparición maravillosa. Creyéndome ya hacer parte del mundo de los Espíritus, me toqué el pecho y la cabeza para asegurarme de mi existencia; pero no había nada de penoso en este éxtasis. “Después de haber permanecido así delante mío – sonriente pero en silencio – por espacio de algunos minutos, mi hermana, pareciendo hacer un violento esfuerzo, me dijo con una dulce voz: “Es tiempo de partir: mi ángel conductor me espera. ¡Adiós! He cumplido mi promesa. ¡Cree y espera!”
«El periódico – agrega La Patrie – del cual hemos extraído este maravilloso relato, no dice si la señorita Harris se ha convertido a las doctrinas del espiritualismo. Sin embargo, suponemos que así fue, porque muchas personas se dejarían convencer por bien menos.»
Agregamos, por nuestra propia cuenta, que este relato nada tiene que deba sorprender a aquellos que han estudiado los efectos y las causas de los fenómenos espíritas. Los hechos auténticos de este género son bastante numerosos y encuentran su explicación en lo que hemos dicho al respecto en varias circunstancias; tendremos ocasión de citarlos, provenientes de menos lejos que éste.
Allan Kardec
Revista Espirita 1858
«La pequeña ciudad de Lichtfield, en Kentucky, cuenta con numerosos adeptos de las doctrinas del espiritualismo magnético. Un hecho increíble, que acaba de pasar, sin duda no contribuirá poco para aumentar el número de partidarios de la nueva religión.
«La familia Park, compuesta por el padre, la madre y por tres hijos que ya tienen la edad de la razón, estaba fuertemente imbuida de las creencias espiritualistas. Por el contrario, una hermana de la señora Park – la señorita Harris – ninguna fe tenía en los prodigios sobrenaturales de los cuales se le hablaba sin cesar. Esto era para toda la familia un verdadero motivo de pesar, y más de una vez la buena armonía de las dos hermanas se vio perturbada por eso.
«Hace algunos días la Sra. Park fue de repente acometida por un mal súbito que, desde el principio, los médicos declararon no poder tratar. La paciente era víctima de alucinaciones, y una terrible fiebre la atormentaba constantemente. La Srta. Harris pasaba todas las noches cuidándola. Al cuarto día de su enfermedad, la señora Park se levantó súbitamente y, sentándose en su lecho, pidió agua y comenzó a conversar con su hermana. Circunstancia singular: de pronto la fiebre había desaparecido, su pulso era regular y ella se expresaba con la mayor facilidad; toda feliz, la señorita Harris creyó que su hermana estuviese desde aquel momento fuera de peligro.
«Después de haber hablado de su marido y de sus hijos, la Sra. Park se acercó aún más de su hermana y le dijo: “Pobre hermana: voy a dejarte; siento que la muerte se aproxima. Pero al menos mi partida de este mundo servirá para convertirte. Moriré dentro de una hora y me enterrarán mañana. Ten mucho cuidado de no seguir mi cuerpo al cementerio, porque mi Espíritu, revestido de su despojo mortal, aún te aparecerá una vez antes que mi ataúd sea recubierto de tierra. Entonces creerás finalmente en el espiritualismo”.
«Después de haber terminado estas palabras, la enferma volvió a acostarse tranquilamente. Pero una hora después – como ella lo había anunciado – la señorita Harris percibió con dolor que el corazón de su hermana había cesado de latir.
«Vivamente emocionada por la asombrosa coincidencia que existía entre este acontecimiento y las palabras proféticas de la difunta, se decidió a seguir la orden que le había sido dada y, al día siguiente, se quedó sola en la casa mientras que todos se dirigían al cementerio. Después de haber cerrado los postigos de la cámara mortuoria, ella se sentó en un sillón ubicado cerca de la cama que el cuerpo de su hermana acabara de dejar.
“Apenas cinco minutos hubieron transcurrido – contaba más tarde la Srta. Harris –, cuando vi como una nube blanca destacarse en el fondo de la habitación. Poco a poco esta forma se dibujó mejor: era la de una mujer medio velada; ella se aproximó lentamente de mí; yo distinguía el ruido de leves pasos sobre el piso; en fin, mis ojos asombrados estaban en presencia de mi hermana…
“Su rostro, lejos de tener esa palidez sin brillo que en los muertos impresiona tan penosamente, estaba radiante; sus manos, cuya presión luego sentí sobre las mías, habían conservado todo el calor de la vida. Fui como transportada a una nueva esfera por esta aparición maravillosa. Creyéndome ya hacer parte del mundo de los Espíritus, me toqué el pecho y la cabeza para asegurarme de mi existencia; pero no había nada de penoso en este éxtasis. “Después de haber permanecido así delante mío – sonriente pero en silencio – por espacio de algunos minutos, mi hermana, pareciendo hacer un violento esfuerzo, me dijo con una dulce voz: “Es tiempo de partir: mi ángel conductor me espera. ¡Adiós! He cumplido mi promesa. ¡Cree y espera!”
«El periódico – agrega La Patrie – del cual hemos extraído este maravilloso relato, no dice si la señorita Harris se ha convertido a las doctrinas del espiritualismo. Sin embargo, suponemos que así fue, porque muchas personas se dejarían convencer por bien menos.»
Agregamos, por nuestra propia cuenta, que este relato nada tiene que deba sorprender a aquellos que han estudiado los efectos y las causas de los fenómenos espíritas. Los hechos auténticos de este género son bastante numerosos y encuentran su explicación en lo que hemos dicho al respecto en varias circunstancias; tendremos ocasión de citarlos, provenientes de menos lejos que éste.
Allan Kardec
Revista Espirita 1858
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Antes de
abordar el presente tema, tengo que
aclarar antes de nada que lo que aquí
digo, lo hago exclusivamente bajo mi
cuenta y riesgo, y a título personal, en uso de mi libre albedrío, y sin pretender
estar en posesión de ninguna verdad
absoluta, aunque desde luego,lo que digo, sí que para mi es una verdad, al menos tal como yo la veo y la
siento. También he de señalar que soy totalmente apolítico,
aunque cuando llegan las elecciones
políticas y democráticas, siempre trato de votar al que quizás me parezca menos
malo o perjudicial para los intereses
generales de la sociedad. Y por
último, también digo claramente que si me he de definir de algún modo en
cuanto a ideología o religión, podría definirme como
librepensador, por lo cual
soy un estudioso y
adepto de la doctrina espírita de Allan Kardec, y no estoy afiliado
a ningún partido político, ni pertenezco a
ninguna iglesia , ni a ninguna religión o secta de las existentes.
Creo que
estamos contemplando actualmente en
España como cada vez más, la gente, o el pueblo, andamos más divididos por
cuestiones , muchas veces realmente serias tal como es el tema del aborto, de
si se debe dejar su práctica libre o si hay que legislar o autorizar lo
más ampliamente posible, etc.
De este
asunto se ha hecho una mercancía política
en donde parece que por parte del gobierno actual y de los partidos de la
llamada izquierda progresista, el
defender esta cuestión, es defender un derecho de la mujer y por lo
tanto es defender un progreso o conquista social. Mientras, por el contrario,
parece como si la defensa de la vida y el estar en contra del aborto libre,
fuera una cuestión propia
y exclusiva de la derecha con sus ideas anacrónicas ancladas en el
pasado bajo la influencia de la Iglesia Católica que se empeña en defender para
la sociedad una cuestión que entra dentro del terreno de la creencia particular o de la moral religiosa, por lo
que en un estado que es oficialmente
“aconfesional”, hay establecida una
libertad de creencias ,de cultos y de conciencias, pero se afirma que la ley
que trata de regular el aborto debe ir
por otros derroteros sociales de bienestar y progreso, fuera de cualquier
concepto ético.
Habría que
analizar aquí algunas cuestiones que
para mucha gente parece ser que permanecen algo confusas.
En primer
lugar, vamos a la cuestión de lo que en sí es un aborto provocado. Sin duda
todos sabemos que se trata de la
interrupción voluntaria de un embarazo, el cual comprende un periodo de tiempo
de nueve meses, desde la concepción hasta el parto. Muchos de los que me leen, al llegar a
este punto, podrán decir: “ pero la ley establece que el aborto libre se puede
practicar solamente dentro de las catorce semanas primeras ”.
La cuestión
fundamental, es la siguiente: Lo que se aborta , se extrae de las entrañas maternas
y se mata, se le llama feto, pero este feto en realidad, ¿Qué es ?; ¿Es un
tumor, una excrecencia orgánica, o en sí mismo se trata de un ser?; y si es un ser, ¿ es un ser humano, o es de otra especie?. Según los
señores del comité de Bioética designado por el gobierno antes de sancionar
esta ley para darle una base de seriedad científica neutral, el feto es un ser humano,( no les queda más
remedio que reconocerlo), y sin embargo
se dictamina por la mayoría de sus miembros que se le puede abortar (matar)
libremente hasta la semana catorce; pero....¿ no era acaso un ser humano?.... entonces...¿ Se trata
de legalizar su asesinato a toda costa,
sin mas motivo ni razón que el hecho de tener un desarrollo corporal y orgánico
de pocas semanas de gestación?. No nos
queda sino pensar que estos señores del comité de bioética, hombres de ciencia,
son unos incoherentes entre lo que reconocen y lo que dictaminan, o acaso,
¿esto del comité de bioética , habrá sido simplemente un “paripé” del
gobierno para defender su empeño de
imponer su tesis abortista
distrayendo con este tema, como
si de una cortina de humo se tratase, la atención social de otros problemas más
graves y urgentes que padecemos, tal como la crisis económica, la violencia, el
terrorismo, la droga, la delincuencia o
el paro?.
¿Alguien
me puede decir en que se diferencia un feto de catorce semanas ( que es el
límite de plazo de gestación que autoriza la citada ley de plazos para que
pueda ser “eliminado”), con respecto a otro
de quince semanas, por poner un ejemplo?. ¿ Alguien me puede decir cómo
se controla el exacto cumplimiento de la referida ley como para no permitir un
aborto libre a partir de un determinado día
límite establecido por la ley, pero
que un día antes aún se puede destruir libremente?. ¿ Quien o qué delimita esa
barrera entre lo que puede ser un crimen legal y lo que el día anterior aún “no era nada” y se podía matar libremente?.
Los que
defienden esta ley ( que no deja de ser
una ley reguladora de un crimen legal en donde se mata a un ser solo por el hecho de existir), lo
hacen persuadidos de que esto es un avance
social importante y progresista
que defiende el derecho de la mujer a decidir.
Pero... si tratan de defender el derecho de la mujer
a decidir libremente si deja vivir o si
condena a muerte a un ser humano que al
fin y al cabo, desde que existe en su
vientre ya es su hijo, si se ha reconocido que lo que lo que se aborta o mata
es un ser humano...¿ quien defiende
entonces el derecho a nacer de estos seres que aun no han asomado su
presencia física a este ingrato mundo y que por sí mismos no se pueden defender
del atentado criminal que se hace contra sus vidas?.
Esta ley defiende el aborto libre durante todo el periodo de gestación en
los casos en los que el feto no es perfectamente normal y sano. A este respecto nos puede venir el recuerdo
de Adolf Hitler que también quería que
solamente existiera en el mundo la pureza de la raza aria, superior, la de los alemanes y nórdicos, raza superior y
perfecta, según él; los demás no tenían
derecho a la existencia y así trató de conquistar con su ejercito Europa, llenando de paso los campos de exterminio con
las víctimas que por ser imperfectas al
no ser ários, estorbaban a la raza perfecta que él soñó( entre estas víctimas
sin derecho a seguir viviendo, entraban los judios, hispanos, gitanos, etc)
¿ Estamos
ante algo similar aunque a otra
escala?; tal vez se podría pensar que sí, pues la eutanasia que también elimina a los seres humanos
enfermos o irrecuperables, también es
defendida en ley dando satisfacción
a los grupos sociales que creen que con la muerte cesa la vida, la
conciencia y la posibilidad de sufrir en
los enfermos terminales, a cuyo sufrimiento no comprender su razón de ser. Por tanto no será de extrañar que los
supuestos de aplicación de esta otra ley reguladora de la muerte, también puedan intentar ampliarlos en el
futuro, otorgando al ser humano la
potestad de disponer de la vida y decretar la muerte a su conveniencia. Defienden la tesis de los que la promulgan, de que defienden el derecho a una
muerte digna, en la que cada cual puede disponer libremente de su vida, como si
su vida , cuerpo y salud, la hubiesen creado ellos a voluntad. Esa clase de
muerte es mas bien una huída del dolor o del sufrimiento de un estado terminal
de la vida, y no es lo más digno tratar
de escaper así de los tragos amargos de
la vida, sino afrontarlos con valentía hasta el final, sabiendo que no obedecen
a la casualidad y que por encima de todas las circunstancias hay un Ser
Superior, inmanente en todo cuanto existe, que es perfectamente justo y bueno,
por tanto el sufrimiento no nos viene de Él, sino de nuestros propios equívocos
en la vida o vidas.
En cualquier
caso, tal vez el motivo de apoyar estas equivocadas ideas sobre la vida y la
muerte, tenga un trasfondo de caracter económico, pues siempre es más
barato al Estado una muerte provocada,
con el acuerdo del fallecido, que el gasto muchas veces elevado de unos
cuidados paliativos u hospitalarios
durante el tiempo de vida que le pueda quedar naturalmente.
Tradicionalmente los partidos
llamados de “ la izquierda”, confunden
la defensa de la vida con la postura
contraria al aborto de los
partidos políticos de derechas, como si es que la derecha política tuviese
esa exclusividad, o si esto fuese
solamente una postura
de la iglesia Católica que se alineó siempre con los partidos de
tendencia tradicionalista o de derechas. Parecen ignorar que somos multitud de personas las que somos apolíticos o incluso , algunos,
con una marcada ideología de “izquierdas” para
otros temas sociales, pero que en
conciencia comprendemos lo que esta ley
defiende y es la barbarie de lo que realmente es el aborto, fuera de ninguna
excusa de progreso, y que además no
tenemos por religión la de la iglesia Católica
ni ninguna otra de las
oficialmente reconocidas...
Hablando
claro, la cuestión del aborto, no es una cuestión de discusión política de derechas ni de
izquierdas, no es una cuestión de religión
o no religión. Es simplemente una
cuestión de humanidad y de ética con la eliminación de una vida humana porque
estorba desde antes de nacer a este mundo, o que se puede eliminar en cualquier momento de su gestación si no
parece venir con una salud perfecta o
alegando los tan gastados trastornos psicológicos de la madre a causa del
embarazo o del nacimiento de su hijo. Nadie quiere problemas y en vez de
afrontarlos,lo mejor es eliminarlos cobardemente, aunque sea quitando la vida a unos seres humanos indefensos, que bien pueden ser nuestros propios hijos o
nietos.
Yo diría a
los señores políticos que escudan sus
intereses partidistas bajo este tema,que
este no es un tema como cualquier otro, sino muchísimo más grave, porque el tema real son las vidas humanas que se destruyen innecesariamente con la autorización del estado, y con esta grave realidad social
no deberían jugar más a seguir buscando votos con este tema y sí se debiera tratar seriamente de poner manos a
la obra para que esta aberración ética deje de existir y menos aún, amparada
por ley. Si la ley determina como un asesinato , el homicidio voluntario hacia
un bebé nacido, ¿por qué conceptúan como
una “eliminación”, mas o menos legal, el asesinato de ese mismo bebé antes de
nacer?.
Les
recordaría que hay cantidad de aspirantes
a ser padres y madres , tanto solteros como casados, suspirando por tener un hijo que no
les llega, y ni siquiera se atreven a soñar con una posible adopción por lo difícil y cara que
puede llegar a ser.
No se trata ahora de condenar a la mujer que haya dado ya
este paso, sino de ayudarla y orientar y
seguir apoyando a las que aun no lo han
dado y dudan de ello, para que cambien
de idea y no lleguen a consumar un crimen que les pesará en su conciencia el resto de sus vidas..
Se debiera
promover una mejor educación sexual y el
uso de los anticonceptivos, pero sobre todo que se promueva una correcta
educación moral que es el mejor regulador preventivo de estas dramáticas
situaciones, y que se permita a las familias que sean los padres principalmente
quienes eduquen y orienten a sus hijos e hijas. Al hilo de esto, si la mujer en España no
alcanza la mayoría de edad hasta los 18 años, que es cuando tiene la edad legal
que le permite votar, ¿ cómo se le pretende otorgar la permisión de abortar libremente a espaldas de los padres a partir
de los 16 años de edad?. Es tan
peligroso como poner un arma cargada en manos de un niño irresponsable con lo
que tiene entre manos.
Vivimos en una
sociedad en donde a veces todo parece desquiciado y sin sentido. Yo mismo cuando reflexiono sobre este y otros
temas parecidos, no salgo de mi asombro, pero por desgracia, es lo que hoy por
hoy tenemos
No nos queda
sino, cada cual en el ámbito que le sea posíble, ayudar a divulgar y aclarar
ciertas cosas que se nos tratan de imponer socialmente, y que no son un
adelanto o progreso social, sino por el
contrario, un grave atraso moral, del
mismo modo que lo es la pena de muerte y la eutanasia.
Y ojalá que en un futuro no muy lejano, nuestros
hijos o descendientes, se asombren cuando mirando hacia atrás en la historia
humana, descubran con asombro que en
esta época era normal matar seres humanos, con la autoría o con la petición o
consentimiento de sus padres, cuando aun
estaban en los vientres maternos.
- Jose Luis Martín-
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