sábado, 8 de febrero de 2014

SÓLO PALABRAS NO BASTAN

                                
                                                      SÓLO LAS  PALABRAS NO BASTAN
         
Cuando estudiamos la Doctrina Espírita aprendemos, entre muchas otras cosas, las razones por las cuales existe tanta diferencia en la distribución de las riquezas entre los seres humanos.
Ellas extrapolan aquellas aceptadas normalmente, que podríamos sintetizar en: nacimiento, trabajo, capacidad y suerte.
Son innumerables los casos conocidos de personas que nacen en medio de familias, tanto con posesiones como de extrema pobreza, y que después de algunos años se encuentran en situación económica totalmente desigual.
Existen también muchos ejemplos de que el trabajo y capacidad no son sinónimos de vida abundante.
Suerte, en el sentido literal en que es usada la palabra, no existe.
Nadie gana el premio de la lotería (en todos aquellos juegos de azar) si no está previsto que debe pasar por la difícil prueba de la riqueza.
Las verdaderas razones están en el campo del espíritu.
La Ley de Causa y Efecto, para os que hicieron mal uso anteriormente, de bienes materiales, la necesidad de desarrollar el sentimiento de humildad, combatiendo, de esta forma, el orgullo y la vanidad, verdaderos flagelos de la humanidad, son algunos de los motivos reales de la desigualdad.
Pero, esos esclarecimientos no significan, que el espírita deba aceptar pasivamente el verdadero enfrentamiento entre el lujo, la ostentación, de un lado y, de otro, la miseria, la condición inhumana, en que viven millones de hermanos nuestros en Dios.
El espiritismo no concuerda con tamaña desfachatez.
Jesús nos enseñó “buscad y encontraréis”, es preciso, pues, luchar para solucionar el problema.
Cuando dentro de la orientación cristiana, pregonamos la resignación, no pregonamos acomodación.
Resignación para con los designios de Dios significa no perder la fe, no ir hacia el materialismo ateo, que a nada conduce.
Acomodación frente el cuadro de la miseria existente es anticristiano, es apatía, es omisión.
Pero, nada de eso justifica que procuremos resolver los problemas sociales a través de actos de violencia.
Hay que ser tiernos y pacíficos.
Hoy, muchas personas se dedican a solucionar las injusticias sociales. Mientras, lo que se ve es atacar los efectos, totalmente ajenos a la causa.
El resultado es tan solo medidas paliativas.
La enorme diferencia de condiciones de vida existente no está en la legislación o forma de gobierno. Está en el hombre.
Aplaudimos a la científica Thelma Moss, PHD en Filosofía y catedrática de Neuropsiquiatría de la Universidad de California, Estados Unidos de América, cuando declara: “Creo en la reforma íntima como solución a los problemas humanos, tal como es enseñado por Allan Kardec”. (LA REVELACIÓN Jul/Ago 87).El espiritismo, al pregonar la reforma íntima del ser humano, ataca justamente la causa de los problemas sociales.
El Jefe evangelizado no explota a sus trabajadores. El gobernante evangelizado no participa de la corrupción y distribuye justicia social.
Si estas ideas son capaces de salvar el mundo de injusticias y consecuente convulsión social, ¿cómo difundirlas?
¿A través de conferencias en plazas públicas? ¿Llamando de casa en casa? No. Esto también es una forma de violencia. Tenemos que respetar el libre albedrío de cada uno.
No debemos obligar a las personas a escuchar lo que no quieren.
Entonces, ¿Cómo hacerlo?
Actuando de la misma forma que los primeros cristianos.
Pregonar a los que nos buscan espontáneamente. Pero, sobre todo, pregonar a través del ejemplo.
Cuándo nos aumentan el sueldo, ¿aumentamos, por lo menos, EN LA PARTE PROPORCIONAL, el sueldo de nuestra empleada doméstica?
¿No tendrá ella más necesidad que nosotros?
La ama de casa, el empresario, en fin, cualquier espírita que posea empleados o subalternos, no tan sólo puede sino que tiene la  obligación de actuar cristianamente.
No podemos quedarnos pregonando y esperando que LOS DEMÁS hagan justicia social.
Empecemos nuestra parte, aunque sea con una sola persona. El ejemplo será comentado.
Todos van a querer saber qué Doctrina, es esa que hace ser justas a las personas, viviendo en un mundo donde impera el abuso, la injusticia, la explotación.
¿No fue así que el Cristianismo fue difundido en el mundo?
¿Cómo reclamamos de los demás, actitudes que nosotros mismos no tomamos?
Basta de palabras bonitas y pregones vacíos de obras.
Lo del haga lo que yo digo, pero no haga lo que yo hago.
 Helio Rocha da Silveiria Pinto
 Oswaldo Porras.- Tomado del libro “Ya estaba escrito” 

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¿La Reproducción es regulada en una ley Natural?

La reproducción es una Ley Natural porque sin ella el mundo de los seres con cuerpo físico desaparecería.
Esta ley está estrechamente relacionada con la sexualidad en general. Por ella , los humanos conservamos el instinto semejante al de los animales, y esto es una necesidad que nos lleva al apareamiento y a la reproducción. Esta necesidad es manifiesta cuando sentimos el impulso del deseo al sexo opuesto , empujados por un instinto semejante al de los animales cuando por esta misma ley, se encuentran en un estado hormonal especial que les hace transitoriamente aptos para concebir un nuevo ser, y conocemos como estado de celo reproductor.
La diferencia con los animales estriba en que en los humanos el acto sexual es además de necesario como acto reproductivo, algo también necesario en la intercomunicación psiquica, física y amorosa de la pareja. Por eso en el Ser humano el impulso sexual no se limita a periodos de celo como en los animales, sino que su disposición para la unión amorosa es permanente . Este “instinto “ de unión mas allá del celo animal es natural en la especie humana, aunque no es una excepción, pues existe cierta especie de monos que siendo animales gregarios también utilizan el sexo muy frecuentemente como lazo de relación social dentro del grupo en donde así se establecen jerarquias individuales. Y es que no podemos negar que en nuestra parte física o animalizada, tenemos tal vez, un remoto pasado común con los primates.
El acto sexual en el ser humano a diferencia de cómo es utilizado en el mundo de algunos animales, trasciende al instinto sexual natural de su parte animalizada mas allá de lo físico y además de ser el medio natural necesario para la reproducción de la especie posibilitando la vuelta al plano físico del Ser espiritual inmerso en un constante proceso evolutivo, pasa a ser además un trascendente acto motivador y mantenedor del Amor y de la ternura en la pareja humana.

- José Luis Martín-
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El sexo debe ser considerado fuente de fuerza, vida y equilibrio, debiendo por eso mismo ser respetado”.
- Luis Vives-
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LA CHISPA Y EL INCENDIO

Ningún Espíritu hoy encarnado en la Tierra salió recientemente  de las manos del Creador.
Todos trillaron un largo camino para construir  tal cual son  en la actualidad.
Todo Espíritu es creado simple e ignorante y crece gradualmente en inteligencia y en moral.
En el curso de su camino, yerra y acierta, vivencia posiciones y desenvuelve virtudes.
El progreso es una ley de la vida e implica la imposibilidad de un Espíritu retroceder en su evolución.
Todo Espíritu se encuentra en el ápice de sus virtudes y de su inteligencia.
Con todo, algunas veces  impresiona la derrocada moral  de algunas personas.
Ellas parecen llevar una vida honrada y, de repente, se permiten actos vergonzosos.
¿Si un Espíritu no puede retroceder, como es explica eso?
En verdad, a pesar del equilibrio aparente, cada hombre trae en si las marcas de su pasado.
Pasiones y vicios del pretérito duermen en lo íntimo de la criatura.
Porque no fueron definitivamente superados, no se puede afirmar que la evolución en cuanto a ellos se consolido.
Cada cual sabe lo que constituye una tentación para sí.
Algunos identifican, en su propio interior, la tendencia  a la deshonestidad material.
Otros tienen inclinación hacia las liviandades sexuales.
Hay quien siente un cierto regocijo con la humillación ajena.
Esas son áreas críticas del proceso evolutivo de la criatura.
En relación a ellas, urge ejercitar la vigilancia.
El mayor incendio  comienza por una simple chispa.
Cara a la tentación, es importante evitar el primer paso rumbo al vicio.
Después de comenzar a trillar el antiguo camino, las tendencias escondidas pueden resurgir fuertes y dominadoras.
Es raro que una persona de vida recta decida repentinamente cometer una gran locura.
Ella da pequeños pasos en esa dirección y poco a poco su camino gana velocidad.
Los escándalos  más vergonzosos son el desdoblamiento de pequeños deslices que la persona imagina relevantes.
Lo que parece chocante a los ojos ajenos es apenas el resultado de un largo proceso.
Una vez despertadas las sombras intimas, dominarlas puede revelarse una tarea ardua.
Todo Espíritu tiene sus grandezas y sus miserias.
En dadas áreas, su potencial en el bien es poco común y su fuerza es manifiesta.
En otras, el posee flagrante fragilidad moral.
Consciente de eso, preste atención en su mundo intimo.
Enfatice su potencial en el bien, para desenvolverlo, centre en él su emoción y sus actos.
En cuanto a sus fisuras morales, cuide de hacerlas desaparecer, por la falta de alimento.
No se permita la chispa que  da inicio al incendio.
No imagine que su felicidad dependa de vivenciar pasiones y tendencias inferiores.
La genuina  felicidad es hecha de paz, honradez y plenitud.
Piense en eso.
Redacción de Momento Espirita.


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