lunes, 3 de febrero de 2014

Aborto expontáneo


       
  ¿Por qué, para ciertas mujeres que desean mucho ser madres, ocurren abortos espontáneos?


  ¿ Qué ocurre, en esos casos, al Espíritu
 que se preparaba para reencarnar en aquel 
cuerpo que estaba en formación?

         Una señora narró, al periódico italiano 
L´aurora una experiencia muy interesante.
             
             Ella  estaba embarazada y feliz. Estaba en el cuarto mes de gestación. 
             Los exámenes preliminares le habían anunciado el sexo del niño: sería
            un niño, ella se  apresuró a llamarlo André.
           
            Entonces, una noche, ella soñó que estaba acostada en un lecho de hospital,
            sin  presentar el vientre desarrollado, propio del embarazo.
             
             Ella no conseguía entender lo que había ocurrido. Se levantó y fue hasta la 
            ventana del cuarto. Un jardín se desvelaba abajo y  allí un niñito le sonreía y 
             la saludaba con su manita.
           
              Ella lo miró y le dijo: Hasta pronto, mi tesoro. Lo nuestro es solamente un 
            hasta pronto, no un adiós.

              Despertando, pocas horas después, Giovanna necesitó ser encaminada al 
            Hospital de la localidad, bajo amenaza de un aborto.

                La  doctora, auxiliada por su equipo, se esforzó al máximo, sin conseguir 
             evitar el aborto espontáneo.
            Una gran tristeza invadió aquel corazón materno, ansioso por el nacimiento 
            de un hijo más.
                         
             Desalentada y triste, lloró hasta agotarse las lágrimas. Y el sueño de la 
             noche anterior entonces tuvo sentido para sí: su hijito venía a despedirse. 
             Y ella se hubo despedido de él.
                 
              Fue   el anuncio de la tristeza que estaba a camino y que invadiría aquel 
            corazón femenino.
            Tal vez, más tarde, en un otro momento, él pudiera volver, en un nuevo 
            intento de gestación. Sobre todo porque, conforme el sueño, fue una 
           despedida temporal.
*   *   *
            
¿                ¿ Por qué ocurren abortos espontáneos? El Codificador de la Doctrina 
            Espírita, Allan Kardec, se interesó por la delicada cuestión.
         
Las       Las respuestas lúcidas de los Espíritus de luz se encuentran en El Libro de 
            los Espíritus.
                    
              En síntesis, esclarecen los mensajeros celestes que, las más de las veces,
             esos eventos espontáneos tienen por causa las imperfecciones de la materia.

P  Po        Podrán ser las condiciones inadecuadas del feto o de la gestante. Otras, el
            Espíritu reencarnante, temeroso de las luchas que tendrá que enfrentar en la 
            vida más tarde, desiste de la reencarnación, vuelve atrás en su decisión.
             Retirándose el Espíritu que presidía al fenómeno reencarnatorio, el niño no 
             vendrá, la gestación no llega a término.
             La gestación fallida es dolorosa experiencia para los padres y para el Espíritu 
            en  proceso reencarnatorio.
             
           Como no existe sufrimiento sin causa anterior, llega a esos corazones, como 
           medida saludable para un ajuste de débitos anteriores.
            
P         Para el Espíritu que realizaba el intento, siempre es una preciosa lección.
                         
           Volverá al palco de la vida terrena, después de algún tiempo, en nuevas 
           circunstancias.
* * *
            Para quien aguarda el nacimiento de un hijo, se constituye en doloroso 
            trance la  frustración del proceso de la gestación.
             
             De  un modo general, vuelve el mismo Espíritu, superadas las dificultades
             para la reencarnación.
               
             Si fueran inviables las condiciones para ser agasajado en el vientre que 
             elige para su madre, engendra otras formas de llegar al hogar paterno.
              
            Es en esas circunstancias que la adopción hace llegar a los padres no 
            biológicos el hijo inestimable del corazón.
Redacción del Momento Espírita


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 El amor es la fuerza más abstracta, y también la más potente que hay en el mundo.”
Mahatma Gandhi

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INFLUENCIA DE LOS ESPÍRITUS EN 
LOS ACONTECIMIENTOS DE LA VIDA







525 – ¿Ejercen los Espíritus alguna influencia en los 

acontecimientos de la vida?
– Seguro que sí, puesto que te aconsejan.
– ¿Ejercen esta influencia de otro modo que por los 

pensamientos que sugieren, es decir, tienen una acción 
directa en la realización de las cosas?
– Sí; pero nunca actúan fuera de las leyes de la Naturaleza.
Imaginamos injustamente que la acción de los Espíritus no debe 

manifestarse sino por fenómenos extraordinarios. Quisiéramos que
 nos viniesen a ayudar por medio de milagros y siempre nos los representamos provistos de 
una varita mágica. No es así, y he aquí por qué su intervención nos parece oculta y lo que se 
hace con su concurso nos parece muy natural. Así, por ejemplo,provocarán el encuentro de 
dos personas que creerán encontrarse por casualidad; inspirarán a alguien la idea de pasar 
por un lugar determinado; llamarán su atención sobre tal punto, si eso debe causar el 
resultado que quieren obtener; de modo que, creyendo el hombre seguir su propio impulso,
 conserva siempre su libre albedrío.

526 – Teniendo los Espíritus una acción directa en la materia,
¿pueden 

provocar ciertos efectos para que se cumpla un acontecimiento? Por ejemplo,
 un hombre debe perecer; sube una escalera, la escalera se rompe y el hombre 
se mata; ¿son los Espíritus quienes han hecho que se rompiese la escalera, 
para cumplir el destino de aquel hombre?
– Es muy cierto que los Espíritus tienen una acción en la materia, pero para el cumplimiento 
de las leyes de la Naturaleza y no para derogarlas, haciendo surgir en el momento oportuno un 
acontecimiento inesperado y contrario a esas leyes. En el ejemplo que citas, la escalera se rompe porque 
estaba corroída o no era bastante fuerte para soportar el peso del hombre. Si estaba en el destino de este 
hombre perecer de esta manera, le habrán inspirado el pensamiento de subir por esa escalera, que deberá
 romperse con su peso, y su muerte será un efecto natural sin que haya sido preciso un milagro para 
lograrlo.

527 – Tomemos otro ejemplo en que el estado normal de la 
materia no sea relevante. Un 
hombre debe morir por un rayo, se refugia bajo un árbol, cae el rayo y muere el hombre. 
¿Pueden los Espíritus provocar la caída del rayo y dirigirlo sobre él?
– Es siempre lo mismo. Cayó el rayo en aquel árbol y en aquel momento, porque estaba en las leyes de 
la Naturaleza que fuese así.No fue dirigido a propósito sobre ese árbol porque el hombre estaba debajo, 
pero le fue inspirado al hombre el pensamiento de refugiarse debajo de un árbol que recibiría el rayo. Pero
 este árbol no dejaría de ser alcanzado por estar o no el hombre debajo de él.

528 – Un hombre mal intencionado lanza sobre alguien un 
proyectil que le roza sin herirle,
 ¿puede haberlo desviado un Espíritu benévolo?
– Si el individuo no debe ser alcanzado, el Espíritu benévolo le inspirará el pensamiento de separarse, o 
bien podrá ofuscar a su enemigo de modo que no apunte bien, porque el proyectil, una vez lanzado, sigue la 
línea que debe recorrer.

529 – ¿Qué debe pensarse de las balas encantadas de que se 
habla en ciertas leyendas y que 
alcanzan fatalmente un blanco?– Pura imaginación. El hombre ama lo maravilloso y no se contenta 
con las maravillas de la Naturaleza.

– Los Espíritus que dirigen los acontecimientos de la vida,
¿pueden ser contrariados por 

otros Espíritus que deseen lo contrario?

– Lo que Dios quiere debe ser; si hay atrasos u obstáculos, es 
por su voluntad.

530 – ¿No pueden los Espíritus ligeros y burlones suscitar esos 
pequeños obstáculos que 
dificultan nuestros proyectos y desvían nuestras previsiones, en una palabra, son ellos los 
autores de lo que vulgarmente se llaman las pequeñas miserias de la vida humana?

– Se complacen en esos enredos que son pruebas para ejercitar 
vuestra paciencia, pero se cansan cuando 
ven que no obtienen resultado. No sería, sin embargo, justo ni exacto achacarles todos vuestras 
decepciones, de las que vosotros sois los principales artífices gracias a vuestra irreflexión. Pues si se te 
rompe la vajilla, se debe más a tu falta de pericia que a la acción de los Espíritus.
– Los Espíritus que suscitan disgustos, ¿actúan a consecuencia de animosidad personal o 
atacan al primero que llega, sin motivo determinado y sólo por malicia?
– Por uno y otro motivo. A veces son enemigos que os habéis creado en esta u otras vidas y que os 
persiguen. En otras ocasiones no hay motivos.

531 – ¿La malevolencia de los seres que nos han hecho mal en 
la Tierra termina con la vida 
corporal?
– Con frecuencia, reconocen su injusticia y el mal que han hecho; pero a menudo también su animosidad 
os persigue, si Dios lo permite, para continuar probándoos.
– ¿Puede ponérsele término a esto, y de qué modo?
– Sí, se puede orar por ellos y devolviéndoles bien por mal,acaban por comprender sus faltas. Por lo demás,
 sabiendo uno hacerse superior a sus maquinaciones, cesan viendo que nada ganan con eso.
La experiencia prueba que ciertos Espíritus continúan su venganza de una a otra existencia, y que tarde o 
temprano se expían así, los daños que se le hayan hecho a alguien.

532 – ¿Tienen los Espíritus poder de alejar los males de alguna 
persona y de atraerle 
prosperidades?
– No del todo, porque hay males comprendidos en los decretos de la Providencia; pero aminoran vuestros 
dolores dándoos paciencia y resignación.
Sabed también que a menudo depende de vosotros el alejar esos males o por lo menos atenuarlos. Dios os 
dio la inteligencia para que os sirváis de ella y en especial es por ella que los Espíritus os vienen a ayudar, 
sugiriéndoos pensamientos propicios. Pero no asisten más que a los que a sí mismo saben asistirse, y tal es 
el sentido de estas palabras: Buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá.
Sabed también que lo que os parece un mal no siempre lo es,
pues con frecuencia, ha de resultar un bien de él, que será mayor que el mal, y esto es lo que no 
comprendéis, porque solo pensáis en el momento presente o en vuestra persona.

533 – ¿Los Espíritus pueden hacer que obtengamos los bienes 
de fortuna, si se los pedimos?

– A veces como prueba; pero lo rehúsan con frecuencia, como 
se rechaza la petición inconsiderada de un 
niño.
–¿Los que conceden esos favores son los Espíritus buenos o los malos?
– Unos y otros; eso depende de la intención. Pero, con frecuencia, son Espíritus que os quieren arrastrar al
 mal y que encuentran un medio fácil en los placeres que la fortuna proporciona.

534 – Cuándo parece que los obstáculos se oponen fatalmente 
a nuestros proyectos, ¿es por 
influencia de algún Espíritu?

– A veces se debe a los Espíritus, otras veces y esto es lo más 
frecuente, es que escogisteis mal. La posición
 y el carácter influyen mucho. Si os obstináis en un camino que no es el vuestro, ninguna
influencia tienen los Espíritus, pues sois vuestros propios genios malos.

535 – Cuándo nos sucede alguna cosa feliz, ¿debemos dar por 
ello gracias a nuestro Espíritu 
protector?
– Dad gracias a Dios sobre todo, sin cuyo permiso nada se realiza, pues los Espíritus buenos han sido sus 
agentes.
– ¿Qué sucedería si dejásemos de hacerlo?
– Lo que sucede a los ingratos.– Sin embargo, ¿hay personas que no oran, ni agradecen y a las que todo les 
sale bien?
– Sí; pero es preciso esperar el fin. Pagarán muy cara esa dicha pasajera que no merecen; porque mientras
 más hayan recibido más tendrán que restituir.

Tomado del Libro de los Espíritus.- Allan Kardec

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OLVIDO DE VIDAS ANTERIORES







  El olvido de las vidas anteriores, es un beneficio
de Dios, quien en su bondad ha querido ahorrar 
al ser humano, recuerdos casi siempre penosos.
En cada nueva encarnación, es lo que él mismo 
ha hecho de sí.
Para él, constituye un nuevo punto de partida. 
Conoce sus actuales defectos y reconoce que éstos son 
secuela,  de los que antes tenía. De estos no tendrá por qué 
preocuparse. Bastante tiene con los que ya posee
                                                      *************


Aprender con los equívocos
La perfección todavía es un estado muy distante de la
 Humanidad.
Todos los habitantes de la Tierra poseen fisuras morales y 
cometen errores.
En verdad, equivocarse no es un escándalo, en el contexto de 
las leyes divinas.
Dios no creó las criaturas perfectas, sino perfectibles.
Los Espíritus encarnan y reencarnan infinitas veces para desarrollar
 las virtudes cuyo potencial traen en su íntimo.
A fin de que crezcan en voluntad, sabiduría y amor, disponen del
libre-albedrío.
Caso no pudiesen optar, serian simplemente marionetas.
Como pueden optar, es natural que no siempre sean felices en
 sus actos.
El otro lado de ese proceso de aprendizaje es la responsabilidad.
Al desenvolver la consciencia y la voluntad, la influencia de los
instintos primitivos declina y la libertad se expande.
La criatura se hace cada vez más responsable por sus actos y
pensamientos.
Los equívocos son naturales para quien transita de la ignorancia
para la sabiduría.
Solamente es necesario reparar todos los daños causados.
Justamente por eso constituye señal de inmadurez recusarse
 a admitir los propios errores.
La humildad constituye presupuesto del aprendizaje.
Quien se imagina infalible y superior a todos se mantiene
estático.
Para entrar en sintonía con la vida, se impone atentar para
la ley de progreso.
El Universo todo es dinámico.
Los especímenes animales y vegetales se perfeccionan
incesantemente.
Hasta la configuración física de la Tierra no es estática.
De la misma manera que los especímenes inferiores, el
hombre posee un papel a desempeñar en el concierto de
 la creación.
Él está inserido en la naturaleza y debe ser un agente del
progreso.
Pero para impulsar el progreso es necesario estar siempre
evolucionando.
Así, para no traicionar la misión de su existencia, proponte ser
cada vez mejor.
Admita tu imperfección, pero no se acomode con ella.
A veces te equivocas, pero eso es normal.
Cuide para aprender con sus errores, a fin de no repetirlos
innumerables veces.
Y también asuma las consecuencias, buenas o malas, de sus actos.
Repare todos los daños que eventualmente causar.
Paga tus deudas, pide perdón, recomponte delante de tus
semejantes.
Sin duda es necesario algún esfuerzo para reconocer un
equívoco y rectificar el propio camino.
Pero tu vivirás para siempre.
Ciertamente desea, algún día, ser una persona sabia y pacificada.
Como nadie hará tu trabajo, esfuérzate desde ya para ser así.
Al rehusarte a admitir un equívoco, tu retardas la realización de
 tu luminoso destino.
Compenétrate en tu papel de aprendiz y demuestra buena
voluntad para con la vida.
No te apegues a cosas pequeñas, como la vanidad y el orgullo.
Tales fisuras morales solamente le hacen infeliz.
Aprende a hacer el bien sin cualquier interés personal o
sentimiento oculto.
Ame y respete la vida, sea noble y solidario.
Al principio puede ser necesaria alguna disciplina.
Pero con el tiempo te incorporarás a ese modo de vivir y serás
 una persona maravillosa.
He ahí una meta por la cual vale la pena luchar.

Equipe de Redacción del Momento Espírita.
                                                                                     ************************


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