El Centro Espírita Renacimiento es una Institución que se nortea por la filosofía espírita kardeciana y por eso presentamos la visión sobre la deficiencia mental llegada a nosotros a través de la literatura espírita específicamente.
¿Quién es el deficiente mental? En el libro “Recordaciones de la Mediumnidad” el Dr. Bezerra de Menezes nos muestra que muchos casos de retardación mental y problemas epilépticos profundos son ocasionados por el suicidio. El entorpecimiento de los músculos, nervios y hasta de la médula espinal es provocado generalmente por un trauma violento en el cual el periespíritu es lesionado severamente. La predisposición a la locura y a la epilepsia son nada más que vínculos mentales reviviendo encarnaciones pasadas.
Sobre el remordimiento, que juega un papel importante en este campo, en el libro “Evolución en Dos Mundos” André Luiz nos habla sobre “predisposiciones mórbidas”, generando anomalías muy grandes en el cuerpo físico y explica: “Los recuerdos de esa o de aquella falta grave que quedan calcadas en el espíritu sin que haya tenido oportunidad de corrección crean en la mente un estado anormal que clasificamos de zona de remordimiento, provocando disfonías diversas de unaencarnación para otra”.
En el libro “Mundo Mayor”, del mismo autor, encontramos la historia de un joven con crisis de epilepsia, provocadas apenas por la percepción de la proximidad de los obsesores a pesar de estar al lado de antiguos amigos espirituales en su cuarto. La ligazón y la sintonía con esos espíritus por causa del crimen, del odio y del remordimiento provocan la manifestación de la enfermedad.
Manuel Filomeno de Miranda, en el libro “Grilletes Partidos” relata la historia de una joven epiléptica que en su reencarnación anterior asesinó al marido y al amante, teniendo que vivir el resto de sus días mintiendo y escondiendo su crimen. Con eso lesionó los centros periespirituales que alteraron el nuevo cuerpo afectando el metabolismo endocrino.
Además cuando las lesiones son causadas por traumatismo craneal, sífilis o tumores, el espíritu ya tiene la predisposición para la enfermedad.
El Dr. Jorge Andrea, en el libro “Psicología Espírita” aborda la temática del deficiente mental hablando de la participación del espíritu en la formación de su propio cuerpo.
“Los genes responsables por los factores de la herencia, tendrían en su intimidad las influencias de los vórtices del psiquismo profundo que comandan, orientan y dictan normas en el mecanismo de la vida”. Esa cita completa lo que André Luiz nos demuestra sobre la zona de remordimientos.
La epilepsia congénita, muy común, sería también un disturbio ligado a una causa anterior. El deficiente mental congénito no escapa a esa regla. Otro punto importante es cuando él dice: “El espíritu reencarnante con sus deficiencias buscando la futura madre se sintoniza, se afina más fácilmente con las células sexuales que cargan deficiencias y desajustes en sus estructuras íntimas, esto es, aprovechamiento de la ley para que el espíritu no escape a su destino doloroso, más necesario”.
El deficiente mental que presenta disturbios múltiples no puede ser interpretado como una casualidad biológica, inclusive el aspecto hereditario que la filosofía espírita nos demuestra como relativo. En “Misioneros de la Luz” Luiz nos narra incontables experiencias donde el espíritu reencarnante pide que sean alteradas ciertas condiciones físicas para poder vencer sus pruebas. En “Evolución en Dos Mundos” él señala: “...en el ser en formación toda permuta entre los cromosomas es presidida por agentes magnéticos ordinarios (ley de herencia) o extraordinarios (por la intención de los organizadores del progreso). En razón de eso y atendiendo los objetivos finales del universo, no será posible despreciar el plano divino cuando se trate de cualquier inmersión más profunda en la genética, aunque ello contradiga a los preponentes de la ciencia materialista” .
La ayuda espiritual y la prevención de estas condiciones consiste en entender que sólo el cuerpo está atrofiado, incluyendo el cerebro. Por la respuesta que los Espíritus dan a Kardec en “El libro de los Espíritus” sobre la lucidez de la conciencia, la terapia espiritual debe ser con vibraciones, oraciones, conferencias o charlas, pues oyen y entienden. El pase en algunos casos de más rebeldía debe ser aplicado dos o tres veces en la semana y además la espiritualización ética debe ser provista a los que tienen un poco más de entendimiento.
Como terapia preventiva, la divulgación filosófica intensa, las charlas en los centros, los cursos de la filosofía espírita, los programas en las emisoras demostrando la Ley de Causalidad, las consecuencias oriundas de los errores, del egoísmo, etc., son la única manera de evitar nacer en el futuro como deficientes mentales.
Tomado de Revista Espirita /Septiembre 2004
Sociedad de Estudios Espiritas Amor Al Bien, Cabo Rojo, Puerto Rico
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