viernes, 3 de diciembre de 2010

La Codificación Espírita

"El Espiritismo no es obra de un hombre, ninguno puede llamarse su fundador porque es tan antiguo como la Creación". - Allan Kardec



Todas las grandes verdades tienen su momento propio, su fecha y sitio para surgir en el escenario terrestre... Así es que vino con Moisés, el gran legislador hebreo, la primera Revelación Divina que trajo las nociones de justicia, aunque de manera muy primitiva.

Aproximadamente 18 siglos más tarde, con Jesús, conocimos las verdaderas nociones del Amor y de la Vida Futura.

Después, en igual cantidad de tiempo, cuando la Humanidad ya se encontraba lista para mayores y más amplios conocimientos, vino el Espiritismo, revelando la Verdad, que otra cosa no es sino el "Consolador" prometido por Jesús, conforme las anotaciones de San Juan, Cáp. 14, v. 15, 16, 17 y 26, donde podemos leer las siguientes palabras de nuestro Maestro Mayor:

"Si me amáis, guardad mis mandamientos. Yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que more siempre con vosotros. Él os enseñará todas las cosas, y os acordará todo aquello que yo os hubiese dicho".

Dijo nuestro Maestro Allan Kardec, en el capítulo VI, ítem 4, § 2º del libro "El Evangelio Según el Espiritismo", que "el Espiritismo tiene el tiempo señalado a cumplir lo que Cristo prometió. Él llama a los hombres a la observancia de la ley y enseña todas las cosas haciendo comprender lo que Cristo sólo dijo en parábolas".
(...) De ese modo" - continúa Kardec - "el Espiritismo realiza lo que Jesús dijo del Consolador prometido: conocimiento de las cosas que hace que el hombre sepa de dónde viene y adonde va y por qué está en la Tierra; recuerdo de los principios de la Ley de Dios y consuelo por la fe y la esperanza".

Así tenemos con Moisés, la Primera Revelación (Justicia); con Jesús la Segunda Revelación (Amor) y con Allan Kardec la Tercera Revelación (Verdad). Pero debemos comprender conforme las palabras de Kardec que "El Espiritismo no es obra de un hombre; ninguno puede llamarse su fundador porque es tan antiguo como la Creación".

Cinco libros constituyen las obras fundamentales del Espiritismo:

1 - El Libro de los Espíritus;


2 - El Libro de los Mediums;


3 - El Evangelio Según el Espiritismo;


4 - El Cielo y el Infierno;


5 - La Génesis.

El Libro de los Espíritus, surgió en Paris, el 18.04.1857, y contiene, entre otras cosas, los siguientes temas: Los principios de la Doctrina Espirita sobre la Inmortalidad del Alma, la Naturaleza de los Espíritus y sus relaciones con los hombres, las Leyes Morales, la Vida Presente, la Vida Futura y el Porvenir de la Humanidad según la enseñanza dada por los Espíritus Superiores con la ayuda de diferentes mediums.

La Codificación Espirita es una luz ofrecida por los Espíritus Superiores, que debemos utilizar para poder iluminar nuestros caminos, no sólo de conocimientos, sino, ante todo, de evolución espiritual y moral.

El Libro de los Espíritus fue editado solamente después de un exhaustivo estudio y observación por parte de Allan Kardec, dedicado, en aquellos tiempos, por entero a los trabajos de la Codificación.

Él sabía de la importancia de este libro, de ahí que le dedicara varios años de hondos estudios.

Recogiendo todas las comunicaciones que a él llegaban y comparándolas entre sí, de ahí surgió en un principio, un libro con 501 preguntas que, en una posterior edición, y ya con más informaciones que ofrecer, vio la luz tal como la conocemos hoy día con 1.019 preguntas y sus respectivas respuestas, así como los comentarios desarrollados por Kardec.Dividido en cuatro partes, en la Parte Primera estudia naturalmente las Causas Primeras, empezando con la pregunta: "¿Qué es Dios?" Y los Espíritus Superiores contestan con una síntesis maravillosa: "Dios es la Inteligencia Suprema, Causa Primera de todas las cosas".


En la Parte Segunda, estudia El Mundo Espírita o de los Espíritus, que esde donde venimos todos y para donde volveremos un día.

En la Parte Tercera estudia las Leyes Morales y en la Parte Cuarta, Las Esperanzas y Consuelos en la cual podemos conocer las verdaderas nociones del Cielo y del Infierno sin los perjuicios de las supersticiones y de las leyendas...
Cada una de estas cuatro partes en que se divide El Libro de los Espíritus resultaron en otros cuatro grandes libros que también son libros básicos ya mencionados arriba y de los cuales vamos hablar un poquito desde ahora, empezando por:

El Libro de los Mediums, editado el 15.01.1861, es el guía de los mediums y de los evocadores. Conteniendo la enseñanza especial de los Espíritus acerca de la teoría de todos los géneros de manifestaciones, los medios de comunicar con el Mundo Invisible, el desarrollo de la mediúmnidad, las dificultades y los escollos que se pueden encontrar en la práctica del Espiritismo. A bien de la verdad, el El Libro de los Mediums es la continuación del Libro de los Espíritus. ¡Qué tesoro el que guarda este libro! Todo un tratado experimental de los fenómenos mal llamados "sobrenaturales". Nos da respuestas a las mil preguntas que se hacen todos aquellos que de alguna forma viven directa o indirectamente esos fenómenos o las facultades que los provocan. Él contiene el resultado de la observación y comprobación de los fenómenos espiritas, en una época donde el charlatanismo y el fraude, además de la ignorancia, no facilitaba esta labor.
Ya no hay superstición, leyendas, equívocos, hechizos, etcétera, que nos oscurezca el camino de progreso por la vía de la mediúmnidad, cuando ésta se practica y se desarrolla correctamente. Con el asesoramiento de este fabuloso libro, no tendremos problemas a la hora de comprender y estudiar el significado de lo que son las distintas mediumnidades y qué hacer con ellas cuando se nos presentan.

¡Aprovechemos este maravilloso tratado de mediúmnidad y el sendero que él nos ofrece para evolucionar a la vez que saldamos deudas con la contabilidad Divina!

El Evangelio Según el Espiritismo, editado el abril de 1864, es otro libro básico de la Codificación Espirita que contiene la explicación de las máximas morales de Cristo, su concordancia con el Espiritismo y su aplicación a las diversas posiciones y circunstancias de la Vida de relación.

En este libro está desarrollado el aspecto religioso del Espiritismo en su verdadero sentido de religación del hombre con Dios, sin los perjuicios de los dogmas e invenciones del hombre, y muy lejos de las fábulas, rituales, ceremonias exteriores, equívocos, ficciones y mentiras agregadas a las enseñanzas de Jesús en las edades antiguas.

La Génesis editado el 06.01.1868, estudia los verdaderos hechos alrededor de los milagros y de las profecías según el Espiritismo, bien como trata de las teorías sobre la formación de la Tierra, el Bien y el Mal, Uranografía General, además de hacernos comprender que hoy día, en estos momentos, se está operando uno de los movimientos generales que traerá la transformación de la Humanidad. Son las hojas del otoño que caen, a las que sucederán las hojas reverdecidas, ya que la Humanidad tiene sus estaciones, así como los individuos tienen edades diversas. Las hojas muertas de la Humanidad caen impulsadas por las ráfagas heladas, pero renacerán más vivaces bajo el mismo soplo de Vida, pues ellas no se extinguen jamás, sólo se purifican...
   El Cielo y el Infierno, editado el 01.08.1865, contiene el examen comparado de las Doctrinas sobre el tránsito de la Vida corporal a la espiritual, las penas y las recompensas futuras, los ángeles y los demonios, las penas eternas, etcétera, seguido de numerosos ejemplos de la situación real del Alma en el momento de la muerte y después de ella, con el testimonio de los propios Espíritus ubicados en los más variados matices evolutivos.

Existe también un sexto libro, llamado "Obras Póstumas" escrito por Allan Kardec, pero publicado solamente el 1890, por lo tanto, 21 años después del deceso del Maestro, cuyo contenido constituye excelente material para estudios, aunque el mismo no sea un libro básico.

Según el naturalista Alfred Russel Wallace, "el Espiritismo es una ciencia experimental que nos ofrece la única base de una verdadera filosofía y de una pura religión. Él ha abolido los términos sobrenatural y milagro, ampliando la esfera de las leyes y del dominio de la Naturaleza y, por tal motivo, descubre y explica lo que hay de real en las supersticiones y en los supuestos milagros de todas las edades".

Allan Kardec dijo que "si la religión, adecuada en sus comienzos a los limitados conocimientos humanos, hubiese seguido el progreso constante del Espíritu humano, no existirían hoy incrédulos, porque la necesidad de creer es inherente a la naturaleza humana. El hombre creerá si se le brinda el alimento espiritual que armonice con sus necesidades intelectuales."
Quiere saber de dónde viene y hacia dónde va, mas si la meta que se le señala no responde a sus aspiraciones ni a la idea que tiene de Dios, si ella contradice los descubrimientos científicos y si, además, se le imponen condiciones ilógicas para alcanzarla, negará todo.

He aquí cómo San Agustín termina la "Conclusión" del "Libro de los Espíritus":
"Hace tiempo se han destrozado los hombres y anatematizado en nombre de un Dios de paz y misericordia, y Dios Se siente ofendido de semejante sacrilegio. El Espiritismo es el lazo que los unirá un día, pues les hará ver dónde está la Verdad y dónde el error, pero aún habrá durante mucho tiempo, escribas y fariseos que lo negarán como negaron a Cristo.

¿Queréis saber bajo la influencia de cuáles Espíritus están las diversas sectas que dividen al mundo? Juzgadlos por sus obras y principios. Jamás han sido instigadores del mal los Espíritus buenos; jamás han aconsejado ni legitimado el asesinato y la violencia; jamás han excitado los odios de partido, ni la sed de riquezas y honores, ni la avidez de los bienes terrenos.
Solamente los que son buenos, humanos y benévolos para con todos, son sus predilectos y también los de Jesús; porque siguen el camino que les enseñó para llegar a Él."

La precipal finalidad del Espiritismo es hacer mejor a los que estudian y practican sus enseñanzas que otras no son sino las del propio Cristo de Dios. El Espiritismo nos faculta saber de dónde venimos, lo que estamos haciendo aquí y para dónde vamos después de nuestro deceso corporal, bien como las condiciones que vamos encontrar en el Más Allá, y que esas condiciones están vinculadas al nuestro "modus-vivendi" del presente, ya que  como dijo Jesús: (Mateo, 16:27)

"A cada uno según sus obras".


(Originalmente publicado en el Boletín do GEAE –

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