domingo, 29 de enero de 2023

Religiones - Sectas

  INQUIETUDES  ESPIRITISTAS

1.- Religiones y Sectas

2.-Responsabilidad y conocimiento de tu hijo.

3.- El hombre, como ser espiritual.

4.- Saludos de Merchita

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           RELIGIONES Y SECTAS 


       En todas las épocas humanas, han venido a la Tierra, Enviados, Profetas, Mesías, o Avatares, alrededor de cuyas enseñanzas directas y de su  ejemplo de vida y hasta de muerte., las civilizaciones que las recibieron directamente,  fueron forjando las diversas religiones, cuya  esencia moral es bastante común y semejante  entre sí. Así constituidas, todas las grandes religiones  podrían constituir una gran obra original  con  unos postulados de espiritualidad bastante comunes.

      De la diversidad de criterios y de niveles evolutivos, intelectuales y morales, cual brazos desgajados del tronco principal, se fueron forjando alrededor de cada una de las religiones, Sectas o grupos que discrepaban de sus religiones de procedencia por algunos aspectos en sus postulados teológicos particulares, o por detalles intrascendentes, o bien por discrepancias en aspectos doctrinarios internos, o incluso por intereses particulares de algún líder que para serlo, optó por ir creando su propio cuerpo de doctrina y formar su propio grupo de seguidores en los que se apoyó y a los que sedujo  y dirigió moldeando y esclavizando sus conciencias, de modo que terminaron actuando como autómatas al servicio de lo que dispuso su  líder en nombre de Dios. De este modo el líder o "maestro" pensaba y decidía por todos sus seguidores, fomentando el fanatismo con conceptos nuevos más o menos lógicos o absurdos, al tiempo que atacaba y ponía en zozobra la religión de procedencia con la que así establecía diferencias.

      Las sectas sin embargo, no tienen ese profeta o Enviado  propio, al igual que las religiones originales de cuyas enseñanzas se forjaron, pero siempre se forman alrededor de algún sucedáneo o líder, "gurú",   “ maestro” “o "iluminado" (según los definen), que tratando de adquirir un prestigio y una admiración, les lleva a sacar conclusiones discrepantes y muchas veces contradictorios con los criterios originales sostenidos por la religión de cuyo tronco se desgajaron y separaron como se desgaja la rama de un árbol en un día de vendaval.

Los líderes de las sectas, manipulan muy hábilmente las conciencias de sus seguidores, formando lo que hoy se podría definir como una "dictadura espiritual", que por supuesto, ellos nunca reconocen.

   Existen muchas más sectas religiosas que religiones. Esto no tendría mayor importancia siempre que el mensaje moral a sus seguidores, fuese un mensaje claro, recto y positivo, llegando a ser el Amor y la Caridad entre todas las personas el factor común, que las fundamentase a todas ellas para elevarnos hasta Dios, pero sin embargo, desgraciadamente esto no siempre es así, pues demostrado está que algunas de ellas han sido o son totalmente nefastas, debido a sus enseñanzas poco éticas, o por ser manipuladoras de las voluntades y hasta de las mentes de sus fieles, o por otras oscuras razones, de modo que son tildadas de negativas con más o menos razón, siendo finalmente repudiadas por el resto de la sociedad en donde se implantaron con sus tesis, dogmas y rituales, muchas veces tildados  y  autoreconocidos  en ocasiones como “satánicos”.
      Entre las religiones que se consideran tales, pero que en realidad son Sectas, podemos contemplar el caso de ciertas  "religiones cristianas", pues es paradójico ver que todas ellas, cuyas enseñanzas morales y espirituales giran alrededor de las enseñanzas de Cristo, se dan la espalda entre ellas y todas pretenden ser la "verdadera", excluyendo e ignorando  a las demás. Todas ellas se derivan del Cristianismo primitivo, que no era una religión, sino una forma de vida, un modo de convivencia con arreglo a unos principios  filosóficos, morales y éticos, según las enseñanzas y ejemplos  del Maestro Jesús de Nazaret, "el Cristo". Pero después la masa de cristianos primitivos, se fue  disgregando y separando en grupos y se fueron extendiendo según mentalidades, zonas geográficas diferencias e intereses de todo tipo, y dieron como resultado unas "religiones" impuestas a sus fieles, en donde al contrario del ejemplo de Jesús, en vez de practicar el amor y la caridad, practicaron muchas veces las guerras y las disputas  entre ellas.  Observemos el caso de las Iglesias Católica,  Protestante,  Ortodoxa,  Evangelista,  Luterana, etc, y todas con sus correspondientes sectas creadas a la sombra de todas estas ramificaciones del Cristianismo primitivo... 

´Jose Luis Martín- 

“ ¡Ah de aquellos que no sabiendo lo que hacen, se visten con el ropaje de las religiones y oscurecen la Luz; porque poco a poco la Luz vencerá sus tinieblas y ellos serán los primeros desnudos públicamente¡”

          Cayetano Arroyo- “Diálogos con Abul Beka” –

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RESPONSABILIDAD  Y CONOCIMIENTO DE TU HIJO


     La generación de un cuerpo humano para que en él se instale un espíritu es una decisión grave, llena de implicaciones y consecuencias. Representa una invitación formal a alguien que existe en una dimensión que escapa a nuestros sentidos habituales, a quien proponemos recibirlo, criarlo y educarlo, ofreciéndole una nueva oportunidad de vida. El bebé no debe ser fruto de una decisión de momento, de un impulso impensado, de una unión fortuita y como alienada. Hombre y mujer, generalmente jóvenes, que se unen, aunque no sea más que por una única y pasajera vez en la vida, han de estar atentos al hecho de que puede surgir de aquel momento fugaz una nueva existencia para alguien.
      Cada ser es único en su estructura psicológica, preferencias, inclinaciones e idiosincrasias, solamente las características físicas son genéticamente transmisibles, como es, el color de la piel, de los ojos o de los cabellos, la tendencia a cierta conformación física, la predisposición a alguna enfermedad, o a una salud más estable, los rasgos fisionómicos y cosas así. Por tanto lo que hay que tener claro es que ellos no heredan características psicológicas, como inteligencia, dotes artísticas, temperamento, buen o mal gusto, simpatía o antipatía, dulzura o agresividad.
      Padres inteligentísimos pueden tener hijos mediocres, lo mismo que padres aparentemente poco dotados pueden tener hijos geniales. Personas pacíficas engendran hijos turbulentos y, viceversa, padres desarmonizados producen criaturas excelentes, equilibradas y sensatas.
      Cada persona, cada niño, es único, es diferente, y aunque dos o más puedan tener ciertas características en común o muy semejantes, cada uno de ellos es un universo propio, individualizado. Incluso los gemelos univitelinos, o sea, engendrados a partir del mismo huevo, traen en la similitud de ciertos rasgos físicos, diferencias fundamentales de temperamento y carácter que los identifican con precisión como individuos perfectamente autónomos y singulares.
      Los hijos que traemos al mundo, esos espíritus o almas que nos son confiados, ya empaquetados en cuerpos físicos que nosotros mismos les proporcionamos, a través del proceso generador, ¡no son creados nuevecitos, sin pasado y sin historia! Ellos ya existían antes, en algún lugar, tienen una biografía personal, traen vivencias y experiencias y arriban aquí para revivir y no para vivir. Están, por tanto, renaciendo y no únicamente naciendo.
      El propio Cristo enseñaba que Juan Bautista era el profeta Elías renacido, aunque no fuese reconocido por sus contemporáneos. En otro pasaje, hablando a Nicodemo, se admiró de que el ilustrado miembro del Sinedrio ignorase verdad tan elemental, o sea, la de que es preciso nacer de nuevo para alcanzar la paz espiritual, a la que Jesús daba el nombre de Reino de Dios o Reino de los Cielos.
      Todos somos seres creados por Dios sí, pero hace mucho, mucho tiempo, y no en el momento de la concepción o en el instante del nacimiento, para “ocupar” un nuevo cuerpo físico.
      Lo cierto es que todos al traer un hijo al mundo tenemos una responsabilidad sea cual fuere el hijo o hija, brillante o deficiente, amigo o no tan amigo, sano o enfermo, comprensivo o rebelde.
      Por algún motivo, que un día llegarás a conocer, él fue encaminado, atraído o invitado a venir para tu compañía. Difícilmente será un extraño total, cuyos caminos jamás se hayan cruzado con los tuyos en el pasado. No olvides que también tú eres un ser renacido. El niño es un espíritu que nos ha sido confiado durante cierto tiempo. Raramente es un ser moralmente perfecto y acabado. No es, tampoco, a no ser en casos raros, un demonio de maldad espantosa. La condición de ángel y los más tenebrosos grados del descarriamiento moral son extremos que, al revés de lo que solemos decir, no se tocan. Aquel que se pasa milenios, vida tras vida, en la sistemática práctica del error deliberado, acaba por descender tan hondo en la escala de los valores morales, que habrá de recorrer un larguísimo y penoso camino para retornar. Es difícil, pero no imposible, la tarea de la conquista de la paz.
     No hay ángeles, ni demonios, únicamente criaturas que mucho se han perfeccionado o se descarriaron, pero que siguen siendo seres humanos. Las almas o espíritus designados para animar los cuerpos físicos de nuestros hijos son seres en evolución, como nosotros mismos, y por alguna razón estamos ligados a ellos por ciertos vínculos o compromisos.
      El niño tiene que emprender un nuevo aprendizaje de la vida en las condiciones en que ha renacido. Tendrá, en fin, que readaptarse al medio en que ha venido a vivir, lo mismo que a las personas que le rodean como padres, hermanos, parientes, vecinos, amigos, etc., muchos de los cuales puede que incluso ya los conozca de vidas pasadas.
      Es inevitable y necesario ese nuevo aprendizaje porque el recuerdo inconsciente del pasado se va borrando, para él, en el momento en que empieza a despertar en el cuerpo físico. La conciencia de un lado de la vida generalmente se conecta cuando se apaga la del otro lado. Es como si estuviésemos dotados de un interruptor con dos terminales. Al encender una lámpara, automáticamente apagas la otra. Para acordarte de tu pasado, es preciso desligarte del cuerpo físico, cuando duermes, por ejemplo, o cuando estás desmayado. En esos momentos la conciencia no está presente. A decir verdad, la conciencia no se apaga en un lado para encenderse en el otro, sino que únicamente se desplaza de uno al otro lado, o sea, va juntamente con el espíritu, que tiene la costumbre de desligarse parcial y temporalmente del cuerpo físico que le sirve de albergue y de instrumento.
      No asumas, para ante el hijo que está por nacer, una actitud hostil, negativa, de rechazo o de desamor e indiferencia. Si se ha iniciado el proceso de gestación, sean cuales fueren las condiciones, alguna razón habrá para que aquel espíritu se haya aproximado para acoplarse al cuerpo físico en formación en el vientre de su futura madre.
      La gestación de un cuerpo físico puede resultar de una aventura irresponsable, pero el espíritu que en él ha venido a habitar no resulta de un mero juego de imponderables y casualidades – es una criatura humana preexistente, que se prepara para una nueva pasantía en la carne. No lo despaches de vuelta, no empieces a agredirlo con pensamientos negativos de rechazo y desamor, no lo hostilices.
Sea cual fuere la situación, no es por casualidad que un espíritu se acerca a ti, en busca de la oportunidad del renacimiento.
      El compromiso maternal y paternal, no pueden ser dejados de lado, Dios siempre te pedirá cuentas de los espíritus que dejó a tu cargo y por los cuales deberás responder frente a la tarea que te compete ante ellos.

Extraído por Merche  del libro “Nuestros Hijos” de 
HERMÍNIO C. MIRANDA

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   EL HOMBRE  COMO SER ESPIRITUAL 

En un universo donde todo expresa  orden, causalidad, indestructibilidad; en todo está ligado por una red de reacciones en un funcionamiento matemático del vasto organismo cósmico; en el que todo tiene una razón y una consecuencia lógica; resulta inaceptable la existencia del hombre como accidente, cual es el que todo termina con la muerte; como algunas pseudo-ideologías sostienen.    

Argumentos teológicos de milenios, por otro lado, obstruyeron y obstruyen todavía los canales de la inteligencia humana en cuanto a las realidades divinas. Pero, por ventura, ha llegado ya el momento de que la verdad sea conocida, de lo que dan prueba los descubrimientos y acontecimientos de los últimos tiempos, a través de los cuales vemos que la humanidad se encamina hacia la búsqueda de la Verdad, hacia la unidad espiritual y política. Pero, tanto en uno como en otro campo, el orgullo y el egoísmo humano, hacen todo el esfuerzo posible para detener ese avance.  

Debemos elevarnos sobre el materialismo asfixiante que nos rodea, y lograr que nuestro espíritu vibre a una tónica más sutil. Y aun cuando las necesidades de nuestra vida humana presente, absorben la mayor parte de nuestro tiempo, llevemos a un segundo plano el aspecto material de nuestra vida (sin desatender nuestras obligaciones), si queremos avanzar, si queremos cumplir el verdadero objeto de la Vida, que es avance, progreso, evolución espiritual hacia estados de conciencia de una mayor felicidad. Los bienes materiales jamás satisfarán las ansias de nuestro espíritu. 

Sebastian de Arauco.


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SALUDOS DE MERCHITA

Lunes 30 de Enero de 2023

Queridos amigos hola buenos días, la armonía, las buenas relaciones que  nos gustaría mantener con los que nos rodean  es muy necesaria para vivir pacíficamente.

Es  con los que convivimos con los que tenemos  que desarrollar los valores que se
encuentran adormecidos  en lo recóndito  de nuestro inconsciente, esos valores aguardan los estímulos  para exteriorizarse y eso es posible, en la convivencia con los otros individuos de la misma especie.

El aislamiento es síntoma de desajuste emocional. En la convivencia  con el prójimo, 
el ser humano lima las aristas interiores y se ajusta al grupo, aprendiendo  a sintonizar 
 con los demás resultando en producción  y perfeccionamientos  mental para todos.

El crecimiento es conquista general, su fracaso es desastre colectivo. En ese menester, 
descubrimos la belleza de la armonía, que es el resultado de la perfecta identificación con  los componentes del conjunto.

Lo podemos ver en el ejemplo de una banda de música, cuando uno de sus músicos 
desentona con su instrumento  toda la orquesta sufre las consecuencias.

Los estímulos humanos funcionan de acuerdo con los propósitos que abrigamos, todos
 tenemos una necesidad ética, psicológica, moral, a favor de la relación entre las criaturas particularmente cuando esta relación puede ser saludable.

La `propuesta  la hacemos mediante  el intercambio fraternal, aspiraciones culturales,
donaciones dignificantes, que se convierten  en la construcción de momentos enriquecedores.

Por eso mantener,  aspirar y mantener ideas de tenor elevado, constituye el medio 
seguro de conseguir relaciones saludables.

La persona inmadura psicológicamente, sufre la angustia de las  incertidumbres 
referente a su conducta en el grupo social donde se encuentra. La inseguridad, lleva 
muchas veces,  a comportamientos dudosos, destituidos  de significado equilibrado 
sintiéndose  sin condición para exteriorizar la realidad que lo caracteriza, procura   agradar a los demás, sofocando las propias aspiraciones y asumen posturas que nada 
condice con su forma de ser. Se convierte en un espejo, en el cual se reflejan las otras personas, perdiendo la propia identidad y cayendo en conflictos aun más inquietantes.

Preocupado por los demás personas, se olvida de si mismo, desvalorizándose  agrediéndose, cuando simplemente debería despertar a su realidad  y a la que   predomina en el lugar en que se encuentra.

Todos tenemos fortaleza interior que aguarda oportunidad, esa carga emocional debe ser conducida y liberada, a medida que las circunstancias lo permitan, atesorando los recursos de realización y crecimiento que están al alcance de todos los seres.

En las relaciones humanas, solo los que ofrecen seguridad y alegría proporcionada,
 renovación y entusiasmo para el ser consciente.

Ahondar las reflexiones en torno a lo que se es y a lo que parece ser, constituye una
 propuesta de afirmación de la identidad y liberación de los mecanismos  de evasión de 
la realidad.

La estabilidad del comportamiento no queda restringida a las reglas establecidas adrede, sino que es el resultado de una madurez intima, que enfrenta los momentos de jubilo atraviesa las horas de dificultad, procurando descubrir la lección oculta en cada   experiencia y en todo acontecimiento es portador de un mensaje    que podría contribuir al mejoramiento del ser.

Las angustias que son parte de las luchas humanas, no generan  estados estresantes,   porque son, momentáneos y el equilibrio y la confianza  en la propia capacidad de  enfrentar  los problemas y solucionarlos de forma saludable.

No te  atemorices   ante las propuestas de perfeccionarte, pues debes acostumbrarte a las
 realizaciones de todo tipo, procurando traspasar los límites internos y las barreras externas  del convencionalismo, de las herencias míticas, de las sospechas injustificadas tornándote parte activa   del todo universal, con el desempeño individual armónico que nos proporcionara alegría de vivir.
                     
Deseando a todos lo mejor y esperando  nos hagan reflexionar estas  profundas   enseñanzas. Vuestra amiga Merchita

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