lunes, 9 de enero de 2023

-El Espiritismo

    INQUIETUDES  ESPÍRITAS

1.- El dormir y los sueños

2.- Los profetas de la erraticidad

3.-Reprogramación

4.-El Espiritismo

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El Dormir y los sueños
Por Luis Hu Rivas


Durante el sueño el alma no descansa como el cuerpo, el Espíritu nunca está inactivo.
Durante el sueño, los lazos que le unen al cuerpo se aflojan y no necesitando del cuerpo, recorre el espíritu el espacio y entra en relación más directa con los otros Espíritus.

402. ¿Cómo podemos juzgar de la libertad del Espíritu mientras dormimos?
«Por medio de los sueños. Bien puedes creer que cuando reposa el cuerpo, el Espíritu posee más facultades que en estado de vela. Tiene el recuerdo del pasado y a veces previsión del porvenir.
Adquiere mayor poder y puede ponerse en comunicación con los otros Espíritus, ya en este
mundo, ya en otros. Tú dices con frecuencia: He tenido un sueño estrambótico, horrible; pero
inverosímil. Te equivocas, pues a menudo es recuerdo de lugares y cosas que has visto o presentimiento de los que verás en otra existencia o en otra época. Entorpecido el cuerpo, el Espíritu procura romper sus cadenas, inquiriendo el pasado o el porvenir. ¡Pobres hombres, cuan poco conocéis hasta los más vulgares fenómenos de la vida!. Creéis ser muy sabios y las cosas más insignificantes os ponen en aprieto! A esta pregunta que os dirigen los niños: ¿Qué son los sueños? Os quedáis mudos.
El sueño libera parcialmente el alma del cuerpo.
Cuando uno duerme se encuentra por un momento en el mismo estado que fijamente se halla después de la muerte.
Esto debe enseñaros una vez más a no temer a la muerte, puesto que, según las palabras del santo, morís todos los días».
«Los sueños son producto de la emancipación del alma, que se hace más independiente por la suspensión de la vida activa y de relación. De aquí una especie de clarividencia indefinida que se extiende a los más lejanos lugares y a veces hasta a otros mundos.
De aquí también el recuerdo que trae a la memoria los sucesos realizados en la existencia presente o en las anteriores. La rareza de las imágenes de lo que ocurre o ha ocurrido en mundos desconocidos, entremezcladas con las cosas del mundo actual, forman esos conjuntos
extraños y confusos que parece que no tienen sentido ni vínculo».
«El sueño es el recuerdo de lo que ha visto vuestro Espíritu mientras dormías; pero observad que no siempre soñáis. ¿Qué quiere decir esto? Que no recordáis siempre lo que habéis visto. No está vuestra alma en todo su desarrollo y a menudo el sueño no es más que el recuerdo de la turbación que el Espíritu experimenta a su partida o a su regreso, sumado a lo que hicisteis o que os preocupa cuando despierto.
Procuráis distinguir bien estas dos especies de sueños en aquellos que recordáis, pues sin ello caeríais en contradicciones y errores que serían funestos a vuestra fe».

(Trabajo obtenido del L.E.)
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Los falsos profetas de la erraticidad

Los falsos profetas no están solos entre los encarnados; están también, en
mucho mayor número, entre los espíritus orgullosos que, bajo apariencias de amor y de
caridad, siembran la desunión y retrasan la obra emancipadora de la humanidad
emitiendo a diestro y a siniestro sus sistemas absurdos que hacen aceptar por los
médiums; y para mejor fascinar a aquellos que quieren engañar y para dar más peso a
sus teorías, se apropian sin escrúpulo nombres que sólo con respeto pronuncian los
hombres.
Ellos son los que siembran los principios de antagonismos en los grupos, que les
inducen a aislarse los unos de los otros y a mirarse con mal ojo. Esto basta para
descubrirlos, porque obrando de este modo ellos mismos dan el más formal mentís a lo
que pretenden ser. Los hombres, pues, que caen en un lazo tan grosero, son ciegos.
Pero hay otros medios de conocerles. Los Espíritus del orden al cual dicen
pertenecer deben ser no sólo muy buenos, si que también eminentemente lógicos y
racionales. ¡Pues bien! Pasad sus sistemas por el tamiz de la razón y del buen sentido, y veréis lo que quedará de ellos. Convenid, pues, conmigo, que todas las veces que un
espíritu indica como remedio a los males de la humanidad o como medios de llegar a su
transformación cosas utópicas e impracticables, medidas pueriles y ridículas, cuando
formula un sistema que se contradice con las más vulgares nociones de la ciencia, no
puede ser sino un espíritu ignorante y mentiroso. Rechazad decididamente a todos esos espíritus que se presentan como consejeros exclusivos predicando la división y el aislamiento. Casi siempre son espíritus vanidosos y medianos, que procuran imponerse a los hombres débiles y crédulos prodigándoles alabanzas exageradas, a fin de fascinarles y ponerles bajo su dominio.
     Generalmente, éstos más bien son espíritus hambrientos de poder que, siendo déspotas públicos o privados cuando vivían, quieren tener aún víctimas para tiranizar después de su muerte. En general, "desconfiad de las comunicaciones que tienen un carácter de misticismo y extrañeza, o que prescriben ceremonias o actos extravagantes; en este caso hay siempre un motivo legítimo de sospecha.
     Por otra parte, debéis creer también que cuando debe revelarse una verdad a la
humanidad, se comunica, por decirlo así, instantáneamente a todos los grupos formales
que poseen buenos médiums, y no a uno solo con exclusión de los demás. Nadie es
médium perfecto si está obsesado; y hay obsesión manifiesta cuando un médium sólo es apto para recibir las comunicaciones de un espíritu especial, por alto que quiera ponerse él mismo. En consecuencia, todo médium, todo grupo que se creyera privilegiado por las comunicaciones que sólo ellos pueden recibir, y que, por otra parte, están sujetos a prácticas que rayan en superstición, están indudablemente bajo el peso de una obsesión de las más caracterizadas, sobre todo cuando el espíritu dominador usa nombre que todos, espíritus y encarnados, debemos honrar y respetar, y no dejar que se tomen en boca a cada instante.
   Es incontestable que sometiendo al crisol de la razón y de la lógica todos los datos y todas las comunicaciones de los espíritus, será fácil rechazar el absurdo y el error. Un médium puede estar fascinado, un grupo engañado; pero la comprobación severa de los otros grupos, mas la ciencia adquirida y la elevada autoridad moral de los jefes de los grupos, mas las comunicaciones de los principales médiums, que reciben un
sello de lógica y de autenticidad de nuestros mejores médiums, harán rápidamente
justicia a esos dictados mentirosos y astutos, dimanados de una turba de espíritus
engañadores y malos. (Erasto, discípulo de San Pablo. París, 1862).

Nota. Uno de los caracteres distintivos de estos espíritus que quieren imponerse y hacer aceptar sus ideas extravagantes y sistemáticas, es el pretender, aun siendo ellos solos en su opinión, tener razón contra todo el mundo. Su táctica es evitar la discusión, y cuando se ven combatidos victoriosamente por las armas irresistibles de la lógica, rehúsan desdeñosamente responder y prescriben a sus médiums el que se alejen de los centros en que no son acogidas sus ideas. Este aislamiento es lo más fatal para los médiums; parece que sufren sin contrapeso el yugo de estos espíritus obsesores que les conducen, como ciegos, y los llevan a menudo por caminos perniciosos.

EL CIELO Y EL INFIERNO SEGÚN EL ESPIRITISMO. ALLAN KARDEC

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                  Reprogramación
                                             ( Psicografía )
                                                        



     Naciste en el hogar que necesitabas.
     Vestiste el cuerpo físico que merecías. 
     Vives en el mejor lugar que Dios podría haberte proporcionado, de acuerdo con tu adelanto.
     Posees los recursos financieros coherentes con tus necesidades, ni más ni menos, sino lo justo para tus luchas terrenas.

     Tu ambiente de trabajo es el que elegiste espontáneamente para tu realización.
     Tus parientes y amigos son las almas que atrajiste con tus propias afinidades.

     Por lo tanto, tu destino está constantemente bajo tu control. Tú eliges, recoges, escoges, atraes, buscas, expulsas, modificas todo lo que te rodea la existencia.
     Tus pensamientos y voluntades son la llave de tus actos y actitudes, son las fuentes de atracción y de repulsión en tu jornada vivencial.
     No te quejes ni te hagas la víctima. Antes que nada, analiza y observa. El cambio está en tus manos.
     Reprograma tu meta. Busca el bien y vivirás mejor.


Mensaje del espíritu Hammed, psicografiada por el medium Francisco do Espírito Santo Neto en la reunión pública de la Sociedad Espírita Boa Nova en Catanduva, (Brasil), la noche del 6 de marzo de 1999
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EL ESPIRITISMO
El Espiritismo, desagraciadamente, hay muchos que lo conocen solo de nombre, pero pocos en esencia. Nosotros no tenemos grandes facultades intelectuales, pero bebemos en buenas fuentes: estudiamos, analizamos, comparamos, y después, basándonos en lo más racional, aportamos nuestras ideas. Es lo que hemos hecho hasta ahora, y lo que seguiremos haciendo; por ello, vamos a exponer aquí, del mejor modo posible, lo que nos parece más razonable de nuestra hermosa doctrina.
Su nombre, ha tenido mala prensa, por el motivo de que muchos, bajo su nombre, explotan y engañan a quienes están faltos de preparación, como es el caso de los sortilegios y adivinos o médiums, que se atribuyen falsas facultades o poderes, en cuyo fondo está el absurdo, el fanatismo o el interés; nadie que así actúe es espírita, aunque diga serlo.
El Espiritismo es la nueva ciencia que viene a revelar a los humanos con pruebas irrefutables, la existencia y la naturaleza del mundo espiritual y sus relaciones con el mundo corporal; nos lo presenta como algo natural, como una de las fuerzas vivas que obran en la Naturaleza, aclara una multitud de fenómenos incomprensibles hasta ahora, pero que la ciencia espírita demuestra que no se trata de nada fantástico o maravilloso, porque todo se explica fácilmente.
La revelación de la doctrina, no está personificada en ningún individuo, porque es producto de la enseñanza dada, no por un hombre, sino por Espíritus, que son las voces del cielo, esos grandes Seres de Luz que nos han revelado la filosofía de la verdadera Cristiandad.
No es fácil entender la filosofía espírita, sobre todo a los muy materialistas, que ofuscados en sus trabajos y problemas de la vida, niegan todo lo que no puedan manejar materialmente; pero tampoco es normal, y es difícil que pueda cambiar sin más, solo por haber leído algún libro espírita; pero en algunos casos el cambio viene a través del sufrimiento cuando busca la razón de sus males, pues ve vencido y humillado su orgullo ante su impotencia, y a veces son conducidos ante mediumnidades de curación para intentar remediar sus dolencias, después de haberlo intentado por todos los medios con la ciencia oficial. Y en último extremo, si se llegan a aliviar o a sanar sus cuerpos, entonces suelen despertar y comienzan a hacer preguntas. Indudablemente es un punto de partida para poder comenzar a comprender la filosofía espírita y la más elevada moral que haya conocido. En un mundo donde prima la descreencia, el materialismo, el orgullo y el vicio, hay una labor grandiosa a desarrollar, enseñando y divulgando la doctrina que tan amorosamente divulgaba Jesús y que es lo más civilizado que ha conocido la Humanidad. Y que por cierto, bien poco se ha comprendido y practicado hasta ahora esta verdadera fraternidad.
El Espiritismo no enseña nada contrario a las enseñanzas de Jesús, pero la desarrolla, explica y concreta en términos claros lo que se dijo de modo alegórico.
A la sombra del nombre "Espiritismo", se amparan muchas ideas antagónicas; el verdadero Espiritismo no va contra ninguna religión, sino que por el contrario, trata de potenciarlas, buscando la auténtica verdad, con análisis y auténticos razonamientos; tenemos religiosidad, porque lo que habla de Dios tiene religiosidad, pero no constituimos una religión, puesto que no formamos jerarquías ni tenemos rituales ni ceremonias de ninguna clase, ni admitimos personalismos; no creemos en dogmas ni en misterios ni milagros; somos librepensadores y admitimos la verdad venga de donde venga , para evolucionar con ella; respetamos todas las ideas, siempre que sean de buena fe, dejando a cada uno la responsabilidad por su creencias.
Aunque creemos estar en el buen camino, sabemos que la Verdad absoluta es patrimonio exclusivo de Dios.
La muerte, que nosotros llamamos desencarnación, el Espiritismo nos demuestra que tal como la concebimos no existe. El cuerpo finalmente se deshace, pero el Espíritu, el Yo de nuestra personalidad, continúa existiendo en la eternidad; pero Dios, en su inmenso Amor hacia nosotros, nos ha dado tiempo para que podamos comprenderle y amarle en toda su Creación. Y aunque tardemos muchos siglos y muchas reencarnaciones, llegaremos a comprender nuestras equivocaciones, y en la purificación moral se desarrollarán en nosotros los grandes conocimientos, comprendiendo que las grandes virtudes nos proporcionan una inmensa felicidad.
El Espiritismo aconseja al ser humano que estudie; que no se conforme con la aparente muerte del cuerpo, que descubra la auténtica vida del Espíritu; y es justo que la humanidad de hoy, tan dada a las ciencias exactas, estudie con preferencia para saber de donde ha venido y a donde irá después de esta existencia. Dios ha permitido que la humanidad penetre estos misterios y que se descorriese el velo que separa el mundo visible del invisible.
Las manifestaciones con las mediumnidades no tienen nada de extra-humano; es la humanidad espiritual que viene a hablar con la corporal, para decirle que la nada no existe; vienen a ilustrarnos para que tengamos fe en el porvenir, pues la vida terrestre es para progresar. Muy pobre idea se tendría del Espiritismo si se creyera que toma su fuerza de las manifestaciones materiales; su auténtica fuerza reside en su filosofía y en el llamamiento que hace a la razón y al sentido común. En la antigüedad fue objeto de estudios misteriosos, cuidadosamente ocultados a los pueblos; hoy no tiene secretos para nadie, habla con lenguaje claro y sincero, sin ambigüedad, sin misticismos ni nada alegórico susceptible de falsas interpretaciones. Quiere ser comprendido por todos, porque ha llegado la hora de dar a conocer a la humanidad la auténtica verdad, quiere que la Luz se difunda para todos; no se exige creencia ciega sino que se sepa por qué se cree, y apoyándose en la razón, siempre será más fuerte que los que no se apoyan en la nada.
Muchos se preguntan si existe Dios, y la Creación demuestra que ¡ Si !. que todo es efecto de esa Gran Causa que cada escuela espiritual define a su manera.
Las religiones formaron un Dios a semejanza del ser humano, y a Dios no se le puede definir. El lenguaje humano no tiene palabras suficientes para describir el sentimiento que se apodera del alma pensadora cuando en la noche silenciosa contempla la bóveda estrellada y adivina que aquella multitud de astros no son solamente para contemplarlos, que en muchos existen familias de seres más adelantados que nosotros, y comprenderán mejor a Dios. Hemos vivido siglos, creando dioses a nuestro antojo, y hoy la comunidad científica no acepta absurdos religiosos, y la razón no está en los dogmas.
Los millones de mundos y soles del Universo. la Voluntad que lo rige, se oculta a nuestros ojos. Las cosas están dispuestas de modo que nadie está obligado a creer en ellas, si el orden, la grandeza y la armonía del Cosmos no bastan para convencernos, somos libres; nadie nos obliga a creer en Dios.
Los verdaderos espíritas creemos en la pluralidad de existencias del alma, así como de mundos habitados. Jesús dijo: "En casa de mi Padre hay muchas moradas". Estamos convencidos de que la humanidad todavía está en estado embrionario, porque a tener nuestro espíritu más lucidez, habría más ternura en nuestro corazón.
La sabia naturaleza ha limitado nuestras percepciones y sensaciones; solo de grado en grado nos guía por el camino del saber, lentamente; etapa tras etapa y vida tras vida, vamos adquiriendo conocimientos del Universo, visible u oculto. El Ser sube peldaño a peldaño la infinita escalera de la evolución hacia Dios; y cada peldaño puede representar para él una larga serie de siglos.
Si los mundos celestes se nos aparecieran de pronto sin velos, en todo su esplendor, quedaríamos deslumbrados, ciegos, porque nuestros sentidos exteriores han sido medidos y limitados. Aumentan con claridad a medida que el Ser se eleva en la escala de los perfeccionamientos de las existencias. El Universo se descubre a nuestra vista a medida aumenta nuestra capacidad para entender las leyes Universales del Amor fraternal.
Estamos en contra del materialismo, no de los materialistas, porque los hay de grandes sentimientos fraternos y sabemos que cada Espíritu cree según su adelanto. Dios está en cada uno de nosotros, en el templo vivo de la conciencia, que es el santuario donde se oculta la Chispa Divina. El Espiritismo, tan combatido y ridiculizado, solo aspira a que los humanos lleguemos a amarnos intensamente unos a otros,

- Salvador Sanchís Serra-

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