jueves, 19 de enero de 2023

A vueltas con el aborto

 INQUIETUDES  ESPÍRITAS

1,- A vueltas con el aborto

2.- Nuestro lugar en el cosmos

3.- Los muertos

4.- Reencarnaciones iniciales

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    A VUELTAS CON EL ABORTO                   


     Seguimos a vueltas con el tema del aborto. Y es que las elecciones están a la vuelta de la esquina, y  los partidos políticos que lo defienden, en vez de proponer soluciones de amparo a las mujeres encinta que se encuentran desamparadas, y proteger la vida de tantos niños inocentes que pretenden venir a este mundo, optan por lo más fácil: Ignorar a esos niños (estos no votan), y tratar de complacer las conciencias de las mujeres grávidas que dudan de cometer tal acto. Parece ser que conseguir cada vez unas más amplias cuotas de plazos que permitan aumentar el número de abortos practicados, es un logro social y necesario, aunque los espíritas creemos que el verdadero logro humano, social y necesario, será cuando le consiga abolir por completo esta inhumana y macabra práctica.

    Quisiera ser capaz de analizar esto con mente objetiva y racional, partiendo del conocimiento espiritual que me dio el Espiritismo, y que adopté en mi vida por encontrar en él una ciencia y una filosofía lógica y racional, que me aclara  temas importantes o trascendentes respecto al por qué y al para qué de la vida, qué sentido tiene, por qué estamos aquí, quienes somos, de dónde venimos o a donde vamos después de esta existencia.

    Al aborto, la sociedad materialista y atea que permite su práctica como cosa normal, de poca importancia, tratando de ignorar que se trata de la destrucción física de un ser humano,  lo ha presentado como algo permisible y tolerable para  llevarlo a cabo, sin ningún prejuicio, cuando los métodos anticonceptivos no se aplicaron a tiempo, o cuando estos fallaron; le han querido dar  un aire de normalidad como a cualquier método anticonceptivo. La idea es la de que lo que se aborta, no es un ser humano, sino una especie de tumor que aparece inoportunamente en el seno de la mujer, y que si se le destruye, y se libera a la mujer de él…, bueno, solo es un trozo de carne que  ni siente ni padece. Y a este crimen, se le da un plazo legal para llevarlo a cabo sin consecuencias penales, lo que demuestra que  los legisladores del aborto saben que no es una cosa cualquiera lo que se extirpa; a ningún tumor o grano extirpable se le da un plazo legal para su extirpación.  

     Por otra parte el exacto cumplimiento de estos plazos es  muy fácil de burlar, de modo que se establece que hasta los tres meses y medio de embarazo, ( o el plazo que determine la ley), la mujer puede abortar libremente porque lo abortado no es nada,  pero a partir de ahí, ya no se puede abortar, porque parece ser que de repente, lo que ayer no era nada, una protuberancia,  un tumor, hoy de  ya es un ser humano contra el que legalmente ya no se puede atentar. En este problema de los plazos, el tema queda en manos de un médico o de una clínica abortista, pues ellos,  amparándose en su ciencia, pueden decretar a su antojo el número de semanas que lleva existiendo ese feto o ese embrión y. día arriba o día abajo, decidir su vida o su muerte.

     Yo me pregunto :  Aunque esto de los plazos se pudiese cumplir con  precisión,  ¿ Supone el hecho de reconocer que lo que el primer día , una vez  pasados esos tres meses y medio, si lo abortamos, matamos a un ser humano, y por tanto sería un crimen, mientras que sin embargo, el  día anterior a poder completar los tres meses y medio, aún se puede  matar al feto sin consecuencias penales?, ¿por qué esto que a partir de hoy ya es reconocido como un ser humano, ayer no lo era todavía?; ¿ Donde está la diferencia que otorga al no nacido el derecho  de ser o no ser reconocido y protegido como humano de un día para otro ?;  ¿ ayer solo era una cosa de carne que se podía extraer y matar sin prejuicios, y  hoy ya no porque se considera un ser humano y es un crimen?; ¿ en dónde está la diferencia? ¿ en más o menos tiempo de gestación?; ¿habrése visto mayor hipocresía?; ¿ cómo se puede admitir que a un niño que "viene de camino ", un ser humano inocente   que va a nacer,  que alguien ajeno al mismo, como lo es su propia madre, lo condene a muerte y decida matarlo, queriendo creer que “lo que se quita de encima” es apenas un grano o un tumor y creyendo ejercer un derecho al amparo de la ley ?. Si el feto  fuese solo una excrecencia de su cuerpo,   sería  lógico, en efecto,  que la mujer  tuviese absoluta libertad para decidir  si se lo quita o no, pero un embrión o un feto, esencialmente es un Ser humano, en el más amplio sentido de la palabra, con  vida propia en sí mismo, aunque dependiente de la de su madre, con un corazón que late aparte del de su madre, y desde luego nada que ver con un grano, una protuberancia o un tumor.

    Lo malo de la situación actual, es que la política ha tomado su parte en el asunto. Parece ser, que por el hecho de “ser de izquierdas”, hay que ignorar los derechos de un ser humano no nacido y decir que defienden por encima de todo los derechos de la mujer;  ¿ qué derechos?, ¿ el derecho a matar, quitando la vida a ese ser que lleva en su seno y que es su hijo?; y los derechos del no nacido, ¿no existen?. ¿ No es un ser humano?; ¿Pues, si no es un ser humano, de qué especie es?...

    Creo que el problema reside precisamente en el concepto materialista de la vida al considerar que el ser humano es solamente la materia de su cuerpo, un montón de carne que podemos comparar a  la de cualquier otro animal, destinada finalmente  a la putrefacción o a las cenizas de un crematorio tras  su muerte. Si fuésemos solo esto, ¡ qué poca cosa seríamos!. Sin embargo, demostrado está por la Psiquiatría, la Psicología, la Parapsicología, el Espiritismo y por la Ciencia en general,- aunque en este caso, ciencia ignorada o silenciada por los poderes fácticos hedonistas- , que estos atributos del alma que poseemos los humanos, como son los sentimientos, la voluntad, la capacidad de amar, de sentir la belleza, el arte, o de desarrollar la ciencia, no son secreciones de nuestra materia animal ni del cerebro,  sino que son atributos del Espíritu  que anima a esa materia y que es independiente de ella, tal y como ya está largamente demostrado, aunque- como digo- ignorado a propósito.

    Por tanto  pensemos por un momento que hasta ahora, nos hemos tenido por seres humanos, considerando solamente  el cuerpo de materia  que poseemos, que es un cuerpo limitado en el tiempo y mortal. Por otra parte en el seno de las religiones se ha plasmado  la idea de que somos seres humanos porque nuestro cuerpo tiene un alma o espíritu. Pero si  cambiamos ese concepto por el de que realmente somos almas o espíritus, que no procedemos o acompañamos a un cuerpo, sino que lo tenemos temporalmente, para evolucionar en la Tierra. revistiendo con  él una personalidad  humana, la perspectiva de lo que es o no es un ser humano, o cuando empieza o no empieza a serlo, cambia por completo.

      La lógica nos dice que en cuanto al cuerpo físico  se pueden establecer  diferencias que por  su  grado de desarrollo puedan delimitar  la línea de separación entre lo que todavía no es, y lo que a partir de cierto momento ya es, aunque  la idea siga repugnando a la razón, pero ahora bajo esta nueva perspectiva  de que somos un espíritu o alma con un cuerpo, y no al revés,  la cuestión cambia por completo, porque, ¿ a partir de qué momento el embrión o el feto,  ( su cuerpo), está ligado a un espíritu o alma  con el que va a emprender su aventura humana?.

   Esta es la clave de la cuestión, pues aun  admitiendo la existencia  del alma, cabría plantear que, a partir de qué momento esta unión de ambas realidades que conforman al ser humano, es un hecho.

  Al considerar la preexistencia del alma o espíritu, debemos comprender que todo nacimiento es la llegada de un ser que viene al mundo con un programa a desarrollar, una misión a cumplir, o necesitado de algo para proseguir su normal evolución; pues bien, si cuando el proceso está en marcha se le corta la posibilidad de incorporarse a este mundo  mediante un aborto, se le está interrumpiendo o impidiendo la posibilidad de llevar a cabo su misión o la motivación que le trae al mundo.

     Al Espiritismo, se le ha  echado tanta basura encima, tantas mentiras y bulos, sobre todo por parte de las propias religiones que no lo han visto como un aliado que confirma algunas de  las tesis principales sobre las que fundamentan sus doctrinas, sino como un enemigo. porque con su filosofía desdice algunos dogmas.

    El Espiritismo  se apoya en tres pilares: el de la ciencia de observación del fenómeno mediúmnico y paranormal, del que nació  la filosofía codificada por Kardec a partir de las informaciones obtenidas  desde el plano espiritual dadas por Seres Espirituales que se comunicaron a través del citado fenómeno mediúmnico, y que ellos mismos se identifican como Espíritus, y  de ahí, el fruto y consecuencia  final de esta ciencia y de esta filosofía: la moral que se desprende de ella. Una moral plenamente coincidente con la de los Evangelios cristianos,  a los que confirma,  aclara y amplía en profundidad, en sus  aspectos y enseñanzas éticas, que cuando se adoptan  en el transcurrir de la vida humana, ayudan a mejorar la existencia del ser humano, desarrollando y haciendo evolucionar su  esencia o parte espiritual, lo cual  constituye el verdadero sentido de la vida.

    Y  estos comunicados mediúmnicos codificados por Kardec , nos señalan, entre otros muchísimos temas, que el embrión y el feto,  tienen un Ser espiritual asignado y unido a ellos, y son los que facultan  su desarrollo hasta el momento de nacer, en cuyo momento se integran total y  definitivamente a la materia que les va a acompañar como cuerpo durante toda su vida humana. Por tanto, si se suprime este feto o este embrión, independientemente de la semana de desarrollo físico en que se encuentre, estamos suprimiendo una vida humana, estamos impidiendo que se lleve a cabo un proyecto de vida  que ya está en marcha, estamos cortando el proceso evolutivo de un Ser espiritual como nosotros, que no ha sido creado por nosotros, y que tiene exactamente el mismo derecho a la vida que nosotros a estar aquí, en este mundo.

   Creo que es muy importante divulgar estos  conceptos espirituales a nivel popular, porque la realidad actual es la de que se está cometiendo en todo el mundo, cada día,  el mayor genocidio de la historia, y cada actor interviniente en este drama, tiene su grado de responsabilidad y tendrá que afrontar  en el futuro la cosecha  de lo que ahora tan inconscientemente se está sembrando.

   Los hombres y mujeres que hoy en día, en nombre de los derechos de la mujer,  abogan por suprimir tan  irresponsable y alegremente estas vidas humanas no nacidas, así como  también lo defienden bajo el pretexto de malformaciones congénitas detectadas en el feto, con lo cual   justifican su eliminación,  ( parece que vamos adoptando las ideas del nazismo:  un mundo de cuerpos físicos perfectos y el que no lo sea no tendrá derecho a nacer ni a vivir). Incluso en los casos de estupro; y digo yo: ¿ Qué culpa tiene ese Ser no nacido, del estupro cometido?; ¿ Por qué no se condena y castiga a quien lo cometió, y no al Ser inocente que viene al mundo sin haberlo pedido, como consecuencia de aquel acto?

*     Quienes  no ven al feto como un ser humano en sí mismo, como una vida humana independiente de la madre, ignoran que  después de que a ellos les llegue su propia muerte, ( que siempre se considera  tan remota y lejana, como si eso solo sucediera a los demás pero a ellos no), no van a “entrar en la nada”, sino que seguirán existiendo y viviendo como espíritus desencarnados, y ellos también tendrán que volver a renacer de nuevo bajo la tutela de la Ley de Causa y Efecto, por la cual se cosecha obligadamente lo que antes se sembró voluntariamente. Por tanto no será de extrañar que esa cosecha sea  la de ser ellos mismos repetidamente abortados, o tal vez  la de volver a  nacer  como niños sanos y perfectos, para  morir  después de cualquier forma dolorosa al poco de nacer, de modo  que experimenten en sí mismos lo que es una vida humana cortada desde su comienzo, como las que ellos mismos cortaron en su pasado.  

   Por favor, no cometamos más errores; que defender la vida no debe ser cuestión de derechas o de izquierdas: debe ser responsabilidad de todos.  Divulguemos estos conceptos e impidamos en la medida que nos sea posible, que esta matanza de inocentes continúe. Que las ideas de la izquierda política no tendrían por qué ser materialistas ni abortistas; tienen otros muchos temas en los que trabajar para alcanzar votos: educación, sanidad, trabajo, etc.

 Por el momento actual que vivimos, que cada uno en la parcela de  su  responsabilidad individual, digamos siempre desde el  corazón:  ¡ Sí a la Vida ¡

-Jose Luis Martín-

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Nuestro lugar en el cosmos
Raúl Teixeira

El astrónomo Dan Goldsmith preguntando al respecto de cuál era la mayor invención, para él, en esos últimos dos mil años, respondió de forma muy interesante. Afirmó el astrónomo ingles que, para él, lo más fundamental en esos dos mil años, fue la síntesis mental de la Humanidad que permitió que los individuos pasaran a percibir que somos parte, aquí en la Tierra, de una gran familia, de un gran circuito, de un circuito cósmico y no estamos aislados en un punto especifico del espacio, como si fuésemos una isla. Somos parte de esa gran familia cósmica que vibra por el Universo.
A partir de esa conversación de Dan Goldsmith, comenzamos a reflexionar sobre aquello que él llamo síntesis mental. Se vuelve una síntesis mental porque, a lo largo del tiempo, poco a poco, las personas fueron entendiendo que era impracticable imaginarse que la tierra estaba aislada en el espacio o que aquí es el único lugar donde existe vida humana, donde hay criaturas pensantes, individuos inteligentes. Esa idea, al principio, era parte de las creencias de china, de los chinos primitivos, que llegaban a arrojar contra las estrellas sus flechas incendiarias, imaginando que esas flechas irían a alcanzar algún habitante de las estrellas. Esas ideas también eran parte de los religiosos de la antigüedad, que siempre creían que había seres que vivían en esos mundos brillantes de la inmensidad. Pero, formalmente, la ciencia siempre fue escéptica con relación a esto, por lo menos la ciencia occidental.
Cuando oímos a un hombre como Dan Goldsmith expresarse de esta manera, que para él, en los últimos dos mil años, la cosa más fundamental, la invención más notable es esa síntesis mental de la humanidad, nos sentimos felices por percibir que ya existe un gran grupo pensando al respecto de esa viabilidad de vida en otras partes del universo, vida en otros mundos. Pero, fundamentalmente para Smith, es importante que sintamos que no estamos aislados en el cosmos, estamos, eso sí, integrados en un gran contexto, en un gigantesco cosmos. Y nos cabe entonces, basándonos en esa afirmativa del astrónomo, desear saber cuál es la importancia de esto, cual es la importancia de saber que somos parte de una gigantesca familia. Nosotros, los humanos, precisamos saberlo. Y al pararnos para evaluar la afirmativa de Dan Goldsmith, percibimos que estamos participando en esa vida cósmica y significa que existe un objetivo, o si quisiéramos, un telefinalismo , una finalidad distante del Autor de la vida, de la Divinidad o de Dios, si así quisiéramos, para que existamos, para que estemos aglomerados en planetas diversos.
Cuando nos damos cuenta de que somos parte de esa inmensa familia, eso de algún modo deberá servir para disminuir nuestra prepotencia, nuestro orgullo y esa vanidad tan absurda de hallarnos superiores a los otros. Todos somos parte de una gran nación, un clan gigantesco que cubre millones y millones de soles, que componen millares y millares de constelaciones, de sistemas planetarios. De este modo, no estamos solos en ese contexto evolutivo. Como en una ciudad, existen aquellos que están trabajando en posiciones subalternas, hasta que consigan crecer, desenvolverse, mejorar, cuantos hay de aquellos que ya están subiendo posiciones más altas, dado el trabajo que desarrollaron sobre si mismos. En el concierto de los mundos también ocurre esto. La Tierra es clasificada por los inmortales como un mundo de pruebas porque aquí estamos, Espíritus que necesitamos de aprendizaje de variados niveles. Y ese aprendizaje, tanto nos permite desarrollar nuestro lado intelectual, señoreándonos de todas las ciencias importantes para nuestro mundo, como desarrollar nuestro lado humano, nuestra relación fraternal, nuestra convivencia.
Entonces, somos Espíritus en prueba, porque precisamos de los test cotidianos, de las pruebas de cada momento, como alumnos en una escuela, después de hacer el aprendizaje y la necesidad de demostrarnos que tenemos fijado el contenido, que hemos aprendido el contenido. Entonces, este mundo es un mundo de pruebas o un mundo de exámenes, exactamente por esto. Porque nos alberga aquí y todos tenemos necesidad de realizar el aprendizaje que aún nos falta. Por otro lado, es un mundo expiatorio porque todos nosotros, con poquísimas excepciones entre los que nos hallamos aquí, tenemos débitos contraídos con nuestro pretérito, con nuestro pasado, sea un pasado reciente, de esta misma existencia, o sea un pasado remoto, de otras existencias. Todos aquellos que actuamos, contrariando las Leyes Divinas que pulsan nuestra conciencia, esto nos hizo contraer débitos que necesitamos resarcir. Todo aquello que dejamos de hacer, contrariando las Leyes Divinas que nos mandan actuar en el bien, también exigirá de nosotros un periodo de rescate, de corrección, de reaprovechamiento del tiempo que desperdiciamos y mal usamos. Saber que somos parte de esa familia sideral y sentimos esto intuitivamente porque venimos de esas otras dimensiones cósmicas, salimos de otros mundos de la casa del Padre, como recordó Jesús Cristo, hasta llegar a la Tierra.
La Tierra ya no es un mundo primitivo, la Tierra es un mundo de pruebas y de expiaciones. Ahora, aquellos que nos hallamos en régimen expiatorio, teniendo que pagar deudas, eso significa que ya vivimos antes y contrajimos esas deudas, en otras existencias cósmicas. De ese modo, es muy importante percibir que nuestra existencia contemporánea no es casual.. No somos, como muchos imaginan, frutos del acaso bioquímico, la formación de nuestro cerebro determinando la existencia de un alma. No. Para el pensamiento Superior de los Nobles Guías del mundo es el alma quien establece la existencia del cerebro físico. Ya el viejo Lamarck afirmaba, en el Siglo XIX, que la función hace el órgano. Si el órgano es material, la función es material o es incorpórea. De este modo, aprendemos como es importante, sabedores de que no estamos solos en el espacio sideral, trabajamos, nos hacemos mejores, damos nuestra mejor parte al servicio del bien, en nombre del amor, como hijos de Dios que somos todos.
Raúl Teixeira

Transcripción del Programa Vida y Valores, número 202,

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LOS MUERTOS
“Creed que aquellos a quienes llamáis muertos, están más vivos que vosotros, porque
ellos ven lo que no veis, oyen lo que no oís, reconoced en aquellos que os vienen a hablar, a vuestros padres, a vuestros amigos y a todos aquellos que amasteis en la Tierra y que creíais perdidos sin retorno; infelices aquellos que creen que todo acaba con el cuerpo, porque serán cruelmente desengañados; infelices aquellos que tuvieren falta de caridad, porque sufrirán lo que hubieren hecho sufrir a los otros! Escuchad la voz de aquellos que sufren y que vienen a deciros: “Nosotros sufrimos por haber desconocido el poder de Dios y dudado de su misericordia infinita; sufrimos por nuestro orgullo, egoísmo, avaricia y de todas las malas pasiones que no reprimimos sufrimos por todo el mal que hicimos a nuestros semejantes por el olvido de la caridad.”
     ¡Decid si una doctrina que enseña semejantes cosas es risible, si es buena o mala! No encarándola sino desde el punto de vista del orden social, ¡decid si los
hombres que la practicasen serían felices o infelices, mejores o peores!

EL ESPIRITISMO EN SU MÁS SIMPLE EXPRESIÓN. ALLAN KARDEC

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REENCARNACIONES INICIALES


 


El mundo animal y el vegetal están formados de los mismos elementos constitutivos en el sentido material. 

El elemento espiritual y el elemento material son dos principios constitutivos del Universo. El elemento espiritual es individualizado, es el de los Espíritus. El elemento material individualizado  constituye los diversos cuerpos de la naturaleza, orgánicos e inorgánicos.

Todos los fenómenos de la naturaleza pueden ser explicados por las leyes naturales. Las leyes físicas, químicas y biológicas que nos dan el mecanismo de la vida, del microscopio celular o sobre la magnitud del microcosmos.

Estas leyes, que son automáticas, son regidas por la ley Universal. Esta ley omnipresente, la llamamos Dios. Siendo perfecta, a de ser inmutable, pues solo lo imperfecto sufre cambios buscando el perfeccionamiento progresivo. Por eso al ser inmutable la Ley Universal, se concibe su acción constante y uniforme. 

Por la regularidad y constancia de la ley Universal, concluimos que no hubo un momento de la creación. Dios irradia constantemente y se proyecta centellas divinas o principios espirituales que proviniendo de un ser perfecto solo podrán tener un destino: la evolución, infinita rumbo a la perfección. 

Dios crea siempre. Un ser perfecto, omnipresente e inmutable, Ley universal omnisciente no tienen un grafico de creación o un momento para crear, más si una acción creativa constante y eterna.

La encarnación primera  por tanto  fue para nosotros, hoy seres humanos, hace incontables millones de años, cuando las centellas divinas se sumergían en la dimensión física uniéndose a las expresiones de la organización material.

El espíritu durmió en los átomos y pasó el gran sueño por el reino mineral, soñó en las organizaciones vegetales, se agitó por las especies animales para despertar en la especie humana, rumbo a la conciencia superior en seres futuros.

Todo sirve, todo se encadena  en la naturaleza, desde el átomo primitivo hasta el arcángel, que también comenzó por ser   átomo.

La distancia entre minerales, vegetales y animales es simplemente  consecuencia del mayor o menor camino recorrido en el camino evolutivo del ser. 

El origen de la vida, si recordamos las condiciones existentes antes de su aparición, vemos que la edad calculada según varios métodos, es de cuatro billones y medio de años. El examen de los fósiles  y otros materiales muestran que la vida ha existido hace dos billones de años atrás, lo que significa que hubo una espera o un trabajo de dos billones de años para que la Tierra estuviese adecuada para recibir los primeros seres vivos en la concepción de la vida biológica.

La Tierra en sus fases  primitivas se presenta a temperaturas incandescentes y llegó hasta los 2000 grados centígrados de temperatura, al lado de descargas eléctricas. En determinada época comenzó  el enfriamiento, que continuo por millones de años. Durante ese proceso, los materiales más pesados, pasaron a ocupar la región más central de la tierra, su núcleo, los más leves quedaron  por encima, formando la parte externa. 

La tierra fue sufriendo modificaciones acentuadas en su aspecto, por los movimientos de rotación y traslación, además del enfriamiento. Las fuerzas de la atracción del Sol estabilizaron la orbita del planeta. El movimiento de rotación determinó el achatamiento de los polos. El nacimiento de la luna, hija de la Tierra, pasó a ser un ancla magnética, actuando en el equilibrio del movimiento de traslación terrestre. 

El satélite de la Tierra influenciaría por intermedio de su luz polarizada (indirecta), el despertar de la vida y la reproducción de los futuros seres vivos. En todo ese proceso admitimos la presencia de una fuerza mayor, o Ley, como un impulso determinista para orientar  en el sentido de la organización creciente del orbe. Una fuerza neguentropica. 

Los océanos, generados en parte por las erupciones volcánicas, de rocas fundidas y en parte por las colosales lluvias motivadas por la evaporación continua, se salaron por la descomposición de las sales minerales de las rocas descompuestas por las altas temperaturas. 

Las aguas calientes y después templadas formaron el caldo adecuado para el surgimiento de la vida. 

Por causa de su tamaño, la tierra ejerció fuerza gravitacional suficiente para mantener presos los gases que quedaron girando a su alrededor y que, de otro modo, habrían escapado al espacio. Estos gases eran en esa época diferentes de los encontrados hoy en la actualidad en la atmósfera del planeta. 

Según evidencias científicas, la antigua atmósfera estaba compuesta de vapor de agua, hidrogeno, metano y armoniaco. Las combinaciones de estos elementos existentes en la atmósfera, estimulados por las abundantes descargas eléctricas, generaron los primeros aminoácidos. 

Todos los seres vivos, desde el virus y las amebas hasta los de constitución superior, están constituidos de proteinas. Las proteinas son moléculas gigantes  resultantes de la combinación de cien a tres mil aminoácidos. Si imaginamos una proteína con un muro de ladrillos, cada ladrillo corresponde a un aminoácido. A medida que las moléculas de aminoácidos, durante millones de años se acumulaban en los océanos, algunas reaccionaban químicamente formando moléculas mayores y más complejas. 

A medida que los compuestos minerales o gases primitivos fueron obrando internamente, pasaron a ser capaces de asimilar una energía o fluido llamado vital, no existente en los minerales pero solamente en las composiciones orgánicas.

La energía vital o fluido vital existente en todo el universo, da a los seres vivos, o confiere a la materia orgánica el atributo de la vida o principio vital. 

Es intangible, no ha podido ser definida, parece activa en el ser vivo, y extinguida en el ser muerto.

 La química pude descomponer los cuerpos inorgánicos y los orgánicos; pero nunca ha llegado a reconstruir ni una hoja muerta, lo cual prueba que hay en los cuerpos orgánicos algo que los otros no tienen. 

Hay cuatro elementos : el oxigeno el hidrogeno el azoe y el carbono, que combinándose, sin el principio vital forman minerales o cuerpos inorgánicos, sin vida. El principio vital modificando la contextura molecular de un cuerpo, le da propiedades particulares, y en lugar de una molécula mineral, se tiene una molécula orgánica. 

Los principios espirituales iniciales, expresión de la Ley Cósmica Universal, Dios, pasaron a sumergirse, o reencarnarse, en la materia animada por el principio vital.

El fluido vital, estableció el hilo dimensional necesario para la fijación de la estructura espiritual a la estructura física.

Los primeros seres vivos, surgidos de los minerales, eran cristalizables, como los virus, intercambiando poco con el medio externo. Enseguida surgieron los primeros unicelulares realmente libres, que se multiplican prodigiosamente en la temperatura templada de los océanos; las amebas y las bacterias primitivas. Estos seres rudimentarios solo revelan  un sentido: el tacto, que dio origen a todos los otros en función del perfeccionamiento de los organismos superiores. Los seres iniciales se movían a lo largo de las aguas, donde encontraron el oxigeno para la vida, pues en la tierra firme todavía no existía en proporción suficiente para su desenvolvimiento.

Los reinos vegetal y mineral parecían confundidos en las profundidades oceánicas. No existían formas definidas.

Las primeras bacterias pasan  a labrar los minerales en la construcción del suelo, preparando el surgimiento de los vegetales.

Colonias de protozoarios, surgen de la asociación de amebas. Colonias estas que se constituyen en las primeras sociedades vivas.

 

(Primera parte)

 

Trabajo de Oswaldo Porras, extraído del libro:

Reencarnación y evolución de las Especies


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