martes, 24 de enero de 2023

Los Fantasmas, ¿Existen ?

   INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- Forma y ubicuidad de los Espíritus

2- Anotaciones sobre el trabajo mediúmnico

3-Estructura del cuerpo espiritual en Espíritus de evolución media

4- Los Fantasmas, ¿ Existen ?

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          FORMA Y UBICUIDAD DE LOS                                ESPÍRITUS

88 – ¿Tienen los Espíritus una forma determinada, limitada y constante?
– Para vosotros, no; para nosotros, sí. Y si así lo queréis, el Espíritu es una llama, un destello o una chispa etérea.
– ¿Tiene cualquier color esa llama o destello?
– Para vosotros, y según sea el Espíritu más o menos puro, varía de la sombra al brillo del rubí.

Ordinariamente se representa a los genios con una llama o estrella sobre la frente; es una alegoría que recuerda la naturaleza esencial de los Espíritus. La colocan a la altura de la cabeza porque allí reside la inteligencia.

89 –¿Emplean los Espíritus algún tiempo en cruzar el espacio?
– Sí; pero rápido como el pensamiento.
– ¿El pensamiento es el alma misma que se traslada?
– Cuando el pensamiento está en cualquier parte, el alma está allí también, pues quien piensa es el alma. El pensamiento es un atributo.
90 – El Espíritu que se traslada de un lugar a otro, ¿tiene conciencia de la distancia que recorre y de los espacios que atraviesa, o bien se ve súbitamente transportado al punto a donde quiere ir?
– Ocurren ambas cosas. El Espíritu puede muy bien, si así lo quiere, hacerse cargo de la distancia que recorre, distancia que puede también ser eliminada, lo cual depende de su voluntad y también de su naturaleza más o menos depurada.
91 – ¿La materia constituye obstáculo a los Espíritus?
– No, pues lo penetran todo: el aire, la tierra, las aguas y hasta el mismo fuego le son igualmente accesibles.
92 – ¿Tienen el don de la ubicuidad los Espíritus? En otras palabras: ¿puede el mismo Espíritu dividirse o encontrarse en varios lugares al mismo tiempo?
– No puede haber división del mismo Espíritu, pero cada uno es un centro que irradia en diversas direcciones y por esto parecen estar en diversos lugares a la vez. ¿Ves el Sol? Es sólo uno. No obstante, ilumina todo a su alrededor y lleva sus rayos a largas   distancias, sin que por ello se divida.
– ¿Tienen igual poder de irradiación todos los Espíritus?
– Muy lejos de eso, puesto que depende del grado de su pureza.

     Cada Espíritu es una unidad indivisible, pero cada uno de ellos puede irradiar su pensamiento en diversas direcciones sin tener por ello que dividirse.
     Es tan sólo en este sentido que debe entenderse el don de la ubicuidad atribuida
a los Espíritus. Tal como un destello que proyecta a distancia su claridad, la cual
puede ser percibida en todos los puntos del horizonte. Y tal así mismo como un
hombre que, sin cambiar de puesto ni dividirse, puede transmitir órdenes, señales
y movimientos a lugares diferentes.

EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS. ALLAN KARDEC.

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ANOTACIONES SOBRE EL TRABAJO MEDIÚMNICO

     Existe un universo a explorar. Hay una Humanidad entera clamando ayuda, esclarecimiento, comprensión y caridad en el llamado mundo espiritual.  Sus dramas y sus angustias no son puramente  individuales.

      La organización de un trabajo mediúmnico empieza mucho antes de dar comienzo  a sus tareas propiamente dichas, con el estudio sistemático de las obras básicas, y de las complementarias, de la Doctrina Espirita: las de Allan Kardec, León Denis, Gabriel Delanne, Gustavo Giley,  y ciertos escritos de origen mediúmnico, como los de André Luiz. Es necesario poner mucho énfasis  en el estudio  de los escritos  que cuidan el complejo problema de la mediúmnidad, que hace un soporte  indispensable de toda tarea programada. 

     Si tenemos disposiciones, podemos comenzar. Y comenzar por el planeamiento y no por la ejecución precipitada y sin preparación.

       Multitud de seres que han vivido aquí en la tierra, están allá a la espera de ayuda, no obstante son muy pocos los grupos que se disponen a esa tarea, procurando en si  esa elevación,  progreso, y  conocimiento

      La relación con el mundo espiritual se reviste de engañosa simplicidad. Cualquier persona dotada de facultades mediúmnicos, aunque incipientes,  puede establecer contacto con los desencarnados, consciente o inconscientemente, serena  o desordenadamente. Unos lo hacen compulsivamente o con resistencia; otros con espontaneidad; unos con respeto y amor, otros con liviandad e indiferencia; y muchos sin percibir  lo que pasa  o lo que se debe hacer para ordenar un fenómeno que, como tantos otros, es natural, no teniendo nada de místico, fantástico o sobrenatural. Hay que tener un mínimo de preparación, apoyada  en un mínimo de información para tratar con los espíritus. El que trata con los espíritus sin estos requisitos, se arrastra a la mediúmnidad indisciplinada o desequilibrada, y se expone a riesgos  imprevisibles para su equilibrio emocional y orgánico. La práctica  mediúmnica  no debe ser improvisada, pues no perdona la falta de preparación e ignorancia. 

     El mundo espiritual está poblado de seres  que fueron hombres y mujeres  como nosotros mismos, encontrándose  en diferentes estados de desarrollo moral. Podemos deducir ese otro mundo, como es el nuestro de aquí, allí, como aquí, encontramos Espíritus  nobles y dotados  de atributos morales avanzados, pero también hay los inferiores que son en gran número, y que se encuentran  en extremos dolorosos del envilecimiento moral , de la ignorancia, , de rebeldía, de angustia, de rencor, de venganza.  Son con estos últimos por nuestro estado inferior de evolución con los que generalmente contactamos.

     Sin embargo, esto no quiere decir que nos encontremos a merced de los espíritus inferiores; compañeros sublimados siempre velan por nosotros y están siempre dispuestos a ayudarnos, pero no debemos olvidar que ellos no hacen las tareas que nos corresponde hacer a nosotros.

      Nunca somos tan pobres de bienes materiales  y espirituales que no podamos donar alguna cosa  al compañero necesitado, sea el pan o la palabra  de consuelo y solidaridad. 

     El Espiritismo doctrinario nació de las practicas mediúmnicos, de ellas se nutre y de ellas depende, en gran parte  su futuro desarrollo. El intercambio, entre el mundo espiritual y este, solamente asumió expresión y sentido filosófico después que Kardec ordenó y metodizó  los conocimientos adquiridos en el contacto  con nuestros hermanos desencarnados. La practica mediúmnica es, no solo aconsejable, sino indispensable para el futuro de la Humanidad , ya que la ecuación y la solución de grandes inquietudes humanas van  a depender, cada vez más, de la exacta comprensión del mecanismo  de las relaciones entre esos dos mundo, que a fin de cuentas , no son más que uno solo, en planos diferentes.

     La propia dinámica de la Doctrina Espirita  exige ese intercambio espiritual, primeramente para que se observe  y estudie el fenómeno de la mediúmnidad, sus grandezas, sus riesgos, las oportunidades de aprendizaje y progreso  que contiene, no solo para el médium, sino también para aquel que asiste a los trabajos y de ellos participa.

     En el ejercicio de la mediúmnidad existe el riesgo de mistificaciones por parte de pobres hermanos carentes de entendimiento. De aceptación de mentiras sutilmente presentadas bajo fascinantes ropajes.  De aflicciones, felizmente pasajeras, causadas por el desfile  de las angustias  de hermanos sufrientes.

    El Espíritu que yerra, invariablemente perjudica a alguien más. Los errores  que cometemos, nos penden  a una cadena de hechos y de seres que se extiende en el tiempo. El drama de un espíritu  nunca es solo suyo. En esta vida, o en las que hemos vividos, anteriormente, siempre hay eslabones  que nos unen a otros seres  y a otros dolores. 

        En los dramas que se asisten  en una reunión mediúmnica, aprendemos a contemplar la transitoriedad   del mal, la amarga  decepción del suicida, la crudeza del arrepentimiento de aquel que desperdició su tiempo en la búsqueda ansiosa  de las ilusiones mundanas, la inutilidad de las posiciones humanas, el peso terrible de la vanidad, la tensa expectativa de una nueva amargura en la carne redentora, en la cual el Espíritu queda, por lo menos anestesiado en sus angustias.

    Lecciones terribles suministradas con lágrimas y gritos de desesperación por aquellos que asumieron débitos enormes delante de la Ley; lecciones de dulce tranquilidad y de serena humildad de los que ya superaron sus flaquezas y vienen, sin ostentación, solo para mostrar como es el Espíritu de aquel que ya se  venció así mismo, en la milenaria batalla contra sus propias deficiencias. Muchas y variadas lecciones, extenso y profundo aprendizaje  para todos  los que desearon  realmente apresurar los pasos  y acortar el camino que  lleva a Dios.

     No es difícil la organización de un grupo mediúmnico, se cuenta  con estudios serios y seguros de orientación doctrinaria al respecto.  Es bueno que el grupo sea pequeño, de preferencia familiar, compuestos de personas que se armonicen perfectamente y que estén interesadas en un trabajo serio y continuo. Que no se deje desanimar  por dificultades  o por la aparente insignificancia  de los primeros resultados, ni fanatizar  o fascinar  por pseudo-guias.

     Poco a poco, cuando se demuestre la seriedad de los propósitos, los trabajos irán surgiendo, bajo la orientación de Espíritus esclarecidos. A cada buen grupo de seres encarnados dispuesto a la tarea, corresponderá un grupo equivalente de Espíritus, en un intercambio saludable de profundas repercusiones, pues Espiritismo es Doctrina, pero también es practica mediúmnica, y todos nosotros, aunque no lo sospechemos, tenemos compromisos a ejecutar, ajustes a realizar con hermanos que nos aguardan sumergidos en odios e incomprensiones, que se envenenan  a sí mismos y a nosotros.

“Lamentar la desgracia – decía Horace Mann – es humano; disminuirla es divino.”

Merchita

 (Trabajo extraído de la introducción del libro ”Dialogo con las sombras”  de Herminio C. Miranda)

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ESTRUCTURA DEL CUERPO ESPIRITUAL EN ESPÍRITUS DE EVOLUCIÓN MEDIA

    Cuando las entidades espirituales se nos vuelven visibles, sea por la simple videncia mediúmnica, sea por un fenómeno de materialización ectoplasmática, observamos que poseen un cuerpo semejante a nuestro cuerpo físico. En el fenómeno de la materialización, tan estudiado por el físico inglés Sir Williams Crookes y por el Premio Nobel de Medicina y Fisiología Charles Richet, los Espíritus se vuelven visibles y palpables a todos los presentes en la sesión de estudios.

   Innegable es, sin duda, que existen en otro lugar, fraudes conscientes e inconscientes; no obstante la gran frecuencia de los fenómenos y el elevado nivel cultural y ético de las personas seriamente envueltas demuestran la realidad de los mismos.

   Sin embargo la esencia espiritual no tiene forma, pues es el principio inteligente, los Espíritus de mediana evolución, o sea relacionados con nuestro planeta, tienen un cuerpo espiritual anatómicamente definido y con una fisiología propia.

   En los planos espirituales tenemos noticia, por varios médiums confiables, como Chico Xavier o Divaldo P. Franco, de la organización de comunidades sociales que los Espíritus constituyen, a veces semejantes a las terrestres.

,  La energía cósmica universal o fluido cósmico que penetra el universo, es la materia prima que el comando mental de los Espíritus utiliza para la constitución de los objetos por ellos manipulados. Las primeras informaciones más detalladas fueron dadas a Kardec en El Libro de los Médiums, en el capítulo Laboratorio del Mundo Invisible.

   El cuerpo de los Espíritus, ya conocido por el Apóstol Pablo y conocido en las diferentes religiones por los nombres de Perispíritu, Cuerpo Astral, Psicosoma y otros, es también constituido por un tipo de materia derivada del fluido cósmico universal.

  El cuerpo espiritual es moldeable, según las emanaciones mentales del Espíritu. Cada Espíritu presenta su periespíritu con aspecto correspondiente a su estado psíquico. La mayor elevación intelecto moral, va a determinar como consecuencia, una sutilización del cuerpo espiritual. En contrapartida, los Espíritus cuyas emanaciones mentales son más inferiores, determinan inconscientemente que su cuerpo espiritual se presente más denso y oscurecido, no teniendo la irradiación luminosa de los primeros.

   Conforme se tiene noticia a través de diversos autores espirituales, el periespíritu se encuentra estructurado por aparatos o sistemas, que se constituyen de órganos; estos órganos están formados por tejidos y estos, a su vez, están constituídos por células.

   Las células del cuerpo espiritual, en nivel más profundo están formadas por moléculas que se constituyen de átomos. Estos están por elementos químicos conocidos de nosotros, y otros desconocidos, como el Hidrógeno y más allá del uranio, que en la Tierra representan los límites de la materia atómica conocidos.

   En las obras de Gustavo Geley y Jorge Andrea, encontramos referencias a estas afirmaciones.

  Los átomos y moléculas que  constituyen las células del periespíritu poseen una energía cinética propia, que es la fuerza determinante de su vibración constante. Cuanto más evolucionada es la entidad espiritual, a mayor velocidad vibran los átomos del periespíritu.

   De la misma forma, conforme al adelantamiento moral del Espíritu, mayor es la distancia entre las moléculas que componen el periespíritu por su vibración, de ahí la menor densidad de su cuerpo espiritual. Una analogía: el agua, en estado líquido, cuando es hervida se transforma en vapor por la mayor energía cinética de sus moléculas, determinando un alejamiento entre ellas debido a la vibración más intensa que pasa a tener. En este ejemplo simple nosotros mentalizamos el por qué de la liviandad del cuerpo espiritual de las entidades cuyo patrón vibratorio es más elevado.

   En el libro Mecanismos de la Mediumnidad, de André Luiz, psicografiado por Francisco C. Xavier, encontramos elementos complementarios sobre esta información.

   Espíritus más ignorantes o moralmente inferiores poseen vibraciones de baja frecuencia. Esto es, las ondas que emiten o irradian son más amplias o de mayor longitud de onda.

  Las energías emanadas de las vibraciones de las moléculas periespirituales se traducen también por una irradiación luminosa con colores típicos. Los Espíritus son vistos por los videntes y descritos en las obras psicografiadas emitiendo colores y tonos bastante peculiares a su grado de adelantamiento.

  Cuanto más primitiva sea la entidad espiritual, más oscuros son los tonos de los colores y más opacos se presentan. A medida que suben más escalones de la escalera del progreso, pasan a emitir una luminosidad más clara y cada vez más brillante. Resaltamos, no obstante, que por la postura mental adoptada, consecuente de situaciones momentáneas, las  vibraciones se aceleran o desaceleran determinando modificaciones en la estructura del cuerpo espiritual y todo el conjunto se altera. Son descritos casos de zooantropía o licantropía, donde las formas espirituales se animalizan por la postura de odio recalcitrante u otros sentimientos inferiores deformantes del cuerpo espiritual. Nos tomamos la libertad de crear el término periespiritoplastia para el tratamiento reparador de estas deformidades que se efectúa con la energización de los Espíritus, como hemos observado en las lides mediúmnicas de que participamos.

- Prof. Ricardo di Bernardi- ( de su obra "Gestación: Sublime intercambio")

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           LOS FANTASMAS, ¿ EXISTEN ?

                                                                     


   He de afirmar de que, en efecto, existen Seres invisibles, sin una realidad física, que antes fueron seres humanos y tras el fenómeno de la muerte, pueden acreditar de alguna forma su existencia, normalmente dejándose ver y hasta a veces tocar, por el fenómeno de la materialización o condensación de su periespíritu. Hay muchos testimonios fotográficos que acreditan la realidad de su presencia y existencia, aunque tenemos una tendencia natural a la incredulidad o a la negación.

   Un fantasma es una aparición real, “vaporosa” e impalpable del cuerpo fluídico de un Ser, encarnado o desencarnado . También se les conoce como “Espectros”. Algunos diccionarios los definen como “la figura de una persona muerta que aparece a los vivos”. Esta explicación es incompleta, pues también es posible la aparición fantasmal de personas que aún están vivas.

   La palabra “fantasma” deriva de un verbo griego que significa “aparecer” o “mostrarse”. Este fenómeno es básicamente sensorial, y suele causar una impresión acompañada de reacciones y emociones traumáticas a quienes se muestra. Las visiones fantasmales también pueden aparecer solamente en el plano mental del que lo percibe , siendo en este caso un fenómeno de carácter absolutamente subjetivo, aunque no por ello menos real para el que lo experimenta..

   La presencia visible y hasta “tangible” del Ser espiritual , con las mismas formas y apariencias de cuando era una persona viva, con el propósito de poder ser reconocido por personas de este mundo , es no solamente posible, sino evidente, tal como se acredita en cientos de casos y testimonios habidos por todo el mundo de la realidad de su existencia y de su presencia ante muchos y muy diversos testigos, y que además han sido fotografiados y vistos totalmente o en parte, o que incluso después de su desaparición tras haberse materializado, han dejado huellas físicas de su realidad material en moldes de escayola o parafina. Los fantasmas se pueden dejar ver y a veces incluso hasta tocar, cuando hasta cierto grado, son capaces de condensar de alguna forma la energía de que está formada su envoltura espiritual, y la llegan a condensar o materializar hasta hacerla no solamente visible , sino  palpable . Sin embargo también suelen proporcionar pruebas claras de su naturaleza no física, pues por ejemplo pueden dejarse ver pasando a través de paredes u otras materias sin la menor dificultad. A veces en la aparición, también pueden llegar a verse animales u otros objetos espectrales, aunque en este caso, bien puede ser debido a mostrarse el “escenario” normal reproducido que tenía en vida el presunto fantasma, que de este modo se hace reconocer- Otra posible explicación, según la Parapsicología, es la de  estar plasmadas estas imágenes en los llamados “Archivos Akásicos”, que vienen a ser como un registro o grabación de imagen y sonido de algunos hechos psicológicamente muy fuertes o traumáticos, sucedidos en el pasado en  nuestro plano material y que por un mecanismo todavía desconocido, quedaron plasmados en el ambiente físico y  esta "grabación" puede aparecer  en un momento determinado para luego volver a desvanecerse.

      

     El investigador G.N.M. Tyrell, en su libro                “ Apparitions”, publicado en 1.943, identifica varios grupos de fantasmas en base a las conductas mostradas por los mismos. El primero está formado por las apariciones que frecuentan sistemáticamente un mismo lugar determinado; se caracterizan por que no provocan miedo, son inofensivas y a veces incluso llegan a ser tratadas por los seres humanos que habitan el lugar en donde están habitualmente, como un miembro más de la familia. De esta clase de Entidades existen numerosas pruebas fotográficas de su existencia. La segunda categoría, es la de las apariciones “post mortem” que tienen lugar casi siempre inmediatamente después de la muerte de la persona, y no suelen estar relacionadas con algún lugar o acontecimiento concreto. En tercer lugar están los casos “críticos”, como es el de la aparición de alguien que está viviendo una situación muy crítica o estresante, tal como un accidente grave , una enfermedad, o la misma muerte.

     Las materializaciones de Seres incorpóreos se denominan Ideoplastias cuando son provocadas por la energía psíquica de un médium, que se exterioriza plasmándose en una forma física. Esta consiste en la formación de cuerpos materializados formados por el Ectoplasma o Energía Biótica, que es una materialización o condensación de la energía vital y orgánica, excretada por un médium, a través del que se manifiestan Seres desencarnados que aprovechan esta especie de materia sutil y moldeable para tomar formas físicas. Estas formas de materia ectoplásmica se dieron con frecuencia en los comienzos del Espiritismo, y dieron pie a muchos fraudes; sin embargo la realidad de su existencia quedó patente tras haber sido analizado el ectoplasma y haberse comprobado en su composición, abundancia de glóbulos rojos procedentes del médium ,teniendo esta extraordinaria clase de materia  un carácter transitorio y breve, porque al cabo de pocos minutos tras ser expelida desde el cuerpo del médium, se “volatiliza” y desaparece sin más ante la vista de los observadores. Actualmente son muy raras estas formas de materialización espiritual y en algún raro caso , que se ha dado alguna vez en algún “Centro Espírita”, esto se ha mantenido en secreto y no ha transcendido a la opinión pública por expreso deseo del Ser espiritual manifestante.

Las materializaciones ectoplámicas de Espíritus se dieron en una época concreta y posteriormente creo que por razones evolutivas de la mediumnidad, ya no se hace necesaria esta forma de manifestación y por eso actualmente son tan raras.

   La aparición y materialización directa del Espíritu también es posible y se da más frecuentemente que la anterior, recibiendo estas el nombre de Fantasmogénesis. En estos casos la energía de un  medium no interviene en su formación. 

   Las materializaciones espirituales, cuando se llevan a cabo, lo hacen con solidez y con  el aspecto normal de una persona viva, pudiendo reflejarse en espejos y producir ruidos de pisadas etc, dando la impresión de ser tan reales y tangibles como cualquier persona viva, aunque cuando han sucedido ha sido  generalmente durante un periodo de tiempo bastante limitado. A  los seres espirituales materializados, o a una parte de los mismos, se les conoce también por el nombre de agéneres.

     No se sabe muy bien el por qué, las apariciones o presencias fantasmales e inmateriales, suelen provocar en las personas presentes en el lugar de la aparición, una súbita sensación de frío o escalofrío, como si se notara una corriente de aire helado que hiciese estremecer a estos testigos. 

    A veces los fantasmas también pueden  ser la aparición del alma de una persona viva que así se manifiesta durante el sueño o durante estados de trance, o bien porque tiene la capacidad de “desdoblarse” y de producir fenómenos de bilocación llegando incluso a materializar a veces su periespíritu. Allan Kardec en “El Libro de los Mediums” , dedica todo un capítulo al estudio de las apariciones de los vivos.

   En definitiva, los fantasmas, tanto si son de  seres humanos como si son solamente espíritus, tanto si son presencias animadas como inanimadas, nos demuestran que existe otra esfera de la realidad posible, real y diferente a la nuestra .

-Jose Luis Martín-  


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