domingo, 26 de junio de 2016

Sublime expiación




              El mayor mensaje


   El Cristianismo auténtico es el mayor mensaje de amor ya oído en el mundo

Muchos fueron los emisarios que Dios envió a la Tierra, en todos los tiempos, para hacer avanzar a los hombres, con sus ejemplos de amor y sabiduría.

Para citar, de forma bien sumária, algunos de los más significativos, que dieron su vida a la causa del progresso del mundo, hablaremos de:

Moisés, hebreo, 1500 aC. fundador del judaísmo. Es considerado autor de los cinco primeros libros de la Bíblia, conocidos como Pentateuco (Gênesis, Êxodo, donde se encuentran los diez mandamentos, Levítico, Números, Deuteronomio, donde los diez mandamentos son repetidos. Esos cinco libros constituyen el Torá judaico. Además del Pentateuco, constan de la Bíblia libros escritos por varios profetas, tales como Josué, Samuel, Isaías, Ezequiel, Daniel y otros. El Cristianismo y el Islamismo también aceptan la Biblia (antiguo testamento), integral o parcialmente.

Lao-tsé, chino, 530 aC. fundador del taoísmo. Las tradiciones y éticas taoístas predican la serenidad, la moderación de los deseos, la simplicidad, la contemplación de la naturaleza y lo que llaman “Tres tesoros”: compasión, moderación y humildad.

Sidarta Gautama (Buda), 520 aC. creador de la filosofía budista. Nacido en Nepal, divisa con la India, no deseaba convertir nadie, sino iluminar a las personas con sus enseñanzas, frutos de su propia experiencia. El principal objetivo del budismo es ayudar a cada uno a liberarse del sufrimiento, buscando la felicidad desapegándose de la materia.

Jan Huss, precursor del protestantismo

Confucio, chino, 510 aC. Hizo surgir la filosofia la que se dio el nombre de confucionismo. Entre las preocupaciones de este pensador estaba la moral, la política, la pedagogia y la religión. Para Confucio, el objetivo no era la salvación, sino la sabiduría y el autoconocimiento.

Sócrates, griego, 440 aC. Nada dejó escrito, combatió las creencias tradicionales y coloco la verdadeira virtude por encima de la hipocresia y de la ilusión de los formalismos, o sea, combatió los preconceptos religiosos. Defendió la unicidade de Dios, la inmortalidad del alma y la existência de la vida futura.

Mahoma, saudita, 570 dC. Fundador del islamismo. El libro sagrado de los musulmanes es el Corán, compuesto de 114 capítulos (suras). El Islán cuenta hoy com más de um billón de adeptos. Prefica la omnipotencia de Dios (Alá) y la necesidad de la bondad, generosidad y justicia en las relaciones entre los seres humanos.

Francisco de Asís, Italia, 1182. Se dedico a los pobres, procuró imitar la vida de Cristo, viviendo con extrema simplicidad. Hacía predicaciones cristianas itinerantes, en vez de aislarse en monasterios.

Jan Juss, sacerdote checo, nacido en 1369, fue precursor de la reforma protestante. No aceptaba la supremacia papal y decía que el Cristo y no Pedro era el jefe de la Iglesia, y el Evangelio la única ley. Fue quemado en una hoguera por decisión del Santo Oficio, el tribunal de la Inquisición. Más tarde Jan Huss reencarnaria como Allan Kardec.

Los principios defendidos por el Espiritismo

Martin Lutero, alemán, nacido en 1483, era monje agustino, profesor de teologia, y fue la figura central de la reforma protestante. Combatió los dogmas católicos.

Allan Kardec, 1804, pedagogo y educador francés. Bajo orientación de Espíritus superiores, organizo el Espiritismo, cuya doctrina es compuesta fundamentalmente de cinco obras. El Libro de los Espíritus, El Libro de los Médiums, El Evangelio según el Espiritismo, El Cielo y el Infierno y La Génesis. El espiritismo defiende la anterioridad e inmortalidad del alma, la reencarnación, la comunicabilidad con los Espíritus, la pluralidad de los mundos habitados. Allan Kardec usó metodologia científica para estudiar los fenómenos llamados mediúmnicos y adoptó el critério de la universalidad para la colecta y formación de los principios que componen la doctrina espírita.

De todos los emisarios de Dios citados, solamente Sócrates y Allan Kardec propusieron en sus estudios la inmortalidad del alma y la existencia dinámica de la vida futura. Los demás dejaron orientaciones generales sobre el comportamiento humano, las relaciones sociales, el desarrollo de las virtudes que elevan el alma, la búsqueda de la felicidad, del bienestar espiritual etc.

En el mundo contemporáneo podemos citar algunos Espíritus, de entre tantos que también contribuyeron para el progreso moral de la humanidad: Gandhi, Teresa de Calcuta, Martin Luther king, Nelson Mandela, Chico Xavier. Espíritus maduros, adelantados, cuyos ejemplos de caridad, fraternidad y humanismo ganaron al mundo.                                                           

Nadie fue mayor que Jesús de Nazaret

Dios jamás dejó la humanidad sola. De tiempo en tiempo, en consonancia con su avance, son enviados instructores para hacerla progresar aún más.

De todos esos misioneros, de mayor o más pequeño relieve, y otros tantos que reencarnaron en la Tierra para civilizar, humanizar y espiritualizar a los hombres, nadie fue mayor que Jesús de Nazarét, nacido el año I de nuestra era. Ese espíritu de élite, tenido como el más sabio y amoroso ya reencarnado entre los hombres, a quienes llamaba  hermanos, dejó en su luminoso pasaje la más pura doctrina moral que ha transformado y transformará plenamente la humanidad.

Sin dejar escrita una sola palabra, su vida entre nosotros fue tan destacadamente señalada por los ejemplos, que sus ideas y pensamientos vigorosos, totalmente afinados con Dios, aún sufriendo severas y prolongadas persecuciones, aún guardan la fuerza y la verdad que consuelan a los afligidos, llevan a creer a los incrédulos y confunden a los soberbios y orgullosos, hasta el día en que estos últimos vengan también a creer y confiar.

El Cristianismo auténtico, recientemente restaurado por el Espiritismo, es el mayor mensaje de amor ya oído en el mundo. Su verdad viene de los fundamentos de las Leyes de Dios. Su fuerza viene de la ejemplificación viva de lo que Jesús predicaba.

Jesús no desiste de nosotros

Jesús fue el coordinador de la creación de nuestro mundo. Em perfecta comunión con Dios, es quien da la última palabra sobre los asuntos relativos a nuestra humanidade.

¡Y decir que ese espíritu modelo, todo amor, estuvo entre nosotros! ... Se preocupó con nuestros destinos, dio su vida física en una experiencia destacada que atravesó los siglos y que aún nos confunde la comprensión. Para la humanidad, más importante que cualquiera de sus llamados milagros fue el habernos dejado su Evangelio, que contiene la Voluntad del Padre.   

Por todo eso y por todo lo que aún no compreendemos muy bien, nosotros podríamos atenderlo más, esforzarnos más en aprovechar mejor sus consejos.

Pero Jesús no desiste de nosotros. Prosigue actuando a nuestro benefício e, incluso aún incompreendido, continúa invitándonos a aceptar el pedazo del pan espiritual que nutrirá nuestro espíritu para la vida eterna.                            

Recordando el capítulo 12, versículos 46 a 50, del Evangelio de Mateo, que podamos, con nuestro esfuerzo, nuestra voluntad, nuestra transformación moral, ser considerados por Jesús como miembros de su familia espiritual.

Nota del Autor:
Algunos datos referentes a la primera parte de este texto fueron cogidos en varias webs en internet. El rápido esbozo pretendió dar una idea genérica sobre múltiples doctrinas y escuelas del pensamiento a disposición del ser humano por la Providencia Divina para su crecimiento como Espíritu inmortal, siendo la doctrina cristiana genuína la más completa expresión de los designios de Dios junto a la humanidad.

Cláudio Bueno da Silva




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Evite la impaciencia. Usted ya vivió innumerables siglos y tiene por delante milenios sin fin. 
André Luiz (Agenda Cristiana)

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¿ CUAL ES EL PRINCIPAL 
MOTIVO DE LA VIDA ? 
    Reflexión. ( Libro: Somos seres espirituales),  Por Angeles C.M).

Siempre me he hecho muchas preguntas, preguntas muy profundas. Son preguntas de esas que se llaman existenciales. 
Siempre he querido saber el motivo de mi vida, de la vida de todos nosotros.
¿Quién soy yo? ¿Por qué existo? ¿Por qué existen los demás? ¿Qué hacemos aquí? ¿Hemos venido hacer algo en particular? ¿Por qué nacemos, por qué nos morimos? ¿De dónde venimos, adonde vamos? ¿Hay algo después de la muerte?
Y ahí no acababa todo. Otras veces intentaba buscar la respuesta al gran número de injusticias que veo en el mundo.
¿Por qué la vida es tan injusta? ¿Por qué hay niños que desde su nacimiento, que en su vida han hecho daño a nadie, sufren tan atrozmente, por hambre, guerra, miseria, enfermedades, abusos, malos tratos, porque no los quiere nadie, mientras otros nacen sanos, en un entorno feliz y son amados?
¿Y por qué unas personas enferman y otras no? ¿Por qué unas personas viven mucho tiempo y otras mueren casi al nacer? ¿Por qué existe el sufrimiento, la maldad? ¿Por qué hay gente buena y gente mala, gente feliz y gente desgraciada? ¿Por qué he nacido en esta familia y no en otra? ¿Por qué me pasan estas desgracias a mí y no a otra persona? ¿Por qué le pasa tal otra desgracia a otra persona y no a mí? ¿De qué depende todo eso?
Otras veces eran preguntas respecto a los sentimientos.
¿Por qué no soy feliz? ¿Por qué quiero ser feliz? ¿Cómo puedo ser feliz?
¿Encontraré un amor que me haga feliz? ¿Qué es el amor, qué son los sentimientos? ¿Qué es lo que yo siento? ¿Merece la pena amar?
¿Sufrimos más cuando amamos o cuando no amamos?

Supongo que tú, en algún momento de tu vida, también te las habrás hecho o te las sigues haciendo de vez en cuando. Pero como estamos tan entretenidos en nuestro día a día cotidiano, son pocos los momentos en los que nos las planteamos conscientemente y poco el tiempo que dedicamos a intentar resolverlas. 
Tenemos muchas obligaciones, tenemos muchas distracciones. Y como aparentemente no
encontramos la respuesta y el buscarla nos hace sentirnos inquietos,preferimos dejarlas aparcadas en un rincón en nuestro interior, tal vez creyendo que así sufriremos menos.
¿Existe una respuesta a cada una de estas preguntas? Pero no busco una respuesta cualquiera, sino una respuesta que sea verdadera.
¿Existe una verdad? ¿Cuál es la verdad? ¿Dónde buscar la verdad? ¿Cómo reconocer la verdad?
He buscado durante mucho tiempo la respuesta en lo que se nos ha enseñado desde pequeños: las Religiones, la Filosofía, la Ciencia. Cada una tenía su visión particular, una
forma de entender el mundo.
Pero siempre parecía haber un límite,tanto en las religiones como en la ciencia, para explicar la realidad tal y como yo la percibía. Siempre he encontrado respuestas incompletas, incoherentes unas con otras, alejadas de la realidad, que seguían sin responder satisfactoriamente a mis preguntas. 
Por mucho que intentara profundizar, al final encontraba un muro infranqueable, la respuesta final que obstaculizaba mis deseos de indagar más y más.
La respuesta final que obtenía de la religión era, más o menos, esta: “Es la voluntad de Dios. Sólo él lo sabe. Nosotros no lo podemos comprender”. Es decir, que no podemos comprender por qué unos nacen en circunstancias más o menos favorables, por qué unos
enferman y otros no, por qué unos mueren antes y otros después. No podemos comprender qué es lo que pasa después de la muerte, por qué te ha tocado vivir con esta familia y no en otra, por qué en este mundo, por qué permite Dios que haya injusticias en el mundo etc., etc.
La respuesta final que obtenía de la ciencia era más o menos esta: hay una explicación física para todo, pero a nivel filosófico, las respuestas a casi todo son: “Es fruto de la casualidad” o “no puede demostrarse científicamente que tal o cual cosa exista o no”. Es decir, no hay una razón por la cual existes, no hay un motivo particular por el que vivir. Si naces en las circunstancias en las que naces, más o menos favorables,es por azar. Si te toca estar enfermo o sano de nacimiento, nacer en una familia u otra, morirte antes o después, y no a otro, es por azar. No se puede demostrar científicamente que exista la vida antes del nacimiento, ni la vida después de la muerte. No se puede demostrar científicamente que exista Dios, etc.
La mayoría de gente se posiciona en esas respuestas aprendidas y cuando quieres hablar con alguien sobre estos temas, los que son creyentes de la religión te responden más o menos en estos términos: “Es la voluntad de Dios. Sólo él lo sabe. Nosotros no lo podemos comprender.”
Y los que se han posicionado como cientificistas o creyentes de la ciencia, que creen saber más que los del primer grupo, te dicen: “Es fruto de la casualidad” o “no puede demostrarse científicamente”.
Había otro tercer grupo de gente que me respondía: “Mira. No lo sé. No sé cuales son las respuestas a tus preguntas, pero no estoy interesado ni en preguntármelas ni en responderlas.”
Y cuando les respondo a todos: “Lo siento pero esas respuestas no me sirven. No me sirven porque no responden a mis preguntas”. 
Los primeros me dicen: “Es por falta de fe. Cuando tengas fe no te hará falta saber más”. 
Los segundos me dicen: “Es porque te falta instrucción. La Ciencia te dará la respuesta y verás que es la que yo te digo: “que está demostrado científicamente que no se puede demostrar científicamente”.
Los terceros me dicen: “Tengo una hipoteca que pagar, una familia que mantener, un coche que pagar, un fin de semana para irme de viaje. No me calientes la cabeza con esos temas porque ya tengo algo en lo que ocuparme.”

COMENTARIO: La Doctrina espírita me dio todas las contestaciones razonadas y lógicas a mis innumerables preguntas. Cada cuál que saque sus conclusiones.

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Sublime expiación


La vida son experiencias que se aglutinan y que forman las páginas de la realidad. Son lecciones compuestas por romances, novelas, tragedias, y que merecen ser recordadas cual manantial de simple adquisición para edificar a otras existencias en la peregrinación terrena, que representa una elevada concesión divina para el milagro transcendente de la evolución.
Su sufrimiento no es una punición, por el contrario, es un cincel purificador, a través del cual eleva su peso especifico por el proceso de desgaste y sublimación, por estar por encima de las máculas e imperfecciones que lo tiznan.
Destinado a la felicidad, el espíritu pasa de una experiencia a otra, mientras logra conquistas y adquiere la sabiduría del amor que lo libera de todas las limitaciones y desgracias.
Nadie es siempre el mismo, cambia el cuerpo,  cambian los conceptos y cambian las aspiraciones.
En ocasiones, por el paso de los años  la risa franca y jovial del ayer  se marchita y el rostro se contrae, y la luz de la mirada se vuelve trémula, casi sin ninguna claridad. La agilidad del cuerpo se entorpece y las avilés manos que ejercían un trabajo, se vuelven retorcidas y temblorosas, pareciendo ramas retorcidas, atormentadas y crispadas por prolongadas enfermedades…
Los años, tentáculos del tiempo, mortifican a cada instante, y meditando se observa las cosas y las lecciones  de sabiduría  que solamente el libro de la vida consigue proporcionar.
Jesús es el Medico Divino de todos nosotros, y solamente nos sucede  aquello que tenemos necesidad: lo que nos lleva a pagar lo que debemos y lo que se hace imprescindible rescatar…
Las noches sombrías lo son solo en apariencia; más allá de las pesadas  nubes refulgen las estrellas. Así también es el dolor en nuestra vida. Más allá del brillan los soles de la ventura, de la paz y de lo infinito de la vida.
Este es un planeta de Expiaciones y pruebas, las criaturas que se encuentran en la carne casi siempre están en proceso de reparación, corrigiendo graves errores y preparándose para la inevitable ascensión al Reino de la Luz.
La vida física es una oportunidad  purificadora de la que, generalmente, nadie consigue eximirse. Es una bendición divina que fluye y que vuelve a fluir, permitiendo nuestro perfeccionamiento y nuestra liberación.
Todo es transitorio mientras estamos en el sombrío vehículo  de la carne humana. Solo el amor posee el lenguaje  definitivo y ennoblecido de la vida, que es capaz de vencer  la tumba  de cenizas y de alcanzar la madrugada espiritual. Lo único que perdura son las construcciones del bien y la luz de la fraternidad, esparcidas por donde se yerguen los cimientos de la esperanza.
Hemos renacido para volver a comenzar la experiencia evolutiva.  Traemos en el espíritu, donde tienen sede las necesidades que nos imponemos  después de los gravámenes  de nuestras malogradas experiencias, los gérmenes de nuestras malogradas experiencias. No es solamente  a través del impositivo expiatorio que recuperamos el patrimonio dilapidado de nuestro espíritu… todas las Leyes Soberanas son Leyes de amor, y a través del amor toda la “multitud de pecados es perdonado”, tal como aseveró Pedro, recordando en la Tierra al Señor de la Vida.
“El caudal de energías que utilizamos en el cumplimiento del deber y en la preservación de la virtud se multiplica al ampliar la potencialidad que le es propia, a beneficio de la usina de donde emana, en los tejidos muy sutiles del espíritu. De esta manera, trabaja, sirve, ama y ayuda. A través del amor repararemos los desastres de la ignorancia, de la ira y de la maldad.”
“Todas las fibras físicas diluidas por la enfermedad, bajo el manto de la resignación, resurgen en una diáfana  constitución, imposible de ser descrita para el entendimiento humano. Si todo “miembro escandaloso dee ser amputado”, tal como expresa la concepción evangelica, todo instrumento de amor y de redención se convierte en un manantial de belleza  y de felicidad, pues la reciproca de la enseñanza es verdadera.
Por eso no de vemos olvidarnos del propio trabajo renovador.
“Suceda lo que suceda, perseveremos en el bien e insistamos en la invariable Misericordia de Dios, que todo prevé y provee. Procuremos no desanimarnos en la lucha y la sombra  del mal no nos de recelos. Que nuestras manos sean las de la caridad y que el verbo sea el de la esperanza, en la conjugación del servicio eficiente, para fortalecer nuestro destino.
El miedo produce una sintonía con aquello que se teme, por la propia vibración que emite. Así también la esperanza del bien eleva el espíritu, gracias a las energías que elabora al proporcionar un intercambio superior con la Verdad.
“Los que caminan a solas  esperan por nosotros, los que ya sabemos marchar, como aquellos que están aprendiendo a seguir la dirección de la Luz de Cristo…
Son muy infelices aquellos  que se ven obligados  a marchar en la noche  del descreimiento, después de haber apagado la claridad de la fe, en la mente, y la de la esperanza, en el corazón. Es la más áspera de las desgracias que le puede suceder a alguien. Por el contrario cuando tenemos fe ella ameniza los terribles paisajes del sufrimiento. El más duro padecimiento se diluye ante las perspectivas que se presentan en los paneles del espíritu.
En el Evangelio Según el Espiritismo hay un mensaje muy reconfortante en el capítulo VI, párrafo Nº 6:
Vengo a instruir y a consolar a los pobres desheredados. Vengo a decirles que eleven su resignación al nivel de sus pruebas; que lloren, porque el dolor  ha sido consagrado  en el Huerto de los Olivos; pero que esperen, pues los ángeles consoladores vendrán también a enjugar sus lágrimas.
“Obreros trazad vuestro surco; recomenzad al día siguiente la afanosa labor de la víspera; el trabajo de vuestras manos proporciona  el pan terrestre a vuestros cuerpos, pero vuestras almas no están olvidadas; y yo, el divino jardinero, las cultivo en el silencio de vuestros pensamientos. Cuando haya sonado la hora del reposo, cuando el hilo de la vida se os escape de entre las manos y vuestros ojos se cierren a la luz, sentiréis surgir y germinar en vosotros  mi preciosa semilla.  Nada se pierde en el reino de nuestro Padre, y vuestros sudores y miserias forman el tesoro que os hará ricos en las esferas superiores, donde la luz reemplaza a las tinieblas y donde el más desnudo de entre vosotros será quizás el más resplandeciente. – EL ESPÍRITU DE VERDAD (París, 1861)
La lectura de las paginas espiritas  produce el efecto de ser más provechosas, a medida que el espíritu está más maduro y más experimentados en la lucha. Cada vez se hacen  resplandecen mejor sus conceptos  y se hacen más profundos, más nobles y significativos, ofreciéndonos paisajes anteriormente  no revelados, que penetran muy hondamente en el espíritu con la más expresiva significación. Por eso mismo, el Espiritismo es el “Consolador” prometido por Jesús. Su lenguaje  es siempre nuevo bello, impregnado  con la actualidad y con benéficas sutilezas.
Aquellos que se han decidido a estudiarlo en profundidad les han  arrancado de las amarras obsesivas e impedido muchas veces que se despeñen  en la locura, a la cárcel, o tal vez, al hondo foso del suicidio. Sus lucidas lecciones espiritistas ayudan a caminar sin mayores tropiezos, avanzando con la mínima contribución de la desesperación.
En este mundo turbulento con tantas almas inquietas, atormentadas y que andan sin rumbo, el Mensaje de Cristo Redivivo, es el consuelo ya que las ayudaría a sumergirse en el mar de la meditación saludable y salir de donde estén con nuevas disposiciones y con mejores posibilidades de triunfo en la coyuntura física actual.
La ley propone que el endeudado  cargue la deuda en la conciencia, hasta el momento de la liberación, de esta manera, la momentánea  tristeza que se apodera del alma, se va transformando en un sol de amanecer espiritual en el horizonte del pensamiento, porque son felices aquellos que disponen del tesoro con que pagan sus deudas, y desdichados los que prosiguen engañados, porque adquieren pesados débitos para un mañana difícil.
Los jóvenes en la actualidad tienen todas las oportunidades a su disposición. Técnicas perfeccionadas de comunicación, abundantes conocimientos, comodidades  que se multiplican y, sin embargo, entre ellos no faltan quienes marchen  por los terrenos de la anticultura, mientras se hunden en los sueños de toxica  alucinación t en que se entorpecen sentimientos e ideales, en la dolorosa imprevisión. De apariencia bella, son frecuentemente estéticos en la forma y primarios en el sentimiento. Algunos el prototipo  de la belleza física, que darían envidia a la estatuaria de Fidias y de Praxiteles… Entretanto, a veces no son sino espíritus primitivos que vuelven a comenzar la jornada con una buena indumentaria y que la despedazan la golpes de locura y desesperación.
Sus necesidades se reducen  a rudimentos de belleza primitiva y a la inmediatez sexual, a la que llaman amor, cuando no son más que impulsos instintivos, no siempre procreadores y a veces aberrantes…
El hombre, que es la mayor inversión de la Creación, se encuentra relegado a un plano secundario, en el tiempo de de los robots y  de los sueños biólogos y de estudiosos de la eugenesia, los cuales están fascinados por si mismos, atribuyéndose poderes divinos, cuando realmente  no son sino hombres  atormentados interiormente. Esto es porque  se han olvidado de Dios, se ha olvidado de los deberes cristianos que, por procesos de comodidad religiosa, han sido transferidos y deteriorados por las falsas conveniencias sociales.
En este sentido el Espiritismo tiene su más grandiosa misión , tal como previó Allan Kardec: ¡la de transformar el hombre para modificar el mundo!
El hombre, con sus excesivas comodidades, es profundamente infeliz. Por todas partes la ambición de dominio estalla en guerras, poniendo en peligro a toda la Humanidad, estando el origen  en la guerra constante  que cada uno entabla  en el país de si mismo. Al estar intoxicado por los vapores de la ira y dominado por el estimulo del odio, el individuo se desintegra de dentro hacia fuera, bajo el impacto de la violencia que alimenta, reuniendo fuerzas negativas a las que se esclaviza, incluso después del deceso celular.
Muchos gobernantes del mundo predican la paz, mientras producen experiencias de alto tenor destructivo, y a pesar de la miseria que se esparce por todas partes, se presentan riendo a carcajadas como si no tuviesen ninguna responsabilidad, cuando se multiplican de modo alarmante  los campos de trabajo forzado y la esclavitud de muchos matices que alcanzan cifras jamás igualadas.
Las aberraciones morales adquieren ciudadanía y se jactan de modernismo, mientras que los valores éticos envejecen y pasan a ser filigranas de museo. Constructores de la Armonía traen a la reencarnación a antiguos poetas, artistas, sabios, pensadores, sensitivos e investigadores del ayer, que han ofrecido lo mejor  de sus más valiosos esfuerzos a los ideales de sublimación de la vida y del mundo, forjando los pilares de un Mundo Nuevo del Mañana, cuyo Mensajero y Anunciador es el Espiritismo. Aquellos que se encuentran en la condición de ángeles encarcelados, dispuestos a extender sus alas de luz e irisar los cielos del espíritu humano con los rutilantes mensajes de la belleza, del conocimiento ennoblecido, de la justicia y de la caridad, oponiendo una sublime respuesta a sus actuales destructores. Antes de la era nueva, sucede, que se hace indispensable  que los demoledores pasen con sus carros de horror – mientras se destruyen las nefastas construcciones de la ignorancia que se obstina en sobrevivir- y que alcancen  el clímax de sus ultrajes para que obliguen a todos a la búsqueda de lo que quedo en la retaguardia, en grandeza moral y elevación espiritual.
Por lo demás, ya se escuchan los clarines renovadores. Al lado de la anarquía  y del vandalismo se construyen  los edificios de la esperanza, de la solidaridad y del amor, y el aire se impregna  con las sanas melodías al revivir el clasicismo o al elaborar las nuevas expresiones del sentimiento y de la cultura que orientan a las futuras exteriorizaciones humanas, a través de honestas investigaciones en las múltiples manifestaciones del Arte.
La Tierra aun necesita de mártires  y de héroes del amor, para que nos reanimemos en nuestra propia marcha. Hacen mucha falta exponentes  de la honorabilidad y del sacrifico, a fin de que, conducidos por ellos, se alcance la meta de la paz y de la felicidad.
Amigos utilicemos la terapia del Espiritismo: optimismo constante junto a una firme confianza en el Señor. Utilicemos también el agua fluidificada y evoquemos  las lecciones del muy amado Cordero de Dios, Nuestro Maestro y Señor.
Si el pasado es nuestra sombra de dolor, el futuro es nuestra primavera de bendiciones, como el presente a nuestro alcance. Las tinieblas ceden a la luz, y el sufrimiento desaparece  ante la alegría de la esperanza  y frente  al consuelo de la tranquilidad de la conciencia. Nadie paga más allá del debito al que se vincula. Sin embargo, el amor es el permanente haber, en el clima de compensación de todas las desgracias  que por ventura hayamos en nombre del bien y por lo que realicemos  a favor de nosotros mismos.
Es imprescindible  comenzar la obra del perfeccionamiento interior, en cuanto surja la oportunidad favorable. Tal vez mañana sea demasiado tarde, y el minuto valioso  pase, cada corazón tiene su momento para producir; cada sufrimiento  es la cuota de reparación. el adversario  significa el suelo  que espera ser trabajado, mientras que el amigo  es una dadiva de que se se debe uno servir  con respeto y elevación.
No se debe observar la noche  olvidándose de las estrellas, ni quejarse. Quien sirve a Jesús, redimiéndose, no tiene el derecho de reclamar contra nada ni contra nadie. Lo que le llega es más de lo que merece; lo que corresponda hacer  representa  una contribución superior para la  propia vida.
El trabajador fiel,  debe Esparcir la luz como obreros de la alegría y mensajeros del consuelo, recordando siempre  a Jesús, el incuestionable Modelo, de quien no se puede apartar, suceda lo que suceda. Irrigando su jardín, resguardando su campo y entregando todas las fuerzas para el aprovechamiento de las horas, sembrando y amando.
Los males prolongados  casi siempre consiguen  minar las más vigorosas resistencias, si ellas no se renuevan en la oración constante  y en el recogimiento saludable de la meditación, fuentes estas que engendran esperanzas  y fuerzas desconocidas.
Recordar el dolor es producir nuevas amarguras, y volver a pasar por mediación del pensamiento por momento de agonías, lleva   agonías aún más aflictivas que incrementan nuevas tristezas a las antiguas decepciones.
Cuando el hombre entienda y practique  las lecciones del optimismo en los momentos más graves, y en cualquier coyuntura  se entregue  en manos de Dios, sufrirá mucho menos  porque se liberará  del antiguo habito de la autocompasión, y del egoísmo, para pasar por encima de las vicisitudes  de kas desvirtuadas  constricciones de la auto conmiseración, que son  de resultados  siempre perjudiciales. Al Espiritismo le cabrá esta tarea a su tiempo, ajustando el pensamiento humano únicamente a la valoración de las cosas legítimas y buenas, sin establecer  ninguna relación con la insensatez y con el comodísimo, que engendran expresiones de secundaria significación y de mórbidos desequilibrios.
Nunca  hay que olvidar al gran amigo fiel, el hermano Mayor. Jesús siempre está a nuestro lado, tendiéndonos sus manos generosas en urgente socorro. Nunca falta su apoyo, la inspiración, ni la asistencia  de los Bienhechores  espirituales para conducirnos en los momentos más graves.
La fraternidad  realiza milagros. El pensamiento es la dinamo de la vida: bueno o malo, siempre termina  por alcanzar  a aquel que se vuelve receptivo y a quien se dirige.
La mejor manera de producir emociones superiores  es demostrar la elocuencia de lo que se puede hacer cuando se está tocado por la presencia de la verdad  y cuando uno resuelve avanzar  sin temor,  supera todos los obstáculos  que representan desafíos  a los luchadores.
El valor de una exposición edificante es inestimable y aún no puede ser medido por los que se encuentran en la estructura física. Lo mismo sucede  con las construcciones mentales infelices y destructivas. El pensamiento es una fuerza viva que cada uno dirige de acuerdo con sus aptitudes.
El buscar la palabra Evangélica, en los momentos difíciles, es la mejor opción, pero no siempre se sabe extraer  de su divina fuente  las esperanzas  que dan sostén  a la vida, y que animan los sentimientos  hacia la victoria  sobre todas las dificultades.
El hombre no debe nunca olvidar  que Dios  es la Suprema misericordia, el Excelso Amor, y a nada ni a nadie condena. Al atribuirle  una naturaleza humana, los hombres Le han transferido sus propias pasiones, imaginando que Él esté sujeto a las limitaciones únicamente propias a su condición. El Espiritismo es la Revelación espontanea  de los espíritus desencarnados, cuyas enseñanzas Allan  Kardec ha codificado  por determinación  de los Guías Superiores de la Tierra. Su objetivo  es esclarecer y fortalecer  a las criaturas  para que comprendan mejor  las leyes divinas  de la evolución y para que consigan superar las situaciones ásperas, las horas difíciles y los momentos extremamente  amargos a los que todos estamos sujetos, en razón de nuestra imperfección. Es el  Cristianismo Renacido, el que realiza  la promesa de Jesús de que volvería  a la convivencia  con los hombres sufridores. Es el propio Consolador, incorpóreo  que se expresa a través de las Voces del Cielo y que anuncia la Nueva Era del Amor, y la Esperanza y de la Paz.
El hombre a de tener en cuenta las palabras del Evangelio Según el Espiritismo, donde el Espíritu de Verdad dice:
“Hombres os invitamos a este divino concierto; que vuestras manos pulsen la lira; que vuestras voces  se unan y en un himno sagrado se extiendan y vibren de una parte a otra del Universo.”
“Hombres, hermanos a quienes amamos, estamos al lado de vosotros,;  amaos también los unos a los otros, y decid  desde el fondo de vuestro corazón, haciendo la voluntad  del Padre que está en el Cielo.: ¡Señor! ¡Señor! Y podréis entrar en el Reino  de los Cielos.
“El Evangelio según el Espiritismo” son las manos generosas del Consolador que enjuga lagrimas  y sudores colocando bálsamo reparador y ungüento en las heridas  de los Espíritus, y ofrece  el derrotero seguro para sus pasos.
Roguemos a Jesús  que nos dispense su paz  y alegría como fruto de una conciencia recta que se apoya  en el deber cumplido, a pesar de reconocernos estar aun en la condición  de “siervos imperfectos

Trabajo extraído del libro “Sublime expiación” de Divaldo Pereira Franco.
Realizado por Merchita,

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                  PENSEMOS TODOS 

Cuando hablamos de pasar todo mensaje por el "filtro de la razón y de la lógica" nos parece una excelente idea....de Principio: Al ver que la "razón" de unos, no necesariamente es la de los demás, dudamos (como lo hacemos con casi todo en este plano existencial) y que cada cual ha venido creando sus "razones y su razón" en su andar evolutivo aquí en la Tierra. No está lejos de la verdad aquel viejo adagio o refrán que nos dice: "que la verdad está en acuerdo con el color del cristal con que se mire". 
Las percepciones, las opiniones, nuestra forma y manera de razonar y de pensar acerca de lo que vemos, leemos, escuchamos...va tomado fuertemente de la mano de las experiencias propias de cada cual: en que orilla del rio se encuentre, cual es su posición ideológica, filosófica, religiosa o atea...lo anterior va a determinar en la gran mayoría de las veces nuestra opinión y manera de analizar los asuntos, y como "filtramos la verdad" o como llegamos a la conclusión de esa supuesta "verdad". 
No por gusto los Hermanos Mayores aconsejan: "preferible es que rechacéis un mensajes del cual no estas seguro, que lo creas a ciegas..." Los seres mayores han soltado ya los impedimentos de los egos que nos atan a nosotros los seres humanos a "nuestras verdades...casi absolutas en nuestra mente, no se molestan por nuestras razonables dudas, al contrario: Lo que desean es que aprendamos a pensar por cuenta propia, eso sí: muy bien tomados de la mano de nuestros Guías y Mentores Espirituales. Ellos, nos dan el suficiente "espacio", para que ejerzamos el Libre Albedrio, tomemos nuestras propias decisiones, escojamos el "camino a seguir. Nos avisan de las consecuencias, nos aconsejan como Hermanos Mayores que son, pero no nos obligan a tomar este o aquel otro camino.


- Reynaldo Formoso-

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                     ¿QUE ES SER ESPIRITA?


*Ser espirita no es ser religioso; Ser espirita no es hacer rituales, ni magia, ni santerías Ser espirita no se dedica a prácticas mágicas, supersticiosas -Ser espirita no es ostentar una creencia, es vivenciar la fe sincera.- Ser espirita es tener una fuerte responsabilidad.- No es superar al prójimo, es buscar la superación de sí mismo.- No es solo aceptar la reencarnación, es comprenderla como manifestación de la Justicia Divina y como camino natural para la perfección.
- No es solo leer obras espiritas, es transformar los libros, sus menajes, en lecciones vivas para el propio cambio.Ser sin vivenciar es lo mismo que decir sin saber.No es internarse en el Centro Espirita huyendo del mundo para no ser tentado con todas las situaciones de la vida, sin alterarse, como un espirita , como un cristiano.El espirita consciente lo es en el templo, en la casa, en la familia,en la alegría, en el dolor, en la salud, en la enfermedad.No es ser diferente sino exactamente igual a todos porque todos somos hijos de Dios.No es curar a nadie, es contribuir para que alguien trabaje su propia cura.No es consolarse al recibir, es confortarse al dar, porque es más aventurado dar que recibir.No es esperar que Dios baje donde estamos, es subir nosotros a su encuentro, elevándonos moralmente y esforzándonos para mejorar siempre... 
Ser Espirita NO ES estar en una religión o secta seudo – religiosa; no tiene dogmas de fe, templos, iglesias, estructura clerical, cultos, altares, ceremonias, ritos, santos, imágenes, procesiones, sacramentos, sacerdotes o pastores, ni jefes, ni maestros religiosos
El Espiritismo NO APRUEBA, ni admite en su seno prácticas como la brujería, santería, regla de Osha, el vudú, la magia, el acto de tirar la suerte, el mal hecho a personas, la astrología, la adivinación del futuro, los baños, horóscopos, la lectura de manos, del tabaco, de las cartas, no adopta en sus reuniones y prácticas ceremonias de ningún tipo, no tiene rituales, ni vestiduras especiales, ni ornamentos para cultos, ninguna simbología, ni muchas otras supersticiones propias del fanatismo religioso, atraso cultural y de los sincretismos etno – religiosos.
El Espiritismo NO ADOPTA gestos de reverencia, ni señales cabalísticas, ni bendiciones, ni cantos ceremoniales, ni danzas rituales, ni ofrendas, etc. Ni cualquier otra forma de culto exterior, comunes a una serie de religiones y sectas.
El Espiritismo NO NECESITA el uso de amuletos, higas, ni andas, ni talismanes, ni inciensos, velas, señales, sahumerios, hierbas, bebidas alcohólicas o alucinógenas, tabaco, pirámides, cristales, aceites, o cualquier otros objetos.NO EXISTEN los profesionales del Espiritismo, su ejercicio no confiere a nadie el título de Espiritista. Toda práctica y asistencia Espirita es completamente gratuita, en ninguna hipótesis, el Espiritista saca provecho material de su posición, sea el médium, el expositor o dirigente.
El Espiritismo NO ACEPTA bajo cualquier forma el trabajo de asistencia espiritual pagado, ni diezmos, ni ofrendas. Ningún Espiritista o Centro Espirita se lucra del Espiritismo.El Espiritismo en sí no es responsable por las insensateces practicadas por hombres que se dicen Espiritistas. Ni por el hecho de un hombre decirse Espirita, se lo debe tomar como tal. Lo que realmente caracteriza al Espirita es su constante mejoramiento en el campo moral y su continuo trabajo en favor del prójimo.

  - Susana Gómez -
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