Cada grupo familiar se adapta a las circunstancias que le toca vivir, dependiendo de la personalidad de sus miembros, la época en que se viva, sus valores, su propia historia.
La vida en familia es un medio educativo para todos, en la cual debemos dedicar tiempo y esfuerzo. La familia, es nuestra fuente de socialización primaria. Por ello, es la instancia que moldea pautas de conducta y actitudes de quienes son sus integrantes.
Los integrantes de una familia reaccionamos de diferente forma frente a las dificultades. A algunos nos pueden dar ganas de gritar, a otros de hablar; también podemos hacer como que no pasa nada o evitar hablar de lo que sucede. Cuando no se resuelven las dificultades familiares, se puede ocasionar un ambiente de tensión, enojo o violencia, que afecte el estado de ánimo de sus miembros. Esto puede llevarlos a buscar sus propias soluciones, que muchas veces pueden exponerlos a diversos riesgos. Por eso es tan necesario que juntos analicemos y busquemos posibles salidas a los problemas.
Los conflictos no se pueden evitar en la mayoría de las situaciones, somos muy diferentes y no tenemos la misma idea sobre las cosas, pero una cosa es muy esencial que estemos preparados para afrontarlos. Una familia con educación será portadora de anticuerpos capaces de hacerle frente a cualquier dificultad y le será más fácil poder salir airosa, cuando situaciones difíciles se presenten.
La casa en la que vive la familia es fundamental.
La limpieza, el orden y el mantenimiento son tareas importantes que se pueden realizar en común acuerdo y designación de tareas, procurando que estas no ahoguen las relaciones entre los miembros dedicándose férreamente a estas.
No olvidar expresar las opiniones y dejar que los hijos también se expresen. Ser coherente, para que nuestro actuar y pensar se complementen. Ser paciente, ayuda a la tolerancia y el respeto por los demás.
Demostrar nuestro cariño por los demás con nuestra actitud. Alabar cuando algún miembro de la familia se destaque. Acostumbrarse, a pedir perdón por los errores. Mantener conversaciones familiares y tiempo de convivencia sistemática. Escuchar siempre con atención Crear situaciones de diversión familiar. Mantener valores y reglas claras que no lleven a confusiones, y sean respetadas por todos
“Mejorar, sin desanimo, los contactos directos o indirectos con los padres, hermanos, tíos, primos y demás parientes, en los combates del mundo, para que la Ley no venga a cobrarle nuevas y más enérgicas experiencias en próximas encarnaciones. (André Luiz, libro, Conducta Espirita”, psicografia de Waldo Vieira)
La reencarnación es la abertura que la providencia divina concede a la criatura, para que emprenda nuevas experiencias y cuente con otras oportunidades de aprendizaje y lecciones, que puedan atestar, en el tiempo, mayor avance en la escala evolutiva, rumbo a la felicidad a que todos estamos destinados.
Nuestro nacimiento en la Tierra solo es posible mediante la participación de un hombre y de una mujer. No en tanto, para mayor seguridad en el proceso reencarnatorio, mirando crear todas las posibilidades necesarias al progreso del Espíritu reencarnante, decidió el Código Divino por el establecimiento de la familia, la célula primera de la sociedad.
Entonces, padres, hijos, hermanos, tíos, abuelos, primos y otros forman los lazos de la consanguinidad, creando estrictos hilos de compromisos unos para los otros. La familia, por tanto, precisa ser el nido acogedor donde podamos reposar nuestras esperanzas, sueños, propuestas, objetivos, buscando la concretización de las metas de crecimiento y prosperidad espiritual.
Por tanto el deber urgente de cada uno de nosotros, mirar la forma de contribuir decisivamente, para que nuestra familia consiga cumplir con sus responsabilidades, ósea, la de ofrecer recursos y mecanismos para la estabilidad de todos sus miembros.
¿Si Jesús, con su notable sabiduría, nos enseñó que es preciso amar asta aun misma a los enemigos, como entonces, no debe ser nuestro amor para con nuestros familiares?
Moisés, en el Decálogo, anotó que es indispensable honrar padre y madre, informó que no debemos cometer adulterio y aun nos advirtió para que no deseemos a la mujer de nuestro prójimo. Tres observaciones preciosas contenidas en los diez mandamientos que recibió del Creador, por vía mediúmnica, hablando exactamente de los compromisos y responsabilidades familiares.
De esa forma, menospreciar los lazos familiares, actuar de manera que comprometamos el reducto doméstico son comportamientos y actitudes extremadamente infelices, que más tarde o más temprano, responderán con las naturales consecuencias desagradables, generando desequilibrios y aflicciones.
Sabiendo eso y conociendo las orientaciones y las advertencias advenidas de la Providencia Divina seamos entonces en el contexto de nuestra familia el miembro participativo, fraterno, cariñoso, amigo y conciliador.
No esperemos que nuestros parientes piensen como nosotros, hagamos como nos gustaría que nos hiciesen, seamos como desearíamos que fuesen, pues a medida que consigamos convivir con las diferencias, respetando a cada familiar como el es, sin duda, sin duda, nuestros seres queridos sabrán, también, entender como somos nosotros.
Hagamos uso de la paciencia con aquellos que son intrigantes y obstinaciones, utilicemos el perdón con aquellos que nos ofenden y dañan, descubramos la fraternidad a favor de aquellos que saben y pueden menos que nosotros, extendamos las manos a los que no consiguen acompañarnos en el camino del progreso, aprendamos a respetar los puntos de vista y opiniones de aquellos que diverjan de nuestra manera de interpretar la vida y las situaciones, y, en todos los momentos y ocasiones, permitamos que el amor pueda nortear todos nuestros comportamientos y acciones, objetivando fortalecer, cada vez más, los lazos de cariño y ternura que precisan existir en el contexto de todas las familias.
Si las sabias leyes de Dios decidieron que nadie deba nacer solo es porque en el aislamiento, las oportunidades de victoria son menores, mientras tanto en el abrigo confortador de la familia, dentro de las funciones reales del grupo consanguíneo, tiene la criatura humana mayores y mejores condiciones de vencer todos los desafíos y obstáculos que surgen en el camino.
En la familia Dios unió a aquellos que por varios motivos precisan estar juntos. Contribuyamos, entonces, para la paz en el ámbito del hogar.
Todos en nuestra familia, tenemos serios compromisos, que atender, el núcleo familiar es nuestro lugar principal de trabajo, si este queda sin atención, los otros trabajos no nos eximirán del deber incumplido.
Con mucho cariño de Merchita.
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Allan Kardec Burdeos, 1862.
Este espíritu se presenta espontáneamente al médium y solicita oraciones.
1. ¿Qué es lo que os induce a pedir oraciones?
R. Estoy cansado de errar sin objeto.
P. ¿Hace mucho tiempo que estáis en esta posición?
R. Unos ciento ochenta años.
P. ¿Qué habéis hecho en la Tierra?
R. Nada bueno.
2. ¿Cuál es vuestra posición entre los espíritus?
R. Estoy entre los aburridos.
P. Esto no forma una categoría.
R. Todo forma categoría entre nosotros. Cada sensación encuentra a sus semejantes o sus simpáticos, que se reúnen.
3. ¿Porqué, sino estáis condenado al sufrimiento, habéis permanecido tanto tiempo sin progresar?
R. Estoy condenado al fastidio: éste es un sufrimiento entre nosotros. Todo lo que no es alegría es dolor.
P. ¿Habéis sido forzado a permanecer errante a pesar vuestro?
R. Estas son causas muy sutiles para vuestra inteligencia material.
P. Tratad de hacérmelas comprender. Éste sería un principio de utilidad para vos.
R. No podría, no habiendo término de comparación. Una vida extinguida en la Tierra deja al espíritu que no ha sabido aprovecharse de ella lo que el fuego deja al papel que ha consumido: chispas que recuerdan a las cenizas todavía unidas entre sí lo que han sido y la causa de su nacimiento, o si tú quieres, de la destrucción del papel. Estas chispas son el recuerdo de los lazos terrestres que surcan al espíritu, hasta que haya dispersado las cenizas de su cuerpo. Entonces solamente se encuentra esencia etérea y desea el progreso.
4. ¿Quién puede ocasionaros el fastidio de que os quejáis?
R. Continuación de la existencia. El fastidio es hijo de la falta de obras. No supe emplear los muchos años que pasé en la Tierra, y su consecuencia se hizo sentir en nuestro mundo.
5. ¿Los espíritus que como vos están errantes, víctimas del fastidio, pueden hacer cesar este estado cuando lo quieran?
R. No, no lo pueden siempre, porque el fastidio paraliza su voluntad. Sufren las consecuencias de su existencia. Han sido inútiles, no han tenido iniciativa, no encuentran ningún auxilio. Están abandonados a sí mismos, hasta que aburridos de este estado neutro desean salir de él. Entonces, a la menor voluntad que se despierta en ellos, encuentran apoyo y buenos consejos para ayudarles a perseverar en sus esfuerzos.
6. ¿Podéis explicarme algo sobre vuestra vida terrestre?
R. ¡Ah!, muy poca cosa, tú debes comprenderlo. El fastidio, la inutilidad, la falta de acción, provienen de la pereza. La pereza es madre de la ignorancia.
7. ¿Vuestras existencias anteriores no os han hecho progresar?
R. Sí, todas, pero muy débilmente, porque todas han sido reflejo las unas de las otras. Siempre hay progreso, pero tan insensible, que es inapreciable para nosotros.
8. Esperando que empecéis otra existencia, ¿quisierais venir más a menudo cerca de mí?
R. Llámame para violentarme, me harás un servicio.
9. ¿Podéis decirme por qué cambia muchas veces vuestra escritura?
R. Porque preguntas mucho. Esto me fatiga, y necesito ayuda.
El guía del médium:
El trabajo de la inteligencia es lo que le fatiga y lo que nos obliga a prestarle nuestro concurso, para que pueda responder a tus preguntas. Es un ocioso del mundo de los espíritus, como lo ha sido del mundo terrestre. Te lo hemos traído para ver si le podemos sacar de la apatía, de este fastidio que es un verdadero sufrimiento, más penoso a veces que los sufrimientos agudos porque puede prolongarse indefinidamente. ¿Puedes tú figurarte el tormento de la perspectiva de un fastidio sin término? La mayor parte de los espíritus de esta categoría son los que no buscan una existencia terrestre sino por distracción, y por romper la insoportable monotonía de su existencia espiritual. También llegan a ella muchas veces sin resoluciones determinadas para el bien, por esto deben volver a empezar hasta que al fin se haga sentir en ellos el progreso real.
Extraído del libro. “El cielo y el infierno”
Allan Kardec
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SEXOS EN LOS ESPÍRITUS.
200 – ¿Tienen sexos los Espíritus?
– No como lo entendéis, pues, los sexos dependen del organismo.
Existe entre ellos amor y simpatía basados en la identidad de
sentimientos.
201 – El Espíritu que animó el cuerpo de un hombre, ¿puede en una nueva existencia, animar el de una mujer, y viceversa?
– Sí, unos mismos Espíritus animan a los hombres y a las
mujeres.
202 – Cuándo se es Espíritu, ¿hay preferencia para encarnarse en el cuerpo de un hombre o de una mujer?
– Eso poco importa al Espíritu, pues escoge según las pruebas que ha de soportar.
Los Espíritus se encarnan hombres o mujeres porque carecen de sexo.
Como deben progresar en todo, cada sexo, como cada posición social, les ofrece pruebas y deberes especiales, además de la oportunidad de adquirir experiencia.
El que fuese siempre hombre, no sabría más que lo que saben los hombres.
EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS. ALLAN KARDEC.
200 – ¿Tienen sexos los Espíritus?
– No como lo entendéis, pues, los sexos dependen del organismo.
Existe entre ellos amor y simpatía basados en la identidad de
sentimientos.
201 – El Espíritu que animó el cuerpo de un hombre, ¿puede en una nueva existencia, animar el de una mujer, y viceversa?
– Sí, unos mismos Espíritus animan a los hombres y a las
mujeres.
202 – Cuándo se es Espíritu, ¿hay preferencia para encarnarse en el cuerpo de un hombre o de una mujer?
– Eso poco importa al Espíritu, pues escoge según las pruebas que ha de soportar.
Los Espíritus se encarnan hombres o mujeres porque carecen de sexo.
Como deben progresar en todo, cada sexo, como cada posición social, les ofrece pruebas y deberes especiales, además de la oportunidad de adquirir experiencia.
El que fuese siempre hombre, no sabría más que lo que saben los hombres.
EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS. ALLAN KARDEC.
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Médiums de efectos físicos
160. Los médiums de efectos físicos son más especialmente
aptos para producir fenómenos materiales, tales como los
movimientos de los cuerpos inertes, los ruidos, etc.. Se pueden
dividir en médiums facultativos y médiums involuntarios.
Los médiums facultativos son aquellos que tienen la
conciencia de su poder y que producen los fenómenos espíritas
por un acto de su voluntad. Esta facultad, aunque es inherente a la
especie humana, como ya lo hemos dicho, está lejos de existir en
todos en el mismo grado; pero si hay pocas personas en que es
absolutamente nula las que son aptas para producir los grandes
efectos, tales como la suspensión de los cuerpos graves en el
espacio, la traslación aérea y sobre todo las apariciones, son más
raras aún. Los efectos más sencillos son los de la rotación de un
objeto, los golpes que da levantándose este objeto, o en su misma
sustancia. Sin dar más importancia capital a estos fenómenos,
aconsejamos que no se desprecien, pueden dar lugar a
observaciones interesantes y ayudar a la convicción. Pero es de
notar que la facultad de producir efectos materiales existe rara
vez entre aquellos que tienen medios más perfectos de
comunicación como la escritura o la palabra. Generalmente la
facultad disminuye en un sentido a medida que se desenvuelve en
otro.
161. Los médiums involuntarios o naturales son aquellos
cuya influencia se ejerce sin saberlo ellos mismos. No tienen
ninguna conciencia de su poder, y muchas veces lo anómalo que
pasa a su alrededor no les parece de ningún modo extraordinario;
esto forma parte de sí mismos, absolutamente como las personas
que están dotadas de la doble vista y ellas mismas no lo saben.
Estos sujetos son muy dignos de observación y deben recogerse y
estudiarse los hechos de este género que vengan a nuestra noticia;
éstos se manifiestan en cualquier edad y a menudo en niños muy
jóvenes.
EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS. ALLAN KARDEC.
160. Los médiums de efectos físicos son más especialmente
aptos para producir fenómenos materiales, tales como los
movimientos de los cuerpos inertes, los ruidos, etc.. Se pueden
dividir en médiums facultativos y médiums involuntarios.
Los médiums facultativos son aquellos que tienen la
conciencia de su poder y que producen los fenómenos espíritas
por un acto de su voluntad. Esta facultad, aunque es inherente a la
especie humana, como ya lo hemos dicho, está lejos de existir en
todos en el mismo grado; pero si hay pocas personas en que es
absolutamente nula las que son aptas para producir los grandes
efectos, tales como la suspensión de los cuerpos graves en el
espacio, la traslación aérea y sobre todo las apariciones, son más
raras aún. Los efectos más sencillos son los de la rotación de un
objeto, los golpes que da levantándose este objeto, o en su misma
sustancia. Sin dar más importancia capital a estos fenómenos,
aconsejamos que no se desprecien, pueden dar lugar a
observaciones interesantes y ayudar a la convicción. Pero es de
notar que la facultad de producir efectos materiales existe rara
vez entre aquellos que tienen medios más perfectos de
comunicación como la escritura o la palabra. Generalmente la
facultad disminuye en un sentido a medida que se desenvuelve en
otro.
161. Los médiums involuntarios o naturales son aquellos
cuya influencia se ejerce sin saberlo ellos mismos. No tienen
ninguna conciencia de su poder, y muchas veces lo anómalo que
pasa a su alrededor no les parece de ningún modo extraordinario;
esto forma parte de sí mismos, absolutamente como las personas
que están dotadas de la doble vista y ellas mismas no lo saben.
Estos sujetos son muy dignos de observación y deben recogerse y
estudiarse los hechos de este género que vengan a nuestra noticia;
éstos se manifiestan en cualquier edad y a menudo en niños muy
jóvenes.
EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS. ALLAN KARDEC.
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