martes, 7 de abril de 2015

Vampirismo y desencarnación








Contemplad, pues, esa bóveda azulada del anochecer, a la hora del reposo y la plegaria, y entre esas innumerables esferas que brillan sobre vuestras cabezas, elegid las que a Dios conducen, y a Él rogadle que un mundo regenerador os abra su seno tras la expiación en la Tierra. (San Agustin )
El evangelio según el Espiritismo


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AUXILIO ESPIRITUAL

Para transformar en un legitimo elemento de auxilio a los Espíritus sufridores, encarnados o no, no es imprescindible comprender la perversidad como locura, la rebeldía como ignorancia  y el desespero como enfermedad.

La ceguera del Espíritu es fruto de la espesa ignorancia en manifestaciones primarias  o de la obnubilación  de la razón en los estados de envilecimiento del ser.

El verbo gastado en el servicio del bien es cimiento divino  para realizaciones inmortales. Conversar, sirviendo a nuestros semejantes de modo sustancial, aumentará nuestro lucro. Después de la muerte, lo que hay de más sorprendente es el encuentro  de la vida. El organismo periespiritual que condiciona al espíritu en materia más suave y más plástica, después del sepulcro, es fruto igualmente  del proceso evolutivo. Como hijos de Dios  y herederos de los siglos, conquistamos  valores, de experiencia en experiencia, de milenio a milenio. No hay favoritismos  en el templo Universal de Dios, y todas las fuerzas de la Creación se perfeccionan en el infinito. Somos creación del Autor Divino y debemos perfeccionarnos integralmente.  Dios estableció como ley Universal  que sea la perfección, obra del cooperativismo entre El y nosotros, sus hijos.

Desde la amiba  en la fría agua del mar, hasta el hombre, venimos luchando, aprendiendo y seleccionando  invariablemente. Las páginas de   la sabiduría hinduista son escritos  de ayer  y la Buena Nueva de Jesucristo  es materia de hoy, comparados a los milenios vividos por nosotros, en la jornada progresiva.

El hombre posee un cerebro que se divide en tres regiones  distintas. En la primera, están los impulsos automáticos, simbolizando el sumario vivo de los servicios  realizados; en la segunda situamos  las conquistas actuales, donde se yerguen y se consolidan las cualidades nobles  que se edifican; la tercera está las nociones superiores, indicando las culminaciones que tiene  que alcanzar. En la primera mora el habito  y el automatismo, en la segunda el esfuerzo y la voluntad y en la ultima demoran el ideal y la meta superior a ser alcanzada.

Estos departamentos son, el subconsciente el consciente  y el súper consciente. Como vemos, poseemos en nosotros mismos, el pasado, el presente y el futuro. Todo el campo nervioso de la criatura constituye  la representación  de las potencias periespirituales, lentamente conquistadas  por el ser, a través de milenios y milenios.

El cerebro es el órgano sagrado de manifestación de la mente, en transito de la animalidad primitiva hacia la espiritualidad humana.

El hombre actual representa la humanidad  victoriosa, emergiendo de la bestialidad primaria.

El hombre en su estado actual no tiene la suficiente luz para descender con provecho a todos los ángulos del abismo de los orígenes, tal facultad  la adquirirá  más tarde, cuando su alma esté limpia de todo resquicio de sombra. No hay total olvido en la Corteza Terrestre, ni restauración inmediata  de la memoria  en las zonas de la existencia, que siguen , naturales, al campo de la actividad física, todos los hombres conservan tendencias  y facultades  que casi equivalen a efectivo recuerdo del pasado; y no todos, al atravesar el sepulcro, pueden readquirir , repentinamente, el patrimonio  de sus reminiscencias.  Quien se materializa, en el campo, de la materia densa, no puede volver  a encender, de pronto, la luz de la memoria.

Interpretando de una manera simple las tres regiones  de vida cerebral  nervios, zona motora y lóbulos frontales, en el cuerpo carnal, traduciendo impulsividad, experiencia y nociones superiores del alma, constituyen campos de fijación de la mente encarnada  o desencarnada. La demora excesiva en uno de esos planos, con las acciones  que le son consecuentes, determina el destino del cosmos individual. La criatura estacionada en la región  de los impulsos se pierde en un laberinto de causas y efectos, desperdiciando tiempo y energía; quien se entrega de modo absoluto, al esfuerzo maquinal, sin consultar el pasado y sin organización de bases para el futuro, mecaniza la existencia, destituyéndola de luz edificante. Para que la mente prosiga en dirección de lo alto, es necesario que se equilibre, valiéndose de las conquistas pasadas, para orientar los servicios presentes, y amparándose, al mismo tiempo, en la esperanza que fluye, cristalina y bella, de la fuente superior de idealismo elevado; a través de esa fuente ella puede captar del plano divino las energías restauradoras, construyendo así el futuro edificante.

Jesús nos recomendó el amor a los enemigos y la oración por los que nos persiguen y calumnian. Llegará el día, en que el amor, la fraternidad y la comprensión, definiendo estados del espíritu serán tan importantes para la mente encarnada como el pan, el agua, el remedio; es cuestión de tiempo. Aunque a veces parezca lo contrario, la mente humana de manera general, asciende para el conocimiento superior, a pesar que, a veces, parezca lo contrario.

Trabajo realizado por Merchita
Extraído del libro “En un Mundo Mayor” de Francisco Cándido Xavier

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PARA VIVIR MEJOR, ELEVANDO NUESTRO NIVEL VIBRATORIO

 Yo nací  para amar
Todos nacemos para amar. Ocurre que en nuestro tránsito evolutivo nuestro egoismo nos lleva a querer ser amados y negociamos el amor. El amor para nosotros solo tiene sentido si hubiese una respuesta, y entonces no es amor.
El amor es como el perfume, él se exterioriza. Está claro que en nuestro sentido de humanidad nos gustaría recibir la respuesta, pero no es tan importante, porque las personas que reciben respuestas afectivas, no siempre son plenas, se vuelven caprichosas y cada vez quieren más
Entonces cuando nosotros amamos, la vida siempre responde, porque el acto de amar es una forma de ser feliz. La vida es una canción de servicio: todo aquel que no vive para servir, aún no aprendió a vivir.

 - Juana de Ángelis -

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 VAMPIRISMO Y  DESENCARNACIÓN


La mente es dinamo generadora de energía cuyo potencial y finalidad están gobernados 
porel comportamiento moral, por el deseo de quien lo emite. Hay enfermedades de diferentes procedencias que se instalan bajo la contribución  de la conducta mental de 
los propios pacientes,dando margen a fenómenos de auto destrucción a corto o largo 
plazo,de desarticulación de las defensas psíquicas y orgánicas;cuando irrumpen problemas graves en el área de la salud, con muchas dificultades para un diagnostico correcto, cuanto para una terapia segura.
El hombre, es intrínsicamente, lo que piensa, siendo ese su mecanismo mental el resultado de sus experiencias procedentes, de otrasreencarnaciones lo que motiva las fijaciones, las preferencias, los ideales sustentados. De más alto valor es, por tanto, el cultivo sistemático de los pensamientos positivos, de las ideas ennoblecedoras, de la conversación edificante, por las aspiraciones optimistas que facultan la renovación de los paisajes íntimos y la sustitución de los clichés, infelices, propiciadores de enfermedades, de turbaciones del razonamiento, desajustes de todo tipo. Nadie huye de si mismo, por más extraña y dispersa que sea la siembra, la cosecha se hará de forma compulsoria en el mismo campo y mediante los mismos elementos esparcidos.
El tiempo, ese benefactor ignorado y paciente, se encargará de ajustar y poner en sus debidos lugares todo cuanto se encuentra en desconcierto y desequilibrio.
Cada vida es un libro abierto, ricode experiencias y lecciones de las cuales se pueden 
retirar  provechosas enseñanzas para la realización interior. Aun de las existencias más oscuras fluye un manantial de alto valor, si sabemos evaluar las realizaciones y sufrimientos, las luchas y renuncias, los esfuerzos y los silencios vividos para la adquisición de la felicidad, según el parecer de cada criatura.
,La alucinación cuando se apodera del hombre, lo aparta de Dios, de cualquier sentimiento religioso, siempre aturdido, cultita formar-pensamientos que nutre sus adversarios desencarnados, recibiendo, con incidencia poderosa, las respuestas de ellos transformada en energía deletérea, que arruina la vida física y mental ya muy aquejada.
Hay personas que se hacen odiar,por millones de criaturas y, aparentemente prosperan, gozan de salud, parecen vivir felices… En verdad, no escapan de si mismo, dominados por la trama cruel que movilizan, transformándose en instrumentos de la vida, que los hombres necesitan sufrir, con el fin de despertar para los valores más altos de la existencia. Son látigos que azotan con impiedad las espaldas de la sociedad desatenta, connivente, expiando sus arbitrariedades en manos más canibalescas en los rigurosos procesos de la evolución.
“Hitler se creía predestinado por la Providencia para reunir a los pueblos germánicos, recordando existencias precedentes, cuando desempeñó relevante papel histórico en la comunidad europea, y cuantos males se permitía o autorizaba practicar se suponía bajo divino designio para producirlo, enloquecido de soberbia y de maldad. Es cierto que la Divinidad no necesita de hombres arbitrarios para establecer en la Tierra, la justicia, el equilibrio y la paz. Desde que se levanten falsos árbitros del derecho y del orden, apoyados en postulados equivocados o falsos, se tornan,por si mismos, mecanismos de probación de expurgo, bajo cuyas prepósitos sucumben los que se encuentran incursos, como delincuentes, en los Soberanos Códigos, reparando de esta forma los gravámenes y crímenes perpetrados… En la furia que los domina, la sed de sangre y de destrucción los impide de absorber, por el momento, las ondas de la reacción del odio y del rencor, no imposibilitándoles, todavía, de intoxicarse con las propias emanaciones psíquicas y espirituales, así como las de aquellos que los siguen de la Erraticidad, llevándoles a suicidios salvajes o a la total alineación…
El estado mental y las acciones morales de cada criatura responden por sus legítimas conquistas, aquellas que se le incorporan ineludiblemente, a la realidad interior. En consecuencia el hombre conforme vive, así desencarna, experimentando las presencias espirituales con las cuales se afina y atrae, de la misma forma que los sentimientos cultivados se les transforman en amarras constrictoras o alas de liberación. La desencarnación es momento grave para todos los Espíritu, que al desembarazarse de las ligaduras que le retienen en la tierra, para la prosecución de la vida en nuevas experiencias, continuación natural de las que nos permitíamos vivir.
Los vampirismos, generalmente, son una etapa avanzada de alineación y zoantropía de los desencarnados que caen en las garras de la propia insania, dejándose dominar por mentes impiadosas de la Erraticidad inferior, las cuales se atribuyen el gobierno de los destinos que les permiten sometimiento, en razón del comportamiento alucinado mantenidos durante su presencia en la Tierra… Sus victimas encarnadas, por otro lado, experimentan las punzantes angustias que se derivan de la coyuntura infausta, en subyugaciones crueles, de largo curso, que se prolongan más allá del túmulo. En otro aspecto, el vampirismo entre desencarnados que se odian, constituye un lamentable acontecimiento que sensibiliza y propone inmediata transformación en quien lo observa, sin que los implicados en la ruda lucha, consigan experimentar breve pausa, bien sea para reflexión o reposo.
Los vampiros absorben las ultimas energías del cadáver del recién desencarnado que permanecen en la sangre expelida, arrojándose sedientos de sangre sobre animales abatidos siendo el resultado de los desmanes de unos y otros, victimas y verdugos que se mancomunan, mediante infeliz vinculación, produciendo paisajes infinitamente constrictores y generando reductos colectivos de expiación inimaginables para los domiciliados en el cuerpo físico. Los Espíritus desencarnados, que se movieron en la línea de la dignidad y del equilibrio, esos reductos de sombra y purgación permanecen ignorados, hasta cuando se les hace necesario que dispensen socorro a aquellos que allí se detienen y les son queridos o conocidos que ruegan o aguardan ayuda…
Todo son lecciones que propician el crecimiento espiritual de quien anhela, realmente, por la propia espiritualización.

Cada día aumentan los fenómenos obsesivos y las desencarnaciones infelices se tornan más comunes en razón del esclarecimiento que fue desdeñado, cediendo lugar a la indiferencia y a la desgracia…

¡Si viven! Por eso los panoramas de perturbación variada, en los campos terrenos, cada vez más lamentables, que el bendito dolor se encargará de modificar en la sucesión de los tiempos.

Felices aquellos que se dan cuenta de los deberes a ejecutar y se empeñan en los esfuerzos de la edificación de la responsabilidad activa sin mecanismos exculpatorios o justificaciones livianas, destituidos de cualquier legitimidad…

La muerte es solamente un cambio de traje, sin el descartar de los ropajes fluiditos que condensan la materia.Los aparatos externos se rompen y se desgastan, aun cuando permanezcan las matrices fomentadoras de sus formas, manteniendo la capa envolvente del espíritu que, en el caso de vivir experiencias groseras, favorece la prolongada subyugación vampirizador.

En los casos de Espíritu equilibrados, las dinamos psíquicas que se encargan de elaborar las fuerzas fluídicas producen energiza de peso especifico, que alzan al ser a regiones de plenitud superior, embelleciéndolo y proporcionándole paz por ausencia de condicionamientos perniciosos y de intoxicación por venenos vibratorios.

La vida late en todas partes dentro de los patrones establecidos por el Padre, sin embargo, se exterioriza conforme el nivel evolutivo de los grupos sociales y de los individuos que en ella se mueven y agitan.

La rampa del abismo, tanto como el ascensor que lleva a los altos planos, son elaboradas por cada Espíritu, conforme aspire a la caída o a la elevación.

Trabajo realizado por Merchita

Extraído del libro “Cuadros de la Obsesión” de Divaldo Pereira Franco.


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   MUNDO NORMAL PRIMITIVO


8–¿Los Espíritus constituyen un mundo aparte, fuera del que vemos?
– Sí, el mundo de los Espíritus o de las inteligencias...incorporales.
85 – En el orden de las cosas, ¿cuál de los dos es el principal,el mundo de los Espíritus o el mundo corporal?
– El mundo espírita, que preexiste y sobrevive a todo.
86 – ¿Podría dejar de existir o no haber existido nunca el mundo corporal, sin que se alterase la esencia del mundo espírita?
– Sí, pues son independientes; no obstante, su correlación es incesante, porque reaccionan perennemente uno sobre el otro.
87 – ¿Ocupan los Espíritus una región determinada y circunscripta en el espacio?
– Los Espíritus están por todas partes. Pueblan infinitamente los espacios infinitos. Están siempre a vuestro lado, observando y actuando sobre vosotros sin que lo percibáis, porque los Espíritus  son una de las potencias de la Naturaleza e instrumentos de los que Dios se sirve para la realización de sus designios providenciales; pero no todos pueden ir a todas partes, pues hay regiones prohibidas a los menos avanzados.

EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS. ALLAN KARDEC
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