martes, 21 de abril de 2015

El Espiritismo y los Cónyuges


MIEDO A PERDER

Uno de los mayores obstáculos para una vida plena, armónica,  expresiva y significativa, es el miedo a perder; sobre todo, el miedo de perder a alguien, el miedo de perder a alguien que nosotros decimos que amamos, el miedo a perder la pareja, a  los hijos, a los amigos, al patrón, al empleado, al cliente.
Esta emoción es la principal responsable por  nuestro sufrimiento vital. El miedo de perder es el miedo de nos volvernos indispensables para la persona con la cual nos relacionamos. El miedo de perder se reviste de mil y una formas, aparece bajo mil disfraces: miedo de ser criticados por alguien, miedo de que hablen mal de nosotros, miedo de que nos humillen, miedo de ser abandonados, miedo de ser rechazados, miedo de no ser importantes, miedo de no ser  ilustres, miedo de ser menospreciados, miedo de no ser amados, miedo de la  soledad. Y todo esto puede ser designado más claramente por una palabra: celos.
Los celos es el miedo de no tener  a alguien, de no poseer a alguien, de no venir a ser dueño de alguien. En la relación celosa, nos colocamos nosotros y al otro como objetos.
En este tipo de relación, persona y objeto son la misma cosa. En los celos, tenemos miedo de ser  algún día considerados inútiles, y dispensables para  la otra persona.
Esta es la emoción del sufrimiento, la emoción suplicante, la emoción de la relación confusa, dependiente. Y lo que empeora es que en  nuestra cultura aprendemos a mirar los  celos como señal de  amor. Y los celos son justo lo contrario.
Los celos  son  lo contrario del amor. En la relación amorosa, existe identidad: "Yo soy, independiente de ti!" En la relación celosa, por otro lado, se pierde la identidad: "Yo, sin ti, no soy nada. ¡Eres todo para mi!"
El amor es independiente, es libre, viene de quererse íntimamente, está directamente relacionado al sentido de libertad, de la opción, de la elección. Los celos prenden, atan, condicionan, determinan.
"Con esta emoción, Yo ya no soy Yo; soy lo que el otro quiere que Yo sea. Y Yo soy lo que el otro quiere que Yo sea, para que el también sea, lo que Yo quiero que él sea."
En los celos, hay un  pacto de destrucción mutua, en que cada cual usa al otro, como garantía de que no estará solo: "Yo me abandono para que el otro no me abandone, Yo me desprecio para que el otro no me desprecie, Yo me falto  al  respeto,  para que el otro no me falte al respeto, Yo me destruyo, para que el otro no me destruya.
 Los celos son el miedo de ser  no ser indispensable a alguien, y lo más grave quizás este aquí: pasamos la vida entera con miedo de  volvernos para los otros algún  día, lo que nosotros ya somos ahora, - totalmente dispensables.
 El hombre es, por definición, dispensable, transitorio, efímero, de paso, - y esto es bastante real.
En todas las relaciones que tenemos hoy somos reemplazables
El mundo siempre existió sin nosotros, sigue  existiendo  y sé que continuará existiendo sin nosotros. Somos necesarios aquí y ahora, pero seremos dispensables antes  y después. El miedo de ser dispensable a alguien es lo mismo miedo de la muerte, que también es real. El miedo de la muerte es por celos de la vida. Es la voluntad falsa, irreal, de ser, permanentes y inmutables. El miedo de perder nos lleva a entender que las cosas solamente valen la pena si son eternas, permanentes, durables. Una relación solamente tiene valor, en este caso, si tenemos garantía de que siempre será así como es. Y como todo es transitorio, como todo es mutable, como todo es  de posible transformación, el miedo de perder nos lleva a un  estado continuo de sufrimiento.
  Las consecuencias de los celos son muy claras: "Si yo tengo miedo de que me abandonen, de volverme  dispensable para alguien, de que no me amen, en lugar de hacer ser cada vez mejor.
 Yo voy gastar toda  mi vida, todas mis energías para probar a los otros que Yo  soy lo máximo,  lo mejor, que  soy el primero. 
En vez  de empeñar esfuerzos para ser un marido, por ejemplo., cada vez mejor, un hijo cada vez mejor, una pareja cada vez mejor, un padre o madre cada vez mejor, un chef cada vez mejor, una empleada cada vez mejor, Yo gasto mis energías para enseñar a mi pareja, a mis amigos, a mis hijos, a mi pareja, a mi chef, a mi empleado, que Yo  soy lo mejor padre del mundo, lo que es mentira; el mejor marido del mundo, lo que es mentira; el mejor amigo del mundo, lo que es mentira; el  mejor chef del mundo, lo que es mentira; el mejor empleado del mundo, lo que es mentira!"; y así  en adelante.  
Los celos nos conducen al delirio de la omnipotencia. Nuestros actos, nuestras iniciativas,  nuestra conversación, o nuestro comportamiento, o nuestras consideraciones, son  para mostrar a los otros que  nosotros somos buenos, fuertes, capaces y perfectos. Aquí está la diferencia básica, fundamental, entre el miedo de perder y las ganas de vencer.
El miedo de perder es  así: "Si no ganamos, nadie nos va a querer. Gastaremos todas energías para defender lo que nosotros ya poseíamos, para conservar lo que ya ganamos. Nosotros ya llegamos al punto máximo, solo tenemos que perder". La voluntad de ganar, por otro lado, es así: "Estaremos siempre activos, descubriendo las oportunidades de victoria.
Procuraremos ganar cada vez más, en vez  de  preocuparnos con posibles pérdidas. Lo que nosotros tenemos de más sagrado es nuestra propia vida, y esta, nosotros ya la vamos perder de todas formas.
Todas las otras perdidas son secundarias. El miedo de perder es reactivo, defensivo, justificativo. Las personas celosas están siempre con un pie atrás y otro adelante.
 Siempre  precaviéndose  para no perder, siempre preparando, siempre conservando. Las personas con ganas de vencer están siempre activas, siempre optando, arriesgando. El miedo de perder es la vivencia del futuro, es la vivencia anticipada del futuro, es preocupación.
La ganas de vencer, por otro lado, es la vivencia del presente, es la vivencia de la belleza del presente. En todo, a cada momento, existen riesgos y existen oportunidades. En el miedo de perder, la persona solamente ve los riesgos. En la gana de vencer, la persona ve los riesgos pero, sobre todo, ve también las oportunidades. Cada momento de la vida es un desafío para el crecimiento. La gana de vencer, a la que  nos referimos, no significa ganar a  alguien, sino vencerse a si mismo, ser cada vez más, estar siempre dispuesto a dar un paso adelante, estar siempre dispuesto a crecer un poco más.
Es importante tener siempre presente que hoy podemos crecer un poco más de lo  que éramos ayer; descubrir que nadie llego a su limite máximo, y que  la edad adulta no significa que llegamos al máximo de nuestra potencialidad.
No existe persona madura. Existe, si, la persona en maduración. Todo nuestro sufrimiento viene de una paralización del crecimiento personal y cada uno de nosotros sabe muy bien donde se paralizó, en donde nuestra energía está bloqueada, en donde no está habiendo expansión de nuestra propia energía.  
Todavía no vimos, hasta hoy, una relación  en el deterioro, entre la presencia fuerte de los celos, por el  deseo de ser dueños de otra persona, de un ansia de más poder y control sobre los pensamientos, los sentimientos y las acciones de la persona a quien decimos querer. Los celos son  la enfermedad del amor, es un profundo desamor a sí mismo y, consecuentemente, un  desamor al otro.
Por celos, se establece una relación dominador/dominado. Los celos son el dolor de la incertidumbre con relación a los sentimientos de alguien en el futuro. Son la rabia de no poseer la seguridad absoluta de la relación, del futuro. Es la tristeza de no saber lo que va pasar mañana. Por cierto, lo que duele en los celos es la inseguridad del futuro, es la inseguridad de lo desconocido.
La locura esta ahí: ¡Pasamos la vida entera intentando conseguir lo que jamás conseguiremos - seguridad!. La seguridad no existe, no existe nada. Ser seguro no significa acabar con la inseguridad, sino el aceptarla  como inherente a la naturaleza del hombre. Nadie puede acabar con el riesgo del amor. Por esto, solamente es posible estar en estado de amor, si sabemos estar en estado de riesgo.
Desperdiciamos el  único momento que tenemos, que es el ahora, en función de un momento inexistente, o futuro. Parece que las personas solamente valen para nosotros en el futuro. Nosotros no disfrutamos hoy la relación con la pareja, con los hijos, con los amigos, sufriendo con la posibilidad de un día no ser queridos por ellos.  
El hijo, por ejemplo, parece que solamente nos es importante mañana, cuando haya crecido, cuando se haya  formado, cuando  se case, cuando trabaje, etc. Hasta hoy todavía no conocemos un padre preocupado con el futuro de los hijos que estuviese jugando con ellos. En general, no tiene tiempo porque están muy preocupados en asegurarles un futuro brillante.  
Los celos es la incapacidad de vivenciarnos hoy  la gratuidad de la vida. Hoy es el primer día del resto de nuestras vidas, queramos o no. Hoy estamos empezando, y vivir es considerar cada segundo de nuevo.
Cada día tiene  su propio cuidado o como diría Jesús: - A cada día le basta su propia contrariedad" (Mt 6, 33).
El miedo de aquello que me puede pasar quita mi alegría de estar aquí y ahora, el miedo de la muerte me quita  las ganas de vivir, el miedo de perder alguien me quita  la belleza de estar con él ahora.
Por cierto, cuando tenemos miedo de perder a alguien, es porque imaginamos que las personas sean nuestras. Nadie puede perder lo que no tiene y nosotros sabemos que nadie es de nadie. Cada persona es única y exclusivamente de ella misma. Esta es otra falsedad. Podemos perder un libro, un mechero, una baraja, una bolsa, pero jamás un ser humano.  
El sinónimo del miedo de perder, es la obsesión del primer lugar. ¿Que es la obsesión del primer lugar? Es empeñarnos en  hacer para los otros la tarea imposible de ser siempre los primeros en todos los lugares y en todas las circunstancias.
Si es en casa, queremos ser el primero; en el trabajo, queremos ser el primero; en una reunión, queremos ser el primero; en el fútbol, queremos ser el primero; en un asunto especifico, queremos ser el primero; y en otro asunto cualquiera, siempre el primero.  
El primer lugar es opaco, triste, al paso que el segundo lugar está  lleno de esperanza, es fértil, pues cuando alguien llega a la cumbre de la montaña, solamente le resta un camino: empezar a bajar.

En el segundo puesto, todavía tenemos para donde ir, para donde crecer. La posición de segundo lugar nos lleva al crecimiento, al crecimiento continuo.
¿Por que tú no te estableces  en el segundo puesto, aun  cuando estés ocupando socialmente y eventualmente el primer lugar? El segundo lugar, no en relación al prójimo, pero  sí en relación a ti mismo, o sea, todavía tenemos por donde crecer y mejorar. Tu sabes  por que el mar es tan grande, tan inmenso, tan poderoso? Es porque ha tenido la humildad de  colocarse algunos centímetros abajo de todos los ríos del mundo. Sabiendo recibir, se volvió grande. Si quisiera ser el primero, algunos centímetros por encima  de todos los ríos, no sería el mar, sino una isla. Toda su agua iría para los otros y él estaría aislado.
Y, además, la perdida hace parte, la caída hace parte, la muerte hace parte. Es imposible vivir satisfactoriamente si no aceptarnos la perdida, la caída, el error y la muerte. Precisamos aprender a perder, a caer, a errar y a morir. No es posible vencer sin saber perder, no es posible andar sin antes caer, no es posible acertar sin saber errar, no es posible vivir sin saber morir. En otras palabras, si tenemos miedo de caer, andar será mucho mas doloroso; si tenemos miedo de la muerte, la vida es muy molesta; si tenemos miedo de la pérdida, el  engaño nos llena de preocupaciones.
Esta es la figura del fracasado dentro del éxito. Personas que cuanto más ganan, cuanto más mejoran en la vida, más sufren. Para la persona que tiene miedo de quedar pobre, cuanto más dinero tiene más preocupado se queda; para la persona que tiene miedo del fracaso, cuanto más sube en la escala social, más desgraciada es su vida.  
Por otro lado, si tú comprendes lo que es perder, caer, errar, nadie te controlará más. Pues lo máximo que te  puede pasar a ti es caer, es errar, es perder, y esto tú ya lo sabes.
Bien aventurado aquellos que ya consiguen  recibir, con la misma naturalidad,  el gaño y la perdida, el acierto y el error, el triunfo y la caída, la vida y la muerte.

 Antonio Roberto Soares
Desarrollo del Comportamiento nº 2
Traducido y adaptado por Cassio Lopes,
basado en la obra“Desenvolvimiento Comportamental”

 Readaptación: Oswaldo E. Porras Dorta

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Casa de las Hermanas Fox
           Científicos renombrados por sus investigaciones de fenomenología paranormal.-

Entre los científicos célebres de épocas pasadas que investigaron y aceptaron personalmente la reencarnación , pasaron a la historia:
Swedemborg
Emmanuel Swedemborg , físico sueco que vivió entre los años 1688 y 1772., fue discípulo de Newton en Londres. Se consideró un precursor del Espiritismo, y destacó en sus estudios e investigaciones sobre metalurgia, astronomía, zoología, anatomía, además de física y finanzas, siendo también un gran estudioso de la Bíblia . A los cincuenta y cinco años de edad se desarrolló en él la facultad de Clarividencia, y comenzó su celebridad al “ver” con detalle el incendio que estaba ocurriendo en Estocolmo mientras él estaba en Göteborg a 500 Km de distancia. Gracias a su mediumnidad, no solo de videncia y clarividencia, sostuvo largos diálogos con Seres del mundo incorpóreo que, precisamente, lo describieron como muy semejante a nuestro mundo material.
Crookes
Sir Williams Crookes, uno de los mas grandes físicos del siglo XIX , celebre por sus descubrimientos sobre el Tulio y los Rayos Catódicos. Derivó sus investigaciones hacia lo psíquico en 1.870 cuando anunció su intención de realizar una investigación completa sobre los fenómenos espiritistas. Aplicó controles científicos rigurosos durante sus estudios con el célebre medium Douglas Home, cuyas levitaciones y otros fenómenos que provocaba no menos asombrosos, fueron conocidos en toda Europa.
Alfred Russel Wallace fue un célebre científico naturalista que junto a Darwin enunció los principios de la evolución. Fué uno de los primeros que investigó seriamente los fenómenos paranormales relacionados con el Espiritismo.
Sir William Barret, fue médico y fundador de la Sociedad de Investigaciones Psíquicas. En un principio no creía en las sesiones mediúmnicas que le parecían extravagantes, aunque consideraba probada la telepatía. Mas tarde se convenció de la existencia del mundo espiritual a través de sus experimentos.
Oliver Lodge
Sir Oliver Lodge, físico mundialmente famoso, fue otro de los primeros investigadores científicos que llegó a ser un convencido espiritista. Escribió un libro titulado “ Raymond, o la Vida y la Muerte”, influenciado por las comunicaciones recibidas de su hijo fallecido en combate durante la 1ª guerra mundial.
Franz Anton Mesmer, fue otro célebre investigador científico que vivió entre 1733 y 1815. En su tesis doctoral presentada en la Universidad de Medicina de Viena, afirmó y demostró que todos los cuerpos poseen un campo de energía sutil, susceptible de pasar de unos cuerpos a otros. La llamó “magnetismo animal”.
Dr. Geley
El Doctor Gustavo Geley, médico y filósofo francés, fue considerado como una de las grandes lumbreras de su tiempo. Ocupó el cargo de director del Instituto de Metapsíquica Internacional. Su principal obra escrita y publicada fue: “Del inconsciente al consciente”, en la que desarrolla un estudio del proceso evolutivo del psiquismo.
Alberto de Rochas d´Aiglun, nacido en la segunda mitad del siglo dieciocho , vivió hasta el año mil novecientos catorce en que murió. Fue director del Instituto Politécnico de París; investigó diecinueve casos de posible reencarnación, con pacientes de la mas variada clase social entre los años 1893 y 1910 , haciendo rememorar a algunos de ellos hasta once existencias diferentes . El fruto de sus investigaciones quedó plasmado en sus obras : “Los estados profundos de la hipnosis”, y “Las vidas sucesivas”.
Camille Flammarión, astrónomo e investigador psíquico francés, después de conocer
Flammarion
la filosofía espírita en el
Libro de los Espíritus, se adentró en el estudio del Espiritismo y tras sesenta años de investigación llegó a la conclusión de que en el hombre existen facultades desconocidas que pertenecen al espíritu y que a veces se exteriorizan procedentes de los muertos, así como que existe telepatía entre vivos y muertos
El Doctor Charles Richet, Catedrático de Medicina y Fisiología en la Sorbona de París, perteneció a las Academias de Ciencia y Medicina, y en el año mil novecientos trece fue designado Premio Nobel por su descubrimiento de la Anafilaxia. Este científico fue también un destacado investigador en otras Ciencias, como la Fisiología, la Psicología, la Sociología, etc. Durante gran parte de su vida se dedicó a investigar y clasificar los fenómenos definidos por el Espiritismo, tal como es el de la Reencarnación.
Jung
Otro gran Científico e investigador, fue Carl Gustav Jung, Psiocoanalista y Psiquiatra suizo, discípulo y ayudante de Freud. Hizo importantes aportaciones en el campo del Psicoanálisis, y hasta el año mil novecientos sesenta y uno, fue director del Instituto de Psicología Analítica. Fue autor de la teoría del inconsciente colectivo, y se apoyó en el Psicoanálisis, enfocando sus estudios de modo diferente a como lo hizo su maestro, centrando sus investigaciones en el Espiritismo y en la Reencarnación; promulgó la Ley de las Vidas Sucesivas y dejó abierto el camino a otros investigadores que posteriormente abordaron estos temas.
No podemos dejar de mencionar la figura de Allan Kardec, hombre de Ciencia por
Kardec
excelencia, codificador, e investigador profundo del Espiritismo. Este nombre fue el pseudónimo que se aplicó cuando desde el lado espiritual, a través de cierto medium, le informaron que fue este precisamente el nombre que tuvo en una existencia anterior cuando fue un monje religioso en el pueblo Druida, pero su nombre verdadero fue el de
Hipólite León Denizart Rivail. Este fue un metódico hombre de Ciencia, discípulo de Pestalozzi, cuyo método deductivo aplicó en la enseñanza de las matemáticas que impartió en la Sorbona , así como mas tarde en sus investigaciones con el Espiritismo. En su minuciosidad y pragmatismo, postulaba que entre cien conclusiones, prefería descartar noventa y nueve verdades antes que admitir entre las cien un solo error.
Kardec analizó y estudió los fenómenos paranormales que se popularizaron en Europa pocos años después de que en Estados Unidos, en la ciudad de Hidesville ,sucediesen en
Hermanas Fox
casa de las
hermanas Fox, los fenómenos de manifestación espiritual que se repitieron mas tarde en otros puntos, hasta el extremo de ponerse de moda en los salones sociales con las llamadas “mesas parlantes”, como un juego de entretenimiento de la época.. Cuando Kardec, incrédulo al principio, comprobó que las mesas parlantes eran un fenómeno real de carácter extranormal, que constituían un efecto inteligente, intuyó que forzosamente sus causas debían de ser de origen inteligentes, lo que se le confirmó cuando estas mismas inteligencias invisibles que así se manifestaban, se identificaron como Espíritus. Investigó la mediumnidad, y con ayuda de diversos médiums, entró en contacto con algunos Espíritus a los que planteó una serie de preguntas previamente programadas, transcendentes y profundas, cuyas respuestas analizó y clasificó, aplicando el método científico y de deducción lógica de su maestro Pestalozzi. De este modo fue tomando cuerpo la llamada Codificación Espírita, que quedó plasmada en varios libros, cuyo contenido ha sido en tantos puntos un avance moral y científico para la Humanidad, y en ninguno de ellos sus afirmaciones y deducciones han sido desmentidas todavía por la Ciencia.
El Espiritismo bien puede ser considerado como la “Nueva Revelación”, porque es una doctrina y un conocimiento para la Humanidad en general, que procede directamente de Espíritus que en nombre de Jesús, transmitieron este conocimiento en forma de doctrina a Kardec ,que tuvo el mérito de ordenarla y de comprobar y clasificar tantas cuestiones que fueron planteadas a estos Espíritus reveladores. La gran diferencia entre esta revelación y otras que han habido en la historia humana, es que en la Revelación Espírita han intervenido diversos Espíritus a través de diferentes mediumnidades, mientras que otras provienen de un solo  Ser comunicador a través de un único médium o profeta. Aparte de esto, las otras revelaciones que ha recibido la humanidad a lo largo de su historia, han servido para formar cuerpo de religiones, mientras que la revelación Espírita, siendo en su aspecto moral la más pura esencia de las enseñanzas del Maestro Jesús, no formó sin embargo ninguna religión, a pesar de sus sólidos aspectos religiosos.
A finales del siglo XIX , la gente andaba algo confundida con las réplicas y contraréplicas que rodeaban al movimiento espiritista que sin embargo ganaba cada vez más adeptos y más popularidad, porque siempre fue atacado por algunos sectores de la Ciencia y por las religiones cristianas que se asentaban en occidente y veían en él un enemigo de sus dogmas .
Muchos esperaban de la Ciencia que aclarase el asunto, hasta que por primera vez la Sociedad Dialéctica de Londres, hizo un primer intento, nombrando una junta de investigación de los llamados fenómenos espíritas e informar sobre ellos. El resultado se publicó en el año 1.871, sosteniendo que “los golpes y llamadas se producían sin intervención alguna de nadie ni de artificios mecánicos, y que estos sonidos y movimientos a menudo suceden en el momento y la forma que se les requiere y mediante un sencillo código de señales, responden a preguntas y se comunican con coherencia”.
Como consecuencia de la labor de estos personajes de la Ciencia, cuando el divorcio entre religión y Ciencia parecía eterno, esta comenzó a crecer en todos los campos de investigación, penetrando en las estructuras del átomo con los aceleradores de partículas, y haciendo inseparables los conceptos de espacio y tiempo, la materia y la antimateria, etc, por lo cual las influyentes religiones cristianas de Occidente se vieron forzadas a revisar ciertas posturas y dogmas que hasta nuestros días han mantenido a toda costa.

- Jose Luis Martín -

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pero, la idea que deseo transmitir ahora, es que ,de acuerdo con la teoría de la reencarnación, alguna organización, ya sea personalidad o individualidad, persiste de una vida terrena a otra, esencialmente en una secuencia continua”.
-Dr.C.John Duchase-

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¿Qué viene a hacer el Espiritismo?

Viene a confirmar por nuevos testimonios, a demostrar con hechos, verdades desconocidas o mal comprendidas,...  restablecer, en su verdadero sentido, aquellas que fueron mal interpretadas.

Bien es verdad que el Espiritismo no enseña nada nuevo, pero ¿no basta con que pruebe de modo evidente, irrecusable, la existencia del alma, su supervivencia al cuerpo, su individualidad después de la muerte, su inmortalidad, las penas y las recompensas  futuras?;  ¿Cuántas personas creen en esas cosas pero lo hacen con un vago trasfondo de incertidumbre diciéndose para su fuero interno: “¿Y si no es cierto?” ¡Cuántos fueron  inducidos a la incredulidad porque se les presentó el futuro bajo un aspecto que su razón no podía admitir! Acaso no significa nada, para el creyente que vacila poder decir:
“¡Ahora estoy seguro!” ¡Para el ciego volver a contemplar la luz! Por los hechos y por su lógica, el Espiritismo viene a disipar la ansiedad de la duda y conducir a la fe aquellos que se apartaron de ella, al revelarnos la existencia del mundo invisible que nos rodea, y en medio del cual vivimos sin darnos cuenta, nos hace conocer, por el ejemplo de aquellos que vivieron, las condiciones de nuestra felicidad o de nuestra desdicha futura; nos explica la causa de nuestros sufrimientos en este mundo y el medio de suavizarlos. Su
propagación tendrá como efecto inevitables la destrucción de las doctrinas materialistas que no pueden resistir a la evidencia. El hombre,convencido de la grandeza y de la importancia de su existencia futura, que es eterna,la compara a la incertidumbre de la vida terrestre, que es tan corta, y se eleva por el  pensamiento, por encima de las mezquinas consideraciones humanas; conociendo  la causa y el objetivo de sus miserias, las soporta con paciencia y resignación porque sabe que ellas son un medio para llegar a un estado mejor.
El ejemplo de aquellos que vienen de ultratumba a describir sus alegrías y sus dolores,probando la realidad de la vida futura, al mismo tiempo, prueba que la justicia de Dios no deja ningún vicio sin castigo, ni ninguna virtud sin  recompensa.   Agreguemos, por último, que nuestras comunicaciones con los seres queridos que ya partieron,proporcionan un dulce consuelo al demostrarnos no sólo que siguen existiendo, sino que estamos menos separados de ellos que si estuviesen vivos.
ALLAN KARDEC.

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EL ESPIRITISMO Y LOS CÓNYUGES
 Sin entendimiento y respeto, conciliación y afinidad espiritual se torna difícil el éxito en el casamiento.
Todos los pretendientes a la unión conyugal carecen de estudiar las circunstancias del ajuste esponsalicio antes del consorcio,  existiendo para eso el periodo natural del noviazgo.  Aspecto en verdad importante para ser analizado será siempre  el de la creencia religiosa.
Efectivamente, si la religión es idéntica para la pareja contribuye  bastante para la estabilidad del matrimonio, la diversidad de los puntos de vista no es  un factor prohibitivo de la paz en la familia. Más si aparecen disputas  en el hogar, provenientes del choque  de opiniones religiosas diferentes, la responsabilidad es claramente debida a los esposos que se  escogieron uno al otro.
La tendencia común de un conyugue es la de llevar al otro a pensar y actuar como el mismo, lo que no siempre es viable y ni puede ocurrir. Esto es porque no les cabe violentar situaciones y sentimientos,  manejando imposiciones reciprocas, especialmente  en el sentido de arrastrarse a determinada creencia religiosa.
Debe partir del cónyuge de fe sincera la iniciativa de patentar la calidad de sus convicciones, en casa, por el convite  silencioso a ellas, a través del ejemplo.
No será por medio de discusiones, censuras o bromas en torno al asunto religioso que se evidenciará algún día la excelencia de una doctrina.

En vez de murmuraciones estériles, urge dar pruebas de espiritualidad superior, repetidas día a día. En lugar de conceptos extremados en las predicas fatigantes, vale más la exposición de la creencia por la mejoría de la conducta, positivándose  cuan sería peor  cualquier criatura sin el apoyo religioso.
Para los espiritas jamás será constructivo obligar a alguien a leer ciertos libros, frecuentar determinadas reuniones o aceptar criterios especiales en materia doctrinaria.
Quien desee modificar la creencia del compañero o compañera, comience a modificarse a si mismo, en la vivencia de abnegación pura, de servicio, de comprensión, de practico y buen sentido, resaltando a los ojos del otro o de la otra la capacidad de renovación en  los principios que abraza.
El cónyuge es la persona más indicada para revelar las virtudes de una creencia al otro cónyuge.
Un simple acto de bondad, en el recinto del hogar, tiene más fuerza persuasiva que una decena de  predicaciones en un templo donde la criatura comparece contrariada.
Una única prueba de sacrificio entre dos personas que se enfrentan, en la convivencia diaria, surge más eficaz como agente de enseñanza que una veintena de libros impuestos  para lecturas forzadas.
En resumen, depende del cónyuge hacer su religión atractiva y estimulante para el otro, o al contrario mostrarla fastidiosa o incomoda.
En los testimonios de cada instante, en el cultivo del Evangelio en casa y en la lealtad a la propia fe, persista cada cual en las buenas obras, porque, ante  demostraciones vivas de amor, cesan cualquier acidez de discordia y todas las resistencias  de la incomprensión.
 Por el Espíritu André Luiz – Del Libro: Estudie y Viva, Medium: Francisco Cándido Xavier.

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