LA
PSICOLOGÍA
¿Qué
estudia la Psicología como ciencia?
La
conducta humana, la mente y sus procesos.
¿Cuál
es el misterio de la mente?
Hay
dos grandes corrientes que intentan explicarlo:
El
dualismo
cree
en la existencia de una mente y un cuerpo, siendo éste último
materia ordinaria, y la mente no.
El
monismo
cree
que todo lo que hay en el universo es materia y energía y que la
mente es un fenómeno producido por el funcionamiento del sistema
nervioso.
La
psicología fisiológica y neurobiológica mantiene un enfoque
empírico práctico y monístico en el estudio de la naturaleza
humana.
Estamos
lejos de comprender el funcionamiento del sistema nervioso y, en
cualquier caso, no hay modo de estudiar fenómenos que no sean
físicos en el laboratorio, solo se estudia materia y energía.
Aquí
tropezamos con el principal escollo. Medimos la conducta humana
externa y tratamos de explicar los trastornos mentales en función de
mecanismos de aprendizaje ambiental, transmisión genética,
descompensación en nuestra química interna, así como lesiones en
el cerebro. Todo se queda así en la cáscara, no se cuestiona el
sentido profundo de lo que no vemos ni podemos analizar con nuestros
aparatos.
No
podemos medir el ESPIRITU ya que NO ES OBSERVABLE.
Nos
encontramos con un muro, contra el cual, nuestras fuerzas actuales
pueden poco, ya que nuestra tecnología es inútil a la hora de
captar y medir vibraciones no materiales, por así decirlo.
LA
REENCARNACIÓN
¿Qué
es la reencarnación?
La
creencia en la existencia de sucesivas vidas animadas por el mismo
espíritu.
Por ello, mientras no se reconozca el espíritu, mucho menos se llegará a aceptar el hecho de la reencarnación.
Por ello, mientras no se reconozca el espíritu, mucho menos se llegará a aceptar el hecho de la reencarnación.
¿Por
qué la ciencia se resiste a profundizar en cualquier investigación
sobre reencarnación?
En
primer lugar ese tipo de investigación no permite exámenes de
laboratorio, no puede ser reproducido de manera programada ni visto a
través de un microscopio, en segundo lugar no hay evidencia del
mecanismo a través del cual sería posible la reencarnación. No se
puede detectar con elementos objetivos el espíritu, ni cómo se
transfiere de un cuerpo a otro. Por último, existe un
conservadurismo en la ciencia que impide encarar seriamente cualquier
evidencia que desafíe el actual entendimiento de cómo funciona el
mundo.
Según
dice Ian Stevenson “si los herejes pudiesen ser quemados vivos hoy
día, los científicos, herederos de los teólogos, que quemaban a
cualquiera que negase la existencia del alma, hoy quemarían a los
que afirmasen que el alma existe”.
En
mi opinión la ciencia es una isla que cree que no está rodeada de
agua.
LA MUERTE
No
obstante, existe un hecho cierto y comprobable: la MUERTE, para
nosotros la travesía de una frontera entre la encarnación y la vida
real del espíritu.
Ante
el hecho de la existencia probada de la muerte corporal, la ciencia
psicológica lo más que hace es acercarse tímidamente a ese estado
terminal, para, sin recursos científicos suficientes, tratar de
ofrecer alguna solución. Pero no hay más solución que la
aceptación, y si no hay espíritu, según la ciencia oficial, solo
podemos enfrentar a la persona ante una terrible pérdida que le
produce angustia temor y agonía: la pérdida de todo lo que es, de
sí mismo.
Se
ayuda a los familiares en la llamada “terapia del duelo” a
superar esa “pérdida”, a alejarse paulatinamente de la angustia
de no ver más al ser querido.
La
Psicología y la Medicina ante la muerte carecen, por tanto, de
recursos que permitan ofrecer consuelo al ser vivo que pronto
desaparecerá, tienen que apelar a frases como esta: “Hemos hecho
todo lo posible, el resto está en manos de Dios” en el caso que el
profesional sea creyente, en otro caso será “No podemos hacer más,
la situación ha llegado a un punto irreversible, lo siento”.
Esa
misma ciencia, que se resiste a reconocer el espíritu como una
realidad, al no poder medirlo, se queda en el cuerpo perecedero, y
cuando éste se degrada, deteriora y desaparece, con él desaparece
todo lo que la misma ciencia reconoce.
Se
intenta, y a menudo se consigue, que vayamos todos en un barco donde
sólo se ve la materia sólida que nos rodea, y donde no nos enseñan
a nadar, para sobrevivir al naufragio, que, en este caso, no es algo
posible, sino cierto a corto, medio o largo plazo. Todos
desencarnaremos
Nosotros,
afortunadamente, conocemos por la doctrina el auténtico sentido de
la desencarnación y encarnación, y eso nos permitirá afrontar con
más firmeza ese momento de transición, que a todos nos provoca un
lógico temor. No hace mucho, en una conferencia espírita, el orador
se dirigió a una persona del público y le dijo: “Supongamos que
Vd se muere mañana” a lo que el hombre respondió inmediatmente y
muy alterado: “No, no, supongamos que se muere Vd”.
Han
existido, y existen, muchas aproximaciones y estudios, por desgracia
no suficientemente estructurados, y mucho menos divulgados, en el
sentido de probar la existencia del espíritu y por ello, también la
posibilidad de la reencarnación. Hagamos un breve recorrido por
ellas:
EXPERIENCIAS
CERCANAS A LA MUERTE
Gilgamesh,
sumerio, rey de Uruk, en el año 2750 a.C nos relata en 12 tablillas
como él tuvo una experiencia cercana a la muerte, donde fue
arrastrado por un túnel para entrar luego al jardín de la vida,
rodeado de una luz brillante.
Platón,
en el siglo V a.C cuenta en su obra “La República”, la historia
de Er, un soldado que regresó cuando estaba a punto de ser quemado
en la pira funeraria y dijo que viajó a la luz con los espíritus
guías, con una gran sensación de paz y vio almas en una gran
pradera, la Llanura del Olvido, al lado de un gran río con el mismo
nombre, preparándose para la vuelta a la vida. Sin saber cómo, se
vió de repente a sí mismo, vivo, en la pira a punto de ser quemado.
En
el libro de Arda
Viraz,
persa del siglo IX-X, Viraz, un hombre justo, toma una poción
de mang, beleño y vino y se prepara para viajar al más allá
durante siete días. El cree que no volverá, por lo que hace
testamento y ejecuta los ritos funerarios para sí mismo. Se duerme y
a los siete días se despierta. Cuenta cómo los espíritus reciben
su alma después de dejar el cuerpo y juntos suben tres escalones, el
de los buenos pensamientos, el de las buenas palabras y el de las
buenas acciones, luego recorre el purgatorio, paraíso e infierno.
Según la religión mazdeísta (de los persas), no es bueno llorar
por los difuntos porque contribuyen a la creación de un gran río
que impide que las almas lo atraviesen.
El
Papa Gregorio
I (San
Gregorio Magno, el mismo del famoso “canto gregoriano”) en el
siglo VI, expone en su libro “Dialógo sobre la vida y milagros de
los padres italianos” tres casos de E.C.M. En uno de ellos, un
soldado dice que vió un puente sobre un río humeante que expelía
un olor insoportable y que conducía, en el otro extremo, a unas
maravillosas praderas verdes, llenas de flores con un aroma delicado
y placentero. El puente se ensanchaba para dejar paso a los justos y
se estrechaba apara arrojar a los malos al río hediondo. Como vemos,
antiguamente la idea del río era muy utilizada.
En
el siglo XVIII el sueco
Swedenborg
efectuó y divulgó numerosas experiencias cercanas a la muerte y a
la comunicación con los muertos. Un arzobispo, dado por muerto,
relató, al volver a la vida, todas las conversaciones habidas a su
alrededor. Es famosa la anécdota de este sabio al que la reina de
Suecia le dijo en tono irónico, con respecto a sus comunicaciones
con los desencarnados: “Si ves a mi hermano (Que había muerto),
salúdale”. A la semana, Swedenborg se acercó a la reina y le
susurró unas palabras al oído. La reina se quedó lívida y dijo:
“Sólo Dios y mi hermano sabían lo que me acaba de decir”.
Albert
Heim,
suizo, en el siglo XIX, publicó las experiencias de 30 personas que
sobrevivieron a caídas en los Alpes. Todas ellas relataron la calma,
la distensión del tiempo y una revisión fugaz de todo su pasado.
En
el siglo XX, entre otros muchos, destacamos a:.
Negovsky,
ruso, padre de la técnica de reanimación, reanimó a muchos
soldados heridos en el frente durante la Segunda Guerra Mundial,
tomando nota de sus explicaciones del trance. Ellos decían que era
como un “sueño sin sueños” y a menudo relataban escenas
gloriosas en la otra vida. Para él eran percepciones distorsionadas
de un cerebro que funciona mal. Su base materialista le impidió
llegar a otras conclusiones.
James
Hyslop,
profesor de lógica, realizo un estudio en enfermos antes de morir,
donde, uno o dos días antes del evento, visualizaban apariciones de
familiares o amigos fallecidos que actuaban como guías para el más
allá. Ernesto
Bozzano,
médico, llega a casi las mismas conclusiones en sus estudios.
Sir
William Barrett,
médico, expresó que el moribundo tiene la sensación de abandonar
su cuerpo y sus familiares percibían su aparición, una vez
desencarnado.
Karlis
Osis,
psicólogo, a través de observaciones de médicos y enfermeros que
trabajaban con agonizantes así como del efecto de los medicamentos
en la frecuencia de las visiones, constató que éstos no incidían
en la citada frecuencia. Las visiones en personas normales
generalmente eran visuales
y en aquellos que sufrían algún tipo de trastorno mental eran
fundamentalmente auditivas.
Los relatos incluían la aparición de figuras fantasmales que se
presentaban para hacer compañía en el último viaje. Una tercera
parte tuvo experiencias negativas debido a la resistencia a ver
apariciones o al terror provocado por las mismas.
Citemos al famoso psquiatra Karl Jung quien, en 1944, al sufrir un infarto, tuvo la visión de dejar el planeta desde una perspectiva panorámica, casi astronáutica.
Citemos al famoso psquiatra Karl Jung quien, en 1944, al sufrir un infarto, tuvo la visión de dejar el planeta desde una perspectiva panorámica, casi astronáutica.
El
psiquiatra Russell
Noyes al
recopilar 104 casos de personas que habían pasado por situaciones
gravemente amenazantes para su vida, analizó tres etapas:
RESISTENCIA
Reconocimiento del peligro, miedo a morir, lucha por la vida, aceptación de la muerte.
Reconocimiento del peligro, miedo a morir, lucha por la vida, aceptación de la muerte.
REVISIÓN
DE LA VIDA
Generalmente con sentimiento de paz, se revive de forma condensada y panorámica, asociado a sensación de estar fuera del cuerpo.
Generalmente con sentimiento de paz, se revive de forma condensada y panorámica, asociado a sensación de estar fuera del cuerpo.
TRASCENDENCIA
Estados de conciencia místicos, se trasciende el tiempo, el espacio y su propia identidad personal, en medio de felicidad.
Estados de conciencia místicos, se trasciende el tiempo, el espacio y su propia identidad personal, en medio de felicidad.
Quien
no ha oído hablar del psiquiatra Raymond A. Moody, el fundador de la
agencia política y espiritual llamada “New Age” y su famoso
libro “Vida después de la vida” donde se ofrecen testimonios de
personas clínicamente muertas.
Estableció una “tabla” de sensaciones y percepciones que detallaremos a continuación.
Estableció una “tabla” de sensaciones y percepciones que detallaremos a continuación.
Existe
una Fundación de Investigación de Experiencias Cercanas a la Muerte
que sigue recopilando casos y casos que algún día tendrán el eco
social necesario.
Como
anécdota, un niño que volvió a la vida en la mesa de operaciones
dijo: “Tengo que contarles un secreto… he estado a medio camino
del cielo”.
CARACTERÍSTICAS COMUNES DE LAS ECM.
1º.-
Se experimenta la muerte clínica. Falta de oxígeno al cerebro.
2º
.-Audición de voces de médicos y o familiares, zumbidos y/o sones
de campanas.
3º.-
Movimiento a lo largo de un túnel que tiene al final, una luz
brillante.
4º.-Sensación
de estar fuera del cuerpo y observación de lo que se hace con él.
5º.-
Sensación de éxtasis o elevación y experimentación de fenómenos
telepáticos, visualización de espíritus de familiares muertos que
actúan como guías.
6º.-Unión
con una luz brillante.
7º.-
Rápida visualización de experiencias de la vida pasada.
8º.-Re-entrada
en el cuerpo y recuperación de la conciencia.
La
mayoría suelen ser positivas, pues las supervivientes se suelen
volver más espirituales, se interesan más por los demás, aprecian
intensamente la vida, disminuye su temor a la muerte, son menos
materialistas y competitivos.
EXPERIENCIAS SOBRE EL ESPÍRITU Y LA REENCARNACIÓN
Poco
nuevo puedo expresar en este foro sobre las numerosas demostraciones
sobre la existencia del espíritu y la reencarnación. Todos conocen
la obra de Kardec y la labor incansable de tantos y tantos médiums
en pro de nuestro conocimiento de la real esencia de la vida y de la
continuidad en el Más Allá.
También
numerosos científicos han empleado buena parte de sus esfuerzos al
estudio de casos de reencarnación y por tanto a la realidad de que
existe un espíritu.
Podemos
citar entre muchos otros a Ian Stevenson en su infatigable
investigación sobre recuerdos espontáneos sobre vidas anteriores en
3000 niños durante 40 años, así como en el estudio de las marcas
de nacimiento, señales que se reproducen de una vida anterior.
En
Brasil, los doctores Guimaraes Andrade y Fiorini han fijado su
investigación en la similitud de las huellas dactilares y en las
marcas de nacimiento (o birthmarks).
Las
técnicas de Transcomunicación Instrumental, la hipnosis regresiva,
intentan mostrar que el Más Allá no es una quimera, sino algo
palpable.
La
obra inmensa de Francisco
Cándido Xavier
no hubiese sido posible de ninguna manera bajo la estricta visión
científica, así como las psicografías de tantos otros médiums que
todos nosotros conocemos y que nos acompañan en esto momentos.
Dios
existe. El espíritu existe y la reencarnación es un hecho, aunque
estamos muy lejos de poder probarlo para una ciencia monista,
materialista y a una sociedad basada en lo perecedero. Cuando llegue
el momento, todo será demostrado. Recordemos al pobre Galileo y
tantos otros adelantados en mundos anclados en las sombras que no
supieron reconocer la verdad. Seamos pacientes, generosos y
comprensivos. Recordemos que la verdad es eterna y las mentiras
fugaces.
TRANSICIÓN
SEGÚN LO EXPRESADO POR EL HERMANO JACOBO en el libro “Volví”
psicografiado por Chico
Xavier.
Debemos
exponer que no hay dos desencarnaciones iguales, todo depende
de la elevación moral de la persona, pero indudablemente hay ciertos
patrones similares.
Como
punto inicial es importante citar que los espíritus que nos van a
ayudar necesitan que exista una combinación fluído-magnética
apropiada. Esto es difícil de conseguir si el encarnado está
inmerso en pensamientos comunes de la rutina diaria o no dispone de
suficiente equilibrio psíquico-físico, con emisión de emociones de
rebeldía y tristeza. La sensación de turbación en el espíritu
recién desencarnado, es inevitable. La duración de esta turbación
hasta recuperar una percepción espiritual nítida variará según la
evolución de cada espíritu.
1º.-
Sensación de dos corazones, uno descompasado y otro profundo,
estable.
2º.-
Sensación de choque en la parte posterior del cráneo, como si se
abriese una compuerta.
3º.-
Revisión de toda la vida, es recogida de una forma rapidísima, como
un rebobinado de todos nuestros pensamientos.
4º.-
Extracción de fluidos y corte de hilos paulatino, la ayuda
espiritual en ese momento, muchas veces “anestesia” el dolor de
dicho desprendimiento.
5º.-
Visualización, en ocasiones, de un hilo plateado que une el
periespíritu a la cabeza del cuerpo.
6º.-
Consideraciones sobre el abandono del cuerpo, compañero de viaje en
esta breve estancia. Supone una crisis, que la concentración en la
oración puede aminorar o suprimir. La fijación en los intereses
materiales supone fluidos gravitantes que nos pueden perturbar o
retener.
7º.-
Se aclara la visión del periespíritu, se notan cambios perceptivos,
fenómenos ópticos, se dilata la capacidad visual. Si hay ayuda
espiritual, nos comunican que se están esmerando en efectuar la
separación del cuerpo.
8º.-
En ocasiones, nos llevan al mar, para que sus vibraciones nos
reajusten. El aire del mar es un alimento invisible. La percepción
se magnifica como en la claridad en la visualización del sol o de la
luna., pero si estamos muy unidos a los intereses materiales, no se
va a producir esta percepción.
9º.-
Se corta definitivamente el lazo que une el periespíritu al cuerpo.
En algunos casos en los que el espíritu ha tenido una mentalidad muy
escéptica y materialista, la espiritualidad permite que su
periespíritu se vea ligado a los restos del cuerpo material, con la
finalidad de que reflexione.
10º.-
Si hay mucha ansiedad en los seres queridos encarnados, cae sobre el
periespíritu, que debe resistir esas fuerzas de atracción. El
entierro, funeral, etc, suele suponer una dura prueba para el recién
desencarnado. No es aconsejable acercarse demasiado al cuerpo que se
acaba de dejar, ya que nos pueden llegar sensaciones de
desequilibrio.
11º.-
Hay entidades inferiores que intentan encadenarnos al plano físico,
pero también hay “cordones”, por así decirlo, de vigilancia que
nos ayudan. Hay que procurar no imantarse a los pensamientos
desordenados de encarnados y desencarnados que crean un campo de de
imantación al que nos podemos ver unidos...
12º.-
La liberación está en función de la vida mental y de los ideales,
pensamientos y obras que hemos tenido y realizado. Los hilos morales
son más fuertes que los físicos, si hemos contraído grandes
compromisos con nuestros semejantes, tendremos una cárcel en
nuestras propias creaciones interiores por una conciencia
intranquila. Necesitamos una “irradición luminosa” para un feliz
desprendimiento, y eso se consigue vigilando nuestro pensamiento a lo
largo de nuestra existencia como encarnados. Hay que pensar en lo
ALTO.
Recordemos
una vez más: FUIMOS , SOMOS Y SEREMOS LO QUE PENSAMOS.
CONCLUSIONES
Para
terminar, y sabiendo, gracias al espiritismo, que nuestros problemas
psicológicos y físicos en esta vida son producto de nuestras vidas
pasadas y pruebas a superar para enriquecernos en la actual, creo que
la mejor terapia para todos nosotros con vistas a una más feliz
próxima reencarnación es:
-
DESARROLLO DE TODA LA CAPACIDAD DE AMOR FRATERNAL
POSIBLE.
-
ACEPTACIÓN DE LAS PRUEBAS CON RESIGNACIÓN Y ESPERANZA
PARA SALIR MÁS FORTALECIDOS
-REFORMA
INTIMA DE TODOS LOS ASPECTOS ESPIRITUALES NEGATIVOS
POSIBLES.
-
PERDÓN Y OLVIDO VERDADERO DE OFENSAS
-
ORACIÓN SINCERA
Ahora
os pediría por favor que todos cerraseis los ojos, y, rebobinando
el día de hoy que cada uno de nosotros haya tenido, volviésemos al
instante en que todavía estábamos dormidos esta mañana.
Respiremos
lo más profundamente posible, al hacerlo dejemos que salga cualquier
tipo de angustia o inquietud que pudiémos tener.
Elevémos
nuestro ser hacia el Señor, hacia Dios Padre al que, sin duda,
agradará este momento y veamos todos como una luz brillante se
refleja en nuestro interior.
Abracémosla.
Fundámonos con ella porque es nuestro propio espírítu, que
descansa en el envoltorio provisional de nuestro cuerpo y nos quiere
indicar que seamos pacientes, que todo aquí es breve, que se espera
mucho de nuestro caminar en el día de hoy, y que, por favor, seamos
agradables con nosotros mismos y con los demás, con ese familiar o
conocido que no nos acaba de caer bien, con el camarero que nos
atiende y con las personas con que nos crucemos.
Hagámosle
caso, sonriamos por un momento y sintamos ese auténtico placer que
es el percibir un buen sentimiento en nuestro corazón. Despidámonos
de esa luz con un intenso abrazo.
Al
abrir los ojos, vamos a sonreir a la persona que tengamos al lado,
sinceramente, con cariño.
¡Abramos
los ojos!
- Alfredo Alonso-
( Visita el Blog elespiritadealbacete.blogspot.com
y las website www.ade-sergipe.com.br y
)
( Visita el Blog elespiritadealbacete.blogspot.com
y las website www.ade-sergipe.com.br y
)
No hay comentarios:
Publicar un comentario