sábado, 15 de enero de 2011

El genoma biológico en la perspectiva espírita

Un grupo de 25 científicos consiguió generar una célula viva en laboratorio, a partir de la alteración de las características genéticas. Hecho que, según los pesimistas, abre camino para la manipulación de la vida en una escala tal vez nunca alcanzada. (¡)Visando producir la célula sintética (1), en los laboratorios en Rockville, Maryland, y en San Diego, los científicos transformaron un código de computador en una forma de vida. Iniciaron con una especie de bacteria llamada Mycoplasma capricolum y, al sustituir su genoma por otro escrito por ellos, la transformaron en una variante de una segunda especie existente, llamada Mycoplasma mycoides.


Los miembros del grupo escribieron todo el código genético de la criatura con un archivo de computador, documentando más de un millón de pares base de DNA en un alfabeto bioquímico de adenina, citosina, guanina e timina. Editaron el archivo, acrecentando un nuevo código, y entonces enviaron los datos electrónicos para la empresa de secuenciación de DNA - Blue Herón Bio, de Bothell, Washington, donde él fue transformado en cientos de pequeños pedazos de DNA químico.

Los investigadores garantizan que la investigación bioquímica proporcionará mejorías para la tecnología de agua limpia, creación de bacterias que se alimentan de petróleo, en el caso de un eventual vaciamiento en los mares y océanos, bacteria capaz de capturar gases causadores del efecto estufa como el dióxido de carbono (CO2) bacterias para producción de bacinas en un periodo de tiempo menor del que se gasta hoy para su producción, entre otras innumerables utilidades.

Puede ser que los resultados traigan determinadas preocupaciones, y ciertamente será blanco de muchas críticas y polémicas en torno a la bioética, así como ocurrió con los estudios sobre el clonaje, sobre todo si caen en manos erradas, lo que podría ser utilizado como arma biológica, y tendría efectivamente efectos catastróficos para la humanidad. Por esa razón, hay perplejidad y preocupación con tal genoma sintético, y tienen aquellos que destacan como un potencial desbastador salto a lo desconocido.

En la visión de los que piensan que todo camina para lo peor, un organismo producido con la expectativa de cumplir determinadas funciones puede sufrir alteraciones a partir de su contacto con el ambiente, que crear variedades con funciones muy diferentes, huyendo al control del laboratorio. Otra voraz pesadilla de los pesimistas es el fantasma de la eugenesia.

Evidentemente, la posibilidad de crear células artificiales con funciones definidas dará inicio a una delicada discusión sobre el uso ético de la tecnología. Más, para muchos especialistas, el descubrimiento representa el inicio de una nueva era en la biología sintética y, posiblemente, en la biotecnología. (2) Es bien verdad que al final de la primera parte del Proyecto Genoma, en febrero del 2001, muchas suposiciones científicas no se confirmaron. Se descubrió que el genoma humano tiene un número bajo de genes y que el citoplasma dice al núcleo lo que hacer y no al contrario, como se suponía.

Con todo, por más que intenten barrar el caminar de la ciencia ella no para, hasta porque hay un campo enorme para ser explorado, en todas las aéreas del conocimiento humano. Es como si estuviésemos catando conchitas en la playa, mientras que hay un inmenso océano por descubrir, hay una enorme extensión de nuestra ignorancia ante las leyes naturales, recordaba Isaac Newton.

En la condición de espiritas, sabemos que “ el Espiritismo y la Ciencia se complementan uno al otro; la Ciencia sin el Espiritismo, es imposible explicar ciertos fenómenos solo con las leyes de la materia: al Espiritismo, sin la Ciencia, le faltaría apoyo y control.” (3) Los Instructores Espirituales afirman, aun que “divisamos apenas una octava parte de lo que acontece a nuestro alrededor, lo que nos da la idea de cuánto la Ciencia tendrá que avanzar para descubrir las múltiples dimensiones de la vida y el tipo de “materia” que entra en la constitución de cada una de ellas, lo que significa descifrar múltiples modalidades de la naturaleza.” (4)

Tenemos la convicción de que debe haber una coexistencia entre Ciencia y espiritualidad, como nuevo paradigma académico. Sin embargo el Espiritismo trata de asuntos que escapan al dominio de las ciencias clásicas, que se circunscriben a los fenómenos físicos, Kardec, en el Siglo XIX, escribió que el “Espiritismo y la ciencia se complementan, recíprocamente” . (5)

El maestro de Lyon recordó que “El Espiritismo, caminando con el progreso, no será jamás ultrapasado, porque, si nuevos descubrimientos le demostraran que está en el error sobre un punto, el se modificará sobre ese punto; si una nueva verdad se revelará, él l la aceptará.” (6)

No podemos hacer de la Doctrina Espirita un sistema de preceptos dogmaticos, perjudicando el avance científico. Creemos que toda la humanidad se beneficiará con las investigaciones de los abnegados científicos que han devotado sus vidas a descubrimientos fascinantes para mejorar la calidad de vida en el Planeta.

En fin, la ciencia progresará siempre, y será ejercida, como usualmente, de forma compatible con el merecimiento y desenvolvimiento espiritual de la humanidad.



Jorge Hessen

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