sábado, 26 de noviembre de 2022

En la arena de la evolución

   INQUIETUDES  ESPÍRITAS

1.- La cosecha de la siembra

2.- Ellos han llegado... nosotros llegaremos

3.-La Reencarnación y los lazos familiares

4.-En la arena de la evolución

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                      LA COSECHA DE LA SIEMBRA

El bien sentido y practicado protege de las influencias de las fuerzas negativas, de las entidades maléficas, y va generando las condiciones creadoras de felicidad, mientras que el mal, atrae a las fuerzas negativas y va generando las condiciones causantes de infelicidad y dolor. 

Sebastian de Arauco.

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    ELLOS HAN LLEGADO.... NOSOTROS

                    LLEGAREMOS


     A nosotros, hombres, encerrados en la carne, nos es difícil formarnos una idea del papel del Espíritu, que lleva en sí todas las potencias, todas las fuerzas del Universo, todas las bellezas, los esplendores de la vida celeste, a los que irradia sobre el mundo.- Mas lo que podemos y debemos comprender es que estos Espíritus poderosos, estos misioneros, estos agentes de Dios han sido, como nosotros, hombres de carne, llenos de debilidades y de miserias. Si han llegado a esas alturas, es por sus investigaciones y sus estudios, por la aplicación, en todos sus actos, de la ley divina. Ahora bien, todo lo que ellos han hecho, podemos hacerlo nosotros. Todos tenemos en nosotros mismos los gérmenes de una potencia y de una grandeza iguales.. Todos tenemos los mismos destinos espléndidos; todos tenemos el mismo porvenir grandioso y sólo depende de nosotros realizarlo a través de nuestras existencias innumerables.

LEÓN DENIS

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LA REENCARNACIÓN Y LOS LAZOS

                    FAMILIARES


 
Los lazos de familia fortificados por la reencarnación
y rotos por la unidad de existencias


     Los lazos de familia no son destruidos por la reencarnación como creen ciertas personas; al contrario, se fortifican y estrechan: el principio opuesto es el que los destruye.
     Los espíritus en el espacio forman grupos o familias unidas por el afecto, la simpatía y la semejanza de inclinaciones; esos espíritus felices porque están juntos, se buscan; la encarnación sólo les separa momentáneamente, porque después que vuelven a la erraticidad se encuentran como los amigos al regresar de un viaje. También se siguen muchas veces en la encarnación, en la que se reúnen en una misma familia, o en un mismo centro, trabajando juntos para su mutuo adelanto. Si los unos están encarnados y los otros no, no están menos unidos por el pensamiento; los que están libres velan por los que están cautivos; los más adelantados procuran hacer progresar a los rezagados.
     Después de cada existencia, han dado un paso en el camino de la perfección; cada vez
menos unidos a la materia, su afecto es más vivo, por lo mismo que es más puro, y que
ya no es turbado por el egoísmo ni por la obscuridad de las pasiones. De este modo pueden recorrer un número ilimitado de existencias corporales, sin que nada perturbe su mutuo
afecto.
     Se comprende que hablamos ahora del afecto real de alma a alma, único que sobrevive a la destrucción del cuerpo, porque los seres que no se unen en la tierra sino por los sentidos, no tienen ningún motivo de buscarse en el mundo de los espíritus. Sólo son duraderos los afectos espirituales; los carnales se extinguen con la causa que los ha ocasionado, pero esta causa no existe en el mundo de los espíritus, mientras que el alma existe siempre. En cuanto a las personas unidas por el sólo móvil del interés, no son realmente nada la una para la otra; la muerte las separa en la tierra y en el cielo.

19. La unión y el afecto que existen entre parientes, son indicio de la simpatía anterior que les ha aproximado; por esto se dice, hablando de una persona cuyo carácter, gustos e inclinaciones no tienen ninguna semejanza con sus allegados, que no es de la familia.           
      Cuando se dice esto se dice más verdad de lo que se cree. Dios permite en las familias estas encarnaciones de espíritus antipáticos o extraños con el doble objeto de servir de prueba para los unos y de medio de adelanto para los otros. Además, los malos se mejoran poco a poco con el contacto de los buenos y por los cuidados que de éstos reciben; su carácter se suaviza, sus costumbres se purifican, las antipatías se deshacen, y así es como se establece la fusión entre las diferentes categorías de espíritus, como en la tierra se establece entre las razas y los pueblos.

20. El temor que se tiene por el aumento indefinido del parentesco a consecuencia de la reencarnación, es un temor egoísta, y prueba de que no se siente un amor bastante grande para tenerlo a un gran número de personas. Un padre que tiene muchos hijos, ¿acaso no les ama tanto como si tuviera uno? Pero tranquilícense los egoístas: ese miedo no es fundado. De que haya un hombre que haya tenido diez encarnaciones, no se seguirá por esto que ha de encontrar en el mundo de los espíritus diez padres, diez madres, diez mujeres y un número proporcionado de hijos y de nuevos parientes; encontrará siempre los mismos
objetos de su afecto, que se le habrán unido en la tierra con títulos diferentes, y aun puede ser con el mismo.

EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO. ALLAN KARDEC.


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          EN LA ARENA DE LA EVOLUCIÓN

     Bajo la infección mental del pesimismo, te dices, algunas veces, irremediablemente, cansado, frente a la lucha y proclamas, tantas veces, desanimado y desesperado, que la Tierra se convirtió en un charco de putrefacción; que la sociedad es un juego de mascaras; que la honestidad fue desterrada del mundo; que los malos campan, impunes, sobre el amor de los buenos; que la crueldad es norma de vida; que diversos cataclismos cayeron en el horizonte, incendiando la atmósfera de la que los hombres se nutren y dices desalentado que te apartaste de la confianza, que perdiste la fe; que no tornarás al placer de servir; que no te inclinarás ti corazón al culto del amor y que te retirarás de la arena como el soldado rebelde, huyendo de la propia lucha.
     Entretanto, al contrario de tu asertiva, la Eterna providencia no duda de nuestra alma y nos renueva, cada día, la oportunidad de crecimiento y sublimación.
     Cada mañana, vuelves al cuerpo que soporta tu intemperancia y recibes la bendición del sol que te invita al trabajo, la palabra del amigo que te induce a la esperanza, el apoyo constante de la Naturaleza, el reencuentro con los desafectos para que aprendas a convertirlos en lazos de belleza y armonía, sobretodo, la gracia de luchar, por tu propio mejoramiento, a fin de que el tiempo te yerga a la victoria del Bien.
     No te rindas, por tanto, al derrotismo y a la duda que te lanzan en la sombras, porque, más allá del tormento al que el hombre se lanza, temeroso e imprevisor, Dios permanece en paz, encendiendo las estrellas y uniendo las gotas de agua para que todos podamos elevarnos de los abismos de las tinieblas para las Cimas de la Luz.

Po el espíritu Emmanuel – Del Libro: Alma y Luz , médium Francisco Cándido Xavier

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