domingo, 4 de diciembre de 2016

Suicidio

                                 

    LOS MILAGROS EN EL EVANGELIO. 

Los hechos ocurridos en el Evangelio, hasta hoy tenidos como milagrosos, pertenecen su mayoría, al orden de los fenómenos psíquicos, a los hechos cuya causa primera está en las facultades y atributos del alma. 

El principio de los fenómenos psíquicos reposa sobre las propiedades del fluido periespiritual que constituye el agente magnético. El es la base de todas las manifestaciones de la vida espiritual, durante la encarnación y después de la muerte física. Para encontrar una explicación a esos fenómenos, hablaremos de los fluidos. 

No podemos sustraernos a hablar de Jesús en relación a los milagros, ya que su vida y obra, en apariencia están íntimamente relacionadas con ellos. 

La superioridad de Jesús en relación a los hombres de su época, es notoria e indiscutible. Sus cualidades y virtudes no están sustentadas en su cuerpo, sino en la perfección de su Espíritu. Su periespíritu estaba formado de los elementos más puros de los fluidos terrestres. 

Aquello que los hombres no han entendido a lo largo de la historia, lo han denominado de milagroso; hoy con el progreso de la ciencia, la cual ha explicado hasta la imposibilidad de la creación de la Tierra en siete días, podemos obtener numerosas explicaciones de esos hechos milagrosos, encontrando una explicación racional y lógica. 

Es la ignorancia la que nos hace caer en la superstición y oscurantismo, de manera a creer que Dios crea leyes para derogarlas después. 

En relación a Jesús, sus ?milagros?, tienen una explicación coherente desde que hemos aprendido a aplicar el conocimiento espírita que nos ha abierto los ?ojos del alma? y del ?intelecto?, para aquellos que tengan oídos, que oigan. 

Hay muchos hechos notorios en los Evangelios; sin embargo destacamos varios que parecen hechos más fantásticos, aunque todos tienen una explicación lógica. 

Jesús no fue médium, tal como hoy entendemos que es un médium, ya que médium es el intermediario de los Espíritus, y Jesús no necesitaba asistencia espiritual; aunque sí podríamos decir que fue médium de Dios. Sus facultades adquiridas a lo largo de un trayecto de trabajo, esfuerzo y evolución, le permitieron llegar a la perfección: por consiguiente es un Espíritu Puro. 

Él que estaba la mayor parte del tiempo gozando de la vida espiritual, dada su elevación moral, podía oír, ver, sanar y anticiparse a los hechos, así como leer el pensamiento de los hombres. Hay 4 ejemplos muy notorios de esos llamados ?milagros?, en el Evangelio: 

-La pesca milagrosa 
-La mujer hemorraica 
-La mujer encorvada 

Jesús camina sobre las aguas El mayor de los milagros de Jesús y el que da testimonio de su superioridad, es el legado que nos dejó: un código moral insuperable. El alcance de su doctrina y la revolución que causó. Un Jesús pobre, humilde, nacido en una tierra casi ignorada, y que sólo predico tres años, sin dejar nada escrito de su puño y letra; ese es el verdadero ?milagro?. 

?Milagro? que produce el Espiritismo en todos aquellos que de verdad desean caminar a la luz de la verdad, sin preconceptos ni prepotencia; deseando sinceramente alcanzar las luces de la perfección, dejando atrás el dolor y la ignorancia. Asumiendo sus fundamentos y disponiéndose a cumplir humildemente los mandatos y designios divinos, aunque eso suponga sacrificios, renuncias, dificultades y mucha disciplina, pero sobre todo, hay algo que recordar siempre: cada vez que caigamos, por nuestras inclinaciones, debemos de volver a ponernos en pie y caminar, cueste lo que cueste, porque el camino espiritual que debemos caminar, es individual e intransferible. Que no nos falte la fe y la confianza, no sólo en nuestros Amigos Espirituales, sino que debemos recordar constantemente la obra que realizó Jesús en la Tierra, que obrará ?milagros? en nosotros. 

Isabel Porras González

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 Comunicado dado a Chico -Xavier

Convéncete de que no existen males eternos.
Todo dolor llega y pasa.
El día es siempre nuevo para quien trabaja.
No conserves resentimientos.
La desilusión de ahora será bendición después.
La dificultad es una escuela.
Servir es un privilegio.
Auxilia para el bien.
Nada reclames.
Gritos no valen.
Quejas no apagan deudas.
Tristeza inerte es sinónimo de tiempo perdido.
La paciencia activa realiza prodigios.
Habla encendiendo la luz de la esperanza.
Olvida las ofensas, cualesquiera que sean.
Agresores son dolientes y seres medicados por los recursos de Dios.
No menosprecie la crítica.
Valora a los amigos.
Respeta a los adversarios.
Resguarda la conciencia tranquila.
Ejerce la beneficencia como un deber.
Hoy auxiliamos, mañana seremos los necesitados de auxilio.
No cobres tributos de gratitud.
Agradezcamos las bendiciones que Dios nos concede gratuitamente.
Cuida el prestigio de la existencia que la Sabiduría Divina te concedió.
Es muy importante recordar que, en la muerte, todos encontramos, antes que otra cosa, aquello que hicimos de la propia vida.
Olvida contrariedades, trabajando y sirviendo siempre.
Y, en frente de cualquier obstáculo o de cualquier desengaño, no te olvides que el tiempo de hoy continuará en el mañana.
Extraído del libro “Atención”Francisco Cândido Xavier

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LOS ÚLTIMOS SERÁN LOS PRIMEROS Y LOS PRIMEROS....


  Llegáis en el tiempo en que se cumplirán las predicciones relativas a la transformación de la Humanidad. Dichosos serán los que hayan laborado en el campo del Señor con desinterés y sin más móvil que la caridad... Sus jornadas de trabajo se pagarán el céntuplo de lo que hubieran esperado. Felices los que hayan dicho a sus hermanos: " Trabajemos juntos, unamos nuestros esfuerzos a fin de que, cuando llegue el Señor encuentre la obra terminada. " A éstos el Señor dirá: " Venid a mí, mis buenos servidores, que habéis acallado vuestros celos y discordias para que la obra no se prejudicase. " Pero, ¡ ay de aquellos otros que, por sus rencillas, hayan retrasado la hora de la cosecha, pues la tormenta vendrá y serán arrastrados en su turbión ! Clamarán gracia gritando, pero el Señor les replicará: "¿ Por qué demandáis merced, vosotros que no habéis tenido piedad de vuestros hermanos, que rehusasteis tenderles la mano, que aplastasteis al débil en vez de sostenerlo? ¿Por qué pedís gracia, vosotros que habéis buscado vuestra recompensa en las alegría de la Tierra y en la satisfacción de vuestro orgullo ? Ya habéis recibido ese premio, tal como lo queríais : No pidáis más, entonces. Las recompensas del Cielo son para quienes no hayan solicitado las de la Tierra."
En estos momentos, Dios está haciendo el censo de sus servidores fieles y ha señalado con el dedo a aquellos que sólo tienen la apariencia de la abnegación, a fin de que éstos no usurpen el salario que a los servidores animosos corresponde.....
¡Porque a los que no retrocedan ante su tarea, Él confiará los cometidos más difíciles en la gran obra de la regeneración mediante el Espiritismo, y se cumplirá la sentencia: " ...Los primeros serán postreros, y los postreros, primeros " en el Reino de los Cielos!( El Espiritu de Verdad)El Evangelio según el Espiritismo. 

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¿Sufren los Espíritus imperfectos ?

     Sufren precisamente por su estado de imperfección, de modo que en el plano espiritual donde se encuentran, permanecen permanentemente en un estado de infelicidad y de sufrimiento moral en distintos grados de intensidad, según el grado de inferioridad  de cada uno, lo cual les supone un acicate para querer superarse, antes o después,  y dejar el estado de malestar y de sufrimiento  moral que les causa su  imperfección.                                   

     Quiero aquí puntualizar que   estos Seres, no son una creación Divina imperfecta, porque  en este caso se haría a Dios responsable de su imperfección e infelicidad.  De esta Fuente de Origen que llamamos Dios, no partimos nadie ni perfectos ni imperfectos, pero sí partimos  todos absolutamente perfectibles, pues nuestra meta es la perfección sin límite. Esta necesidad de  perfección que por propio mérito y esfuerzo deberemos alcanzar, es lo que nos acerca gradualmente  a  etapas existenciales superiores,  a medida que la vamos logrando mediante nuestro esfuerzo por conseguir acopiar experiencias; esta larga etapa de perfección sin límite del espíritu es lo que llamamos Evolución del Espíritu, que hasta llegar a un determinado nivel, necesita de la materia a través de la reencarnación del mismo, para experimentar la convivencia con los demás en tantas y tantas vidas humanas.

      Este  estado de imperfección  o retraso espiritual, mientras les dura, les supone un sufrimiento de carácter moral que viene dado por el grado de atraso evolutivo, a causa de los odios y resentimientos hacia otros espíritus, encarnados o desencarnados, así como a la envidia por todo lo que carecen y creen  que les hace falta para ser felices sin poderlo alcanzar; como por el apego a la materia y a su grado de ignorancia. Por ello, al sentir la existencia de otros Seres mucho más felices y de mayor luz espiritual que ellos,  se sienten celosos, vengativos y  están llenos de pesar, rabia, desesperación y remordimientos , así como con una  ansiedad que les atormenta, y lo peor de todo: creen que ese estado de infelicidad , amargura  y falta de paz y sosiego jamás tendrá fin.

- Jose Luis Martín-

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                             Suicidio 

Era una  mañana de sábado. Sonó el  teléfono y alguien´apareció en la línea. 

Una voz masculina, embargada por la emoción, a duras penas, comenzó el diálogo. 

Deseaba saber lo que la Doctrina Espirita tenía que decir sobre el suicidio. Cual sería, según el Espiritismo, la suerte de aquellos que acababan con la propia vida. 

Dijo que estaba con el firme propósito de poner fin a la vida miserable que estaba llevando hacía cerca de dos meses. 

Estaba derrotado por su quiebra que fuera decretada en una ciudad distante en otro Estado de Brasil. Y para escapar al escándalo se cambió de ciudad en busca de una oportunidad, pero en vano.

Ahora, según afirmaba, deseaba huir definitivamente de la vida, para terminar de una vez por todas con  sus tormentos. 

 Escuchó, de la persona que lo atendió, en pocas  palabras, la posición espírita sobre el suicídio. 

Que es una puerta falsa y que aquellos que la buscan en la tentativa de acabar con los problemas solamente los agravan más. 

Que solo se consigue salir del cuerpo, sin salir de la vida, que continúa pulsante en el Más Allá del túmulo. 

Que solamente quien nos colocó en el  mundo tiene el derecho de quitarnos de él.  Y que ese alguien es Dios, nuestro Padre Creador. 

Todavía  afirmaba que  su quiebra solo podría ser decretada por él mismo, eso sí, a través del suicídio. 

Se le continuó diciendo : Que ningún hombre podía  hacerlo. 

Que la quiebra decretada fuera la de su empresa y que, seguramente, si continuase trabajando con disposición, conseguiría revertir la situación.

Que Dios jamás nos abandona, y mucho menos en las horas difíciles de nuestro caminar. 

Que todos nosotros, sin excepción, tenemos un ángel guardián interesado en nuestra vida. En la victoria del Espíritu inmortal sobre la materia, sobre los vicios y equívocos.

El hombre dijo que lo había perdido todo, que estaba en la miseria y que no le quedaba nada más. 
Quien lo atendía en línea, volvió a la carga diciendo que la miseria verdadera es  la miseria moral. Y que solamente podremos asegurar que nada más nos queda, cuando perdemos la dignidad.

Que el mundo nos puede quitar todo, todo lo que tenemos, pero jamás nos quitará lo que somos, jamás logrará quitarnos conquistas verdaderas, tales como la dignidad. Solamente si nos l permitimos aceptando el convite de la indignidad. 

El hombre reflexionó un poco, dijo que aún le quedaban los amigos y su casa, que estaba a nombre de los padres, ya fallecidos. Resolvió, por fin, volver a su ciudad y recomenzar nuevamente.

* * * 

Casos como ese que acabamos de contar, son una constante en la  faz de la Tierra. 

Si usted está enfrentando problemas semejantes, no deje de tener en consideración las orientaciones de los Espíritus Superiores. 

Huya del convite al suicidio como solución a los  problemas. 

El suicidio es un  terrible engaño, por ser una puerta falsa. 

Así que la persona realiza el  acto del  suicidio, percebe el  precipicio que se abre a sus pies.  

* * * 

De modo general, son  los suicidas quienes  más sufren  después de la muerte. 

Y es que cuando llegan al mundo espiritual, se dan cuenta de que no han conseguido lo que buscaban, que era poner fin a su vida.

Siguen viviendo y perciben que a los problemas, de los que deseaban huír, otros se suman, por la falta de fe en Dios y por la rebeldía.

En la muerte natural los lazos que unen el Espíritu al cuerpo, son desatados lentamente, mientras que por el suicidio, son violentamente  rotos, sin permitir, sin embargo, que el Espíritu se libere.

Por ese motivo, no nos dejemos tentar por el convite al suicidio. Nunca valdrá la pena. Sin embargo, roguemos a Dios fuerzas para soportar el fardo que cargamos.

- Redacción de Momento Espírita -
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