sábado, 24 de diciembre de 2016

Otros Mensajes desde el Más Allá.

Mandato y servicio Mediúmnico.

El ejercicio de la mediúmnidad, como en los servicios asistenciales, es diferente del “mandato de servicios mediúmnicos”
Existen miles de médiums, colaborando activamente  en los Centros Espiritas; no obstante son rarísimos los que están investidos de misión
Para muchos de los que están dentro del Espiritismo  catalogan la mediúmnidad como piedra fundamental de todas las edificaciones doctrinarias, pero cometen el error  de considerar médiums tan solo a los trabajadores de la fe renovadora  que han asumido tareas específicas, o a los enfermos psíquicos que muchas veces sirven admirablemente  a la esfera de las manifestaciones de los fenómenos.
Ante todo es preciso comprender  que así como el tacto es la base de todos los sentidos, la intuición está en el principio de todas las percepciones espirituales y por eso mismo, toda inteligencia es intermediaria  de las fuerzas invisibles que operan  en el sector  de actividades en el que habitualmente se coloca.
Desde los más bajos a los más elevados planos de la vida, existen entidades  angélicas, humanas e infrahumanas  que actúan a través  de la inteligencia encarnada, para estimular el progreso y divinizar experiencias, bruñir caracteres o sustentar benditas  reparaciones, proteger a la naturaleza y garantizar las leyes que nos gobiernan.
El Espiritismo al revelar a la Humanidad nuevos conocimientos incorpora a nuestro patrimonio mental valiosas informaciones  sobre la vida imperecedera, alertándonos  de la condición que tenemos de espíritus inmortales en temporal aprendizaje dentro de los cursos de la raza, nación o grupo consanguíneo al que transitoriamente  pertenecemos en la Tierra.
Los procesos de rescate  se expresan en el mundo  a la manera de disturbios medianímicos.
El hogar está constituido de pruebas matrimoniales, en el se reúnen antiguos desafectos, respirando bajo el mismo techo, para la eliminación del rencor.
Almas que interpretando defectuosamente las legitimas nociones del Amor, se hacen cómplices en el pasado.
Es muy pequeño el número de matrimonios reunidos por afinidades superiores. Los Espiritas somos “millonarios de la felicidad” porque nuestro Espíritu se enriquece, incesantemente, de nuevos conocimientos que la Espiritualidad bondadosamente nos revela, a través de la psicografía ostensible y de la pluma inspirada de los escritores-sensitivos.
Las Casas Espiritas están repletas de dramas conmovedores, que se prenden al pasado remoto y próximo. El estudio metódico y serio es fundamental para ellos, para no confundir con “mediúmnidad” los casos que reclaman sencillamente, amorosa ayuda, a víctimas y verdugos.
Estos necesitados, en la mayoría de los casos, son instrumentos  para poner a prueba la paciencia y la buena voluntad de los que se dicen trabajadores, pero sin la perspectiva de  inmediata en la posibilidad de poder auxiliar, ya que se muestran extremadamente necesitados de auxilio  y ayuda fraternal.
Se deduce, así, que toda persona necesitada, que busca los Centros Espíritas,  con complicados disturbios mediúmnicos, no debe ser llevada de inmediato, sistemáticamente, a la mesa de desarrollo mediúmnico.
 Antes que nada la ayuda fraterna, acompañada del esfuerzo por el reajuste.
Después, entonces sí, servirán al Bien, cuando sus mentes estén armonizadas y el corazón guardando, como sublime tesoro, la paz y el ansia, de ayudar al prójimo.
Es a través duras pruebas  que el Espíritu humano, se redime, reparando los errores, destruyendo señales de odio y de sangre, es cuando inicia esperanzado, la sublime caminata hacia el Monte de la Sublimación.
A través de los pases magnéticos, de la adoctrinación verbal amorosa y de las vibraciones de los componentes del grupo, reciben las claridades  pronunciadoras de la reconciliación.
Cada individualidad renace relacionada con los centros de vida invisible de los cuales procede y continuará, en general, siendo instrumento del conjunto de entidades dentro del cual mantiene sus concepciones y pensamientos habituales. Sin embargo, si es su deseo aprovechar la contribución que la sublime escuela del mundo le ofrece en sus diferentes cursos de preparación y perfeccionamiento espiritual, mediante la práctica del bien incluso en los mínimos recodos del camino - con lo que adquiere más amplias provisiones de amor y sabiduría —, es admitida por los grandes benefactores como intérprete de la asistencia divina dentro de los cuadros de la evolución humana, ya sea que se encuentre colaborando en la edificación del patrimonio del confort material, o dedicada a santificar el alma eterna.
En la esfera  de la mediúmnidad  cada servidor se reviste  con características propias.
El contenido sufrirá siempre la influencia  de la forma y de la condición del recipiente.
Esa es la ley que rige el intercambio.
Las largas experiencias, cultivando la renuncia  y el sacrificio, sufriendo la ingratitud y conociendo el dolor, puede el Espíritu  reencarnar y ejercer, entre los compañeros de la Tierra, el extraordinario encargo mediúmnico.
Quien desea defender, con éxito una  en la Justicia común, innegablemente concede poderes de representación a un respetable erudito en Derecho, capacitado para desenvolver en la misión brillante gallardía.
Para que el médium sea digno de mandato, en las especialísimas  condiciones  ha de ser portador  de virtudes excepcionales, con el fin de que no fracase en la extraordinaria tentativa.
El médium puede ser equilibrado, tener buena conducta y buena moral, sin embargo, será apenas un “médium” en la acepción común , si no incorpora a su individualidad valores  conquistados al precio de perseverantes sacrificios, a través de los siglos  o de los incontables milenios.
Misión mediúmnica, mandato mediúmnico; punto crucial  de toda siembra mediúmnica- exige condiciones especialísimas, tales como:
A)           Bondad
B)    Discreción.
C)           Discernimiento.
D)           Perseverancia
E)            Sacrificio
¡Esas son las cualidades que el médium debe tener  para poder recibir un mandato mediúmnico.
La bondad  le sirve para atender, con el mismo cariño y la misma buena voluntad a todas las clases de necesitados, sin ningún tipo de interés particular.
El médium común atenderá en función de las propias  conveniencias, incluso afectivas, distinguiendo a Fulano de Mengano.
Sin duda es un trabajador que hace lo que puede, pero sirviendo aún dentro  de estricta y ciertas restricciones que chocan frontalmente, con la belleza y la expansionabilidad, la excelsitud y la universalidad del pensamiento y la obra de Cristo.
El médium investido de una misión es bondadoso con todos. Para el son iguales el rico y el pobre, el feo y el hermoso, el blanco y el de color y el aristócrata, el joven y el viejo, el hombre y la mujer.
La discreción es uno de los bellos atributos del mandato mediúmnico. Discreción para conocer y sentir, guardando los dramas inconfesables y las lastimosas lagunas del alma, dentro de sí.
El médium, de acuerdo con sus posibilidades psíquicas puede, con la simple aproximación del hermano que lo busca, identificarse con los problemas íntimos, desde las deficiencias morales hasta la responsabilidad por delitos ocultos.
La discreción del médium, resguarda al visitante de la humillante posición de quien ve descubiertos los defectos que los ojos comunes no perciben.
Médium charlatán sería igual a padre indiscreto, si uno y otro existiesen.
En lugar del sacerdocio de la comprensión, la tiranía de la maledicencia.
En vez de silencio, el comentario liviano.
Otra cualidad, que caracteriza al misionero de la Espiritualidad Superior, es el discernimiento. Discernimiento, ¿por qué y para qué?
Para examinar sensatamente las cosas, los problemas y las situaciones y darles la mejor, más oportuna y más sabia solución.
El médium ha de luchar, por tanto, mediante el estudio, el trabajo y el esfuerzo constante de auto-evangelización, para adquirir la facultad del discernimiento, con el fin de "ayudar a los demás para que los demás se ayuden", corrigiendo, así, la pereza y la rebeldía, la vanidad y el comodísimo, la liviandad y la mala fe.
Cuando, de la asistencia del médium a un enfermo, no acontece su despertar para la senda de la luz, el esfuerzo fue incompleto.
Curar y educar debe coexistir en el servicio asistencial.
Contando con el discernimiento que le lleve a opinar con seguridad, según las necesidades del consultante, el médium le induce a reajustarse y a caminar con sus propios pies, después de haberle colocado en la herida del corazón el bálsamo del consuelo.
He aquí la función del discernimiento, dentro de las otras elevadas cualidades exigibles para el mandato del servicio mediúmnico.
"Saber ayudar a los demás para que los demás se ayuden".
La perseverancia es el cuarto atributo indispensable en el mandato, para que el trabajador no abandone el trabajo ante los primeros obstáculos.
Innumerables médiums, portadores de apreciables facultades, se han apartado del servicio como resultado de la incomprensión, incluso de los propios compañeros de ideal.
Cuando los pies comienzan a sentir la agudeza de los espinos esparcidos en el camino, desertan de la lucha.
A esos compañeros sería lícito preguntar si es posible colaborar, sin obstáculos ni problemas, en la Causa de Aquél cuya gloria, en el Mundo, fue la corona de aflicción que los hombres colocaron en su majestuosa frente...
La perseverancia es fruto de la fe y de lo impersonal.
Aquél que coopera en los servicios mediúmnicos, con la preocupación de agradar a los demás y de ver satisfechos sus caprichos, puede llegar a abandonar la tarea.
Servir con Jesús y en Su nombre, es dilatar los propios recursos y perpetuar, en el Espacio y en el Tiempo, el ideal de ayudar a todos.
Examinemos, finalmente, el problema del sacrificio.
El médium, que no es capaz de olvidar su propio bienestar, en beneficio de los demás, está distanciado del mandato superior.
Es, indudablemente, un compañero de buena voluntad al que debemos todo el respeto y estímulo, pero que piensa mucho en el propio "yo", viejo fantasma del cual todavía no conseguimos liberarnos enteramente.
El médium que posee espíritu de sacrificio, es como el médico que hace de la Medicina un sacerdocio: nunca exige él "carnet de identidad" de quien llama a su puerta.
Su ideal es servir, socorrer y curar.

Por lo expuesto, concluimos que pocas criaturas existen revestidas del mandato de servicio mediúmnico, aunque haya miles colaborando, valientemente, en la obra del Bien.
Bondad, discreción, discernimiento, perseverancia y sacrificio son, pues, virtudes que el médium debe esforzarse en adquirir, poco a poco, sin violencias ni precipitaciones.
El ejercicio de tales cualidades, abreviará el día en que los Instructores espirituales reconocerán la forma del médium.
Hemos hablado, hasta aquí, de los deberes de aquellos que reciben el mandato mediúmnico.
¿Y los derechos?
¿Y las compensaciones, según el principio de que "es dando que se recibe"?
¿Y las garantías, que acompañan al médium calificado de esta forma?
"Un mandato mediúmnico reclama orden, seguridad, eficiencia. Delegar autoridad, equivale a conceder poder y recursos, de parte de quien la otorga. No se pedirá cooperación sistemática del médium sin ofrecerle las garantías necesarias".
Conforme observamos, la criatura investida del mandato mediúmnico, detenta sólidas garantías para el absoluto triunfo de su misión, comenzando por la asistencia, directa y permanente, del encargado de la obra de cuya realización en la Tierra es responsable.
En los momentos dificiles - ¡he ahí que el instructor se presenta para esclarecerlo, defenderlo, inspirarlo!
En las horas amargas - ¡he ahí al instructor con la palabra sabia y amiga, para levantarle el ánimo, para reconfortarle el corazón sitiado por la incomprensión y la calumnia, por la injuria y por la mala fe!
Para que el médium de hoy sea mañana, portador del mandato mediúmnico, se hace necesario que el Evangelio sea su derrotero y Jesucristo su meta.
Con Jesús en el corazón, el médium ayuda a los demás y se ayuda en el gran y fundamental problema de la renovación íntima.
Enriqueciendo su propia alma con la bondad, la discreción, el discernimiento, la perseverancia y el espíritu de sacrificio será, en el trabajo, un servidor idealista y desinteresado.
Recibirá el mandato de servicio mediúmnico...
Por lo tanto, la mediúmnidad puesta al servicio de la revelación divina, reclama estudio constante y devoción al bien, para el imprescindible enriquecimiento del saber y de la virtud.
La ignorancia podrá producir indiscutibles y bellos fenómenos, pero solo la conciencia de la responsabilidad, la consagración sistemática al progreso de todos, la bondad  y el conocimiento consigue materializar en la Tierra los monumentos  definitivos de la felicidad humana.
Extraído del libro “Derrotero” de Chico Xavier 

 Trabajo realizado por Merchita


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EL PAPEL DE LA JUVENTUD ESPÍRITA EN EL PROGRESO DEL PLANETA

Por: Vanuza Kelly Araújo

Al iniciar este texto pensé por mucho tiempo en cómo podría escribir de forma “jovial” y basándome en los principios científicos de la doctrina. Comencé pensando en las veces que buscaba textos para jóvenes espíritas y recordé que hubo siempre una ausencia de tales textos, textos escritos por jóvenes espíritas; una carencia de crónicas, artículos; en fin, relatos en los cuales la juventud misma se encontrara y compartiera sus propias experiencias. He que decidí que siempre es tiempo de comenzar y que a lo mejor debería hacerlo yo misma, ya que estoy, que me gusta escribir y que tengo algunas ideas que me gustarían compartir con otros jóvenes; cosas que a los 24 años de edad pude vivenciar, aprender, comprender y traer, no a mi doctrina o religión, sino que sea algo que lo pasé a vivir y lo adopté como filosofía de vida.
Comencé a concurrir al centro espírita a los 17 años de edad. Son 7 años siendo y viviendo en la Doctrina Espírita como religión, escuela, hospital, en fin, mucho más que una “iglesia”, sobre todo una casa de estudios, de proyectos que siempre apuntaron hacia la formación del hombre de bien...

Para saber más sobre quién sería el Hombre de Bien, acceda a El Hombre de Bien

En el transcurso de todo ese tiempo, siempre intenté que el Espiritismo fuera mi estilo de vida, lo que además de hacerme muy bien, me abre la mente para cosas que antes me resultaban de difícil comprensión.
Confieso que no siempre fue fácil y placentero, ya que algunas veces me fue inevitable actuar según los hábitos de los jóvenes (adolescentes), pero gracias al Espiritismo, algo siempre me pesaba sobre la consciencia a cada noche de fiesta, a cada novio mal amado, a cada vaso de cerveza... Algo siempre me llamaba la atención para mis responsabilidades ante la vida, ante esta vida, ante mi cuerpo, mis angustias, mis dolores físicos o en el alma.
Bueno... es algo desafiador, amable, admirable y un poco valeroso ser un joven espírita, dado que tenemos que enfrentar conceptos y pre-conceptos, que nos ponen un rótulo de brujos y santos a la vez. Nos toman por brujos por desconocimiento sobre el Espiritismo y cuando decimos que somos espíritas, somos encarados como aquellos que “hacen” espiritismo... Y santos porque el Espiritismo nos muestra de forma racional porqué no debemos beber, no practicar el sexo sin amor, no drogarnos; porque nos da razones para hacer trabajos voluntarios y complacernos en ello, para que ayudemos al prójimo, para que seamos mejores a cada día, para que pensemos y hablemos en positivo; nos muestra porqué debemos honrar padres y madres. Y por esa consciencia razonada la juventud espírita acostumbra ansiar cosas diferentes de la mayoría de los jóvenes y adquiere un sentido crítico capaz de diferenciar el bien del mal y lo bueno de lo malo, antes de la mayoría...
Es algo difícil estar joven, pero ser joven es algo placentero. Sin embargo, diría que es un poco doloroso, hasta que nos encontramos ante lo que somos o no. Es como la anécdota del capullo de la mariposa, ¿o sería de la oruga? ¡Si pienso siempre que quiero ser una bella mariposa debo aceptar con resignación, paciencia y con bastante trabajo mi período de oruga!.
            Para entrar más profundamente en el tema, vi algunas películas, pensé mucho en mi vida hasta este momento, li fragmentos de algunos libros y en uno de ellos, cuyo título es Adolescer, verbo transitorio, Joanna de Ângelis dice:
(...) el proceso de desarrollo humano es lento y enriquecedor. Cada período es marcado por conquistas específicas que componen el cuadro de valores culturales, morales y espirituales, los cuales serán esculpidos en el ser para caracterizarle la evolución.
         La propia Joanna dedica un libro entero a ese tema y vale mucho la pena leerlo. Se llama “Adolescencia y Vida”.
            Ante todos esos aspectos, abrimos nuestra mente para reflexionar sobre el papel del joven espírita en el progreso del planeta. Encarar esa tarea no es una prueba dolorosa o difícil si seguimos la postura aprendida y practicada en la casa Espírita. Es algo urgente, pues estamos en vías de transformación, de transición, dejando de ser ese mundo de pruebas y expiaciones para pasarnos a regeneración... Jóvenes que somos, veremos de cerca esa transición y aportaremos en ella, creo.
            El Espíritu Bezerra de Menezes, en un Mensaje psicofónico a través del médium Divaldo Pereira Franco, en el cierre del 3º Congreso Espírita Brasileño en Brasilia, el 18 de abril de 2010, habla sobre este período de transición:

Estamos ahora en un nuevo periodo, estos días marcan una fecha muy especial, la fecha del cambio de mundo de pruebas y expiaciones hacia mundo de regeneración.
La gran noche que se abatía sobre la Tierra lentamente cede lugar al amanecer de bendiciones. Retroceder ya no es posible. Firmasteis, hijas e hijos del alma, el compromiso con Jesús, antes de entrar en la indumentaria carnal, de servirlo con abnegación y devoción.
Prometisteis que le seríais fieles, incluso si os fuese exigido el sacrificio. Alargándose los horizontes de este amanecer que viaja hacia la plenitud del día, alegrémonos juntos, los espíritus desencarnados y vosotros que transitáis por el mundo de sombras. Pero más allá del júbilo que a todos nos domina tengamos en mente las graves responsabilidades que nos exornan la existencia en el cuerpo o fuera de él. (...) Iniciada la gran transición llegaremos al clímax y así como el planeta experimenta sus cambios físicos, geológicos, los cambios morales serán improrrogables.(...) Jesús, hijos e hijas queridos, nos espera. Que sea nuestro escudo el amor, nuestras herramientas el amor y nuestra vida un himno de amor. Son los deseos que pedimos, los espíritus espíritas aquí presentes y que me sugirieron representarlos ante vosotros. Con mucho cariño, el servidor humildísimo y paternal de siempre. Bezerra.

         Ese proceso ha sido mostrado en los días actuales y uno de sus detalles es tema central de esa edición de la revista, cuyo contenido es la desencarnación colectiva. Al contrario de lo que la mayoría piensa y cree,
Ese proceso de transición no se dará por cataclismo que aniquile súbitamente a una generación. En verdad, el proceso será gradual, con la mejoría de los Espíritus y el alejamiento de aquellos que se dispongan a acompañar el proceso evolutivo. En “La Génesis”, Kardec nos da un ejemplo de un regimiento de hombres turbulentos e indisciplinados, cuyo número supera el de aquellos que se pautan en el orden. Si los malos hombres son sacados gruadualmente y reemplazados por igual número de buenos soldados, poco a poco el regimiento se transformará por la influencia de los buenos e incluso los expulsados podrán regresar transformados. Lo mismo le sucederá a nuestro planeta (VENTURA, Fátima, 2000)

         De ese modo queda más evidente el papel de la juventud espírita, que es comenzar a actuar como un ser humano preocupado por el prójimo y aprender siempre que su prójimo es todo que está en su entorno: la familia, los amigos, los colegas, la naturaleza, los ríos, los árboles, los animales y todos los seres vivos creados por Dios son nuestro prójimo.
Este mensaje queda claro en la película AVATAR, una linda película que nos transmite un mensaje de amor, fraternidad, compañerismo, conexión con el todo y sobre todo, un ejemplo de respeto, de esperanza a todos aquellos que aman y creen en una vida pautada en el afecto y en la buena relación entre los pueblos. Su autor usa una sensibilidad superior para llamar nuestra atención que hasta nos humilla cuando despertamos para leer en las entrelineas: “tuve que darme manija y usar una imaginación intensa para crear un nuevo ser, que es capaz de estar en armonía con la naturaleza, ya que sería algo ridículo esperarlo de un hombre”. Debemos prepararnos de cuerpo y alma para ser como los NA’VY[1], y aunque no sepamos si la tierra podrá ser un paraíso ecológico, tal como lo fue hace millares de años, no nos compete acabar con lo poco que nos queda por una idea egoísta de que un día supuostamente se acabará. No se acabará, cambiará, se transformará.        Lo que más me encantó en Pandora[2] fue la red formada por todos sus habitantes y cuando ellos necesitaban Orar para conversar con lo alto.
            En Pandora, la relación y la conexión existentes entre las plantas, los animales y los NA’VY evidenciaban la evolución de aquel planeta. Se sentían próximos o conectados a alguién y se saludaban diciendo: “te veo a ti”. Era una manera de demostrar que podían sentir, amar y ver más allá del envoltorio “carnal”, es decir, podían ver en lo íntimo y sentían las vibraciones del espíritu.
            En mi insignificancia humana desearía estar en Pandora como un AVATAR o una nativa, no obstante, estoy aquí en nuestro planeta azul, con la luna, nuestro único satélite natural; miro el entorno y deseo intensamente que nos respetemos los unos a los otros, que nos veamos sinceramente, que sintamos y hagamos siempre al otro lo que desearíamos que nos hicieran.
            Me detengo a pensar y a reflexionar, tal como lo hice a lo largo de este texto y espero que tú, hermano mío, que está joven o que ya se consideró un eterno joven, reflexiones y pienses sobre tu papel en el progreso de nuestra planeta.

No se trata de envolverte, sino de COMPROMETERTE.

Con certeza Jesús mira a nuestro planeta seguro de que será un mundo mejor. Nos dijo: “Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. Y agregó: “sois dioses, [sois la sal de la tierra, sois la luz del mundo. Sed misericordiosos como también vuestro Padre es misericordioso.”
Con esas palabras, Jesús quiso darnos la certeza de que nuestro destino es la perfección, aunque relativa, y que el destino del planeta es transformarse en un mundo de paz, de amor y de justicia.
Sin embargo, sabemos que hemos perdido el tiempo respecto a nuestro progreso moral. .
En un pasaje de Eurípides Barsanulfo con Jesús, Eurípides lo vio llorar. Le preguntó la razón de aquellas lágrimas y el Señor le contestó que lloraba por todos aquellos que conocían sus enseñanzas, pero aún insistían en el error. (VENTURA, Fátima, 2000).

Que estén siempre en la paz de Nuestro Maestro Jesús y que no nos olvidemos que el mundo que soñamos es real, es posible y está aquí, es nuestro.

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       Comunicados a Chico -Xavier
              (Para meditarlos y asimilarlos)

Convéncete de que no existen males eternos.           
Todo dolor llega y pasa.
El día es siempre nuevo para quien trabaja.
No conserves resentimientos.
La desilusión de ahora será bendición después.
La dificultad es una escuela.
Servir es un privilegio.
Auxilia para el bien.
Nada reclames.
Gritos no valen.
Quejas no pagan deudas.
Tristeza inerte es sinónimo de tiempo perdido.
La paciencia activa realiza prodigios.
Habla encendiendo la luz de la esperanza.
Olvida las ofensas, cualesquiera que sean.
Agresores son dolientes y seres medicados por los recursos de Dios.
No menosprecie la crítica.
Valora a los amigos.
Respeta a los adversarios.
Resguarda la conciencia tranquila.
Ejerce la beneficencia como un deber.
Hoy auxiliamos, mañana seremos los necesitados de auxilio.
No cobres tributos de gratitud.
Agradezcamos las bendiciones que Dios nos concede gratuitamente.
Prestigia la existencia que la Sabiduría Divina te concedió.
Es muy importante recordar que, en la muerte, todos encontramos, antes que otra cosa, aquello que hicimos de la propia vida.
Olvida contrariedades, trabajando y sirviendo siempre.
Y, en frente de cualquier obstáculo o de cualquier desengaño, no te olvides que el tiempo de hoy continuará en el mañana.
Extraído del libro “Atención”
Francisco Cândido Xavier
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           OTROS MENSAJES DESDE EL MÁS ALLÁ

"Silenciar y no acusar es de sabios. Y los sabios son prudentes; he ahí su  sabiduría. La prudencia es el resultado de la armonía entre el pensar,  sentir y actuar. Los necios e ignorantes no tienen límites; siempre se equivocan, siempre caen y siempre están en dificultades. El hombre prudente actúa con mansedumbre, tiene conciencia de su actuar, comprende el progreso alcanzado por cada ser. No se desespera, confía. Es sincero pero nunca hiere y sobrelleva las situaciones sin angustias. Sé fiel a la prudencia. 
No te desgastes. Espera con humildad. Serenidad siempre. Actúa con sabiduría y vivirás mejor". 
Hermana María, Fidelidad.
( Aportación de Angela Rodriguez) 

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¿En el momento de la muerte  estamos solos?

Aun en los casos en los que la muerte del ser humano sobreviene de modo  solitario y sin nadie que le ayude,  durante el proceso de la muerte o desencarnación, nadie está realmente solo, pues siempre es  ayudado y asistido al menos  por un Ser  espiritual,  el mismo que durante la existencia terrestre, le ha acompañado de cerca para inspirar y guiar  su conciencia como Ser humano; este es  conocido como “Espíritu Guía” ( el Ángel de la Guarda  para ciertas religiones) . Sin embargo, no siempre es consciente al principio, de esas compañías que le suponen sorpresa y alegría cuando las reconoce a pesar de no haber comprendido  en muchos casos,
que ya no 
pertenecen 
al mundo  
 terrenal.
      También es acompañado pr otros Espíritus que tienen encomendada la función específica de colaborar para que se lleve a cabo el proceso
desencarnatorio,  que llevan a cabo minuciosamente, como si de cirujanos del plano Astral se tratase; ellos van  soltando gradualmente los puntos de energía vital que unen los órganos desde el cuerpo vital en el cuerpo físico con los del periespíritu del Ser que desencarna, hasta  que al fin llega el momento de cortar el último y definitivo lazo : el  “Cordón Plateado” que le permitía evadirse del organismo físico durante los momentos de sueño profundo. Una vez cortado este último lazo de energía vital, la muerte del cuerpo ya es irreversible y definitiva  sin posible  vuelta atrás.

Las intervenciones de estos Seres espirituales, afectan no solo a los fluidos vitales que conforman el cuerpo vital y que actúan como lazos con los órganos del cuerpo, sino también directamente  sobre los propios órganos físicos, en los que a consecuencia de esto se producen fallos de funcionamiento, como   por ejemplo, la rotura interna de capilares que producen hemorragias internas, acelerando así el proceso, o el fallo de funcionamiento en algún órgano vital.
 En otros casos estos Seres asistentes en el proceso de la desencarnación, ayudan aplicando pases magnéticos  a lo largo del cuerpo, los cuales actúan como anestésico y relajante, preparando así el desenlace final de la total separación.
Además de los espíritus que actúan y colaboran en este proceso,  el que el Ser desencarnado se sienta   o  no  solo después del desprendimiento del cuerpo,  está  en  función  de  los Seres queridos  que   puedan estar   aguardándole  en  la  otra  dimensión,  y  que en su mayoría le  han precedido en su partida  de este  mundo; otros también le esperan aunque solamente son reconocidos como familia  que les esperó en el Más Allá mientras ellos estaban sumidos en la experiencia terrenal. Todos  salen a  recibirlo con alegría,  celebrando  su llegada como  la del viajero querido  recién llegado después de haber estado durante un tiempo fuera de su  ciudad.
      Existe  otra clase de soledad, que debemos evitar siempre que podamos, y es la que se experimenta del lado de “acá” antes de partir.  Esta clase de soledad, siempre triste para el que  siente que ya va a dejar este mundo de inmediato, no suele ser experimentada por quien en la vida ha sido generoso y  bueno, pues nunca faltan en ese caso amigos y familiares que coinciden  al lado del moribundo en sus últimos momentos
        Hay casos en que el Ser que desencarna, debido a  merecerlo o a  necesitar de esa experiencia  a consecuencia de comportamientos  humanos erróneos  y de estados  de conciencia negativos, así como de su  propio estado mental y emotivo mantenido durante el proceso de su  desencarnación,  atraen durante la recta final de su vida, a espíritus inferiores que actúan e influyen acerca del mismo durante este proceso , infringiéndole sufrimientos y vampirizando  la poca  energía vital que le queda.
- Jose Luis Martín -


“Todo lo que está verdaderamente vivo debe morir.Fijaos en las flores: sólo las flores de plástico no mueren nunca”.
Anthony de Mello(¿Quien puede hacer que amanezca?)

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