martes, 19 de julio de 2016

LOS MÉDIUMS IMPERFECTOS Y SUS VARIEDADES




                         LA HUMANIDAD QUE VIENE

ENTREVISTA A  DIVALDO P. FRANCO

Somos informados de la venida de nuevos espíritus que resultan ser más evolucionados a fin y efecto de coadyuvar al impulso planetario hacia un mundo de regeneración. ¿Cuándo empezaremos a notar los efectos de la venida de estos nuevos seres? Divaldo: En este caso tenemos el ejemplo de los ni- ños prodigio que en estos momentos deslumbran a la sociedad con sus características intelectuales, con sus condiciones emocionales, con su percepción del sentido de la vida y por la manera cómo se comportan frente a los otros. Los hay denominados “niños índigo” o “niños cristal”, siendo espíritus
“viejos” reencarnados en un cuerpo joven. Estos saben definir, distinguir, trabajar y algunos otros se muestran más rebeldes, no siendo en este caso sinónimo de malos, sino que son inquietos, necesitando de apoyo porque son espíritus nobles en cuerpos deficientes. Nuestro biotipo está preparado para la clase de espíritu que somos, pero poco a poco se irán creando organizaciones fisiológicas para facilitarles sus reencarnaciones. Para que nosotros alcanzásemos la razón, nuestro género creció haciendo surgir el neocórtex. De la misma forma, para la recepción de estos nuevos seres que ostentan una situación más elevada, nuestro cuerpo está modificándose. Observamos que hoy existen personas que no adoptan la carne roja como alimento, o bien, eligen una alimentación especial, nutriéndose de vegetales y de otras sustancias a las que no hay necesidad de sacrificar, así como tienen una visión diferencial de la vida. Puede tratarse de una característica de la organización física, eligiendo elementos más sutiles para un cuerpo más sutil. Ya están entre nosotros, y podemos observar con nuestros hijos, que no obedecen a la amenaza, sino al diálogo y al razonamiento, siendo preciso hablarles con ternura para que una vez comprendan puedan cambiar. Si amenazamos o demostramos poder, entonces podemos caer en una confrontación pudiendo surgir una situación desastrosa. Yo por ejemplo, he encontrado un número increíble de niños dulces y pacíficos que están fortaleciendo el ADN para una nueva generación. 
Xavier Llobet Centro Espírita Irene Solans, Lleida
Revista Actualidad Espiritista nº 26

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                       Turbación espirita 

 

AllanKardec 

– ¿El alma, al dejar el cuerpo, tiene inmediatamente conciencia de sí misma? 

– Conciencia inmediata no es la palabra, pues pasa algún tiempo por un estado de turbación. 
 
164 – ¿Todos los Espíritus experimentan con la misma intensidad y duración la turbación, que sigue a la separación del alma y el cuerpo? 
– No, eso depende de la elevación de cada uno. El que está ya purificado se reconoce casi de inmediato, puesto que ya se liberó de la materia durante la vida física, mientras que el hombre carnal, cuya conciencia no es pura aún, conserva por mucho más tiempo la impresión de la materia. 

165 – ¿El conocimiento del Espiritismo ejerce alguna influencia sobre la duración, más o menos larga, de la turbación? 
– Una influencia muy grande, porque el Espíritu ya comprendía por anticipado su situación. Pero la práctica del bien y la pureza de conciencia son las que más influyen. 

En el momento de la muerte, todo es al principio confuso. El alma necesita algún tiempo para reconocerse, pues está como aturdida y en el mismo estado de un hombre que, despertándose de un sueño profundo, procura explicarse su situación. La lucidez de las ideas y la memoria del pasado le vuelven, a medida que se extingue la influencia de la materia de la que se liberó y se disipe la especie de neblina que obscurece sus pensamientos. La duración de la turbación que sigue a la muerte del cuerpo varía mucho; puede ser de algunas horas, de muchos meses y hasta de muchos años. Es menos larga en las personas que desde su vida terrena se identificaron con su estado futuro, porque entonces comprenden inmediatamente su posición. 

Esta turbación presenta circunstancias particulares, según el carácter de los individuos y sobre todo, de acuerdo con el género de muerte. En las muertes violentas, por suicidio, suplicio, apoplejía, accidentes, etc., el Espíritu está sorprendido, se asombra y no cree estar muerto y sostiene esa idea con obstinación. Sin embargo, ve su cuerpo, sabe que es el suyo y nocomprende por qué está separado de él; se acerca a las personas que estima, les habla y no comprende por qué no le oyen. Esta ilusión perdura hasta que se logra la completa liberación del periespíritu y solo entonces, el Espíritu se reconoce y comprende que no pertenece ya al número de los vivos. Este fenómeno se explica fácilmente. Sorprendido de improviso por la muerte, el Espíritu queda aturdido con el cambio brusco que se operó en él. Para él la muerte continúa siendo sinónimo de destrucción y aniquilamiento. Pues bien, como piensa, ve y escucha no se considera muerto. 

Lo que aumenta su ilusión es el hecho de verse con un cuerpo de forma semejante al precedente, pero cuya naturaleza etérea no tuvo tiempo aún de estudiar; él lo cree sólido y compacto como el primero y cuando llaman su atención sobre este punto, se sorprende de no poder palparlo. Este fenómeno es análogo al de los sonámbulos novicios que creen no dormir. Para ellos el sueño es sinónimo de suspensión de las facultades, pues, como piensan y ven, juzgan que no duermen. Ciertos Espíritus presentan esta particularidad, aunque la muerte no les haya llegado repentinamente; sin embargo, es siempre más general, en los que, aunque estaban enfermos, no pensaban en morir. Se ve entonces el singular espectáculo de un Espíritu asistiendo a su propio funeral, como si fuera al de un extraño y hablando de ello como si fuese una cosa que no le concierne, hasta el momento que comprende la verdad. La turbación que sigue a la muerte no es nada penosa para el hombre de bien; es serena y en todo caso semejante a la que acompaña un despertar tranquilo. 

Para los que no tienen la conciencia pura, está llena de ansiedad y angustias, que aumentan a medida que se reconoce. En los casos de muerte colectiva, se ha observado que todos los que mueren al mismo tiempo, no se vuelven a ver inmediatamente. En la turbación que sigue a la muerte, cada uno toma por su lado, o no se preocupa más que por aquellos que le interesan. 

Extraído del libro “El libro de los espíritus” 
Allan Kardec
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    LOS MÉDIUMS IMPERFECTOS Y SUS

                        VARIEDADES
 

           Médiums poseídos: los que no pueden desembarazarse de 
Espíritus importunos y mentirosos, pero que no se dejan engañar.- Médiums fascinados: los que son embaucados por Espíritus embusteros y se hacen ilusión sobre la  naturaleza de las comunicaciones que reciben.- Médiums subyugados: los que sufren una dominación moral y muchas veces material de parte de los malos Espíritus.- Médiums ligeros: los que no toman su facultad a lo serio, y no se sirven de ella sino por diversión o por cosas fútiles.- Médiums indiferentes: los que no sacan ningún provecho moral de las instrucciones que reciben y no modifican en nada su conducta y sus costumbres.- Médiums presuntuosos: los que tienen la pretensión de estar solos en relación con los Espíritus superiores. Creen en su infalibilidad y miran como inferior y erróneo todo lo que no viene de ellos.- Médiums orgullosos: los que tienen vanidad de las comunicaciones que reciben; creen no tener ya nada que aprender en Espiritismo, y no toman para ellos las lecciones que reciben a menudo de parte de los Espíritus. Estos no se contentan con las facultades que poseen: quieren tenerlas todas.- Médiums susceptibles: variedad de los médiums orgullosos;se resienten de las críticas de que pueden ser objeto sus comunicaciones; se enojan de la menor contrariedad, y si enseñan lo que obtienen es para hacerlo admirar y no para pedir pareceres.Generalmente toman aversión a las personas que no les aplauden sin reserva, y desertan de las reuniones en que no pueden imponerse y dominar.
Dejadles que se pavoneen en otra parte y que busquen oídos  
más complacientes, o que se retiren en el aislamiento; las reuniones que se privan de su presencia no pierden mucho. ERASTO.
- Médiums mercenarios: los que explotan su facultad.
- Médiums ambiciosos: los que sin poner a precio sus facultades esperan sacar de ellas alguna ventaja.- Médiums de mala fe: los que teniendo facultades reales simulan las que no tienen para darse importancia. No se puede dar el título de médium a las personas que no teniendo ninguna facultad mediúmnica no producen más efectos que los de la impostura.- Médiums egoístas: los que solo se sirven de su facultad para su uso personal, y guardan para ellos las comunicaciones que reciben.- Médiums celosos: los que ven con despecho a otros médium mejor apreciado que les son superiores.

Contra todas esas malas cualidades hay también otras que son buenas.

EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS. ALLAN KARDEC.
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    MUCHOS CONFLICTOS

Por los muchos conflictos que alcanzan a la criatura humana, que parece divorciada de los principios ético-morales y de las propuestas libertadoras de la ignorancia y de la estupidez, complaciéndose en el desorden y en el exacerbado placer de los sentidos, no podemos ignorar la necesidad de recordarle algunas directrices para su éxito real en el desiderato de la reencarnación. 

Confundiendo gozo con felicidad, en una alucinada correría hacia el exceso de toda orden, incluyendo el desbordamiento de las pasiones, sucumbe, sin darse cuenta, al peso de las aflicciones con que se sobrecarga, anestesiando la conciencia para no pensar y anulando el sentimiento en la vana proeza de pasar incólume delante del sufrimiento. El desconcertante culto al cuerpo y al endiosamiento personal ha arrastrado a multitud de inexpertos a los trastornos psicológicos de naturaleza grave, así como a enfermedades perversas resultantes del mal uso de la organización somática. Infecciones cruentas se arrastran amenazadoras y procesos degenerativos aumentan vertiginosamente, como resultado del insano comportamiento a que se entrega expresiva parte de la comunidad terrestre. 

Hoy, más que ayer, los seres humanos se presentan perdidos, consumidos por la lascivia del placer que, para ser conseguido, exige tributos muy altos, como la conquista de recursos pagados mediante cualquier expediente, el absurdo exhibicionismo del ego, la disputa desenfrenada por el podio donde permanecen por poco tiempo, la violencia, la drogadicción, el sexo en desvarío… 

Seis mil quinientos años aproximadamente de valores éticos, de cultura y de civilización, parecen desmoronar ante los descalabros de toda orden que toman cuenta de su conducta. Naturalmente, en un retrospectivo histórico, el fenómeno se ha repetido, conforme la época, cuando una civilización después de la gloria alcanza la decadencia, facilitando así el surgimiento de una nueva etapa evolutiva. Así sucedió en el pasado con las grandes naciones que dominaron el mundo o parte de él, cuando cayeron en el decaimiento, por culpa de los desvíos morales que sus ciudadanos se permitieron, así como del abuso del poder a que algunos se entregaron.
Sería de suponer que, después de Jesús, los rumbos a seguir fuesen otros, caracterizados por conductas más dignas, propiciadoras de paz. Infelizmente, sin embargo, Su mensaje rico de pulcritud y amor fue desconsiderado, adaptado a los intereses de gobiernos arbitrarios y de religiones dominadoras, que olvidaron al ser humano para quien El vino, entonces sustituido por los intereses inmediatos de la gloria, de la fama, del orgullo y de la ilusión… ¡El resultado fue lamentable! Se vive hoy, como consecuencia, el Cristianismo sin la presencia del Cristo, aquel que fue elaborado por hombres y mujeres ambiciosos. Se sustituye el amaos unos a otros por el armaos unos contra otros. Viene proliferando, en las filas de la fe religiosa, la indiferencia por los que sufren, los denominados excluidos, los desfavorecidos de recursos financieros, de belleza física, de posición social, al tiempo en que la jactancia de los dominadores toma cuerpo y su arrogancia disemina guerras injustas, persecución generalizada a todos aquellos que no les pertenecen a los cuadros de interés, algunos creyéndose instrumentos de Dios para ese fin abominable.

Hermanos que se pelean, unos contra otros, con absurdas y crueles acusaciones, disputando la carga de sus semejantes, en campañas difamatorias, con el exclusivo interés de desvirtuar y perseguir a aquellos que les parecen más dignos y más elevados moralmente. Como no los pueden alcanzar, intentan rebajarlos a su nivel. En consecuencia, existe una incontrolada sed de amor, generando seres atormentados y solitarios que campan en los abismos de la soledad y de la locura. Igualmente, el hambre de alimentos arrebata a decenas de millones de personas olvidadas, cada año, sin contabilizar a aquellas que sobreviven, pero que por desnutrición y carencia orgánica, se convierten en espectros vivos, sin ideal ni esperanza… El mundo religioso, de casi todas las denominaciones, acompaña el suceder de esos trágicos acontecimientos, ignorando lo que se da en toda parte, cada grupo más interesado en la preservación de su status, de su crecimiento, de la adquisición de poder y de grandeza terrena. Claro que existen excepciones ennoblecedoras, no, sin embargo, suficientes para revertir el doloroso cuadro. 

Se habla más de lo que se actúa. Se predica con bellas expresiones, sin la base de la práctica de las lecciones presentadas. Se discute con ardor y se actúa con indiferencia o rencor. Son días muy sombríos espiritualmente y éstos son de comportamientos infelices. No constituyen, sin embargo, novedad para el cristiano decidido y coherente, ya que Jesús anunció el acontecimiento que hoy es vivido en el planeta. De tal forma el Maestro incomparable se preocupó de esa dolorosa situación que vendría, que prometió enviar el Consolador, en ese momento injurioso, a fin de que se repitieran Sus lecciones, se dijeran cosas nuevas y queda para siempre orientando los rumbos que deberían ser recorridos. Hace casi un siglo y medio, se materializó Su promesa en el Espiritismo, que se propone regenerar al ser humano individualmente y a la sociedad como un todo. A pesar de ello, la cosecha de frutos ha sido casi inexpresiva hasta este momento, lo que es realmente doloroso al ser constatado.
Los Espíritus procedentes de la Gran Luz, sin embargo, están vigilantes y cuidan en mantener la sementera de la esperanza, del amor, de la compasión, del perdón y de la caridad en la Tierra desolada. Hombres y mujeres conscientes del deber y sinceramente devotados al amaño del suelo de los corazones y a la liberación de las mentes, están empeñados en la labor de contribuir de la mejor forma posible a favor del nuevo amanecer. 

Pensando en esos héroes de la fraternidad y en muchos otros candidatos al ministerio de la renovación personal, así como del planeta terrestre, reunimos en este volumen algunas páginas que escribimos a lo largo de los meses, portadoras de directrices para el éxito de la jornada que pretenden realizar. Son mensajes sencillos, de contenido ya conocido, en formas nuevas de presentación, repitiendo el pensamiento de Jesús y las informaciones catalogadas por Allan Kardec, a fin de que aquellos que nos honrasen con su atención, encuentren estímulo y guías siempre nuevas para seguir adelante, con coraje y amorosamente. Por otro lado, con este modesto trabajo psicografiado, homenajeamos al preclaro Codificador del Espiritismo, en este año del bicentenario de su nacimiento, cuando vino al mundo en Lyon, en Francia, el día 3 de octubre de 1804. Salvador, 3 de marzo de 2004.

Juana de Ángelis. 

Medium "Divaldo Pereira Franco"

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                   EL PASE MAGNÉTICO
El pase magnético no es solamente una transfusión de energías anímicas. Es también un equílibrante ideal de la mente y un apoyo eficaz de todos los tratamientos.


Desánimo y tristeza, tanto como insatisfacción y rebeldía, son síndromes de la enfermedad del alma que ocasionan desequilibrios y favorecen las molestias del cuerpo.
Si se tiene salud, esos estados del Espíritu producen desastres orgánicos; si se está enfermo, son factores que predisponen a una desencarnación prematura.
Más no es eso solamente.
Cuando se produce un desequilibrio en la mente las fuerzas negativas entran más fácilmente en acción, dando origen, así, a procesos obsesivos de una duración indeterminada.
Si utilizamos el antibiótico como medicamento para detener la proliferación de microorganismos en nuestro cuerpo físico, ¿por qué no adoptar el pase magnético como agente eficaz para impedir las alucinaciones depresivas en el alma?
La aplicación de las fuerzas magnéticas curativas es una fluidoterapia con la misma importancia que se da al empleo sanador de los fluidos eléctricos.
Espíritas y médiums espíritas: Cultiven el pase magnético unido siempre al vehículo eficaz de la oración, respetándolo como a uno de los más legítimos complementos de la terapéutica corriente.
Es dable reconocer los abusos realizados con la hipnosis, lo cual ha dado motivo a múltiples liviandades y lamentables truhanerías de salón en nombre de la ciencia, constituyéndose así en un nuevo caso de confusión para el mundo; pero el pase magnético, con la autoridad moral de la oración, fue siempre un auxilio divino
para con las necesidades humanas. Basta recordar para ello, que el Evangelio nos presenta a Jesús atendiendo a los enfermos extendíéndoles sus manos luminosas.
ANDRÉ LUIZ
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