¿EXISTE
DIOS?
Se
cuenta que estaba Buda, el gran líder religioso, cierta mañana con
sus discípulos, cuando alguien se le acercó y preguntó:
¿-
Existe Dios?
Él
penetró en la mirada del extranjero por algunos segundos y le
contestó:
-
Sí, Dios existe.
Pasó
el tiempo y después del almuerzo, otro hombre se acercó al erudito
preguntándole:
¿-
Existe Dios?
Buda
miró al hombre fijamente y le contestó:
-
No, él no existe.
Al
final de la tarde, entonces, varias personas se acercaron él,
haciéndole la misma pregunta:
¿-
Maestro, existe Dios?
El
vigilante de noche y el erudito experimentado, miraban los ojos de
los cuestionadores, y les explicaron:
-
Usted es quién debe decidir.
Pensativos,
inmóviles, pronto los discípulos de Buda, volvieron a preguntar:
-
¿cómo tiene Usted diversas respuestas, para la misma pregunta?
Con
paciencia y tranquilidad, contestó entonces el iluminado:
-
Porque son diversas personas! Y cada una de ellas, verá vera a Dios
a su manera: con certeza, negación o duda.
El
fundador del budismo estaba seguro: todos somos diferentes, las almas
han vivido las experiencias más diversas, en existencias
innumerables.
Así,
cada uno de nosotros verá llegar a sí, la verdad de diferente
forma.
Y
esto es una de las razones por las cuales encontramos tantas
religiones en el mundo, creencias distintas, y las formas más
diversas para interpretar la verdad.
Cada
una de estas interpretaciones, son aplicadas por un grupo de
espíritus, de acuerdo a sus necesidades, según su momento de
evolución.
Es
por eso, que no debemos criticar la creencia que diverge la nuestra,
ya que cada uno encontrará la verdad de una manera distinta, y de
cada una encontrará en una religión, que le brinde consuelo.
No
podemos nunca tener la pretensión, de la nuestra es la mejor
creencia.
Es
la mejor para nosotros, para nuestros deseos vivos, para nuestras
necesidades personales, pero nunca tendremos el derecho de imponer
nuestras creencias, ni convertir a alguien a la fuerza, a la
doctrina que abrazamos.
Es
muy importante recordar la lección de Buda, que nos invita a la
reflexión, y al cambio de actitud en lo referente a la libertad de
culto.
Vendrá
a cada uno de nosotros, Dios a su manera: con la certeza, de la
negación, o la duda.
¿Usted
lo sabia?
¿Usted
sabia que Kardec, en la primera ejecución de la codificación,
pregunta a los espíritus, por cuál señal se puede reconocer la
religión verdadera?
La
contestación de los espíritus fue la siguiente:
Será
aquélla que logre hacer a más hombres, menos hipócritas.
Queriendo
decir, médicos de la ley del amor y la caridad, en su pureza más
grande y en su más amplia aplicación.
Adaptación:
Oswaldo E. Porras Dorta
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EL MAS ALLÁ
Después
de la muerte la Vida del ser continúa. Es algo de lo que podemos
estar seguros por tantas evidencias de infinidad de contactos y
comunicados que han habido y continúan habiendo entre los que nos
llamamos “vivos”, y los que ya dejaron este mundo y nos
demuestran su existencia a pesar de no tener ya un cuerpo carnal como
nosotros . Vamos a ver cómo es esa forma de Vida, según relatos
de los que allá se encuentran.
Pero, ¿Qué es el Mas Allá ?
En
primer lugar, es de hacer notar que esta expresión sugiere la idea
de la continuidad de la Vida del Ser después de la muerte.
Desde
siempre, el Ser humano sintió inquietud por lo que puede haber
después de la muerte, y solo encontró tres posibles respuestas: la
nada, la absorción de su Ser en un Todo abstracto, o la eterna
permanencia del Ser antes del nacimiento y después de la muerte.
El
Ser humano, por lo general, siempre sintió la esperanza o la
intuición de que tenía que existir algo más después del cese de
la vida humana, que debía haber algo después de esta vida, por lo
que mayoritariamente siempre se inclinó cada vez más hacia la
tercera opción como la mas lógica y probable.
Nunca
se supo definir en concreto como era ese Mas Allá, o cómo se
continuaba existiendo, o ni siquiera la absoluta certeza de que la
posible existencia de que lo que se llamó “otro mundo” pudiese
ser una realidad, por lo que se tuvo que admitir este concepto como
una creencia o un dogma de fe religiosa. No obstante una especie
de fuerza interior, tal vez la fuerza de la evolución espiritual,
siempre empujó al Ser humano a querer conocer y a tratar de
comprobar lo que de verdad había detrás del oscuro velo de la
muerte, que le era desconocido y ocultado pero sobre el que su fe
religiosa o su intuición le señalaban como la existencia de una
realidad segura.
La
conclusión que se saca después de conocer tantos indicios de su
existencia, sobre todo los procedentes de la mediumnidad, es la de
que estamos ante algo más que un dogma de fe religiosa.
En
realidad el “Mas Allá”, viene a ser otra forma de existencia
inmaterial, pero que lo es bajo una forma concreta que delimita al
Ser espiritual; esta forma de realidad inmaterial, es como un
duplicado de la forma de existencia humana, porque los espíritus no
son mas que almas mas o menos adelantadas de los seres humanos que
ya no pertenecen a este mundo nuestro una vez que se despojaron de su
grosera envoltura carnal tras su paso por la muerte.
El
Más Allá no es un lugar físico; está por todas partes, alrededor
de nosotros, de forma sutil, en un espacio sin límites que acoge
inmediatamente a todos los que mueren y quedan revestidos de un
cuerpo de energía sutil y etérea, tan real como el envoltorio
físico que dejaron en la Tierra, de donde proceden, y con un aspecto
semejante al mismo, aunque en espíritus que se encuentran en estado
de equilibrio, armonía y paz, suele aparecer como más joven o
perfeccionado, en cuanto al aspecto que aquí tenían, y sin sus
defectos o taras físicas que si acaso conservan solamente si han de
ser reconocidos por alguien de este mundo que contacte visualmente
con ellos.
El
Más Allá es una realidad inmaterial que nos rodea, y es la
continuación de nuestro mundo físico, una realidad no visible ni
tangible por existir en otra franja vibratoria diferente a la física,
pero próxima a ella, en la cual viven los Espíritus, que al igual
que en la Tierra, se agrupan en comunidades diversas, constituyendo
ciudades o colonias de reposo y aprendizaje en donde conviven y se organizan de
acuerdo a sus tendencias y misiones.
- Jose Luis Martín -
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“Justamente
porque en los países occidentales hay tan poco conocimiento del
mundo de ultratumba, encontramos en ese mundo muchos que necesitan
instrucción respecto a las posibilidades de su nueva vida.”
-C.W.
Leadbeater –
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OBJETIVO DE LA MEDIUMNIDAD
"La mediumnidad es aquella luz que sería derramada sobre toda carne,siendo prometida por el Divino Maestro para los tiempos del consolador,ahora en curso en la tierra.
la misión mediumnica,tiene sus percances y luchas dolorosas,es una de las mas bellas oportunidades de progreso y de redención concedidas por Dios a sus hijos.
Siendo luz que brilla en la carne,la mediumnidad es un atributo del Espíritu,patrimonio del alma inmortal,elemento renovador de la posición moral de la criatura terrena,enriqueciendo todos sus valores en el capítulo de la virtud y de la inteligencia,siempre que se vea ligada a los principios evangélicos en su camino por la faz del mundo!"
EMMANUEL.EL CONSOLADOR
"La mediumnidad es aquella luz que sería derramada sobre toda carne,siendo prometida por el Divino Maestro para los tiempos del consolador,ahora en curso en la tierra.
la misión mediumnica,tiene sus percances y luchas dolorosas,es una de las mas bellas oportunidades de progreso y de redención concedidas por Dios a sus hijos.
Siendo luz que brilla en la carne,la mediumnidad es un atributo del Espíritu,patrimonio del alma inmortal,elemento renovador de la posición moral de la criatura terrena,enriqueciendo todos sus valores en el capítulo de la virtud y de la inteligencia,siempre que se vea ligada a los principios evangélicos en su camino por la faz del mundo!"
EMMANUEL.EL CONSOLADOR
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Señales Precursoras de la Mediumnidad
Mediumnidad espontánea
Los síntomas que anuncian el surgimiento de la mediumnidad son muchos y varían en cada persona. Por eso, no tenemos la pretensión de agotar el tema. Vamos a mencionar algunos síntomas y los que ya han pasado por el proceso de desarrollo de la mediumnidad, ciertamente se van a recordar todos.
La facultad mediúmnica se manifiesta en el hombre, independiente de sus creencias o convicciones, de sus posibilidades de inteligencia o de su nivel cultural.
Afirma Allan Kardec, y podemos comprobarlos por nuestra propia experiencia, que la mediumnidad,"(...) la encontramos en niños y ancianos, en hombres y mujeres, sean cuales fueran su temperamento, estado de salud, grado de desarrollo intelectual y moral.(...)".De esa forma, los médiums pueden ser encontrados en todos los lugares entre la gente de cualquier religión e incluso entre los ateos.
La mediumnidad no tiene componente moral en sí misma. Ella es neutra en ese aspecto. La moral dará la calidad del ejercicio mediúmnico. Pero la persona no necesita ser moralmente elevada para poseer la facultad y no es por el hecho de no ser espírita, de ser católica, protestante o ateo que ella no necesite vivir esa oportunidad de conocer la realidad espiritual.
Existen personas que ni se dan cuenta de que poseen esa facultad, que conviven con la mediumnidad, naturalmente sin dar al tema mayor importancia.
Algunos ni siquiera perciben que poseen una capacidad distinta de los demás.
Allan Kardec registra en la Revista Espírita de Junio de 1.867, hablando del "Sentido Espiritual", que conoció, en París, a una señora en quien la doble vista era permanente y tan natural como la vista ordinaria.
Escribe él que "(...) ella ve sin esfuerzo y sin concentración el carácter, los hábitos, los antecedentes de quien quiera se le acerque; describe las enfermedades y prescribe tratamientos eficaces con más facilidad que muchos sonámbulos ordinarios; basta con que piense en una persona ausente para que la vea y la designe. Un día estábamos en su casa y vimos pasar por la calle a alguien con quien tenemos relaciones de amistad, y que ella jamás había visto. Sin ser provocada por cualquier pregunta, hizo de ella la exacta descripción moral y nos dio a su respecto consejos muy prudentes. Entre tanto, esa señora no es sonámbula: habla de lo que ve, como hablaría de cualquier otra cosa, sin perturbarse en sus ocupaciones. ¿Es médium? Ella misma nada sabe al respecto, porque hasta hace poco ni siquiera conocía de nombre al Espiritismo.(...)"
Los síntomas que anuncian el surgimiento de la mediumnidad son muchos y varían en cada persona. Por eso, no tenemos la pretensión de agotar el tema. Vamos a mencionar algunos síntomas y los que ya han pasado por el proceso de desarrollo de la mediumnidad, ciertamente se van a recordar todos.
La facultad mediúmnica se manifiesta en el hombre, independiente de sus creencias o convicciones, de sus posibilidades de inteligencia o de su nivel cultural.
Afirma Allan Kardec, y podemos comprobarlos por nuestra propia experiencia, que la mediumnidad,"(...) la encontramos en niños y ancianos, en hombres y mujeres, sean cuales fueran su temperamento, estado de salud, grado de desarrollo intelectual y moral.(...)".De esa forma, los médiums pueden ser encontrados en todos los lugares entre la gente de cualquier religión e incluso entre los ateos.
La mediumnidad no tiene componente moral en sí misma. Ella es neutra en ese aspecto. La moral dará la calidad del ejercicio mediúmnico. Pero la persona no necesita ser moralmente elevada para poseer la facultad y no es por el hecho de no ser espírita, de ser católica, protestante o ateo que ella no necesite vivir esa oportunidad de conocer la realidad espiritual.
Existen personas que ni se dan cuenta de que poseen esa facultad, que conviven con la mediumnidad, naturalmente sin dar al tema mayor importancia.
Algunos ni siquiera perciben que poseen una capacidad distinta de los demás.
Allan Kardec registra en la Revista Espírita de Junio de 1.867, hablando del "Sentido Espiritual", que conoció, en París, a una señora en quien la doble vista era permanente y tan natural como la vista ordinaria.
Escribe él que "(...) ella ve sin esfuerzo y sin concentración el carácter, los hábitos, los antecedentes de quien quiera se le acerque; describe las enfermedades y prescribe tratamientos eficaces con más facilidad que muchos sonámbulos ordinarios; basta con que piense en una persona ausente para que la vea y la designe. Un día estábamos en su casa y vimos pasar por la calle a alguien con quien tenemos relaciones de amistad, y que ella jamás había visto. Sin ser provocada por cualquier pregunta, hizo de ella la exacta descripción moral y nos dio a su respecto consejos muy prudentes. Entre tanto, esa señora no es sonámbula: habla de lo que ve, como hablaría de cualquier otra cosa, sin perturbarse en sus ocupaciones. ¿Es médium? Ella misma nada sabe al respecto, porque hasta hace poco ni siquiera conocía de nombre al Espiritismo.(...)"
- Viviana Gianitelli -
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