CAMINOS RECTOS
“ Y él les dijo: Lanzad la red hacia la banda derecha del barco y hallareis” (Juan 21-65)
La vida , para ser aprovechada y feliz, debería constituir rigurosa observancia de los intereses de Dios. Ante este pensamiento, yo me pregunto: ¿ Cuales son esos intereses?. Creo que la única respuesta posible es la de retomar el camino del Amor a Dios y al prójimo, que es el ejemplificado y predicado por Jesús de Nazaret, y que el Padre mismo ha invertido en toda Su Creación y en sus criaturas, particularmente en el ser humano, que es espíritu llamado a ser algún día Divino, como la Fuente de Origen de donde procede, a través de los caminos de la evolución mediante las múltiples reencarnaciones en los mundos físicos.
Los mundos físicos son escuelas de evolución en donde aprendemos y ensayamos por la sagrada senda del Amor a Dios a través del Amor al prójimo. Sin embargo con frecuencia tendemos a vivir de espaldas a este sagrado designio de querer y saber vivir según la Voluntad Divina, practicando la ley del Amor que Jesús, así como también otros profetas y Enviados nos enseñaron y ejemplificaron. Fijémonos que la enseñanza común o el factor común que todos estos grandes Enviados, además de Jesús, transmitieron a la Humanidad, es precisamente el camino del Amor, que esel camino recto para ascender hasta Dios.
Cuando nuestra vida transcurre de espaldas a Dios se origina un desequilibrio que causa infelicidad por el cúmulo de errores y deudas que antes o después se tendrán que saldar y equilibrar dentro del marco de la ley de Justicia y su mecanismo de acción con la ley de Consecuencias ( ley kármica), que es una ley natural que nos reconduce al camino del Amor cuando de él nos desviamos con nuestros errores.
Al no encontrar el verdadero camino interior que aporte equilibrio y felicidad, muchos se desesperan acusando a Dios de su desdicha, sin reconocer que los estados de sufrimiento son generados por nuestra imprevisión y nuestros propios errores que nos son permitidos cometer a fin de aprender de ellos a no cometerlos y tener que sufrirlos más.
Jesús de Nazaret, el más grande modelo de perfección al que puede aspirar el ser humano, nos indicó a donde dirigir las redes de nuestras vidas para obtener fruto. Somos pescadores de bienes espirituales y morales, a través de los agitados mares que son las vidas sucesivas en este mundo en donde luchamos cada día y como en el relato evangélico, cuando vemos peligro de zozobra o fracaso, pedimos al Padre que nos salve de estas tempestades que son los complejos tramas del destino en los que nos hemos envuelto cada uno, y que nos amenazan con enredarnos como pesadas redes en medio de un mundo en el que tememos fracasar y en el que anhelamos llegar a la orilla segura de la propia evolución, creciendo espiritualmente hasta poder alcanzar nuevas y mejores existencias en los mundos de regeneración, en los que en vez de predominar el mal como sucede todavía en la Tierra, el Amor y el Bien son el mismo camino pero mas fácil de transitar, que en este mundo en donde esa senda es aun dificil y tortuosa, pero la única que nos conduce a la Luz del porvenir.
-José Luis-
( Visitar el blog elespiritadelbacete.blogspot.com )
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