No prescindas del amor que debemos a todas las cosas y a todas las criaturas para que no te falte la luz al entendimiento.
Analizando los desequilibrios del mundo, reflexiona en la Infinita Bondad que asegura la trayectoria de la Tierra, en el camino de los astros, y reconocerás que toda desarmonía es superficial y aparente.
Observando los conflictos de la Humanidad, relaciona los sacrificios de aquellos que te abrieron el surco del progreso a los propios pasos e, inveterándoles las lágrimas anónimas, perfeccionará s con tu esfuerzo el camino para aquellos que te sucederán en el futuro.
Apreciando los errores de alguien, medita en los ideales y en las esperanzas superiores que de cierto le poblaron el corazón, y comprenderás que otro comportamiento tal vez leseñalase la jornada, si poseyese oportunidades iguales a las tuyas.
Ante aquellos que los tribunales humanos clasifican como delincuentes, piensa en las conmovedoras aspiraciones de las madres que les acariciaron en la cuna y compasión inmensa nacerá de tu alma, enseñándote a auxiliar en vez de a herir.
Largo y empinado es el camino de la evolución! ...Ten piedad de los que regresaron a la primera estaca, para retomar la senda con los pies ensangrentados
No en tanto, más allá de la piedad, ofrécele brazos comprensivos y diligentes porque mañana será tal vez tu día de cansancio y tristeza, desencanto y desilusión, cuando reclamarás igualmente el concurso de manos fraternas para recobrar tus energías o recomponer tus miembros descoyuntados.
Sobre todo, no condenes, ni maldigas, en circunstancia alguna, porque el Cristo de Dios aun no desesperó por nuestras flaquezas y hoy, tanto como entonces, procura con amor y paciencia, libertarnos la visión de la tinieblas, del egoísmo y de la crueldad, de la indiferencia y de la ignorancia, para que con Él vengamos a cooperar en la sustentación de la seguridad y de la paz.
Por el espíritu Emmanuel – Del Libro “Reconfort. Francisco Cándido Xavier.
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