INQUIETUDES ESPÍRITAS
1,. Mediumnidad: Utilidad de algunas comunicaciones particulares
2.- El cáncer en una Visión Espírita
3.- Comunicado espiritual mediúmnico
4.- Ni virtudes ni defectos
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MEDIUMNIDAD
Utilidad de ciertas evocaciones particulares
Los Espíritus muy superiores o de los que han animado los grandes personajes de la Antigüedad son preciosas por la alta enseñanza que encierran. Esos Espíritus han adquirido un grado de perfección que les permite abarcar una esfera más amplia de ideas, 78 penetrar misterios que superan el alcance vulgar de la Humanidad y, por consecuencia, iniciarnos mejor que otros en ciertas cosas. De allí no resulta que las comunicaciones de los Espíritus de un orden menos elevado no tengan utilidad; lejos de esto: el observador extrae de ellas más de una instrucción. Para conocer las costumbres de un pueblo es necesario estudiarlo en todos los grados de la escala. Cualquiera que lo hubiese visto bajo un solo aspecto lo conocería mal. La historia de un pueblo no es la de sus reyes ni la de sus eminencias sociales; para juzgarlo es preciso verlo en su vida íntima, en sus hábitos privados. Ahora bien, los Espíritus superiores son las eminencias del mundo espírita; su propia elevación los coloca tan por encima nuestro que nos quedamos asombrados de la distancia que nos separa. Espíritus más burgueses (permítasenos esta expresión) nos vuelven más palpables las circunstancias de su nueva existencia. Entre ellos, el lazo entre la vida corporal y la vida espírita es más íntimo; la comprendemos mejor porque nos toca más de cerca. Al aprender con ellos mismos lo que han llegado a ser, lo que piensan, lo que sienten los hombres de todas las condiciones y de todos los caracteres –tanto los hombres de bien como los viciosos, los grandes y los pequeños, los felices y los desdichados del siglo, en una palabra, los hombres que han vivido entre nosotros, que hemos visto y conocido, de los cuales conocemos sus vidas reales, sus virtudes y defectos–, comprendemos sus alegrías y sus sufrimientos, nos asociamos y extraemos de los mismos una enseñanza moral tanto más provechosa cuanto más íntimas son las relaciones entre ellos y nosotros. Nos ponemos más fácilmente en el lugar del que ha sido nuestro igual que en el del que no vemos sino a través del espejismo de una gloria celestial. Los Espíritus vulgares nos muestran la aplicación práctica de las grandes y sublimes verdades, de las que los Espíritus superiores nos enseñan la teoría. Además, en el estudio de una ciencia nada es inútil: Newton encontró la ley de las fuerzas del Universo en el fenómeno más simple.
Esas comunicaciones tienen otra ventaja: la de constatar la identidad de los Espíritus de una manera más precisa. Cuando un Espíritu nos dice haber sido Sócrates o Platón, somos obligados a creer bajo palabra, porque no trae consigo un certificado de autenticidad; podemos ver en sus discursos si desmiente o no el origen que se atribuye: nosotros lo juzgaremos un Espíritu elevado, eso es todo; que en realidad haya sido Sócrates o Platón, poco nos importa. Pero cuando nuestros parientes, nuestros amigos o los que hemos conocido se nos manifiestan en Espíritu, se presentan mil y una circunstancias de detalles íntimos donde la identidad no podría ser puesta en duda: se adquiere, de alguna manera, la prueba material. Por lo tanto, pensamos que se ha de apreciar el hecho de ofrecer de cuando en cuando algunas de esas evocaciones íntimas: es la novela de las costumbres de la vida espírita sin la ficción.
Allan Kardec- Revista Espírita 1858
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El Cáncer en una Visión Espírita
Desde tiempos inmemorables, la mejor medicina siempre fue la preventiva. El gran alquimista Paracelso insistía: “No se debe tratar la dolencia; se debe tratar la salud”. Podemos decir que, el mejor medio para no tener que tratar una enfermedad, consiste en mantenerse saludable. O sea, proteger el sistema inmunológico, de forma que bloquee cualquier germen o virus que intente invadir nuestro organismo.
Se puede pensar que será fácil alcanzar tal objetivo, a través de una buena dieta, escogiendo alimentos de bajo valor de colesterol, reduciendo el consumo de carne, absteniéndose de consumir azúcar, realizando ejercicios físicos, en fin, sometiéndose a todo aquello que una propaganda insistente nos propone. Pero ¿ cómo explicar, en ese caso, el elevadísimo número de personas que seguirán rigurosamente tales instrucciones, juzgando estar así protegidas contra los peligros de las dolencias para un día, descubrir que su organismo estaba siendo minado por el cáncer?
André Luiz cuenta, a través de la psicografia de Chico Xavier que un Espíritu cuando se preparaba para reencarnar, pidió para su nuevo cuerpo físico una úlcera que aparecería en su madurez física y que no debería encontrar cura hasta su desencarnaçión, para que así pudiese resarcir un asesinato que cometió al acuchillar a un hombre (que estaba en su madurez física) en la región del estómago. Como vemos, aunque este Espíritu cuide de su salud durante toda su juventud, no huiirá de la úlcera “moral” que “él pidió”.
Entonces, el cáncer es una enfermedad kármica?
La experiencia dice que si. Estamos sometidos a un mecanismo de causa y efecto que nos premia con la salud o nos corrige con la dolencia, de acuerdo con nuestras acciones.
El cáncer sería entonces el resultado de un comportamiento desajustado, en vidas anteriores?
No siempre. La causa puede estar en esta existencia. Un ejemplo: las estadísticas demuestran una gran incidencia del cáncer de pulmón, en personas que fuman. Hay elementos cancerígenos en las sustancias que componen el cigarro. Quien fuma, por tanto, es un serio candidato a ese mal. Será su karma por perjudicar más o menos conscientemente su organismo físico. Hay una frase ilustrativa, en la que un cigarro dice al fumador: “Hoy tú me enciendes. Mañana yo te apagaré!”
¡ Ciertísimo!
Está demostrado que los fumadores pasivos, personas que conviven con fumadores, también pueden tener cáncer.
¿Cómo explicar esa situación?
En que no hay inocentes en la Tierra, un planeta de pruebas y expiaciones. El fumador pasivo que vaya a contraer cáncer tiene compromisos del pasado que justifican su problema. Además, el simple hecho de vivir aquí, significa que merecemos (o necesitamos), todo lo que aquí nos pueda acontecer. Si no lo mereciésemos, estaríamos habitando en mundos más saludables.
¿Eso exime de responsabilidad al fumador que poluciona el ambiente, situándolo como instrumento de rescate de alguien?
Al contrario, aún lo compromete más. Dios no necesita del concurso humano para ejercer la justicia. Además de responder por los desajustes que provoca en sí mismo, responderá por los perjuicios causados en el medio ambiente y en las personas.
La medicina viene desarrollando técnicas para la cura del cáncer. Se concibe que dentro de algunas décadas será posible la cura radical en todas sus manifestaciones.
¿ Cómo quedarán aquellos que están reajustándose ante las leyes divinas a partir de un carcinoma?
La medicina viene haciendo grandes progresos, pero está lejos de erradicar la enfermedad. Unos males son superados; otros surgen, en anteriores épocas en el campo de la sexualidad la sífilis era un flagelo, derivado de la promiscuidad. Hoy es el Sida y otras enfermedades venéreas principalmente. El dolor, el gran maestro, que tiene en la enfermedad uno de sus aguijones, continuará corrigiéndonos, hasta que aprendamos a respetar las leyes divinas,
La persona que sufre bastante, víctima de un cáncer, por ello rescató sus deudas, habilitándose para un futuro feliz en la espiritualidad?
La enfermedad elimina las sombras del pasado, pero no ilumina el futuro. Este depende de nuestras acciones, de la manera como enfrentemos los problemas y enfermedades, Cuando nuestro comportamiento ante el dolor no oprime a los que nos rodean, nos estamos redimiendo, habilitándonos para un futuro glorioso.
¿ Como funciona esto?
Si el paciente tiene cáncer, sus dolores implicarán un sufrimiento para la familia. Está bien. Forma parte de las experiencias humanas. Pero, dependiendo de la forma como enfrente su problema, podrá generar aflicciones mayores para todos, lo que acontece con el paciente rebelde, inconforme y agresivo. Si es humilde y resignado, la familia lidiará mejor con la situación. Pacientes así (resignados) están "poniendo a cero el karma".
Observación de Raul Teixeira: El dolor, la lucha, el rescate, el acierto de cuentas, también nos imponen aprendizajes. Muchos entran en el camino de las expiaciones pero no consiguen expiar. No es el hecho de que estemos sufriendo lo que hace que ya hayamos rescatado. Lo que dice si ya hemos, o no, rescatado , es el modo como estamos sufriendo. Hay criaturas que sufren y están rebeldes, biliosas, mal con Dios, aborrecidas de la vida, y quien pasa por su camino, es el blanco de su hígado estropeado. Lógico que esta persona no dará cuenta del proceso expiatorio.
Como está reflejado en el libro “Transición Planetaria”: “Antes de que pueda llegar ese momento (de transición), la violencia, la sensualidad, la objeción, los escándalos, la corrupción, alcanzarán niveles antes nunca jamás pensados,( ya lo estamos viendo en la actualidad), alcanzando el fondo del pozo, en cuanto a las enfermedades degenerativas, los trastornos bipolares de conducta, las cardiopatías, los cánceres, los vicios y los desvaríos sexuales, clamarán por la paz, por el retorno de la ética y a la moral, al equilibrio.
NI VIRTUDES NI DEFECTOS
Amalia Domingo Soler
Hace pocos días me visito una mujer de larga historia, la cual tiene un ingenio prodigioso para hacerse desgraciada, porque, si bien sobre su ser han caído grandes calamidades, ella las aumenta y las multiplica por su delicadeza extrema, por su exceso de dignidad,por no amoldarse a las circunstancias de su vida; y pensando en ella una tarde, en esa hora melancólica del crepúsculo vespertino, sostuve con un espíritu el diálogo siguiente:
-Dime, mi buen amigo invisible, yo no acierto a comprender si María tiene más virtudes que defectos, o más defectos que virtudes. ¿Qué te parece a ti?
-Que ni tiene sobra de virtudes ni abundancia de defectos; es un espíritu que no puedeamoldarse al medio ambiente que le rodea, porque el progreso del alma no se improvisa; se improvisan, por regla general, malos versos, pero no el modo de ser de un espíritu; este cambio necesita de su tiempo, su preparación correspondiente, y estas preparaciones no se efectúan en el corto plazo de una existencia; a veces, se necesitan siglos y siglos para olvidar los hábitos y las costumbres que forman ley en la opulencia. Lo que sucede es que como os ocupáis mucho más en mirar los defectos de l o s otros. que en estudiar por que los tienen, de ese desconocimiento absoluto de las leyes de la vida, proviene vuestro vicio de la murmuración.
-Pues tú bien sabes, que lo que es yo, busco primero las virtudes que los defectos, en todos los seres con quienes me relaciono.
-Y la generalidad de las veces, revistes con ostentosas galas a los que, en realidad, van cubiertos de harapos; te dejas llevar de los relumbrones, de las exterioridades; te contentas con mirar la superficie de las casas, y para juzgar con justicia, hay que mirar el fondo en todas las acciones humanas, convéncete de lo que voy a decirte: Actualmente,. la humanidad que puebla la tierra no tiene ni virtudes ni defectos; obedecen todos sus actos .buenos y malos a leyes imperiosas de la historia. Los hombres que hoy día se disputan en ese mundo el poder y la riqueza, son medianías, si no .en,t odas las naciones en que tenéis dividido el globo, en su mayoría. Por eso no hay mártires de sus ideales y de sus religiones, porque no hay excesos de amor y de fe en las almas que habitan en ese grano de arena del 'infinito; pero veo que me voy desviando del objeto principal de tu pregunta.Tu quieres saber si esa mujer que se confiesa contigo, tiene más virtudes que defectos, o má defectos que virtudes, Ya te contesté en principio, que no tiene ni virtudes ni defectos, y si no puede amoldarse al medio ambiente que la rodea, es porque aún contempla en sus sueños grandezas pasadas, ostentosas exterioridades, palacios suntuosos, humildes servidores y rendidos magnates, y es,muy doloroso tan brusco cambio de escena para cierta clase de espíritus que se pagan mucho de oropeles y vanidades.
Sabido es, que el espíritu adelantado no le da gran importancia al escenario donde tiene que representar su papel; que el verdadero filosofo acepta, sin murmurar, todas las cosas de hiel que le ofrecen en el gran banquete de la vida; pero los verdaderos filósofos han escaseado siempre, y lo que debes hacer es lo que haces escucha las quejas de los que sufren, y si no encuentras en tu imaginación un rayo de luz que pueda iluminar aquellas tinieblas, cállate, no les des consejos vulgares, de esos que irritan, en vez de consejos, estrecha sus manos, llora con los que lloran; si tienen hambre parte con ellos la mitad de tu pan; si tienen sed no les niegues el agua que puede refrescar sus fauces y no los recrimines en tu interior tachándolos de orgullosos y de mal contentos, que cada sed tiene sus delicadezas especiales, sus debilidades sus manías, y si con ellas se ha vivido siglos y siglos, ¿creéis que en un segundo se puede cambiar de opinión. Y de modo de ser? Imposible, completamente imposible. Tenéis la costumbre de decir muchos de vosotros: “ A todos nos gusta lo bueno, a todos nos agrada la buena vida, pero cuando no hay otro remedio, nos contentamos y carecer de lo mas necesario ¿por qué éste o aquél no hacen lo mismo?” Pues no lo hace porque no puede, porque no esta a vuestra altura moral o intelectual.
¿Hay dos personas que cuyos semblantes sean tan parecidos el uno al de otro, que se puedan cambiar fácilmente su personalidad? No; hasta a los gemelos, bien mirados, se les nota diferencia, por leve que esta sea; pues como sucede en los organismos, sucede en los espíritus; no hay dos que piensen lo mismo; irán juntos para la realización de un proyecto, para llevar a cabo una gran empresa; muchos obedecerán a su jefe, pero si vais preguntando individualmente, cada uno os irá diciendo: “Si mi voto valiera, iría por el camino llano, en vez de trepar por las montañas, o bien siempre arriba, siempre arriba, que desde lo alto se ven mucho mejor las llanuras”; un centenar de hombre os darán un centenar de pareceres distintos; por eso es una razón de tampoco peso en la que os fundáis cuando decís: “Pues si yo me resigno también se puede resignar aquél, que tan de carne y hueso el él como yo”. Es cierto, los dos tenéis los mismos componentes, de la misma sustancia se alimenta vuestra sangre y vuestro cerebro; pero, ¿sucede lo mismo con vuestra parte moral e intelectual? No; vuestra historia sigue ajustada a su ayer y es completamente distinta, y como no tienen el menor parecido sus episodios, la continuación de cada historia sigue enlazada a los hechos pasados; por eso, el uno se resigna con su adversa suerte y el otro reniega el haber nacido. ¿Es mas virtuoso el que se resigna?, no lo sabemos, sólo se puede asegurar que ha luchado mucho. ¿Tiene mayores defectos el que maldice la hora en que nació? No tiremos piedras sobre él, recordemos lo que dijo Jesús, refiriéndose a la mujer adúltera: “El que este sin pecado, que arroje la primera piedra” y ¡nadie se atrevió a apedrearla¡ No preguntes sobre las virtudes y los defectos de otro; interrógate a ti misma, y te será mas provechoso el estudio.
Se fue mi amigo invisible y no olvidaré su consejo ya que yo, como todos, me ocupo más de la casa del vecino que de la mía, y en la mía, ¡ Cuanto tengo que reformar¡ Se conoce que durante muchos siglos he huido de ella y amenaza ruina; pero yo la reedificaré.
AMALIA DOMINGO SOLER
Extraído del periódico “LA LUZ DEL PORVENIR” Año I , nº 9 ; editado en Mayo de 1907 en Villena.
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