INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.-Elucidaciones espíritas
2.- Cuestiones sobre el Mundo Espiritual que nos pueden proporcionar esperanza y paz interior.
3.- Todo se paga y redime, pero siempre podemos recomenzar
4.- El dormir y los sueños
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ELUCIDACIONES ESPÍRITAS
Ante la pregunta ¿ Sabemos quien es Jesús?, cada uno se contestará según los esquemas mentales que tenga en su cabeza; siempre en base a sus ideas religiosas, históricas o filosóficas adquiridas a través de los años. Lo que sigue a continuación, es parte de lo que yo creo acerca del verdadero origen y esencia de este gran Espíritu, que desde ya, tengo que decir que no era (ni es) Dios. Yo al menos así lo pienso, así lo creo y así lo digo. Eso si. desde el más absoluto respeto por aquellos que no piensen lo mismo. A fin de cuentas, la Verdad absoluta solo pertenece a la Inteligencia Suprema del Universo, o Dios.
Tres elementos forman nuestro Ser: El Alma, el Periespíritu y el Cuerpo físico. De ellos solo uno es temporal, el cuerpo material, que se desintegra en la tumba; los otros, el Alma y el Periespíritu, que forman el Espíritu, son eternos e inmortales.
El Alma es una creación de Dios; ha surgido de Él, como todo cuanto existe, visible e invisible; es de esencia divina, siendo el principio inteligente del Universo. Recién creada es recubierta por una energía divina que conocemos como Periespíritu, formado por el Fluído Universal, completándose así el Espíritu o Ser espiritual. Enseguida el Espíritu, al que se asigna un Espíritu de Luz, como Ángel Guardián, será encaminado por este a la encarnación en un mundo primitivo, de los incalculables que hay en el cosmos, para comenzar su proceso de evolución y progreso, hasta alcanzar la sabiduría absoluta y la perfección toal en los Mundos Crísticos.
Siendo Dios Amor y Justicia infinita, razonamos que todos los seres espirituales han tenido, tienen y tendrán, el mismo comienzo, y más tarde o más temprano, llegarán al final del proceso, al lugar que no es otro que la Energía, Luz y Amor de Nuestro Padre Celestial.
Conociendo esta gran verdad, llegamos a la conclusión de que el Maestro Jesús, pasó por el mismo y único camino, llegando a los Mundos Crísticos hace tanto tiempo que aun no existía nuestro planeta en el cosmos. Jesús ya formaba parte de ese grupo de Entidades espirituales regentes del Universo. Innumerables seres espirituales de diversos grados de evolución, y que se les nombra a veces como arquitectos o ingenieros siderales, crearon nuestro mundo bajo Su mandato y dirección.
Elegido por el Padre para ser el regente del planeta Tierra, Jesús acompaña el paso de los siglos y el devenir de la Humanidad. Grandes eras y periodos se suceden, y después de millones de años y de salir el hombre de las cuevas, transcurre un ciclo de evolución llamado Primitivo, hasta alcanzar otro más avanzado, llamado de Expiación y Pruebas.
Entre todo esto, la Humanidad alcanza un periodo de grave ignorancia y oscuridad. Se aleja del cumplimiento de las Leyes Divinas y se va sumiendo cada vez más en un pozo sin fondo del que por sí sola no habría salido. Siendo así la Inteligencia Cósmica o Dios, transmite a los Mundos Crísticos, la morada de los Espíritus Puros, la necesidad de acudir en ayuda de la humanidad de la Tierra, tanto encarnados como desencarnados; la urgencia de que un Ser de los Mundos Crísticos encarne en el planeta hundido en grandes ignorancias y tinieblas. Recibida la llamada del Padre para que esta Misión Divina se programe para ayuda y socorro de la Humanidad, un Ser Crístico destaca entre todos al recibir la notificación de la Energía Divina. Este Ser asume la Misión DIvina. El Ser Crístico Jesús es el único Ser que recibió del Creador la indicación de transmitirnos y enseñarnos la Ley Divina, Pura y Cristalina. Y así lo manifestó cuando dijo: "Yo soy aquel que mi Padre enviara para daros Su Ley". Debemos pensar que si Dios envió a Jesus para que nos diese Su Ley, esto es así porque Jesús es el único Mesías con autoridad para haber llegado al máximo nivel espiritual y actuar en todo momento con total armonía con la Ley Divina. En nuestro mundo Él ha sido el único Mesías a quien Dios ha permitido continuar con Su obra después de la desencarnación. Los millones de Seres de todas las religiones cristianas creen que la misión de la redención humana terminó con la muerte en la cruz de Jesús. Pero su martirio y muerte no fueron sino el comienzo de su misión Divina de dirigir a toda la Humanidad a los Mundos Crísticos. El cambio de era en que estamos inmersos para que la Tierra y sus habitantes alcancen el grado de Mundo de Regeneración, es un paso muy importante para todos nosotros, pero ni es el último ni el único que ha impulsado Jesús.
Hemos de considerar que Jesús conduce y dirige a miles de millones de Seres encarnados y desencarnados al Mundo de Regeneración ( la Tierra transformada en un mundo mejor). Para ello Jesús está en contacto con todos nuestros Espíritus Protectores, con nuestro Ser de Luz o Ángel de la Guarda y que conoce la situación y el nivel espiritual de más de ¡ Siete mil millones de Seres !, entre encarnados y desencarnados. Aunque nos es imposible comprenderlo, Jesús conoce todos nuestros defectos y nuestras virtudes. Sabe lo que necesita cada uno de los más de siete mil millones de Seres para impulsar nuestro caminar evolutivo, y nos lo da en cada instante de nuestras vidas. Orienta a cada uno de los Seres espirituales de los Mundos Intermedios para que colaboren y apoyen la marcha de Su Misión Divina. Al llegar a estas consideraciones, conociendo la labor y el trabajo de ese Ser Crístico que llamamos Jesús, llegamos a la conclusión de que es imposible saber y conocer en su totalidad a un Ser de tales características espirituales, como pretende hacer el Cristianismo. Cuesta comprender que un solo Ser Espiritual tenga la capacidad de realizar una misión de tal envergadura. Pensemos que cuando Jesús estuvo encarnado hace más de dos mil años, a través de sus palabras y sus ejemplos, manifestó a la perfección la Enseñanza Divina, y era como si el mismo Dios anduviese por esta Tierra de oscuridad e ignorancia. Tenemos la impresión, la certeza, de que ver a Jesús en aquel entonces, era como ver a Dios actuando. Sin ser Dios, el Padre Celestial actuaba a través del Cristo Jesús. Por tanto hemos de razonar y reflexionar que sobre Jesús apenas conocemos nada sobre su Naturaleza Espiritual, a pesar de saber que es un Espíritu Puro, un Ser Crístico. Al razonar así, lo que tenemos en nuestra mente, los limitados esquemas que conocemos de Él, se queda muy corto; y al ser mucho más de lo que piensan o creen los millones de cristianos del mundo, hemos de admitir humildemente que ¡ de Jesús apenas sabemos nada !.
Sin embargo, ese sentimiento, en vez de causarnos frustración por creernos más sabios de lo que somos en realidad, sí que nos ilumina y nos hace avanzar más en nuestro deseo de saber acerca de Nuestro Amado Maestro Jesús. Y tengamos presente, que ser conscientes de nuestra ignorancia, es ya en sí mimo un avance y un progreso importantísimo.
Aunque más arriba digo que cuesta entender que un solo Ser sea capaz de realizar una Misión Divina de tanta envergadura, los Seres Puros ( Ángeles, Arcángeles y Serafines, en el Cristianismo y Espíritus Puros llegados a lo Mas Alto, en el Espiritismo), han alcanzado la sabiduría absoluta y la Perfección total, lo que les hace ser una Unidad, una Fuerza y Energía Cristica Unitaria, sin por ello perder su individualidad.
Todo esto nos lleva a considerar algo transcendente, profundo y muy importante, que ¡ no debemos ver a Jesús como un Ser !, ¡ No podemos pensar en Jesús como una imagen religiosa !. Jesús es un Ser Crístico y al mismo tiempo, ¡ La Unidad del Mundo Crístico !. ¡¡ La Energía Crística formada por la Unidad !!; ¡¡ Unidad Crística formada por los infinitos Seres Crísticos !!.
La forma más correcta y acertada de adquirir más conocimiento sobre Jesús, no es la vía del intelecto, no es el camino del estudio, el razonamiento, la reflexión, etc.
Todo eso forma parte del conocimiento de nuestro Espíritu y su afán por saber y conocer. Pero el auténtico y verdadero conocimiento tan solo se obtiene con el Amor, ¡¡Amando!!, ¡ Trabajando con el Alma !. Así vamos a saber más de Nuestro Amado Maestro, amando, que de cualquier otra forma. El Amor sentido y dirigido a Jesús nos conecta con él, con la Energía Crística, y a través de esta con Dios, que es Amor Infinito. Seremos así iluminados, llegándonos así claridades, inmensa cantidad de Luz Divina que nos inunda y deja al descubierto muchas y grandes ignorancias; y así, al ver que permanecía oculto debido a nuestra oscuridad, adquirimos certezas y sabiduría verdadera. Nuestro Espíritu progresa de esta manera gracias al impulso del Amor que Jesús o las elevadas Entidades dan a nuestra Alma Inmortal de Esencia Divina.
Solo por Amor será salvo el hombre- nos enseñó Jesús, lo que viene a resumir todo lo dicho aquí.
Paz y Amor
- Juan Luis Sánchez Marti. Elche (Alicante)
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El Evangelio según el Espiritismo
Allan kardec
El dormir y los sueños
400 – ¿El Espíritu encarnado permanece voluntariamente en su envoltura corporal?
– Es como si preguntases si el prisionero se alegra con la prisión. El Espíritu encarnado aspira sin cesar a su liberación y cuanto
más grosera es la envoltura, más desea librarse de ella.
401 – Durante el sueño, ¿descansa el alma como el cuerpo?
– No, el Espíritu jamás está inactivo. Durante el sueño, los lazos que le unen al cuerpo se aflojan y el cuerpo no necesita del Espíritu. Entonces recorre el espacio y entra en relación más directa con otros Espíritus.
402 – ¿Cómo podemos apreciar la libertad del Espíritu durante el sueño?
– Por los sueños. Bien puedes creer que cuando reposa el cuerpo, el Espíritu posee más facultades que en vigilia. Tiene conocimiento del pasado y algunas veces previsión del futuro.
Adquiere mayor energía y puede entrar en comunicación con otros Espíritus, ya sea en este mundo, ya en otro. Muchas veces dices: He tenido un sueño estrambótico, horrible; pero inverosímil. Te equivocas, pues con frecuencia es recuerdo de lugares y cosas que has visto o presentido de lo que verás en otra existencia o en otra época.
Estando el cuerpo entorpecido, el Espíritu se esfuerza en romper sus cadenas, inquiriendo en el pasado y en el futuro.
¡Pobres hombres, cuán poco conocéis los fenómenos más simples de la vida! Creéis ser muy sabios y las cosas más insignificantes os ponen en aprieto. Quedáis turbados con esta pregunta que os dirigen todos los niños: ¿ qué hacemos mientras dormimos y qué es el sueño?
El sueño libera parcialmente el alma del cuerpo. Cuando se duerme, se está por un momento en el mismo estado en que se encuentra el hombre, de manera fija, después de la muerte. Los Espíritus que con prontitud se separan de la materia en el acto de la muerte, han tenido sueños inteligentes. Cuando duermen, se reúnen a la sociedad de otros seres superiores a ellos; viajan, hablan y se instruyen con ellos, y hasta trabajan en obras que encuentran hechas al morir. Esto debe enseñaros una vez más, a no temer a la muerte, puesto que morís todos los días, según las palabras del santo. Esto respecto de los Espíritus elevados. Pero, la mayoría de los hombres que, al morir, han de permanecer largas horas en turbación, en esa incertidumbre de que os han hablado, esos van a mundos inferiores a la Tierra, a donde les llaman antiguos afectos, o buscan quizá placeres más bajos que los que tienen y doctrinas más viles aún, más innobles, más nocivas que las que entre vosotros profesan. Y lo que engendra la simpatía en la Tierra no es otra cosa que el hecho de sentirse uno al despertar, aproximado por el corazón a aquellos con quienes se acaban de pasar ocho o nueve horas de dicha o de placer. Explica también esas antipatías invencibles el conocer en el fondo del corazón que tales gentes tienen distinta conciencia de la nuestra; porque las reconocemos sin haberlas visto nunca con los ojos. Explica asimismo la indiferencia; porque no nos inclinamos a buscar nuevos amigos, sabiendo que tenemos otros que nos aman y nos quieren. En una palabra, el sueño influye en vuestra vida más de lo que pensáis.
Por medio del sueño, los Espíritus encarnados están siempre en relación con el mundo de los Espíritus; y por esto los superiores consienten sin mucha repugnancia en encarnarse entre vosotros. Dios ha querido que, durante su contacto con el vicio, puedan ir a renovarse
en las fuentes del bien, para que ellos, que vienen a instruir a otros, no fallen también. El sueño es la puerta que Dios les abrió para que vayan hasta sus amigos del cielo. Es el recreo después del trabajo, mientras esperan la gran liberación, la liberación final que debe
restituirlos a su verdadero medio.
El sueño es el recuerdo de lo que vuestro Espíritu ha visto mientras dormíais; pero observad que no siempre soñáis; porque no recordáis siempre lo que habéis visto. Vuestra alma no está en pleno desdoblamiento y muchas veces el sueño no es más que el recuerdo
de la turbación que se une a vuestra partida o a vuestro regreso, al cual se junta el de lo que habéis hecho o lo que os preocupó en estado de vigilia. Y de no ser así, ¿ cómo explicaríais esos sueños absurdos que tiene tanto el más sabio, como el más ignorante? Los Espíritus malos se aprovechan también de los sueños para atormentar a las almas débiles y pusilánimes.
Por lo demás, dentro de poco veréis desarrollarse otra especie de sueños, que aunque tan antigua como la que conocéis, la ignoráis ahora. El sueño de Juana, de Jacob, de los Profetas judaicos y de algunos adivinos hindúes. Ese sueño es el recuerdo del alma, completamente separada del cuerpo, el recuerdo de esa segunda vida de la que siempre os hablo.
Procurad distinguir bien estas dos especies de sueños en aquellos que recordáis; pues sin ello caeríais en contradicciones y errores que serían funestos a vuestra fe.
Los sueños son producto de la emancipación del alma, que se hace más independiente por la suspensión de la vida activa y de relación. De aquí una especie de clarividencia indefinida que se extiende a los más lejanos lugares, o a los que jamás se han visto y a veces hasta a otros mundos, así como el recuerdo que trae a la memoria los acontecimientos ocurridos en la presente existencia o en las existencias anteriores. La rareza de las imágenes de lo que ocurre o ha ocurrido en mundos desconocidos, entremezcladas con las cosas del mundo actual, forman esos conjuntos estrambóticos y confusos que parece que no tienen sentido ni trabazón.
La incoherencia de los sueños se explica también por los claros que produce el recuerdo incompleto de lo que se nos ha aparecido mientras dormimos.
Tal sucedería con un relato del cual se hubiesen sacado al acaso frases o partes de estas, pues reunidos los fragmentos restantes carecerían de significación razonable.
403 – ¿Por qué no nos recordamos siempre de los sueños?
– Lo que tú llamas dormir no es más que el descanso del cuerpo, porque el Espíritu está siempre en movimiento. Así recobra algo de su libertad y se comunica con los que ama, ya en éste, ya en otros mundos. Pero como el cuerpo es materia pesada y grosera, difícilmente
conserva las impresiones que ha recibido el Espíritu; porque no las ha percibido por medio de los órganos del cuerpo.
404 – ¿Qué debe pensarse de la significación atribuida a los sueños?
– Los sueños no son verdaderos en el sentido que entienden los que dicen la buenaventura; porque es absurdo creer que soñar tal cosa anuncia tal otra. Pero son verdaderos en el sentido de que presentan imágenes reales al Espíritu, pero con frecuencia no guardan
relación con lo que ocurre en la vida corporal. Muchas veces, también, como ya lo hemos dicho, son un recuerdo, y por fin, pueden ser a veces, un presentimiento del futuro, si Dios lo permite, o la videncia de lo que pasa en ese momento en otro lugar, para donde se transporta el alma. ¿No tenéis numerosos ejemplos de personas que se aparecen en sueños y advierten a sus parientes o amigos lo que les pasa? ¿Qué son esas apariciones sino el alma o Espíritu de esas personas que viene a comunicarse con el vuestro? Cuándo tenéis certeza de que realmente ha sucedido lo que habéis visto, ¿no es una prueba de que ninguna parte ha tomado la imaginación, sobre todo si lo ocurrido está muy lejos de vuestro pensamiento durante la vigilia?
405 – Con frecuencia se ven en sueños cosas que parecen presentimientos y que no se cumplen, ¿de dónde procede esto?
– Pueden cumplirse para el Espíritu, ya que no para el cuerpo, es decir, que el Espíritu ve lo que desea, porque va a buscarla. Es preciso no olvidarse que, durante el sueño, el alma está más o menos bajo la influencia de la materia y que por lo tanto nunca se emancipa
completamente de las ideas terrestres. Resulta de aquí que las preocupaciones de durante el día pueden dar a lo que se ve la apariencia de lo que se desea o teme, lo que puede verdaderamente llamarse efecto de la imaginación. Cuando se está fuertemente preocupado por una idea, se refiere a ella todo lo que se ve.
406 – Cuándo vemos en sueños a personas que viven aún, a quienes conocemos perfectamente, realizando actos en que ni siquiera piensan, ¿no es efecto de la imaginación?
– En que ni siquiera piensan, ¿ qué sabes tú? Su Espíritu puede muy bien venir a visitar el tuyo, como el tuyo puede ir a visitar el suyo, y no siempre sabes lo que piensa. Además, con frecuencia, atribuís a las personas que conocéis y según vuestros deseos lo que ha ocurrido u ocurre en otras existencias.
407 – ¿Es necesario el sueño completo para la emancipación del Espíritu?
– No, el Espíritu recobra su libertad, cuando los sentidos se entorpecen y aprovecha para emanciparse todos los momentos que le proporciona el cuerpo. Desde el instante que existe postración de fuerzas vitales, el Espíritu se desprende, gozando de mayor libertad a medida que el cuerpo es más débil.
Por esto el dormitar o un simple entorpecimiento de los sentidos, ofrece a veces las mismas imágenes que el sueño.
408 – A veces nos parece oír dentro de nosotros mismos palabras claramente pronunciadas, que ninguna relación tiene con lo que nos ocupa, ¿de dónde procede esto?
– Sí, y hasta frases enteras, sobre todo cuando los sentidos comienzan a entorpecerse. A veces es el débil eco de un Espíritu que quiere comunicarse contigo.
409 – Con frecuencia, en un estado que no es aún el de dormitar, cuando tenemos los ojos cerrados, vemos imágenes distintas, figuras cuyos más mínimos detalles apreciamos. ¿Es esto efecto de visión o de imaginación?
– Estando entorpecido el cuerpo, el Espíritu procura romper sus cadenas. Se transporta y ve. Si estuviese completamente dormido, sería un sueño.
410 – A veces mientras la gente duerme o dormita tiene ideas que parecen muy buenas y que a pesar de los esfuerzos que hace para recordarlas, se borran de la memoria. ¿De dónde provienen esas ideas?
– Son resultado de la libertad del Espíritu que se emancipa y goza de mayores facultades en aquel momento. Con frecuencia, son consejos que dan otros Espíritus.
– ¿Para qué sirven esas ideas o consejos, puesto que no los recordamos ni podemos aprovecharlos?
– A veces esas ideas pertenecen más al mundo de los Espíritus que al corporal; pero lo más común es que si el cuerpo olvida, el Espíritu las recuerda y la idea acude en el momento oportuno como una inspiración instantánea.
411 – El Espíritu encarnado, en los momentos en que se desprende de la materia y actúa como Espíritu, ¿conoce la época de su muerte?
– Con frecuencia la presiente y algunas veces tiene plena conciencia, lo cual le da en estado de vigilia intuición de ella. De aquí que ciertas personas prevean a veces su muerte con gran
exactitud.
412 – La actividad del Espíritu durante el descanso o sueño del cuerpo, ¿puede hacer que éste experimente cansancio al despertarse?
– Sí; porque el Espíritu tiene un cuerpo, como el globo aerostático tiene un poste donde está atado, y de la misma forma que la agitación del globo agita el poste, la actividad del Espíritu reacciona sobre el cuerpo y puede hacerle experimentar cansancio.
CAPÍTULO VIII DEL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS
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